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Les doy la bienvenida a esta aventura, la cual es una montaña rusa de emociones, los invitó a dejar sus comentarios.

La novela ya está corregida si le ven alguna falta les pido y me la hagan saber.

No los detraigo más y que disfruten…

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—Te amo, lo sabes—dejo un beso en su frente—Nos faltó tiempo, recuerda que me prometiste estar el día de mi graduación, celebrar mis quince años, que serías tú quien me entregaría en el altar—entre lágrimas agarró su mano— me escuchas mamita—le susurro al oído, está en coma.

Cáncer

Cáncer

Tantas batallas que luchó en su vida, pero esta ya era una guerra perdida.

—Es hora—mi tía Mariana me aparta de la camilla.

Papá me recibe entre sus brazos.

El médico se acerca, desconecta su oxígeno y la línea plana en aquella pantalla que registraba sus signos vitales se hace presente.

Mira su reloj.

—Hora de muerte—pregunta la enfermera.

—Cinco de la mañana del catorce de febrero del dos mil quince—Responde antes de cubrir el bello rostro de mi madre con la sabana.

Mi mamita se había ido y para no volver.

Desde ese día mi vida cambiaría para siempre.

Aquel hombre que juro protegerme sería mi propio verdugo.

2 AÑOS DESPUÉS

—He estúpida, ya despierta, quiero mi desayuno listo en cinco minutos—

Escucho gritar a mi señor padre desde la cocina de la casa. En todo este tiempo mi vida ha dado un giro de 180º. Ahora yo soy quien mantengo la casa, mi padre si es que lo puedo llamar, así se ha convertido a un adicto a la bebida y en ocasiones pierde el control y me golpea por el simple hecho de tener un gran parecido con mi madre.

Me deshice de mis sabanas, me estire un poco, mire mi reloj y eran exactamente las cuatro de la mañana.

—Joder… La noche estuvo corta para alguien-Antes de volver a escuchar los gritos de Arthur salgo de mi habitación, llego a la cocina y me encuentro que está hecha un desastre llena de botellas de Cerveza vacías y a medio llenar.

Ayer fue treinta y uno de diciembre, SI FELIZ AÑO NUEVO!!!!, noten mi emoción.

Arthur, como siempre, festeja hasta el punto de perder la conciencia. Para ser inicio de un nuevo año la pasé trabajando en el bar, de Mike. Ya me falta muy poco dinero para la universidad.

—Papá ya está el desayuno—grito desde la cocina, le preparé unas tostadas, jugo de naranja y unos huevos con jamón.

Observo el reloj de la cocina-Diablos-salgo corriendo directo a mi habitación, tengo que estar en mi trabajo a las siete de la mañana, me despojo de mi pijama y me entro en mi cuarto de baño.

Salgo envuelta en una toalla en mi cuerpo y otra en mi cabello.

Me coloco mi uniforme, el cual consiste de un pantalón negro y un polo roja que tiene escrito OXXO.

Con una coleta alta salgo de mi habitación, agarro las llaves de la casa y mi celular, observo mi reloj, cojo aire— Bueno Blanca a caminar, ya no te puedes dar el gusto de ir en autobús— a casi se me olvida hoy cumplo mis diecisiete años. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS PARA Mí!!!

Cambio y Fuera...

Pd. Es mi primera vez en esta plataforma😉😅

Les presento a Blanca Collens

Que les pareció los cambios..... os leo. ;)

—Muchas gracias por su compra, tenga buena noche-le entregó sus bolsas

Ya te puedes ir Blanca-dice Mauro, mi jefe me entrega un sobre con mi liquidación-

—Muchas gracias por todo—le entrego el mandil, me dispongo a salir de mi ex trabajó.

Ya llevo caminando como media hora mi estómago ya me exige comida en el OXXO solo comí un sándwich y un capuchino.

Observo mi casa a lo lejos, las luces están apagadas y eso es muy raro, ya que mi padre tendría que estar hay o eso es lo que espero.

Al abrir la puerta me encuentro con la sala destrozada.

—Papá estás aquí-grito, pero nadie me responde-

Camino por la casa a oscuras, creo que otra vez la luz se nos fue cortada por falta de pago enciendo la linterna de mi celular, llegó a la cocina y la encuentro tal como yo la deje, incluso el desayuno de mi padre, aun sin ser consumido.

Corro en dirección a la habitación de mi padre y lo encuentro arrodillado ante la fotografía de mi madre desde que murió nada a sido igual.

—Papá estás bien— le digo en un susurró-

—En tu cochina vida me vuelves a llamar Papá, no te das cuenta de que todo esto es por tu culpa—se levanta su mirada refleja tanto odio y desprecio— eres tan parecida a ella-

No sé en qué momento, pero ya lo tengo parado frente a mí, sus manos frías sujetan mi cuello, su agarre es fuerte pero no tanto como para asfixiarme.

—Papá por favor me estás lastimando-digo entre lágrimas-por favor suéltame, yo no te he hecho nada-mis sollozos se escuchan por toda la habitación—

—Has hecho tanto— Me lanza contra el suelo, mi cuerpo duele-por el simple hecho de haber nacido-me sujeta del cabello y me profana dos bofetadas, no soy capaz de reaccionar, solo siento el ardor de mis mejillas y lágrimas deslizarse por mi rostro—Por qué NO MORISTE Tú—grita Arthur, dice aquellas palabras las cuales me las ha estado repitiendo estos últimos tres años y con eso sale de la habitación—

Me quedo en el suelo, no tengo fuerzas para levantarme, mi boca sabe a metal seguro, me partió el labio.

No puedo parar de llorar, solo quiero tener una vida normal como todos, festejar cumpleaños, navidades, pero desde que murió mamá lo único que recibo en vez de abrazos son golpes e insultos. Siento mis ojos pesados, creo que hoy dormiré en el suelo.

Todo en mi vida es oscuridad.

A la mañana siguiente.

Salgo de la ducha envuelta en una toalla, me queda poco tiempo para poder llegar al instituto. Mi miro en el espejo, mi cuerpo está cubierto de moretones y mis mejillas tienen un tono verdoso a morado.

Me coloco unos jeans no tan ajustados y una blusa de tirantes con una americana negra cubro mis marcas con un poco de base para tapar los golpes.

Salgo de casa con mucho cuidado para ni despertar a mi padre. Espero en la parada el autobús.

Subo ganando la mirada de varias estudiantes como efecto de reflejo coloco mi cabello.

Boba tu maquillaje, no ha servido de nada.

Lose no es necesario que me lo repitas cada vez.

Solamente digo lo que todos ven menos tú.

El autobús se detienen por la ventana observo el edificio de color amarillo con blanco. Me levanto con cuidado, me duele demasiado una costilla del lado derecho, solo espero que no me la haya roto.

Bajo del auto de mi padre sin antes despedirme.

Me paro en la entrada, busco con la mirada a mi novio Cristian y a mi mejor amiga, unos brazos me rodean por la cintura, le iba a propinar un buen derechazo, me doy cuenta a tiempo, es Cris, mi hermoso novio.

—Buenos días, hermosa—me saluda Cris dejando un pequeño beso sobre mis labios—

—Bobo me hiciste asustar, casi te doy un buen puñetazo-le devuelvo el beso —Y Hola mi hermoso, no viste a Blan faltan solo cinco minutos para iniciar clases-le digo mirando mi reloj de mi móvil—

—No, amor la estuve llamando en la mañana, pero su móvil estaba apagado—dice entrelazando nuestras manos—pero no te preocupes ya a de llegar-

—Solo espero que no le haya pasado algo—susurro

El autobús del Instituto se detiene en la entrada principal, comienzan a bajar busco con la mirada a Blanca, la veo bajar lentamente, su cabello rubio tapa la mayoría de sí rostro y su mano izquierda la tiene en su costilla derecha, el viento hace que su cabello se levante y confirmo lo que ya sospechaba.

—Oh Dios mío—digo llevando mis manos a mi rostro— su cara está cubierta de moretones, se nota que los ha tratado tapar con maquillaje, pero se resaltan más—.

—Que pasa cariño-dice Cris, busca con la mirada lo que estoy viendo y siento que aprieta mi mano— Esta vez si lo mato, cómo se atrevió a golpearla de nuevo-

Me despierto por el molestoso ruido del despertador, abro los ojos poco a poco, logrando adaptarme a la claridad de la luz que entra por mi ventana.

Miro el despertador, son apenas las 6:05 de la mañana.

Me dirijo a mi cuarto de baño, luego de cepillar mis dientes, me despojó de mi pijama y me introduzco en la ducha para refrescarme bajo una lluvia artificial.

Salgo de la ducha, me he enrollado con una toalla en la cintura y con una más pequeña secó mi cabello.

Me colocó un bóxer negro, unos jeans negros ajustados y una polera negra.

Un sonido en la puerta llama mi atención y por ella aparece mi nana asomando la cabeza.

—Sebas hijo, llegarás tarde, ¿todavía duermes?—pregunta ella

—No tranquila nana ya me levanté—

—Bueno hijo, baja para que desayunes, tu padre te está esperando—

—Vale, gracias por avisarme—

Qué papá está en casa, eso es significado de problemas, pasó las manos por mi cabello todavía húmedo, agarro mi mochila que ya la dejé preparada la noche anterior y salgo por la puerta bajando por las escaleras estilo caracol escuchó unas risas desde el comedor y me encuentro con mi padre riendo con su nueva novia y saludo.

—Buenos días— digo llamando la atención de mi padre y de su acompañante.

—Hola hijo como estás—

—Bien padre, gracias por preguntar y que tal tu viaje—

—Estuvo excelente querido hijo, el trato con los japoneses se cerró con éxito—

Una tos falsa nos llamó la atención, mi padre mira a la mujer que tenía alado y le dio una pequeña sonrisa.

—Hijo, qué mal educado soy te presento a Elizabeth Bonnet—

—Un gusta conocerla—la mujer iba a hablar, pero me le adelantó—

—Padre te parece si hablamos, luego voy muy tarde ya al instituto—

—Vale hijo, ten mucho cuidado, nos vemos en la tarde—

—Adiós padre y un gusto conocerla—

Salgo por la puerta principal de la Mansión, no soy muy apegado con mi padre, pero le agradezco por estar en todos los momentos que lo necesitaba.

Me monto en mi auto y dispongo escuchar un poco de música clásica, no sé por qué pero me relaja.

A pocos metros de mi noto el autobús del Instituto.

Siempre hago carreras con Luis, el conductor es un hombre de mediana edad, muy agradable.

Me estoy acercando cuando algo llama mi atención, una chica de cabello rubio como el oro tiene su rostro marcado de moretones, se notaba que había tratado de taparlos.

El autobús se mueve y me quedo como idiotizado por la imagen que acabo de ver.

Me dispongo a avanzar, llego al instituto y me estaciono en el lugar de siempre. Mi mirada viaja hasta el autobús de donde vaga aquella desconocida, su cabello cubre la mayor parte de su rostro, note que camina con dificultad.

Se queda estática al ver a la entrada, la sigo con la mirada y noté que está viendo al tarado de Cristian y a su novia.

La expresión en la cara de la pareja me confunde. Dejo de prestar atención y vago de mi auto y me introduzco en los pasillos abarrotados de jóvenes con hormonas alborotadas.

Les presento a Sebastián Walker.

Tengo un fetiche con este hombre…😅😫☻