Soy una mujer con sobrepeso desde mi niñez he sido gordita al principio todos me adoraban, pero conforme fui creciendo ese peso de más fue siendo incómodo para mi familia, cuando entré a la primaria ya mis padres me veían diferente y al nacer mis otros hermanos cambiaron más ya no era esa gordita hermosa solo era la gorda esa, no sé como decirles, pero conforme fui creciendo sentía que ellos ya no me querían, como duele sentir que tu propia familia te haga a un lado y se avergüence de ti he hecho todo tipo de dietas, pero no me funcionan, la primaria fue la tortura más grande que allá tenido cuando pasaba por los pasillos todos hacían sonidos de cerdos, trate de ignorarlos, pero no fue así, podría decirse que mi vida es una mierda.

En la primaria hice lo imposible por encajar en algo, pero no, todo me salía mal, los festivales de arte, esos fueron un martirio para mí, solo me escogían como la ballena, el elefante, la piedra, nunca me dieron personajes de seres humanos solo eran animales o cosas que se movían eso me daño mucho, la única persona que me demostraba amor era mi madrina Rosario ella era como una madre, pero falleció cuando tenía nueve años.

Cuando entré a la secundaria mi vida empeoró, ¡si la primaria es un purgatorio, la secundaria es el infierno! Los jóvenes suelen ser muy malos a esa edad y las mujeres son las peores, se creen la última botella de agua en el desierto y si digo que suelen ser malas y no me incluyo es porque yo nunca he ofendido a nadie menos despreciar sus gustos sexuales, nacionalidad o raza, creo que todos al ser diferentes nos hace únicos y bellos.

Pero como les decía he tenido todo tipo de maltrato hasta de esas personas que son diferentes no entiendo cómo son así si nos unimos nos respetaría más, pero no, al ser humano le gusta ser malo y dañar a los demás hasta las chicas gordas te critican y buscan compararte con ellas, para ver si eres más gorda o más fea, solo tuve una amiga en toda mi vida ella era igual a mí, pero no pudo más, lo que detonó todo fue que un chico de la secundaria apostó que se la llevaría a la cama cuando ella fue creyendo que él la amaría el chico comenzó a vomitar y decirle que prefería perder esa apuesta a tocar una sola parte de su cuerpo, mi amiga no aguanto y ese día se quitó la vida y se lanzó de un puente, ese día perdí a mi único soporte y prometí nunca creer en el amor.

Como les decía mi vida es horrible mis padres no son ricos, pero tienen una pequeña empresa de limpieza que cada vez se vuelve más poderosa, mis hermosos padres ellos solo presentan a mi hermana Penélope y a mi hermano Joseph como sus únicos hijos a mí ni siquiera me llevan a fiestas menos decirles a sus socios que soy su hija, mis hermanos ellos solo les importa ellos mismo y a mí todos me ignoran un año después de que murió mi amiga yo decidí acabar con mi vida, pero como ya les dije todo me sale mal, las pastillas que me tome no sirvieron de nada resulta que pensé que eran para la presión de mi madre, pero no ella las cambió por vitaminas.

Ese día me llevaron al hospital y solo me hicieron un lavado de estómago.

Mis padres como se avergonzaron de mí les dijo a los doctores que yo me había confundido con unos confites que ella guardaba en ese envase, por esa razón no me vio ningún médico especialista en depresión, el día que me dieron la salida del hospital mi padre me pegó y me dijo que yo no iba a dejar a la familia en vergüenza que ya mucho tenían que soportar con mi gordura.

Ese día lloré como nunca lo había hecho, yo no quería vivir porque no respetaban mi decisión, si solo me dieran un poco de amor todo cambiaría.

Aunque prometí nunca enamorarme al corazón, no le importa tus promesas, en la secundaria conocí a Edward, un chico alto con ojos verdes, trate de luchar por qué no me gustara, pero maldito corazón traicionero te pedí no enamorarte. Edward era un chico superficial con decir eso ya se imaginarán que yo nunca estaría en su radar.

Sin decir mucho, la única vez que me acerqué a él, fue porque teníamos un trabajo que hacer juntos, pueden creer que él prefirió perder los puntos antes de compartir conmigo, me dijo que mi olor era como agrio, eso me destrozó y otra vez sentí deseo de morir y corte mis muñecas, pero la verdad no fue tan profundo y mis padres decidieron no buscar ayuda la única receta que me dieron fueron más golpes mi padre me decía que así es como se cura la verdadera depresión.

Cuando por fin terminé la secundaria ingresé a la universidad y decidí estudiar administración, cuando terminé seguí con varios idiomas, así estudie hasta los veintiséis años, según yo para trabajar con mi padre en su compañía, ja, ja, ja, ja, qué ilusa fui.

La universidad no es tan fea como la secundaria, pero las personas son muy frías y yo decidí ser igual, algunas personas quisieron acercarse, pero yo no lo permito, ya no quiero que nadie me lastime y me hagan daño un tiempo consumí drogas para olvidar, pero esa sensación no me gustó después de consumirlas mi depresión era peor y decidí dejarlas.

Hoy estoy aquí en esta azotea pensando que estoy cansada de sufrir, ¿por qué estudiar tanto? Si mi padre me tiene como miscelánea en su empresa, en cambio, mis hermanos, ellos solo llevaron un técnico en administración, ya es demasiado, tengo cuatro años de sufrir, todos los empleados me humillan y no aguanto más, aquí estoy en este edificio, busque uno que mínimo tuviera treinta pisos aquí en Chicago para acabar con mi vida, subo al borde y trato de lanzarme cuando siento una corriente por mi cuerpo.

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Hola a todas, sé que no es costumbre iniciar una nueva historia, pero está hace días está en mi mente y necesito sacarla por qué me bloquea la otra historia, les pido comprensión y ojalá les guste esta nueva historia 

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Mailyn Brown

31 años

altura 1,59

peso 150 kilos

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Porque decidí tirarme de esa azotea, así comenzó mi día.

Mailyn: hola familia, buenos días.

Penélope: que tienen de buenos.

Joseph: si vaca que tienen de buenos.

Mamá de Mailyn:¡sí que tienen de buenos! A caso no viste que tu padre no llegó anoche seguro está con otra de sus putas.

Mailyn: perdón no sabía nada.

Mamá de Mailyn: que vas a saber tú si lo único que haces es comer y dormir. Sabes no sirves para nada anoche pasé llorando y solo tus hermanos estuvieron conmigo.

Mailyn: mamá, pero trabajo muy duro limpiado, la empresa es obvio que terminó fundida.

Mamá de Mailyn: no te creo si realmente limpiaras la empresa ya estarías delgada y casada, no estorbando aquí.

Mailyn con lágrimas en los ojos dijo: mamá, eres muy injusta conmigo, yo siempre he ayudado aquí en la casa y si no me he casado ha sido porque nadie se fija en mí.

Mamá de Mailyn: no estás casada porque no quieres a caso, no te acuerdas del señor Wilson, él estaba muy interesado en ti pero no la niña jugo de delicada.

Mailyn: madre, ese señor tiene ochenta años como pretendes que me casará con él.

Mamá de Mailyn: desde ese día tu padre cambio se alejó de nosotros por tu culpa, él quería que te casaras con Wilson, pero tú no quisiste, ese señor ayudaría a que tu padre cumpliera su sueño de tener otra sucursal. ¡Pero no, la niña bonita no quiso!.

Mailyn: madre, ese señor no me daba buena espina, quien te garantiza que le cumpliría a papá, además de viejo, era un gran morboso, se pasaba la lengua por sus labios cada vez que veía mis pechos y trasero. Además, veía como se tocaba su parte baja cuando yo lo veía.

Mamá de Mailyn: ja, ja, ja, cómo le dicen la adolescente, tienes treinta y uno, ya estás vieja.

Mailyn llorando: mamá, eso duele, que creas, que mi vida ya está acabada, ¿dime por qué no me dejaste morir cuando he intentado acabar con mi vida?.

Mamá de Mailyn:¿por qué no sabes hacerlo bien?.

Mailyn: no te preocupes cuando lo vuelva a intentar, esta vez no fallaré. - Mailyn salió llorando hacia el trabajo, pero se detuvo en un parque, comenzó hablar consigo misma.

No sé qué he hecho mal en esta vida porque me culpa de todo lo que pasa en la casa. Acaso no puedo vivir en paz y tranquilidad, no soporto está situación yo nunca he dado problema como mis hermanos, Penélope ha sido la peor, pero como ella si es delgada le tapan todo, cuando quedó embarazada que hicieron mis padres, pagarle un aborto, luego ella también estuvo en las drogas a ella si la llevaron a rehabilitación y la ayudaron con su problema lo mismo hicieron con Joseph, a él le tapan también todo, cuando se metió con una menor de edad y se aprovechó de ella, luego cuando vivió con su ex pareja y la golpeó por qué subió de peso, el muy maldito casi la mata, pero ellos son unos angelitos para mis padres, a cambio yo mi único defecto es ser gorda toda la vida. Claro que escuché a mi mamá llorando, pero si no quise ir a acompañarla fue porque la última vez que mi padre hizo lo mismo, me pegó, me culpo de todo lo que le pasa, ¡si mi madre aún me agrede!, ella es igual o peor que mi padre, ¿por qué no quise casarme con Wilson? Ese viejo verde es un pervertido, solo se pasa tocando su cosa y no solo cuando me ve a mí, él muy cochino se acaricia y aún más cuando ve niñas pequeñas, sospecho que es un pedófilo. Jamás podría estar con alguien así, él me da asco, ahora entiendo por qué Edward sentía esa repulsión por mí, lo mismo me pasa con Wilson, ese señor me da asco, la última vez que supe de él, me enteré de que se casó con una chica de diecisiete años, ¡pobre joven!.

Ahora estoy aquí en esta banca llorando y nadie se me acerca soy de Michigan odio este lugar y su gente. Aunque el lugar es hermoso, las personas no son agradables, bueno, no sé si será así o que mi visión solo deja ver lo que yo quiero, pero estoy cansada. Cuando llegue a la empresa y entre a la oficina de mi padre para limpiarla lo vi, estaba con dos chicas y un hombre todos acostado desnudos en el sofá cama que él tiene ahí, por Dios se estaba besando con un hombre mientras ambos se tocaban sus cosas las chicas también se besaban no soporte y me fui al baño a vomitar ese que estaba ahí era mi padre el señor perfecto e intachable y dice mi madre que es mi culpa, no entiendo que parte es mi culpa en eso, el descarado es él yo no soy la doble cara como él, no pude más y tome mis cosas y me subí a un tren no supe a dónde me llevaba, pero estuve hay casi siete horas, cuando me baje estaba en Chicago este lugar es nuevo para mí, cerca de donde me baje estaba el parque Ping Tom Memorial Park me senté en una banca y comencé a llorar, no creía lo que hace unas horas, vi, mi padre, el hombre recto que creí, comportándose como un adolescente, un viejo de más de cincuenta años jugando al joven, lloraba sentía que mi mundo era una farsa que las personas son mentirosas, mis ojos ya estaban hinchados de tanto llorar una pequeña se acercó a mí y me regaló una flor y me dijo que ya no llorará porque mi cara se estaba poniendo fea, al momento llegó su madre y se la llevo.

Como hubiera querido haber encontrado él amor verdadero y haber tenido una niña como esa, tan hermosa que pasó, me alejaría de mi tóxica familia y la educaría como me enseñó mi madrina Rosario. No me importaría si fuera gordita, igual la amaría y nunca la decepcionaría como lo hizo mi familia.

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gracias por sus bellos comentario espero les esté gustando esta nueva historia, Dios me los bendiga

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Aquí sentada en esta banca ya han pasado varias personas y me preguntan si estoy bien, les digo que sí, pero en realidad no, quisiera morir y olvidar que existo así no le estorbo a nadie, ese gusano de la depresión aparece en mi cerebro diciendo que acabe con mi vida, no sé lo único que hago es llorar no tengo claro que hacer, suena mi celular y es mi padre diciéndome, vaga, irresponsable, que como se me ocurre faltar al trabajo, que mantenerme a mí es como mantener a cuatro personas más, no sé estalle y le dije viejo doble cara, que lo vi y no precisamente con las chicas que estaban ahí, le dije que era un asqueroso, que con razón era amigo del señor Wilson si son iguales.

De mi boca salió papá, yo no sabía que a ti te gustaban los penes y no solo eso, le dije que se lo diría a mi madre.

Mi papá me amenazó y me dijo que no se me ocurrieron volver a la casa. Que si abría la boca él se iba a encargar de tumbar todos mis dientes.

Mi día cada vez empeoraba, decidí ir a una iglesia que estaba cerca y ahí se encontraba un sacerdote que a pesar de estar mayor era muy guapo, por Dios en que estoy pensando me voy a quemar en el infierno y otra vez comencé a llorar el sacerdote se me acercó y por instinto me abrazó luego me habló.

Sacerdote: dime preciosa porque lloras

Mailyn: padre, está mal desear la muerte de uno mismo.

Sacerdote: muchacha que cosas dices tú tan bella y llena de vida pensando en estas cosas.

Mailyn: perdón padre, es que no soporto más mi vida, mi familia, todo lo que me rodea es una porquería.

Sacerdote: dime preciosa porque dices que tu familia.

Mailyn: mis padres no me quieren, les doy asco y se avergüenzan de mí.

Sacerdote: creo que el problema son ellos, ¡no, tú! Yo veo una chica bella y llena de vida, dime preciosa, ¿estás casada, tienes hijos?.

Mailyn: No padre nunca he tenido novio menos me han besado y para tener hijos primero te tienen que besar para seguir con el siguiente paso, luego llegan los hijos.

Sacerdote: tienes razón lo que no entiendo cómo es que los hombres están tan ciegos hoy en día, porque te digo algo si tú hubieras aparecido, cuando yo estaba en el seminario lo hubiera abandonado por ti.

Mailyn: ja, ja, ja, ya entendí, este es el método que utilizas cuando una chica está triste.

Sacerdote: No soy de los que dicen algo solo por decirlo y si te dije eso es porque lo sentí de corazón, ¡dime! ¿Cómo te llamas?.

-Me llamo Mailyn.

Sacerdote: que hermoso nombre, ¡sabes que significa! ¡Precioso jade!.

Mailyn: no lo sabía.

Sacerdote: bueno, preciosa, jade te tengo que dejar porque hoy me toca cuidar a mis abuelos que ya están muy viejitos.

Mailyn: una pregunta padre, ¿cómo te llamas?.

Sacerdote: mi nombre es Aarón, hija espero volverte a ver por aquí.

Mailyn en su mente pensó lo siento Aarón, pero ni con todo lo que me dijiste cambiaré de opinión. Luego comenzó a pedirle perdón a Dios por lo que estaba pensando hacer. Luego de orar ya sentía un poco de paz en su interior y pensó que lo pensaría mejor, talvez Aarón tenía razón y la vida es hermosa.

Pero cuando salió de la iglesia y se sentó en el parque, la llamó su madre, le decía ladrona que si volvía a la casa la mandaría a la cárcel, Mailyn no entendía nada.

Mailyn: ¡mamá, cómo qué ladrona!.

Mamá de Mailyn: si eres una ladrona ya tu padre me dijo por qué él no volvió anoche, ¡dime.! Cuánto tiempo llevas robando a tu familia.

Mailyn: No soy una ladrona y si tú quiere creerle a mi padre ese es tu problema. Y no te preocupes, no volverán a saber de mí.

Mama de Mailyn: eso espero.

Mailyn volvió a llorar como podía sacarse ese deseo que tenía en su cabeza de acabar con su vida y comprendió que su propio padre prefirió inventar algo para que su madre no le reclamará.

Comenzó a decirse ella misma, ¿qué hago a dónde voy?. Con ese pensamiento se quedó dormida en el parque, ya cuando era de noche un guarda la despertó y le dijo que ya estaban cerrando ese lugar, que ya no podía estar ahí. Mailyn tomo sus cosas y fue de nuevo a la iglesia para ver si podía volver a hablar con el sacerdote, pero nadie la atendió.

Otra vez ese gusano de la depresión se hizo presente en su mente, luego ella se volvió a decir, ya no me queda nada para que vivir. Vio un edificio de más de treinta pisos y decidió entrar ya el lugar estaba cerrando ella se escabulló y entró aprovecho que el guarda de la entrada estaba ocupado coqueteando con una chica, se metió al baño a esperar que todos los empleados salieran y que no quedará nadie espero como treinta minutos, luego salió, ya el edificio tenía la mayoría de luces apagadas, busco las escaleras, no quería que nadie la viera, subió poco a poco fijándose bien, no quería encontrarse con nadie, al fin llegó a la azotea la mayoría de veces esos lugares están cerrados con llave, pero este no, cuando entró vio un lugar muy bonito, tenía plantas con frutos pensó que seguro lo tenían para consumo propio se sentó en el suelo e hizo una oración pidiéndole a Dios la perdonará que ya no quería vivir más y que tampoco tenía por quién vivir lloró pidiendo perdón.

Luego se subió al muro, que era una protección que tienen la mayoría de las azoteas para evitar accidentes, subió, le costó mucho, pero después de quince minutos de intentar, lo logró, volvió a hacer otra oración, cerro sus ojos, cuando iba a impulsar su cuerpo hacia el vacío sintió una corriente por su mano, ella se negaba a abrir los ojos, pero, esa voz le trasmitió mucha paz.

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Padre Aarón