Diecisiete años atrás.
Don Camilo y su hijo estaban pescando cerca de la isla de los monos, era temporada alta de camarón y planeaban quedarse hasta el amanecer para sacar una buena venta.
__Hijo iré a dejar una carga , vuelvo rápidamente.
Su lancha se perdió en la oscuridad, dejando solo espuma blanca en el agua.
Joel tenía medido el tiempo que su padre tardaría en llegar a tierra y vender la carga, así que dejó su lancha anclada y nadó hasta la isla, por una buena razón.
Cómo tantas veces antes , Joel vió a Halime , una hermosa joven de cabellos dorados , ojos azules y un cuerpo demasiado perfecto para ser real.
Si no fuera por qué tenían cuatro años viéndose a escondidas, pensaría que Halime era producto de su imaginación.
__Hola, ¿todavía estás despierta?.
Obviamente que lo estaba , Halime era una criatura nocturna.
__Joel, mi amor, ¿que haces a esta hora aquí?, es peligroso estar en la isla a estás horas.
Y tenía la boca llena de razón. Era luna nueva , el tiempo perfecto cuando el mar arroja a las bestias a tierra.
__Tu familia no está aquí, tranquila, vi como se iban en una lancha , quizá a pescar también.
Eso puso en alerta a Halime, cerró sus ventanas y puso algunas velas. Buscó una brújula en su bolso y la puso sobre la mesa junto a un gran caparazón de caracol.
__Por favor Joel, debes irte, no es bueno que estés aquí...
El la atrajo hacia sus brazos y la besó, se habían entregado muchas veces antes, desde el día que la conoció, sentada en una roca junto a los arrecifes, lo conquistó su hermoso canto y sus cabellos ondeando al aire.
Sus cuerpos se fueron quedando sin ropa, poco a poco el entró en ella, dejándola sin aliento y buscando desesperadamente un poco de aire.
El acarició sus perfectos y redondos pechos , que a su parecer eran más grandes , ella fue muy receptiva, inusualmente cariñosa y dejó que por primera vez él la dominara.
Fue glorioso, sus gemidos sonaban como música, su sudor era dulce y embriagante, era adictiva.
Joel sabía que tenía quince minutos para volver a la lancha, antes que su padre volviera.
Se vistió rápidamente, puso su cadena de oro con un dije de ancla sobre la brújula de Halime.
Entonces...comenzaron a oír gritos , ruidos raros y el mar rugió cómo nunca antes, las olas golpeaban con furia las embarcaciones alrededor de la isla , una a una fueron sucumbiendo ante la fiereza del mar.
Joel corrió hasta la playa, pero no vio más que fuego ardiente, nadó hasta su lancha , una ola lo lanzó hacia las filosas rocas.
__Es él, ¡¡mátalo!!.
Alcanzó a ver una figura igual a la de Halime, pero con una sonrisa macabra, tenía fuego en las manos y trozos de madera en el cabello.
Se acercó a Joel, o a lo que todavía quedaba de él.
__Dónde está la princesa, ¡habla humano inservible!.
Joel iba y venía de la inconsciencia, ¿princesa, que princesa?, pensó.
__No...se...cuál... princesa.__Respondió tartamudeando.
Un golpe sordo le quitó la vida.
Entonces un grito espeluznante se escuchó desde la tierra. Era Halime, puso sus palmas en la arena y conjuró al cielo unas palabras en un idioma desconocido.
Luego golpeó tan fuerte como pudo y las raíces de los manglares comenzaron a envolver a las criaturas que atacaban a los pescadores.
El mar se convirtió en un campo de batalla, ningún pescador sobrevivió. Halime lloró sobre el cadáver de Joel, quería volver al océano, quería pero le dió sus piernas a la tierra a cambio de salvar su vida. Ella ya no podía recuperar su cuerpo de sirena , ni su vida.
Arrastró el cuerpo de Joel tierra adentro. Un dolor agudo en la parte baja de su vientre la hizo caer.
Tocó su entrepierna y tenía sangre , sangre roja y no esa sustancia viscosa de color verde que salía de su cuerpo cuando se lastimaba...
Entonces tembló, se asomó y pudo ver el inmenso carruaje del rey Luzerko, el mismo que había saqueado y destruido a su familia.
La bandera de Dercetia, ondeaba , ¿que hacía el gobernante del océano Índico en el pacífico?.
Su dolor se intensificó.
Vió algunas aves revoloteando alrededor, estaba en tierra firme , pero no era seguro, en cualquier momento vendría algún león marino o una serpiente por ella.
Tomó su brújula, la cadena de Joel y lanzó fuego al cuerpo de su amado, antes de correr hacia el norte , por su vida.
Las ballenas comenzaron a lanzar su sonido de alerta. Luzerko no pudo atrapar a Halime, tuvo que emprender la huída, por qué ya venía Lucien, el gobernante del pacífico.
El padre de Joel , había visto todo el fuego y creyó que estaban atacando a los pescadores. Volvió a tierra por ayuda , trajo a la guardia marina , a los lancheros y gente del pueblo.
No encontraron más que los restos de las lanchas. Y cuerpos por doquier, tenían heridas limpias , como si hubieran sido hechas por pequeñas lanzas.
Buscó a Joel, pero no lo halló. Nadó buscando el cuerpo al menos. Rescatando los restos de sus fallecidos compañeros pescadores.
Lucien salió a la superficie, como humano, dejando debajo del arrecife su tridente y su carruaje, también le ordenó a su guardia mantenerse oculta.
Cuando don Camilo vió una cola tan grande de pez y luego un torso humano, entró en pánico.
Tomó su arpón y lo clavó en la espalda del tritón.
Lucien volteó, vió que el humano tenía miedo, sus ojos desorbitados y el temblor en sus manos lo confirmaban.
__Humano, no lo hagas...
Demasiado tarde, don Camilo clavó en el pecho un pedazo de madera que encontró en el agua.
El mar cogió fuerza y comenzó a rugir más y más fuerte, las olas azotaron a los pobladores y comenzar a huir.
Luzerko veía detrás de una embarcación destruida , cómo un simple e insignificante humano, terminó con lo que él no pudo en años.
Sonrió ampliamente, sus dedos hicieron un par de movimientos y un par de anguilas fueron al fondo , con la noticia.
El rey Lucien, ha muerto.
Don Camilo consiguió volver a su lancha, tenía heridas en las manos, vió como unos delfines rosados se llevaban al tritón, luego escuchó el silbato del guardia. Estaba lejos de él, así que prendió el motor de su lancha y se fue.
A lo lejos , un pequeño tritón veía alejarse al asesino de su amado padre.
__Voy a vengarme papá, lo prometo.
El pequeño hizo círculos con sus dedos en el agua y esta comenzó a formar un hilo que fue subiendo hasta las nubes.
Don Camilo logró llegar a la playa, para entonces ya estaba claro. Acordaron entre todos , que nunca hablarían de lo que sea que había pasado en el mar. Era un pacto. Dijeron que un tornado mató a los pescadores, que Joel desapareció en la tormenta y que solo pudieron rescatar a algunos de los cuerpos.
El pueblo creó el mito de las sirenas , esas que con solo cantar llevaban a los pescadores al fondo del mar.
Una semana más tarde, don Camilo se encontraba recogiendo algunas ostras cerca del manglar. Nunca más hondo que las rodillas.
Cuando vió un reflejo dorado.
Era el cabello de una ¿mujer?. ¡¡Embarazada!!.
La jaló hasta la orilla, retiró las algas y las medusas de su cuerpo, sostuvo su nariz y con un bote de agua introdujo aire en su boca.
La mujer no respondió. Encendió su puro y le sopló el humo a la cara en un intento de que el olor la hiciera reaccionar.
La mujer se retorció , pronto se comenzó a agarrar la garganta, le señaló a don Camilo y este intentó extraer lo que sea que la estaba ahogando.
Era un plástico atorado en su garganta.
__Por favor señor, ayúdeme, se lo ruego.
Don Camilo no sabía que hacer...un parto, ¿cómo le iba a ayudar en un parto?.
Mientras don Camilo fue a buscar una comadrona, Halime se arrastró hasta las cosas del anciano, tomó su navaja y se abrió el vientre.
No hubo llanto, no quiso gritar para proteger a su bebé. Nadie más sabía que ella estaba viva y que además tenía en su vientre sangre real, al heredero de Neptún y el único que podía gobernar el océano Índico. Cuando supo que en su vientre crecía el fruto de su amor por Joel, ella no creía posible tal cosa, nunca había nacido un híbrido, siglos y siglos pasaron tratando de hacer que humanos y sirenas pudieran procrear, jamás hubo éxito. Hasta ahora.
Vió a lo lejos pequeñas llamas rojizas, sabía que el clan de Celine estaba merodeando, al ser hermanas ella tenía su rastro y su olor más impregnado que nadie más, la sangre les llamaba.
Así que tomó fuerzas , las últimas que le quedaban y se arrastró más adentro .
Luego sacó a su bebé, no era un tritón como ella esperaba, pero era mejor, así no tenía que enfrentar la vida en el mar .
Era una hermosa niña, humana , con sus ojos azules , cabello ondulado y muy negro, casi azul.
__Mi hermosa bebé, la infancia es un reino dónde nadie muere , crecerás y te convertirás en una mujer hermosa, toma mi último aliento amor mío, algún día lo vas a necesitar...nunca olvides que tú madre te amó, incluso desde antes de nacer, yo te nombró princesa, Kainari de Neptún, heredera del mar Índico.
Halime le susurró a su nena, la pequeña abrió sus ojitos y una lágrima le salió . Ella entendió todo.
Luego Halime le sopló y la envolvió en un viejo saco de lino dejándola sobre un cesto, junto con la brújula y la cadena de Joel.
Se arrastró hasta el mar de vuelta, llamó balonel agua a los tiburones, a un delfín y a las rayas.
__Cuiden de ella , no dejen que vaya más allá del arrecife, que sepa un día que ella es sangre de Gea y no dejen que Celine la encuentre ...
Después ella solo cerró sus ojos y durmió eternamente. Los tiburones comieron su cuerpo mientras los delfines lloraban y las rayas hacían un círculo alrededor, una de las rayas tomó forma humana, era Meridia, la fiel dama de Halime, la mantuvo cómo una raya para salvarla.
Al morir Halime, la protección se revocó y Meridia tomó la forma que Halime dejó. Ahora ella cuidaría a su princesa.
__¡¡Abuelooooo!!, venga a comer, ya está todo listo... abuelitooooo.
Marina buscaba que su abuelo saliera de entre la maleza, el anciano estaba recolectando plátanos y mangos.
__Voy hija, no tienes que gritar, todavía escucho bien.
Marina se detuvo y le ayudó con las cestas de fruta.
__Ya lo sé abuelo, pero pensé que estaría más lejos, usted no hace ruido.
__Vamos pues Marina, vamos a comer.
De camino a casa, Marina recordó que en su escuela habían organizado un viaje a la playa, no estaba lejos del pueblito en donde vivía , así que pensó pedir permiso.
__Abuelito, eh, por lo del día del estudiante, la escuela nos va a llevar a la playa, iremos todos y...
Don Camilo ni siquiera la dejó terminar.
__No.
Marina se sintió triste. Su abuelo jamás le negó nada, excepto ir al mar. Vivían en una comunidad muy cerca al golfo de México, en un pueblito mágico y pintoresco, la playa les quedaba a escasas dos horas. Pero nunca fue opción para ella ir a nadar al mar.
__Pero abuelo, todos van a ir y yo no conozco el mar, es ridículo que viva aquí y nunca haya ido ni una sola vez...
Estaba llorando, quería con toda su alma ir.
__Marinaaaa, no llores, ¡santa madre de Dios!, te conté muchas veces la historia de como murió tu papá y sigues sin entender que el mar es muy peligroso...eres lo único que tengo niña, ¿que hará este viejo si te pasa algo eh?.
Llegaron a su casa, los altos techos y la cantidad de plantas la hacían única. Era rosa con pilares verdes, la casa más colorida del pueblo.
__¡¡Buenas tardes!!.__Saludó la mejor amiga de Marina.
__Pasa Meri, ¿quieres comer con nosotros?.
__Pero claro que voy a comer con ustedes, ¿te ayudo en algo, oye y el abuelo?.
Marina señaló hacia el baño. Meridia y ella eran las mejores amigas desde niñas, no sabía cómo pero Meridia siempre estuvo con ella, desde que tuvo memoria.
__Ya le dijiste de la playa...
__Dijo que no.
Meridia vió la tristeza en la mirada de su amiga, ella mejor que nadie sabía la razón de don Camilo para no dejar a Marina ni en sus sueños ir al mar.
Pero Marina tenía esos sueños cada noche, ella era una sirena, de cabello negro azulado, ojos azules y una cola tornasol, con una corona brillante llena de pierdas, en un palacio inmenso, siendo adorada por todos los seres del mar.
Quizá era su deseo conocer más allá de un documental en televisión, quería ir a recoger conchitas a la orilla del mar, oír el sonido de las olas al estrellarse en las rocas, cantar con las ballenas, nadar con los delfines.
__¿En verdad deseas tanto conocer el mar?, siempre está lleno de basura y algas , ya la gente destruyó lo hermoso de sus aguas cristalinas y en su lugar dejaron suciedad.__Dijo Meridia.
__Una razón más para ir...
Era terca como su madre, tenía esa particular forma de reñir.
__Ok, tu ganas , le pediré permiso y que sea lo que Dios quiera...
Comieron juntos, la comida favorita de Marina, arroz con plátano y pollo frito, amaba el pollo frito.
Y eso sin duda lo heredó de Joel.
__Abuelo, yo quería decirle algo importante.
Comenzó Meridia, tratando de sonar nerviosa, sus poderes natos eran controlar el ánimo y las reacciones de su especie, aunque también funciona en humanos.
__La playa ¿cierto?.
Ambas se miraron y Marina cerró los ojos, así al menos la decepción sería menos dolorosa.
__Así es abuelo, solo iremos a un día , nos vamos por la mañana y volvemos al atardecer, yo iré con ella y no me despegaré ni un segundo.
Don Camilo sabía que por mucho que intentara mantener a Marina lejos del agua, algún día el llamado del mar le ganaría la partida.
Desde bebé, ella nadaba como un pez, mostró sus primeros dientes a los dos meses y cuando tenía un año, ella cayó a un pozo de agua y sobrevivió, gracias a qué aguantó la respiración. No era una bebé común.
Además, don Camilo notó que Marina tenía un don, podía predecir con una exactitud aterradora , cuando habría una tormenta, mareas altas y hasta una ligera lluvia. Le prohibió hacerlo, Marina solo le decía sus predicciones a su abuelo.
Supo que la bebé que encontró era hija de Joel, por ese cabello negro azabache, con ondas y ese lunar en la barbilla y por si la cadena de Joel no fuera prueba suficiente, vió en Marina el rostro de la mujer hermosa que la parió, la misma que Joel pintó tantas veces. Se cuestionó si esa misteriosa mujer era algo más que humana y comprobó que sus sospechas eran ciertas, la brújula de Halime brillaba con intensidad, cada vez que Marina la tocaba, por eso decidió esconderla de su alcance.
"Quizá sea hora de desengañar a este viejo necio, quizá mi Marina no sea uno de ellos", pensó para si mismo.
__Está bien , pueden ir, pero por lo que más quieras no te metas más allá del rompeolas y no nades hacia el fondo siempre mantén la cabeza fuera del agua ¿entendido?.__Meridia juntó sus palmas por debajo de la mesa, su trabajo estaba hecho, logró que el carácter de don Camilo se suavizara.
Marina se levantó de su lugar y abrazó a su muy amado abuelo. Un brillo inusual apareció en sus azules ojos y su sonrisa parecía una fila de perlas relucientes.
__No te defraudaré abuelito, voy a seguir tus instrucciones tal como me las diste, te amo abuelo, gracias, gracias, gracias.
__Y tú Meri, mejor que la cuides mucho, no hagas que le diga a tu padre que eres la mala influencia.
Meridia negó.__No abuelo, la voy a cuidar y verá que soy buena amiga.__Don Camilo sonrió.
Al día siguiente, Marina puso una muda de ropa, su protector solar, comida y sus sandalias en una maleta. Meridia llegó por ella.
__Me voy abuelo, deme su bendición.
Don Camilo bendijo a su nieta, le dió un beso en la frente y la dejó ir, suplicando al espíritu de su padre que no la dejara sola.
En cuanto Marina vio la inmensidad del mar, se enamoró.
__¡¡Que hermosooooo!!.__Dijo emocionada.
Meridia tenía miedo. Pasaron diecisiete años, desde que su amada reina murió, tomó la forma humana y no volvió a su hogar.
Tenía miedo, pero claro que lo tenía.
En el momento en que ella entrara al agua , en ese preciso instante Celine, sabría con exactitud que una sirena de su clan , volvía al mar.
Su misión...no entrar al mar.
Marina se puso un espectacular traje de baño, su cuerpo era perfecto, cintura pequeña, caderas prominentes, pechos abundantes y ese cabello que parecía un sueño.
Todos sus amigos quedaron petrificados, Marina era hermosa, pero nunca la vieron tan mujer como hoy, tenía algo especial.
Desde una cabaña, un hombre alto, de cabello rizado, tatuado, piel morena, muy atractivo, puso su mirada en Marina.
El hombre tenía los puños cerrados, tan fuerte que los nudillos se pusieron blancos.
__No la pierdas de vista Osías.__Dijo con la mente. Un joven salvavidas asintió desde donde estaba.
Vió en Marina una posible amante.
Pasaron las horas , Meridia inventó toda clase de excusas para no meterse al mar.
Marina nadó cómo nunca. Meridia vió desde tierra, destellos rojos, ¡¡era el clan de Celine!!
Pero, Marina no era sirena, y ella no entró al agua , ¿que estaban haciendo en esa playa precisamente?.
Llegó hasta la orilla.
__Marinaaaaa, marinaaaaa, tienes que salir, ven...
Marina salió del agua. El sol le dio a su cuerpo un brillo inusual. El hombre que la veía , se intrigó más todavía , Marina era hermosa y la quería para él.
__¿Que pasa Meri, estás bien?.
__No, tengo cólicos espantosos.
__Ohhh, por eso no entraste al mar...está bien , me quedo contigo vamos , igual ya no falta mucho para irnos.
Marina sintió la mirada del hombre, volteó y se encontraron con la mirada.
El hombre se paralizó con ese color de ojos, su sonrisa se manifestó sola, sintió que todo su cuerpo reaccionaba a ese contacto y eso que solo era una mirada.
Ezra se levantó para ir con esa mujer.
Se detuvo en seco, cuando vió a el anciano que se acercó a la chica.
¿Es él?, su maldito rostro...¡¡su maldita cara!!.
Apretó los dientes, sangrando sus labios, salía un hilo de algo verde de su boca... inconscientemente asomó los filosos dientes, su pecho rugió, el joven salvavidas llegó rápidamente.
__Majestad, hay demasiada gente, detengase ahora , ya comienzan a verle raro...
Ezra corrió hacia el mar y no volvió a tierra firme.
Bajo el mar.
Ezra pasó furioso por la barrera de los volcanes, llegó a las cuevas del silencio y se transformó.
__¡¡Maldita sea, era ese anciano asesino, era el, no tengo dudas, era su olor!!__Seguía gruñendo para si mismo.__Sus recuerdos eran nítidos, don Camilo clavando su arpón en la espalda de su padre. El siendo un niño, no pudo salvar a su padre.
Alcanzó la madurez a los ocho años, desde entonces buscó a ese anciano, volvió a esas playas, sin éxito hasta esa tarde, nunca creyó encontrarlo en territorio enemigo.
Salió de la cueva y nadó mas al fondo.
Las medusas y algunos calamares salieron a su paso, pero el no los saludó, no se detuvo a jugar o a observar.
La cúpula dorada del palacio, se podía ver desde una lejana distancia, Ezra entró por la inmensa puerta de coral.
__¿Se puede saber dónde te metes?, ¡¡¡te estoy hablandoooo!!!.__Gritó Zahida, la hermana mayor de Ezra.
__No le grites a tu hermano, no se te olvide, es el rey.__Dijo la reina madre Nabil reprendiendo a su hija.
__Por Gea mamá, acaba de estar aquí ese cretino de Eliel, se atrevió a amenazar a nuestras hermanas y los bebés, ¿y dónde estaba nuestro rey?, buscando en tierra firme algo que nadie sabe y que seguro no es más que sexo con una asquerosa humana.
Nabil le dió una bofetada. Y salió del gran salón.
__Reina madre, se solicita su presencia en la fosa de las almas.
Una sirena joven vino a traer el mensaje.
__¿Es grave?.__Preguntó la reina madre.
La joven no supo responder.
__¡¡Es traidoraaaaa!!.__Gritó un tritón a cargo de la seguridad de la reina.
Al instante vinieron más tritones , apresaron a la joven sirena.
Osías que era el primer oficial al frente de la guardia real, le avisó al rey.
__Su majestad, una joven del Atlántico logró llegar hasta aquí, dijo que solicitaban la presencia de la reina Nabil, pero gracias a Gea, la reina dijo las palabras mágicas, la chica no supo que decir y la descubrimos.
Ezra estaba muy enojado, la rabia no hizo más que esparcirse por todo su ser.
__Llama al clan, recoge a las embarazadas y que vayan con la bestia.
La bestia, era una manatí gigante, que custodiaba la entrada de las habitaciones seguras que se usaban cuando los del Atlántico querían atacar al reino.
Ezra se sentó en el trono, a su lado tomaron posición sus hermanas y su guardia .
__¡Otra invasión, en solo un ciclo!!, debes asegurar la tranquilidad de nuestra familia Ezra, si Eliel descubre que sigues saliendo a tierra firme, llamará a la revocación y perderás, no tenemos un heredero , no tienes una reina, no hay sangre real y para colmo no buscas más que tú propia comodidad.
La princesa mayor Zahida, enfrentó a su hermano.
La reina madre lanzó una mirada fulminante a su hija.
__Majestad, hay mucho terror entre las sirenas jóvenes , cada vez desaparecen más nuestros tritones y el reino de Dercetia cada vez es más poderoso.__Le dijo la princesa Prahima, la menor de los hermanos.
Ezra se levantó y lanzó con su tridente un rayo hacia Zahida.
__No vuelvas a levantar la voz a tu rey.
__Entonces , actúa como uno.__Lo retó.__Tienes que proteger los futuros nacimientos...
__No son míos, no hay nada que proteger Zahida, ¿que vamos a proteger?, tarde o temprano Eliel va a reclamar el trono de Tritonia y nadie va a impedir eso...
__Entonces , ¡¡entregalo!!, para esta guerra y entrega a tu madre a esa arpía bruja de Celine, van a matar a nuestras hermanas, a nuestros hijos a nuestra gente, ¡¡vete, lárgate a la tierra a seguir revolcándote con las sucias humanas, ve a buscar ayuda con esa gente que lo único que hace es exterminar a nuestra especie, que va a acabar con nuestro hogar!!.
Ezra se tensó ante el reclamo de su hermana, si Zahida fuera un tritón, ella sin duda sería mejor líder que el.
__¡Traigan a la espía!.__Ordenó.
La joven sirena, era muy bella, con el característico color rojo en el cabello.
__¿Que planea tu rey?, habla o morirás en la red de algún humano.
__No, no, no lo sé, me obligaron a ir, ellos están esperando en la entrada de la fosa de las almas, ellos...ellos van a matar a mi familia ¡¡por favor majestad, yo no soy una espía, ellos me obligaron!!.
La princesa Prahima tocó su pecho, cerró los ojos y segundos después asintió.
__Dice la verdad majestad, ella desconoce totalmente el camino a la fosa y lo que hay en ella, Eliel, quiere descubrir el camino y así poder apoderarse de nuestras hermanas y de la fosa.
Ezra hizo una seña a Osías.__Que vigilen el area, déjala que se encuentre con ellos y asegúrate de rescatar a su familia, madre, busca a una sirena parecida a ti y que guíen los soldados de Dercetia hacia la franja del obelisco, que crean que es ahí donde las embarazadas se esconden, cuándo estén ahí, atacan.
Osías reunió a sus más poderosos tritones, mandó a algunos de los más experimentados a entrar al Atlántico y rescatar a la familia de la sirena.
Nabil, buscó a una sirena idéntica a ella , con algo de tinta logró ese color violeta en el cabello, la vistió con joyas y puso en su frente la gema que le daba la distinción de ser la reina madre.
Mientras una parte de su ejército caía en la trampa, Eliel y su madre discutían una vez más.
__¡¡Deja de meterte en las decisiones que tomo respecto al reino!!, tu única función es organizar mi vida sexual madre, buscar a las mejores sirenas para procrear, nadaaaaaa más.
__Noe grites Eliel, nunca olvides que si estás en ese trono es por mí.
__Y por qué no tuviste otro tritón, solo yo , madre y agradece que no puedo mandarte al fondo de los desterrados, pero cuida tu comportamiento, soy tu rey antes que tú hijo...
Celine se mordió los labios, había criado a ese hijo, lo cuidó con su propia vida , le dio todo lo que pedía y más, pero ahora ese hijo se estaba volviendo más y más arrogante.
__Solo te mantengo con vida, por qué yo no puedo sentarme en ese maldito trono.__Masculló.
Salió del palacio con rumbo a la corriente del ártico. Pero antes de que pudiera cruzar la barrera, un llamado la obligó a volver.
__¡¡¡Una emboscada!!!, ¿cómo fueron tan idiotas para caer?, ¿quién los mandó?.
Eliel , el rey de Dercetia estaba furioso, manipuló a una anguila gigante haciendo que esta lanzara corriente por todos lados.
__Fue su majestad, la reina Celine, fue una orden.
Eliel tomó a una de sus hijas del cabello, la joven princesa gritó muy fuerte.
__¡¡Padre, me lastimas!!.
Celine entró rápidamente al enorme pabellón del trono.
__¡¡Basta!!.__Con un ágil movimiento, deshizo el agarre del rey y puso a salvo a su nieta.__Ve con tus hermanas.__Le ordenó.
__¿Cómo te atreves a dar órdenes a mi guardia?, ¡¡te dije que cuidaras tu comportamiento Celine, te sobrepasaste y ahora al menos tres docenas de mis tritones están muertos!!.
__Solo quise atrapar a Nabil, si la tienes a ella, Ezra vendrá y eso sería una clara violación al tratado, el trono del pacífico sería tuyo.
Eliel comenzó a reír , lanzó un rayo sobre su madre. Celine no se inmutó.
__Deja que sea yo quién mate a Ezra, ¡no te metas!.
Celine rugió. Juró que conseguiría un nieto tritón, para derrocar a Eliel , después de todo era un tritón que no tenía sangre real.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play