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La hija del enemigo

Comienzo

...Narradora...

Luego de ser llamada por su padre por mucho tiempo. Natalia bajó las escaleras con prisa, necesitaba hablar con su padre antes de irse a la Universidad.

_ Señorita Montenegro, su padre lleva mucho tiempo llamándola... _ Una de las empleadas le informa a Natalia.

La chica hace una mueca de disgusto, y deja su bolsa encima de la mesa, afuera del despacho de su padre.

Enseguida, Natalia abrió la puerta del despacho de su padre, dio algunos pasos al interior, sin embargo, las luces del despacho se encontraban totalmente apagadas. Era imposible para ella ver a su padre.

_ Papá..._ Natalia llamó a su padre en voz baja.

El sonido del tacón de la chica, llamó de inmediato la atención del hombre dentro de la habitación.

Natalia __ Padre, ¿Por qué, has apagado todas las luces?...

Ernesto _ Entra, y me verás al final.

Natalia trató de caminar por el despacho, tratando de no golpearse con algún mueble. Al llegar al fondo y donde ella sabía que estaba el escritorio de su padre, se detuvo y encendió la lámpara.

Natalia se asustó mucho al ver al hombre sentado detrás del lujoso escritorio.... Aunque, físicamente el hombre sentado detrás del lujoso escritorio era el mismo, la manera en que la miraba era muy diferente.

En ese momento, Natalia usaba una falda corta de color morada, y una blusa de tirantes morada, y dejaba caer su corto cabello por sus hombros.

El hombre la miraba de una manera muy diferente al de padre e hija... Más bien la miraba como a una mujer hermosa a la cual deseaba tener en su cama.

Natalia no soportó por mucho tiempo el incómodo momento, así que fue ella la que habló primero.

Natalia __ Se rápido, mi novio me está esperando abajo.

Ernesto __ No vas a ir a ningún lado. Desde ahora eres una mujer comprometida, y no te vas a poder exhibir con otro hombre por la calle.

En el rostro de Natalia se reflejó una gran confusión. No lograba entender qué es lo que su padre trataba de decirle.

Natalia __ No estoy para bromas, Fabián me está esperando afuera. Y no quiero hacerlo esperar.

Natalia se dio la vuelta, para marcharse lo antes posible de allí. No obstante, se escuchó un fuerte sonido detrás de ella.

Ernesto había arrojado al suelo, el retrato de su familia, ocasionando que los cristales cayeran hasta los pies de Natalia.

Natalia lentamente fue volteando a ver a su padre. Al ver la foto de su familia totalmente destrozada, la chica quedó atónita.

Era la primera vez que su padre hacía algo tan cruel. Ernesto, mejor que nadie, sabía lo que significaba esa foto para cada uno de los miembros de esa familia.

Natalia __ ¡¿Qué te pasa, porque has roto la única foto que teníamos en familia?!...

Ernesto _ Hablaremos de lo que me interesa, y por supuesto no es esta foto ridícula...

Natalia, por un momento, pensó que el hombre delante de ella, no era su padre, sino un impostor qué trata de robarle la vida a su padre...

Natalia __ ¿Quién eres tú?...

Ernesto __ Seré muy claro, para que me entiendas, niña estúpida...

Ernesto se levantó de la silla, colocado sus manos delante de él... Se miraba imponente, sus ojos eran cómo dos animales feroces...

Ernesto __ Soy Ernesto Montenegro, y voy a casar a mi adorada pequeña con un hombre a quién le debo millones de dólares...

Natalia dio dos pasos hacia atrás, al estar casi cerca de la puerta, Natalia comenzó, hablar de nuevo.

Natalia _ ¡No me casaré con ese hombre, no me importa si le debes una fortuna!... No me voy a casar y es mi última palabra…

Ernesto planeaba casar a su segunda hija con un hombre muy poderoso en el bajo mundo. Lawrence es el rey de la mafia Italiana. Un hombre temido y como el suficiente poder para acabar en un segundo con su vida.

Sin embargo, Natalia no estaba dispuesta a dejarse intimidar por su padre y mucho menos por el hombre que la estaba comprando.

Ernesto _ ¡No te estoy pidiendo tu opinión!... Tu boda con ese hombre será el fin de mes.

Natalia abrió la boca sin poder creer lo que su amado padre la quería obligarla a hacer.

Natalia agarró su bolso y se apresuraba a salir del despacho de su padre. No quería estar ni un solo segundo más allí...

Sin embargo, cuando lo iba a salir del despacho... Ernesto dio un fuerte grito, ocasionando que Natalia se detuviera de golpe.

Cada músculo del cuerpo de Natalia se quedó paralizado. Era la primera vez que su padre la trata de esa manera tan cruel.

Ernesto __ ¡BASTA!...

Ernesto __ Sí, no haces lo que te estoy pidiendo. Llamaré al hospital dónde está tu hermana Sofía internada y daré la orden de que la vuelvan más loca de lo que ya está... Esa niña sufrirá mil veces más a lo que estos años ya ha sufrido.

Natalia lentamente fue giró a ver a su padre. En su vida, se imaginó que él se atrevería a chantajear con volver más loca a su hermana mayor.

Sofía era una niña normal, sin embargo, un día todo su mundo se volvió negro. Unos hombres las secuestraron a las dos, cuando tan solo tenía una edad corta.

Las dos estuvieron encerradas por más de una semana en una casa abandonada. Natalia fue encerrada en una de las habitaciones, mientras que Sofía fue encerrada en otra.

Al ser dos años menos, Natalia no recordaba muchas cosas de lo que sucedió cuando las secuestraron.

Solamente recordaba que había un chico, al que apodaban el diablo la cuidaba y les daba de comer. Natalia fue protegida por ese chico hasta el momento en que las rescataron...

Lamentablemente, Sofía no corrió con la misma suerte que ella. Sofía fue torturada, hasta el día en que las rescataron. Sofía se fue volviendo loca al recordar el infierno que vivió en ese encierro.

Natalia __ Eres un hombre tan cruel, cómo para hacerle daño a tu propia hija... Sofía fue abusada por no sé cuantos malditos, ¡Y ahora tú la quieres seguir torturando!...

Ernesto sonrió, caminando lentamente a donde estaba Natalia parada. Al llegar a ella, Ernesto levantó su mano, y la dejó caer sobre el rostro de la chica...

Natalia por poco pierde el equilibrio y caí al suelo, por suerte, la puerta se encontraba a una distancia muy corta.

Ernesto _ Soy mucho más cruel de lo que te puedes imaginas, no solo le puedo hacer daño a tu hermana sino también a tu madre y a tu verdadero padre.

Natalia __ ¿Qué estás tratando de decir?... Tú no eres mi padre.

Natalia __ ¡¿Quién demonios eres?!...

Ernesto agarró a Natalia del cuello, para después levantarla suavemente con fuerza por el aire. Al ser una chica muy delgada, Natalia fue presa fácil de su tío Marcelo...

Ernesto __ Mi nombre es Marcelo Montenegro, son el hermano gemelo de tu padre...

Natalia trató de lucha con las últimas fuerzas que le quedaban. Sin embargo, cada vez que ella trataba de luchar, Marcelo apretaba con más fuerza su cuello. Para así, ocasionar que el aire dejaba de entrar a los pulmones de Natalia.

Cuando, Ernesto vio que Natalia iba cayendo inconsciente entre sus manos. Las soltó provocando que el cuerpo de Natalia se llevara un fuerte golpe en la espalda.

Ernesto agarró a Natalia del cabello, obligándola a mirarlo a los ojos. Natalia quería negarse, pero le fue imposible, la mano de su tío la tenía sometida a su voluntad.

Ernesto __ Ahora hay una cosa más importante que debes saber. Una de ellas, es que no eres solo una en este miserable mundo, sino que hay una copia de ti, mucho más hermosa que tú... Su nombre es Lorett.

Ernesto __ Lorett es mi más grande orgullo, lamentablemente, ella ocasionó un accidente, donde dejó en sillas de ruedas a un hombre muy poderoso. Ese hombre es Lawrence Chop… Le apodan el demonio...

Ernesto __ ¿Sabes por qué le apodan el demonio?... Es un miserable, que no va a tener ningún tipo de piedad con mi niña... Y a que ella sea lastimado a que su hermana gemela lo sea, mil veces, prefiero que la niña que no se crio conmigo sea sacrificada...

Natalia __ ¡Estás loco!...

Natalia cerró los ojos, tratando de que todo fuera una horrible pesadilla, y ese hombre no existiera en su vida.

Una confesión

El cuerpo de Natalia se encontraba paralizado. Era imposible que ella pudiera mover un solo músculo de su delgado cuerpo.

Su respiración se volvió tan lenta, sus lágrimas fueron cayendo por sus mejillas, como si se trataran, de cascadas de agua salada.

__ ¡Suélame!... __ Natalia intentó susurrar con dificultad.

Ya que la mano de su tío estaba ejerciendo mucha fuerza en su cuello. No obstante, Marcelo no tenía ninguna intención de soltar a la chica.

La mano derecha de Marcelo sostenía con fuerza el cuello de Natalia, mientras que con su mano izquierda agarraba dolorosamente el cabello de Natalia.

__ No podrás escapar de mí, solo casada con Lawrence, es que podrás liberarte de mí... _ Dijo Ernesto con frialdad.

__ No voy a ocupar un lugar que no me corresponde...

__ ¡Tú y esa mujer se pueden ir al infierno!... _ Dijo Natalia, negándose por completo a ocupar un lugar que no le corresponde.

__ Está bien, no ocupes el lugar de mi princesa al lado de ese hombre. Pero, verás a tu familia desangrar delante de tus ojos..._ Mencionó Marcelo agarrando con más fuerza a Natalia.

__ ¡No te atrevas a lastimar a mi familia!... _ Gritó Natalia con dificultad.

Marcelo no estaba dispuesto a soltar a Natalia, hasta que ella ocupara el lugar de Lorett.

Ya que Lawrence muy vengativo, y ahora que no podía caminar, la vida de su adorada Lorett sería un calvario.

__ Voy a comenzar por la loca de tu hermana, la llevaré a un lugar que la va a hacer recordar lo que vivió de niña. Para después arrebatarle la vida..._ Dijo Marcelo, deseando causar el peor de los miedos en Natalia.

La cara de Natalia se puso pálida, sus labios intentaban gritar, pero su garganta estaba bloqueada por algo muy grande.

__ ¡Estás impresionada con todo lo que te he dicho, espera escuchar la mejor parte de esto!... _ Dijo Marcelo a Natalia, con una enorme sonrisa entre sus labios.

_ No..._ ¡No quiero escucharte!... _ Se esforzó la chica para decir esas palabras.

Natalia no podía creer que todavía hubiera algo peor que todo lo que su malvado tío había contado con tanta crueldad.

_ ¡¿No quieres escuchar?!... _ Murmuró Marcelo, pasando sus labios por el oído de Natalia.

__ ¡Suéltame!...

__ Me niego a escuchar algo más..._ Gritó Natalia con voz cortante.

Marcelo no tenía ninguna intención de dejar a Natalia irse, sin haber cumplido con su objetivo.

__ Hace cincuenta años, mi madre fue obligada a dar a luz a un niño varón para un hombre de la mafia. Al ser una mujer muy hermosa, Catalina fue comprada, por el hombre que se consideraba el rey de la mafia Rusa... Desde el primer momento en que la vio, Marcelo quedó fascinado con su belleza que tenía Catalina. Sin embargo, ella era una chica rebelde. Y fue muy difícil para un hombre como lo era él, tener que dominar a Catalina con cariño... Catalina dio a luz a dos niños varones al poco tiempo. Uno de ellos fue tu padre y el otro fui yo. Por una extraña razón, tu padre fue alejado de toda la porquería a la que yo fui expuesto. Mi vida como único hijo de ese hombre fue un verdadero infierno... Mientras que la vida de Ernesto fue todo lo contrario... Él tuvo a una hija llamada Sofía con la mujer a la que amaba, se casó y vivió de lo más normal... Al saber que tenía un hermano gemelo, investigue toda su vida, y un día me hice pasar por él, mientras estaba de viaje. Quería saber lo que se sentía tener una familia, pase varias semanas ocupando el lugar de Ernesto con su familia... Hasta que tu madre quedó embarazada de mí... Ernesto regresó a las pocas semanas. Al verme ahí, jugando con su familia, Ernesto me quería matar... Pero, yo lo golpeé tanto que fue a dar al hospital. Ernesto no era rival para mí, en ningún sentido... Después solo me fui, dejando a su mujer embarazada de mí.

Marcelo hizo una corta pausa, antes de continuar contándole todo a Natalia. La chica no dejaba de temblar, para Natalia escuchar todo eso, era muy pesadilla.

__ Pensé que, Ernesto iba a obligar a su esposa abortar. Ya que para ningún hombre era aceptable que su esposa estuviera embarazada de su hermano. Pero no, él desapareció con ella por mucho tiempo... Al llegar el momento de que ella diera a luz a mi hijo, investigue dónde estaban, quería conocer a mi futuro heredero... Al saber todo, cuando llegó el momento fui al hospital y vi nacer a mis dos hijas, lamentablemente ninguna fue varón. Agarré a la primera niña que nació y me la lleve... De nuevo había ocupado el lugar de Ernesto, únicamente para ver a mi hijo nacer... Para un hombre como yo no fue ningún trabajo lograr que Ernesto desapareciera por un tiempo y ser yo quién ocupara su lugar... Pasaron algunos años, tú y tu hermana jugaban alegremente en un parque. Por desgracia para ustedes, confundieron a Ernesto conmigo. Y se llevaron a las dos niñas, para castigar a su padre... Las dos niñas fueron torturadas hasta su rescate. Sofía no pudo con aquella tortura, era igual de débil que su maldito padre. Pero tú, eres hermosa, y gracias a tu belleza, fuiste protegida... Eres una digna hija mía...

Natalia no querían continuar escuchando todas las cosas crueles, que ese hombre le había hecho a su familia.

__¡Eres un monstruo!... _ Natalia levantó la voz con fuerza.

__ ¡Cállate!...

__ ¡Como, te atreves a llamar monstruo al hombre que te dio la vida!... _ Marcelo le dio una fuerte bofetada a Natalia.

Estaba cansado de que la chica fuera más rebelde que Lorett... Al verse acorralada, Natalia estiró su mano, intentando encontrar algo con lo que pudiera defenderse, y así poder escapar de Marcelo.

Cuando estiró un poco más su mano hacia la derecha, logró agarrar algo, aunque sintió que le cortaba la piel, Natalia lo agarró con fuerza.

Era un trozo de cristal de la foto que Marcelo arrojo al suelo... No importaba que el trozo de cristal, fuera cortando su piel, Natalia lo sostuvo con fuerza, para poderse defender.

__ Debes ocupar el lugar de Lorett en la vida de Lawrence, O voy a ir matando a cada uno de tus padres, incluyendo a la loca de tu hermana. _ Volvió a amenazar Marcelo con más frialdad.

Natalia no pudo seguir escuchando la manera tan cruel con la que Marcelo hablaba… Sin pensarlo, Natalia agarró el trozo de cristal y lo clavó en el cuello de su tío.

__ ¡Muere de una maldita vez, desgraciado!... _ Exclamó Natalia cegada por el odio.

La sangre de Marcelo, comenzó a llenar el cuerpo de Natalia. Lentamente las manos de Marcelo fueron soltando el cuerpo de la chica...

Natalia empujó con fuerza el cuerpo de su tío, que todavía no caía inconsciente... Por desgracia, para Natalia, Marcelo era un hombre a que estaba acostumbrado a ese tiempo de heridas.

La chica se alejó de inmediato del hombre, sus manos se encontraban totalmente llenas de Sangre.

Marcelo trataba de ejercer fuerza en la herida, para evitar que perdiera más sangre. Necesitaba ganar un poco más de tiempo, su adorada hija no tardaba en llegar...

_ ¡No será tal fácil vencerme, solo eres una mocosa!... __ Murmuró Marcelo.

Natalia se apresuró a salir a la salida, cuando Marcelo reaccionó y se soltó la mano del cuello, para golpear con fuerza el rostro de Natalia.

__ ¡No vas a poder escapar de mí!... _ Exclamó Marcelo con un inmenso odio en contra de su hija...

Natalia entró en pánico, pero, logró golpear en medio de las piernas de Marcelo... Al caer arrodillado Marcelo, Natalia se alejó un poco, para coger una estatuilla de bronce que su padre tenía en su despacho...

Natalia deseaba matar al hombre delante de ella, pero, cuando estaba por golpear la cabeza de su progenitor, escuchó el sonido de unos tacones acercándose al despacho...

Un golpe

...Narra Natalia...

Mis manos, como gran parte de mi cuerpo se encontraba cubierto de sangre. Me esforzaba como nunca lo había hecho, para evitar derramar lágrimas.

No quería que este hombre me viera derramar lágrimas, no importa si eran de dolor, o de frustración. Me sentía profundamente herida de mi alma.

Sin embargo, no lo iba a demostrar delante de este miserable... Entre mis manos tenía una estatuilla de bronce, que mi padre amaba celosamente.

La había comprado en uno de sus viajes a Australia, decía que era su amuleto de la suerte, y que era algo muy valioso para él. Lo repitió tantas veces que ya lo sabía de memoria...

_ ¡No eres suficientemente valiente, para terminar con mi vida!... _ Me dice con valentía.

Sin darse cuenta de que él es quién está arrodillado delante de mí. En mis manos, tenía la oportunidad de matarlo y vengar todo el daño que les ha hecho a mis padres.

Delante de mí, tenía al hombre más miserable que pudiera existir en todo el mundo. Había hecho cosas terribles en contra de mis padres, y de mi hermana mayor.

Siendo, Sofía, una niña, fue obligada hacer cosas horribles que causaron su locura... Todos estos años, mi pobre hermana, no ha podido borrar de su mente la tortura que vivió en ese infierno.

Ella ha sufrido tanto, que no merece continuar sufriendo por la culpa de este maldito perro. Entre mis manos tenía el arma, para acabar de una vez con este desgraciado.

__ ¡¿Qué ocurre, no puedes terminar de matarme?!... _ Me provocaba cada vez más con sus palabras.

Mis manos temblaban como nunca antes lo habían hecho, mi corazón palpitaba de una manera sorprendente.

Lo único que deseaba era matar a este hombre, sin embargo, la muerte sería muy poco castigo para lo que se merece por todo el daño que les causo a mis padres.

El dolor que le ha causado a mi familia, es indescriptible. ¡Cada una de las cosas, que acaba de decirme, se ha metido en lo más profundo de mi mente!...

Simplemente, no puedo borrar de mi cabeza, las cosas tan crueles que ha hecho. La manera en que me ha confesado como se hizo pasar por mi padre para embarazada a mi madre, la manera en como se burla, cuando habla del infierno que vivió mi hermana, por su culpa

_ ¡Eres una niña idiota!...

_ Deseas convertirte en la heroína de tu miserable familia... Pero, ¡Nunca, vas a poder salvar a ninguno!... _ Dijo sin quitar su mirada de mí.

Solté el primer golpe, golpeando su cabeza con poca fuerza, pero, la suficiente, para abrirle la cabeza y que su sangre cayera con más fuerza.

Sin embargo, al parecer no causo el suficiente daño. Este maldito parecía inmortal, su maldita sonrisa burlona era difícil de borrársela…

__ ¿Crees que vas a poder vencer a un hombre, que ha sido torturado miles de veces?...

_ ¿Crees que vas a poder hacerme algún tipo de daño?... ¡Eres muy ingenua!... _ Mencionó estirando su mano...

Rápidamente, esquivé su mano, y levanté un poco más el objeto que traía entre mis manos, ya había golpeado una vez su cabeza, no me importaría volver hacerlo...

__ ¡Cállate, de una maldita vez!..._ Estaba perdiendo la poca paciencia que me quedaba... _ Grité furiosa.

_¡No vas a poder salvar a ninguno miembro de maldita familia!...

__ ¡En el lugar donde están es imposible entrar y salir con vida!... _ Gritó furioso Marcelo, mientras que sus manos ejercían mucha fuerza en la herida...

__ ¡¿Dónde está mi familia?!... _ Le pregunté en voz baja.

Marcelo hizo una mueca burlona, por algunos segundos, solo se burló de la desesperación que sentía por no saber donde estaba mis padres y mi hermana.

_ Para poder salvar a cada uno de tu familia, debes casarte con Lawrence... _ Susurró con burla.

Era imposible que me case con ese tal Lawrence, debe de ser un viejo, horrible, igual o mucho más cruel que este maldito...

El cual debe estar odiando a la tal Lorett, por haber causado que estuviera en una silla de ruedas... Mi vida a su lado se convertiría en el peor de los infiernos, y yo no tengo por qué pagar por algo que ocasionó esa mujer.

__ Me crees tan idiota, para creerte, que solo casada con ese hombre podré salvar a mis padres.

__ ¡No!...

__ Estás muy equivocado... No voy a caer en algo tan estúpido... _ Le mencionó agarrando con más fuerza, lo único que me podía salvar...

__ Eres la niña más estúpida que he conocido, ¡Cobarde, además!...

__ No serías capaz de matar a tu propio padre... _ Mencionó el idiota con burla.

Cuando estaba por golpearlo de la cabeza de este desgraciado, escuchó el sonido que hacen los tacones detenerse afuera de la puerta.

Me asusté, lo reconozco. Nunca en toda mi vida me había enfrentado algo tan estresante, y traumático; como lo que me estaba sucediendo.

Delante de mí, tenía a un hombre arrodillado, cubierto de sangre que yo misma provoque. Eso no era lo peor, lo peor era que era idéntico al hombre que siempre he considerado como padre.

Ernesto, sin duda a sido un hombre excepcional, un verdadero padre, aunque últimamente, tuvimos unas discusiones, por mi novio, él ha sido un magnífico padre.

Me ha apoyado en todo, estaba a unos días de irme de esta país, y vivir en Manhattan. Quería vivir sola en otro país, vivir alejada de mis padres y estudiar una carrera que tuviera que ver con la mente humana, para poder ayudar a mi hermana a salir de todo ese infierno.

_ Tienes suerte, ..._ Susurré antes de golpear la cabeza de este hombre.

Cayó inconsciente a mis pies, su cabeza, como si cuello sangraban violentamente... Agarré con más fuerza la estatuilla de bronce, qué ahora estaba bañada con la sangre se esté desgraciado.

La levanté de nuevo con toda la intención de matarlo. Pero, en ese instante, la voz de afuera me dejó en alma congelada.

__¡Papá! ¿Todavía estás ahí?... _ Esa voz era idéntica a la mía, me sorprendí demasiado.

_ Papá, estás allí... ¡Necesito hablar contigo!...

Mi cuerpo se quedó congelado, mis manos no dejaban de temblar, estaba por conocer a mi hermana gemela... Tenía el cuerpo de su padre a mis pies, todo lo que estaba sucediendo era tan fuerte, que ni respirar podía...

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