Mi nombre es Ernesto y hoy comienzo en la escuela, estoy muy nervioso ya que mis padres nunca me habían dejado ir a clases, siempre he tenido profesores que me enseñaban en casa.
Llego a la escuela y mi madre está a punto de no dejarme salir del auto, por lo que en lo que puedo salgo de allí y le lanzo un beso, diciéndole que todo va a estar bien.
Mi primer día de clases va bien y mis compañeros de clases son una maravilla, de verdad que es mejor de lo que esperaba, ya puedo decir que tengo un montón de amigos y lo mejor de todo es que hay una niña que me gusta, creo que me dijo que se llama Patricia, aunque todos le dicen Paty.
Es muy linda, tiene unos lindos ojos verdes, su cabello es liso y castaño, pero lo lleva con una trenza que le llega más debajo de la cintura y es muy amable conmigo, en la hora del almuerzo se sentó a comer conmigo y yo casi no comí viéndola embobado.
Debo decir que ese fue el inicio de mi historia con Paty, ella y yo nos hicimos mejores amigos, tan es así que la lleve a mi casa y a mis padres ella les agradó, desde allí fuimos los mejores amigos y siempre iba a su casa a jugar o ella a la mía, lo que hizo que nuestros padres también se convirtieran en amigos.
Llegamos al bachillerato y ella fue mi primera novia, a la vez que le di mi primer beso y se volvió en parte importante de mi vida.
Todo iba de maravilla, era el amor de mi vida, éramos los mejores de la clase, lo que hacía que nuestros padres estuvieran muy felices de que estuviéramos juntos, hasta que un día su padre tuvo un accidente y falleció, por lo que su madre tuvo que irse a Irlanda, de donde era su familia.
El día del entierro fue el ultimo día en que la vi, después de eso no supe mas de ella, su madre se la llevó y nunca me llamó, ni me escribió.
Eso me rompió el corazón, desde ese día mas nunca pude confiar en ninguna mujer, ni tampoco volví a sentir ese enamoramiento que tenía por Patricia, a la vez que poco a poco fui dejando atrás esa obsesión con ella y trate en lo posible de no pensarla.
Cuando llegué a la universidad seguí siendo el mejor de mi clase y al graduarme, obviamente con honores, comencé a trabajar en una transnacional y poco a poco fui ascendiendo, por lo que a los 28 años ya tenia un cargo gerencial y ganaba muy bien, por lo que ayudé a mis padres a abrir un negocio en nuestra ciudad de origen.
Ellos se quedaron allí y yo me mudé a Londres, allí estoy haciendo una maestría y me están adiestrando para optar a CEO de la empresa, eso me tiene muy emocionado y estoy tratando de dar lo mejor de mi para llegar a ese punto de mi carrera.
Hoy tuve una prueba bastante difícil en la universidad y salí un poco antes, así que voy a pasar por un café antes de irme a mi casa, mientras camino a la cafetería me llega una llamada, veo que es Fanny.
Ella es de ese tipo de personas que está en tu vida, pero no quieres darle un nombre a lo que tienen, creo que es la única mujer con la que he pasado mas de dos días, ella tiene algo que me agrada y es que no me presiona para darle un nombre a nuestra relación, en la cama es genial y cuando no quiero verla lo entiende, por lo que no me molesta ni me hace ningún drama y eso me gusta.
Le contesto y le digo que nos veamos en la noche, quiero quitarme un poco el estrés que me han dejado los estudios.
Entro a la cafetería y cuando voy saliendo me llegan unos mensajes que debo responder urgentemente, así que me siento en una de las mesas del local, cuando ya me voy me doy cuenta de que al fondo hay una chica.
Veo que está concentrada en un libro, su cabello es castaño con unos reflejos rubios, tiene una hermosa piel blanca y tiene puestos unos lentes que la hacen ver como una intelectual.
Hay algo en ella que me llama la atención, me acerco a su mesa para pedirle su número de teléfono, nunca está de más una nueva conquista y cuando veo que levanta su rostro hacia mí, es ella es Patricia.
Al mirarme noto que me quedo frio, no sé que decirle, he imaginado este momento tantas veces y en mi mente le he dicho tantas cosas, pero ahora que la tengo enfrente no puedo articular ninguna palabra.
Ella se me queda viendo y pone cara de molesta, al parecer no me reconoce, se levanta con una actitud molesta, recoge sus cosas y se va, me deja allí parado sin poderle decir nada.
Debo decir que se ve más hermosa que nunca, obviamente está mas hermosa que nunca, su cuerpo ya no tiene ese aspecto juvenil, tiene curvas por donde la veas y esa mirada desafiante que antes no tenía.
Lo bueno es que físicamente me agrada esta nueva versión de Patricia, lo malo es que no me reconoció y eso hizo que mi corazón se encogiera sobremanera, no puedo creer que se haya olvidado de mi y yo me quedé como un idiota ya que nunca pude olvidarla.
Cuando por fin puedo moverme del lugar en donde me había quedado parado veo que alguien se agacha y me entrega una tarjeta, creo que se le cayó a ella cuando recogió sus cosas para irse.
Es una tarjeta negra con letras doradas, dice agencia de modelaje diamante y tiene algunos números telefónicos, no dice mas nada, es extraño que alguien tenga una tarjeta de presentación sin un nombre, ¿será que ella es modelo o será que trabaja allí buscando nuevos talentos?
Me quedo viendo la tarjeta pensando en tantas cosas y ahora tengo una nueva meta en mi vida y es volver a encontrar a Patricia, necesito saber de ella.
Pregunto por ella en la cafetería a ver si es cliente habitual del lugar y después de varias negativas y una buena propina para uno de los camareros tengo una repuesta favorable.
Ella va todos los días en la tarde, ya tengo la hora exacta, así que ya sé donde verla de nuevo y voy a averiguar acerca de su trabajo, aunque no quiero incomodarla allí, pero es una opción que no puedo descartar.
Quiero saber todo de ella, necesito saber todo de ella, esa obsesión qué tenía por ella hace algunos años ha vuelto a mí y esta vez no voy a dejar que desaparezca de nuevo.
Llego a mi departamento y busco inmediatamente mi laptop, quiero averiguar todo acerca de la empresa de la tarjeta y cuando coloco el nombre me aparece una página bastante sencilla de una agencia de modelaje.
Eso me parece extraño, una agencia de modelaje que no tiene ningún tipo de catálogo a la vista, solo aparece la opción de ingresar un usuario y una clave, no hay una opción de registro ni nada parecido.
Veo el número de teléfono y lo marco, me contesta una maquina pidiéndome un número de asociado, ya esto es más extraño todavía, así que llamo a uno de mis amigos aquí en Londres y si el no sabe de que se trata entonces no lo sabe nadie.
Lo llamo y nada, no me contesta por lo que asumo que debe estar en algún viaje de negocio, por lo que decido enviarle un mensaje y esperar a que me llame.
Estoy tan concentrado en mi búsqueda que no me doy cuenta de la hora y escucho que suena el timbre de mi departamento.
Cuando voy a ver quien es resulta que es Fanny, ya llegó y yo aun no me he cambiado sigo con la ropa del trabajo.
Le abro la puerta y ella me mira de arriba a abajo, no es normal verme de traje.
-Al parecer se te olvido nuestra cita
-Tuve algunos inconvenientes y no pude cambiarme, dame unos minutos y ya salimos
Me da un pequeño beso en los labios y se sienta a esperarme, yo casi que corro a cambiarme de ropa y estoy listo rápidamente.
Esa noche para mi fue terrible, no podía concentrarme, en cada lugar la veía a ella y estuve a punto de llamar a Fanny por su nombre, un caos total y que decir del sexo, tuve que imaginarme que estaba con ella para poder hacer algo.
Cada caricia de Fanny la sentía vacía, en realidad no sentía nada y al pensar en Patricia todo mi cuerpo reaccionaba inmediatamente, pensaba en esa mirada molesta que me había dado, ese aspecto de intelectual que tenía mientras leía ese libro con tanto detenimiento.
No sé porqué, ni como la tarjeta fue a parar a las manos de Fanny.
-¿Que significa esto? ¿Yo no soy suficiente para ti? - Era la primera vez que escuchaba ese tono de voz en ella
-No entiendo de que hablas - de verdad que no entendía
-¿Que haces con esta tarjeta? ¿Ahora pides damas de compañía?
-Esa tarjeta la encontré por casualidad, ni siquiera se de donde es
-No te creo, con razón has estado tan extraño esta noche, si no quieres más nada conmigo prefiero que me lo digas, que terrible que me cambies por una cualquiera - se vistió y se fue
No entendía nada de lo que había sucedido y menos creía eso de que esa tarjeta era para pedir damas de compañía, aunque debo decir que tenia cierta lógica y cuadraba con el hecho
Al día siguiente fui a mis actividades diarias y en lo que pude volví a la cafetería, ese día no apareció, ni tampoco en la semana que siguió, por lo que me estaba enloqueciendo y no quería creer que ella fuera una dama de compañía, eso no era posible y de serlo ¿como habrá llegado a ese mundo?
Vuelvo a llamar a Dany mi amigo y me contesta por fin, le digo que necesito hablar con él y me dice para encontrarnos en una hora en un bar, me parece de maravilla ya que necesito un trago con urgencia.
Antes de la hora ya estoy en el bar tomándome una cerveza, necesito refrescarme un poco y veo llegar a Dany, siempre con una sonrisa en su rostro.
Nos saludamos como siempre, ya que nos conocemos de la universidad y fue el quien me consiguió el empleo en la empresa donde estoy actualmente y le agradezco muchísimo su apoyo.
Comenzamos a hablar y me cuenta de su último viaje, el quiere que me vaya a trabajar a su empresa, pero quiero aprender un poco más en donde estoy antes de irme.
Sin mucho rodeo le muestro la tarjeta y el me mira asombrado.
-¿Quien te dio esto? Esto es exclusivo, yo no he podido lograr que me acepten, al parecer no soy una persona confiable y puedo exponer a alguna de las chicas - se ríe divertido
-Eso se le cayó a una amiga que quiero encontrar
-Creo que eso no será fácil, aunque déjame ver que puedo hacer por ti, a lo mejor a ti si te aceptan ya que es un circulo bastante discreto y si entras ayúdame, dicen que las mujeres más hermosas las tienen ellos, hasta tienen actrices y modelos famosas - parecía un chiquillo hablando de su juguete favorito
-Está bien, tu me ayudas y yo te ayudo - me da el meñique y juramos como si fuéramos niños, para después reírnos como tontos
De verdad espero que ese imbécil me ayude, el es mi mejor amigo y es hijo de un empresario importante a nivel internacional, siempre ha estado para mí y me ha ayudado cuando lo he necesitado, ahora espero que me ayude con esto, se lo agradecería muchísimo.
Es fin de semana y tengo un compromiso en horas de la tarde, pero de igual manera voy a pasar por la cafetería a ver si la encuentro, desde ese día en que la vi no logro sacármela de la cabeza y necesito verla.
Llego como siempre y he estado tantas veces allí que ya el personal me conoce, por lo que cuando uno de los empleados me ve me entrega dos cafés y me hace una seña, veo hacia donde está mirando y ella está allí.
Con ese aire tan enigmático que conserva desde la ultima vez que la vi, lo peor de todo es que mis pies no se mueven y debo hacer un esfuerzo sobrehumano para dejar de hacer cara de tonto, no creo por ninguna razón que esa mujer venda su cuerpo por dinero, no lo creo o peor no lo quiero creer.
Me acerco y vuelve a darme esa mirada llena de fastidio, yo sin pedir permiso ni decir una sola palabra me siento frente a ella y le entrego el café, noto como le da una mirada de total desconfianza.
-Yo no pedí café y si quisiera uno lo hubiera comprado – hace como para irse y la detengo
-Paty no te vayas por favor, no sabes lo que he esperado este momento – veo la sorpresa en su rostro
-No sé a quién se refiere, por favor no me moleste – se levanta pálida como un papel y yo intento evitar que huya de nuevo
-Soy yo, Ernesto, por favor no te vayas, quiero saber de ti y devolverte esto, se te cayó la ultima vez que nos vimos – le entrego la tarjeta y ella la toma rápidamente mirando hacia los lados, como si no quisiera que nadie la viera
-No me vuelvas a molestar, no sé quién eres, ni conozco a la persona a las que estas buscando y por favor no te vuelvas a acercar a mí, te lo pido por las buenas – veo que su teléfono comienza a sonar y la veo contestar para salir rápidamente, la sigo hasta que veo que se sube en una limosina
No veo quien está adentro y no creo que sea una persona cualquiera ya que cuando el auto arranca varias camionetas negras lo siguen, ahora tengo muchas mas dudas acerca de quien será la persona en la que se habrá convertido Patricia y porque dice no reconocerme.
Sé que cuando le dije su nombre ella me reconoció o al menos sabe que conozco su nombre y algo me dice que no la volveré a ver en este lugar, así que vuelvo a donde estaba y me tomo mi café intentando calmar mis pensamientos.
Abro el buscador en mi teléfono y coloco su nombre, por muy extraño que parezca no hay ninguna información de ella, absolutamente nada, coloco el nombre de su madre y tampoco tengo éxito, es como si nunca hubieran existido y en la actualidad es extraño que no haya ni una foto o información acerca de una persona.
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Han pasado varios meses desde que vi a Patricia y en lo posible he dejado de pensar en ella, he perdido toda esperanza de volver a verla y creo que ella tampoco quiere un acercamiento conmigo, ya que aun sigo visitando la misma cafetería sin que ella haya aparecido de nuevo.
Además, este tiempo he tenido muchísimo trabajo y he estado bastante ocupado con el postgrado que estoy haciendo, a la vez que me ha tocado participar en gran cantidad de eventos sociales como resultado del nuevo cargo que tengo en la empresa y por supuesto he ido solo ya que en este momento no tengo interés por nadie que no sea Patricia.
Puedo decir que mi obsesión ha vuelto y aunque intento no pensar en ella, la busco en cualquier lugar al que voy y no quiero que me vea con nadie más, quiero que sepa que aun la espero y que voy a estar para ella cuando algún día quiera voltear a mirarme nuevamente, sé que puedo sonar patético, pero es lo que siento por ella.
De pronto recibo una llamada de un numero desconocido y aunque no me gusta responder este tipo de llamadas la contesto, ya que puede ser de algún cliente y no pierdo la esperanza de que sea ella.
Contesto y me llaman por mi nombre, luego me dicen que me están llamando de un Club VIP para caballeros llamado Diamante e inmediatamente pienso en Patricia, me piden una cita para poder explicarme con detenimiento de que se trata y le doy el numero de mi asistente para que concerté la cita tratando de parecer lo más profesional posible.
Me preguntan que si conozco o he oído nombrar del club y contesto negativamente, así que toman el numero para realizar la cita, pido algún detalle y me informan que esa información la dan personalmente haciendo que la conversación termine casi de inmediato.
Voy donde mi asistente y le aviso que la van a llamar para pedir cita para que no la ponga ni tan cerca que parezca que quiero saber de ellos inmediatamente, ni tan lejos para evitar la espera, terminando de hablar con ella recibe la llamada del Club VIP y me marca una fecha, la cual me parece perfecto, será en una semana exactamente y en horas de la tarde.
Ya voy a saber en realidad que sucede con Patricia y si en realidad ella trabaja en ese sitio, mi asistente entra a mi oficina un rato después con unas planillas que debo tener llenas para el día de la cita con las personas del club y en ellas piden un montón de información, no imagino que cara tengo, pero veo que Dulce, mi asistente se está riendo de mí.
-Usted no tiene idea de a que se dedican en ese club ¿cierto?
-Para nada, se que un amigo mío me dijo que me iba a recomendar un lugar especial y nunca me dijo de que se trataba – lance una pequeña mentira a ver que surgía
-Solo le voy a decir que es un lugar exclusivo para caballero de alto estatus y todos saben que existe, pero nadie habla de él, nunca se me ocurrió ni en un millón de años que le gustara pagar por sexo, de ser así me ofrezco para mejorar mis ingresos, piénselo – vi como se quitó la ropa interior y me la dejó en el escritorio
Yo me quedé con la boca abierta, nunca pensé que mi secretaria me viera de esa manera y yo no pago por sexo, dios mío que imagen estoy dando en mi lugar de trabajo.
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