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SOLO MÍA

¿Por qué sigues siendo mi asistente?

Hola Lectores (as)

El protagonista de esta historia, es un mujeriego empedernido, tiene una adicción que poco a poco irás descubriendo y hace parte de su linaje. Si no es de tu agrado puedes abandonar la novela sin problemas, entre gustos, no hay disgustos.

La anterior novela NO PUEDES SER TÚ aclarará las dudas que encuentres sobre los regalos que reciben los Lombardi al nacer.

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En un lujoso hotel de Estados Unidos, se encontraba el soltero más codiciado y escurridizo sobre la faz de la tierra "¡Por Dios! ¿Implantes? Son lindos" Dijo Alexander.

"Me los estrenaré contigo Alex" Dijo Natalia.

"¡Ven aquí!" Dijo Alexander posando su boca en los grandes Implantes de la morena.

"Eres el mejor, por más que desee alejarme de ti no puedo, eres una droga, mi droga Alex" Dijo Natalia.

"Si, te entiendo, es un regalo familiar" Dijo Alexander algo presumido, mientras colocaba un preservativo y se introducía en la mujer.

Luego de terminar el pelirrojo fue a la ducha, mientras Natalia lo esperaba para una nueva ronda.

"Nati ¿Me entregarás la patente del imbécil de Samuel?" Dijo Alexander mientras salía del baño buscando su traje.

"¿Es lo único que te importa? ¿Por eso me llamaste? ¿Quieres ese puto invento de mi primo Samuel?" Preguntó Natalia.

Alexander respiró profundo lamentaba mucho cuando las mujeres querían algo más que sexo después de 2 o 3 noches de pasión. Con Natalia había roto la regla, se había acostado por muchos años con ella, pero eso no era motivo para convertirla en su novia o esposa "Nati ¿Dañarás lo bien que la pasamos? Si metes el corazón en esto acabarás nuestra apasionante relación abierta, además te estoy pidiendo algo que es mío, ese imbécil me lo robó"

"Está bien tómalo, pero no sé si tiene copias, solo tomé el documento que me dijiste" Dijo Natalia consentida.

"Esa es mi chica, esto será suficiente, es el original, si hay copias no importa, ¿Te he dicho cuanto me encantas?" Piropeó el guapo pelirrojo.

"Muchas veces, pero escúchame bien Alexander Lombardi, si después de esto me olvidas, te juro que te armo un escándalo y lo digo en serio como que me llamo Natalia Ericsson" Advirtió la pelinegra.

Natalia Ericsson única hija del empresario Davis Ericsson, hermosa morena pelinegra, modelo de pasarela más importante del país.

El apuesto pelirrojo recibió una llamada y salió de la habitación insistiendo que era urgente, su asistente Melisa Duarte dijo "Xander, ¡Bendito sea Dios! Por fin respondes ¿Dónde mierda andas?"

"Me recuerda Srta. Duarte despedirla cuando esté en mi oficina, su boquita es muy sucia, recuerde que soy su jefe, merezco respeto" Dijo Alexander en el ascensor.

"Déjate de bromas, tus padres están aquí y también los abogados de Samuel Ericsson diciendo que levantaran una demanda a Lombartec por registrar una patente que no te pertenece" Dijo molesta Melisa.

"¿López está ahí?" Preguntó Alexander.

"Sí, está alargando el tema, pero si no tienes ese maldito documento que comprueba que eres el puto dueño, estamos acabados" Dijo Melisa.

"Melisa, deberás recordarme cuando todo termine ¿Por qué sigues siendo mi asistente? ¿Y por qué no te he despedido? Eres tan vulgar" Dijo Alexander seriamente.

"Alexander ¡Basta! ¿Te tardas?" Preguntó la rubia.

"Dile a López que estaré en la empresa en 10 minutos y dile también, que tengo el documento" Respondió el pelirrojo y colgó.

Melisa Duarte era de clase media, había conocido a Alexander cuando el hombre cursaba su cuarto año en la universidad donde estudiaba asistencia administrativa, la chica era hermosa, rubia, ojos claros y una figura envidiable, tenía veinticuatro años y llevaba dos años laborando con el joven empresario.

Melisa suspiró, sonrió, eran buenas noticias y ella sabía que su guapo jefe conseguiría todo lo que se propusiera, pero debía asustarlo un poco. El problema más grande era Luisa Lombardi, a Melisa le parecía que esa pelirroja leía sus pensamientos y sabía cuando algo no andaba bien.

La rubia entró a la sala de presidencia con unos documentos en mano, la chica saludó, notó el ambiente tenso y la mirada verde de la señora Lombardi puesta sobre ella. Melisa se acercó a López abriendo una carpeta en la cual había una nota "Tiene el documento, llega en 10 minutos"

"Gracias Srta. Duarte, necesitaba estos documentos" Dijo López.

"En mis manos tengo la patente original y corresponde a mi cliente Alexander Lombardi, me temo que tendrá que pagar Sr. Ericsson una fuerte suma para que esta penosa situación no salga a la luz pública" Amenazó Rivas y William ladeó una sonrisa.

Samuel no había podido encontrar ese documento original, lo que nunca pensó es que estuviera en manos del verdadero dueño Alexander Lombardi.

Samuel es el hijo mayor de Steve Ericsson dos años menor que Alexander, dedicado a la tecnología al igual que los Lombardi.

En ese instante ingresó el guapo pelirrojo a la sala de presidencia "Buen día a todos, disculpen la demora, estaba cerrando negocio"

"Llegó en el mejor momento Sr. Lombardi, hemos llegado a un trato con el señor Ericsson, él pagará" Informó López.

"Perfecto, deseo que pague y reconozca públicamente que sabía que era mi invento" Dijo Alexander.

"¡No lo haré Alexander! Hice un trato y eso no incluía reconocer tal mentira" Espetó Samuel y el abogado de este le pedía que recobrara la cordura.

"¿Firmó algún documento López?" Preguntó Alexander.

"No señor aún no" Dijo López.

"Perfecto, quiero eso o no hay trato, y me encargaré de ensuciar a tu empresa y tu bonito apellido lo mandaré a la mierda" Advirtió Alexander.

"William habíamos llegado a un acuerdo" Dijo Samuel dirigiéndose al padre de Alexander.

"Soy el dueño, pero Alexander es el presidente de esta empresa, lo que decida está bien, además Samuel no sabía que eras un delincuente, tu padre lo sabrá" Respondió el castaño levantándose de la mesa de negocios y el pelirrojo desplegó una sonrisa, su padre siempre lo apoyaba, aunque después vinieran los regaños.

El castaño y la pelirroja fueron a la oficina de su hijo para esperarlo, pero antes de ingresar Luisa se acercó al escritorio de Melisa que estaba bastante cerca al de su hijo y dijo "Mel, ¡Gracias!"

"Señora Lombardi, no sé dé que habla" Dijo Melisa fingiendo inocencia.

"Lo sabes y te he dicho que no me digas señora, dime Luisa" Dijo la pelirroja y Melisa sonrió asintiendo.

"Dejarás que lo reprenda, porque esto es inconcebible, es el presidente ¿Cómo se le ocurre llegar tarde? Y pudimos ser demandados por su descuido ¿Cómo se dejó robar por Ericsson?" Dijo William mirando fijamente a su demonio.

"Puedes decirle lo que desees Bombón, tienes razón" Dijo Luisa fingiendo tristeza, era lo único que se le ocurría para que su príncipe no fuera tan duro con su pequeño Alex.

Fuera de la oficina se acercaba el pelirrojo "Maldición ¿No se han ido?"

La rubia rió y negó con la cabeza "Te lo tienes merecido Xander, eres descarado"

El joven empresario frunció el ceño, a Melisa le pareció el hombre más guapo sobre la faz de la tierra, pero sacudió su mente y lo miró evadiendo todo su atractivo rostro.

"Mel..." Iba a decir el castaño, pero fue interrumpido por su asistente.

"Tengo la lista de porque sigo siendo tu asistente y para que lo recuerdes un poco te daré un adelanto, tu madre está abogando por ti ahora" Dijo la rubia.

"Eres la mejor Mel" Dijo el pelirrojo guiñando un ojo a la chica.

Melisa asintió con diversión y dijo "Lo sé, por eso también sigo siendo tu asistente"

En la oficina de presidencia, William miraba a su demonio con sospecha "Te conozco Lu, usas esos trucos para que baje la guardia con ese mocoso"

En ese instante entró el joven empresario saludando a sus padres "Madre, padre, creí que se habían marchado"

"Hola mi pequeño ¿Cómo estás?" Preguntó la pelirroja.

"Bien madre, extrañándote" Dijo Alexander.

"No parece, un hijo que extraña a su familia los visita y tú te la pasas haciendo ¿Quién sabe que cosa? Poniendo en riesgo tu patrimonio y el de tu hermana y te recuerdo que también tenemos socios, Fernando es socio y tu amigo James" Reprendió William.

"Padre, pero viste, los acabé, son unos imbéciles si creen que caeré fácil" Dijo Alexander.

"El único imbécil eres tú..." William fue interrumpido por la pelirroja.

"¡Will, Detente! Y tu Alex, reconoce tu error" Advirtió Luisa.

"Pero madre ¿Cuál err...?" Dijo Alexander y fue interrumpido por su madre.

"¡Maldita sea Alexander! Reconoce tu puto error" Espetó la pelirroja.

Alexander se espantó, le pareció escuchar a su vulgar asistente cuando se enojaba.

"Lu, no digas esas palabrotas" Dijo el grandote.

El joven empresario rió, escuchar a su padre corregir a su hermosa madre le hizo recordar que así es él, se sintió una vez más orgulloso de ser hijo de William Lombardi.

"Lo siento padre, me equivoqué, deje que Samuel entrará a mi empresa y tomara mis cosas, prometo que seré más cuidadoso" Confesó Alexander.

"Bien, estoy orgulloso de ti hijo, tomaste esta empresa mucho más joven que yo y sé que hay cosas difíciles de lidiar, pero si tienes problemas habla conmigo, llámame debo decirte algo" Dijo William abrazando a su hijo y Luisa jaló una de sus mejillas y susurró "Te amo"

La pareja salió de la empresa, Luisa colgada del brazo del todavía guapo empresario.

"Tienes una reunión a las 5:00 con celumanía, desean comprar empresariales para sus empleados y a las 7:00 tienes una cena con Móvil Star para cerrar trato con ellos, lo acompañará Julia y si Milán se entera de que te acostaste con su esposa, el trato se irá a la mierda" Informó Melisa.

"Vamos Mel, ¿Puedes mejorar tu vocabulario? Es fácil" Aconsejó el pelirrojo.

"Vamos niño de mami, te escuché en la sala de juntas " Dijo la rubia imitando la voz del joven empresario.

"¿Tienes micrófonos en toda mi empresa Mel?, haré que te investiguen, tal vez quieres drogarme y aprovecharte de mí" Dijo el guapo pelirrojo.

"Ni lo sueñes" Dijo Melisa a punto de salir de la oficina.

"Te mentiría si te dijera que no lo he soñado" Dijo el castaño mirando los hermosos ojos claros de su asistente.

La chica se puso nerviosa, esos ojos verdes eran extremadamente bellos "Sabes que no funcionaria, así que cierra la puta boca y ándate" Dijo la rubia.

"Bien, me acompañarás a la cena, esa mujer me querrá comer y no sabré como evadirlo" Ordenó el joven empresario.

"Claro matas a la vaca, te la comes y le tienes miedo al cuero, pinche cobarde" Dijo Melisa con voz baja.

"Te escuché Mel" Rió el pelirrojo.

Alexander Lombardi

Natalia Ericsson

Samuel Ericsson

Melisa Duarte

Primera parte👆

Disfruta tu soltería

Melisa estaba en su apartamento terminando de vestirse, cuando sintió que alguien tocaba la puerta.

La mujer estaba lista, únicamente faltaban las zapatillas, entonces fue abrir el inmediatamente su jefe ingresó a su espacio.

"¿En serio Mel, aun vives aquí? Te pago bien ¿Porque vives aquí?" Preguntó de manera burlona Alexander.

"Eso es algo que a ti no te importa ¡Largo de aquí Alexander! Quedamos en que llegaría al Above" Dijo Melisa molesta.

"Quería saber si había cambiado algo este lugar, pero veo que sigue siendo el mismo de hace dos años" Dijo Alexander mirando a su asistente de manera provocadora.

"Eso no funciona conmigo y lo sabes, ahora se hace tarde, vámonos" Dijo Melisa.

"Mel..." Dijo Alexander, pero fue interrumpido por su asistente.

"¡No más! ¿A qué viene esta estupidez de visitarme?" Dijo Melisa.

"Quedamos en que seríamos sinceros buenos amigos, y no me dijiste que sales con alguien" Dijo Alexander.

"Te lo iba a decir, lo de la patente, todos estos días habían sido enredados, lo siento" Dijo Melisa.

"¿Dime que no fuiste tú la que le entregó la patente a Samuel?" Preguntó el pelirrojo subiendo de tono la voz.

"Xander, no sería capaz de hacerte eso, tú confiabas en mí" Dijo Melisa con ojos cristalinos.

"Bien dicho confiaba, si estás enamorada de Samuel ¿Qué harías por él?" Preguntó el joven empresario.

"Únicamente hemos salido un par de veces, no es nada serio y le advertí que no nos veríamos más. Lo siento Xander, cuando ocurrió lo de la patente me asusté, no creí a Samuel capaz de tal cosa" Confesó Melisa.

"Es tu vida Melisa, puedes salir y acostarte con quien te plazca, pero me gustaría que confiaras en mí como lo hago yo, mi padre lo descubrió y ¿Qué le decía? Yo pensé que mi asistente era mi mano derecha, mi confidente, mi cómplice, la que no me oculta nada. Por primera vez no supe que responder" Dijo Alexander decepcionado.

"Xander llegarás tarde a ver Milán, después hablamos" Dijo Melisa intentando calmarlo sabía que la había embarrado.

"Iré solo Melisa, descansa" Dijo el empresario y se marchó.

Melisa lloró desconsoladamente, ella sabía que traicionar la confianza de ese hombre era lo peor que podía pasar.

El hombre salió como alma que lleva el diablo y se preguntaba una y mil veces ¿Salía con Samuel el hombre que lo odia? ¿En qué pensabas Melisa?

El pelirrojo fue a la cena cerró el trato, no acostumbraba a acostarse con mujeres casadas, pero lo supo después de tener sexo con ella.

Después de eso, Alexander fue a un bar a beber unos tragos, frecuentaba ese lugar con su amigo James Alcázares, pero este estaba cerrando un negocio en Colombia.

De repente sintió a que alguien estaba a su lado, era su tío Crepúsculo "Tío ¿Qué haces aquí?"

"Sentí a mi sobrino decepcionado y quise hacerle compañía" Dijo Crepúsculo.

"No es nada" Dijo Alexander.

"No mientas, sé lo que pasó con tu asistente" Dijo el hombre.

"Claro, se me olvidaba que eres un hechicero" Dijo con ironía el pelirrojo.

"Alex, ¿Te gusta esa mujer?" Preguntó Crepúsculo.

"Si, me gustan todas las mujeres hermosas y ella es bastante hermosa" Dijo Alexander.

"Despídela si te traicionó" Dijo Crepúsculo.

"No la despediré, ella no me ha traicionado, me ocultó cosas ¿Dónde encontraré una asistente que haga todo como quiero, hermosa y que no se enamore de mí? Dijo Alexander.

"¿Cómo dices? Debe estarlo" Dijo Crepúsculo.

"No, y me sorprende después de..." Dijo Alexander frenándose.

"¿Te acostaste con ella? Y... ¿No te ama?" Preguntó Crepúsculo.

"Tío no deseo hablar, además dijiste que lo sabías todo" Dijo el pelirrojo.

"Tu madre me lo dijo a decir verdad" Dijo Crepúsculo riendo.

"Es raro que la niña no esté embobada por ti, a menos que..." Dijo Crepúsculo deteniéndose.

"¿Qué?" Preguntó molesto el pelirrojo.

"Olvídalo, disfruta tu soltería, tal vez el regalo de tu bisabuela ande por ahí" Dijo el tío.

"Me voy tío" Dijo Alexander.

Al día siguiente Melisa había llegado muy temprano y tenía toda la agenda de Alexander lista, no quería enojaron más.

El hombre ingresó con un traje negro, su aura era dominante e impecable, Melisa lo divisó desde que había salido del ascensor, el corazón de la rubia se aceleró, pero el hombre pasó por encima de ella sin mirarla.

El guapo hombre se posicionó en su escritorio y empezó a firmar, documentos rutinarios, Melisa ingresó a la oficina, intentando ignorarlo.

"Sr. Lombardi tiene una reunión con el dueño de Apple, organicé un almuerzo a puertas cerradas en el salón empresarial para recibirlos, James regresa de su viaje y estará en la reunión, su hermana vendrá también a pasar algunos días contigo, perdón con usted" Informó la mujer.

La última frase le causó risa al empresario, le gustaba más escucharla arrogante y grosera.

"Perfecto Srta. Duarte, puede retirarse" Dijo Alexander sin mirarla.

La mujer antes de salir dejó en el escritorio un café mocca express el favorito del pelirrojo y dijo "De verdad lo siento Xander"

La mujer salió y hombre la siguió con la mirada mientras se dirigía a la salida, admirando la hermosa figura de la rubia.

En ese instante ingresó Mike Pole "Mira mocoso te dije que no te metieras con mis bailarinas, ahora tendré que despedir a la mejor de mis empleadas, por mi política de cero sexo con clientes ¿No te podías aguantar?"

"Cambia la política Mike y se acaba el problema, esa mujer es demasiado linda para que la dejes ir" Dijo Alexander prestando poca atención.

"Es fácil para ti, te salvas Alex porque eres hijo de tu madre y esa mujer la amo como si fuera de mi sangre y si tu padre se entera te matará" Advirtió Mike.

"Cambia la política Mike, porque si me gusta otra la tomaré para mí" Sentenció el pelirrojo.

"De verdad que se le fue la mano a tu familia hechicera con esos regalos eres un descarado, te acercas a mis chicas y tu padre lo sabrá, quedas advertido" Amenazó Mike y se marchó.

Al salir Mike se topó con Melisa "Eres hermosa, si algún día te aburres de trabajar con ese muchachito que se cree grande, búscame" Dijo Mike y Melisa rió y asintió ella no tenía ni idea de cómo bailar en un tubo.

James ingresó a la oficina de Alexander, James era el hijo de Fernando y Antonella, se encargaba de los negocios internacionales.

"Amigo ¿Qué le pasó a Mike? Estaba furioso" Dijo James riendo.

"Me metí con Esmeralda su bailarina estrella, me vino a amenazar diciendo que me alejara de sus chicas" Dijo Alexander negando con la cabeza divertido.

James sonrió, su amigo era un picaflor, James estaba harto de tanto trabajo y dijo "Salgamos hoy, bebamos y divirtámonos, dile a Melisa y a tu hermana, vamos los cuatro a Pole Dance"

"¿Cómo sabes que Rei viene?" Preguntó el castaño con sospecha.

James se puso nervioso, carraspeo y dijo "Me dijo Mel"

"Podemos salir los tres, no quiero hablar con Melisa" Dijo Alexander.

"¡Vaya! Ya no es Mel, ahora es Melisa ¿Qué te hizo? La defiendes de todo y de todos, es tu cómplice, no lo puedo creer, pero lamento informarte que está invitada" Dijo James riendo.

"¿Porque no invitas a una chica que pueda llevarme a la cama? Necesito sexo" Dijo el pelirrojo mirando el ventanal.

"Sería una excelente reconciliación, magnífica, esa rubia está como quiere" Dijo Fernando provocando a su amigo.

"Está bien llévala a la cama tú, yo me iré con mi hermanita a jugar uno" Rieron ambos empresarios.

"No son mi tipo, lamento decepcionarlos" Dijo Melisa entrando con Rachel.

Rachel Lombardi

¿Bailamos?

Mike observaba desde la galería a los guapos empresarios, a Rachel y Melisa, conversaban a gusto bebiendo Vodka.

"Fueguito aquí están tus hijos con Melisa y James. Desde que Crepúsculo nos devolvió los recuerdos de nuestras vidas anteriores no dejó de pensar en tus hijos ¿Y si cometen un error y vagan de vida en vida? Me muero" Dijo Mike.

"Maiky por favor no me asustes, a veces creo que es mejor no tener esos recuerdos, aunque cada una de mis vidas tuvieron algo diferente, en sus momentos las ame, pero ninguna más que está, pues en esta está mis hijos" Confesó la pelirroja.

"Cómo no quieres que piense mal, Alex es igualito a ti, picaflor, hermoso y ninfómano" Dijo Mike divertido.

"Maiky ¿Cómo dices eso?" Se alarmó la mujer.

"Obvio tú eres ahora la Sra. Lombardi, pero en tus vidas anteriores eras una joyita, todos te gustaban y a todos te los comías, así es ese muchachito" Dijo Mike.

"Si, aparte de mi enfermedad me gustaba el sexo, a decir verdad me gusta y mucho, pero cuando conocí a Bombón sabes que eso pasó a un segundo plano en todas mis vidas" Aclaró la pelirroja.

"Si, pero tú me dijiste que esa rubia era el amor de tu hijo y ahora que los observé, vi a un hombre y una mujer que no buscan para nada una cercanía, si Alex sigue así tomará mal camino y se arrepentirá toda su vida" Dijo Mike.

"Me tienes que ayudar a que abra los ojos y se dé cuenta de que esa mujer es el regalo de mi abuela Luz, así como bombón fue mi regalo" Dijo Luisa.

"Le ofrecí trabajo aquí si se aburre de Alex" Dijo Mike.

"Maiky ¿Hiciste que? La idea es juntarlos, no separarlos" Dijo Luisa preocupada.

"Tu hijo cree tener todo bajo su control, en eso se parece a su padre, si esa niña le falta en la oficina se volverá un ocho" Dijo Mike.

"Maiky algo se me ocurrirá y debo hacerlo a escondidas, Will me dijo que no me entrometiera, pero soy su madre quiero lo mejor para mi niño" Dijo la pelirroja.

"Maldita zorrita, si tu esposo se entera vendrá a joderme, ya lo conozco siempre ha dicho que soy una mala influencia." Dijo Mike.

"Deja el drama Maiky, adiós" Se despidió Luisa.

"¿Bailamos Rey?" Preguntó James a Rachel.

La hermosa castaña desplegó una sonrisa y dijo "Claro vamos"

Estos fueron a la pista de baile dejando a Melissa y a Alexander solos en la mesa.

"¿Me perdonaste?" Preguntó Melisa.

"Sabes que no puedo ignorarte, después ¿Quién cubre mis andanzas?" Dijo el pelirrojo riendo.

"Eres un pendejo ¿Lo sabes?" Preguntó Melisa.

"Si, eso dices siempre y es a la única que se lo permito, eres afortunada, ¿Qué jefe te trataría tan bien?" Dijo Alexander bebiendo de su copa.

"Xander, me escribió Samuel, vendrá más tarde por mí, sé que intentó hacerte daño, pero..." Dijo Melisa y fue interrumpida por el pelirrojo.

"Adelante Mel, si te gusta no hay problema, únicamente no hables de mí con él" Advirtió Alexander.

"Nunca he hablado de ti con él... ¿Estamos bien?" Preguntó Melisa.

"Estamos bien, si me hubieses dicho antes de tu relación con mi enemigo nada hubiera pasado" Dijo Alexander.

"¿Bailamos? Preguntó Melisa.

"Vamos, pero después me ayudarás a escabullirme a los camerinos, hay una chica que me gusta" Dijo Alexander con una sonrisa coqueta.

"Mike dijo que te alejaras de Esmeralda" Dijo Melisa negando con la cabeza.

"No voy por Esmeralda" Ladeo una sonrisa pícara el empresario.

"Creo que escuché que te alejaras de sus chicas" Dijo Melisa riendo.

"¿Cuándo he obedecido? Eres bastante entrometida ¿Cuándo dejarás de escuchar mis conversaciones?" Preguntó Alexander, pegando más a su cuerpo a la rubia.

"Eres un pervertido Xander, ¿Estás?... ¿Estás er*cto?" Preguntó Melisa.

"Mel, sabes lo que ocurre cuando bebo, y como tú no quieres, tendré que buscar a alguien, aun así querías bailar ¿Cómo negarme?" Dijo Alexander hablando al oído de la rubia erizando su piel.

Melisa respiró lentamente, no quería delatar su nerviosismo y dijo "Alexander eres un puto, no sabía que estabas excitado"

"¿Cómo no estarlo? Me pides perdón con esa boquita carnosa, ese escote y esas piernas que me invitan..."

"Te invitan a nada Xander, te acompañaré al camerino, ¡Ándate!" Dijo Melisa tratando de evadir el tema y zafarse del hombre, ella sabía que ese pelirrojo era una cosa ebrio y otra en su sano juicio, estaba colocando en duda que la hubiese perdonado.

"Mel, deja que se termine la canción, eres mi asistente, mi amiga, la novia de mi enemigo, no tiene nada de malo que bailemos así, además me has visto así con menos ropa" Dijo Alexander queriendo que la mujer le diera vía libre para lanzarse, quería someterla y decirle a Samuel que se cogía a su novia.

Lo que Alexander no recordaba era que esa mujer lo conocía tanto o igual que su madre "Entiendo lo que pretendes, ahora Suéltame o te daré una patada en tus bolas maldito pervertido"

"Está bien señorita Duarte, llévame al camerino" Dijo Alexander levantando las manos en señal de rendición.

La pareja tenía una relación estrecha, pero sin sobrepasar límites, Melisa sabía que si caía en el juego de Alexander, al día siguiente él la miraría como una más de sus conquistas, prefería la relación que tenían, nadie salía lastimado y no habría malos entendidos.

"¿Tienes preservativo?" Preguntó la asistente camino al camerino.

"Muchos, pienso darle a esa mujer el mejor revolcón de su vida, pero si cambias de opinión puedes tomar su lugar" Dijo el hombre tomando a Melisa por la cintura, posando su boca a tan solo un espacio cerca a los labios de esta.

"Acordamos que..." Dijo Melisa sin despegarse de su jefe, podía sentir el golpeteo de su aliento alcoholizado en su rostro.

"Sé lo que acordamos, seguiré sin ti Mel, puedes marcharte" Dijo esto el hombre y la soltó.

Melisa quedó en ese lugar en trance, recuperó la cordura al escuchar su móvil, estaba segura de que si Alexander la hubiera besado, estaría en problemas, no lo hubiese detenido.

La mujer no respondió la llamada y buscó salir para encontrarse con Samuel.

"Hola Mel, pensé que querías hablar dentro" Dijo Samuel.

"No, vamos a tu apartamento" Dijo Melisa entrando al auto.

Cuando la pareja estuvo en el lugar Samuel abrazó a Melisa "Perdóname Mel por causarte problemas con Alexander"

"Todo está bien Sam" Dijo esto la mujer y besó al hombre.

Este correspondió el beso de la mujer y la temperatura de los cuerpos aumentó, se dejaron llevar por el deseo y Samuel y Melisa se hicieron uno solo.

"Fue increíble Mel, eres tan hermosa y solo para mí" Dijo Samuel contemplando la desnudez de la rubia.

"Si Sam, me gusto mucho" Dijo Melisa.

La pareja en medio de elogios, repitieron la acción una vez más y Luego Melisa pidió a Samuel que la llevara a su apartamento.

Del otro lado en un lujoso hotel se encontraba el pelirrojo teniendo sex* con la hermosa Topacio, otra bailarina de Pole Dance. Al terminar el hombre fue a la ducha y dejó dormida a la mujer.

El joven empresario subió su auto y preguntó a su chófer "¿Dónde está mi asistente?"

"Jefe, el señor Ericsson llevó a señorita a su apartamento, estuvieron tres horas y acabó de llevarla de vuelta al apartamento de la señorita" Informó Jimmy y Alexander no dijo ni una palabra.

"¿Mi hermana y James?" Preguntó el empresario.

Jimmy sabía que esta información tampoco le iba a gustar a su jefe, lo conocía "El Sr. Alcázares llevo a su hermana a su apartamento y aun están ahí"

"Pero ¿Qué mierda es esa? ¡Llévame con ellos! " Gritó el empresario lleno de furia.

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