Tres días antes de la batalla...
Roger Windsor arreglaba su hermosa cabellera en su recámara, un hombre apuesto y de cabello largo rubio; Roger era conocido por su habilidad con las espadas y su esculpido cuerpo, el cual era admirado por todas las doncellas, Adelaida una joven de la realeza, princesa primogénita de Arturo conde, moría de amor por Roger, juraba que un día sería la esposa de Roger. Todas sus amigas reían, ya que no creían que pudiera casarse con él; pero Adelaida no iba a parar por luchar por el amor de Roger.
Al terminar Roger de uniformarse sale de su alcoba directo a la oficina de su padre.
— Toca la puerta, padre soy yo, ¿Puedo pasar?
— ¡Claro hijo! Adelante.
— Ya estás listo para la guerra que se aproxima.
— Hijo, en esta guerra cualquiera puede morir, si no es por uno de los nuestros, no estuviéramos preparados para lo que se aproxima.
— Tienes razón padre, pero yo estoy listo para pelear contra los culucanis.
— ¡Ese es mi hijo, digno de un rey! Por eso si muero, sé que mi pueblo tendrá un buen rey a cargo. Los culucanis solo quieren destruir mi reino y a mi pueblo, el rey Erick Wales cree que con mandar a los culucanis gana la batalla, si supiera que estamos más preparados que nunca, sé que Erick desea mi trono y mis tierras.
— Pero eso no pasará padre, yo me encargaré de que ese bastardo no se atreva a quitarnos nuestras tierras.
— Eres un Guerrero y futuro rey Roger, cuanto no quisiera Erick Wales tener un hijo como él que yo tengo.
— Gracias al cielo no llevo su sangre, él es el enemigo.
— Él quiso raptarte cuando eras un niño, Erick se casó joven con una doncella de la realeza, le era infiel y no la amaba, solo se casó con ella por qué su familia era prestigiosa y no aceptaban que su sangre fuera corrompida, Erick se enamoró de una campesina, pero sus padres la mandaron lejos de sus tierras, ya que la familia wales siempre ha sido una familia con poder y al verse en un amorío con una campesina, la familia caería en boca de todos, así que la campesina fue enviada lejos y él fue obligado a casarse con Lauren Stuart, pero no la amaba, en un baile conocí a Erick, yo ya estaba casado con tu madre, él se enamoró de tu madre perdidamente, pero al no ser correspondido Erick se enfureció; hizo de todo para enamorar a tu madre, él cayó en boca del pueblo, tuvimos hasta una pelea, cuando mi padre murió y me heredó el reino, yo renuncié a todos los tratos que tenía nuestro reino con el reino de la familia Wales, tanta fue la envidia de Erick que llego a odiarnos, cuando tu madre te dio a luz, te quiso raptar y llevarse a tu madre también, por suerte llego a tiempo.
— ¡Ese hombre si está mal de la cabeza! ¿Aún sigue casado con la señora Lauren?
— No, después de que quiso raptarte, tuvimos una pelea y huyó como un cobarde, luego de un tiempo nos enteramos de que su mujer había muerto y que su esposa había tenido un hijo, pero lamentablemente el bebé murió en el mismo accidente.
— ¡Pero no entiendo, por qué sigue peleando contra nosotros!
— Erick no se cansará hasta vernos destruidos, nos odia por qué él no es feliz ni lo será. Por eso se alió con los culucanis.
— Pero lo destruiremos, no nos daremos por vencidos.
— Así se habla hijo.
Después de una charla, Roger se dirige al campo de entrenamiento, donde todos reciben instrucciones detalladas.
Roger entrena día y noche, hasta que el día se acerca.
Día de la batalla....
Están listos, grita el rey William.
— Si mi rey, responden todos con grande voz.
Todos se colocan en fila, cuando ven venir al enemigo.
— Por nuestro pueblo, grita el rey William.
— Por nuestro pueblo, responden todos y corren hacia el enemigo.
Todos atacan, muchos caen, otros mueren, en el reino la reina Isabel esposa de William, le pide mucho a Dios por qué estas guerras paren.
En otra habitación llora Adelaida, pidiendo que Roger se salve, que pueda llegar hacer su esposo.
La batalla dura un siglo para la reina Isabel, camina de un lado a otro, cuando... escucha las trompetas del castillo. Las cuales suenan cuando es una emergencia, baja las gradas corriendo, cuando... Se detiene de golpe y cae de rodillas llorando.
— ¡Mi esposo! Grita a todo pulmón, se levanta rápidamente y corre hacia donde está el rey William.
Acuestan al rey en una de las mesas, apresurado al curandero de la familia para que revise al rey.
— Mi amor, todo saldrá bien, tú eres fuerte, debes cuidar de mí y de tu hijo. Habla Isabel con lágrimas en los ojos.
— Tú... siempre serás el amor de mi vida Isabel, ja... jamás te dejaré de amar.
— ¡Por favor William, no me dejes! Llora Isabel.
— Hijo... tú eres ahora el rey, debes cuidar bien a tu madre y a nuestro pueblo, has aprendido bien y sé que serás un excelente rey.
— Padre, prometí cuidar de ti y te fallé. Dice Roger con voz quebrada.
— ¡Claro que lo has hecho y por eso estoy orgulloso de ti!
— Prometo cuidar de mi madre y del reino.
— Sé que lo harás, eres un Windsor. habla el padre de Roger con poco aliento. A ti mi amada reina, te prometí amarte hasta la muerte y lo cumplí, te amo mi reina Isabel.
—¡No, no por favor! ¡Wiliammm! Grita Isabel con todas sus fuerzas.
La mano del rey William cae, soltando la mano de su esposa Isabel.
Roger se da la vuelta, jamás ha llorado frente a nadie. Camina directo al despacho de su padre, ingresa y tira todo lo que está a su alcance, maldice el nombre de Erick Wales.
— Juro por la memoria de mi padre, que yo mismo te mataré, Erick. Grita Roger con todas sus fuerzas.
En la mesa donde se encuentra el rey la reina Isabel llora como nunca en su vida, el curandero dijo que no se podía hacer nada por el rey, su corazón dejó de latir.
Hola mis hermosas lectoras, estoy de vuelta con esta historia, espero sea de su agrado, espero sea lo que quiero y es que sea una novela corta, pero sobre todo, que las cautive, estaré leyendo sus comentarios y repondiendolos, comentario groseros u ofensivos, serán eliminados y sobre todo recuerden es ficción, no se molesten si algo es sobre natural, solo lean y disfruten.
Un año más tarde....
Después de la muerte del rey William todo el palacio estuvo de luto, la reina Isabel no salió por días de su alcoba, todo el pueblo estaba triste, ya que el rey William fue un buen rey; siempre cuidó su reino y a su pueblo. El reino completo guardó luto, por otro lado, en el reino de las colinas el rey Erick festejaba la muerte del rey William, bebía del mejor vino y todo su pueblo comió banquetes por una semana completa.
— Está ves reina Isabel seras mía, el estorbo murió, ahora necesito tu compañía y tu la mía, no descansaré hasta que seas mía y tu reino también. el bastardo de Roger morirá también, si pude vencer al rey William. claro que lo haré con Roger, jajaja, salud querido muerto. dice Erick con gran alegría.
después de 3 meses de luto, se hizo la coronación del nuevo rey, el cual Roger fue nombrado Rey a toda la nación, todos se arrodillaron frente a él y gritaron gran vida al Rey Roger de Bolstin.
Actualidad....
Roger.
Ha pasado un año desde que mi padre murió, el nuevo rey soy yo y en todo este año no he parado ni un segundo, entrenando y forjando nuevas armas, Erick aún no ataca, pero sé que algo planea, pero mientras tanto tendré todo listo para cuando el enemigo se avecine.
Salgo de mi recámara y me dirijo donde se encuentra mi madre, es la mejor madre del mundo y sobre todo, le guardo respeto y todos sus derechos como reina.
— Mi amor, que guapo te ves el día de hoy.
— ¡Solo hoy madre! Respondo riendo.
— ¡Claro que no mi amor, tú siempre te ves apuesto, igual a tu padre! Dice mi madre con tristeza.
Aún extraña demasiado a mi padre, como si fuera ayer que se fue de nuestras vidas.
— Y bien, para qué me mandaste a llamar.
— Mi amor, sé que ya te lo he dicho varias veces, pero...
Hay no, ya empezará con lo del casamiento.
— ¿Se trata del casamiento? Digo sin entusiasmo.
— Si mi cielo, llevas un año siendo rey, necesitas una reina a tu lado, alguien que haga el trabajo de la reina.
— Para eso estás tu madre.
— No mi amor, no es lo mismo, seguiré siendo reina, pero tú necesitas a tu reina, de todos modos yo ya estoy vieja, la verdad las tareas de la reina ya me aburren, yo tengo otras cosas que hacer y no se ve tan bien ante la sociedad que un rey no tenga a su reina a su lado.
Ruedo los ojos solo de pensar en el matrimonio, a comparación de otros, yo deseo casarme por amor, como mis padres.
— ¿Y a quién tienes en mente? Pregunto cruzándome de brazos.
— Mi madre aplaude como una niña, tengo en mente a una hermosa joven y de buena familia, la cual está muy interesada en ti, se llama Adelaida.
Adelaida, la he visto muchas veces en bailes y eventos de la realeza, siempre me ve de otra manera, pero no siento lo que ella quisiera que le diera.
— ¡Madre, la verdad es hermosa, pero no la veo como una esposa para mí! Yo me quiero casar como ustedes, por amor y por qué quiera.
— Mi vida, muchas veces el amor se hace y se crea ya juntos, con tu padre no me casé por amor, si no por una obligación y mira... termine amándolo como loca.
— ¡En serio! Pregunto asombrado.
— Si mi cielo, cásate con Adelaida como rey debes hacerlo y, por otra parte, sé que te enamorarás de ella, es dulce y se ve que ella te quiere, sé que te enamorara.
Pienso en lo que dice mi madre, como rey no es bueno ante la sociedad gobernar solo, debo tener una reina y no quiero esos bailes tontos donde todas las doncellas llegan y me las presentan y debo elegir una, el gobernador de los pueblos no lo vería bien y la verdad no tengo ganas de pelear con él ni mi madre.
— ¿Qué piensas hijo? ¡O prefieres un baile! Donde todas las doncellas llegan y...
— rápidamente, la corto, no, no, no, acepto tu propuesta, quiero conocer a Adelaida.
Mi madre vuelve a aplaudir como una niña.
— Perfecto, esta tarde tomarán el té, deben hacer los preparativos y arreglar el acuerdo matrimonial. Ya que debemos hablar con el padre de ella, el cual estará encantado de darte a su hija.
— Puedo retirarme, pregunto sin nada de interés por lo que dice.
— Adelante, vete, te estaré llamando cuando Adelaida esté presente.
Me acomodó mi uniforme y salgo del despacho de mi padre.
Camino directo al área de entrenamiento, entreno un rato y salgo a caballo a ver el área del reino.
Todo se ve bien y marcha bien. Dirijo el caballo hacia el pueblo y todos me reciben muy bien, me bajo en la cabaña donde los guardianes del pueblo se encuentran.
— Mi Rey, habla uno saludando con la cabeza gacha.
— Buenos días, ¿Cómo está en pueblo alguna novedad?
— No Rey por el momento no.
— Enviaron al espía que ordené.
— Si mi rey, enviamos al espía, aún no regresa, pero cuando lo haga será el primero el que lo sepa.
— Así será, gracias, con su permiso. Hablo y me retiro del lugar. Se inclinan y me despiden.
Cabalgó alrededor del pueblo, el clima frío me encanta y es un buen día para cabalgar.
Después de dos horas cabalgando llego a casa y me tienen listo el baño, me desvisto e ingreso al cuarto de baño, llenando mi cuerpo de espuma, quitando toda la tierra y el sudor.
Me río y recuerdo la noche que tuve con las doncellas, bueno, ya no eran doncellas.
Salgo del cuarto de baño y me visto rápidamente, ya que la hora se me ha ido y mi madre está por...
— Rey Roger, su madre lo manda a llamar.
— En un momento bajo, respondo.
Conozco bien a mi madre, me cambio y arreglo mi cabello, salgo directo a donde ellas se encuentran.
— Hijo, te presento directamente a la hermosa Adelaida.
Ella se pone de pie y la veo de pies a cabeza, es hermosa y creo que será una buena reina.
— Rey Roger, es un gusto poder verlo, dice Adelaida inclinándose.
— El gusto es mío, princesa Adelaida, tomo su mano y la beso.
Ella rápidamente se sonroja.
— ¡Bueno, hablemos lo hablado esta mañana Roger! Dice mi madre con entusiasmo.
Adelaida
Verlo es como un sueño, siempre tuve fe en que Roger sería mi esposo, he tratado en los bailes de acercarme a él, pero simplemente nunca he podido y aunque le asegure a mis amigas que él sería mi esposo. Admito que tuve miedo, miedo de que no lo fuera; cuando su madre me ha mandado a llamar rápidamente elegí mi mejor atuendo, quería verme hermosa para él. Apresure a mi chaperona a que alistara todo. Me gustaría salir sin chaperona, pero mi padre me obliga a llevarla, no se ve bien ante la sociedad una joven sola.
Salgo de mi shock al escuchar su voz.
— Princesa Adelaida. Me gustaría cortejarla si usted me lo...no dejo que termine de hablar.
— ¡Por supuesto que sí mi Rey, para mí sería un honor!
— Perfecto, me gustaría hablar formalmente con su padre y que estén enterados de esto.
Mis ojos se iluminan, es tan hermoso, jamás imaginé escuchar eso de sus labios, el cortejó quiere decir matrimonio, ¡Dios mío, seré la nueva reina!, la madre del Rey me mando a llamar únicamente para tomar el té, pero al escucharla decir que hablaran lo hablado está mañana, hizo que el corazón se me detuviera. Todas se quedarán torpes al saber que seré yo la nueva reina de bolstin.
— ¡Cómo guste mi rey! Digo no mostrando la felicidad que llevo dentro, quiero gritar a los cuatro vientos que seré la nueva reina, me casaré con el Rey Roger.
La madre del rey pide el té para todos, comemos unos bocadillos y yo bebo de mi taza mientras veo sus brazos fuertes, el rey en verdad es un hermoso hombre, es una creación por los mismos dioses; comemos y seguimos bebiendo, hasta que el sol se oculta.
— Elvira creo que es hora de irnos, le digo a mi chaperona.
— ¡Claro princesa! Responde poniéndose de pie y sujetando mi abrigo.
— Permítame acompañarla a la puerta princesa, habla Roger y el corazón me palpita a mil por hora.
— ¡Claro rey, yo encantada! Reina Isabel, fue un gusto compartir con usted la taza de té, muchas gracias por su invitación.
— De nada princesa Adelaida, el gusto es de nosotros.
Hago una pequeña inclinación y salgo junto con el Rey.
Aunque por dentro me siento feliz, con ganas de decirle casémonos mañana mismo, debo portarme normal. Como si su propuesta fuera para mi algo normal. Ya que si no seré vista como fácil y es lo menos que quiere dejar ver en el Rey Roger.
— La noche está fresca, digo con total normalidad.
— Sí, es una noche muy fresca.
— Me alegra que la guerra menguara.
— Mientras más silencio haya, más me preocupo, ya que el enemigo es sigiloso y en cualquier momento puede atacarnos.
— Mi Rey usted tiene toda la razón, pero lo mejor es que tenemos a un Rey preparado y el cual luchará por su pueblo y reino.
— Así es princesa, yo moriría por este reino.
— Sé que lo haría, su padre fue conocido por eso y ahora usted también.
— Mi padre fue el mejor y yo seré igual que él.
Asiento caminando en silencio, estoy nerviosa, pero mi compostura es intacta, desearía que mi chaperona se fuera un momento, pero no puedo quedarme a solas con el Rey, no sería bueno para mí.
Lentamente, llegó a mi carruaje.
— Gracias por el té mi Rey y por la propuesta hace ratos.
— El gusto fue mío princesa Adelaida, esta semana estaré visitando a su padre.
No sé que siento por dentro, pero estoy muy feliz, ya quiero ser la esposa del Rey Roger.
— ¡Muy bien Rey Roger! Tenga usted una excelente noche.
Me sujeta de la mano para ayudarme a subir a mi carruaje y una electricidad corre por todas mis venas.
— Con cuidado princesa.
Mi chaperona sube y yo únicamente sonrió como tonta.
— Al parecer princesa su boda será muy pronto, ya ha rechazado a bastantes jóvenes, pero ya veo por qué, usted esperaba la propuesta del Rey.
— Tú lo has dicho Elvira, yo esperaba al Rey.
Erick.
— Mi amor, te traje esta taza de...
— con un demonio Estela, cuantas veces te he dicho que no me llames por mi amor, para ti soy tu Rey, recuerda que a la mujer que amo se llama Isabel. tú no eres más que una de tantas que duermen en mi cama, cuando a mí se me plazca.
— Perdón mi Rey.
— Así está mejor, ahora largo de mi despacho.
— Si mi rey.
Estela se marcha e ingresa un mi aleado.
— Mi Rey, me ha mandado a llamar.
— Si Mardoqueo, te mande a llamar para hablar de mi reino, el reino Gales siempre debe estar a la altura de todos los reinos, es más, al máximo nivel. Por eso quiero organizar a todos mis soldados, por qué dentro de 6 meses será la próxima guerra, perdí a muchos hombres el año en el que murió el Rey William, pero nada me hizo más feliz que haberlo matado, pero si quiero tener el poder mayoritario debo destruir el reino de Bolstin y para eso necesito que entrenes a los mejores soldados.
— Cómo usted ordene mi Rey, aunque sigue insistiendo e...
— Ni me menciones ese sucio nombre, en mi batallón quiero soldados puros, así que no me menciones estupideces, ni se te ocurra decirlo ni pensarlo.
— Cómo ordene mi Rey.
— Antes de retirarte, búscame una concubina, necesito un heredero y ninguna estúpida es capaz de dármelo, necesito otra y que sobre todas las cosas, ninguno de mis cosas salga a luz, por qué solo tú sabes todo y si alguien se llega a enterar de que tendré un bastardo, tú serás el muerto y no el estorbo de Roger.
— Si mi Rey, yo soy leal a usted.
— Así me gusta, así que largo y entrena a un buen batallón, que la próxima guerra morirá Roger.
Adelaida...
Se los dije amigas, la nueva reina seré yo.
—¿Cómo lo hiciste Adelaida? Pregunta Ester.
— No hice nada querida, únicamente mi belleza lo cautivó, se los dije, les dije que sería la esposa del Rey Roger. Estoy tan feliz por qué llegué rápido el día de mi boda.
— No cantes Victoria mi querida amiga, que te hayan invitado al té no significa que ya te vayas a casar con él. Dice Ruth.
— Pues no les termino de contar queridas, el Rey Roger vendrá hablar con mi padre y dijo que desea cortejarme.
¡Queee! Dicen las cuatro.
— Ya vieron que se los dije, que si un hombre pide cortejo y aparte hablar con el padre de la doncella, eso solo significa una cosa y es que él Rey puso su mirada en mí, recuerden que si un hombre no tiene interés por la doncella no pide cortejo ni mucho menos hablar con el padre, no está bien ante la sociedad que un caballero haga eso y menos un Rey.
— Tienes razón, dice Lauren. Ósea que serás nuestra futura reina.
— Así es amigas, su futura reina está frente a ustedes.
Todas reímos y gritamos de emoción.
— Señoritas, no es apropiado de una dama portarse así, habla Elvira.
— Tienes razón, digo sonriendo y todas también a la vez.
— Princesa, princesa, habla Mónica la sirvienta de la casa. El Rey está aquí.
Me levanto de golpe y todas se quedan idiotizadas.
— ¡¿El Rey Roger?! Pregunto sorprendida.
— Así es, pidió hablar con su padre.
— ¿Quee? Tan pronto, solo han pasado dos días, pero eso es excelente, digo alegremente.
Todas gritan de emoción y alegría.
— ¿Qué esperas Adelaida? Corre a ponerte un vestido más hermoso, es más nosotros te ayudamos, dice con alegría Estrella.
Amo a mis mejores amigas, siempre son un apoyo para mí.
Rápidamente, subimos todas a mi alcoba y busco el mejor vestido que tengo.
Bajo rápidamente y veo entrar al Rey al despacho de mi padre, el corazón me late a mil por hora, no lo puedo creer.
Roger
Mi madre insistió en que viniera hablar con el padre de Adelaida, tengo muchas cosas que hacer como para venir hablar de un cortejo y compromiso, pero como rey debo casarme, es un deber que debo cumplir. Los de la corte lo exigen y no tengo tiempo para buscar doncella, así que acepte la que mi madre propuso.
Ingreso al despacho del duque.
— Rey Roger, es un gusto tenerlo por acá, tome asiento, ¿desea una copa de vino?
— Gracias Duque Esteban, acepto la copa de vino.
— ¿Y cuéntame, que lo trae por acá?
— Duque, vengo por qué deseo cortejar a su hija y si ella me lo permite, deseo un compromiso con su hija.
— Habla de que se quiere casar con mi hija, dice el Duque poniéndose de pie.
— ¡Así es! A eso he venido, a pedirle su permiso.
— Mi hija es mi tesoro más grande y como rey, sé que usted tiene palabra de honor.
— ¡Así es!
— Sé que usted se pretende casar pronto con mi hija por lo que dicen los de la corte.
— Duque yo...no me deja terminar de hablar.
— Tranquilo rey Roger, mi familia es prestigiosa, igual que la suya, así que para estar seguros de que no humillara a mi hija, deseo firmar el acta de compromiso, podrá cortejarla y luego realizaremos un baile de compromiso, no hay mejor opción que mi hermosa Adelaida.
— Estoy seguro de eso, así que si me lo permite, deseo cortejar a su hija y casarme con ella.
— Perfecto rey Roger, tiene mi permiso. Saca unos documentos de su cajón y me los da; sé que en algún momento alguien pediría la mano de mi hija, así que tenía todo listo, así que puede firmar aquí, mi rey.
Leo detenidamente los documentos y los firmo, al fin y al cabo, no tengo a ninguna otra mujer en mente.
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