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Puños De Honor:¿Es Tan Malo Ser El Malo?

Prologo:Sangre y lealtad.El legado de un Yakuza

Era un día de invierno un poco después de que empezarán las clases cuando llegó el chico nuevo al colegio. Su rostro tenía una expresión arrogante, pero sus ojos reflejaban una amabilidad que desconcertaba a quienes lo veían. Era hijo de un importante Yakuza y parecía haber heredado la fortaleza y el carisma de su padre.

El chico se llamaba Ryuji Nakamura y se mudó a la ciudad para empezar una nueva vida en un colegio diferente. No le preocupaba la idea de hacer amigos porque sabía que su forma de ser y su aspecto atraían a la gente. Pero su primera impresión al entrar al aula no fue la que esperaba.

Los estudiantes lo miraban con desconfianza. Algunos lo veían como un matón arrogante, otros no podían creer lo grande que era y algunos simplemente se sentían intimidados. El chico se dirigió a la mesa que quedaba detrás de la puerta, a la última fila.

Fue cuando se dio cuenta de que había alguien allí. Era un chico débil y tímido, que apenas levantó la mirada cuando Ryuji sentó a su lado. El chico se llamaba Akio y tenía un aire de tristeza en su rostro. Parecía que nadie se acercaba a él, que era invisible.

Ryuji lo miró un momento y decidió hablarle. "Ey, soy Ryuji. ¿Tú eres Akio, verdad?". El chico apenas respondió con un "sí" cortante y siguió mirando al frente. Ryuji lo tomó como un reto personal y decidió hacer amigos con él.

Las primeras semanas fueron difíciles.Ryuji intentaba acercarse a Akio, pero parecía que siempre se encontraba en el lugar equivocado en el momento menos apropiado. Pero no se desanimó y siguió intentando. Hasta que un día, Akio le habló.

Estaban en el patio, durante el recreo. Ryuji estaba jugando con la pelota con algunos estudiantes cuando vio a Akio sentado solo en una banca. Decidió acercarse y sentarse a su lado.

"¿Qué tal, Akio? ¿Cómo te va todo?", le preguntó Ryuji.

Akio lo miró un instante y suspiró. "No muy bien. Siempre me siento fuera de lugar aquí. La gente me evita".

Ryuji lo escuchó con atención y decidió hacer algo al respecto. "No te preocupes, yo estaré aquí para ti. Seré tu amigo y no permitiré que nadie te haga daño".

Akio sonrió tímidamente y Ryuji sintió que había ganado su confianza. Pero sabía que no todo iba a ser fácil. Pronto se daría cuenta de que su fama como hijo de un Yakuza importante iba a ser un obstáculo en su nueva vida escolar. Y no solo tendría que enfrentarse a estudiantes hostiles, sino también a profesores que no lo veían con buenos ojos.

Capitulo 1:La intriga Yakuza.La promesa de Ryuji

Ryuji caminaba por las calles de su barrio, envuelto en el aura de respeto y temor que rodeaba a su familia. Como hijo de un importante yakuza, Ryuji era conocido por su valentía y habilidades marciales. Sin embargo, a pesar de su linaje, era un joven de corazón amable y siempre dispuesto a ayudar a los demás.

Esa tarde, Ryuji decidió visitar a su nuevo amigo Akio. Akio, a diferencia de Ryuji, era un chico algo débil y siempre se encontraba en situaciones complicadas. Mientras caminaba hacia la casa de Akio, Ryuji escuchó un grito desesperado que provenía de un callejón cercano.

Intrigado, Ryuji aceleró el paso y se adentró en el callejón. Lo que vio le dejó atónito: un grupo de brabucones rodeaba a una joven, acosándola y burlándose de ella. Akio, el eterno defensor de los débiles, estaba allí, tratando de proteger a la chica, pero claramente superado en número y fuerza.

Ryuji no pudo quedarse de brazos cruzados. Se acercó lentamente al grupo, su rostro serio y sus ojos llenos de determinación. Los brabucones se dieron cuenta de su presencia y se volvieron para enfrentarlo.

Brabucon 1: ¡Eh, mira quién tenemos aquí! El mocoso de Ryuji ha decidido unirse a la fiesta.

Ryuji: Dejen de molestar a la chica y váyanse de aquí antes de que se arrepientan.

Brabucon 2: ¿Crees que nos asustas con tu nombre de Yakuza? No eres más que un niñato.

Los brabucones se abalanzaron sobre Ryuji, lanzando puñetazos y patadas. Pero Ryuji era ágil y rápido. Esquivó los ataques con destreza, moviéndose con gracia mientras evaluaba sus movimientos.

Ryuji: (mientras esquiva golpes) Pensé que habrían aprendido algo después de la última vez. Pero parece que necesitan otra lección.

Con un rápido movimiento, Ryuji lanzó un puñetazo preciso y certero, golpeando a uno de los brabucones en el estómago. El chico cayó al suelo, jadeando de dolor. Los otros brabucones, sorprendidos por la fuerza de Ryuji, retrocedieron un poco.

Brabucon 3: ¡Vamos, no podemos dejar que este chico nos humille de nuevo!

El brabucón más grande se acercó a Ryuji con una mirada desafiante. Intentó agarrarlo, pero Ryuji fue más rápido y ágil una vez más. Con una serie de movimientos rápidos y precisos, Ryuji evitó los ataques del brabucon, aprovechando cada oportunidad para golpearlo.

Ryuji: (mientras lanza un golpe en el rostro del brabucón) Esto es por acosar a la chica y por subestimarme.

El brabucon cayó al suelo, inconsciente. Los otros brabucones,, atemorizados por la paliza que Ryuji les había propinado, retrocedieron y se dispersaron rápidamente. Ryuji se giró hacia la chica, quien lo miraba con gratitud y alivio.

Chica: ¡Oh, gracias! No sé qué habría hecho sin tu ayuda.

Ryuji: No tienes que agradecer. Estaba justo en el momento adecuado. Por cierto, soy Ryuji. ¿Vamos al mismo colegio?

Chica: Sí, soy Hinata. Es un alivio saber que tenemos a alguien como tú en nuestra escuela.

Ryuji sonrió y asintió. Estaba contento de haber conocido a Hinata y de poder ayudarla en ese momento. Miró a Akio, quien se encontraba un poco adolorido pero con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

Ryuji: Akio, llévala a casa y asegúrate de que llegue bien. Mañana tengo algo preparado para nosotros.

Akio: ¡Claro, Ryuji! Puedes contar conmigo. Gracias por salvarnos a ambos.

Ryuji asintió nuevamente, luego se giró y se alejó con paso firme y confiado. Mientras caminaba, dejó escapar una frase cargada de determinación.

Ryuji: No permitire injusticias en mi presencia. Mañana comenzaremos a hacer de nuestro colegio un lugar mejor.

Con esas palabras resonando en el aire, Ryuji se perdió en la distancia, dejando a Hinata y a Akio con la certeza de que habían encontrado un verdadero amigo y protector. Juntos, comenzarían a escribir un nuevo capítulo en su vida escolar, lleno de valentía, amistad y justicia.

Capitulo 2. Hay que ser más fuertes: Empieza el entrenamiento

Al día siguiente, temprano por la mañana, Ryuji llevó a Akio a una pradera apartada cerca del colegio. Akio miraba con curiosidad mientras Ryuji preparaba algunas pesas improvisadas y un saco de boxeo.

Ryuji: Akio, hoy vamos a trabajar en tu cuerpo. El primer paso para alcanzar nuestros objetivos es fortalecerlo y desarrollar tus habilidades.

Akio: ¿Entrenamiento físico? ¿Qué tiene que ver con nuestra lucha contra la corrupción en el colegio?

Ryuji: Akio, nuestro colegio está siendo dirigido desde las sombras por alguien sospecho que puede ser algún miembro de la yakuza que ha tomado el control de este barrio. Aunque tenemos un acuerdo con su familia,y aunque mi padre no me quiere decir nada,estoy seguo que la tensión es cada vez mayor y tenemos desacuerdos en cómo se manejan las cosas. Necesitamos estar preparados para cualquier eventualidad.

Akio: Entiendo, Ryuji. Estoy listo para entrenar y hacerme más fuerte. No puedo permitir que sigan abusando del poder en nuestro colegio.

Ryuji: Esa es la actitud, Akio. Comenzaremos con ejercicios de resistencia y fuerza. Quiero que te esfuerces al máximo. Recuerda, esto no solo te ayudará a defenderte, sino que también te dará confianza en ti mismo.

Mientras Ryuji y Akio se sumergían en su entrenamiento, los rayos del sol de la mañana iluminaban su esfuerzo. El viento soplaba suavemente, llevando consigo el eco de su compromiso de acabar con la corrupción y devolver la justicia al colegio.

Ryuji: ¡Vamos, Akio! ¡No te rindas! Tienes más fuerza de la que crees. ¡Sigue golpeando el saco!

Akio: (jadeando) ¡Lo estoy intentando, Ryuji! No voy a rendirme. Voy a ser fuerte, tanto por mí como por todos los demás que sufren en silencio.

Ryuji sonrió, orgulloso de la determinación de su amigo. Sabía que juntos podían marcar la diferencia en el colegio y en el barrio. Después de una intensa sesión de entrenamiento, Ryuji se acercó a Akio, colocando una mano reconfortante en su hombro.

Ryuji: Estás progresando rápidamente, Akio. Estoy impresionado. Mañana, te enseñaré algunas técnicas de defensa personal. Pero por ahora, vamos a casa. Tenemos que prepararnos mentalmente para lo que se avecina.

Akio asintió, recuperando el aliento mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

Akio: Gracias, Ryuji. Estoy más motivado que nunca. Juntos, acabaremos con la corrupción en nuestro colegio y traeremos la justicia que se merece.

Con esa promesa en sus corazones, Ryuji y Akio se dirigieron de regreso al colegio, con la seguridad de enfrentar los desafíos venideros y cambiar el destino del lugar que llamaban hogar.

Al día siguiente, Ryuji y Akio se reunieron en un espacio de entrenamiento despejado dentro del colegio. Ryuji se encontraba de pie, su mirada seria y su cabello castaño oscuro destacaba en contraste con su expresión firme y emlcionada.

Ryuji: Akio, ha llegado el momento de que pongas a prueba tus habilidades. Quiero ver cómo te defiendes en un combate simulado.

Akio, con su cabello morado distintivo, asintió con nerviosismo pero también con determinación.

Akio: Entendido, Ryuji. Estoy listo para demostrarte de lo que soy capas,me esforzaré en complir tus espectativas.

Ryuji se preparó en una posición defensiva, mientras Akio adoptó una postura de combate, mostrando una mezcla de ansiedad y confianza en sus ojos.

Ryuji: Recuerda, Akio, esto no es solo un desafío físico, sino también mental. Debes confiar en tus instintos y aprovechar tus fortalezas. No temas golpearme si tienes la oportunidad.

Akio respiró profundamente y se lanzó hacia Ryuji, lanzando una serie de golpes que a los ojos de el castaño eran algo lentos y torpes. Aunque sus movimientos carecían de la misma fluidez y poder que los de Ryuji, mostraba una voluntad sorprendente.

Ryuji, hábilmente, esquivaba y bloqueaba los golpes de Akio, evaluando su técnica y determinación en cada movimiento. A medida que el combate avanzaba, Ryuji pudo ver cómo Akio empezaba a adaptarse y mejorar sus ataques, ganando confianza con cada movimiento.

Ryuji: ¡Bien, Akio! Veo que estás mejorando. No te detengas, sigue atacando.

Akio se esforzó aún más, buscando oportunidades para acertar golpes contra Ryuji. Aunque no era tan fuerte como su amigo, su agilidad y esfuerzo eran notables,al parecer tenía una velocidad de aprendizaje bastante alta solo hay que explotar ese potencial y aprovecharlo al máximo.

En un momento de apertura,que Ryuji dejo libre para ver qué hacía su amigo, Akio lanzó un golpe rápido hacia el costado de Ryuji el cual desvío sin mucho problema, Ryuji sonrió,viendo que apenas en unos días progreso algo y que tenía una capacidad analítica escondida.

Ryuji: ¡Buen golpe, Akio! Estás progresando mucho. Pero no te relajes, sigue atacando.

El combate continuó, con Akio demostrando una tendidad y confianza cada vez mayores. Aunque Ryuji tenía una clara ventaja en términos de habilidade,fuerza, velocidad y básicamente era superior en cada aspecto, reconocía el potencial de Akio y lo alentaba a seguir adelante.

Después de un tiempo, Ryuji decidió terminar el combate, tomando una posición defensiva una vez más.

Ryuji: Eso es suficiente por ahora, Akio. Has demostrado tu valía y tu mejora. Estoy orgulloso de ti.

Akio, jadeando y sonriendo, se acercó a Ryuji, sintiendo una mezcla de cansancio y satisfacción.

Akio: Gracias, Ryuji. Tus enseñanzas y tu apoyo me han ayudado mucho. Seguiré entrenando y mejorando.

Ryuji: Eso es lo que quiero escuchar, Akio. Juntos, cambiaremos las cosas en este lugar. Te convertirás en una fuerza a tener en cuenta,pero por el resto del día descansarian ya que mañana era lunes y habia clases, además de que no es bueno sobreesforzarse mucho.

Al próximo día por la tarde estos tendrían clases iban en ese horario ya que a Ryuji aunque no pareciera le gustaba dormir mucho y sólo se levantababa temprano para entrenar y casi de inmediato quedaba dormido después de ducharse luego de su entrenamiento.

Ryuji y Akio se dirigieron a sus respectivas clases después del entrenamiento, sintiéndose animados y con una energía renovada. Al entrar a su salón, Ryuji notó a Hinata sentada en su pupitre, una chica reservada que había estado sufriendo el acoso de los brabucones.

Ryuji se acercó a Hinata, y Akio lo siguió, sorprendidos al darse cuenta de que habían compartido el mismo colegio todo este tiempo sin saberlo.

Ryuji: ¡Hola, Hinata! No sabía que estábamos en la misma clase. ¿Cómo has estado?

Hinata, algo sorprendida por la repentina atención, sonrió tímidamente.

Hinata: ¡Oh, hola Ryuji y Akio! Sí, hemos estado en la misma clase desde el principio del año, pero no he tenido muchas oportunidades de interactuar. Estoy bien, gracias.

Akio: Nos alegra verte, Hinata. Espero que estés bien después de lo que ocurrió ayer.

Hinata: Sí, gracias a ustedes dos, estoy mucho mejor. Me siento más segura sabiendo que tengo amigos en este colegio.

Los tres comenzaron a platicar de cosas triviales, tratando de aliviar la tensión del momento y disfrutar de un breve momento de normalidad antes de que el profesor llegara y comenzaran las clases.

Hinata: ¿Y ustedes dos? ¿Cómo ha sido su experiencia en el colegio hasta ahora?

Ryuji: Bueno, hemos tenido algunos problemas, pero estamos bastante bien solo que no se porque todos me miran extraño.

Hinata:¿Enserio no lo sabes?

Ryuji:¿Saber el que?

Hinata:todos se enteraron de lo que hiciste a lo del año superior y piensan que eres un delincuente que solo busca pelea, además de que hay rumores de que tuviste problemas en tu anterior colegio y por eso te transfirieron.

Akio:Pero si ellos fueron los que empezaron

Hinata:al parecer distorcionaron la historia para hacerlo ver mal

Antes de que pudieran continuar su conversación, el profesor llegó al aula y la clase comenzó. Ryuji, Akio y Hinata se separaron momentáneamente, pero con

Durante las clases, Ryuji, Akio y Hinata prestaron atención, pero el Yakuza estaba planeado algo para tener todo listo cuando sea el momento.

Mientras Ryuji, Akio y Hinata asistían a sus clases, un hombre misterioso observaba desde las sombras. Era un subordinado del presidente del consejo estudiantil, el hijo del poderoso yakuza que había causado problemas en el barrio.

Hombre Misterioso: Ese chico, Ryuji, podría ser un problema para nosotros. Debemos mantenerlo vigilado durante las clases. No podemos permitir que arruine nuestros planes.

El subordinado se aseguró de que otros miembros de su grupo estuvieran alerta y vigilando los movimientos de Ryuji en el colegio. Querían evitar que sus acciones de corrupción fueran descubiertas y que su control sobre el colegio se debilitara.

Ryuji, ajeno a las intenciones ocultas y la vigilancia, continuó asistiendo a sus clases con determinación. Sin embargo, notaba que algunos estudiantes lo observaban con recelo, y podía sentir la presencia constante de alguien vigilándolo.

Ryuji decidió no dejar que esto lo distraiga de su objetivo principal: cambiar la situación en el colegio y proteger a aquellos que eran víctimas de la corrupción. Sin embargo, también se dio cuenta de que debía estar atento a cualquier movimiento sospechoso y prepararse para cualquier confrontación que pudiera surgir.

.

El enfrentamiento final se acercaba, y Ryuji estaba decidido a derrotar a aquellos que habían causado tanto sufrimiento a las personas.El era un yakuza pero estaba en contra de todo lo que había visto y no estaba de acuerdo con los métodos que usaban así que decidió que esto iba a cambiar

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