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Nadie Como Tú

Prólogo

En algún momento de la vida hemos visto personas con discapacidad, una persona que se ve limitada en su participación en algún campo o acción, debido a la existencia de algún tipo de deficiencia... y hoy les contaré una historia de amor que era imposible ante los ojos de los demás, una historia que surgió en el lejano pueblito de San Carlo, un pueblo donde hay hermosos paisajes y vegetación en abundancia, un paraíso  donde la comunidad campesina vive en armonía y ayudándose mutuamente, San Carlo se situa en la provincia de Cantabria un gran país poseedor de gran riqueza y envidiado por otros países por sus recursos.

En este pequeño pueblo surgiría una bonita historia que contar...

En una madrugada fría de invierno en el vigésimo día del mes doceavo, nació una niña de cabellos dorados y ojos verdes.

Bebé: Bua bua!!!

Y ahí estoy.

No podía haber elegido la mejor época del año para darle un buen susto y alegría a mis padres, ya que ellos esperaban a que naciera un mes después.

Bebé: ¡Bua bua!

- Por fin somos padres! Después de tanto tiempo de espera-

Una bebé linda y cachetona.

- jajaja me hacés cosquillas Jack-

Apoya su cabeza en el hombro de su esposo y suelta un suspiro de alivio.

- Debe tener hambre nuestra bebé -

Entonces la joven madre se bajó la manga de su camisón y acercó a su pequeña a su pecho para darle de comer, al principio la pequeña no quería coger el pecho de su madre pero después de un momento se calmo con un cálido beso de sus padres lo tomó.

La bebé se aferró a su madre, no podía haber mejor sensación para una madre que por primera vez amamantar a su bebé recién nacido, una sensación única sintió y sus lágrimas cayeron de felicidad.

Por otro lado su padre estaba desbordando de alegría al ver a su hija recién nacida, sus lágrimas no dejaban de salir y se sentó al borde de la cama para verla.

Jack: Se parece mucho a ti Ana... Es una hermosa princesita, tan perfecta, delicada, hasta parece que se podría romper.

Ana: Si... *Acaricia la mejilla de su hija *

Entonces Ana le dió unos besos suaves en las mejillas carnosas y rosadas de la bebé.

Jack: ¿Cómo se llamará?

Ana: Tengo tantos nombres en mente, creí que teníamos más tiempo de pensarlo.

Jack: Mmm... Qué te parece Amelia? Me habías dicho que te gustaba mucho ese nombre.

Ana: Me parece bien... Amelia, nuestra pequeña y dulce Amelia... Nuestra alegría.

****************

Con el tiempo comencé a caminar por todos lados haciendo travesuras por doquier y a mis padres les dió dolor de cabeza.

Jack: ¡Amelia no corras!

Amelia con sus piernitas regordetas corría con su pequeña toalla y sin ninguna ropa se paseaba por toda la casa después del baño. Jack no pudo seguir el paso de su hija, la pequeña rebosaba de salud y energía, no podía estar quieta más que en su hora de comer, la comida era lo más sagrado para ella.

Jack: Éste pequeño diablillo, hubieras visto lo que me hizo!

Ana: ¿Qué aconteció amor?

Jack: Termine de bañarla y salió corriendo de la tina, casi me caigo por el suelo mojado y ni caso me hizo cuando la llamé.

De alguna manera Amelia se dió cuenta que su padre la estaba reprochando su comportamiento e hizo un puchero con sus pequeños labios, sus ojitos verdes brillantes miraron a su padre el cual terminó flaqueando por el tierno rostro de su hija.

Jack: como podría enojarme con mi princesa.

Ana: jajaja Mi lindo esposo siempre es tan vulnerable a esa sonrisa dulce.

Jack: No te burles, lo heredo de tí.

Ana: jajaja

Los días pasaban y Amelia fué creciendo en un hogar lleno de amor y cariño.

Ya habían transcurrido 7 años desde su nacimiento de Amelia. Cabellos dorados revoloteando con unas cuantas hojas incrustadas en el, era Amelia que estaba jugando en el jardín tracero de la casa con su perrita Marta una hermosa perrita ovejera blanca.

Marta: Guau Guau!

Amelia: Vamos Marta por aquí! Jajaja

No me atrapas.

La perrita va trás ella corriendo y tumba al suelo a Amelia y comienza a lamer toda su cara con mucho entusiasmo.

Amelia: Marta para! Jajaja, me hacés cosquillas jajaja

Marta: Guau Guau!

Al levantarse Amelia tocó su rostro y estaba pegajoso por la baba de su perrita.

Amelia: Marta! Ahora tendré que lavarme la cara otra vez.

Marta: *mueve su cola* Guau Guau!

Amelia se levanta del suelo y dirige al posó de agua, toma un balde de madera y lo baja con la soga, al llegar al fondo tira de la cuerda y saca el balde lleno de agua para así tomar un poco con sus manos y lavarse la cara.

Amelia: que fresca está el agua, nada mejor que para un día soleado.

Marta: *Feliz* Guau Guau!

*crack!*

Amelia: *Susto* Qué fue ese sonido Marta!?

Marta: Grrr!

Se acercan al lugar donde proveniente del sonido mas no ve nada que las flores de su madre hasta que...

Ana: * Se asoma por la ventana con un pay de manzana*

Amelia: Ahhh!

Ana: Oh, Amelia ve a lavarte las manos para almorzar.

Amelia: Ya voy mamá.

En el comedor la familia estaba reunida comiendo y hablando entretenidamente, el ambiente familiar era agradable y acogedor.

Jack: *Toma un pedazo de carne y lo mete a su boca* Creo que ya es tiempo de que nuestra princesa vaya a la escuela el año que viene y haga amigos.

Amelia: *Ilusionada* En serio! Podré ir a la escuela!

Jack: Claro, el próximo año vas a cumplir 8 años.

Amelia: Qué emoción! Podré conocer a otros niños y tener amigos!

Ana: Exacto mi amor, papá y yo vamos a comprar lo que necesites para llevar a la escuela.

Amelia: Entonces podré llevar a Marta?

Jack: Me temo que no, no está permitido llevar mascotas, es un centro de estudio.

Amelia: Oh... Bueno está bien.

Ana: jajaja por ella llevaría a Marta a dónde fuera, hasta podría decir que siento un poco de envidia.

Terminando el almuerzo, el papá de Amelia le regaló un cuento para que pudiera mejorar sus habilidades de lectura, parece increíble que Amelia pudiera leer mejor que los niños de su edad, por así decirlo. Sentada en la mesa de la cocina, Amelia comenzó a leer el cuento de “Caperucita Roja y el Lobo Feroz”, la pequeña se entretenía leyendo dicho cuento pero de repente un ruido extraño proveniente de la ventana donde reposaba la tarta de manzana la interrumpió su concentración

Lo primero que hizo fue levantarse y bajar del banco, tomar el rodillo de amasar con un poco de dificultad y se acercó a la venta con mucho sigilo.

Permaneció en silencio por un momento y vio una pequeña mano blanca tomar un pedazo del delicioso pastel, esto la sorprendió ya que era hija única y no había niños en la zona más que una viuda anciana que era su única vecina, quien Amelia considerada como una abuela

En este caso, Amelia agarró bien el rodillo y esperó a que apareciera la mano blanca, cuando apareció nuevamente tomando otro trozo de pastel, Amelia le dio un fuerte golpe para que la mano soltara el trozo de postre y el dueño de esa mano gritó de dolor.

- Ay!!!-

Al escuchar la voz suave proveniente de afuera de la casa, sonaba como la voz de un niño pequeño y Amelia asomo su rostro por la ventana y se sorprendió a lo que vio.

Un niño!

Después del fuerte golpe y el grito de dolor, Amelia se sorprendió tanto al ver a un niño en el jardín, el niño tenía una apariencia muy linda, tez blanca, cabello naranja, ojos color naranja brillante con pestañas largas y pecas en la cara.

Así lucia su apariencia juvenil.

Ese día, por primera vez, Amelia conoció a un niño, su expresión de sorpresa no desapareció de su rostro hasta que el chico levantó la vista y la vio directamente a los ojos, esos ojos anaranjados llenos de lágrimas que expresaban una mirada de enfado.

Amelia: [Quién es él?!]

Era evidente que al niño le dolía la muñeca por el fuerte golpe que recibió y le habló con voz de reclamo.

- ¡Con qué derecho me golpeas! ¡Eso duele! ¡Tu eres muy mala! -

Amelia: ¿Ey? Yo podría decir lo mismo, ¡con qué derecho vienes a robar el postre! *frunce el ceño* ¡Eres un ladrón, tienes que pagar por lo que robaste!

- No tengo por qué dar explicaciones a una niña tan molesta y estúpida -

Amelia: *Sorprendida* Tú eres el estúpido!

Entonces el niño no contesto nada y extendió su mano delante de Amelia y tomó otro pedazo de pay para así comérselo, terminando lo que quedó se lo aventó en el rostro a lo que algo inesperado sucedió.

-Qué vas a hacer en está situación? -

De pronto de la ventana Marta da un salto y persigue al niño insolente, en su intentó por escapar de la perra tropezó y calló en los rosales haciéndose mucho daño.

Amelia: Ay no!

Saliendo de la casa en dirección al jardín trasero Amelia intenta ayudar al niño.

Marta: Guau guau!

Amelia : Detente Marta!

Al pedido de su dueño Marta guarda silencio y Amelia prosigue a ayudarle cuando el niño rechaza su ayuda.

- No me toques! Yo puedo salir solo -

Entonces Amelia detuvo sus manos extendidas y las bajó, pero vió que por más que el niño intentaba liberarse de las espinas que se le incrustaron en la piel se hizo más daño.

Amelia: Llamaré a mi papá para ayudar, no te muevas, ahora regreso.

Sale corriendo en busca de su padre, pasos largos y rápidos tuvo que dar hasta llegar a la casa y buscar a su padre, hasta encontrarlo y traerlo el niño misterioso desapareció.

Jack: Al parecer el pequeño bribón se fue creyendo que le harían algo, tenemos que explicar a tu madre sobre el pay, se enojará mucho ya que era para una de sus amigas.

Amelia: Si.

Jack: Qué apariencia tenía ese niño?

Amelia: Parecía una zanahoria.

Jack: me refiero a sus rasgos hija.

Amelia : Ah, lo hubieras dicho desde el principio, bueno no era tan alto que digamos, tenía el cabello anaranjado al igual que sus ojos y algunas pecas en el rostro, se veía lindo pero es muy grosero, me tiró sus sobras en el rostro.

Escuchando la descripción que dió su hija, Jack comenzó a recordar dónde había visto ésas características hasta que se le vino a la mente de dónde era y de qué familia procedía.

Jack: Bueno ya se de quién se trata.

Amelia: Lo conoces?

Jack: Si, es el nieto de la señora Adeline, Lehan Vernost, ellos no son originarios de San Carlo más bien son extranjeros provenientes del reino de Aves.

Amelia: Ohhh.

Jack: Solo conocí al padre del muchacho, éramos buenos amigos, un hombre muy trabajador pero lamentablemente murió a causa de su enfermedad que había avanzado demasiado, a los pocos días de que su hijo naciera el murió... un día antes de que muera estábamos construyendo lo que le falta para terminar su casa, aún lo recuerdo como si fuera ayer...

La construcción de madera por terminar, ambos hombres clavan los clavos en el tejado.

- Yo creo que en unos meses más de trabajo y podrá estar terminada la casa, solo tengo que esforzarme un poco más, será el regalo perfecto para mí esposa *cof, cof*

Jack: Si, solo no te exijas demasiado, trabajas mucho, deberías darte un respiro, mañana podemos terminar la construcción.

- No puedo, le prometí a mi esposa que le daría un cómodo hogar para ella y nuestro hijo, no quiero que nada les falte *punzada en el pecho* Ay!-

Jack: Qué sucede?

- no es nada, solo un simple malestar *cof, cof* Sigamos con la obra que se hace tarde, entré más rápido y termine mejor, jajaja -

De pronto su sonrisa se borró ante un fuerte dolor en el pecho que le hizo perder el equilibrio y cayó de la escalera al suelo, Jack al ver esto bajo rápido y lo ayudo.

Jack: Te hiciste daño! Luhan!

Luhan: *Con dificultades para respirar* Me duele mucho el pecho, no puedo respirar bien *Se toca el pecho*

Jack: Tranquilo amigo te llevaré a casa y traeré al doctor.

Lo llevé rápido al lugar donde se hospeda junto con su familia, el hombre se quejaba del dolor de su pecho en todo el camino a su casa, estaba muy preocupado... Al llegar lo recosté en la cama, su madre y esposa estaban preocupadas por los gritos de dolor y su dificultad para respirar que se desesperaron, entonces fuí rápido a la casa del doctor y lo traje lo más pronto posible.

El doctor entró a la habitación y se quedó por un buen rato junto con la enfermera, ya era media noche... Su familia no paraba de llorar hasta que el médico me llamo y entré a la habitación, al verlo en ése estado convaleciente no pude contener las lágrimas.

Mi amigo estaba tosiendo sangre y su respiración era pesada, lo escuché a unos metros de distancia.

Doctor: Voy a decirle ésto ya que usted manejara mejor está situación que la familia del paciente.

Jack: Qué quiere decir?

Doctor: Su amigo... no pasa de esta noche.

Aquellas palabras resonaron en los oídos de Jack todo en ése momento se oscureció, no podía creer que moriría su amigo, no lo aceptaba.

Jack: Cómo va a morir si hoy en la tarde estaba bien! Usted está mintiendo! N-no puede morir! *brotan las lágrimas de sus ojos*

No lo acepté en ése momento, era consciente de que él estaba enfermo pero nunca imaginé que fuera tan grande su enfermedad, a él no le gustaba tocar ese tema ya que prefería ignorarlo y luchar solo.

Entonces al volver a la realidad me acerque a él que estaba tumbando en cama, no paraba de toser sangre y tenía fiebre, se retorcía de dolor hasta que me miró con ojos profundamente tristes y llenos de lágrimas.

Luhan: *Con dificultad* No te preocupes, está bien... Yo era consciente de que no viviría mucho y fuí egoísta al no decirte lo grave que era *cof, cof, cof!* Mentí a mi único amigo...

Jack: No te preocupes, lo entiendo...

Luhan: Solo quiero pedirte un favor.

Jack: Claro, pide lo que quieras.

Luhan: *cof, cof* Solo quiero que cuides de mi familia, es lo único que pido ya que yo... * Llora y con vos ronca* Yo no podré estar a su lado, ni menos presenciar el nacimiento de mi único hijo, yo tenía tantas ganas de conocerlo que ahora ése deseo me parece muy distante y ya no podrá hacerse realidad...

Jack : ... Está bien... los cuidaré como si fueran mi familia, nada les faltará *lo toma de la mano* Los cuidaré hermano.

Escuchando esas bonitas palabras, Luhan dió una sonrisa y se sintió tranquilo al saber que su familia estaría en buenas manos, después de ésas palabras Jack se despidió y salió de la habitación y los familiares de él entraron para despedirse, no pasó mucho tiempo hasta que los gritos invadieron la habitación por completo, fue la madrugada más triste para todos nosotros... Aquel día todos perdieron a alguien muy importante.

Y ahora siento que no cumplí como debe de ser mi promesa, no me presenté como un padre para Lehan, solo envié lo que podría necesitar... Al enterarme de ésto siento un gran pesar en el pecho, fallé con mi promesa.

Nadie me ignora

Lo que su padre contó fue tan triste que desde el inicio a fin de la historia trágica Amelia no dejo de llorar, su pequeño corazón fue duramente sacudido de emociones y por más que intento limpiar las lágrimas de sus ojos no pudo.

Amelia: Bua, Bua! Es muy triste, pobre Lehan se quedó sin papá...

Jack: Algunas cosas son inevitables de impedir, por eso en la vida tenemos que pensar bien en nuestra manera de actuar y como manejar las cosas, ser una buena persona porque todo tiene consecuencias futuras, y si tomamos una mala decisión tarde o temprano pagaremos el precio.

Amelia: Sí...

Sin darse cuenta alguien más había escuchado su conversación de padre e hija y éste era Lehan que estaba escondido detrás de un árbol del bosque, su rostro decía mucho de su gran tristeza, no solo perdió a su padre si no también a su mamá que no soporto la perdida y termino muriendo a los 4 años de vida de él, dejando huérfano de padre y madre.

Después de hablar con su padre Amelia fue al viejo roble con el corazón afligido a contarle la triste historia que escucho, cada vez que se sentía triste o feliz siempre iba y hablaba con el, se podría decir que era un buen oyente y guardador de secretos, podías contarle lo que fuese y ese día era una un capítulo triste en la vida de alguien.

Pasé un buen rato sentada hablando debajo del roble cuando alguien llegó inesperadamente y la miro de forma extraña. Cabello anaranjado y ojos naranjas la miraban de una forma indescriptible y dijo unas palabras.

Lehan: Acaso eres esquizofrénica?

Amelia: *Alza la mirada y se llena de sorpresa al verlo* Tú que haces aquí?!

Lehan: Yo podría decir lo mismo pero no hablo con árboles, realmente estás muy mal de la cabeza.

Amelia: !?

Lehan: Eres sorda.

Amelia: *frunce el ceño* No estoy mal de la cabeza solo hablo con mi amigo.

Lehan: *Mira al árbol* Es un árbol, niña tonta!

Amelia: Y que tiene si es un árbol? es mejor oyente que las personas y no cuentan secretos personales a los demás!

Lehan: Si tú lo dices [Enserio está niña me causa escalofríos, primero me golpea la mano con ése gran rodillo, luego ofrece su ayuda para sacarme del rosal por culpa de su perro y ahora habla sola con árboles!]

Amelia: Sé que estás pasando cosas muy ofensivas, pero la verdad es que no tengo amigos por eso que habló con el viejo roble, es como cuando hablamos con nosotros mismos.

Lehan: mmm... tiene sentido, como sea.

Amelia: Si vas a seguir juzgando mejor vete, no quiero una persona negativa en mi zona de confort.

Lehan: Si claro niña rara, de igual manera solo pasaba por el lugar.

Saca una bolsa de galletas de su canasta y extiende el pequeño mantel sobre el suelo para así regarlas por la tela. ésto fue notado por Lehan que estaba sentado en la piedra a una distancia considerable, a simple vista se veían deliciosas por lo que se acerca a ella.

Lehan: Se ven ricas las galletas.

Amelia: * Toma una galleta y se la come* Si es muy rica y deliciosa, ñam.

Lehan: [Me estás ignorando? Éso es algo muy cruel y sobre todo con la comida] Oye niña, me invitas un poco?

Amelia: *lo mirá con indiferencia* No.

Lehan: No seas egoísta, tienes muchas, solo quiero una.

Extiende su mano para tomar una galleta pero es detenida por un manotazo de Amelia.

Amelia: Con que derecho vienes y tomas lo que es mío? Yo no te invite para que vengas y agarres lo que no es tuyo.

Lehan: Eh!? Bien enana renegada y egoísta!

Amelia: Mira quién habla! Eres más bajito que yo!

5cm de diferencia para ser exactos

Amelia: No solo eso, también es grosero!

Después de la pequeña discusión el silencio fue el protagonista entre ellos, realmente Amelia estaba enojada con él, no solo por tirarle en cara sus sobras si no por la manera desvergonzada de querer tomar sin permiso su comida algo que era muy sagrado para ella.

Terminando de comer sin dejar una sola galleta Amelia se retiro ignorando por completo a Lehan.

Lehan: [Ya verás que no se ignora a Lehan Vernost, niña mimada]

Y así fue el inicio de un primer encuentro algo cortés entre ambos, realmente es molesto pero no sabía que era el comienzo de la guerra entre ambos...

Los días de verano acabaron dejando paso al otoño con sus cálidos colores, el tiempo enfrió considerablemente y las aves abandonaron sus hogares y dirigieron al sur donde el clima es cálido, en está época del año sería el inicio de clases a lo cual estaba emocionada de asistir por primera vez a la escuela y hacer amigos.

Era temprano en la granja Flemy, aún no salía el sol en el horizonte y el clima frío se sentía en el ambiente.

Todo indica que era el comienzo del año escolar dónde la pequeña Amelia madrugo para asistir a la escuela con mucho entusiasmo; salió de su cuarto y dirigió a la habitación de sus padres donde aún dormían.

Abre la puerta y a pasos pequeños llega a la cama, con dificultad sube y salta sobre ellos para despertarlos.

Amelia: Mamá, papá! ¡Hoy, es hoy! Hoy voy a la escuela!

Ana que aún soñolienta y aturdida se levanta, acomoda el cabello que cubría todo su rostro y media sonámbula.

Ana: Aún es muy temprano cariño, ve a dormir, las clases inician a las 8 de la mañana y ni el sol ha salido aún, vuelve a la cama y yo te aviso...

Amelia: Mamá tengo que estar lista! Mamá levántate.

Al no tener respuesta alguna salió de la habitación decepcionada a su cuarto para alistarse por su propia cuenta, se acercó a su armario y saco un vestido doble de cuadros, un sombrero tejido a mano con decoración de algunas flores y sus zapatitos de un marrón oscuro junto con sus medias blancas.

Amelia: *De mala gana* [Tengo que bañarme... y hace mucho frío, debería calentar el agua y llenar la tina y para eso necesito ayuda] MAMÁ!!!

Escuchando el fuerte grito Ana se levantó apresurada de la cama y fue a la habitación de su hija, al llegar vió a la pequeña Amelia tranquila y con una sonrisa pero pronto ésa sonrisa cambio cuando vió el estado de su madre.

Amelia: Mamá, tú también te ibas a bañar?

Ana: *Confundida* A que te refieres hija?

Amelia: Solo te estás cubriendo con la sábana y al parecer no tienes nada puesto.

Escuchando esas palabras todo el rostro de su madre se tiñó de rojo y avergonzada salió lo más rápido posible de la habitación dejando la confundida.

Amelia: Mamá no te olvides del agua caliente para mí baño.

Ana: S-si hija.

****************

Después de un buen rato de lo acontecido todos estaban reunidos en el comedor de la cocina, mientras Ana preparaba el desayuno, Jack y Amelia ponían los platos y vasos sobre la mesa.

Amelia: Papá me veo bien con este traje? Quiero verme presentable para asistir a la escuela.

Jack: Mi princesa se ve hermosa, tan linda como siempre pero... no crees que estás algo exagerado con ése sombrero floral?

Amelia: Se ve mal?

Ana: No es que se vea mal, pero no creo que sea adecuado para llevarlo puesto a la escuela.

Amelia: Está bien...

Camino a la escuela dirigida por su padre, pasaron por los grandes campos de cultivo en la carreta, la vista no fue tan buena debido a la niebla y el viento frío rozando el rostro de la pequeña, haciendo que el viaje sea eterno y muy frigido.

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