Incompatibles.
Capitulo 1
Dicen, que la vida universitaria está llena de melodramas y amores. Una época, la cual te permite descubrirte y a la vez, formarte profesionalmente para la sociedad.
De ser así. ¿Qué se hace en esta situación?
Edward Niesh
¡Emil, realmente me gustas!
» Joder... En que me metí. «
Emil Orteu
Edward, te conozco hace tres días. ¿Y ya dices que te gusto?
Edward Niesh
¡Para el amor no existe el tiempo! Eres mi predestinado.
» Mierda, ya callen a este tipo. «
Emil Orteu
No te puedo tomar en serio, Niño. Y de ser así, lamento decirte que no salgo con menores.
Edward Niesh
¿M-Menores? ¡Solo tengo 21!
» Exacto, menores. ¿Crees que me interesa un crío de 21 años? ¡No estoy para romances adolescentes! «
Emil Orteu
Sea lo que sea, lo siento. No confundas mi amabilidad, Edward.
Edward Niesh
Yo... No lo acepto.
Edward Niesh
No me daré por vencido... ¡Haré que te enamores de mí!
» ¿Este crío que le pasa? ¡Alguien venga y lo regresa a la guardería!«
Emil Orteu
Claro, te deseo éxitos. Aunque dudo que lo llegues a lograr.
Edward Niesh
Sé que sabes que soy tu predestinado, Emil. No te engañes.
Emil Orteu
Puede ser, pero no significa que me llegues a gustar ¡Niño!
Edward Niesh
¡N-No soy un niño!
—Frustrado el joven, sale corriendo y se aleja de aquel lugar lo que más pueda, resignado a demostrar en otro momento su amor a quien consideraba su predestinado.
—Suspira y niega con la cabeza. Era increíble como un crío que empezaba a vivir la vida, venía y le decía a él lo cuan enamorado estaba.
Para entender como es que han llegado a este punto Emil y Edward, es necesario dar un retroceso 3 días atrás. Justo en la apertura de un nuevo año universitario.
Inicios de la Universidad, la primavera estaba a la vuelta de la esquina y los nuevos ingresados circulaban los pasillos de Kastag, Universidad con diversas facultades.
Edward Niesh
¡Mierda, Mierda!
—Agitado corre por la entrada de la Universidad, rozando sin delicadeza a las personas que estaban caminando. Causando que deba disculparse constantemente nervioso, pero sin detenerse en el proceso.
—Era su primer día, y aun así estaba llegando tarde a la ceremonia de ingreso.
Edward Niesh
¡Permiso, permiso!
—Logra ver las puertas del anfiteatro, donde los directivos de cada carrera y el vicerrector daba bienvenida a los recién ingresados.
—Con sigilo, el rubio entra. Se percata que el Vicerrector estaba nombrando a los estudiantes por carrera. Y justamente, su carrera estaba siendo llamada.
Adrián Joseph
Casi no llegas, idiota.
—Susurra tras verlo entrar y tomar asiento a su costado izquierdo.
Edward Niesh
Gracias por cubrirme. ¡Te debo la vida!
— Habla en voz alta, pero es mandando a callar por Adrián.
Adrián Joseph
Guarda silencio, estará por hablar el estudiante modelo de último año de nuestra carrera.
Emil Orteu
Bienvenidos sean, nuevos ingresados. Me presento, soy Emil Orteu. Estudiante de último semestre de Artes Escénicas.
— Con una voz neutra y amable el pelinegro sonríe en el escenario y hace una tenue reverencia. Sonidos de asombro y murmuro se escucha desde donde estaba el Omega, porque sí. Aquel estudiante modelo, era un Omega.
Emil Orteu
Me complace darles una calidad bienvenida, ustedes estudiantes de primer semestre de Artes Escénicas, han hecho la mejor elección en elegir esta carrera.
Edward Niesh
¡Ey, Ey Adrián!
—Zarandea el brazo de su amigo, al quedarse atónito ante la belleza de aquel hombre. Era hermoso en todo el sentido de la palabra.
Adrián Joseph
¿Qué sucede?
— Frunce el ceño ante el escándalo de su amigo que parecía tener fin.
Edward Niesh
¿No es una belleza? ¡Es totalmente mi tipo!
— Suelta un pequeño vocifero. Normalmente en su entorno, los Omegas eran una escasez, de hecho la mayor parte de la población era Beta.
Adrián Joseph
Si, si, ya cálmate. Es una belleza, ese hombre que ves allí es casi como un dios en esta universidad.
—Le da la razón, pero él como Beta no estaba interesado en Omegas masculinos. Simplemente, le llevaba la corriente a su amigo, quien parecía deslumbrarse por la belleza de su mismo sexo.
Emil Orteu
Y es así, como damos inicio a este año. Se les dará un tour por la facultad y podrán establecerse en sus habitaciones. Y en la noche, habrá una fiesta como bienvenida.
Emil Orteu
Espero que puedan asistir todos.
—Finaliza su oratoria con una sonrisa dócil. Baja del escenario y estrecha la mano de la subdirectora de la carrera.
Subdirectora
Bien hecho, Joven Orteu. Como siempre, estamos muy felices de que sea el ejemplo de esta universidad.
Emil Orteu
Es todo un honor para mí, Subdirectora. El dar la bienvenida a jóvenes compañeros de carrera es lo menos que puedo hacer.
» ¿Será que acaso me podría ir? Estar presente entre tanta multitud hace que me ponga de mal humor, joder. «
Subdirectora
Entonces, le estaremos encargando el tour, estaría agradecida de que pudiera llevarlos.
Emil Orteu
Por supuesto, Subdirectora. Déjelo en mis manos.
» ¿Se libran del trabajo dejándomelo todo a mí? Que chiste. «
Emil Orteu
Me retiro, Subdirectora. Vendré a darles el Tour cuando sea la hora.
— Sonríe amable y se retira con cierta rapidez de aquel anfiteatro dejando a la subdirectora con la palabra en la boca.
Emil Orteu
Soy libre, por fin.
—Masajea sus hombros y suelta un largo suspiro, era agotador ser un estudiante promedio.
Luke Houlson
¡Ey, pero si es la princesa!
— Un pelinegro de sonrisa gigante lo intercepta y posa un brazo en su hombro.
Emil Orteu
Buenas tardes, Luke.
» El estorbo número 1 llegó.«
Luke Houlson
¿Cómo estás, princesa? ¿Dándole la bienvenida a los nuevos? Siempre tan pulcro.
— Ríe y se apega a él con toda confianza del mundo, llevándolo consigo por los pasillos.
Emil Orteu
Sí, es mi deber como el representante de último año. ¿Y tú? ¿Evadiendo clase?
—Ya irritando por aquella confianza de aquel Alfa engreído, se remueve de su agarre. Como odiaba a imbéciles como él.
Luke Houlson
Oh, vamos. Sabes que este es mi último también. ¿Quién asiste a clase a estas alturas? Solo debo presentarme en exámenes y ya.
— Risueño como si no conociera lo que era el sarcasmo, se inclina a la oreja del Omega.
Luke Houlson
Más importante. ¿Estarás libre esta noche?
Luke Houlson
Hace tiempo que no pasas por mi habitación, ¿Te aburriste de mí?
Emil Orteu
No empieces, Houlson. Estoy ocupado como para irte a visitar. ¿Por qué no calmas tu calentura con alguien más?
—Se libra de su agarre y sacude su ropa. De verdad involucrarse con Alfas era un estrés, pero no podía evitar esa parte primitiva llamada "Celo" que necesitaba de un imbécil dominante para que le ayudara en esas fechas.
Luke Houlson
¡Oh, vamos princesa! ¡Eres el único en el qué pienso!
—Grita tras ver al Omega caminar con prisa alejándose cada vez más. Alza su brazo, lo agita y lo despide.
Luke Houlson
¡Nos vemos después, princesa!
Capitulo 2
Edward Niesh
¡Muy bien! Hagamos esto sin miedo.
—Respira hondo y exhala profundamente, dándose ánimo a sí mismo.
—No importaba si las miradas a su alrededor le causan una cierta vergüenza, él no era de intimidarse con facilidad y menos cuando estaba decidido.
Edward Niesh
¡Edward, tú puedes!
—Vocifera con entusiasmo. Pero a los segundos es mandado a callar por varios estudiantes, causando qué se cobija y nervioso se disculpará.
Adrián Joseph
Das vergüenza, de verdad.
—El más bajo se cruza de brazos y niega con la cabeza. Realmente ser amigo de alguien tan ruidoso como Edward era una prueba de su paciencia.
Adrián Joseph
¿A caso estás tratando de sobresalir para que tu nuevo enamorado se fije en ti? Ríndete, hombre.
Edward Niesh
No digas eso, Adrián. ¿Cómo puedo mantenerme al margen cuando está esa belleza? ¡Es que miralo!
—El rubio señala a lo lejos al Omega qué había dado la charla con anterioridad como representante y senior de su carrera.
— Y como estaba previsto, les estaba dando un recorrido por la universidad, mostrándoles las instalaciones, lugares de descanso y aulas.
— ¡Era un infierno! ¡Él no necesitaba un recorrido si su mente estaba en otro lado!
Adrián Joseph
¿Y acaso necesitas gritar así? ¿¡Ah!?
—Regaña a su amigo como a un niño pequeño, tomándole de la oreja y lo zarandea.
Edward Niesh
¡Es imposible no gritar! Tiene un aroma tan maravilloso.
Adrián Joseph
Dios, de verdad eres un caso. Pareces un jodido acosador.
—Su amigo pasa de él, ya disgustado por el comportamiento infantil y poco entendible de su amigo. Pasaban los años y él todavía no entendía que pasaba por las mentes de los Alfas.
— ¿Por qué hacían tanto escándalo por un "aroma" qué él ni podía oler?
Feromonas, un rasgo físico de distinción entre Alfas y Omegas. Siendo la causa número 1, de aquella atracción entre estas dos subgéneros.
Solo, qué al estar limitada para al Alfas y Omegas, los Betas desconocen esta fenómeno qué vuelve a los perros falderos de Alfas como idiotas.
Emil Orteu
Este lugar es conocido por los de Danza, como el rincón de la verdad.
—Sonríe y señala la puerta que daba hacia los pasillos del auditorio.
Emil Orteu
Desconozco el porqué de aquel seudónimo, pero si se el por qu-...
—Detiene su presentación, tras escuchar voces ruidosas en el fondo. ¿A caso les parecía un juego?
Emil Orteu
¡Ustedes los de atrás, silencio!
—Alza su voz, haciéndose notar por encima de los murmuros. Y como era de esperarse, todos guardaron silencio.
—Susurra tras sentirse señalado de forma no directa por el ruido que generaron. Su vida académica desapercibida se estaba desmonorando.
Adrián Joseph
L-Lo sentimos, no quisimos interrumpirle.
Emil Orteu
Solo guarden silencio, estamos por terminar el recorrido.
—Suspira y estaba por girar, sin embargo. Frunce una vez más su ceño al sentir una profunda mirada del fondo.
Emil Orteu
¡Ey, tú! El rubio.
Emil Orteu
También estabas haciendo ruido. ¿No vas a disculparte?
—Arquea una ceja, fijándose en el hombre que parecía tener un retraso cognitivo. Le estaba mirando de una forma que lo hacía sentir extraño.
Emil Orteu
¿No vas a responder? Es una falta de respeto interrumpir a los mayores.
—El rubio traga saliva y limpia el sudor de sus manos. Había entrado en una crisis. El Omega... Le estaba dirigiendo la palabra.
— ¿Qué era esta sensación? Sentía un calor infernal en su pecho y una opresión qué le impedía hablar.
Emil Orteu
Tsk, Haz lo que gustes. Continuemos.
—Chasquea sus dientes, él no estaría como niñero detrás de los irrespetuoso de los primer semestre.
» Vaya perdida de tiempo todo este recorrido. «
—Vuelve por donde había dejando la prestación del auditorio. Respondiendo preguntas e inquietudes de estudiantes.
Edward Niesh
M-Me enamoré.
Adrián Joseph
Serás idiota, de verdad.
—Suspira el amigo y se aleja para estar atento a lo que se habla del recorrido.
Edward Niesh
¿De verdad estaré idiota?
—Susurra a si mismo a la par que camina hacia el grupo de recién ingresados. Manteniendo esa extraña sensación en su pecho.
— Espera... espera. ¡Había dado una mala impresión!
— ¡Mierda! Su mente se le nubló cuando el representante le empezó a hablar, fijándose solamente en su rostro fruncido y en aquel leve aroma qué podía percibir.
— ¡Si era un completo idiota! ¡Si antes era un total desconocido ahora sería el idiota que no se callaba!
Edward Niesh
Soy un completo idiota...
— Golpea su cabeza repetidas veces contra la pared de la habitación. Murmurando entre dientes lo idiota que fue.
Edward Niesh
¿Cómo lo miraré a la cara? Debías dar una buena impresión esta noche en la fiesta de bienvenida...
—Frustrado por su estupidez golpea con más fuerza su cabeza en la pared.
Compañero de habitación
¡Hey! Rubio, vas a dañar esa pared.
Edward Niesh
Lo siento, lo siento. Estoy algo ido.
— Ríe algo incómodo ante el compañero de habitación qué le había tocado. En aquellas habitaciones de la facultad, eran compartidas normalmente con personas del mismo año. Pero, en su caso, le tocó con un completo desconocido.
—Su mejor amigo le había tocado otra habitación totalmente alejada a la suya. ¡Su vida universitaria no estaba empezando como él quería!
—Responde la llamada al poner el celular en su hombro con la cabeza ladeada. Camina hacia el baño compartido y soba su frente roja tras los golpes.
Adrián Joseph
¿Estas listo? La fiesta empezó hace media hora, ¿Dónde andas?
Edward Niesh
Oh, ya salgo. Estaba eligiendo qué utilizar.
—Era mentira, estaba maldiciendose por su estupidez. ¿Cómo iría a la fiesta? ¿Cómo podría presentarse tras aquella primera impresión?
Adrián Joseph
No tardes, los de último año están haciendo un espectáculo y el representante está llevándose toda la atención.
—Exclama desde el teléfono, incitando a que su amigo rubio llegará a la fiesta de una vez por todas.
Edward Niesh
¡Estoy por llegar, ya ya casi llego!
—Cuelga la llamada y guarda su celular en su bolsillo del pantalón. Se arregla el cabello aplicando gel perfectamente peinado hacia atrás y sonríe en el espero. Que sucede lo que tenga que suceder.
—Sale del baño y ve que su compañero de habitación ya había salido. Busca su chaqueta y llaves. Moría de nervios.
DJ
¡Den un aplauso a los del último año!
—La multitud vocifera con alegría. La fiesta estaba yendo de lo mejor.
DJ
Gracias por tan gran espectáculo. Den un aplauso a a uno de los estudiantes más cotizados de la facultad y de la Universidad entera. ¡Emil Orteu!
—Gritos de la multitud y aplausos provoca que la música suba de volumen para crear más extasis.
Emil Orteu
¡Esta noche es para divertirse!
— El pelinegro alza su brazo y recibe fuertes algarabia como respuesta. Los de último año tendían a hacer fiestas como estas, donde el principal remanente era el espectáculo de baile.
— Y él, era la princesa de la pista. Un apodo que se ganó años atrás cuando era un primiparo, no solo por su apariencia si no por ser el mejor "Omega hombre" en ganar un concurso de belleza en la facultad diseño.
DJ
¡Ya lo escucharon! ¡Hagamos qué la pista tiemble!
—La música se intensifica hasta ser un completo dolor de oído.
—Pero por otra parte, la euforia de todos era más intensa qué la música.
Luke Houlson
¡Diste un buen espectáculo, princesa!
Emil Orteu
¿Qué? ¡No te escucho!
—Alza su voz lo que más pueda.
Luke Houlson
¡Has dado un espectáculo increíble, princesa!
— Alza su voz igualmente. Pero ve que es imposible que el Omega lo escuche, por lo cual toma su brazo y se acerca a él.
Luke Houlson
¡Vamos a afuera para hablar mejor!
— Logrando escuchando lo último se llevar por el hombre. Pasando entre las personas hasta la puerta que daba al campus.
Emil Orteu
Ah... Aire al fin, ya me dolían los oídos.
—Respira profundamente el aire del exterior. Notando que gotas de sudor se pegaba a su frente. Camina hacia el campus y limpia el sudor con su manga.
—Arquea una ceja el hombre y se acerca a él.
Emil Orteu
Un poco, de igual modo. ¿Qué haces aquí? Los de tercer año de Deporte son los que tienen acceso a la fiesta.
—Ya más relajado y fresco, se cruza de brazos. Se supone que como motivo de protección en caso de algún accidente o disputa en la fiesta, los voluntariados de tercer semestre de Deporte eran quienes supervisaban.
Luke Houlson
¡Oh, vamos! He venido a verte, no nos hemos visto en las vacaciones. Y eso me hace sentir triste.
Emil Orteu
Oye, Cabron. Si no te he buscado es por algo. ¿No? Me molesta que andes detrás mio desde que ingresamos a la universidad.
—Suspira frustrado ante la intensidad de ese Alfa. Tipos como ese los repudiaba.
Luke Houlson
Que frío eres, princesa.
—Se acerca al más bajo y toca su propio pecho dolido por la frialdad da tal belleza.
Emil Orteu
Y tú, un idiota que no sabe entender el rechazo.
—Lo encara, mantiendo sus ojos y ceño fruncido.
Luke Houlson
Es por eso que me gustas tanto, Mierda.
—Sonríe el Alfa, enseñando sus caninos afilados. La necesidad de domar a un Omega tan frío y difícil era un placer qué no le dejaba pensar con claridad.
Emil Orteu
Eres un depravado, de verdad. ¿A caso eres masoquista?
—El aura pesado qué sentía por el Alfa lo hacía sentir inquieto, por eso odiaba relacionarse con ellos. Imponían al grado que como Omega estaba casi obligado a bajar la cabeza y obedecer. Pero claro, para él. Un Omega dominante, no era sencillo.
Emil Orteu
Pierdete, Houlson. Te vuelvo a ver siguiéndome a todos lados y te voy a golpear, imbécil.
—Expulsa aquellas palabras con enojo latente.
Emil Orteu
Regreso, esta conversión terminó.
—Estaba por irse nuevamente al interior donde estaba la música a tope. Pero un agarre en su muñeca le impide moverse.
Luke Houlson
Ey, princesa. He sido paciente contigo porque eres una belleza y tienes un culo exquisito. Pero no olvides tu lugar como inferior.
— El agarre en muñeca se intensifica, el Alfa atrae al Omega a él. Liberando sus feromonas como un símbolo de superioridad.
Emil Orteu
S-Suéltame, Houlson.
— El temblor en su cuerpo era involuntario, no era por miedo, simplemente su Omega estaba reaccionando a las feromonas del Alfa.
Emil Orteu
¿Crees que usando tus asquerosas feromonas harás que cambie de parecer?
Luke Houlson
No necesito que cambies de parecer, sé que tú cuerpo es más honesto.
— Su voz imponente suelta una pequeña risa. Toma al Omega de la cintura y lo atrae a su pecho.
Luke Houlson
No sabes lo que provocas en los Alfas. No sabes las ganas de cogerte que generas en nosotros.
Emil Orteu
Das asco, tú y toda tu jodida especie.
» Asqueroso animal, te voy a maldecir el resto de mi vida. «
Luke Houlson
No te resistas, harás verme como el malo, cuando el malo eres tú por rechazarme.
Emil Orteu
T-Tu.. Pedazo de im-
—Es interrumpido tras escuchar una voz temblora tras de él.
Edward Niesh
¡Disculpen! ¡N-Necesito hablar con el representante!
—Agitado, se endereza rigidamente, teniendo un leve rubor en su mejillas.
Luke Houlson
¿Este idiota de donde salió?
—Logra zafarse del agarre del Alfa y con asco se aparta, aprovecha la incertidumbre del Luke por verse interrumpido y llega hacia donde estaba quien los había interrumpido.
Emil Orteu
¿Entramos y hablamos del por qué necesitas hablar conmigo?
—Una sonrisa amable y docil encara su rostro, agradeciendo a los dioses por haberlo safado de esa situación.
Edward Niesh
C-Claro... Pero. ¿No estabas ocupado? Puedo volverme después.
Emil Orteu
¡No! Ya hemos terminado de hablar, entremos.
—Toma del brazo al rubio y lo arrastra hacia el interior de la fiesta, ignorando completamente a Luke.
Edward Niesh
Oh, si es así. Entonces esta bien..
—Traga saliva algo incómodo por la mirada intensa llena de odio que sentía detrás de él, con quien el representante hablaba. ¿A caso había interrumpido algo importante?
Capitulo 3
— ¿Estaba soñando? Y de ser así, ¿Cómo era posible que tuviera una calidad tan increíble? Incluso el aroma, el calor de su toque... No, esto no era un sueño.
Emil Orteu
¡Oe! Te estoy hablando ¿Me escuchas?
— ¿Qué le pasa a este tipo? Estaba agradecido que lo sacara de una situación incómoda, pero estaba comportándose como todo un rarito.
» Mejor me lo saco de encima. «
Emil Orteu
Bien, yo me iré por allá. Me salvaste de una situación incómoda. Adiós.
— Pasa de él decidió a irse a la barra, tomaría algo que lo haga quitarse el mal sabor de boca y se iría a las habitaciones, estaba harto de la música y los olores.
—Le toma de la muñeca, pero inmediatamente escucha un quejido bajo y lo siente temblar.
Edward Niesh
Discúlpame. ¿Te he lastimado?
—Suelta su muñeca y sé nervioso se disculpa.
Emil Orteu
No has sido tú, no necesitas disculparte.
— Aleja su brazo de él y soba su muñeca. Tenía la marca de los dedos de Luke en ella.
Edward Niesh
Tienes la muñeca inflamada. Necesitas ponerte hielo. ¡Ven! Pediré hielo para bajar la hinchazón.
— Se acerca a él para poderle hablar ya qué la música impedía qué pudiera hablar alejados. Con gentileza señala a la barra de bebidas qué estaba a unos metros de ellos.
Emil Orteu
No es necesario, estoy bien. ¿Para qué me buscabas?
Edward Niesh
Permíteme, por favor. No puedo pasar por alto que su muñeca este así.
—El pelinegro lo observa con su ceño fruncido observando si las palabras de aquel hombre las decía de verdad o simplemente estaba buscando un pretexto para retenerlo.
Emil Orteu
Bien, tú ganas.
—Suelta un suspiro rindiéndose, ya estaba harto y prefería simplemente terminar rápido esto.
Edward Niesh
Sígueme, por favor.
—Feliz de que haya aceptado su ayuda procura abrirle espacio entre la multitud para que camine hasta llegar a la barra.
— Ya una vez en la barra, pide vaso con cubos de hielo. La persona que atiende regresa con el pedido a los pocos minutos.
Emil Orteu
¿Te conozco? Me resultas conocido.
— Menciona el Omega apoyándose contra la barra. Ladea su cabeza. ¿Dónde había visto a ese hombre?
Emil Orteu
¡Oh! Eres el idiota que interrumpió mi recorrido. ¿Verdad?
Edward Niesh
Ah... Si, lo soy.
— Rasca su nuca incómodo al ser recordado de esa forma. Debía disculparse con él para que su primera impresión no siguiera siendo el "idiota que interrumpe".
Emil Orteu
Ya decía que me resultabas conocido, eres un recién ingresado.
Emil Orteu
Una piña colada, por favor.
— Pide tras ver al bartender alejarse tras recibir la orden.
Emil Orteu
¿En qué estábamos? Ah, sí. ¿Viniste a buscarme para disculparte? ¿Es eso? ¡Auch!
—Suelta un quejido de dolor tras sentir un cubo de hielo deslizarse por su muñeca.
Edward Niesh
Primero, aliviemos el dolor de tu muñeca, por favor.
—Aplica con delicadeza el cubo de hielo en la delgada muñeca del Omega.
—Puede que se mostrará una faceta sería en esos momentos. Pero estaba gritando en su interior. ¡Le estaba sujetando la muñeca al representante!
Emil Orteu
Es verdad, perdóname. Fue desconsiderado de mi parte. Tú tratando de ayudarme y yo hablando de lo que paso en la mañana.
Edward Niesh
No te preocupes, de igual modo es la verdad. Y si, te busqué para disculparme contigo...
Emil Orteu
Uhm, es totalmente diferente a como te vi esta mañana.
—Murmura para sí mismo, manteniendo sus ojos enfocados en el rubio, notando como se esforzaba para pasar el cubo derretido por su muñeca y al acabarse, tomar otro para repetir nuevamente todo.
Emil Orteu
¿Cómo te llamas?
—Curioso por saber su nombre, toma la iniciativa.
Edward Niesh
Edward. Edward Niesh.
Emil Orteu
Un gusto, Edward. Supongo que sabrás mi nombre.
Edward Niesh
E-Emil Orteu. ¿Es así?
Emil Orteu
Es así, tienes buena memoria.
—Sonríe de una forma más genuina. Él normalmente no se aprendía nombres tan rápido, ni memorizaba rostros de quienes no le parecía realmente importante. Pero estaba seguro, que recordaría a este chico.
Edward Niesh
Listo, bajará la hinchazón dentro de unas horas, procura aplicarte ungüento.
— El rubio deja el restante de hielo en el vaso y limpia su dedo con su pantalón.
Emil Orteu
Muchas gracias, Mateo.
—Agradece al Bartender sabiendo su nombre al ser uno de los que trabajan en la universidad.
Emil Orteu
Edward. ¿Qué edad tienes?
— Toma un sorbo de su bebida a la vez que se endereza y se pone de frente al hombre que le observa desde lo alto.
Edward Niesh
Tengo 21 años. ¿Y tú?
Emil Orteu
Uhmm, con que 21, yo tengo 25 años.
» Para tener 21 es bastante alto. ¿Será un Alfa? No huelo ninguna feromona a su alrededor «
Edward Niesh
¡Por favor discúlpeme! ¡Fui un descortés esta mañana en el recorrido!
—Alza su voz y se inclina hacia adelante al estilo militar. Escucha un carraspeo ajeno.
Emil Orteu
Hombre, enderézate, no necesitas exagerar.
» Está loco este niño. ¿Quién se inclina casi a cuarenta grados solo para disculparse? «
Emil Orteu
Tus acciones dicen más, así qué no te preocupes.
—Señala a su propia muñeca, dándole a entender que le perdono tras ver como se esmeraba en aplicarle el hielo.
Edward Niesh
No fue nada, cualquiera haría lo mismo.
— Minimiza su hazaña y se ríe nervioso a la vez que rasca su cabello.
—Cambia de tema drásticamente, prefiera dejar morir el tema y no extenderlo más.
Edward Niesh
Vine con mi mejor amigo, pero lo perdí entre la multitud.
Emil Orteu
Si es así. ¿Cómo me encontraste?
—Arquea su ceja y da otro sorbo a su bebida. Dependiendo de su repuesta podría deducir si aquel niño lo había encontrado simplemente por causalidad.
Edward Niesh
Te vi... Yendo hacia esa dirección. Lamento si interrumpí.
Emil Orteu
Uhmm, no lo hiciste.
» Este niño parece un cachorro regañado. Que tierno«
» ¿Qué? ¿Tierno? ¿Qué fue lo que acabo de pensar? «
Emil Orteu
Lo que sea, muchas gracias. Nos vemos.
— Deja el vaso sobre la barra medio vacío y palmea el hombro del rubio. Iría por sus amigos y les diría que regresaría a su habitación.
Edward Niesh
Espera, espera, espera.
—Va detrás de él, evadiendo a la multitud.
Edward Niesh
¡Te acompaño hasta la salida!
—Alza su voz, estando a espaldas del Omega que caminaba sin mirar atrás.
Emil Orteu
¿Seguro? Dijiste que viniste con tu mejor amigo. ¿No sería mejor buscarlo?
Edward Niesh
¡Lo pondré buscar tras llevarte a la salida! Además, tienes tu muñeca lastimada, será mejor que no la muevas tanto.
Emil Orteu
Buena respuesta.
—Murmura el Omega y sigue caminando hasta pasar entre la multitud y llegar a la puesta qué daba a fuera de aquel salón de fiesta. Tendría que caminar por el campus hasta llegar a las habitaciones de su facultad.
Emil Orteu
Así que. ¿Por qué elegiste esta carrera?
Edward Niesh
¿Artes Escénicas?
Edward Niesh
Bueno... Es algo ambiguo... Me gusta las obras de teatro y las prestaciones de Danza de mi instituto.
Emil Orteu
Ya veo, quisiste replicar lo que viste.
Emil Orteu
Bueno, te diré de una vez que las Artes Escénicas, es más que eso.
—Ladea su cabeza para ver al más alto, a la vez que sonríe amable.
Edward Niesh
Lo entiendo totalmente... Antes de venir aquí, a Kastag. Vi varios eventos en los festivales de verano.
Emil Orteu
Oh, eres todo un fanático empedernido.
—Suelta una pequeña risa.
Edward Niesh
P-Podría ser.
—Sus ojos estaban fijos en cada expresión y movimiento del representante. Su corazón palpita a mil, y sus manos sudorosas se limpiaban constantemente con su pantalón. No quería verse torpe frente a él.
— Anteriormente en la fiesta, no había podido apreciar el aroma qué desprendía el Omega... Pero ahora que estaban afuera, donde la brisa de la noche les hacía compañía, podía oler las pequeñas feromonas qué desprende.
Emil Orteu
Casi estamos por llegar. Hasta aquí podrás acompañarme. Ya sabes, por seguridad.
—Gira y lo mira, alzando su cabeza levemente para verle.
Edward Niesh
¡Oh! Si sí. Por supuesto, muchas gracias por dejarme acompañarlo.
—Agradece con una sonrisa tímida y mira al edificio. ¿En qué piso vivirá?
Emil Orteu
Nos vemos mañana en la clase de inducción, Edward.
—Alza su mano para despedirse y gira, entrando a las instalaciones.
—Alza su mano para despedirlo y se queda ahí, mirando como entra al edificio.
—Suelta un grito hacia el cielo. ¡No podía creer que pudo hablar con él! ¡Habían intercambiado palabras! ¡Era tan hermosoooo!
— Su voz era tan suave, olía delicioso y era tan amable. ¡Era perfecto!
—Eufórico salta de alegría y corre en dirección a la fiesta. ¡Debía contarle a su mejor amigo! ¡Es más, disfrutaría esa noche como debía ser!
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