Es domingo y nos dirigimos a la casa del jefe de mi amiga Cindy, ella y la hermana menor de éste, quisieron hacer una parrillada para que la menor de los Lebreu pudiera pasar tiempo con sus hermanos.

Cindy nos presentó, Akim me cayó bien de entrada, al igual que Thonia, pero el tal Malmcon me cayó super mal, desde que llegamos empezó a decirme un sin número de estupideces que me hicieron sacar de quicio y terminé por abofetearlo. Luego llegó una vieja loca según, es tía de ellos, creo que Cindy vino a dar a una familia de locos.

Después de que la vieja loca se fue, yo también me retiré, no iba a poder soportar un minuto más al imbécil ese, es que no sé qué se cree.

- Eres una blanquita sin gracia - repito lo que me dijo haciendo voz de tonto - Aaais lo odio, es un idiota de lo peor, espero no volver a verlo - voy hablando sola por todo el camino hasta el gran portón - es tan despreciable.

Cuando llego a mi casa me despojo de mi ropa, necesito una ducha urgente que me quite el mar humor que ese tipo me provocó. Yo la mayor parte del tiempo ando de mal humor, pero hoy sobrepasé mis límites.

Me voy a la sala y colocó una película para pasar el rato pues no tengo más nada que hacer, ese tonto me arruinó el domingo, ni comer pude.

Tengo hambre así que me preparo un sándwich con jamón de pavo que es mi favorito, lo acompaño con una coka.

Estoy viendo una película de terror, amo este tipo de películas, a las chicas no les gustan porque dicen que después tienen pesadillas. Estoy metida en mis reflexiones y esos malditos ojos se vienen a mi mente, no entiendo por qué, debe ser porque siento que lo odio y mi cerebro está haciendo que recuerde su detestable cara por si lo veo en la calle, no me acerque a él.

Aburrida me levanto y me voy a mi habitación, las chicas aún no llegan, así que mejor me acuesto a dormir pues mañana tengo que ir al restaurante temprano pues tengo el turno de la mañana.

''Me hayo en una habitación donde solo hay una gran cama con sábanas rojas, estoy sentada en medio de la cama sobre Malmcon, él me besa con hambre voraz, disfruto de sus besos pidiendo más...

- No vas a escapar de mi pelirroja, vas a ser mía...

Abro los ojos y tiene una sonrisa siniestra, una sonrisa que me anuncia que voy a derramar muchas lágrimas''.

Despierto con la respiración errática, mi corazón está desbocado, no entiendo por qué soñé con ese tipo.

Lo bueno es que no iré a esa mansión en mucho tiempo, así evito encontrarme con él. El recuerdo de su sonrisa macabra me causa escalofríos.

Definitivamente tengo que mantenerme lejos de Malmcon Lebreu, su cercanía solo me traerá problemas, porque a eso es que él huele, a problemas.

Malmcon

Esa tonta pelirroja se atrevió a abofetearme, quería ahorcarla por atreverse a golpearme, no sé qué se cree esa mujercita.

La voy a enseñar a respetar, que con Malmcon Lebreu no se debió meter. Está bien, admito que fui un patán, pero ella no debió golpearme, esa flacuchenta golpea duro, creo que me dislocó la mandíbula.

Ninguna mujer se atrevió nunca a desafiarme, me dañó el domingo, tanto así que preferí irme a mi apartamento porque tan poco quiero un sermón de parte de Akim.

Llegó al apartamento y decido llamar a Brenda, una bella y perfecta afro-americana de grandes pechos con la que suelo tener largas secciones calientes. Brenda no tarda en llegar, no le doy tiempo a saludar bien cuando ya la tengo empotrada en la pared cerca a la puerta de entrada. Comienzo a besarla, pero los ojos azules de la maldita pelirroja no salen de mi cabeza. Trato de concentrarme en la bella mujer que me está haciendo un magnífico oral, pero mi cuerpo no reacciona.

- Detente! - le digo a Brenda - no me siento bien hoy, te pido disculpas, otro día te recompensó, hoy mi cabeza está en un proyecto que debo realizar - trato de sonar seguro de mi mentira.

Brenda se va un poco molesta, jamás la había dejado ir sin un buen polvo... mierda, mierda, mil veces mierda.

- Maldita pelirroja - susurro mientras me estoy auto-complaciendo en la ducha.

¿Pueden creer? No es una hermana la que me está causando un dolor de bolas. Pero ya le haré pagar por su insolencia.

''Te metiste con el hermano equivocado pelirroja, y eso se paga'' pienso mientras me llego derramando mi semilla en el piso de la ducha.

- AAAAH! Como la odio, detesto esos ojos azules tan desafiantes - digo con frustración - me vas a pagar tu insolencia, eso te lo juro. Cuando me aburra de jugar contigo te echaré de mi vida.

Con ese pensamiento me voy a la cama, ya mañana idearé cómo me las arreglaré para hacerle la vida imposible.

'' *Estoy en una habitación donde solo hay una gran cama con sábanas rojas, tengo a la pelirroja sentada sobre mi a horcajadas mientras devoro su boca carnosa, su boca sabe delicioso.

Estamos totalmente desnudos, nos encontramos sudados y ella se mueve en un suave vaivén, provocando que mi miembro quiera explotar.

- Eres mía dulce Conejita - le digo al oído mientras muerdo el lóbulo de su oreja y la escucho gemir...

escucho a lo lejos un horrible sonido*... ''

Abro los ojos miro el reloj que está sobre mi mesa de noche, son las 8 de la mañana, con toda la pereza del mundo me meto al baño, aún con la imagen del sueño que tuve con la pelirroja hija de Chucky y Mérida, creo que me estoy volviendo loco.

Cuando llegue a la oficina le pediré a Theron que averigüe donde trabaja, para acabar con tu enemigo, debes primero conocer su ubicación, luego conocerás sus debilidades y por último sus fortalezas, para hacerlas tambalear.

Después de averiguar dónde trabaja, decidí que quiero comprar un restaurante, así que aquí estoy firmando los papeles de mi nueva adquisición ¿qué puedo decir? Soy el puto amo, y ella tiene que aprender que para Malmcon Lebreu no hay imposibles.

Le dije a mi abogado que hiciera un nuevo contrato para mis nuevos empleados, pero el que es para la pelirroja es muy especial, no se podrá deshacer tan fácil de él, una vez haya firmado, soy un genio.

Una vez todo está listo me dirijo a mi nueva adquisición, quiero ver la cara de la pelirroja cuando se entere que soy el nuevo dueño, pero antes de que se enteré mandé los contratos primero para que el gerente les haga firmar con el nuevo socio, sé que si me ve es capaz de renunciar solo para no verme la cara.

Cuando llego al restaurante puedo ver que hay un revuelo entre los trabajadores. Seré un cliente más por el momento, quiero ver cómo es el trato de esta gente.

Una mesera se acerca a mí con una sonrisa coqueta, si bien no tengo la masa muscular de mi hermano, tengo bien definidos mi cuerpo, tengo ojos color café claro, labios carnosos, piel canela y una barba definida, no hay nena que se me resista.

-Buenos días señor! ¿quiere que le tome su orden? - me dice la chica, que por lo que puedo notar es latina.

- Si por favor - respondo amable, pero serio, mi interés apunta a otro lado - deseo tomar la especialidad del chef, de beber deseo un Romanée Conti.

La mujer anota mi pedido y se marcha con mi orden. Mi primera percepción es que tiene un buen servicio, pero ha sido coqueta. Solo espero que la pelirroja no sea así. A lo lejos la veo atender una mesa, son un grupo de hombres jóvenes, parece una comida de negocios. Uno de ellos le dice algo, ella se pone aún más seria, me siento incómodo por lo que veo, los tipos parecen divertirse por sea lo que sea que le dijo el hombre. Veo que ella le responde entre dientes y la risa se les acaba.

''Esa es mi chica'', pero ¿qué mierda estoy pensando? ''Malmcon ella es el enemigo'' me reprendo.

Vuelve la mesera que me está atendiendo con el vino que pedí, le pregunto por el gerente, me informa que en el momento se encuentra ocupado, le digo que le avise que Malmcon Lebreu está aquí. La mujer asiente y se marcha a lo que creo, es la oficina de gerencia.

Un rato después veo al gerente venir hacia mi mesa, es un tipo joven, podría decir que de mi edad, me saluda formal y me invita a la oficina.

Una vez dentro de la oficina me enseña que los contratos ya han sido firmados por todos, no puedo evitar sonreír al pensar en la cara que va a poner mi pelirroja, ella no es nada mía, está bien, cuando la hija de Chucky y Mérida se entere que soy su nuevo jefe.

- De acuerdo, todo está en orden, necesito que pasen de uno en uno acá a la oficina, creo que tendré que mandar a adecuar una oficina para mí también.

- Si señor, ya les informo - me dice - y la oficina de propietario está en el segundo nivel, lo que ocurre es que el antiguo dueño casi no la usaba, pero esta misma semana la tendrá lista.

- Gracias, es usted muy eficiente.

Ahora sí, que comience la cacería mi pequeña bruja pelirroja.