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CONQUISTANDO AL ENEMIGO

Capítulo 01: En el bosque

La noche era oscura, pero la luna la iluminaba con tan espléndida luz como si quisiese parecerse al sol, los árboles eran altos y frondosos, con ramas que mostraban su sombra en el suelo de aquel camino por donde dos extraños caminaban sin rumbo preciso.

Sin ningún tipo de linternas para guiarse y sin la ropa adecuada para estar entre la maleza del bosque, que no sabían a donde los guiaba, se podía percibir que aquellas dos personas no tenían planeada esa caminata nocturna a tan altas horas de la noche.

—Estamos perdidos ¡Y es tu culpa!— Habló uno de los chicos con ojos almendrados, cabello plateado y lacio que al moverlo brillaba con la luz de la luna reflejado en él, mientras seguía los pasos de su compañero rápidamente para no perderlo de vista.

—Que yo sepa, cuando te encontré ya no estabas en tu habitación Lian, por lo tanto tú te perdiste sin ayuda de nadie. Además solo confía, no es la primera vez que camino por este lugar— Sonríe y le responde el otro chico de cabello oscuro y ojos negros, mientras sigue abriendo paso entre las plantas y ramas de los arbustos.

—Tal vez cuando tú me encontraste ya estaba un poco perdido, no es mi culpa que el bosque después del patio trasero de mi casa sea tan grande, solo pensaba observar un rato los árboles y volver pero ví una ave muy linda y quería tomarle una foto, no haría nada más, además yo no iba a llegar tan lejos

—¿¡Le pensabas tomar una foto!?—

El pelinegro se extraña dejando de caminar —Nisiquiera traes teléfono, ¡ignorante!— Le avisa y continúa el camino

La risa del ojiazul se escuchó por todo es bosque al darse cuenta que su amigo tenía razón, se había puesto a perseguir un ave para tomarle una foto pero no tenía teléfono así que todo fué en vano.

—Estoy loco Tom— Con su mano seca las lágrimas que había derramado por sus ojos de tanto reírse —Olvidé mi teléfono en mi habitación, estamos perdidos por una estupidez.

—Pues si, pero calmate que si no estoy mal por aquí hay una salida cerca, solo espero que no hayamos salido del territorio de mi tío, cuando salgamos podrás irte de nuevo fuera de mi vista aunque te voy a perseguir y a encontrar nuevamente.

El sujeto de ojos negros siguió caminando y el otro chico soltó una carcajada al imaginarse como su guardaespaldas no lo iba a dejar en paz ni un momento, aunque debía entender que ese era su trabajo.

—Yo sé que me vas a encontrar, aunque no quería escapar de tí, solo estaba estresado y quería caminar, tú sabes que odio tanta seguridad para nada, aún solo soy un pobre chico que quiere vivir una vida normal, sin responsabilidades ni miedo a que me vean en la calle y me maten— Actúa en su papel de víctima el muchacho de brillante cabello aunque solo era un tipo de broma.

—Ya calmate y deja de lloriquear como niña, sabes que haz tenido toda la libertad del mundo, los mejores lujos y acabas de terminar tu carrera en la mejor universidad de Inglaterra, pero debes entender que ahora tu libertad tendrá que ser menor por obligación, pronto serás el jefe y por esa razón tengo que protegerte en todo momento y dar mi vida por tí si es necesario.

—Yo sé, sé lo que me espera en varios meses y sé que no es fácil, enserio entiendo toda la responsabilidad que tendré pero me gustaría que no fuese tan-- ¡¡Auch, sigue caminando tonto!!

El pelinegro se había detenido en seco al ver frente a él un grupo de sujetos armados los cuales les apuntaban sin razón alguna, esto había hecho que su amigo de cabello plata chocara con su hombro, todo es bosque queda en silencio y los amigos no tienen la menor idea de qué hacer pero si no escapan morirán.

—Un par de intrusos— Habla uno de los guardas que les apuntan —Vamos a llevarlo con el jefe

De un momento a otro los dos amigos estaban rodeados de varios hombres que vestían de color negro, estos se acercaron varios metros mientras les apuntaban cada vez más próximo, los dos alzaron sus manos en señal de que no eran peligrosos.

Asi caminaron hasta llegar a lo que parecía una salida de aquel bosque, ya que se notaba a lo lejos las luces de la ciudad más cerca que antes, algo que no habían visto por la vegetación.

Era un lugar amplio y verde, un claro en el bosque, se podía notar un camino para llegar a la carretera y aunque ya se veía que no estaban perdidos ya no se podían ir, estaban detenidos sin saber porqué.

Ninguno de los dos chicos decía una sola palabra, solo se miraban con seriedad intentando armar un plan para escapar de aquellos hombres.

A los segundos escucharon pasos, tal parecía que alguien se acercaba, en el camino que llevaba a la carretera apareció un sujeto apuesto, alto, de cabello lacio y negro además de una mirada amenazadora que intimidaba a cualquiera, sus ojos de color verde atraían al parecerse a la joya esmeralda pero la forma de estos, caídos, hacían ver con frialdad todos los gestos de sus rostros.

Fácilmente podía tener unos veintitrés a veinticinco años de edad pero su mirada lo hacía ver de más años al igual que su forma tan elegante y distintiva de vestir, este se acerca hacia los amigos que seguían aún inmóviles y les habla.

—¿Que hacen dos ratas como ustedes caminando a media noche por lugares donde claramente no deberían estar?—Dice primeramente con su gruesa e impactante voz, el pelinegro lo mira y se dispone a responder pero es interrumpido por su compañero.

—Hemos salido a caminar con unos amigos, lamentablemente nos separamos de nuestro grupo y además hemos olvidado nuestros teléfonos, no sabemos dónde estamos pero ¿Que haces tú aquí también a estas horas?

El chico de cabellos plateados ha respondido sin ningún tipo de temor y sin titubear en sus palabras, se nota que hay cierta sorpresa entre los sujetos que los amenazan al escuchar como habla tan tranquilamente, parece como si simplemente no le importase que estuvieran siendo apuntados con varias armas.

— Eres muy valiente, para hablarme como si fuésemos amigos de toda la vida— Responde el ojos verdes —Esa es una falta de respeto considerando el lugar en que te encuentras

— Soy alguien muy despreocupado y sé como responder a cada pregunta, no me intimidas, no estaba haciendo absolutamente nada malo y por lo tanto no tengo miedo al responderte, solo quiero que tus matones dejen de apuntarnos para largarnos de una maldita vez

Las miradas de los dos sujetos se encontraron y el de ojos caídos se acerca a los dos chicos para verlos más detalladamente.

En un fragmento de segundo su mano derecha aprieta fuertemente el mentón del chico cabello plata mientras le apunta con su arma, aunque su amigo quira hacer algo no puede, si lo intenta los dos podrían morir rápidamente.

— No te atrevas a hablarme en semejante tono, en este momento estás en mi territorio, si me da la gana doy la autorización para que los maten ahora mismo y los tiren al rio o yo mismo te podría disparar en este preciso momento,¡niñito!— Le dijo en tono amenazante aquel hombre que lo sujetaba apuntándole, mientras lo miraba con odio y desprecio.

En un corto lapso de tiempo y con un movimiento rápido el chico se safa del agarre de aquel sujeto y lo mira nuevamente con la misma frialdad y desprecio sin importarle que su vida siga en riesgo.

—No sé quién eres, no me interesa saberlo y si nos matas tampoco importaría mucho, entiende que no somos una amenaza, solo dos tontos que se perdieron, déjanos ir y jamás nos volverás a ver

Aquel hombre no responde y camina hacia el chico de ojos como la misma noche, el cual solo mira hacia el piso con impotencia al no poder sacar a su amigo del lugar donde habían llegado.

— ¿Cuál es tu nombre?— Interroga el ojos verdes —Alza la cabeza idiota ¿¡No ves que te hablo!?.

— Me llamo Michael señor— Responde el chico de tez clara sin alzar la mirada.

— ¿Y tu amigo?— Sigue preguntando mientras voltea para ver al compañero del pelinegro .

— Su nombre es Lian— Dice levantando la mirada el chico que se hace llamar Michael, para después voltear hacía su compañero que también lo mira.

— Lían y Michael— Agrega mientras camina alrededor de los chicos, Lían lo mira con cólera y resentimiento mientras que Michael simplemente quiere escapar de aquel lugar, el sujeto que les sigue hablando.

— Es una noche muy linda como para que el silencio de esta sea interrumpido por disparos y sus gritos, estoy de buen humor y he logrado ver que no son una amenaza así que les doy tres minutos para que desaparezcan y no volverlos a ver jamás ¡Ahora mismo! El tiempo corre.

Los hombres que apuntan a los chicos dejaron de hacerlo al momento que el sujeto vestido de negro da la orden, Michael agarra la mano de Lian y lo dirige hacia el pequeño camino que se veía, corren por varios minutos sin detenerse, al llegar a la carretera siguen en dirección contraria a la ciudad, nuevamente se alejan un poco de la carretera y bajo un árbol se detienen al verse fuera de peligro.

— Jaja, casi morimos, que mala suerte, se nos ocurrió perdernos sin armas ni teléfonos, brutal Michael, apropósito,que nombre tan raro, no te luce definitivamente Tom no tienes cara de Michael. Pero ¿Quién era ese tipo? Que forma más inusual de conocer a mi ...

Justamente antes de confesarle a Tom su gran descubrimiento es interrumpido por este pelinegro que habla secamente mientras intenta que su respiración deje de ser tan agitada.

— Rival— Dice su compañero mirándolo fijamente

—¿¡Que!?

Lian queda totalmente desconcertado, no entiende lo que su guardaespaldas le acaba de decir, así que solo lo mira y espera que le explique.

—Ese tipo es Caín Jackson— Agrega rápidamente

—¿Enserio? ¿Es el pariente del gran señor Jackson?— Pregunta sin entender aún

— Es el único hijo del señor Jackson y además ahora es quién manda toda su organización, por lo tanto es uno de tus mayores enemigos y tú más grande rival apenas ocupes el puesto de tu padre— Le informa Tom a su jefe

— Algo escuché de que mi padre nunca había tenido una buena relación con el padre de Caín pero ¿Porqué nunca me había mencionado esto?— Se intriga el peli plata

— Elian, no hace mucho que llegaste de Inglaterra, y aunque ya te estás acostumbrando nuevamente a esta ciudad no has tenido tiempo suficiente para hablar con tu padre, él pasa demasiado ocupado y viajando, sencillamente está esperando el momento adecuado para contártelo todo, solo espera unos días — Intenta Tom calmar a su primo

El chico de ojos color azul, cabello lacio y despeinado solo estaba en silencio preguntándose si tal vez no estaba preparado para el rol que tenía que asumir próximamente, pero se tranquiliza "Aún faltan 10 meses, hay tiempo” piensa.

Ese era tiempo suficiente para prepararse aún más y así demostrar que merecía ser el sucesor de su padre y mantener a su familia como una de las organizaciones más poderosas de la mafia.

Aún así después de tranquilizarse otra duda lo invadió y esta no era precisamente sobre los riesgos que corría su vida en el mundo donde habitaba desde su nacimiento, si no más bien su preocupación era por lo que vió mientras estaba frente a frente con Caín.

Aquello lo dejó perplejo, y al escuchar lo que dijo su amigo sobre ese sujeto su duda creció aún más "Tal vez ví mal" se repetía en su cabeza esperando que todo fuese una alucinación.

Capítulo 02: Sí nos une

Ha pasado un día desde que los chicos se perdieron en el bosque, el pelinegro se encuentra leyendo un libro mientras por la ventana el atardecer se acerca y poco a poco la ciudad nocturna va cobrando vida, desentendido del mundo real tan concentrado en su lectura Tom salta al escuchar los gritos de su amigo.

—¡Tom vamos!— Una voz suave y exaltada lo hizo mirar hacia la puerta.

Dándose cuenta que no es nada peligroso, cierra el libro y lo deja en su mesa de noche para abrirle a Elian quien estaba tocando sin parar.

—Calma, calma, vas a romper la puerta y no quiero que me descuenten mi salario para arreglarla— Habla con fastidio actuado apenas lo ve.

—¡Jaja! Eso no pasará— El ojiazul intenta no darle importancia —¡Vamos!.

Tom se encuentra un poco confundido, no sabe hacia donde irán solo ve al chico de ojos hermosamente grandes muy emocionado.

—¿Hacía donde iremos?— Le cuestiona.

—Vamos a un bar nuevo que hay en la ciudad, se dice que es muy popular, iremos a conocerlo a ver qué tal me parece, nos divertimos un rato y volvemos, solo para despejar nuestras mentes— Responde Elian con su hermosa sonrisa.

El pelinegro lo mira seriamente mientras el otro joven espera con ansias su respuesta, su mirada no es de enojo pero se pregunta cómo Elian podía estar tan tranquilo después de que hace unas horas atrás casi pierde la vida por haberse alejado de su mansión y ser amenazados por aquel desconocido sin escrúpulos.

—¿¡Enserio!?— Tom pregunta irritado, se cruza de brazos y solo lo mira.

—¡Si!— El peliplateado sonríe sin entender lo que su amigo le trata de decir con la mirada.

— Casi te matan anoche ¿¡Sabes!?— Da un largo suspiro.

— Lo sé, lo sé, pero no me puedo estresar por cosas como esas, tampoco esconderme, si vuelvo a ver a ese tal Caín no pienso huir, soy el hijo de un mafioso lo cual me hace parte de la mafia también, eso significa que siempre estoy al borde de la muerte— Justifica el ojiazul intentando no abrumarce por cosas que no están bajo su control.

El pelinegro le sonríe sorprendido y también admirado por su valentía, da otro suspiro y lo mira.

—Vamos— Dijo tomando su chaqueta de color negro la cual se encontraba en un lado de su cama y saliendo de su cuarto

...............

La noche ha llegado, la ciudad está tan brillante como siempre, el nuevo bar está lleno y la fila es demasiada, pero eso no importaba para alguien tan importante como Elian Montero.

Caminando por la entrada de esta se encontraba el joven con tenis blancos, jeans rasgados, y un suéter sin estampado de igual color, su look es tan despreocupado con un toque de un joven de barrio al que no le importa lo que los demás piensen de él.

No se nota que fuese un mafioso el que se encuentra andando acompañado de su guardaespaldas y amigo Tom, después de ellos entraban varias personas las cuales parecen comunes y corrientes para proteger a Elian separados pero siempre teniéndolo a la vista para no levantar sospechas.

Tal vez el chico vestido de blanco debió sentarse a beber un trago, pero no, este decidió bailar por un rato sin preocupaciones mientras su compañero lo seguía con la mirada desde una mesa a lo lejos.

El tiempo pasaba y el chico de cabello plata seguía divirtiéndose mientras alguien lo observa desde lejos, no es precisamente uno de sus guardaespaldas aunque él no lo nota.

Así pasaron varias horas, todo parecía normal y Elian ya había bailado lo suficiente así que se sentó a beber con Tom.

—Ya vuelvo— Le dice el pelinegro al otro chico mientras se aleja en dirección al baño

El joven vestido de color neutro queda observando su dedo meñique y como el hilo que está atado a este se pierde entre las luces y la multitud de aquel lugar, a lo cual no le presta mucha atención.

Mientras tanto el sujeto que había ido al baño volvía caminando un poco lento intentando ver a su amigo, lamentablemente no se percató de otra persona que estaba justo frente a él y sin poder hacer nada chocan haciendo que la bebida que llevaba el otro sujeto se le riegue en la ropa.

—Lo siento de verdad, no lo ví— Se excusa Tom disculpándose y un poco apenado por lo que acaba de suceder

El otro sujeto de ojos cafés lo mira con desprecio y rabia, tal parecía que sus disculpas no habían servido de nada y como respuesta lo único que recibió fue un empujón que lo llevó hacia atrás

—¡Callate, tus palabras no arreglarán mi ropa manchada!— Dice este con agresividad mirando su camisa blanca debajo de su chaqueta la cual estaba mojada

El pelinegro es muy calmado, no pelea a menos de que no sea necesario, nisiquiera alza la voz pero no permite que lo toquen.

—No vuelvas a tocarme si no quieres que tu ropa también se ensucie con tu sangre— Amenaza el escolta de Elian al ojos marrones

Tom se acerca y lo mira con tonalidad fría y desafiante hasta que en un segundo un arma se encuentra frente a su rostro.

Aquel tipo desconocido le estaba apuntando a lo cual él no se dejaría, así que hace lo mismo quedando dos sujetos en medio de un bar a punto de dispararse entre sí.

La gente al notar esto deja de bailar, la música se apaga y todos quedan en silencio.

Elian de inmediato observa como su guardaespaldas se había dejado provocar por otra persona que solo quería problemas.

El sujeto que se encuentra apuntándole a Tom sonríe de manera misteriosa y de un momento a otro varias personas se paran de sus mesas y apuntan también al pelinegro, a lo cual el peliplateado responde dando la orden a sus guardaespaldas que apunten también.

Aquel bar el cual hacía unos minutos atrás estaba completamente encendido y todos disfrutaban ahora solo es un lugar de incertidumbre al ver como un grupo de hombres vestidos de negro apuntan a otros sujetos que vestían como si fuesen simples personas pero no lo eran.

Elian se pone de pie, deja su mesa y mira en su dedo meñique el hilo que lo ata, y si lo que está pensando es cierto todo tendría sentido.

Aquel tipo que le apuntó primeramente a Tom era parte del grupo de Caín Jackson el cual también se encontraba en aquel lugar frente a él, pero por el momento no lo veía porque las luces no eran claras para observar a las personas fijamente, Elian sin reparos se acercó a Tom.

—¿Que pasa?— Le preguntó tocando su hombro

—Él empezó señor, usted sabe que odio que me agredan física o verbalmente— Le responde el pelinegro sin dejar de observar a aquel sujeto de ojos cafés

—Así que no eran unos simples chicos perdidos. Joven Montero, de haber sabido ayer cuál era tu verdadero nombre te habría matado

Dice un hombre al fondo con cabello negro y mirada inescrupulosa que se pone de pié y Elian por fín confirma sus sospechas sobre el hilo que los ata, no vió mal, en realidad aquel hilo sí los une.

Capítulo 03: Huyendo de tí

ELIAN:

Pensé que en realidad todo había sido una alucinación pero parece que así es ¿Porqué? ¿¡Él es mi alma gemela!?, no, eso es demasiado cruel, este tipo me mira como si quisiera matarme, el destino no puede ser tan despiadado como para atarme al amor con él, pero no es el momento de pensar en eso, no puedo mostrar miedo.

— Hola Caín, un gusto verte de nuevo— Con una sonrisa lo miro a los ojos, él simplemente sigue sin quitarme su fría expresión

— Parece que no tienes miedo de morir hoy— Toma una copa de vino ubicada al lado de una mesa— Nuestras familias no se llevan muy bien ¿Sabes?— Agrega mientras bebe un poco

— De algo me enteré— Le respondo cortantemente —Total, no es de mi incumbencia los altercados que nuestros padres hayan tenido, eso no le llama la atención

Volteo la mirada y con esta le ordeno a todos mis guardaespaldas que bajen las armas, algo muy arriesgado pero no tengo ánimos para armar una pelea a estas horas, me iré a mi casa a dormir simplemente.

Todos bajan sus armas, menos Tom, no lo obligaré ya que él tienes sus razones para disparar pero sé que no lo hará, lo conozco demasiado bien y solo lo está haciendo porque el tipo junto a él le apuntó primero, aunque es raro, él nunca se deja tentar por trivialidades.

— Me iré ahora, y espero no volverte a ver— Giro mi mirada —Tom vámonos, esto no vale la pena— Miro a mi guardaespaldas más cercano, el cuál aún le apunta a su rival que lo observa fijamente, se nota la ira que emanan en el aire

Tiene rabia y lo puedo notar, pero si no es necesario formar una pelea sencillamente me alejo del lugar, porque no pretendo armar una balacera con tanta gente en medio, no soy de ese tipo de gánsteres.

Con mis ojos intento hacer que mi amigo entre en razón y se dé cuenta que se acaba de dejar llevar por sus instintos y no quiero que esto pase a mayores, arqueo una ceja en señal de extrañeza porque no sigue mis órdenes.

Tom me hace caso finalmente y me dirijo hacia la salida haciendo camino entre la gente que aún no dice una sola palabra, parecen estatuas al encontrarse inmóviles sin saber exactamente lo que sucede, no los culpo, yo también estaría igual si dos tipos se apuntan en medio de una fiesta.

— No— Temía que esto pasara— Creo que todavía no te irás— Escucho su voz gruesa y amenazante la cual me hace saber que no me espera nada bueno

En la salida dos sujetos no me dejan avanzar, y ya sé hacia donde nos lleva esta situación, a lo que yo no quería llegar.

Saco mi arma y le disparo al primer sujeto mientras Tom le dispara al otro, los gritos de la gente empezaron a medida que los disparos eran más y sin darme cuenta estaba en medio de fuego cruzado.

Mis guardaespaldas y yo comenzamos a disparar contra los sujetos que intentaban acabar con nosotros estos eran los guardias de Caín que con su orden solo nos disparaban sin piedad aunque yo quería irme tranquilamente ya no se puede y ahora tengo que sobrevivir disparando hacia el enemigo mientras lo busco con rabia para matarlo con mi propia arma.

Solo quería salir de aquí pero tal parece que su objetivo es asesinarme y no pretendo que este sea llevado a cabo, la gente tiene miedo, no sabe que hacer y solo se tira al suelo, este no es un buen lugar para matar personas a punto de disparos.

— ¡Hey!— Le grito a uno de mis guardaespaldas que se encontraba cubriéndose detrás de un muro a metros de mí

— ¡Saca a esta gente de aquí— Ordeno rápidamente sin dejar de escudarme —No permitas que nadie salga lastimado

— Enseguida señor— El joven de cabello castaño asiente a mi mandato disparando la cerradura de la puerta para después patearla

La gente empieza a correr y varias personas que fueron impactadas por el fuego cruzado ya han perdido la vida, mientras algunos corren otros pasan debajo de las mesas intentando no ser heridos por una bala perdida.

Yo sigo buscando a Caín con la mirada mientras me protejo entre las columnas del lugar, de un momento a otro Tom cae a mis brazos ¡Mierda! Sangre, mucha sangre, no entiendo, su brazo ha sido afectado por una bala, mi primo, no puedo permitir que se desangre, tengo que hacer lo posible para sacarlo de aquí.

—¡Tom!— Es lo único que sale de mi boca

—Elian— Habla en mis brazos —Tienes que estar más atento estúpido— Esboza una adolorida sonrisa mientras me regaña por no ser precavido

Miro sus ojos y se cierran del dolor, ha perdido totalmente el conocimiento, esto es demasiado malo, yo buscaba a mi enemigo pero él me encontró a mí, gracias a Tom sigo con vida pero está muy mal herido, mi corazón se ha agitado del miedo al pensar que mi amigo puede morir, la adrenalina ha subido demasiado en mi sistema, maldito Caín, pienso y afortunadamente veo al pelinegro a lo lejos y sin dudarlo le disparo mientras camino sujetando a Tom con todas mis fuerzas para no dejarlo caer, no me puedo concentrar en nada, ya Caín no importa, mi puntería no es buena cuando otra cosa está en mi cabeza, tengo que llevar a Tom afuera, como puedo lo cargo hasta afuera, gracias al cielo encuentro a Josh nuevamente.

— Llévalo a casa y llama inmediatamente al médico ¡Ya!— Le ordeno al guardaespaldas que solo sigue mi orden tomando a Tom y subiéndolo al auto rápidamente

Empieza a conducir rápidamente con él dentro del auto. Disparo diez veces al aire, esto como señal para que todos se retiren de aquel lugar, solo es cuestión de tiempo para que a gran velocidad todos mis guardaespaldas que no habían caído en la balacera salgan, suben a sus autos y se van. Creen que yo voy con Tom pero es mejor así, en cuestión de segundos sale Caín

—¿¡Donde está Elian!?— Le pregunta extremadamente exaltado al guardaespaldas que minutos atrás había amenazado a Tom y por lo que todo esto había tomado este camino

—Tal parece que va en el primer auto que salió señor— Un pelinegro desconocido le responde

Su mirada transmite odio y sus ojos verdes parecen estar poseídos por un demonio el cuál quiere acabar con todo el mundo, yo lo observo escondido detrás de una camioneta mientras él respira hondo y pasa su mano por su oscuro cabello.

—Sigan el auto en el cual va y si lo encuentran matenlo y tráiganme su cabeza, creo que eso le gustará al desgraciado de mi padre

Sus guardias asienten y comienzan a conducir con dirección a la carretera en busca del automóvil dónde supuestamente me encuentro, no tengo miedo porque confío en las capacidades de Josh que es la persona a la cuál le encargué la vida de Tom, sé que él no será alcanzado por estos inútiles, salgo de mis pensamientos y lo veo nuevamente subiendo a su auto de color negro 'hasta su auto combina con su alma' pienso.

— Maldito hijo de puta, te mataré

Busco mi motocicleta y antes de subirme en ella mi mirada se vuelve a posar en el pelinegro, tomo mi arma y le apunto con la intención de no fallar a su pecho nuevamente ya que el disparo que le había hecho anterior a este solo le hizo un rasguño en su abdomen el cual noto por los rastros de sangre que se ven en su camisa blanca, lamentablemente ya no tengo balas, es una desgracia porque aquí pudo acabar todo, así que guardo mi arma y empiezo a conducir sin saber a dónde ir, si voy por el camino donde se fueron mis guardaespaldas me encontrarán los empleados de Caín antes que a ellos presisamente.

Conduzco en dirección contraria a donde queda mi residencia. Creía que estaba fuera de peligro pero veo por el espejo como un automóvil me sigue, es el imbécil de Caín.

Si no acelero pronto podrá dispararme, así que aumento la velocidad de mi motocicleta lo más que puedo, no me voy a dejar matar por este idiota.

Aún me persigue, solo se ve la luz de la luna y las luces de su auto, ahora nadie me puede salvar, empiezo a pensar que fuí demasiado estúpido al conducir solo pero no tenía opción y aunque no estaba aturdido no se me ocurrió otra idea.

Si seguimos así no sé hasta donde pueda conducir, es demasiado determinado y no va a dejar de perseguirme. Cambio mi ruta y me alejo de la carretera por el sendero del bosque para poder perderlo pero no es así.

Empiezo a conducir entre los árboles sin rumbo, me estoy adentrando mucho en esta vegetación y al mirar hacia atrás pierdo la dirección chocando contra un árbol, quedo tendido en el suelo y escucho a alguien acercándose ¿Así acabaré?

Mi vida no pude acabar tan miserablemente, me pongo de pié con un dolor muy fuerte en mis codos, en mi rodilla derecha y siento como sangre corre por mi rostro, mi ropa blanca se encuentra totalmente manchada. Me escondo detrás de un árbol y lo veo llegar

— ¡Deja de esconderte payaso!

Lo escucho y siento la adrenalina, puedo escuchar como los latidos de mi corazón se aceleran mientras sus pasos rompen las hojas secas del suelo a metros de mí.

Soy capaz de darle la cara y pelear contra él pero tiene un arma y apenas me vea lo primero que hará es dispararme ¡Maldición! ¿Que hago?

— Sal ya, tú muerte será rápida

Caín solo se está guiando por la luz de la luna y esto me da una ventaja para que no pueda verme. Miro hacia el suelo y veo entre las hojas una rama con más de un metro de larga y un poco gruesa.

Esta es mi oportunidad, tomo aquella rama y cuando siento que está de espaldas mirando hacia otra dirección lo golpeo tan fuerte como puedo, se tambalea pero no cae, es fuerte, sin embargo deja caer su arma y eso es lo que yo nesesito, rápidamente la pateo, quería alcanzarla pero Jackson no me dió tiempo, ya la pensaba agarrar de nuevo y esa fué mi única opción.

— Al contrario, hoy morirás tú, y puedo decir que tú muerte será lenta— Le digo cuando lo tengo frente a frente

Su mirada está llena de ira y se toca su cabeza, aunque el golpe no lo noqueó parece que sí le afectó. Me acerco a él lanzándole un golpe directamente a su rostro pero lo detiene con su muñeca.

— Alguien morirá, de eso estoy seguro—Me responde devolvíendome el golpe directamente a mi estómago

Así empieza nuestra lucha por matarnos el uno al otro, golpes son lanzados por él, su puño es pesado y si no puedo esquivar estos perderé el conocimiento rápidamente, tengo que aceptarlo, su fuerza puede que sea más que la mía.

Mi mente está en blanco viendo con la agilidad que se defiende el sujeto de ojos verdes, lanzo con fuerza otro puño y lo bloquea nuevamente, nuestras manos se encontraron por un momento y allí observé cómo nuestro hilo rojo llegó a ser lo más corto que jamás había sido.

Me desconcentré por un momento, cosa que él aprovechó para lanzarme al suelo con otro golpe que fué directamente a mi rostro, instantáneamente sentí como otra herida se abría.

Tendido en el suelo veo como llega a su arma y la toma, puedo quedar aquí, si muero tal vez no me hallen pronto pero no estoy dispuesto a morir hoy, esto aún no sé ha acabado.

Me lanzo hacia él con la intención de arrebatarle su arma lo cuál no era una tarea sencilla, en el forcejeo presiona el gatillo y varios tiros se escuchan al aire interrumpiendo el hermoso silencio de la noche.

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