Mi nombre es Elisa Maldonado, recién cumplí 19 años.
Soy una chica muy solitaria, callada, mi hermano mayor Carlos es mi mejor amigo, siempre me dice que soy perfecta como soy y que nunca cambie para complacer a nadie.
Chelsea es mi mejor amiga, la conozco hace diez años y somos inseparables, está enamorada de mi hermano pero el muy tonto no se da cuenta.
Mi familia es de renombre pero nuestra posición económica no es la mejor en estos momentos, es como decir que vivimos modestamente con un apellido que nos mantiene a flote.
Mi padre Enrique, que por cierto es el más trabajador, noble y consentidor del mundo trabaja día y noche por mantener nuestro hogar y pagar mi carrera, por otro lado mi mamá es el pilar de nuestra familia, ella cuida de todos.
Hace un año que tengo una relación con Eduardo, él tiene 24 años y es abogado, lo amo con la vida.
Elisa y Eduardo
Mi familia respeta mi relación con el pero se que no lo aprueban del todo, solo mi tía Hanna me apoya, ella es como una hermana para mí, es todo lo opuesto a mi, es loca, salvaje, básicamente el alma de la fiesta, ella y Chelsea no se llevan muy bien, es difícil estar en medio de las dos porque las adoro.
Elisa: mamá voy a salir con mi novio te prometo que regreso temprano.
Julissa: está bien cariño, tu tía va contigo?
Elisa: si mami, sabes que Hanna y yo somos inseparables.
Julissa: lo sé nena y me tranquiliza saber que se cuidan la una a la otra, te quiero diviértete.
Elisa: también te quiero mamita de mi vida.
Salí de casa con Hanna hacia una fiesta en casa de mi novio y al llegar él inmediatamente vino hacia mi
Eduardo: Elisa estás muy hermosa pero sabes que no me gusta que uses ese tipo de vestido tan corto (serio)
Elisa: pero mi amor estaré contigo, nadie se atrevería a decirme nada (incómoda)
Eduardo: cariño te amo, prométeme que no usarás ropa así de corta por favor, eres muy hermosa y muero de celos.
Elisa: tranquilo bobito, te lo prometo, sabes que por ti hago lo que sea.
Eduardo: lo que sea mi amor?
Elisa: sabes que si !
Eduardo: que te parece si vamos a mi habitación y...
Elisa: no, amor por favor no te aproveches, sabes que no estoy lista para eso.
Eduardo: nena no se cuánto tiempo más podré estar así, soy un hombre, tengo necesidades.
Hanna: hola Eduardo, que hacen aquí vamos a la pista de baile(mirando coqueta a eduardo)
Eduardo: hola Hanna(mirándola de arriba abajo)
Entramos a la casa y estuvimos bailando un rato, cerca de las 2 am estaba lista para ir a casa.
Elisa: amor, mañana tengo clases y debo madrugar, me puedes llevar a casa?
Eduardo: no seas aburrida Elisa, es temprano (ebrio y tomándola entre sus brazos)
Elisa: amor basta, detente, no te preocupes pediré un taxi.
Eduardo: por eso te amo, eres la novia más comprensiva del mundo.
Nos dimos un beso y salí de la casa, Hanna decidió quedarse.
Estaba por subir a un taxi cuando escuché a mi hermano llamarme del otro lado de la calle.
Carlos: Elisa!
Me disculpé con el señor del taxi y cruce la calle para subir a su auto.
Carlos: otra vez el patán de tu noviecito te dejo ir sola a estas horas.
Elisa: hermanito no seas así, yo insistí en irme sola, el está tomado y no quise que conduzca así.
Carlos: si el fuese un caballero te acompañaría incluso en el taxi, ese idiota no te merece princesa(apretando su nariz)
Elisa: basta Carlos, no entiendo porque lo odias tanto, lo amo y desearía que me apoyarás (molesta)
Carlos: pequeña sabes que yo te apoyo en todo excepto en tu noviazgo con Eduardo, no te veo feliz con el.
Elisa: lo amo estoy muy enamorada, él es muy buena persona, dale una oportunidad.
Carlos: vamos a casa ya hablaremos de eso, dónde está Hanna y Chelsea?
Elisa: Hanna decidió quedarse y Chelsea no quiso venir cuando supo que Hanna vendría, ya sabes que ellas son como agua y aceite.
Carlos: lo sé(risas) esas dos tienen su carácter.
Llegamos a casa y subí directo a mi habitación, le envié un texto a Eduardo para avisarle que ya había llegado pero me quedé dormida sin obtener respuesta.
Mientras tanto en la fiesta...
Hanna: Eduardo estás hecho un desastre, que desconsiderada mi sobrinita, en lugar de cuidarte se va dejándote solito
Eduardo: amo a Elisa pero es una aburrida, mirame acaso ella no se da cuenta que puedo tener a mi lado a la mujer que se me de la gana?
Hanna: (risas) crees que yo sepa tratarte como tú mereces?(acercándose a él)
Eduardo: Hanna estamos ebrios, no hagamos algo de lo que más tarde nos vamos arrepentir, amo a Elisa.
Hanna: yo la adoro pero ella no tendría que enterarse si algo ocurre entre tú y yo, además yo no soy tan inocente como ella, se que obtienes el sexo que ella no te da de otras chicas, subiré a tu habitación sobrinito, te estaré esperando(mirada seductora).
Después de un debate interno el deseo venció al amor que siento por Elisa y subí a la habitación, abri la puerta y ahí en mi cama estaba Hanna...
Eduardo...
Entre y cerré la puerta, no había vuelta atrás.
Hanna: creí que no vendrías sobrino (risa descarada)
Eduardo: eres perfecta Hanna
Hanna
Hanna: también eres perfecto, no se cómo Elisa aún es virgen teniendo a un hombre como tú
Eduardo
Eduardo: no menciones a Elisa en este momento o saldré de la habitación, entiende esto Hanna, amo a Elisa, la amo como nunca te amare a ti o otra mujer, esto será solo sexo.
Hanna: y quién dijo que busco tu amor, ya cierra la boca y ven aquí.
Salte sobre esta chica y la besé con pasión desmedida, arrebate su ropa interior, en unos segundos ambos estábamos desnudos y sin perder tiempo la embestí, estábamos fuera de control.
Hanna: que rico Eduardo no te detengas (jadeando y gimiendo)
Eduardo: no pienso parar preciosa, eres una diosa Hanna(embistiendola con fuerza)
Está chica es jodidamente complaciente en la cama, lo hicimos en todas las posturas existentes hasta que nuestros cuerpos ebrios y cansados no dieron más .
Me deje caer a su lado y enseguida me quedé dormido.
Amaneció....
Elisa...
Desperté a las siete y como de costumbre le escribí a él amor de vida.
Me di una ducha, me vestí y baje a desayunar con mi familia.
Elisa: buenos días mamá!
Julissa: buenos días nena, que tal tu fiesta?
Elisa: estuvo bien mamá, volví temprano, por cierto a Hanna se le pegaron las cobijas.
Carlos: (entrando a la cocina) Hanna aún no ha llegado, buenos días .
Elisa: en serio? voy a llamarla.
Salí al jardín y le marqué a Hanna pero me envió al buzón.
Decidí marcarle a mi novio, de pronto ella aún este ahi.
El teléfono de Eduardo comenzó a dar tono pero no contestó, volví a intentarlo pero fue en vano, no contestó.
En la casa de Eduardo....
Desperté por el sonido de mi celular, el dolor de cabeza era terrible, me voltee y quedé en shock al ver a Hanna desnuda a mi lado.
Eduardo: maldición que hice? y este teléfono porque demonios no deja de sonar.
Tome el teléfono y el rostro de mi Elisa estaba el la pantalla, era ella quien me estaba llamando, no tuve el valor de contestar, lo puse el silencio y lo deje en la mesita de noche.
Eduardo: Hanna, oye Hanna despierta!
Hanna: por favor no grites me duele la cabeza! Que pasa cariño
Eduardo: que pasó? tuvimos sexo por lo visto, vamos vístete.
Hanna: hey calmate, deja el miedo, tuvimos el mejor sexo de mi vida, no te sientas culpable, como dice el dicho OJOS QUE NO VEN CORAZÓN QUE NO SIENTE, Elisa no tiene porqué saberlo, yo no le diré nada y supongo que tú tampoco, podemos pasarla rico las veces que queramos y ella no va a enterarse.
Eduardo: Elisa no merece esto Hanna, es tu sobrina como puedes hablar así, aunque no creas yo la amo.
Hanna: ay por favor ya callate, es mi sobrina pero no la soporto, siempre tengo que lidiar con sus tonterías y no me vengas con eso de que la amas, anoche me hiciste el amor a mi.
Eduardo: yo te hice el amor? no Hanna no te confundas, el amor se lo haré a Elisa cuando ella decida entregarse a mi, contigo cometí el error de tener sexo, estába ebrio.
Hanna: eres un imbécil(terminando de vestirse) te guste o no traicionaste a mi sobrina y debo decir que con lo aburrida que es dudo que sepa complacer a un hombre como tú.
Eduardo: ya vete de aquí Hanna (gritando)
Hanna: te veo este a noche cielo(dejando un pequeño beso en los labios de Eduardo)
Hanna se fue y maldición no puedo creer que tuve sexo con la tía de mi chica, es decir ocasionalmente tengo sexo con chicas pero esto es otra cosa, si Elisa se entera la voy a perder y la amo demasiado para que eso ocurra.
Tome el teléfono y vi sus mensajes, nunca en la vida me sentí tan miserable, le marqué.
Elisa: hola cariño, como te sientes? amanecí amándote más mi amor!
Eduardo: oh nena, gra-gracias (incómodo)
Elisa: debes tener una resaca terrible, te parece si voy después de clases a cuidarte un ratito?
Eduardo: me encantaría princesa, sabes no soy el mejor del mundo pero te amo niña.
Elisa: oh mi amor qué lindo, para ni eres el mejor novio del mundo, también te amo y lo quiero todo contigo.
Eduardo: no te merezco niña bonita.
Elisa: porque dices eso bobito?
Eduardo: por nada mi amor por nada.
Elisa: no sabes a qué hora se fue Hanna de la fiesta? es que salí de casa y aún no había llegado.
Eduardo: creo que ella se quedó hasta hace esto con los chicos en el jardín mi amor pero ya todos se fueron.
Elisa: eso me tranquiliza, bueno cielo debo dejarte, voy con Chelsea a clases te amo mi vida besitos.
Ella corto la llamada y me sentí tan poco hombre, pensé en decirle la verdad pero ella no va a perdonarme...
Elisa...
Después de hablar con Eduardo entre a clases con Chelsea, ella es la mejor amiga de todas, si mi tía Hanna me escucha decir eso se enojaría mucho pero es así.
Chelsea: al fin terminó el día, odio estudiar Eli.
Elisa: es que tú no le pones amor al estudio aunque debo admitir que las clases con el profesor Harry son tan aburridas(riendo)
Chelsea: ni lo digas, no sé cómo ese señor de ochenta años puede venir a lidiar con nosotros, por cierto no me has contado cómo estuvo la fiesta.
Elisa: estuvo normal, me fui temprano, Hanna si se quedó hasta ests mañana.
Chelsea: no menciones a esa estúpida, es una falsa, lo puedo ver hasta con los ojos cerrados.
Elisa: no seas así Chelsea, es mi tía y es buena persona.
Chelsea: ay ya no tengo ganas de hablar esa perra ahorita, como vas con Eduardo, te ha vuelto a presionar para tener sexo?
Elisa: el no me presiona nena, solo es un hombre y pues tiene necesidades.
Chelsea: nena er a muy noble e inocente, un hombre que te sms jamás te pediría sexo, esperaría pacientemente a que tu le pidas que te haga mujer pero ya (levantando las manos en señal de rendición) yo no dije nada, te parece si te quedas esta noche en mi casa para hacer el ensayo de mañana?
Elisa: excelente idea mi loca, ahora debo irme iré a casa de Eduardo, te quiero nos vemos ahora...
Subí a mi auto y conduje hasta la casa de Eduardo, toque y el enseguida abrió la puerta.
Eduardo: mi amor viniste, necesitaba verte (besándola como si no hubiera un mañana)
Elisa: ummmmm amo tus besos mi vida, mira no más esa carita, ven vamos adentro, te prepararé algo de comer, verás que te sentirás mejor.)
Entramos a la casa y el por alguna razón el está muy cariñoso y atento conmigo.
Elisa: estás actuando raro amor! pasa algo?
Eduardo: pasa que te amo y no quiero perderte jamás.
Elisa: yo también te amo y nunca vas a perderme, nada ni nadie podrá separarme de ti, o sea lo único que me alejaría de ti sería una traición pero confío en tu amor y se que eso jamás sucederá.
Eduardo: muero de hambre nena, ya está listo eso? (cambiando de tema)
Elisa: en unos diez minutos lo estará.
Eduardo: que harás está noche, te parece si vamos a cenar?
Elisa: mi amor tengo planes con Chelsea, es que tengo que terminar un trabajo para mañana.
Eduardo: está bien mi amor no hay problema.
Elisa: definitivamente estás raro, ni siquiera te enojaste por eso, listo ven a comer esta rica sopa, tomala toda te sentirás mejor.
Nos sentamos a comer y él en todo momento sostuvo mi mano, cada cierto tiempo dejaba un beso sobre ella, el jamas me había hecho sentir tan especial era como una persona diferente y simplemente estaba derretida de amor.
Elisa: y cuando terminan tus vacaciones cielo?
Eduardo: en un par de semanas mi amor.
Elisa: bueno creo que ya deben extrañarte en la oficina, ven déjame lavar esos platos y luego subimos acurrucarnos un ratico te parece?
Eduardo: por supuesto niña preciosa.
Elisa
Ella me regaló esa dulce sonrisa que me enamora y después subimos a mi habitación.
Elisa: te amo Eduardo, a veces pienso que esto que siento por ti es irreal (entre besos y caricias)
Eduardo: también te amo Elisa, y todo esto es real y no terminará nunca.
Comenzamos a besarnos, el olor de su piel, de su cabello, su aliento todo me gusta de mi Elisa, le quite la diminuta blusa que llevaba puesta y ella no puso resistencia, no llevaba brasier así que sus hermosos sen*s quedaron a mi disposición.
No dude ni un segundo en devorarlos con desesperación, ella no decía nada solo cerro sus ojos y se dejó llevar.
Eduardo: te necesito Elisa, necesito hacerte mía!
Elisa: hazme tuya mi amor.
No la dejé terminar y arremetí contra sus labios, la desvesti por completo y por dios es más perfecta de lo que había imaginado, después de un rato ya la había hecho, es la mujer de mis sueños, poseerla fue la experiencia más gloriosa de mi vida.
Elisa: eso fue increíble Eduardo, te amo, no me falles nunca cielo(jadeando sobre su pecho)
Eduardo: tú eres increíble mi amor también te amo, la espera superó todas mis expectativas(besando su frente)
Ella se durmió en mi pecho y yo estoy como un niño admirando su tiempo rostro, no puedo creer que ella se entregó a mi.
Una hora después despertó y se dio un baño y se marchó.
Ya estaba anocheciendo cuando tocaron el timbre, mire por la ventana y era Hanna.
Eduardo: demonios Hanna que diablos haces aquí?
Hanna: no vine a verte Sobrino, mi celular se me quedó en tu habitación.
Eduardo: lo sé, espera aquí ya te lo traigo.
Entre y subí por el celular de Hanna, al bajar ella estaba desnuda en la sala de estar.
Eduardo: que rayos estás haciendo Hanna?
Hanna: tengo ganas de ti sobrino, hazme tuya otra vez!
Maldición, no es fácil resistir, está chica aún cuando no es tan hermosa cómo Elisa, es extremadamente sexy y una salvaje por lo que recuerdo en el sexo.
Hanna: tienes el permiso de hacer conmigo lo que gustes amor.
Estaba resistiendo y pidiéndole cuando ella se acercó a mí, comenzó a besar mi cuello, tomo una de mis manos y la llevo hasta su intimidad, mandé todo al carajo y la hice mía, tenía unos minutos embistiendo su intimidad cuando el recuerdo mi niña bonita se cruzó por mí mente, mi amigo perdió su firmeza y simplemente no pude continuar.
Hanna: que rayos pasa contigo?
Eduardo: no puedo Hanna, Elisa no merece esto, menos ahora que...
Hanna: cierra la boca ella nunca sabrá de lo nuestro.
Después de unos minutos ella volvió a llevarme a un nivel de excitación donde pude embestirla de nuevo hasta llegar al clímax.
Elisa...
Salí de casa de Eduardo sintiéndome feliz pero a la vez extraña.
Llegue a casa, cene con mi familia y salí rumbo a la casa de Chelsea.
Llegue y su mamá hizo subir a la habitación.
Chelsea: hola nena, crei que habías olvidado tus obligaciones.
Elisa: como crees que lo olvidaría, estaba cenando con mi familia por eso no llegue antes.
Chelsea: te veo rara, como pensativa, cuéntame qué te pasa?
Elisa: tu si que me conoces! te voy a contar pero debes prometer que no vas a juzgarme.
Chelsea: lo prometo ahora suelta ls sopa!
Elisa: hice el amor con Eduardo!!!
Chelsea: que tú queeeee?
Elisa: baja la voz por favor.
Chelsea: y cómo fue? no te veo con los ojos brillosos
Elisa: es que no me siento así, es decir lo amo más que nunca pero no fue para nada lo que yo esperaba, tal vez ver tantas novelas me hizo idealizar de forma sub realista el momento.
Chelsea: oh no, no culpes a las novelas de esto, cuéntame cómo fue.
Elisa: es que el estaba siendo tierno toda la tarde pero cuando se dió el momento el fue rudo y un tanto bruto, con decirte que no sentí ese clímax por el que había esperado.
Chelsea: Eduardo es un idiota, un patán, bueno tal vez estaba nervioso (tratando de hacer sentir mejor a Elisa) o simplemente esperabas más de lo que realmente es la primera vez....
Esa noche no dormí mucho, no me sentía cómoda, definitivamente no esperaba que mi primera vez fuese así...
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