Mami porque no puedo jugar en la Arena?? - Ariana tenía 8 años y vivía en Alemania con sus Padres y su Primo Jhonatan Brown
- No te quieres poner el sombrero.. y ya sabes que sin sombrero no sales en el sol - fue lo que su Madre le dijo, Mónica Ariana sufría del corazón.. y sus Padres la tenían en cuidados muy rigurosos, no la dejaban correr ni alzar cosas pesadas.
- Bien, si me lo pongo salgo a jugar en la Arena - Propuso la pequeña Ariana.
- Si cariño ven aquí.. te lo pongo y tu papá te ayudará con los baldes de arena
- Sí, pero que solo me acerque los Valdés yo podré sola
- Bueno señora como usted Mande
Ariana salió casi corriendo de bajo de la sombrilla, tenía puesto un traje de baño y un sombrero Amarillo. Su padre la detuvo al querer ella correr
- Ya sabes.. no corras o empezarás a toser - Las advertencia en la vida de Ariana era mucho y ella no podía disfrutar
- Si papi..
Su Padre le acercó 3 baldes de Arena en dónde Ariana quería, empezó a cantar una canción que su abuelo le cantaba en las noches antes de dormir, cuándo quiso cargar un balde, su Padre le llamo la atención.
- Ariana espera!! Sabes que no puedes cargar el balde - Ariana se ponía triste cada vez que intentaba hacer cosas que tenía prohibido, un niño de ojos marrones se le acercó
- Jugamos juntos!! - El niño era blanco, tenía una sonrisa encantador y a Mónica le gustaba tener una compañía con la que jugar
- No puedo cargar los Baldes de Arena.. - Dijo triste Ariana.
- Yo lo haré y tú construyes
- Enserio..
- Claro - Contestó el chico de 9 años
Desde ese día a Ariana le gustaba ir en la Playa, porque sabía que tenía un amigo con el que jugar.
Llegó el invierno y con Adler habían quedado en encontrarse en un parque, a Gladys le gustaba la idea de que sus hijos fueran amigos, pero a la Madre del chico no le caía muy en gracia eso. Pero el Padre que era más atento con su hijo, lo dejaba, desde ese día los padres tuvieron contactos. Para que sus hijos siguieran viéndose porque a Ariana le hacía bien, un día Ariana cayó muy enferma por lo que no pudo ir a visitar más a su amigo, un día antes de dejar el país. El señor Rafael Müller trajo a su hijo Alder para que se despidiera de su amiga, le dieron su espacio para que platiquen.
- Porque estás aquí Ariana, que te pasa?
- Estoy enferma.. y no me puedo ir antes de que me recuperé
- Que tienes?, Porque tus padres dicen que te vas a ir lejos
- Nose, supongo que es para que me cure..
- Te extrañaré... Por favor vuelve, no me olvides - El pequeño Adler derramó lágrimas inocentes por su Amiga
- Claro que sí Tonto, volveré.. no me moriré
- Eso espero porque nos tenemos que casar... Yo te esperaré lo juró - Esas palabras quedarían en el recuerdo de ambos niños, se hicieron una promesa con lo que sería muy difícil de cumplir
- Nos casaremos? Y eso que significa? - La pequeña Ariana era inocentes en todos los sentidos.. vivía en una Familia bien acomodada y en frente de ella hablar de esos temas estaba prohibido
- Significa estar juntos por siempre
- Ah.. está bien, pero que no se te olvide tu promesa porque volveré
- Claro que no, Jamás...
Adler abrazo a Ariana, y estuvieron ahí juntos hasta que el Señor Rafael entro en busca de su hijo para que se vayan. Ariana no tenía noción de lo que en verdad le pasaba, y menos que era tan riesgoso.
Aquel día Gladys hablo de la verdad con el señor Rafael, confesando que ellos eran los Brown. Cuando Rafael Müller se enteró de ese dato se sintió más feliz y afortunado de haber llevado aquel día a su hijo en la playa.
- Pero porqué no lo dijeron antes? - Pregunto Rafael Müller
- Es por la seguridad de nuestra hija, ella está enferma del corazón... Y que supieran que ella es Mónica Brown.. la verdad desconfiamos de usted.- Confesó el Padre de Mónica
- Y con mucha razón... Yo solo soy un hombre común que trabaja para salir adelante, pero jamás le haría Daño a una niña
- Lo sabemos y discúlpenos.. pero hasta hoy su hijo podrá visitar a nuestra hija, ya que nos iremos del país, ella cada vez está más delicada - El Señor Gerónimo adoraba a su única hija y haría lo que sea por qué ella se recuperé
- Cómo no, ustedes deben hacer todo para que ella se recuperé, yo los comprendo, también haría lo mismo por mi hijo - En eso el señor Rafael Müller tenía razón, adoraba a su hijo y no permitiría que nadie le hiciera daño a su hijo
- Muchas gracias por todo Señor Müller.. no sabe cuan agradecidos estamos con usted. - Dijo el Padre de Mónica
- Es un gusto, espero que la Señorita Mónica Brown se recuperé pronto
- Muchas gracias.. y le agradeceríamos que no le diga a nadie que estuvo hablando con nosotros y que mi hija está enferma, menos que ella es Mónica Brown. Por favor - Pidió de última los padres
- Pero cómo creen, ustedes cuenten con mi silencio.. De mi nada saldrá jamás - Juro ese día el Señor Müller que no diaria nada
Para los Padres de Mónica la seguridad de su hija, era lo más importante, y con su tía suelta en estos momentos era una amenaza.
La segunda hija de los Brown quería deshacerse de Mónica, para que así su hijo Jhonatan pudiera tener acceso a toda la fortuna, pero confesó antes de tiempo y el Anciano Brown la echó de la casa y de la familia sin un peso, además de que se quedaron con el pequeño Jhonatan, ahora los Padres de Mónica lo cuidaba como si fuera un hijo más.
El Joven Adler nunca jamás escucho que aquella niña con la jugaba y juro casarse era Mónica Brown, el lo conocía como Ariana.. Y eso fue suficiente para el, conforme iba pasando los años.. la buscaba en la redes sociales, Instagram, facebook, nunca la encontró.
Mónica a los 8 años fue trasladada en Suiza, para que los Doctores pudieran encontrar un Donante, pero nada. Mónica estudiaba en el hospital con profesores particulares, siempre quiso asistir a la escuela y colegio, pero sus padres tenían miedo de que ella sufriera algún síntoma y no se la pudiera tratar a tiempo.
Solo conocía la casa en dónde vivía y el hospital, cada mes iba en Alemania a visitar a su abuelo y a su hermano Jhonatan. La familia Brown hizo expandir un rumor de que la Nieta mayor estaba estudiando en Roma, y así para despistar a la gente que era contratada por la segunda hija de los Brown.
Conforme iban pasando los años, Mónica se debilitaba más, nadie quería donar el corazón de sus hijos, hubo múltiples muertes en Suiza, pero ninguna familia acepto donar el corazón de sus hijos, Mónica tenía 16 años cuando le atraparon a su Tía, y ella misma se suicidó para no ir en la cárcel.
El Anciano se encontraba triste porque no podía hacer nada, con respecto a su Nieta, Jhonatan fue educado por su Abuelo, y estudio toda la empresa familiar, por si algún día Mónica llegaba a Morir, Y por otra parte a Mónica también se le enseño todo, por si llegaba a recibir un transplante de corazón ella sería la cabeza de toda la Familia Brown.
Jhonatan creció sin Ambición alguno, el no quería tanta responsabilidad encima de su hombro, por lo que siempre se mantuvo al margen todo lo posible de las empresas.
Era un niño pelirrojo, ojos celestes, alto y muy apuesto, le gustaba estudiar y su único hobby siempre fue ski y patinar sobre hielo, competía y siempre se llevaba el primer puesto.
2 años después. Mónica 18 años.
Era una mañana fría, Mónica se encontraba en el hospital siendo tratada en terapias intensivas, sus Padres estaban rezando porque ella se salvará, que si era voluntad de Dios que la dejara vivir todavía, Gladys quien era La madre de Mónica solo pedía que se encuentre un Donante, la desesperación que sentía la mujer al no encontrar a nadie que quisiera donar, era muy agotador y los Doctores no le daba muchas esperanzas con su hija. Mónica cada vez más tenía pocas esperanzas de vida si no encontraba un Donante pronto.
Ese día Gladys salió derrotada de la sala de su hija, quien solo dormía ahora para no gastar energía, se dirigió en la Parroquia a rezar otra ves. Está vez desde que piso la entrada se arrodilló.
Se cayó de rodillas sin fuerzas, estaba tan enojada con ella misma. Que dijo en vos alta
- Porqué no encuentro un Donador Jesucristo!, porqué nadie quiere darle una oportunidad a mi nena...
Estaba derrotada, pero había otra persona en la pequeña iglesia escuchando lo que ella estaba reprochandole a Díos. Sandra Narváez, una mujer que era alta y tenía el cabello rojizo, era conocida como la segunda mujer más importante en los Estados Unidos, tenía 2 hijos, una mujer y un varón.
Ella también se encontraba destruida en estos momentos, al escuchar la voz de Gladys la reconoció, se giró hacia ella y camino hasta donde estaba. La ayudo a levantarse
- Señora... Póngase de pie, no debería de pedir explicaciones a Nuestro Señor Jesucristo - Dijo Sandra con su voz tan dulce pero dolida, ella a pesar de que su segunda hija sufria desde los 7 años de cáncer no dejo de ser fuerte por Alma
Sandra Narváez tuvo 2 hijos, el mayor es llamado Eloah Narváez y la segunda es Alma Narváez, una niña pelinegra, felíz y astuta, se dejaba ver por todas partes en la niñez, pero un día para otro desapareció de la vista de los televidentes, se había Mudado con su mejor Amiga, Samantha Kinsgley en Suiza. Amabas niñas eran las más ricas en casi todo el mundo, los Brown era los tercero en la línea, por lo que las tres familias se conocían más o menos bien.
Gladys alzó su mirada hacia Sandra Narváez y se asustó al verla a ella parada ahí en la misma Iglesia y con los ojos rojos.
- Señora.. Nar.Narvaez, que hace usted..
- Que hago yo acá, pues no mucho, solo le pido a Díos que me dé la fuerza y voluntad para tomar una decisión.. y usted? - Pregunto Sandra, ya que había oído que los Brown estaban en Roma
- Yo.. pues, estoy en Suiza hace 10 año.. Mónica se ah enfermado del corazón.. y.. yo...
Gladys lloró, siempre fue tan propensa, no era difícil para ella lidiar con la enfermedad de su hija, ella nunca se hizo la idea de perderla, y tan solo al pensar en eso la afligía.
- Cálmate Gladys.. no te desesperes..
- Es que no tengo tiempo Sandra, mi hija se me está muriendo... Hace 10 años que está en este hospital y no puede salir, no tuvo infancia, no tuvo amigos... Yo...
Otra ves se derrumbó Gladys, a ella en verdad le dolía todo esto que estaba pasando su hija.
- Que? De que estás hablando si yo escuchaba.. - Sandra al oír esa confesión se sorprendió, siempre escucho que Mónica Brown estaba en Roma, y que estaba bien, Porqué ah hecho ese rumor si no es cierto.
- Todo es mentira, eso fue inventado por mi Padre para que mi hermana no me encontrará..
- Entonces tu Hija..
- Sí.. se está muriendo Sandra... Ya no se que hacer, no tengo el valor de pedir un Donador en el mercado Negro, porque se que matarán a un pobre inocente para salvar a mi hija - Los sentimientos de la Madre de Mónica eran muy sinceros, y amaba a toda la gente del país o pueblo
- Alma.. murió - Confesó Sandra y Gladys la miró sorprendida. - Ella ah dejado el mundo hace días, no la desconecto porque Samantha Kinsgley no lo permite, y en parte yo no tengo el valor
Esa mañana las dos mujeres se dieron alientos, pero sabían que por Alma no se podía hacer más nada, en cambio Sandra le prometió a Gladys hablar con Samantha para que le dé el permiso de donar el corazón de su hija a Mónica, Gladys por fin tenía un pequeño luz al final del túnel, salió con más ánimos de la iglesia y Sandra se quedó pensativa. Ella estuvo preparada para este momento desde hace mucho, además de que fue la decisión de su hija y por eso la respetaba y se sentía en paz de que hizo todo lo posible por su hija.
Gladys al llegar le comento lo sucedido a su Marido, Gerónimo, le confesó que Alma Narváez hija de los Narváez, también estuvo enferma desde pequeña, pero que nunca decidió tratarse por los dolores que decía sentir y por qué le habían quitado su cabello.
Le comento que Sandra prometió hablar con la señorita Kinsgley para que permitiera el transplante.
Gerónimo no entendía que tenía que ver Samantha Kinsgley con todo esto, pero su Esposa le explicó rápido. Diciéndole que las niñas habían crecido juntas, y eran como hermanas. Por lo que Sandra no quería lastimar más a la pobre Samantha haciendo todo de repente.
Paso 1 día de que Sandra y Gladys hablaron, y no hubo respuesta de la otra parte, así que Gladys se fue junto a Sandra queriendo saber que habían decidido. Pero justo en ese momento llego Samantha Kinsgley. No si antes escuchar la conversación de ellas. Fue ahí donde Samantha entró
- No tienes porqué pedirme nada tía, es tu hija y tú tienes todo el derecho de decidir - Dijo La joven, a su corta edad desprendía un aura y encantó, pero para las dos personas que estaba delante de ella, Samantha Kinsgley seguía siendo más poderosa que ellas por eso la respetaban
- Estás segura mi niña - Sandra en verdad no quería que Samantha se enojara con la decisión que tomo, La joven sonrió y le dijo
- Estoy segura, si tú deseas donar el corazón de Alma es tu decisión y yo la respetó, con su permiso
Al decir aquello, Samantha Kinsgley se perdió, Sandra estaba felíz de que Sam haya decidido eso, así que rápidamente empezaron con los análisis y por la tardecita noche, Mónica fue operada con éxito.
Sus Padres quienes la esperaban al otro lado de la pieza estaban nerviosos por saber cómo salió todo, un Dr salió y les dijo que si hija respondió con éxito al transplante, que ahora tenian que ver cómo reaccionaba ella.
Día después Mónica podía comer y reírse, sus Padres estaban más que felices por ella, pero Mónica traía algo en mente que no podía estar así sin preguntarle a sus Padres quien había Sido la donadora de ella.
A lo que después de haber insistido por varios minutos sus Padres le dijo que había Sido Alma Narváez, pero quién dió la orden fue Samantha Kinsgley.
Actualidad: Mónica 23 años
La mujer de cabello rubio, estatura promedio y ojos celestes, estaba en su hogar aburrida, no podía hacer nada. Llevaba casada con su Marido 6 Meses, en este tiempo Adler dormía en otra pieza y ella en otra. No entendía porque su Marido era tan alejado de ella, si antes jugaban y prometieron casarse y ser felices. Ahora ella no comprendía nada, será que Alder se olvidó de aquello se pregunto Mónica, luego se levantó y salió descalza afuera, estaba por llover y eso le gustaba.
- Señora se puede enfermar si sale así - Tenía millones de empleados a su disposición pero a ella no le interesaba ninguno de los que se preocupaba por ella
- Claro que no Raiza.. mejor hazme un té
- Claro que sí mi Señora.. con su permiso
Raiza era una mujer de 38 años, morena, alta y flaca, se preocupaba por Mónica como si fuera su hija, pero Mónica quería la atención de Adler Müller, su Marido. Salió afuera con un vestido blanco y con puntos negros, suelto, le gustaba sentir la lluvia en su rostro, empezó a lloviznar y Raiza vino con el te en la mano después de que su Señora se había empapado por completo.
- Mi señora!, Se enfermará - Aviso nerviosa Raiza y Mónica quien estaba felíz debajo de la lluvia le dijo
- Es lo mejor Raiza!. Poder sentir la lluvia en tu rostro, lo probaste alguna vez? - Mónica tenía la intención de sacar a Raiza con ella, así que lo mejor era persuadirla
- No mi señora como cree
- Ven aquí! Deja eso, ven!! , Vamos!! - Mónica era de buenos sentimientos, adoraba a Raiza pero no la quería encima de ella todo el día.
Raiza se quitó su zapatos y salió con miedo de resbalarse, Mónica la agarro de la mano y la hizo dar vuelta con ellos mirando hacia el cielo.
- Amo tanto hacer esto.. es lo mejor Raiza, cómo sabes no tuve oportunidad de vivir la vida de un niño normal, así que...
- Ya se mi señora, no me vengas con prohibiciones!! - Dijeron al Unisono las mujeres, el auto de Alder apareció justo después de eso y encontró a Mónica empapada, su mirada idarria tranquilidad en todo momento.
- Que hacen, Mónica.. te puedes enfermar! - Reto Adler, se quitó su chaqueta y la cubrió - Raiza que crees que haces, tu deber es cuidar de mi esposa, no acompañarla en su locura
Mónica se sentía cálida y feliz, al escuchar como la llamaba Adler
- Vamos adentró Mónica
Mónica no decía nada y solo siguió a Adler, Raiza se disculpó y luego entro en la Mansión, se cambió de ropa.
- No tienes porqué retarla así Adler - Mónica era conciente de que Adler no tenía derecho a nada practicamente, ella dejaba que Adler maneje todo por qué su Suegra le dijo que así ganaría el amor de Adler, y era por ello que estaba dando tiempo, el primero era para ver si Adler podria manejar bien la empresa familiar y el segundo era... de si Adler en realidad la amaba o es que nunca sintió nada por ella
- Te puedes enfermar.. vamos muy de seguido a visitar a tu Abuelo, y si te ve mal se preocupara y dirá que no te cuido
Por un segundo Mónica había sentido que Adler de verdad se preocupo por ella, pero se había equivocado una vez más.
- Bien.. permiso - dijo decepcionada y salió en dirección a su pieza a bañarse y cambiarse de atuendo.
La vida cotidiana de Mónica desde se casó es estar en su casa, ya que su amiga Samantha dios luz hace días atrás. Sarah Smith quien también es muy amiga de ella, estaba siempre ocupada y casi no tenía tiempo para nada. Mónica se ducho todo y luego se puso un vestido rojo suelto, se peinó y luego bajo, la cena ya estaba lista y Adler estaba sentado esperándola.
Al menos la cena y el desayuno podía disfrutar Monica con la presencia de su Marido, retiro la silla y se sentó alado de el, Adler preguntó
- Qtal estuvo tu día?
- Bien.. aburrido, qtal la empresa - Para Mónica era muy importante la empresa, y Adler no sabía eso ya que estaba en el acuerdo que Fernanda lo hizo firmar sin si quiera leerlo, pero en el fondo el hombre sabía que para Mónica su herencia era lo más importante.
- Bien hoy tuve unas reuniones con los Italianos, todo marcha bien
Raiza y una chicas más aparecieron con la comida, sirvieron a cada uno y luego el timbre sonó.
- Esperas a alguien - Pregunto Adler
- No.. Raiza ve a abrir por favor
- Sí permiso..
Raiza se apresuró en abrir y apareció Fernanda con su hija Alicia, ambas eran todo un personaje, la manera en que ahora vestían era muy diferente a lo que se vestían antes de que Adler se case con Mónica.
- Adelante señoras..
- Hmm, y mi hijo se encuentra - Fernanda no era nada amable con los empleados
- Claro por favor pasen por aquí
Alicia era la hermana adoptiva de Adler, sus padres necesitaban un avivamiento por así decirlo, cuándo ambas parejas se fueron a adoptarla de un asiló. Fernanda sentía que le perdía a su esposo cuando esté empezó a trabajar más de la cuenta y no estaba todo el día en la casa, Aceves llegaba tarde y no dormía en la casa por motivo de la empresa que estaban empezando a crear. Así que Fernanda busco una manera de atraerlo nuevamente más hacia ella y la opción más fácil fue el de adoptar una hija, ya que Fernanda no podía tener más hijos y a Rafael siempre le gustó la idea de adoptar una hija más.
Cuando Fernanda Müller le confesó a su Marido que se sentía sola, Rafael no sabía que decirle a su Mujer ya que el pobre hombre había intentado de todo antes. Cuando de repente Fernanda dijo
- Será que es hora de adoptar el segundo hijo que tanto habíamos anciado - Rafael fue directo a abrazar su mujer y decirle lo feliz que estaba por la idea
Fue así como Alicia Müller fue adoptada del asiló de niños a los 9 años, ya que era la más chica que había en el asilo en ese momento y Fernanda en verdad se había sorprendido de lo hermosa que era está. Amabas parejas empezaron con los papeleos y la adoptaron 1 mes y medio después. En ese Momento Adler estaba en España estudiando con uno de sus tíos. Por lo que no sabía nada
Cuando ambas mujeres pasaron en el comedor Adler se levantó a recibirlas, por lo tanto Mónica había empezado a comer.
- Madre, Alicia, Que hacen aquí? No las esperaba
- Ah, hermano es que llegue ayer y quería verte, así que le convencí a Madre de que me trajera, espero no molestar - Alicia era una joven educada, pero Fernanda la estaba Manipulando a su Antojo
- Cómo creen, porfavor suegra tome Asiento, cuñada adelante - Mónica se limpio la boca y las invito a cenar
- Oh, Mónica no te había visto.. pensé que no estabas - Fernanda no trataba bien a Mónica en ningún momento, Mónica no dijo más nada después de eso, ella en verdad no quería ser grosera con su suegra, pero esta mujer lo único que hacía era hacerla de menos
- Madre siéntate, cenemos
Esa noche Mónica no pudo hablar ni una palabra ya qué nadie la hacía parte de nada, cuándo terminó de cenar decidió levantarse pero Adler le pidió quedarse hasta que su Madre y hermana se vayan.
Después de estar 3 horas sentada alado de su Marido, su suegra al fin se dispuso a ir. Lo despidieron entre los dos y al final ella suspiro y miro a su alrededor. Todos los empleados se habían retirado, la mesa estaba llena de cubiertos y comida, empezó a juntar los cubiertos ya que Fernanda había dicho que no le gustaba que levanten la mesa cuando ella está sentada, ella presentía que lo estaban echando. Fue por eso que la mesa no fue recogida antes.
Pero Mónica sabía que todo esto fue planeado por su suegra, le había hecho a ella a propósito. Raiza aprecio con su ropa puesta todavía y sorprendió a Mónica
- Me asustaste, pensé que ya te habías retirado Raiza
- Cómo cree mi señora, sabía que la mesa seguia aquí y por lo tanto mi trabajo no ah acabado
- No te preocupes Raiza ve a descansar, igual quiero entretenerme con algo - Ordeno Mónica, justo en ese Momento Adler se detuvo detrás de un pilar a escuchar la conversación de ambas mujeres
- No, ya se lo dije es mi trabajo Señora
- Pero yo soy tu patrona, Bueno mejor lleguemos a un acuerdo, cómo las otras chicas ya se fueron a la cama, dejame ayudarte aún que sea..
- Bien.. sólo porque se cómo eres..
- Gracias Raiza.. yo sé que Mi Abuelo te dió un trabajo especial en esta casa y eso te lo agradezco mucho, pero estoy aburrida y bueno no quiero irme en la cama todavía
Adler escuchaba la conversación de las mujeres cuando tuvo la oportunidad subió en su recámara, se quitó la ropa y entro a ducharse, estuvo en su recámara hasta que no escucho más movimiento en la sala, luego bajo, las luces ya estaban apagadas.. entro en la cocina y abrió la heladera, saco la leche y cuando abrió el microondas estaba ahí un vaso de leche caliente para el, Mónica se acercó por detrás y agarró la jarra de leche que tenía Adler en su Mano
- Es para ti, esto dámela que lo voy a guardar
Adler se tenso con el pequeño toque que tuvo con Mónica, se quedó mirándola y luego saco la leche y tomó un sorbo
- Pensé que estabas en la cama ya - Dijo Adler y Mónica negó con la cabeza, prendió la luz y fue ahí que Adler se dió cuenta que Mónica se había cambiado de ropa y ahora estaba vestida con Jeans ajustados una bota y una camisa blanca.
- Voy de viaje, quería decírtelo hace rato pero te encerraste en tu cuarto, así que decidí esperarte
- Oh, lo siento... Yo estaba duchandome - Mintió ya que había estado esperando a que ella se fuera en la cama para salir por su vaso de leche
- No te preocupes, quería decirte que iré en Nueva York, Samantha dió a luz hace días atrás y quisiera saber cómo...
- Esta bien - Interrumpió Adler, Mónica una vez más se desilusionó, suspiro y lo miró - Yo sé qué me avisarás cuando llegues, quiero estar seguro de que llegaste bien
El corazón de Mónica latio muy rápido, en verdad Adler le estaba pidiendo que lo mantenga al tanto.
- De acuerdo, entonces me voy.. te encargo la empresa...
Mónica se dió la vuelta y salió de la Mansión, ella era una Brown, nunca saldría sin escolta.
Al día siguiente Mónica llegó en Nueva York, fue directo en la nueva Casa de Samantha. Se quedó varios días ahí, ya que Samantha era una de sus socias más grandes en la empresa se enteró de algunos imperfectos en la empresa y decidió mandar a llamar a Adler para asegurarse de que su dinero estaba en buenas Manos.
Mónica le Confesó que por motivo de su suegra había dejado la empresa en Manos de su Marido ahora, pero Samantha le pregunto que si ella estaba segura del buen manejo que estaba haciendo Adler, ella dijo que no y por ende Mandaron a llamar a Adler para una reunión.
Adler se fue con su Madre en la Reunión, Fernanda quería hacer lazos con la mujer más importante en todo el mundo, pero no fue muy recibida en la empresa por el hermano Mayor de Samantha Kinsgley, Josh. El hombre era mayor que Adler 5 años más, era un hombre alto, piel mate, su mirada era frío, y su vos era muy grave y a Fernanda le daba escalofríos cada vez que Josh se dirigía hacia ella.
Lo que más susto le causó a Fernanda fue cuando, Josh casi le entrego el acuerdo que había firmado para casarse con Mónica, el ambiente se tenso.
- Cómo le día Señor Adler, note que los números bajaron, quería asegurarme de que mi dinero este en buenas manos.
Alder comprendió la preocupación de esta mujer, cuando le mostró la cantidad de dinero que había puesto en la empresa hasta el se asustó, pensó. Si se asoció con este dinero... pero luego sacudió su cabeza diciendo en sus pensamientos.
Ahora se porque es la más importante en todo el país, firmo un acuerdo que Josh Kinsgley le pasó.
- Si firmas ese acuerdo estaremos más tranquilos, si pierdes el total del dinero que invertimos.. tomaremos tu empresa como parte del pago. - Dijo Josh muy serio - Pero si todo va bien y nada se sale de control no tienen porqué preocuparse, solo queremos asegurarnos de que la empresa esté bien
- Comprendo - Adler agarro el bolígrafo y firmo el documento, luego le pasó a Samantha - Yo me haré responsable
Samantha se sorprendió, en verdad ella había dudado de que esté hombre firmaría, eso significa que no tiene malas intenciones encontrá la empresa de su Amiga. Suspiro y estrecharon las manos
- En unos meses estaremos levantandonos de nuevo - Dijo Adler y estrecho la Mano de Josh - Señor Kinsgley, espero volver a verlo, con su permiso.
Adler salió de la sala dejando a su Mamá atrás, Fernanda lo llamaba, pero en ningún momento se detuvo. Adler respetaba a su Madre.. pero que quiera ver mal a la familia que les dió la mano para que puedan salir adelante. Eso a Adler le molestaba, el jamás pensó en traicionar la confianza que le dió Mónica y dejándola en banca rota.
- Adler te dije que me esperarás - Fernanda agarro a Alder de los brazos afuera de la empresa, el viento otoñal, soplo fuerte
- Que quieres.. Está es la última vez que me acompañas en mis reuniones Madre - Reto Adler, estaba decepcionado por lo que su Madre dijo
- Oye, oye, a mi no me prohibes nada - Dijo Fernanda - Yo soy tu Madre la que ideo todo esto, estamos en dónde estamos gracias a mí
- Jamás te pedimos ayuda con mi Padre, y de ahora en más quedas fuera de las reuniones - Adler se arregló su Chaqueta y camino en dirección a su auto
- A mi no me ordenas mocoso Malagradecido, y quién crees que te acompañará - Siguió enojada Fernanda
- Ve junto a Mi Padre y acompañalo a él, yo estaré bien, Mónica me acompañara de ahora en adelante - Fernanda se subió en el auto y se enojo más
- Pero que Estupideces estás diciendo... Me estás sacando a mi, para darle lugar a esa mujer suela...
- Cuidado cómo llamas a mi esposa Madre... Respetala, tanto ella como yo estamos unidos por un contrato, pero eso no te da el derecho de hablarle así, ella es la que Manda aquí, así que deja de tratarle mal, no me molestaría sin un día como este te pone en tu lugar
- Lo que me faltaba, que mi propio hijo se vuelva en contra mí
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