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Mi Ex Esposa Será Mi Reina.

Compromiso.

En el muy pequeño, pero inmensamente rico país de Tulip Kingdom, se estaba celebrando el cumpleaños número ochenta del Rey, Tom Wilde.

La fiesta fue organizada por su nuera la princesa Hilda, viuda del difunto príncipe heredero.

La familia real salió al balcón del palacio a saludar a sus súbditos, la gente se volcó en muestras de afecto al rey, era lo más importante para ello y le amaban.

En el palacio de Rivergreen , la cena estaba por comenzar, solo faltaba un integrante. El príncipe Alejandro, hijo del fallecido príncipe Harold.

__¿Dónde está tu hijo Hilda?, ese muchacho es un irrespetuoso.__Le susurró la reina a la princesa.

__Lo siento majestad, no tengo idea de dónde está.__Le respondió muy apenada.

__¡Has que venga ahora o voy a hacer que lo azoten por desobedecer órdenes del rey!.

La princesa viuda se levantó discretamente y mandó buscar a su hijo.

__Traélo así tengas que golpearlo.__Le ordenó a su asistente.

Muchas mujeres buscaban al príncipe, era guapo , soltero , millonario y el más cercano en la línea al trono, su abuelo el Rey Tom, aún no había elegido a un sucesor y la línea era empezando con el Rey, le seguía el primo Gustav, luego él y después los demás primos y primas , aunque si Gustav tenía un hijo , automáticamente este pasaba a desplazarlo.

Hilda subió hasta la habitacion de Jenny su hija más pequeña que estaba estudiando en Holanda y al pasar por la habitación de Alejandro, escuchó sonidos muy obscenos.

Tocó la puerta y no recibió respuesta, si no que esos gemidos impropios aumentaron más y más.

__Abre la maldita puerta.__Gritó.

Unos segundos después el príncipe abrió la puerta, dejando ver su desnudo cuerpo solo cubierto por una ligera camisa .

__Mamá estoy ocupado aquí...

Hilda no lo dejó seguir y lo empujó para poder entrar a la habitación.

__Largo de aquí zorras, ¡Dios mío, que asqueroso es esto!, ¡vístete y baja ya, su majestad está furiosa, todos los nietos y hasta los plebeyos están en la cena menos tu, andaaaaa, te voy a esperar!.

Una chica de las más bellas en Tulip Kingdom buscaba al príncipe Alejandro, al no encontrarlo entra la familia, subió a buscarlo, de camino encontró a tres chicas que se venían acomodando la ropa y el cabello. Supo enseguida que habían estado en la cama del príncipe.

Tenía libre acceso y entró sin llamar a la habitación.

__Oh, disculpe su alteza, perdón, es solo que no hallé a Alejandro y vine a buscarlo.

__Que bien, toma , es su ropa y zapatos, que sea rápido y por favor no se te ocurra hacer una escena, me urge que baje a la cena.

Salió pero antes se dio la vuelta y le dijo a la chica.__Cecilia, no lo dejes solo, si todo sale bien, esta noche vamos a anunciar tu compromiso con él.

Cecilia asintió, llevaba toda una vida esperando, después de tanto por fin tendría su momento.

Vió la cama revuelta y algunas prendas femeninas tiradas en el piso.

__Te voy a cobrar cada humillación Alejandro, te vas a arrepentir.

El príncipe salió desnudo del baño, con el agua resbalando por su cuerpo, miró a Cecilia y se llevó las manos al rostro.

__No diré nada por ahora, tu madre te quiere en la cena y más vale que te des prisa.

__Ceci, ellas vinieron y yo no pude escapar...

__Estás super ebrio, ¡¡Dios, hueles horrible!!, vístete rápido, voy por algo a ver si se te baja la borrachera.

Mientras todos estaban esperando a que el banquete se sirviera, una familia de las más antiguas de Tulip Kingdom entró al salón.

__¡¡Venga hombre, creí que no venían!!.__Saludó muy animado el Rey.

__Su majestad, como no podría venir a verle en su cumpleaños.

Lord Adam Humpring saludó de igual manera a el Rey, eran amigos de toda la vida y aunque ellos no eran parte de la realeza, si eran una de las familias más poderosas en el país.

El anterior Rey le dio el título y un ducado al señor Humpring padre, este lo heredó a su hijo y a su vez la familia también, eran tratados como si fueran realeza.

__Lady Antonella, que hijas más bellas le dió usted a nuestro país, son bellas como tú.__Dijo la reina.

__Gracias majestad, son mis más preciado tesoro.

Las hijas de Lord Humpring, saludaron a sus majestades.

Lucía, Teresa y la más pequeña, Melanie.

El banquete dió inicio, el príncipe de unió de la mano de la muy bella Cecilia.

La madre de ella estaba sentada al otro extremo del salón, con los demás invitados que no eran aristócratas.

__¿Es ella Cecilia?, vaya , por fin vas a ser parte de la realeza Dora, tu hija atrapó al príncipe.

La mujer sonrió, deseaba con su alma poder estar entre toda esa gente y no solo verlos de lejos.

__Cecilia será princesa y yo voy a ser la madre más feliz del mundo.

Pasó el banquete y llegó el baile, era tradición que la primera pieza bailara el rey y la reina, pero antes de poder hacer cualquier movimiento, el rey tomó el micrófono y se dirigió a los invitados.

__Queridos amigos y familia, hoy vamos a festejar doble, mi cumpleaños número ochenta, ya muchos por cierto y también una noticia que se que muchos de ustedes esperan.

La reina tomó a Melanie y la acercó a ella mientras el rey llamaba con su dedo a el príncipe Alejandro.

Cecilia creyó que debía estar con él, así que dió unos pasos hacia el centro.

__Hoy me llena de orgullo, anunciar el compromiso de mi príncipe Alejandro y lady Melanie Humpring.

El salón estalló en aplausos y vitores.

Mientras que Melanie y Alejandro se veían confundidos sin saber que hacer.

__Muestra respeto y cambia esa cara de amargura.__Le recalcó la reina.

Melanie sabía del compromiso, creía que había sido el príncipe quien la había elegido, eso le había dicho la reina y su madre también, aunque el príncipe la veía con rabia, ¿acaso me mintieron?, se preguntó en su mente.

__Me están obligando a largarme de aquí, no me van a casar con esa tonta y estúpida niña.__Le susurró a su madre.

__Calma, no te sobrepases, piensa bien lo que vas a hacer o decir por qué de ti depende nuestra estadía en este palacio, nuestra buena vida y la de tus hermanas.

Con esas palabras, Alejandro se mantuvo con el rostro serio, pero al menos no salió corriendo como había planeado.

Cecilia miraba con odio profundo a la muchachita que estaba a un lado de la reina, tan pequeña y asustada, ¿cómo ella se podía casar con el príncipe?, no era una mujer del gusto de Alejandro, no tenía nada que a él le gustara.

__No te voy a dejar el camino libre , estúpida niña, no tienes idea de lo que te espera.

Siempre seremos amigos.

Melanie se sentía muy mal, el rostro de su prometido no era de felicidad, más bien parecía que en cualquier momento le saltaría a rasgar su cuello.

__Majestad, ¿el príncipe sabía de esta situación?, parece demasiado incómodo.__Le hizo saber a la reina.

__Cariño , es un acuerdo, el debe casarse con una chica de su círculo, con una reputación intacta y tú mi querida niña.__Le tomó las mejillas y le dió un suave beso.__Tú mi querida niña eres la chica perfecta.

Cecilia taladraba con la mirada a la reina, en su mente la maldecía una y mil veces.

__Me puedes explicar ¿que demonios acaba de pasar?, según Hilda, tu serías la esposa de su hijo y resulta que esa mocosa...__Dora la madre de Cecilia sintió unos brazos jalarle hasta la oscuridad.

__Señora, por orden de la reina, usted debe abandonar el palacio, en este momento.__Un guardia real la llevó hasta la salida.

__¡Quiero ver a mi hija, lady Cecilia ella es mi hija, ¿que les pasaaaa?, son unos imbéciles...

Mientras despotricaba en contra de los guardias, Cecilia también era sacada por órdenes de la reina.

__Lo siento lady Cecilia, no puede quedarse.

El príncipe Alejandro no podía hacer nada. En múltiples ocasiones, su abuelo le había advertido que si no cambiaba su extravagante forma de vida , quedaría fuera de la casa real. O aceptaba ese absurdo compromiso, o se quedaba por su cuenta, sin la riqueza de la corona y sin la posibilidad de acceder al trono.

__El primer baile, es siempre de su majestad, pero en esta ocasión, abrirá nuestra alteza príncipe Alejandro y su recién anunciada prometida, lady Melanie Humpring.

Las personas hicieron reverencia y dieron paso a la joven pareja.

El príncipe era un hombre atractivo, alto, blanco, cabello castaño y abundante, ojos azules y un cuerpo de Adonis, Melanie en cambio, era una chica ordinaria según ella, ojos miel, cabello rizado una sonrisa muy tierna , con hoyuelos en sus mejillas, pero con algunos kilos más sobre su peso , eso no era bien aceptado por la sociedad y menos entre los miembros de la élite en Tulip Kingdom.

Esa noche se preparó con un vestido color vino con detalles dorados, descubierto de la espalda y con una abertura desde los pies hasta el muslo.

Su cabello recogido, adornado con joyas y un maquillaje ligero.

Para cualquier hombre ella era un sueño, no para el príncipe, para el era una especie de karma.

__No se te ocurra pisar mis zapatos, ¿al menos sabes bailar?.

Melanie se sintió tan humillada, había sido preparada para eso toda su vida, desde que nació ya era de la corona. Pero al parecer no era del agrado del príncipe.

__Lo siento alteza, no es mi intención provocarle una molestia.__Se disculpó sin saber en realidad el por qué.

Después del baile, que para fortuna de Melanie, salió bien, salió a los jardines del palacio, necesitaba aire, la cercanía con su prometido la hizo estremecer, ya fuera de miedo o de otra cosa que ella desconocía.

__¿No le parece que la noche es espectacular lady Melanie?.__La saludó un apuesto joven.

Lord Frederick Lindt, el duque de Silvertone.

__Buena noche su excelencia, me parece espectacular la noche , aunque en realidad hace mucho frío.

__Esta época del año es magnífica, nuestros campos se llenan de color y ni hablar de las cosechas.

__Tenemos gustos parecidos , yo amo la primavera, es como rejuvenecer cada día.

__Tan linda como inteligente, Melanie Humpring, ¿quién lo diría?, siendo prometida al príncipe, todavía no olvido a mi compañera de séptimo grado y mi fiel mejor amiga.__Le dijo Frederick con nostalgia en la voz.

__Siempre seremos amigos, ¿no es así?.

Frederick solo asintió.

Se sentaron en una banca, uno al extremo del otro, en silencio, pero un silencio que ambos estaban disfrutando.

Dentro del salón, la reina veía furiosa al príncipe, estaba revoloteando con un grupo de mujeres y no con su prometida.

__Dile a ese cretino que busque a lady Melanie, no es posible que ni siquiera respete su compromiso.

Le ordenó a Hilda, quién solo esperaba el momento perfecto para reclamar a su majestad el compromiso arreglado para su adorado hijo.

__Su majestad, Alejandro está enojado, no se esperaba esto y menos con esa chica , es una niña y muy simple para él, sin contar que no cumple con los estándares de la realeza.

La reina fingió toser.

__No seas ridícula Hilda, tu tampoco entrabas en los cánones si somos realistas y aquí estás .

Pobre Hilda, no daba una con su suegra.

Alejandro buscó a Melanie, un sirviente le mostró la ruta que Melanie tomó.

Salió a los jardines, totalmente enojado, se estaba perdiendo de una buena noche en algún bar de la ciudad. A lo lejos vio a una pareja, muy relajada y charlando feliz.

__¡Vaya, lady Melanie Humpring y un recogido de su majestad!, que inapropiado es esto.

Melanie se levantó rápidamente y agachó la cabeza en reverencia.

El duque también se levantó, sin un gramo de miedo o incomodidad.

__El siempre inoportuno príncipe ebrio, ¿que quieres Alejandro?.__Le dijo Lord Frederick en un tono super altivo.

__Que dejes de meterte en mis asuntos, eres un bastardo , quieres mi lugar a fuerza, pero ¿sabes que?, tu nunca serás un Wilde, eres un recogido, un plebeyo que su majestad recogió del orfanato, solo eso...

Melanie no sabía que hacer , sentía su cara y todo su cuerpo arder.

__Y por cierto, quizá en lugar de casarse conmigo lady Melanie, mejor debería pensar en el duque Lindt, son los dos igual de feos.

Eso dolió. Quiso salir corriendo pero su tacón se atoró en el pasto, lanzándole al suelo.

Frederick la levantó con mucho cuidado, entonces el infame príncipe lo empujó sobre ella, al mismo tiempo que gritaba...

__¡¡¡Pero que cosa más desagradable!!!, ¡lady Melanie no podía esperar más tiempo para retozar con algún hombre!.

De inmediato las personas que habían en el jardín, se comenzaron a acercar a la escena, la reina y los demás llegaron también.

¡!

__¿Que ha pasado aquí?.__Preguntó el rey.

__Nada su majestad, que la señorita tan buena que conseguiste como la futura princesa, pues se adelantó con nuestro amado duque Lindt.

Todos murmuraban, la madre de Melanie la tomó de la cintura y la sacó de enmedio.

__Nunca esperé algo bueno de su alteza, pero jamás creí que llegaría a tanto, lo siento majestad, me llevo a mi hija antes de que la sigan lastimando y poniendo en duda su honor.__Lady Humpring le hizo señas a sus otras hijas para irse.

Lord Humpring se acercó al rey.__Me vas a disculpar, pero como puedes ver , el compromiso ya no es posible, lo siento majestad, en verdad lo siento.

__Lord Humpring, por favor espere , no es nada favorable que se lleve a lady Melanie, la gente comenzará con el cotilleo y eso a ella le va a afectar, por favor, no es nada de lo que creen que pasó, lady Melanie se cayó y el infantil, corriente y estúpido de Alejandro me tiró sobre ella.

Bendito Dios, ya los guardias y sirvientes habían sacado a la mayor cantidad de invitados posibles, solo quedaban algunos muy cercanos a la familia.

__¿Es eso cierto Alejandro?.__Preguntó su madre.

El príncipe solo sonrió.

__Eres muy , muy tonto, mira que molestar a la única persona en este mundo que podía sacar lo bueno de ti, estás perdiendo hijo, estás hundiendo tu nombre y a tu familia en un pozo sin fondo.

La reina se dio vuelta, llamando a su nieto adoptivo, Frederick.

Un guardia abrió las puertas mientras otro les avisaba a los invitados que aún estaban, para que salieran.

__Vamos señores, la fiesta llegó a su fin.

Obligados.

__¡Es ridículo mamá, no quiero casarme con él!.

Reclamó Melanie a su madre. Lady Humpring se sentó con ella al borde de su cama.

__Es una tradición estúpida, se lo dije a tu padre, pero hija , nuestra familia desde hace siglos , se ha casado con la familia real, desde reinas hasta ladys y Lores, siempre hemos sido su perímetro alrededor de la casa real y lo que es peor mi niña, tu padre y su majestad son amigos desde niños, por eso tú padre aceptó esa ridícula idea de casarte con ese altanero.

__¿Y por qué no mis hermanas, por qué a ellas si les dejaron escoger a sus prometidos?.__Refunfuñó Melanie.

__Ellas no se opusieron cuando se les preguntó.

__No quiero mamá, por favor.

Nada podía hacerse, los preparativos estaban en marcha, en menos de un mes , la boda real sería un hecho.

__Es un vestido hermoso, serás la primera que va a lucir un diseño que no es una reliquia.__Dijo la reina tratando de hacer sentir mejor a una muy cabizbaja Melanie.

__Gracias por la consideración majestad, me honra que por mi se rompa el protocolo.

__La princesa de Tulip Kingdom se merece todo lo mejor, anda cambia esa carita triste y dolida por una sonrisa de esas que iluminan la oscuridad.

Melanie se rompió con esas palabras, lo que ella diera por qué fuese el príncipe quién se las dijera.

__Majestad, no me quiero casar con él.

La reina mandó sacar a la modista y a sus ayudantes, también a la madre y hermanas de Melanie.

__Sabes, hace sesenta años que me casé con su majestad, el ya era rey, por lo tanto urgía una reina consorte, ¿puedes imaginar cómo me convertí en reina?.

Melanie negó.

__Me compraron.__Melanie la miró con mucho pesar.__No ,no, no me tengas lástima, eso fue lo mejor que pudo pasarme, en esos tiempos hasta ser una amante de un hombre rico ya era demasiado, mi suegra pagó a mis padres cien monedas de oro y un título con muchas tierras, yo no tuve tiempo de conocer a su majestad, ellos fueron por mí, me revisaron cada parte de mi ser para saber si yo era apta para ser una esposa, fue horrenda esa boda...no fuí yo quien se casó con el rey, fue mi padre y aceptó por mí, no fue hasta la noche de bodas que vi por primera vez a Tom.

__¿Usted ama a su majestad?.__Preguntó la chica.

__Con toda mi alma, Tom y yo crecimos juntos, aprendimos juntos y llevamos al reino a un lugar donde nunca había estado, todo esto que tenemos, lo hicimos juntos, no fue fácil querida Melanie fue horrible y te mentiría si te dijera que con un matrimonio se resuelve todo, pero te prometo que Alejandro es bueno tengo todas mis esperanzas puestas en ese cabeza hueca...

__Pero si majestad, el príncipe heredero es su alteza Gustav, el príncipe y yo solo nos estamos casando por simple apariencia y nadamas.

La reina negó.

__Algún día , pronto, sabrás por qué Gustav no puede llegar al trono, yo debo asegurar que sea Alejandro quien tenga la corona, de otra manera los que están en contra de la monarquía, al fin tendrán lo que tanto anhelan desde que nuestro reino se fundó.

Melanie tenía un gran amor por su país, amaba ser hija de uno de los más importantes comerciantes de tulipanes en el mundo, su padre también se dedicaba al comercio de joyas, con ello daban empleo a mucha gente y tenían la posibilidad de poner al país en el mapa.

Con eso en mente, no le quedó opción, se resignó a ser una esposa por apariencia.

En todo el proceso de organización de la boda , no vió a su futuro esposo, ni a los ensayos asistió. Tuvo que aceptar un anillo de manos de la reina, una joya hermosa que representaba el compromiso.

__Es un completo desastre, ¿debería renunciar?.__Le preguntó a su hermana mayor , lady Lucía.

__No se por que te quejas tanto Melanie, ¡Dios, tienes la grandiosa oportunidad de ser princesa, ninguna de tus hermanas fue elegida, aprovecha y ya , vas a tener todo a tus pies y lo más importante, serás de la realeza.

El día de la boda llegó.

Melanie se veía como un sueño, su hermoso y vaporoso vestido blanco le hacía parecer una reina.

El carruaje de los reyes la esperaba, ella estaba a punto de llorar.

__Mamá si no funciona...

__¡Basta Melanie, este día no debes pensar en cosas negativas.

Al llegar a la catedral de San Salomón, pudo ver la realidad, la multitud esperaba verla , en la entrada estaban cientos de guardias y sus damas.

Su estómago parecía que en cualquier momento saldría por su boca, sus ojos ardían y sus piernas no las sentía, bajó tan despacio rogando a Dios no caer frente a medio reino.

.

.

.

__Lady Melanie Humpring...__Escuchó una voz muy ,muy lejana.

Luego volteó a ver al príncipe, tenía el entrecejo arrugado y parecía que le hablaba.

__Lady Melanie Humpring, sus votos.__Le dijo el sacerdote.

Los votos, pobre Melanie, ¿cómo iba a decir esos votos?, ella no pensó en eso.

__Yo, yo...yo te entrego mi corazón, mi vida, mi tiempo y prometo amarte, cuidarte, ser fiel, ser leal y... amarte.

No supo que más decirle, estaba mintiendo, ella no sabía si en algún momento podría amarlo.

El príncipe repitió algo que tenía escrito en un papel, Melanie no puso atención, estaba más concentrada en no vomitar.

Al estar a solas en el carruaje, empezó su tormento. Melanie iba saludando a la multitud, esperaba que el trayecto fuera más que rápido, ya no sentía sus pies y su estómago estaba hecho un nudo.

__Espero que sepas, que entiendas, no te acostumbres a esto , nos casamos obligados por nuestras familias así que nada es real , solo eres un tapiz para cubrir mis imperfecciones, ¿entiendes eso?.

A Melanie le explotó la cabeza.

__Lo entiendo, pero nadie le puso una pistola en la cabeza para aceptar.

Alejandro apretó su rostro, tan fuerte que las mejillas de Melanie se pusieron rojas.

__No seas tonta, por favor y por tu propio bien, no me vuelvas a hablar así.

Y le dió su primer beso, justo cuando el carruaje llegaba a las puertas del palacio de Tulip Kingdom, los flashes iluminaron sus rostros.

Tal cual lo planeó, todo el mundo creyó que estaban enamorados.

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