En qué momento me volví un ser extraño, tan complejamente distinta a cualquier otra mujer, algunas veces siento vergüenza de mostrarme realmente y que me vean como la chica rara esa...
...Mi nombre Solmary, tengo 32 años, soy una mujer blanca, de ojos claros que contienen una mezcla de verde y ámbar, mi cabello ya no es rubio como cuando era niña pero sigue siendo algo claro, es lacio y algo largo, soy de contextura promedio diría yo, por lo cual no me siento ni gorda, ni flaca, no soy una mujer muy voluptuosa, pero me siento bien proporcionada, con todo en su lugar, mido 1,63 lo que significa que soy bajita, pero con unos buenos tacones me siento como una reina....
Trabajo como cajera en una tienda y estudió de noche porque quiero graduarme de médico cirujano.
Algunas de mis amigas no lo podían creer cuando escoji esta carrera, por el tema de las heridas, la sangre y demás, pero eso no me afecta, soy de estómago fuerte y sé muy bien como reaccionar en casos extremos y trabajar bajo presión.
Soy madre soltera de un hermoso niño de 6 años, su padre no quiso criarlo así que decidí hacerlo sola y es que aquí donde aflora uno de mis traumas, no le aguanto nada a nadie, mejor dicho no aguanto hombre a mi lado, pues algunas veces creo que ni yo misma se que quiero o necesito, ya he tenido 5 parejas con el padre de mi bebé y a ninguno le he mostrado completamente mis gustos sexuales, ni les he expresado enteramente mis deseos, tal vez por eso, no he podido mantener una relación de pareja estable, no lo sé....
Hay muchos tipos de maldad en este mundo bizarro, algunas te marcan físicamente, otras en el alma y el, corazón y otras marcan tu mente, está última fue la que me alcanzó a mi, dejándome varios traumas y fetiches que poco a poco les iré contando,
Mi primer encuentro con la maldad ocurrió a muy. temprana edad, exactamente a los 5 años, mi madre también nos estaba criando sola por el. borracho de mi padre casi la mata a golpes así que se separó de el, trabajando como camarera en un motel, lavando y planchando ropa ajena, así nos daba de comer a mí y mi hermano de 3 años David, allí en su trabajo conoció a Alirio, empleado de una. contratista que había llegado a construir un centro comercial en nuestra ciudad, muchos de sus empleados se quedaban en el motel, empezaron a salir y a frecuentarse más y mas, hasta que Alirio se fue ir a vivir con nosotros.
Éramos de bajos recursos económicos, Alirio tenía mejores ingresos y nos trataba bien, llevaba mercado y es este nunca faltaban las galletas y mermeladas, cereales, leche y frutas, por lo cual cada quincena era motivo de fiesta para mí y mi hermano, mamá estaba esforzándose por construir nuestro hogar, por esa razón no teníamos puertas ni ventanas aún, como estábamos pequeños mamá le pagaba a una muchacha para que nos cuidara cuando ella no estaba, no recuerdo cuál era su nombre, lo que sí recuerdo fue el día que entre corriendo a la casa, un día que mamá no estaba, recuerdo verla acostada en nuestra cama sin pantalones, con sus piernas abiertas y a Alirio arrodillado frente a ella pasando su lengua por su vagina expuesta, no sé que sentí pero algo cambio en mi, ella no me vio gemía con sus ojos cerrados, el que si me vio fue Alirio, quién me sonrió y la abrió más hacia mi, como para que yo viera mejor, mientras pasaba su lengua de arriba abajo y me miraba de reojo, la oía gemir y cuando comenzó a gritar me salí y fui al patio a seguir jugando con mi hermano, pero mi mente estába en esas imágenes y la curiosidad me llevaba a pensar en querer ver y oír más...
...Pasaron los días, normalmente, eso no volvió a ocurrir, por lo menos que yo me diera cuenta....
Mamá renunció al trabajo y vendió el terreno, con ese dinero compró una casa mejor y más céntrica en la ciudad, Alirio ya eras cómo un padre para nosotros, ayudó a mamá con la remodelación, a pesar de tener esposa, como estaba lejos formó una familia con nosotros o eso parecía, ya tenía yo 6 años y un fin de semana de fiesta con los vecinos, estaban tomando mientras mi hermano y yo jugábamos con los demás niños, alrededor de las 10 pm nos llevaron a dormir a nuestro cuarto y se fueron al de ellos, pero yo no dormía, comencé a oír ruidos y me salí de la habitación, me asome al cuarto de mamá, mi. curiosidad era mucha, esos sonidos eran conocidos para mí, ahí lo vi, Alirio encima de mamá, desnudo moviéndose de arriba abajo, mientras mamá gemía, no pude ver bien que hacían pero esos ruidos me hacían sentir extraña, sin querer hice ruido y voltearon, corrí a mi habitación y me acosté agitada haciéndome la que dormía, alguien entro y encendió la luz, yo dormía en guarda camisa y short y al tirarme sobre la cama, mis piernas quedaron ligeramente abiertas, entonces lo sentí, la caricia más extremadamente intensa que había sentido a mis pocos años de edad.
Alirio arrodillado ante mi cama pasaba sus dedos por la orilla de mi short en mi entrepierna, justo rozando mis pequeña vulva, me sentía estallar con ese montón de sensaciones nuevas que estaba experimentando en ese momento, luego se levantó salió apagando la luz y se fue al cuarto de ellos, me quedé temblando y con mi corazón latiendo a mil y a punto de estallar, creo que ni pensaba y si lo hacía, no sé en qué habré pensado, hasta que en algún momento me dormí...
Así pasaron varios años...
Entre al jardín de infancia para iniciar mis días de colegio y mis días fueron pasando entre los juegos con mi hermano, los demás niños y algunas veces mis primos, seguía esperando ansiosamente todas las noches las caricias de Alirio al acostarme, me acomodaba boca abajo con una pierna doblada y la otra estirada, abriendo para darle acceso a su mano y poder sentir y disfrutar esas caricias que hacían palpitar mi parte baja.
Así cumplir los 7 años de edad y una noche mientras trataba de controlar mi respiración como siempre haciendome la dormida, mientras Alirio pasaba sus dedos suavemente por la orilla de mi panty y tocaba la piel de mi pequeña vulva como sus dedos, mamá entró y obvió se molestó, no hizo mucho escándalo.
Salieron de la habitación y luego de la casa, yo salí a hurtadillas a ver qué pasaba, Alirio no decía nada, pero mamá histérica peleaba, le preguntaba porque y lo corrió de la casa, ya yo entendía que esas caricias no estaban bien, esa noche me fui a dormir con un extraño sentimiento de culpa, yo abría mis piernas para sentir esas caricias y mamá se había molestado por eso y mucho.
Alirio no se fue de la casa, pero no volvió a ir en la noche a mi cuarto y no volví a sentir esas caricias, pero mi curiosidad iba en aumento, así que cada que podía jugaba al papá y s la mamá con mi primito, él era menor que yo así que se dejaba guiar cuando yo agarraba su mano para que me tocará ahí, pero no era lo mismo, yo no sentía la misma adrenalina.
De mis compañeros de juego la más cercana era mi vecinita Adriana, yo ya tenía 8 años y Adriana era un año mayor, ademas de que yo era una niña delgada y ella más rellenita y robusta,sabía que me gustaba mucho jugar a la casita y siempre se molestaba cuando yo le decía a mi primito para jugar, ese día Alirio estaba de viaje y mamá estaba en casa de Adriana, pues era muy amiga de su mamá y como su cada quedaba al lado de la nuestra, iba a veces un rato en la tarde a hablar con la Sra María.
Ese día estando nosotras solas en mi casa Adriana sugirió jugar a papá y mamá, me quedé pensando y respondí triste pero no hay papá, a lo que ella se ofreció a ser el papá, no muy convencida acepté, no creía que ella pudiera ser el papá, "bueno yo estoy aquí preparando la comida y tú llegas del trabajo". Adriana lo hizo así, "hola amor ya llegué del trabajo" y comenzamos a jugar, le di su comida de mentira y comimos, "es hora de dormir dijo Adriana mi papá falso" y me recostó, se acostó a mi lado luego se subió encima de mi, y sentí un bulto en su entrepierna, había metido dentro de su panty unas medias enrrolladas, eso me hizo sentir bien, Adriana me besó en la boca mientras se movía entre mis piernas y frotaba su bulto contra mi intimidad, nuestro beso fue simple roce de labios, un sencillo beso de niños, pero las cosquillas que sentí en mi parte baja eran otra cosa, tener su peso encima de mi, mientras metida entre mis piernas, me besaba y frotaba mi intimidad con su bulto de medias era otro nivel, yo tenía los ojos cerrados mientras disfrutaba de esa sensación de cosquillas y palpitación de mi vagina, hasta que oímos a nuestras madres entrar hablando y nos separamos bruscamente, me sentía acalorada, mi cuerpo se sentía con un calor extraño y al ver a Adriana me sentí avergonzada, ese fue mi primer beso y mi primera y única experiencia lésbica.
No tengo esas inclinaciones, así que cuando Adriana quiso volver a jugar a la casita conmigo a solas la evite, no me sentía convencida, ni cómoda con el hecho de que ella era una chica igual que yo, a pesar de que el recordar mi primer beso, me hacía sentir cosquillas.
Pasaron dos años más, días fueron y vinieron de lo más normal, ya no jugaba a la casita, más bien jugaba más con mi hermano y sus amigos a las canicas, trompo, fútbol y cualquier otro juego de varones, mi curiosidad sexual estaba bastante calmada, eso fue durante las vacaciones.
Pero al iniciar el año escolar, conocí a Rodrigo el chico nuevo, venía de otra ciudad, tenía 12 años, era más alto que yo y con unos ojos verdes claros que te podían atravezar, no sé que. le pasaba a mí cuerpo pero temblaba al tenerlo cerca y mis ojos no dejaban de verlo, en el descanso mi hobby era mirarlo, algunas veces su fuerte mirada se cruzaba con la mía y era más fuerte que yo, así que desviaba mi vista a otro lado.
Siempre he sido algo solitaria, así que normalmente estaba en los sitios apartados del colegio, cuando no lo veía me iba a mi escondite a leer que ha sido mi pasión desde que aprendí, este sitio era detrás del último salón que quedaba pegado a la pared que encerraba el colegio, mi pequeño refugio privado, era pacífico para leer y casi nadie iba por ahí, así que ese día que no lo vi salir de su salón, pensé que no había ido a clases y resignada me fui para allá a leer.
Estaba concentrada en mi historia de piratas imaginandome ser la doncella que secuestraba el sexi Sandokan, mi personaje favorito, cuando oí una voz varonil preguntando "porque vienes aquí sola..? casi se me sale el corazón, me levanté de golpe, tenía frente a mi a Rodrigo, "no te da miedo estar aquí sola..? dijo acercándose poco a poco, entre las paredes que encerraban el colegio y el último salón solo había como un metro de distancia, lo cual hacia que me sintiera acorralada entre Rodrigo y las paredes.
Mis nervios estaban a flor de piel y mi curiosidad había crecido,
-porque retrocedes me tienes miedo..?
- claro que NO..! alcance a responder, mientras Rodrigo atrapaba mi rostro entre sus manos y me robaba un beso, luego puso su mano en la pared impidiéndome la salida y agregó: - o me estabas esperando..?
Creo que sufrí un ataque de orgullo, porque quería seguir ahí con el, pero al oír sus palabras le respondí: - por supuesto que no, así que me voy.
No creo que puedas pasar respondió, así que me agache y pase debajo de su brazo y salí corriendo, pero porque rayos hice eso, mis labios ardían de ganas de sentirlo y salí huyendo.
Creo que Rodrigo entendió mal mi reacción. Creo que pensó que no me gustaba o tal vez, porque éramos niños, no insistió...
Tristemente, Rodrigo se fue así como llegó y no pude hacer nada con eso que sentía. Mientras crecía y me hacía adolescente, mis deseos crecían al igual que mi cuerpo, en mi pecho comenzaron a crecer dos limoncitos que me dolían y a la vez se sentían bien tocarlos. En mi monte de Venus comenzó a crecer un suave vello púbico color miel que me encantaba acariciar y enrollar con mis dedos.
Seguía leyendo mis aventuras de piratas, veía a los chicos y deceaba poder sentir otra vez algo como el beso de Rodrigo en mis sueños anhelan que me hubiese besado como el pirata de mi historia besaba a su amor prohibido, siempre he sido aficionada a la lectura y muy curiosa, un día sola en cada revisando entre las cosas guardadas de Alirio, encontré un libro que se convirtió en parte importante de mi perfidia.
No recuerdo el autor, pero es la Historia de una Madame, donde una mujer de la vida alegre narra sus experiencias a lo largo de su profesión, con historias muy explícitas de sus vivencias, lo cual enfermo mi joven mente, sumado a mis hormonas alborotadas, dio paso a mi iniciación en el tema de la mas********n.
Aprendiendo a conocer mi cuerpo por medio de caricias y toques que día a día iban aumentando, frotaba mi intimidad hasta lograr ese electrizante placer que me tenía cada día con más ganas, en el baño dejaba el chorro de la ducha de mano totalmente abierto y lo colocaba entre mis piernas, dandome directamente, hasta lograr sentir mi corriente favorita y la explosión de adrenalina y felicidad efímeras que ello me daba.
Al empezar mis cambios físicos, también empezó a cambiar el trato de Alirio hacia mí otra vez. Era más cariñoso conmigo. Luego empezó a abrazarme de repente. Cuando pasaba por su lado, me abrazaba por la espalda y empezó a acariciar los botones en flor de mis senos. Pero en mí, ya no había inocencia, yo sabía que eso no estaba bien y no me gustaba que me tocara, la adolescencia se volvió mi enemiga, así que empecé a evitarlo y despreciarlo cada día más.
Mis dias fue pasando muy normal, iba a mis clases, jugaba con mis amigas,. Adriana, Lourdes, Ingrid y Stella e,ran mis mejores amigas todas estudiosas y con buen promedio, todas éramos niñas entre once y doce años, compartiríamos a diario en la escuela pero por sobre todo yo compartía con Adriana, pues era mi vecina.
Ella era una niña traviesa, su padre tenía un supermercado y ella sacaba galletas y dulces sin su consentimiento, siempre estábamos disfrutando meriendas y golosinas juntas mientras hablábamos de chicos y cosas así, pues Adriana al ver mi negativa de jugar a la casita con ella no insistió más, ya habían pasado unos años y éramos muy amigas
Un día por la tarde que nuestras madres no estaban, Adriana llegó con una botella de vino, - mira lo que le le saque a papá del cuarto Solmary.
- Eso es vino tinto, lo has probado..?
- Si claro, en mi casa siempre hemos tomado y tú..?
- No, Yo nunca he probado ningún tipo de vino.
- ven toma, pruébalo.
Adriana me sirvió un vaso y se sirvió otro ella.
- Guacalaaaaa, esto sabe horrible Adri.
- Ay Sol, no seas exagerada, bebé poco a poco te acostumbras, vamos a brindar por nosotras.
Bebíamos y reíamos, hablando de tonterías, nos acabamos la botella y ella fue por otra.
- Te gusta algún chico Sol..?
- Me encantan TODOS.!!
- Jajaja Sol, en especial, te gusta uno en especial..?
- Sí, me gusta Eder. Dije sintiendo el calor en mis mejillas, Eder era un vecinito de nuestra misma calle.
- se lo has dicho..?
- NO..! Claro que no qué pena.
- Ya le digo a David que que lo llame que yo quiero hablar con el.
- No, no hagas eso.
- Tranquila yo solo le digo que tú le quieres decir algo y ya, te acercas y lo besas.
- No creo que pueda, me siento mareada.
- DAVID.!! VEN HAZME UN FAVOR. Estábamos sentadas frente a su casa y mi hermano y sus amigos jugaba cerca.
- David, te doy una galleta si vas a casa de Eder y le dices que por favor venga un momento.
Obvio salió como cohete y a los cinco minutos, Eder estaba frente a nosotras.
- Eder que Solmary está enamorada de ti.
Me quedé sin palabras, mi cara ardía de vergüenza y Eder solo volteo a verme y con una linda sonrisa pregunto, es verdad, me quedé muda.
Eder se fue y Adriana pregunto - Porque no le respondiste..?
- No fui capaz, pero me gusta y me gusta besarlo y tocarlo.
Yo estaba ebria, pero me parecía que ella estaba bien, en eso llegaron nuestras madres y nos llevaron adentro a punta de regaños, cinco minutos después regresó la Sra María, mamá de Adriana y apesar de que mi cabeza daba vueltas, oí claramente cuando le decía a mi mamá.
- Tienes que corregir bien a Solmary, estaba mandando a llamar un chico porque quería que la besara y tocará, quién sabe que tanto hubiese hecho si no hubiésemos llegado. Menos mal Adriana lo evitó.
Por esa mentira, mi madre me dio una golpiza, en ese momento a causa del vino no sentí mucho, pero al día siguiente, me dolían mis piernas y el trasero, dónde más me habían alcanzado sus correazos.
Alirio seguía con sus intentos para tocar mi entrepierna y mis senos, con la mala excusa del juego de cosquillas o los cariños de padre, hasta el día que le grite: - NO ME TOQUES, NO TIENES DERECHO, TU NO ERES MI PADRE..!
- Así me pagas, restregandome en la cara que no soy tu padre..? Sí consideras que no soy tu padre, me voy de esta casa.
Yo no le dije más nada, pero mamá salió tras él. - Que pasó..? porque reaccionas así..?
- Esa hija tuya es una mal agradecida, todos. estos años que le he dedicado a tus hijos en vez de estar con los míos y mira como me paga,. gritándome que no soy su padre, yo me voy.
- Amor pero solo es una chiquilla, por. un berrinche no tienes que irte de la casa, está es tu casa.
No, creo que es mejor me me vaya, si aquí no se me aprecia, bien lo decía mi madre, "cría cuervos y verás como te sacan los ojos". cualquiera que hubiese oído el problema diría que yo era una mal agradecida. Él. nos había criado como un padre, nos había vestido y alimentado, nos quería como a. sus hijos, pero solo yo sabía bien cuáles eran sus intenciones conmigo.
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