¿Que harias si abres los ojos y no tienes idea de quien eres? ¿Donde vives? Estas sola, no sabes si tienes padres, hijos, si tienes casa o empleo, todo era temor hasta que aparecio ese extraño sujeto en el cuarto del hospital que dijo ser mi esposo.
Necesito saber como es que estoy atada a el.
Las luces de la casa se apagaron, Lara corrió, se llevo puesto un mueble y se fue al suelo, se arrastró hasta ponerse de pie, la luz de la luna alumbraba a través de los ventanales, observo una figura masculina de negro en el marco de la puerta, tenia un hacha en la mano
—¡Alejate! —Exclamo con desespero mientras corria por la sala rumbo a las escaleras.
Oyo una risita que le puso los pelos de punta y este comenzó a caminar a paso rapido y a subir las escaleras con prisa.
Lara ingreso en un cuarto de huéspedes y le coloco el seguro a la puerta, retrocedió, miro hacia el cuarto buscando algo con que defenderse, pero no encontraba.
Observo el picaporte moverse y luego topazos a la puerta.
Lara empujo una comoda contra la puerta y retrocedio, el corazón le latia con fuerza, busco el móvil en su bolsillo y recordó que había olvidado la cartera en el coche.
De pronto la hoja del hacha atravesó la puerta.
Lara grito fuertemente y observo un ojo observando por el orificio, otra vez esa risita siniestra como música tortuosa volvia a ponerle los pelos de punta.
Lara camino hacia los ventanales, salio al balcón.
El sujeto se retiró y comenzó a bajar las escaleras.
Lara se subió a la baranda, trato de bajar sosteniéndose del filo y se lanzo al suelo, cayó sobre unos matorrales que amortiguaron la caída, se puso de pie y comenzó a caminar a paso rápido, se introdujo al campo abierto.
—Hoof
—Hoof
—Hoof
Se dio la vuelta y lo observo salir por la puerta trasera y a corrio con mucha rapidez.
Las ramas golpeaban lq piel y piernas de Lara produciendo cortes en su vestido floreado, estaba descalza el suelo estaba lleno de maleza seca y piedras que lastimaban su planta de los pies.
La bala de un disparo golpeo en un árbol cerca de ella, Lara grito y observo luz, era la carretera, descendio una ladera a los tropezones, se arrastro lastimanndose las muñecas, se puso de pie, llorando y salio a la oscuridad, se dio vuelta para ver si el venia detrás pero no lo vio.
Observo la luz de un coche, ella le salio al cruce.
Lo último que vio Lara fueron unas luces que la segaron, se tapo la vista y grito.
El conductor miraba el mapa cuando de pronto la vio, piso el freno tardíamente y la atropello lanzándola algunos metros hacia adelante donde reboto y rodo.
— ¡Dios mío que hice! —Exclamo el conductor.
El sujeto apretó el mango del hacha y rabio al ver dos coches que se frenaron para ayudar.
El conductor se bajo nervioso y fue hacia el cuerpo,lo primero que hizo fue chequear si la mujer tenia puls,—Hola ¿Emergencia? Arrolle a una mujer en plena carretera, esta inconsciente no reacciona, tiene sangre en la cabeza, me encuentro en la ruta 66...no se de dónde ha salido, creo que huía de alguien.
—Está saliendo una ambulancia en este momento, me comunicare con la policía para que envíen una patrulla también, revise si hay sangrado prominente en alguna área del cuerpo y haga presión con un trapo.
—Bien.
El sujeto se ocultó y comenzó a retroceder.
—Demonios...
—Tiene un anillo, seguro es casada, pero no trae ni cartera ni telefono—Comento el sujeto que la había atropellado, se limpiaba el sudor y se paso la mano por su calva—Maldita sea estoy en un problemón.
—No la movamos—Comento una mujer que cerraba su campera por que sentía frio—No hay que mover a las personas sin saber si tienen alguna fractura, eso dicen, que se yo, por ayudar sin saber podemos meternos en un problema o hacerle daño.
El esposo de la mujer se agacho delante de la mujer, saco un pañuelo y lo uso para hacer presión en el muslo derecho.
—La ambulancia está en camino, llegara en un rato.
— ¿Qué le habrá sucedido a esta mujer?
El hombre que la atropello observo los pies descalzos de la mujer lastimados y luego observo hacia el bosque.
—Algo muy malo debió suceder ahí.
Se detuvo en el estacionamiento, su ambos azul demostraba ser un personal de la salud, se colocó un guardapolvos y un gafete de la institución, se puso unas gafas y saco su maletín.
Tomo su móvil y marco, se lo coloco en su oído.
— ¿Hola? ¿La encontraste?
—Sí.
—Avísame como sale todo, quiero a mi hija de vuelta.
—Te llamare en la noche, primero debo sacarla de aquí, antes de que el aparezca.
—Te pagare muy bien, pero recupera a mi hija.
El sonrió—Estas hablando con el mejor, tu mantente tranquila, tendrás novedades,
El salio del coche y camino hasta el baúl, lo abrió y observo un medico amordazado y desnudo.
—Hey! Te vas a resfriar asi, descarado como te me pone enfrente en esas fachas, eh.
El sujeto se retorció y lo miro rabioso.
—Gracias por la ropita, eh, muy buena calidad, debo admitir, me queda al pelo, Ja.
El observo seriamente al médico retorciéndose —Haces mucho ruido y eso me molesta, saco de un bolsillo una jeringa y se la clavó en el cuello y le inyecto el contenido en su totalidad, el doctor cerro sus ojos lentamente y se quedo completamente dormido.
—Duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco y te comerá—Cerro la tapa y se retiró rumbo al hospital silbando alegremente.
***
Lara despertó, observo una enfermera revisando las vías.
— ¿Qué me paso? —Lara trato de tocarse las vías pero la enfermera se lo impidió.
—No, no hagas eso, esto te ayudara a contrarrestar las drogas que hay en tu organismo.
— ¿Drogas?
—Si, dicen que huías en el bosque.
—¿De quien?
—¿No recuerdas?
—No.
—Un auto te atropello, pero descuida estas estable, solo descansa.
—No recuerdo nada.
El doctor ingreso y cerró la puerta traía una Tablet en la mano —Muy bien, ¿Cómo esta la paciente veo que ha despertado—El doctor saco una linterna y alumbro las pupilas de la paciente—Buenos reflejos ¿Puedes mover las manos?
—Si.
—¿Y las piernas? ¿Tienes sensibilidad?
—Si, creo—Lara movio levemente las piernas.
—Genial, es hora de darte el alta, te iras.
— ¿A dónde? No recuerdo nada, ni se como me llamo.
El doctor se acerco y acaricio el rostro suave de Lara.
—No te preocupes Lara, ahora estarás conmigo—Le guiño un ojo.
—¿Cómo?
—Tu me perteneces.
La enfermera le tapo la boca a Lara, la paciente abrió los ojos en grande.
El doctor saco una inyección y se la inyecto en un brazo a Lara.
La enfermera se apartó—¿Qué sucederá ahora,jefe?
— ¿Qué me pusiste maldito?
El doctor sonrió—Hora de dormir, pequeña.
Lara trato de gritar, pero no pudo, sintió una palpitación y de pronto el monitor marco una línea.
Los ojos de Lara se abrieron en grande y lo último que vio fue a ellos dos.
El levanto su reloj de pulsera y observo la hora—Hora de muerte, seis de la maña y quince minutos, causa del fallecimiento paro cardiaco.
La enfermera la desconecto y le quito las vías— ¿Qué hacemos ahora, Ignacio?
—Llévala a la morgue, ahora.
Ignacio se giró y salió caminando a las zancadas a paso rápido, levanto el móvil—Preparen la camioneta de la funeraria.
—Estamos llegando
— Apresúrense, debo suministrar el antídoto.
***
La enfermera llevo el cuerpo tapado hacia la morgue donde lo prepararon, un grupo de personas ingreso y lo transportaron a la camioneta fúnebre.
Dentro de la camioneta había equipo para reanimación, Ignacio le descubrió el pecho, la enfermera se subió a la camioneta y cerraron las puertas, el vehículo se puso en marcha y comenzaron a circular.
La enfermera la canalizo y comenzó a hacer RCP, Ignacio le clavo una inyección directa al corazón.
—Hasta treinta compresiones y brinda oxígeno.
—Bien.
Ignacio la conecto a un monitor y preparo el resucitador, lo conecto a Lara y se apartaron.
—Descarga, Jennifer.
—Bien.
El cuerpo de Lara recibió la descarga arqueándose en la camilla y azoto hasta relajarse, afortunadamente el monitor marco ritmo cardiaco.
—Eres un bastardo Ignacio.
—Gracias, me halagas.
— ¿Cuál es la historia con esta mujer?
—Es una larga historia.
Ignacio toco el rostro de la Lara suavemente, se veía serio, imponente con esos ojos azules, su barba prolija y su cabello negro, era como un animal salvaje.
—Tenemos tiempo.
—Ese infeliz lo pagara—Se acercó y le dio un beso en la frente, tomo la mano de ella y le coloco un anillo de oro.
— ¿Se la llevaras a la familia?
El sonrió—No aun, huelo algo que no me está cuadrando en todo este embrollo.
Ignacio saco su glock y se la apoyo al conductor en la cabeza—Bajate.
— ¿Qué? —Freno de golpe.
—Bájate, del coche.
—Pero la señora.
—Al demonio con tu señora.
El chofer se bajó y Ignacio tomo el lugar.
—Nacho ¿Qué estás haciendo?
—Dame el teléfono.
El chofer se lo entrego y retrocedió—Esto te costara caro, la señora no se quedara de brazos cruzados.
— ¿Nooo, Enserio? —Sonrió y apretó el acelerador—Tiemblo...
—Cambios de planes, Jennifer.
— ¡Perfecto!
Nota del Autor: Bienvenidos a mi nuevo proyecto acaban de conocer a Nacho, este wey está bien perron y una bestia de facha.
Sígueme en instagram me encuentras como Danny_Perezok.
Un abrazo de gol para todos.
D.P
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