Capítulo 1
Era imposible,yo no podía experimentar este tipo de sentimientos.Jamás me había pasado algo así.No puedo creer que esté enamorada,que esté sintiendo amor por alguien.Oh no, necesito salir de aquí,necesito un trago...
Todo comenzó hace unos meses atrás.Mi nombre es Rashel,tengo 23 años de edad,soy una mujer de negocios y de hecho,soy muy exitosa en ello.Vivo en Londres,tengo un perro que se llama Rudo.No tengo pareja,solo aventuras de vez en cuando.Ahy olvidé mencionar,para que Rudo no se sienta triste ya que paso casi todo el tiempo haciendo negocios,viajando o simplemente en la empresa,tuve que contratar a una niñera que se llama Sol.Ella se encarga del perro y la limpieza de la mansión.Mi rutina siempre fue la misma:levantarme a las 6 de la mañana,hacer ejercicios,bañarme,desayunar mientras atiendo a mi Rudo.Él es petiso,de color blanco,tiene unos ojitos color miel que me vuelven loca.Hoy voy a escoger el auto color verde (tengo una colección de autos deportivos)y me dirijo a la empresa.
-Buen día, Catrina.—Saludo a mi secretaria.
-Buenos días,señorita Rashel.
-Quiero un café amargo,por favor.
-Enseguida,señorita Rashel.
Voy a mi oficina.Tengo una agenda súper llena.Hoy será un día largo.Hay reuniones,contratos por ver,entrevistas.Por momentos siento que necesito vacaciones.Ya casi terminando mi jornada,me levanto de mi escritorio y aprecio la bella vista que tengo hacia la ciudad.
-Rashel, tenemos que hablar.—Ingresa mi abogado.
Se llama Rick,es un chico alto,de cabello castaño oscuro, de ojos marrones, un físico bien trabajado.Es mi mano derecha.Nos conocemos hace 8 años.Somos un gran equipo en el área laboral y personal.Lo conocí en un parque,accidentalmente lo choqué con mi bicicleta,desde entonces,fuimos muy buenos amigos.Tenía trabajo para él y de inmediato vino aquí.Inconscientemente,tuvo casos uno tras otro,los ganó todos por cierto.Nos llevamos muy bien.Tenemos pequeñas discusiones,pero nos reconciliamos de inmediato.
-Rick, te he dicho infinitas veces que te anuncies.No puedes entrar así.
-No vamos a empezar con lo de siempre.Ven aquí que te eché de menos.—Me abraza,lo cual detesto.No me gusta dar amor ni recibirlo.Él lo sabe, pero lo hace de todos modos.
-Sí,sí,el sentimiento es mutuo.—Me suelta y hace un gesto con sus ojos,dejándolos en blanco.
-Por poco y olvido que eres tan,tan tú.—Procede a sentarse y saca unas carpetas que tiene en su maletín.
-¿Bien, de qué tenemos que hablar?Calculo que debe de ser importante,digo por la forma en la que entraste.
-De hecho,lo es. Analiza estos archivos.Son los ingresos de estos últimos meses.—Tomo las carpetas y las observo.
-Espera un momento,los números no coinciden.Hay mucha diferencia en los pagos y cada vez disminuye.Eso quiere decir…
-Que te están robando o estás perdiendo clientes.
-No,no es posible.No puede ser.
-Pues lo es.¿Quieres que me ocupe?
-Sí,por favor.Vamos por un trago y cuéntame cómo estuvo tu viaje.—No lo tomo tan a la ligera ni entro en pánico.Como mi madre decía,todo tiene una solución.
Salimos de la empresa y fuimos a un bar que está a unas 15 cuadras.Tomamos unas copas mientras él me hablaba de cómo le fue en sus vacaciones en Hawaii,salió de fiestas,conoció chicas,disfrutó de las aguas y el calor,incluso vino bronceado.Después de esas copas,fuimos a nuestro departamento,que utilizamos para tener sexo de vez en cuando,ya sea para festejar o dar la bienvenida,como en este caso.Me levanté,fui al baño y volví a mi casa.Me recibió Rudo.Hoy era un día muy bonito,así que llamé a Catrina para que cancelara mis citas.Iba a tomarme el día.Estábamos con Rudo apreciando la vista.Es magnífica,tengo un gran patio el césped es súper colorido,por la derecha se encuentra la piscina.Hay árboles súper grandes.El cielo está muy colorido y el sol nos brinda un calor magnífico.Estaba jugando con Rudo cuando de repente...
- Rashel,tienes una llamada.—Sol nos interrumpe.
- Gracias, Sol.Puedes retirarte.—Tomo el teléfono.
- ¿Sí?.
- Hola,¿cómo estás?,Te extrañé mucho.—Es mamá hablando en forma de sarcasmo.
- Hola,mamá.¿Cómo estás?.
- Bien,gracias hija.Te preguntarás,¿A qué se debe esta llamada?
- La verdad que sí,mamá.
- Tu hermana se va a casar.Necesitamos que vengas.No aceptamos un no por respuesta.
- Pero,mamá, no puedo.Tengo muchas cosas que hacer.
- No se discute,Rashel.
- Está bien mamá iré,a primera hora estaré ahí.Adiós,mamá.
- Adiós,hija.Te quiero.
Voy a ir y ya que estoy ahí,mientras tanto,voy a ver qué pasa en la empresa,así mato dos pájaros de un tiro.Llamé a Rick,le dije que iré personalmente a solucionar el problema en la empresa.Accedió y me dijo que me mantendría al tanto de cualquier cosa que llegara a pasar.
Empaqué una maleta con lo esencial,cosas de mi uso personal,cremas,ya que tengo muchas alergias y sin ellas me brotan ronchas,un poco de ropa interior,pijamas y ropa casual.De todos modos pretendo ir de compras.
- Hola,Catrina,¿Cómo estás?.—Llamé a mi secretaria para mantenerla al tanto.
- Hola,señorita Rashel,¿Qué necesita?.
-Voy a viajar a Madrid, tengo que hacer algunos trámites.Cualquier cosa que pase,llamas a Rick o te comunicas conmigo.
-Esta bien,señorita Rashel.Que tenga buen viaje.—Respondió Catrina.
-Gracias,Catrina.No sé qué haría sin ti y sin Sol.—Dije mientras colgaba el móvil.La verdad es que Rudo estaría triste de no ser por la compañía de Sol y de no ser por Catrina la empresa estaría en caos en mi ausencia.
Me despedí de Rudo y ordené a los guardaespaldas que me mantuvieran al tanto y que cuidaran muy bien de la mansión.Esto era una rutina,siempre hacía lo mismo cuando viajaba.Tenía un chófer y cuatro guardaespaldas solo por seguridad,ya que no había mucha gente en la mansión.Rick me acompañaría al aeropuerto y tomaría un avión privado para llegar a primera hora,donde me esperaba mi grandiosa familia(es ahí cuando utilizo el sarcasmo) y probablemente me encontraría con una vieja amiga a quien tengo ansias por ver.
Me voy a recostar. Estoy nerviosa, no puedo creerlo. Hace varios años que no veo a mi familia. La última vez que estuve con ellos fue en una cena donde festejamos muchos logros. Con mi hermana tuvimos un desacuerdo. Esa misma noche viajé a Londres y empecé a hacer negocios los cuales tienen mucho éxito. A cada integrante de mi familia le paso una suma importante de dinero por mes para que no se preocupen por los gastos.
La azafata me comunica que estamos por aterrizar. Me recibe el chófer de la familia, como es de esperarse, guarda mis maletas y zarpamos a la gran mansión de los Ortega.
- Está muy cambiada, señorita Ortega - me habla el chofer.
- Dime Rashel, por favor. Gracias, Tomy. Londres me cambió un poco. No acostumbro a hablar con los choferes, pero Tomy es prácticamente de la familia.
- Pasó mucho tiempo - no respondí.
Aunque tiene razón, pasó mucho tiempo. Jamás me tomé la molestia ni siquiera de llamar para ver cómo estaban. Nunca tuve tiempo. Siempre me preocupo por mí, por mi trabajo. De hecho, no solo vine por mi familia, sino por trabajo. Me preocupa la idea de que uno de mis empleados me esté robando. Prefiero pensar que estoy perdiendo clientes. Tengo empleados muy buenos. No quiero tener que molestarme en despedirlos. Sería un desperdicio.
- Llegamos - Tomy interrumpe mis pensamientos. La mansión está mucho más grande de como la recordaba.
Oh no, mamá está en la puerta esperando a recibirme. Eso significa que voy a tener que soportar sus agobiantes abrazos y besos. Hasta apuesto un dólar que me dice: "Hija, que flaca estás y si como bien".
- Hijita mía, ¿cómo estás? Mírate, estás tan cambiada - procede a abrazarme fuerte y a besarme la mejilla. Yo solo me quedo inmóvil. No me gusta recibir abrazos ni besos, pero es mamá, lo tolero un poco.
- Hola mamá, tú también lo estás - y de hecho lo estaba. Su cabello era color vino con rulos, ni muy largo ni muy corto. Estaba más flaca. Sus cachetes tan bonitos que tenía desaparecieron. Tenía una sonrisa radiante.
- Hija, ¿en tu casa comes? Mírate, estás muy flaca. Ves, te lo dije, siempre es lo mismo.
-Mamá, por favor, no empieces. Estoy cansada. Iré a dormir. Cuando despierte, hablamos.
-Está bien, Rashel. Ve a tu habitación y descansa. Tus maletas ya están ahí. Cualquier cosa que necesites, me avisas o hablas con Tati.
-Gracias, mamá.
Fui a mi habitación y estaba tal cual la dejé. Las paredes son de color rosa cremita, los muebles son blancos, mi cama tiene sábanas azul marino y colchas blancas. Mi habitación es muy grande, ni hablar del baño y mi armario que está al lado del él. La verdad, no sé por qué me sorprende tanto. Lo que aprecio de esta habitación es la terraza y la maravillosa vista que tengo hacia el patio trasero. Me bañé con agua tibia. Me sentía cansada, así que me puse un pijama súper cómodo. Era negro, corto y liso. Fui a dormir. Ni siquiera sabía qué hora era.
Al despertar, me di cuenta de que no traje mi ropa deportiva. Solo suspiré profundo, fui a bañarme y bajé a desayunar.
-Buenos días, dormilona. Mamá estaba en la mesa desayunando. Estaba sola, por suerte.
-Hola, mamá.
-Tu hermana vendrá al mediodía. Tu hermano está en sus clases de piano. Él vendrá para el mediodía.
-Está bien, mamá.
-¿Qué tienes planeado hacer hoy?
-Voy a trabajar, mamá. Tengo trámites por hacer en la empresa. Se le borra la sonrisa de inmediato. Se pone seria. -Y no me mires así, mamá. Sabes que el trabajo es muy importante para mí.
-No voy a discutir. Solo no te excedas mucho y ven para el almuerzo.
-Está bien. Te lo prometo.
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