Bruce Spencer nació en San Francisco, Estados Unidos, en una de las familias más importantes de ese país. El lo tenía todo, dinero, salud y un gran amor de sus padres.
A la edad de catorce años, tuvo un accidente mientras viajaba con sus amigos, y quedó completamente ciego, su familia se encargó de pagar los mejores especialistas, pero por muchas cirugías que se hizo, no pudo volver a ver. Eso lo convirtió en un hombre amargado e insensible.
Su madre intentó hacerlo feliz y le consiguió una esposa.
Una bella mujer de buena familia, Bruce se casó sin ganas al igual que ella, el sabía que ella sólo había aceptado por qué su familia tenía problemas económicos. Y cómo ella lo usaba, el decidió hacer lo mismo, usarla para satisfacer sus necesidades, con el paso de los meses, se dió cuenta de lo malo que era con ella y decidió ser un mejor esposo, Pero ya era tarde, ella no quiso seguir con el, dijo que se había enamorada de alguien más, le pidió el divorcio y se marchó, Bruce no se puso triste, al contrario, se sintió aliviado. El mejor gesto que podía tener hacia ella era darle su libertad sin objeción.
Unos meses más tarde, su madre le consiguió otra esposa. Está vez era una mujer de clase medía, que accedió a casarse para tener una vida más acomodada, pertenecer a la familia Spencer era algo muy codiciado, y no importaba si era un ciego o un deforme, cualquiera querría casarse con un miembro de esa familia, Bruce tenía apenas 19 años, y ya estaba en un segundo matrimonio. De nuevo se portó cómo un idiota con ella. Razón por la cual la chica terminó en los brazos de su hermano mayor. La descubrió un día mientras regresaba de ver a su médico, escuchó cómo ella gemía en los brazos alguien, y por su voz supo de quién se trataba.
No espero mucho y se volvió a divorciar, también le pidió a su madre que dejará de intentar hacerlo feliz con mujeres. Lo que quería era viajar. Tal vez no podía ver el mundo, pero podía sentirlo, y quería alejarse de su familia. Aunque lo de alejarse no le fue posible, ya que su madre lo acompañó a su viaje. Ella quería cuidar de él, sentía que algo malo le pasaría si viajaba sólo.
...— — —...
Por otra parte tenemos a Camila Jiménez, una niña de 9 años, que vive en Chiapas, al lado se su madre, su padre y sus tres hermanos. Ella no los quiere cómo debería, pues cuándo nacieron toda la atención de sus padres se fue a los trillizos. Ella se sintió excluida, por lo que prefirió la soledad. A ella le encanta vagar por las calles, los campos y en general todos lados, un día mientras camina por un hermoso río se encuentra con Bruce. El está muy cerca de la orilla y la corriente es muy fuerte, supone que es un turista, y seguro no sabe que el agua en estos tiempos es peligrosa. Bruce se está acercando casa vez más a la orilla, así que ella le toma la mano para que no continúe avanzando.
— ¿Acaso no ve que la corriente está brava? ¿Es ciego o qué? — Lo regaña ella, y el parece no entender nada de lo que dijo. Ella más enojada le repite lo mismo pero ahora en inglés. — Can't you see that the current is rough? Is he blind or what?
Bruce que no está acostumbrado a ese tipo de trato, se pone a la defensiva.
— Nobody asked you for help. You can go. ( Nadie te pidió ayuda. Puedes irte) — Camila observa los ojos de el, se da cuenta de que hay algo extraño en ellos.
— I'm going now. ( Ya me voy) — Dice y se aleja unos pasos. Espera en un lugar y luego el la llama.
— Did you really leave? ( ¿De verdad te fuiste?) — Pregunta y no escuchá una respuesta. — YOU ARE INCONSIDERATE. (ERES UNA DESCONSIDERADA) — Grita el muy enojado. — ¿How can you go and leave me alone? I don't know, did you realize that I'm blind? (Cómo se pudo ir y dejarme sólo. ¿No se dió cuenta de que soy ciego? )
Camila siente tristeza al escucharlo. Se acerca a el y nuevamente toma su mano.
— I didn't leave. If you are lost I can help you. I know the whole field and all the hotels in the town. (No me fui. Si está perdido puedo ayudarlo. Conozco todo el campo y todos los hoteles del pueblo). — Bruce se conmueve un poco con la chica. Pero no lo demuestra. Le dice el nombre de su hotel y ella lo lleva. En el camino ella le pregunta por qué no lleva un bastón, el responde que perdió el que tenía.
— Your voice sounds very girlish. And you look short. How old are you? (Tu voz suena muy aniñada. Y pareces bajita. ¿Cuántos años tienes?) — Pregunta el.
— Nine. (nueve) — Responde ella. El le pregunta por qué sabe hablar inglés si es tan pequeña. Camila le responde que su madre es profesora de inglés, y le enseñó. Se van platicando todo el camino, pero nunca se dicen el nombre del otro.
Cuándo llegan al hotel unos hombres corren al encuentro de Bruce, le preguntan si se encuentra bien y el asiente. Luego le da las gracias a Camila.
— De nada. — Le dice ella y le da un beso en la mejilla. — Eres hermoso. — Le dice en español, así el no la entenderá. Luego se marcha con las mejillas coloradas. Bruce le pregunta a los hombres que están a su lado que fue lo que dijo la niña. Ellos se lo repiten en inglés y eso le saca una sonrisa.
Su madre que vio lo que acaba de pasar, se sorprende. Ya que su hijo no ha sonreído así en mucho tiempo.
Si la niña fuera más grande pensaría en casarla con el, pero al ser tan pequeña ella no se atreve. Además de que la diferencia de edad se nota mucho.
El tiempo pasa y Bruce se casa nuevamente. Ya es su tercer matrimonio, y en éste empieza a desarrollar problemas mentales, un médico le diagnóstica TLP (trastorno límite de la personalidad)
Todo empieza con el engaño de su madre, la cuál le dice que está vez su esposa lo ama, el entonces trata bien a la chica, al menos es respetuoso con ella.
Por desgracia,.unas semanas después descubre la verdadera razón de su matrimonio, al parecer la chica fue obligada a casarse por ser ilegítima. Descubrir la verdad le provoca mucha rabia, resentimiento y dolor, no sólo para su esposa, también para su familia. Y es dónde sus problemas inician, se pone paranoico, ya no puede confiar en nadie, y si antes tenía un mal carácter, ahora se puso mil veces peor. Su matrimonio nuevamente se derrumba.
Dos años después se casa nuevamente, el se empieza a preguntar por qué siempre lo casan a el. Y no a su hermano mayor
Con su cuarta esposa está dispuesto a que funcione. Ya no quiere volver a casarse. En un principio todo marcha bien, su esposa es una mujer muy "amable" lo cuida mucho y se preocupa por el, incluso le sugiere que se vuelva a operar. Tal vez ahora funcione.
El se anima, vuelve a una clínica y decide agendar una cita, pero lo mantiene en secreto, así nadie se decepcionara si el no recupera la vista, el proceso es tardado, mientras espera, su esposa lo sigue tratando bien. El siente que al fin encontró a la mujer indicada, una mujer que si lo ama, y lo mejor de todo es que cuándo lo operan el recupera la vista.
Está más feliz que nunca, pero decide ocultar su felicidad por unos días. Quiere saber cómo es todo a su alrededor. Primero va a la empresa, dónde los empleados en su cara se burlan de su ceguera, el actúa cómo si aún no pudiera ver. Sube a trabajar unas horas.
Después se regresa a su casa y ve a su bella madre. Ella ahora tiene unas cuantas canas y líneas de expresión en el rostro. La abraza y le dice que se ve hermosa. Ella le pregunta cómo lo sabe, pues ignora el hecho de que se operó, a lo que el responde que tocando su rostro es suficiente para saberlo.
Posterior a eso sube a conocer el rostro de su esposa. Ella es una mujer realmente bella, tiene las mejillas coloradas, los ojos verdes, pestañas largas, una cintura muy pequeña y piernas hermosas. Queda satisfecho con la apariencia.
Su esposa se gira para verlo, le pregunta si pasa algo. A lo que el responde que nada. Finge que no puede acercarse a ella y está lo ayuda. Estando cerca la besa y hacen el amor sobre la cama.
Los días pasan con normalidad, el está por confesar que recuperó la vista, y se lo quiere decir de una manera especial, por lo que le dice que no llegará en toda la noche, pero que por favor no salga con sus amigas.
El se va de la casa y regresa a las 12, la quiere llevar a un restaurante exclusivo para celebrar. Todos en la casa ya están dormidos, el sube a su habitación aún fingiendo estar ciego, y encuentra a su hermano y esposa besándose. Cómo ellos no saben que el ya puede ver, su hermano intenta salir sin hacer ruido. Bruce decide fingir que nada pasa. Pregunta a su esposa si ya está dormida, ella con voz suave responde que aún no. Y pregunta por qué regresó si se suponía que no iba a llegar.
Bruce se decepciona mucho de ella. Pero decide no decir nada. Esa noche tienen intimidad y la trata rudamente. A su esposa parece gustarle, cosa que lo enfurece y se pone más salvaje.
Los días siguientes no deja de intimar con ella, hasta que se aburre de eso, antes de echarla le pide que se realice una prueba de embarazo, quiere tener la certeza de que ella no lleva un hijo suyo. El se protegió en todas las ocasiones, pero prefiere estar seguro.
Ella se hace la prueba y sale negativa. Ahora si la echa a la calle. Su madre no entiende esa conducta. El se veía enamorado de su esposa, y hasta ahora era su matrimonio más largo. El no le cuenta sobre la infidelidad. Se limita a decir que no iba a funcionar. Y que no la amaba.
Después de ese matrimonio se casa dos veces más. Las dos mujeres resultan iguales a las demas. Y sus problemas mentales siguen empeorando. Cosa que le preocupa mucho a su madre.
Foto de Bruce Spencer.
Camila sigue viviendo en Chiapas, con su familia, han pasado cinco años desde su encuentro con Bruce, ella ahora tiene 14 años.
Sigue siendo solitaria, ella dice que es feliz así. Pero sus padres saben que miente, y que no le han prestado la atención suficiente, por lo que deciden irse de viaje con toda la familia, al lugar que ella elija.
Camila está feliz de al fin tener un poco de atención. Sus padres los llevan a una tienda para comprar cosas, uno de sus hermanos se esconde en ella y no lo encuentran, la culpan a ella por no cuidarlo bien y Camila se enoja.
— Ojalá ustedes tres desaparecieran de mi vida. Los odió. — Dice a sus hermanos de seis años. Sus padres la regañan por decirles palabras duras. Ella se molesta aun más. — Ya no quiero ir a ese estúpido viaje. ¡Váyanse ustedes con sus hijitos.! — Grita enojada para después irse a su casa. Sus padres cómo castigó la dejan. Camila pasa una semana completamente sola, ya está acostumbrada a eso, pero le duele que realmente la hayan dejado.
Mientras ella ve la televisión alguien toca la puerta, ella se sorprende al ver a su tía ahí.
— ¿Mis padres te mandaron? — Pregunta ella. — No te preocupes por cuidarme. Yo puedo hacerlo sola.
— Tus padres tuvieron un accidente. — Dice la tía con tristeza en los ojos.
— ¿Qué? — Ella se preocupa y quiere ir a verlos. — ¿En qué hospital están?
— Ambos murieron. — Las piernas de Camila se debilitan, ella está por caer pero su tía la sostiene.
— ¿Mamá y papá me dejaron? — Unas lágrimas empiezan a correr por sus ojos. — ¿Y mis hermanos? ¿Ellos también murieron?
— No. Ellos están bien.
— ¿Por qué? ¿Por qué se fueron mis padres y no mis hermanos?
— Camila no digas eso. — Regaña su tía.
— Eso es lo que siento. Yo quiero a mis papás. — Camila sigue llorando sin poder controlar su llanto.
Al día siguiente va al funeral de su familia, sus hermanos no están ahí, ella siente su corazón preocupado al no verlos. Pero finge que no. Ese día le dan la noticia de que ahora su tía será tutora de ella y de sus hermanos. Pero la tía elige quedarse sólo con ella. Pues le será difícil cuidar de tres niños pequeños.
Su tía se muda a la casa de Camila, vive ahí varios meses, Camilla a pesar de al fin tener atención sólo para ella, extraña a sus hermanos, cada domingo va a visitarlos, y les lleva chocolates, ellos se alegran mucho con ese pequeño gesto, pero ya no quieren vivir en ese lugar. Le piden con lágrimas en los ojos que los lleve con ella.
Camila hace lo posible por convencer a su tía. Pero no sale como quiere. Pues ella no tiene dinero suficiente para mantener a los pequeños. O eso le hace creer. Ya que los padres de Camila si le dejaron dinero para que vivan cómodamente por unos años.
— — —
Tiempo después, en San Francisco, Bruce encuentra a su esposa nuevamente con su hermano.
— ¿Quién está ahí? — Pregunta el fingiendo ceguera. Su hermano sonrie burlonamente, e intenta salir de su habitación — Si tanto te gustan mis esposas, ¿por qué no te casas tu con ellas? — Le pregunta molestó a Luis. Este se sorprende.
— ¿Cómo sabes que estoy aquí?
— Tú perfume es asqueroso. Deberías ocultarlo mejor.
— Ja. — Rie el. — No me gustan tus mujeres. Sólo me gusta tenerlas.
— Quédate con ella. Tiene buen cuerpo según he notado. No sé si es bonita, pero quiero pensar que mamá no me casaría con una fea.
— Es bonita. — La esposa permanece en la cama sin decir nada.
— Si estás desnuda cámbiate. Y lárgate de mi casa. — Le dice el a la mujer. Está le hace caso de inmediato.
— Ya he perdido la cuenta. ¿Este es tu quinto o tu sexto matrimonio que sale mal? — Pregunta su hermano burlonamente.
— Es el sexto. — Responde el sin inmutarse. — Gracias por hacer que me divorcié nuevamente, ella ya me había cansado.
— Yo esperaba que me golpearas. ¿Pero como podría un ciego como tú hacer eso? — Bruce se enoja, a pensar de ya no ser ciego todavía le afecta que se lo recuerden. El tiene un episodio de su enfermedad. Se pone agresivo y rompe todo lo que encuentra. Su hermano se burla de el, y su madre va a intentar calmarlo.
— ¿Qué lo puso mal está vez?
— No se madre. — Luis finge preocupación. Bruce sigue mal, y no tienen más remedio que encerrarlo.
Cecilia intenta buscar una solución a su problema, ella siempre penso que el amor podía solucionar su amargura, pero sólo ha conseguido empeorar su salud. Ahora sus episodios agresivos duran hasta una semana, y lo peor de todo es que el se olvida de lo que hace. En ocasiones recuerda, y en otras no. Lo ha llevado a Psicoterapia, pero no le ha dado resultados.
Ella recuerda a la niña de Chiapas. Lo linda que fue con Bruce. Y la enorme sonrisa que le provocó su comentario sincero. Cecilia entonces decide viajar a Chiapas. Ahi encuentra de nuevo a Camila, ella ahora tiene 15 años, y trabaja en el hotel dónde ella se hospeda. Es camarera.
— Sólo tiene 15. No puedo hacerlo. — Piensa Cecilia con culpa. Pero su sentimiento no la detiene. Le ordena a uno de sus hombres averiguar todo sobre ella. Es un pueblo pequeño, por lo que rápidamente se entera de todos los detalles. Incluso del más mínimo.
Cecilia piensa que ella es la mujer indicada, hará lo que sea para que Camila y su hijo se enamoren. Ella sólo podrá morir tranquila el día que lo vea enamorado de alguien. Por eso lo ha casado tantas veces. Y espera que esté séptimo matrimonio sea el definitivo.
Camila recibe la noticia de que una mujer la busca. Ella va al encuentro y ve a Cecilia.
— Hola. ¿Me llamó?
— Así es. Toma asiento. — Camila se sienta algo preocupada, tené haber ofendido a la señora y que la despidan. — Adoptaré a tus hermanos. — Le cuenta Cecilia.
— ¿Qué?
— Esos trillizos son encantadores. Los conocí y me enamore de ellos. — Camila está sin hablá, sabe que la mujer no es de esté pueblo, así que probablemente se los llevará lejos de ella.
— Por favor no se los llevé. Yo pronto seré mayor de edad y pediré la custodia de ellos.
— Te falta mucho tiempo. Apenas tienes 15 años.
— Por favor no me separé de mis hermanos. Son lo único que me queda.
— ¿Qué hay de tu tía?
— Ella me abandonó. Se fue sin despedirse. Yo sé que no me conoce, pero no soy una mala persona, mis hermanos estarán bien conmigo.
— ¿Quieres permanecer al lado de ellos?
— Si.
— Entonces ven conmigo.
— ¿Qué?
— Tus hermanos se irán cómo mis hijos, y tú puedes irte cómo mi nuera.
— No entiendo.
— Tengo un hijo complicado, y quiero casarlo, creó que eres adecuada para el.
— Pero yo... Yo apenas tengo 15, no soy mayor de edad, es imposible que me casé.
— Nada es imposible, conseguire un permiso de tu tía.
— Ya le he dicho que mi tía se fue.
— Hay muchas maneras de localizarla, tú déjamelo a mí. Yo me haré cargo de todo.
— Pero no me quiero casar.
— No te preocupes. Si no quieres está bien. Pero igual me llevaré a los niños, sólo estaba siendo cortes contigo. Pero si rechazas mi amabilidad es tu problema. Ya te puedes ir.
— No. Esperé. — Cecilia sonríe con malicia. Sabe que consiguió lo que deseaba.
— Dime.
— Si me casó. ¿Debo hacer lo que una esposa hace?
— Si hablas de intimidad si, deberás cumplir cómo esposa, cuidarlo y tratarlo con amor. Son condiciones que yo te pongo.
Foto de Camila Jiménez.
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