Paimon Dagon es un demonio que forma parte de la Orden sobre los Dominios del infierno. Él se desplaza por el mundo por el cargo que posee. En su cargo tiene las legiones de demonios, siempre a la orden y desplazándose hacia el infierno sobre las órdenes de Lucifer. Paimon es un dios que puede ser invocado con el fin de responder las cuestiones que se deseen o con el fin de impartir conocimientos en ciencias, artes y doctrina. Él siempre se desplaza cuando se le ofrece un sacrificio. Otros poderes asociados a Paimon son la resucitación de los muertos, visiones y la invocación sobre otros espíritus. Por otro lado, es representado con un rostro guapo y bien esculpido, luciendo su corona de príncipe exquisitamente decorada. Paimon vino a vivir a la tierra para controlar las legiones de demonios a su mando.

-Hijo, si no quieres volver al infierno a tomar tu lugar, debes tener un hijo con una humana virgen, de buenos sentimientos y corazón noble. -Lucifer hablando.

-Padre, no me interesa tener hijos y menos con una humana. -Paimon se niega.

-No es una orden, es un requisito para que puedas ir y venir a tu antojo. Ya no puedo seguir manteniéndote en la tierra. Si tienes un hijo, será de los dos mundos, tendrá un poder sin igual y podrás usarlo para ir y venir cuando quieras. Él tomará tu lugar.

-Lo pensaré, padre.

-No tienes que pensarlo, tienes un año y no habrá vuelta atrás. -Lucifer le advierte. -Hoy es la última vez que vas y vienes del infierno a la tierra.

Paimon se asustó y se fue a la tierra. Paimon tenía un plan para resolver su problema y ese era buscar a alguien de su empresa y darle dinero por una de sus hijas. Paimon mandó a publicar un anuncio donde decía lo siguiente:

El CEO Paimon necesita un heredero. No importa su clase social, la familia que tenga una hija dispuesta a darle un heredero será bien recompensada monetariamente. Ojo, hay algunos requisitos que cumplir. Por favor, para más información, diríjase a la oficina del CEO.

Los comentarios en la empresa no se hicieron esperar; muchos estaban considerando la oportunidad.

El CEO Paimon es un hombre alto, fuerte, de grandes músculos, joven y con ojos un tanto extraños por su color dorado. Él es un hombre guapo en toda la extensión de la palabra, pero su temperamento es insoportable.

Muchos de sus empleados lo considerarían como una verdadera bendición emparentar con el CEO, pero al pensar en su temperamento, nadie quiere mandar a sus hijas a sufrir en sus manos.

Se les dio tres días para considerar su propuesta. Los que estén dispuestos deben ir a su oficina y terminar de hacer los arreglos con él.

Uno de sus empleados, Bernard. Necesita bastante dinero. Se ha gastado todos sus ahorros en bebidas alcohólicas, mujeres y apuestas en casinos. Tiene la casa hipotecada y su sueldo lo está utilizando para pagar a los usureros.

Bernard Mid, entro a la oficina del CEO Paimon. Quiso saber las condiciones del contrato.

Al entrar Paimon le ofreció asiento. Bernard se sentó un poco nervioso, La personalidad de Paimon es terrorífica apesar de su belleza, ya que él es un Demonio.

-Si vino por el contrato, estás son mis condiciones. _ Paimon le entrega el documento.

Bernard lo recogió y empezó a leer. Un momento después Bernard sonrío.

-Señor Paimon, tengo en casa una niña justo como usted la quiere. Dígame donde firmó! Y mañana mismo es suya. _ Bernad sonríe, ya se imagina lo que puede hacer con todo el dinero.

-Ustedes los humanos por mi hermano el príncipe de la codicia, caerán al infierno. _ Paimon sonríe. Usted no debe de firmar, quien tiene que hacerlo es su hija. Traiga la firma y a su hija a esta dirección. _ Le entrega un papel con la dirección y se va.

Bernard antes de llegar a casa compro pollo frito y refresco. Al llegar a casa, abrazo feliz a su esposa Andrea y a una de sus hijas Arianna.

-Papá ¿que te sucedió que estás tan feliz? _ Pregunto su hija Arianna, tomando una pierna del pollo.

-Seremos rico, he vendido a la estúpida de tu hermana. De algo nos sirvió esa loca. _ Bernard toma la otra pierna del pollo.

-¿En serio? _ Andrea brinca de la felicidad y come la pechuga del pollo. _ ¿A quien se la vendiste? ¿Quien dio tanto dinero por esa loca?.

-El Ceo de la empresa, él quiere una joven virgen para que tenga su heredero y yo lo pensé muy bien antes de venir.

-Papá... debiste dejarme ir a mi ¿Por qué a la loca de mi hermana?. _ Arianna le reclama.

-Mi querida hija, tu hermana es virgen y tú no, pero mandaremos a tu hermana y luego ustedes cambiarán de puesto, ya que ustedes son gemelas idénticas él no sabrá con cuál de las dos se ha costado. Después cuando estés con él sales embarazada y a tu hermana la desaparecemos.

-Mamá, por fin tendré todo lo que he soñado. _Arianna ya está soñando con su vida de millonaria.

-Cariño, pero he escuchado que ese hombre es un demonio. Tiene el carácter pésimo, se dice lo peor de ese hombre. _ Andrea piensa en el temperamento de Paimon.

-Cariño, caundo nuestra hija de a luz a su heredero ella será lo tendrá comiendo de sus manos. _ Bernard habla feliz.

Bernard, Andrea y Arianna terminaron de cenar felizmente, soñando con sus vidas de ricos. Bernard tomo lo que quedó de la cena y lo junto en un plato desechable y lo llevo al sótano de la casa.

En ese sótano todo estaba oscuro, húmedo, oliendo a moho y solo una pequeña luz que entraba por una rendija desde el patio permitía ver un poco por dónde caminar.

Bernad le entrego a su hija las sobras de la cena y la miro feliz y sonriendo.

Bernard quiso tocarla indebidamente y aurora le golpeó la mano. Bernard la golpeó en la cara y le halo el cabello.

-Te has salvado varias veces, maldita loca. Si no fuera por qué te he vendido y necesitas llegar virgen, en este instante te habría destrozado y tirado a la a calle cuando me cansará. _Habla furioso y la golpea.

Aurora no se defendía, ella no tenía fuerzas y era peor si lo hacía. Su padre, si así lo podía llamar cada vez que se emborracha quiere abusar de ella y aurora ha tenido que recorrer a planes sucios, como hacerse la loca desde niña y ensuciar su ropa para no ser abusada por su padre.

Aurora al escuchar qué seria vendida, se susto y cayó al suelo llorando. Lloraba y no era por el golpe, era porque tal vez su vida sería peor que ahora.

-Oh, no sabes lo feliz que estoy de venderte, pero tranquila después tu hermana cambiará por ti y tú volverás a esta pocilga y yo vendré todas las noches a usarte como una cualquiera.

Bernad la golpeó una vez más

-Solo queríamos una hija y viniste con problemas de salud, tal vez sino te hubieras enfermado tendríamos mejor vida, pero después de enferma te volviste loca. _Bernard salió del sótano azotando la puerta y cerrando con seguro.

Aurora lloraba encima de un colchón viejo, donde las ratas la acompañaban, rogando por una pequeña luz en su vida que la ayudara a cambiar de vida.

-Tomaré cualquier cosa, lo que sea solo por salir de este infierno. Venderé mi alma y seré fiel a quien sea. _ Aurora lloro por mucho tiempo y no se dio cuenta hasta que hora cayó rendida.

Temprano en la mañana Andrea y Arianna entraron al sótano usando mascarilla y guantes y con un cubo de agua en las manos.

Arianna vertió el agua en aurora, esta se levantó de repente asustada por el agua fría. Tosió casi ahogada mientras Madre e hija se rían.

-Mamá, mira como la loca brinca asustada. _ Arianna estaba burlándose.

-Date prisa y arreglemos su cabello, hay que bañarla bien y ponerle perfume. _ Adriana la jalo del cabello.

Aurora fue bañada en el patio apesar del frío del invierno que acababa de empezar. Ella estaba tiritando con la piel de gallina y moqueando.

En la tarde Bernard paso por ella y la llevó a la mansión donde se encontraba Paimon esperando por ella.

Aurora fue llevada a la habitación de Paimon por una de las sirvientas y fue dejada después de cambiarse a una bata negra.

La mansión estaba totalmente pintada de negro y había poca luz. Las ventanas y los cristales tenían cortinas negras que cubrían todo el espacio donde podía colarse la luz del Sol.

Aurora esperaba sentada en la cama, nerviosa y asustada. Pensó en todo tipo de planes para detener a quien robaría su virginidad.

Bernard quedó en buscar a Aurora en la mañana y recibir su pago. Paimon debía comprobar que aurora era virgen y sin que ellos lo supieran está quedaría embarazada en ese instante.

Las puertas de la habitación se abrieron y Paimon entró por ellas llevando su corona. Al entrar, se sentó al lado de Aurora y le entregó un documento. Aurora no lo leyó y firmó de inmediato.

- Señor, empiece con esto y termine pronto. - Aurora habló despectivamente.

Paimon se sorprendió al escuchar a aquella joven hablarle en ese tono, pues bien sabía él que todos le temen por su aura demoníaca.

- Firmaste un contrato sin leer, ¿eres realmente audaz o eres estúpida? - Paimon se burló de Aurora.

Aurora ya está acostumbrada a este tipo de insultos, así que uno más no la va a herir.

- Yo vendería mi alma... solo para salir de mi infierno. - Aurora bajó la cabeza.

Paimon se burló nuevamente de Aurora.

- Tus deseos son órdenes.

Paimon la tomó de las manos y rompió la bata que ella estaba usando.

Toda la noche, el gran demonio embistió contra ella. Por alguna razón, Aurora no se resistió y, a pesar de que este hombre es de gran tamaño, ella solo sintió placer. Un placer fuera de este mundo que la hizo pedir más.

A la mañana siguiente...

Aurora despertó y, al abrir los ojos, se vio en la gran cama y rodeada por la servidumbre.

- El amo te dejó este dinero en efectivo. - Una de las mucamas le enseña un fardo de dinero. - Lo puedes gastar en tus antojos, tu padre vendrá por ti, pero debes volver esta noche.

Aurora asintió obediente. Ella sabía que la que iba a volver no sería ella, era su hermana gemela. La servidumbre la ayudó a limpiarse y la vistieron con excelentes prendas de calidad. Después de ser atendida, la llevaron a desayunar.

Mientras Aurora desayunaba comiendo de todo lo que había en la mesa, sintió náuseas. Ella se detuvo por un momento. La servidumbre susurraba y ella no podía entender el lenguaje.

Pensamientos de Aurora: "Tal vez estoy comiendo de más, nunca he comido tan bien en mi vida, solo las sobras, a veces nada, y por eso la comida me está haciendo daño."

Aurora volvió a comer y su padre llegó por ella. Mientras Bernard conducía el auto camino a casa, se burlaba de ella.

-¿Lo serviste bien? Eres una zorra y después de esto deberás servirme a mí como lo que eres. Te quedarás en esa mugrosa casa sola, pero descuida, iré a verte todas las noches y mientras te portes bien te daré de comer. Bernard le pasó sus asquerosas manos en las piernas. Tú serás mi puta.

Aurora le dio náuseas ese comportamiento salvaje de su padre y expulsó todo lo que se había comido, Bernard al ver esto se descontroló y terminó causando un accidente.

El tráfico estaba pesado y Aurora abrió la puerta del auto logrando escapar de Bernard.

Las personas alrededor del accidente mandaron a Bernard al hospital en una ambulancia. Aurora estaba a lo lejos observando, no sabía qué hacer, o para dónde ir.

Momentos después llegaron Arianna y Andrea a recoger el auto y Aurora las escuchó decir que irían al hospital a ver a Bernard.

Aurora aprovechó y volvió a esa casa que tanto la atormenta a buscar sus papeles de identificación y su pasaporte. Aurora estaba en la habitación rebuscando, hasta que logró dar con ellos.

Arianna y Andrea llegaron a la casa, Aurora escuchó el auto llegar y sus nervios se descontrolaron, no sabía qué hacer y si esas mujeres la encontraban la matarían a golpes. Aurora escuchaba los pasos que se dirigían a la habitación y cayó al piso rogando que alguien la salvara.

La puerta de la habitación se abrió...

-Mamá... gritó Arianna. Sube rápido alguien estuvo revisando en tu habitación, pienso que nos robaron.

Andrea subió rápidamente y todo estaba hecho un lío, las dos revisaron y solo faltaban los documentos de Aurora.

-Aurora se llevó sus documentos. Esa pequeña perra estuvo aquí. _Andrea estaba furiosa.

-Mamá, mi loca hermana fingió todo este tiempo y cuando tuvo oportunidad huyó. _Arianna lo calculó perfectamente.

-Tenemos que ir al hospital y hablar con Bernard. Esa estúpida puede volver con el CEO y echar nuestros planes abajo. _Andrea está preocupada de que Aurora vuelva con Paimon.

Aurora bajó su cabeza y la metió entre sus dos piernas, esperando los golpes de su hermana o su madre.

Después de esperar mucho tiempo, Aurora levantó la cabeza y miró a su alrededor para darse cuenta de que estaba en un país diferente. Se había teletransportado y no sabía cómo ni por qué, pero agradecía a quien fuera por hacerlo.

El cuerpo de Aurora se restableció en un instante y no parecía la joven maltratada y llena de cicatrices por doquier. El bebé había restaurado a su madre y la protegió del peligro.

En otro país, en la oficina de Paimon...

- Ese pequeño demonio, no lo he concedido bien y ya está haciendo de las suyas. ¿Por qué habrá bloqueado el paradero de esa mujer? ¿Para protegerla? ¿Por qué un demonio tan poderoso como él lo haría? ¿Por qué protege a una humana? Tendré que ir por ellos yo mismo.

Paimon se levantó de su asiento y, con su asistente Harut, se dirigió al hospital para ver a Bernard. Por la mañana habían reportado que Bernard había tenido un accidente y tendría unos días libres hasta su recuperación.

Al llegar al hospital, Paimon encontró a Arianna y la confundió con Aurora.

- ¿Pretendes escapar? ¿La servidumbre no te dijo que debías volver a la mansión esta noche? - Paimon habló con un tono de fastidio.

- Señor, vine a quedarme con mi padre. Tuvo un accidente esta mañana - Arianna habló tímidamente y se comportó de manera diferente a lo que Paimon había visto de ella.

Paimon se acercó y sintió un aroma diferente, otra esencia, pero al ver el rostro de Arianna se confundió y pensó que era por su pequeño demonio que estaba en su vientre.

Paimon tocó el vientre de Arianna y sintió al bebé, pero sin aura demoníaca.

Pensamientos de Paimon: "Tal vez me está advirtiendo que no la toque y quiere protegerla".

Arianna, al ver esta acción de Paimon, se asustó. "¿No se habrá dado cuenta de que estoy embarazada de otro? Aún no se nota, solo tengo 6 semanas" - nerviosa - "Mamá me dijo que podía decir que el niño se adelantó y nació prematuro".

Paimon no se dio cuenta de que ese bebé no era suyo. Los demonios nacen a los 6 meses y ese bebé tenía el tamaño ideal para un demonio recién concebido.

-Deberíamos tener unos tres bebés, seríamos muy felices. _Arianna sonríe feliz.

-Con uno estaría bien, dentro de unos días te haré un chequeo.

Arianna se puso nerviosa, si le hacían el chequeo, Paimon sabría que estaba embarazada y no era de él.

"Los humanos son tan codiciosos que cambian de la noche a la mañana".

Paimon encontraba extraña la actitud de esta mujer, pero ese rostro era idéntico al de anoche. Paimon se fue a su mansión dejando a Arianna con su padre.

-Papá, he engañado al CEO, me confundió con la loca de mi hermana, pero tenemos un problema, él quiere hacerme un chequeo y si me lo hacen, sabrán que estoy embarazada.

-No te preocupes, yo sabré qué hacer. _Bernard está calculando qué hacer en ese caso.