Michael.

Escucho mi nombre a través del interlocutor y sé que tengo una entrega.

Tomó El pequeño aparato y presiono el botón para contestar. Si donde tengo la entrega.

La dulce voz de mi compañera Elena me responde: la entrega debes hacerla en el hotel Palace es un pedido especial el cliente te ha pedido a ti, dice que le has llevado entregas en otras ocasiones y que eres muy bueno y responsable.

Okey gracias ya pasó a la cocina por los alimentos.

cuídate Michael.

Tú también Elena contesto y dejó el aparato a un lado.

Con la mente a mil tratando de descifrar quién es el cliente me dirijo a la cocina en busca de la entrega especial.

Mi trabajo es ser repartidor lo que hoy en día muchos conoce o llaman delivery, de un famoso restaurante con tres estrellas Michelin el encargado me una canasta que contiene varios recipientes donde están la cena para dos personas, agradezco y me dirijo al estacionamiento.

Guardo todo en el pequeño compartimento de la motocicleta, me coloco el casco y arranco para realizar mi trabajo.

Durante camino una presión invade mi pecho como si algo malo estuviera por pasar deshecho esos pensamientos y con la mejor actitud estaciono y me dirijo al lobby del lujoso hotel cinco estrellas.

En dos ocasiones he hecho entrega en este lugar y sé que no permiten el ingreso de nadie, así que voy a dejar las cosas en recepción y de alli se encargarán de hacerlas llegar a sus huéspedes.

La recepcionista me mira de arriba abajo con desagrado y me dice que debo llevar el pedido a la habitación xxx en el último piso.

Pero eso no está prohibido señorita siempre dejo todo en el lobby le dije sorprendido.

La mujer me miras asqueada y responde.

Claro que lo es pero es un pedido especial del huésped, no sé alguna excentricidad de interactuar con los nacos me dijo de forma burlesca.

La miré indignado con ganas de hacerle tragar su palabra pero me contuve y caminé en dirección al ascensor ni loco subo por las escaleras son como 20 pisos.

Ya hay el ascensor presiono el último botón para ir al último piso pensaba quién puede ser la persona a la que le llevaré el pedido, pero nada tenía lógica ni sentido.

El ascensor paró y salí me dirige por el largo pasillo hasta la habitación y toqué con dificultad porque tenía ambas manos ocupadas.

Un hombre en bata me abrió la puerta.

Adelante puedes poner la cena en la mesa, me dijo con amabilidad no lo había visto jamás de eso estaba seguro.

Mi amor quién llegó que escuché la puerta.

Esa voz que para mí era inconfundible levanté mi rostro y ahí estaba Cintia, mi esposa con una bata de baño y el cabello mojado, se notaba que acababa de ducharse al igual que el sujeto que me abrió, su cara de sorpresa no se hizo esperar sus ojos se abrieron desmesuradamente y dijo:

Michael cariño yo...

La miré ceñudo tú que Cintia ahora dirás, no es lo que piensas.

Qué está pasando aquí preguntó el sujeto, pero se notaba que sabía perfectamente lo que estaba pasando.

Marco el es, parecía que una simple palabra como mi esposo la ahogaba.

Oh! ya veo es tu esposo no lo sabía si no, no le hubiera pedido subir dijo fingiendo inocencia.

Mi ira aumentó más al ver como ella le sonreía como si yo no estuviera presente.

Cintia desde cuándo me engañas y por qué actúas como si no existiera, eres mi esposa maldita sea y te revueltas con otro hombre dejándome en ridículo, levanté mi tono de voz generando en ella sorpresa generalmente soy muy tranquilo y nada me altera.

Michael basta no es para que grites lo que pase con Marco es asunto solo mío y de él, además tú no te le comparas eres muy insignificante a su lado, él si es alguien a quien puedo presumirle a mis amistades, él sí es digno de ser miembro de mi familia no como tú que eres un fracasado, un miserable repartido sin aspiraciones.

El tal Marcos se reía desmesuradamente de mí mientras la sujetaba de la cintura, como verás eres un pobretón muerto de hambre que no merece estar con Cintia nunca podrás darle los lujos y las comodidades que ella se merece una dama fina de sociedad, hija de un importante comerciante casada con un repartidor de quinta como tú eres, muy poca cosa así que lárgate que tu presencia me asquea y quiero seguir disfrutando de tu esposa o mejor dicho ex esposa o no cariño.

Claro mi amor, ah Michael espero y tengas un poquito de dignidad y firmes el divorcio me lo dijo en burla y besó al tipo que se cree la gran cosa.

No saben el asco que me dan y claro que lo firmaré no quiero nada con una zorra como tú.

Salí con el corazón hecho añicos pero sin derramar ni una lágrima, no voy a llorar por alguien que no lo merece.

Me siento tan decepcionado entregué dos años de mi vida a alguien que no supo valorar todo lo que hice, con el corazón sangrando de dolor y sin mirar atrás subí a la motocicleta y conduje hasta la que por poco más de dos años fue mi hogar.

Entré, tomé el teléfono y marqué un número que me sabía de memoria replicó dos veces y al tercer repique la voz de mi mayordomo y amigo Felipe se escuchó del otro lado dudé un segundo en hablarle pero finalmente le dije

Felipe soy yo Michael.

Un silencio se extendió del otro lado.

Aló Felipe me oyes, aló si aún estás ahí cree en mi soy Michael Scott necesito que vengas por mi, no envíes a nadie solo confío en ti.

Señor en verdad es usted me pregunto y pude percibir la incredulidad en su tono.

Soy yo hay muchas cosas que debo contarte pero no es conveniente hacerlo por teléfono, búscame en la parte trasera del restaurante italiano Nona mía.

Está bien Señor ya salgo para allá.

Colgué y borre el número del registro de llamadas.

Subí las escaleras para ir a la que por más de 2 años fue mi habitación, tomé un morral y metí dos mudas de ropa.

Toda mi ropa es sencilla, nada de marca o lujos, nada que ver con mi antiguo guardarropa donde solo usaba trajes de diseñador hechos a mi medida.

Baje al estudio y busque entre los documentos que estaban sobre el escritorio.

Bingo los encontré, los papeles del divorcio, tomé un bolígrafo y firme en todas las hojas que requerían de mi firma; como ya estaban firmados por Cintia los guarde en una carpeta para llevarlos lo antes posible a una notaría para hacerlos legal.

Salgo y la empleada me detiene.

Señor Michael, la señora Cintia le manda a decir que la espere porque necesita conversar con usted algo sumamente urgente, me dice con amabilidad.

Ella es la única que me trata bien en esta casa.

Gracias Mery, pero eso no va a ser posible, me voy ya mismo de esta casa, dígale a la señora Cintia que me lleve los papeles del divorcio, que los voy a llevar a la notaría para que se legalizen.

Se van a divorciar me miró sorprendida.

Así es, adiós Mery cuídate mucho.

Usted también Señor hizo una reverencia, y yo negué y caminé a la salida.

Subí a la motocicleta del restaurante y conduje directamente a la notaría me urge legalizar el divorcio, aunque legalmente nunca estuve casado ya que mi nombre real es Michael Scott no Michael Brown, pero con cualquiera de mis dos identidades no quiero tener ningún vínculo con la desvergonzada esa.

Al llegar entro e inmediatamente soy atendido por la secretaria que me sonríe con coquetería y me indica la dirección de la oficina del notario.

Entrego los documentos, dejo mi número de teléfono para que me avisen cuando todo esté legalizado, agradezco y salgo para ir al restaurante.

Debo presentar mi renuncia y dejar la motocicleta, antes de irme con Felipe.

Miro mi reloj percatandome que el tiempo ha transcurrido rápido.

Conduzco de prisa, aparco en la parte de atrás, hablo con el dueño y le entrego mi carta de renuncia y las llaves de la moto.

Me despido de todos mis compañeros y amigos, quienes me brindaron su apoyo y amistad incondicional, le doy un fuerte abrazo a Elena con la promesa de que pronto volveré a visitarla.

Esperaré ansiosa esa visita me dice con un tono melancólico, es la que más extrañaré de este trabajo.

Mi antiguo jefe me dice que tengo las puertas abiertas para cuando quieras regresar y le doy un abrazo de agradecimiento antes de salir.

Salgo por la parte trasera de la despensa de la cocina y veo un BMW negro estacionado, tan pronto me ve salir Felipe se baja emocionado a mi encuentro.

Señor Michael en verdad es usted, me abraza con efusividad, abrazo que correspondo de igual forma.

No puedo creerlo después de más de 2 años todos pensamos que estaba muerto.

Es lo que muchos quisieran, pero para desgracia de ellos sigo vivo y más fuerte que nunca.

Mejor vámonos que ningún lugar es seguro en estos momentos, estás seguro que nadie te siguió.

Si Señor completamente seguro tuve mucho cuidado afirmó con seguridad.

Felipe encerio el auto y me preguntó a dónde vamos señor.

Por el momento a un lugar seguro donde pueda descansar y te pueda contar todo lo que he pasado.

Arranco el auto y condujo a las afueras de la ciudad, llegamos a una hermosa propiedad que me dijo era su hogar donde vive con su esposa e hijos.

Al vernos llegar salieron su esposa e hija a recibirnos, al verme se impresionaron mucho.

Señor Michael que placer tenerlo en mi casa hizo una reverencia y yo solo sonreí el placer es mío, gracias por permitirme estar unos días en su hogar.

Entramos y el increíble olor a pastel recién horneado inundó mis fosas nasales.

Hum que delicioso olor exprese inhalando profundamente.

Es para la cena Señor aún está caliente, pero cuando se enfríe le serviré una recabada, me contestó la hija con timidez, solo asentí.

Cariño ve y prepara la habitación para el señor Scott.

Si padre contesto y se fue casi corriendo.

Vamos a que me cuente porque desapareciste todo este tiempo y por qué hasta ahora decides regresar, caminamos hasta el jardín.

Es mejor sentarnos esta plática va a ser larga le dije señalando las sillas.

Tomamos asiento y suspiré pensando en lo que ocurrió y por dónde comenzar.

Verás Felipe, suspiré y me acomode en la silla.

La noche que desaparecí no fue por gusto, ese dia unas horas antes de La gala a la que fui invitado escuché la plática de mi tío Octavio con un hombre alto fornido que tenía un tatuaje con letras chinas en el brazo.

en esa conversación él le decía que tenía que eliminar a alguien que no quería errores que tenía que ser esa noche durante la gala le entregó un maletín y le dijo que el resto se lo darías cuando supieras que estaba muerto, me preocupé mucho pero hice de cuenta que no había visto ni oído nada.

mi tío entró a la mansión de mi padre como si nada pero ya yo había oído que planeaba matar a alguien que le estorbaba en sus planes.

Me fui a bañar y a vestir para ir a la sala con la incógnita de quién sería esa persona algo muy dentro de mí me pedía estar alerta, por seguridad llevé un arma que revisé para cerciorarme que estuviera cargada con todas las balas.

Salí con dos guardaespaldas y aún así me sentía intranquilo algo no estaba bien y lo sentía, aún así no podría despreciar la invitación era una grosería y se vería mal si no asistiera.

llegué a la bala y me sentía observado, no sé pensaba que era paranoia, rechacé cualquier bebida o comida que me ofreciera, no me sentía cómodo y algo me pedía que saliera y me fuera, una presión se instaló en mi pecho, era como algo que me impedía respirar con la normalidad.

Así que me escabulli de la gente hacia el jardín quería respirar aire puro, pero en el proceso vi al hombre con el que mi tío hablaba horas antes, le daba instrucciones a varios hombres vestidos de mesero y le decía que tenían que matarme sí o sí.

Allí comprendí que era yo el objetivo, había varios hombres infiltrados en todo el salón a la espera del momento indicado para matarme, no tenía forma de salir ileso de allí eso era seguro mi cabeza tenía precio y era nada más y nada menos que mi propio tío quién quería eliminarme, la cara de Felipe era un poema.

Caminé hacia el estacionamiento, saqué mi arma y puse silenciador y le disparé a dos sujetos que cuidaban el estacionamiento, a uno lo mate y el otro quedó herido y dio aviso a los demás; mi auto estaba bloqueado y los refuerzos de esos tipos venían.

Corrí lo más rápido que pude salir del hotel donde se ha llevado a cabo el evento, un repartidor de pizza apagó su motocicleta para hacer una entrega le dije que le compraba la moto pero no tenía dinero, así que le di mi reloj Rolex valorado medio millón de dólares a cambio de la moto el chico aceptó.

Subir y maneje lo más rápido que pude, pero me seguían varios autos, comenzaron a dispararme, milagrosamente ninguna bala me alcanzó pero en medio de la persecución, en una intersección un auto me impactó y salir despedido de la moto golpeándome la cabeza contra el pavimento.

personas del vehículo que me golpeó un auxiliaron y llamaron a emergencias.

Los que me perseguían al ver lo ocurrido asumieron que había muerto y huyeron; el lugar se llenó de personas curiosas y no pudieron contactar mi muerte antes de perder el conocimiento vi como los autos se alejaban luego de eso desperté en un hospital.

Alguien robó mi billetera y la identificación de repartidor estaba en el logo del llavero de la moto con el nombre de Michael Brown los médicos asumieron que era mi nombre.

Tuve una fractura craneoencefálica y me operaron, también tuve en una factura en la tibia pasé tres semanas en terapia intensiva luchando por mi vida con una información cerebral me indujeron a un coma por ese tiempo.

Desperté no sabía quién era, no recordaba nada de mi pasado, me diagnosticaron con amnesia me vieron mucho especialista todos pagados por el señor que me golpeó con el auto.

Me hicieron terapias hasta que pude recuperar mi movilidad, pero no mi memoria así que el generoso hombre me llegó a su casa y comencé a trabajar para él como jardinero aunque no sabía ni abrir un hoyo en la tierra, Felipe se rió con mi comentario.

No puedo creer todo lo que me cuentas señor Michael, pero no me extraña nada, pues días después de su desaparición él quería ocupar su lugar en la empresa como presidente de no ser por la señorita Miranda lo hubiera logrado, pero ella no lo permitió.

Esa es mi niña exprese orgulloso de mi adorada hermana.

Pero y cómo recobraste la memoria, qué pasó después.

trabajé como jardinero limpiaba la piscina y paseaba el perro hacía de todo.

La hija menor del señor, Cintia es su nombre llegó del extranjero; a mis ojos no había mujer más linda que ella, me enamoré como un loco y ella de mí también.

Su madre no me aceptaba, pero don Camilo me quería como un hijo o eso decía él, aceptó lo nuestro, nuestro noviazgo fue corto y en un par de meses nos casamos.

Aun no recuperaba la memoria pero seguí haciendo varios trabajos en la casa y eso parecía molestar a Cintia.

Busqué trabajo sin saber bien qué hacer, recurrir a lo que me dijeron que era repartidor; por un amigo de Don Camilo comenzó a trabajar en el restaurante que fuiste a buscarme.

Ya va señor está casado eso sí es una buena noticia y los hijos para cuándo.