Alberto
Trato de no pensar en mi pasado, el rostro de mis padres se ha vuelto borroso con los años, pero que le voy a hacer, así me ha tocado vivir. Cuando los amenazaron de muerte si no me entregaban para entrar en las filas de la mafia, no espere a que mis padres tomaran la decisión, tenía en ese tiempo 10 años de edad y sabía que deseaba muchas cosas como dinero y poder, pero no a costa de mis padres y mis hermanos menores. Así que me solté de los brazos amorosos de mi madre y me puse frente a aquellos hombres que reclamaban mi vida para servirles. No voltee a mirar a mi familia, no conteste los ruegos de mi madre, solo camine hacia los vehículos cuando me detuvo el capo. Aún recuerdo sus palabras.
- Vaya, vaya, conque un cab@$% con muchos tenates. (Me puso la mano en el hombro deteniéndome para que lo mirara) Nada más por tu acción valerosa tu familia estará a salvo, pero si huyes o me traicionas yo en persona vendré a matar a tu padre, violaré a tu madre, a tus hermanas y las venderé al mejor postor en alguno de mis negocios.
Recuerdo que lo miré directamente a los ojos, negros como la noche y más oscuros bajo el ala del sombrero con que se cubría. Todos en el pueblo sabíamos su nombre y temblábamos con solo nombrarlo, pero me armé de valor.
- No se equivoque Don Néstor, seré pobre, pero no soy coyón (miedoso). Solo cumpla su palabra y estaremos bien.
No sé hasta la fecha si eso le hizo gracia al capo del pueblo cuyo dominio abarcaba varios estados, únicamente esbozó una mueca con los labios y me dio un tablazo en las nalgas para enseñarme quien era el patrón. Subí como pude a la caja de la camioneta y el resto del grupo subió a los vehículos dejando atrás mi casa, solo entonces me permití mirar atrás y así guardar en mi memoria la imagen de mis padres abrazados y rodeados por mis hermanas menores que lloraban afuera del jacal en que vivíamos.
Me llamó Alberto Quintana, hoy tengo 29 años, soy la mano derecha de Don Néstor, soy su estratega y ejecutor, aunque el principio no fue fácil, durante mi crecimiento fui golpeado a tablazos, cortado, me enseñaron a pelear, así me hice diestro en el uso de las armas de todo tipo, pero creo que el capo vio en mí la inteligencia suficiente para mandarme a estudiar y a servir de halcón, así en mi papel de estudiante fui quien le dio la información de compañeros y compañeras que podrían ser susceptibles de ser secuestrados para pedir rescate.
A lo largo de estos casi 20 años a su servicio he sido testigo de innumerables secuestros realizados por los hombres del grupo, cuando algo a salido mal, soy quien da la orden de cobrarle al que se equivocó, hemos perdido víctimas por la avaricia de algunos de los hombres, así que eso hace perder dinero al jefe y él me encarga de poner orden en la casa.
Hoy tenemos un trabajo especial, durante los últimos 2 meses me he relacionado con un grupo de jóvenes de la alta sociedad y ya tenemos en la mira a dos chicos cuyos padres dejaron de pagar "piso" en sus empresas, así que merecen un pequeño escarmiento para ponerse al corriente y que no se descarrilen. Así que me prepare y avise a los muchachos que fingen ser los guardaespaldas de un junior (o sea yo) para dar el golpe, y prepare un segundo grupo para que nosotros también aparentemos ser víctimas del ataque.
Les dije a mis amigos ricos que nos reuniríamos en mi casa de la playa (la casa de seguridad que tiene Don Néstor), es tranquila, solitaria y no tiene casas cerca, así que podremos actuar libremente lejos de ojos curiosos.
Prepare mi atuendo de playa, algunos de mis hombres se adelantaron para fungir como mis empleados y preparar todo para la "fiesta en la playa" que les ofreceré de último momento.
Cuando está todo listo me dirijo al club campestre donde encuentro a mi grupo de amigos.
- Hey bro, Beto, que bueno que llegamos, estábamos pensando que el club está de lo más aburrido.
- Hola Mario, (salude con la cabeza a Jorge y Luis quienes eran acompañados por unas chicas desconocidas para mí) ¿y Rosa tu novia?
- Fue al baño con una amiga que trajo, como siempre tu eres más solitario que el hombre lobo ja, ja, ja, vamos a ver si ella te gusta, se llama Tania y de verdad hermano que está para encamarla, aunque habrá que convencerla, es algo tímida. Mira ahí vienen.
Dirigí mi mirada hacia donde venía Rosa con su amiga Tania y algo vibro en mi interior, pero no le di importancia, de verdad lo sentía mucho por ella, sería un "cliente" más de Don Néstor.
- Hola Beto (dijo Rosa con su voz melosa), de verdad que te gusta hacer esperar a las mujeres, mira te presento a mi amiga Tania, es un poco mojigata y quizá no sea tu tipo pero no quiero que hagas mal cuarteto, digo todos tenemos pareja menos tú.
- Hola, mucho gusto me llamo Alberto.
La chica extendió su delicada mano para tomar la mía sonrojándose y sentí una corriente eléctrica recorrerme.
- Hola me llamo Tania Garza, recién desempacada del internado en Suiza.
- Bien (disimule el efecto que me produjo) ¿qué les parece si en lugar de estar aquí nos vamos a un lugar al que nunca los he llevado?
- ¿Nos tienes una sorpresa bro? Pero será gratis ¿verdad?
Como siempre Luis que todo lo quiere gratis a pesar de ser hijo de un magnate naviero que hace juguetes para hombres ricos como él.
- Si Luis, será gratis como todo en tu vida. Así que si están listos vámonos en mi sub, ahí cabemos todos y gastan menos gasolina.
- ¡Perfecto Bro, vámonos!
Caminamos todos en grupo haciendo ruido como jóvenes despreocupados hacia mi suburban, mis hombres ya simulaban atenderme y esperaban para hacerla de guardaespaldas y chóferes, así la caravana de 3 vehículos partimos saliendo del club hacia el destino desconocido que le tenía preparado al grupo.
La caravana agarró la carretera costera y Alberto se encargó de distraer a sus compañeros para que no se dieran cuenta cuando se internaron en un camino lleno de palmeras y pinos hoja de aguja muy usados en la zona para que sirvan de rompevientos contra las tormentas, cuando el camino abrió de nuevo llegaron a una hermosa casa con altos muros, malecón y playa privada, descendieron de la unidad y entraron a la casa, dejaron sus cosas y salieron al patio trasero donde había alberca y se descendía hasta la playa.
Los hombres de Alberto disimuladamente tomaron las cosas entre ellos celulares y cualquier medio de comunicación y los recabaron en una caja para incomunicar al grupo, el plan se había puesto en marcha.
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Tania
Me llamó Tania Garza, tengo 25 años y los últimos 5 años estuve en un internado exclusivo de Suiza donde me especialize en administración de empresas, ya que soy la única heredera de mi padre, Don Mario Garza, dueño de un emporio hotelero a todo lo largo de la costa, mi padre enviudó siendo yo una niña y aunque hubo algunas pretensas al puesto de madrastra, nunca hallo a una que lo llenará suficiente para como pensar en sustituir a mamá. Así que cuando termine la educación intermedia a los 20 años, me mando a realizar estudios de especialización en Suiza donde no solo estudie en el internado, sino que tome la opción de trabajar como interna en una empresa en mi área de especialización, adquiriendo así la experiencia necesaria para pronto comenzar a ayudar a papá con los hoteles. Mientras eso sucede, tomo unas pequeñas vacaciones y mi amiga de la infancia Rosa Martínez, me invita al club donde conozco a sus amigos, después llega Alberto y siento como la electricidad recorre mi cuerpo cuando nuestras miradas se cruzan, eso me hace sentirme sonrojada, ya que siempre me he dedicado a estudiar y quienes se acercaron a mí de manera amorosa, nunca me llamaron la atención como para que yo dejara de estar enfocada en mi meta de ser la mano derecha de mi padre en el negocio.
Sé que ser hija única y heredera atraerá siempre a muchos moscardones que solo buscarán enamorarme para tener acceso a mi fortuna, así que apenas llegue, le dije a papá que cuando entre a trabajar, usaré el apellido de soltera de mamá, para que nadie me trate diferente y también con miras a saber que piensan y como trabajan los empleados cuando papá no está cerca. Seré una espía dentro de la organización, lo cual le ha pareció bien a papá.
Así que conocer a Alberto Quintana me ha electrizado el cuerpo pero intento disimular lo mejor que puedo. Nos sugiere ir a la playa y todos hemos dicho que si, así que nos vamos en la suburban escoltados por sus guardaespaldas, es enigmático, guapo, ha de medir casi los 2 metros de alto, su cuerpo delgado y atlético, me impacta, pero antes que pensar en alguna tontería romántica espero entablar con él una buena amistad.
Alberto Quintana
Tania Garza
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Alberto
Cuando nos hemos subido a la suburrban, cuyos asientos traseros están dispuestos unos frente a otros como si fuera limusina, Tania se ha sentado frente a mí, así de reojo puedo echarme un "taco de ojo" con ella, es preciosa su cabello es color miel, ojos verdiazul, cara ovalada, complexión media como me gustan a mí, que tenga de donde agarrar, ha de medir 1.70 de altura así que para mi 1.98 apenas queda, aunque desgraciadamente será otra víctima espero que mientras dure nuestro próximo "cautiverio" poder estar con ella. Siendo amiga de Rosa de seguro ya conoce todo respecto a las relaciones entre hombre y mujer. Aunque parece tímida, se nota que es muy inteligente, un par de veces la he encontrado mirándome como si me analizará, o ¿está regodeándose sus bellos ojos con la vista de este adonis? No soy vanidoso pero reconozco que aunque provengo de una familia humilde, herede la belleza de mi madre y su herencia española, así como la altura de mi padre, ojos claros, cabello castaño cobrizo, alto, delgado y tonificado por el ejercicio y las peleas para sobrevivir de niño, llevo una barba bien arreglada y visto ropa de marca, lo necesario para mi personaje ante estos chicos de sociedad. Sé que no le soy indiferente a las mujeres y he pasado muchas noches de pasión con algunas de ellas, pero nunca ha existido una fija en mi vida, solo son relaciones pasajeras, huecas y que sirven para desahogar mi libido.
Tony mi "chófer-guardaespaldas" me toca la ventanilla para indicarme que ya estamos llegando a la mansión de la playa, una casa de seguridad que Don Néstor puso a mi disposición para estos negocios, es perfecta, rodeada de selva tropical, altos muros y playa privada con muelle. Nadie entra aquí sin que sepamos. Las cámaras de vigilancia monitorean todo el lugar hasta 5 km a la redonda pues incluso en la entrada de la carretera y el camino entre palmeras y pinos tengo algunas instaladas.
- Vamos chicos,hemos llegado a mi jardín del edén, dejen sus cosas en la sala, alguien acomodara todo en las habitaciones, disfrutemos del sol y la alberca, Tony nos preparan algo en el asador y comeremos al aire libre.
- ¡Asú bro!, no nos habías dicho de este lugar. Que guardadito te lo tenías.
- Es porque apenas me lo regalo mi padrino. Por unos bonos que me debía de la empresa, pero no seamos serios vamos a disfrutar de la alberca o la playa mientras nos preparan la comida. Al rato les indicaré sus habitaciones y será un gran fin de semana.
- Si vamos, Rosa dormiremos juntos mamita.
- Claro amor, aquí no estará nadie que nos espían y vaya con el chisme a mis papás.
Salieron al patio y Tania camino hacia una tumbona para dejar la ropa que cubría su traje de baño y tomar un rato el sol. Alberto disfrutó plenamente de la vista.
- Se te va a caer la baba amigo.
- Es hermosa, Jorge, como me gustan.
- Si por eso le dijimos a Rosa que le invitara, digo si todos tendremos sexo porque tú tendrías que estar célibe.
- ja, ja, ja, no todo es sexo en esta vida Jorge, pero si puedo disfrutar de esa belleza, ¿quién soy yo para negarme? Si Dios me regala un dulce, solo me queda abrir la boca.
Se dirigieron a disfrutar del día con los demás, quienes estaban sorprendidos con el lugar.
Mientras todos disfrutaban de la alberca, la parrillada y los tragos, Alberto se dirigió a un despacho ubicado en la planta baja de la casa, ahí levantó el teléfono y marcó a Don Néstor. Como siempre contesto Sonia, la querida de Néstor quien además hacia funciones de secretaria, ama de llaves y encargada de suministrar víveres en la mansión del capo mayor.
- Hola Alberto, imagino que tendrás buenas noticias.
- Así es Sonia, un grupo de 6 aunque creo que dos de las chicas no son adineradas, pero podríamos enviarlas a Tailandia a alguno de los burdeles.
- Como siempre, confío en tu bien ojo. Ahora te comunico con el jefe y en cuanto a la mercancía, en cuanto esté lista para enviarla, los muchachos la recogerán.
- Bien, entonces así quedamos.
Se hizo silencio momentáneamente en la línea y un instante después oyó la gruesa voz del capo.
- Hola ahijado, como van tus planes, me dice Sonia que ya estás trabajando en ello.
- Así es, padrino (dos años después de ser levantado de su domicilio y de soportar golpes por parte del grupo Alberto se había ganado el cariño del capo al sobrevivir y vencer en una pelea frontal a uno de los hombres más fuertes del grupo, terminó herido pero hirió de muerte a Rodolfo "el carnicero" y con eso se ganó su lugar en el grupo así como el apoyo del capo). Tengo carne fresca para Tailandia y podremos cobrar las cuotas atrasadas de los clientes. Quería solicitarte algo...
- Dime, te escucho.
- En el grupo hay una chica que quisiera para mi disfrute personal si me lo permites.
- Tú sabes que todas van al extranjero si sus familias no pagan.
- Si estoy consciente de ello, pero también sabes padrino que en 19 años no he pedido nada en especial para mí y te he agradecido todo lo que me has brindado pues ha servido ese conocimiento para agrandar tu fortuna. Incluso si gustas, te pago por ella.
- Ja, ja, ja, ahora si te pasaste ahijado, esa morra debe de haber tocado algo en ti o ha de estar buenísima para que me la estés pidiendo.
- Más bien lo último padrino (no reconocería que le toco algo en su interior, pues eso despertaría la curiosidad del viejo), esta que se cae de buena.
- Bien, entonces hecho esta. Termina tu actuación y disfruta de la morra, como quiera se pedirá rescate por ella, así que no creo que les moleste recuperarla un poco magullada, ja, ja, ja.
- Gracias padrino y te prometo que personalmente pediré una gran suma a su familia por su liberación, aunque la disfrutaré un par de semanas hasta que me aburra de ella.
- ¡Arre, pues!, ¿cuándo tienes planeado el golpe?
- Esta noche al calor de los tragos no sabrán ni que los golpeó y obvio no sospecharan de mí pues yo también seré un rehén como ellos.
- Reconozco que cuando me dijiste de tomar clases de actuación tenía mis dudas, pero mira que han sido exageradamente lucrativas.
- Bien, te dejo padrino, debo volver a la fiesta para que no sospechen.
- Adiós.
Termino la llamada y salió del despacho topándose con Tania quien venía distraída admirando la decoración de la casa.
- Perdón, no te vi.
- No te preocupes (¿habrá escuchado algo?, pensó), ¿buscabas algo?
- Si, el baño.
- A ok, sígueme y de una vez te diré cuál será tu habitación por si gustas descansar o algo.
- Gracias.
Subieron al segundo puso y Alberto la guio a una recámara hermosa con vista al mar, la cual estaba al lado de la suya y se comunicaban por un balcón común.
Aquí es, espero que te sientas cómoda. En el closet hay cambios de ropa incluso ropa interior nueva por si gustas.
- ¿Traes a muchas mujeres aquí?
- No, pero siempre ha dicho el ama de llaves que administra la finca y otras propiedades que hay que estar preparados por si un día alguien pisa esta mansión y me mueve el tapete.
La chica se sonrojó visiblemente y él se despidió para no incomodarla.
Bajo a la fiesta y nado un bien rato en el agua fresca de la alberca, disfruto con sus amigos y así pasaron la tarde. Tania se reunió con ellos y platicaron sobre su familia.
Al anochecer les indico a casa uno sus recámaras sabiendo que todos tendrían sexo con sus chicas y que tiempo después caerían en manos de sus esbirros.
Se apagaron las luces y solo se escuchaban murmullos, en la habitación de al lado solo silencio. Alberto salió al balcón y vio que el ventanal de Tania estaba abierto, abajo sus hombres de guardia esperaban la señal para simular un ataque, así que decidió que era el momento.
Pronto se comenzaron a escuchar disparos y gritos, así como pasos apresurados que entraban y recorrían la casa. Rápidamente, se acercó a la ventana de Tania y la llamo.
- ¡Tania!, ¡Tania!
- Aquí estoy, ayuda.
Entro a la habitación y encontró a Tania bajo la enorme cama.
- ¿Alberto que pasa? Son disparos, ¿verdad?
- Si, alguien está atacando la casa, ven conmigo, yo te cuidaré
Le extendió la mano y ella la tomó, la jalo hacia sí, en el momento en que la puerta se hacía añicos y 4 hombres enmascarados entraban con armas largas en las manos.
- ¡Aaaayyy! (grito Tania).
- ¡Quédate conmigo! (acto seguido la abrazo y el contacto de su cuerpo lo eléctrico totalmente).
- Pero mira que bonitos tórtolos tenemos aquí.
- ¿Qué quieren?
- Pues lo de siempre niño bonito (Alberto pensó que Marcos estaba exagerando, pero le gustó lo que estaba haciendo). Queremos dinero.
- Esta es la casa de mi padrino, no nos hagan daño y se los conseguiré.
- ¿Y si mientras lo consigues, disfrutamos de esta belleza?
- Si la tocas, te juro que morirás.
Los hombres los tenían encañonados y Tania temblaba en sus brazos.
- Ya tranquilo niño (Marcos al notar la mirada de Alberto, le bajo un poco a la intensidad). Vamos a reunirlos con sus amigos y a ganar dinero. Arriba, vamos abajo, si se portan bien, nadie saldrá lastimado.
- Ven Tania, no me sueltes y estaremos bien.
Se encaminaron por el pasillo hacia las escaleras. Abajo sus amigos con las chicas ya estaban en el gran salón, algunos hombres de Alberto parecían heridos (usando sangre artificial para ser más realistas) y estaban maniatados.
- Pues bien que bonito grupo tenemos aquí, (Marcos los miro y luego se dirigió a uno de sus hombres), que te den nombres, teléfono y nombres de sus padres, empresas que tengan, cuando termines, el resto vigílelos mientras hacemos algunas llamadas. Lamento bajarles la borrachera con este amargo despertar niños, pero para mí solo es trabajo, así que no quieran ser héroes o habrá consecuencias.
Terminaron de tomar los datos de todos, como suponía Alberto, dos de las chicas eran solo arribistas que buscaban ganchar a un tipo rico que las sacara de su pobreza, usando sus cuerpos y belleza para subir en el escalón social. Lo sentía mucho por ellas, irían a conocer Tailandia. Rosa y Tania eran hijas de ricos así que si sus padres pagaban, saldrían bien libradas.
- Tú (le dijo Marcos), eres el dueño del lugar, llévame a donde pueda llamar.
- No me dejes Alberto.
- Tranquila Tania, solo le diré donde puede llamar a nuestras familias y regreso, prometo no dejarte sola.
Salió de la habitación seguido de Marcos y dos de los hombres. Llegaron al despacho y entraron quedándose uno como guardia.
- Te pasaste Marcos, de verdad que la espantaste.
- No te preocupes jefe, eso la ablandará para que no te suelte y logres disfrutar de ella. Verás que caerá sólita y la verdad, está bien buena.
- Hey!, quizá me la quede paracaídas la vida, respetarla.
- Ta, bueno patrón. La respetamos y al que se pase, lo mato yo mismo en persona.
- Bien, manos a la obra, hay que comenzar. Rubio, regrésame al grupo y al entrar intentaré forcejear un poco contigo, dame un culatazo suficientemente fuerte para que sea creíble todo esto. Y ustedes a trabajar.
- Como usted ordene, jefe.
Salieron de la habitación dejando a Marcos haciendo llamadas.
Cuando llegaron al salón, forcejearon y Rubio le dio un buen golpe, abriéndole la frente. Las mujeres gritaron y los chicos se alinearon. Tania lo ayudo a sentarse y comenzó a limpiar su herida, rasgando un extremo de su camiseta.
Alberto pensó que la verdadera fiesta apenas iniciaba.
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