Alex y Katy celebraban su aniversario de bodas o la llamada "boda de
cristal", y esperaban por su hija Tamara para comenzar el banquete.
-¿Cuándo va a llegar Tammy?, los invitados ya se están impacientando – Dijo
Alex con molestia.
-Alex los invitados no se están impacientando, sino tú, ella me avisó que llegaría un poco tarde – Le dijo Katy a Alex.
Tamara llamó a su madre para
avisarle que debido a un contratiempo llegaría un poco tarde a la fiesta pero
que ya venía en camino.
Tamara González era una mujer tenaz y luchadora, amante de
los deportes, de tez muy blanca, ojos color ámbar y cabello muy rizado, el cual siempre llevaba suelto y a la altura de su cintura, sus rasgos faciales eran
muy delicados y su cuerpo curvilíneo, tenía 28 años de edad, y medía 1,75 de altura, para todos sus conocidos era considerada una verdadera belleza, aunque
se destacaba más por su gran inteligencia y empatía hacia las demás personas.
-Finalmente, llegamos Félix – Dijo Tammy muy sonriente y emocionada
-Si ya llegamos Tammy – Respondió Félix con resignación mientras detenía su auto frente a la entrada.
Un vehículo todo terreno de alta gama se detuvo frente al lugar donde se celebraba la recepción, Félix bajó de su auto arregló su uniforme y se dirigió hacia la puerta del acompañante para abrirla, Tamara descendió con mucha gracia
luciendo un traje vaporoso de color verde, vestía elegantemente para la
ocasión después de todo se trataba del aniversario de bodas de sus padres.
-Tammy no sé por qué querías que viniera contigo a la fiesta de aniversario de tus padres si
sabes que no le agrado a tu papá.
-Es tiempo de hablar con ellos sobre la decisión que tomamos Félix – Dijo Tamara.
-¿No crees que es mejor hacerlo en otra ocasión?
-Has enfrentado misiones más peligrosas en el ejército y le tienes miedo a mi papá – Se sonrió Tamara
-Tu papá me da más miedo que el ejército enemigo - Respondió Félix con honestidad.
-Papá es solo un enorme oso de peluche – Dijo Tamara riendo
escandalosamente.
-Un oso de peluche que me puede patear el trasero fácilmente – Protestó Félix.
-Félix la única que puede patear tu sexy trasero soy yo.
-Tamara no quiero que te escuche tu padre por favor – Dijo Félix muy
avergonzado.
Tamara entró al salón de fiesta ante el asombro de amigos y familiares del brazo de Félix ante la mirada severa de Alex.
-Feliz aniversario mi amor, espero compartir muchos años más a tu lado – Le dijo Katy para distraer al celoso padre.
-Yo también Katy la vida a tu lado es todo menos aburrida – Le dijo con una sonrisa.
Tamara y Félix caminaron tomados del brazo hasta el lugar donde los
esperaban Alex y Katy para saludarlos.
-Papá, mamá, Feliz aniversario, lamento llegar tarde –Dijo Tamara mientras abrazaba a sus padres.
Tamara amaba el campo y para orgullo de su abuelo Marcos
y sus tíos Mario y Edgar decidió estudiar para ser ingeniero agrónomo, aunque daba
una imagen de mujer sofisticada no le importaba ensuciar sus manos porque para ella el futuro de un país estaba en la tierra.
-Feliz aniversario Sres. González - Dijo Félix estrechando las manos de Alex y de Katy.
Félix Urbáez de 27 años era un destacado teniente en el ejército
de su país, de porte atlético y muy atractivo, usaba su cabello de color negro muy corto a la usanza militar, pero lo más destacado eran sus penetrantes ojos de color ámbar.
-Muchas gracias por tus buenos deseos Félix – Le dijo Katy con
amabilidad.
Félix era un hombre parco de palabras y por lo general mantenía
una actitud serena y libre de expresión, fue formado en la disciplina militar desde los 12 años de edad y siempre se comportaba de esa manera.
-Esperábamos por ti para comenzar el banquete – Dijo Alex
a Tammy mientras deliberadamente ignoraba al acompañante de su hija.
-Papá lo importante es que ya llegamos – Dijo Tamara muy
sonriente.
-No sabía que vendrías acompañada – Dijo Alex con
sarcasmo
-Alex tú si sabías que ella traería a un acompañante – Le dijo
Katy con severidad
-Papá por favor es tu fiesta de aniversario – Protestó Tamara en un tono infantil
Félix se sentía muy estresado porque Alex siempre le demostró
su antipatía y por eso no quería acompañar a Tamara al aniversario de bodas de
sus padres, Katy, por el contrario, era muy amable y lo invitó a tomar asiento para comenzar el banquete.
-Tomen asiento los dos – Dijo Katy con amabilidad.
Katy se sonrió mientras observaba cómo su hija y Félix se
ubicaban en su lugar, a pesar de que a Alex no le agradaba mucho este chico a ella siempre le pareció una buena persona, aunque un poco incomprendido.
-Te advertí que a tu papá no le iba a gustar que yo estuviera
presente Tammy – Le dijo Félix sintiéndose un poco incómodo.
-Es tiempo de que lo acepte Félix, hoy voy a hablar con papá.
Félix negó con la cabeza porque no estaba de acuerdo con
ella y no le parecía un buen momento para hablar con los padres de Tamara.
-Tamara yo no estoy de acuerdo, eso podemos hacerlo mañana,
podemos reunir a toda la familia y les contamos.
-Félix aquí ya está reunida toda mi familia
-Pero no está presente la mía, Arturo y el doctor no
pudieron asistir a la fiesta.
-No me gusta que lo llames "el doctor" porque después de
todo es tu padre.
Félix con el paso del tiempo comenzó a tenerle aprecio a
su padre Félix Arturo, pero se negaba a llamarlo papá así que se refería a este como “el doctor”.
-Está bien Félix vamos a hacerlo como tú quieres – Dijo Tamara
Félix a pesar de su severa actitud no pudo evitar sonreírse
porque ella solía ser muy testaruda y llevarle la contraria, pero esta noche aceptó su sugerencia sin protestar, observaba todos sus gestos y Tamara le parecía
la mujer más hermosa que había conocido, luego de la cena, la orquesta comenzó
a tocar y varias parejas se reunieron en la pista para bailar al sonido de la música.
-¿Bailamos? – Le preguntó Félix galantemente a Tamara.
Tamara se sorprendió debido a su petición porque a Félix
no le gustaba bailar a diferencia de a ella que le encantaba hacerlo.
-¿Acaso sabes hacerlo? – Preguntó Tamara en tono de
broma.
-Haz la prueba, incluso creo que bailo mejor que tú
-Mentiroso si tú siempre has sido un compás
-Voy a demostrarte esta noche que estás equivocada Tamara González.
-Si me pisas Félix Urbáez, aunque sea una sola vez, lo voy a publicar en todas las redes sociales.
Félix se rio a carcajadas y le tomó la mano afectuosamente para conducirla al centro de la pista, la sujetó por la cintura y la atrajo hacia su sólido pecho, mientras la sentía debido a su roce, Félix se sonrió con picardía y se sentía muy feliz porque ni en su más loco sueño, podría imaginar lo que estaba ocurriendo en este momento por eso bien dice el refrán de que los polos opuestos se atraen.
-¿Desde cuándo estos dos están saliendo? – Pregunto Fonso con curiosidad
-Lo tenían bien oculto Fonso porque yo nunca me di cuenta – Respondió Julián fingiendo ignorancia.
Toda la familia los observaba con asombro mientras Félix y Tamara bailaban al lento ritmo de la
música, estaban muy sincronizados y era evidente la enorme química entre los dos, esto
era muy sorprendente porque desde que se conocieron siendo unos adolescentes discutían
como perros y gatos y ahora se presentaban juntos a la fiesta de aniversario y en una actitud muy cariñosa entre los dos.
-Tammy quiero contarte un secreto – Le dijo Félix en su habitual
tono de voz muy frío e impersonal.
Tamara sintió curiosidad por lo que Félix quería decirle
y alzó su rostro para verlo a la cara porque a pesar de que ella era una mujer muy
alta, Félix la sobrepasaba en estatura por más de 10 cms, cómo cada vez que lo
observaba desde que se convirtió en un adulto ella se sentía abrumada debido a
su enorme atractivo y se sonrojaba.
-¿Qué es lo que me quieres decir Félix? – Preguntó Tamara
con la voz entrecortada debido a su nerviosismo.
Félix también se sentía
muy nervioso por lo que iba a hacer y para él era muy difícil porque debido a
todo lo que le había ocurrido a lo largo de su vida se negaba a expresar sus emociones,
pero sabía que había llegado el momento de abrirle su corazón a Tamara.
-Tammy te amo – Le susurró al oído.
Tamara no podía creer lo que estaba escuchando porque Félix
jamás le había dicho palabras de amor, y se le hizo un nudo en la garganta, ya que no sabía que responderle a su declaración, aunque de alguna manera había esperado por este momento durante tanto tiempo que le parecía que estaba soñando.
-Tammy debí decírtelo hace mucho tiempo, pero yo no sé
decir palabras de amor - Le dijo Félix con mucha emoción.
-¿Es verdad esto que me dices Félix? – Preguntaba Tamara
con incredulidad.
Félix asintió con la cabeza porque a ella no podía mentirle,
para él fue muy difícil admitirlo, pero Tamara fue esa persona en su vida que lo cubrió con un amor de esos que curan y tuvo que llegar al punto donde casi la pierde para que se diera cuenta.
-No sé cuándo empecé a amarte Tammy, pero me duele menos
enfrentar al fuego enemigo antes que la idea de perderte.
-No sigas Félix que me vas a hacer llorar.
-Por favor no llores o tu papá y tu hermano me van a hacer papilla – Dijo Félix con una sonrisa,
Tammy contenía las lágrimas porque estaba muy emocionada
y se apoyaba contra su pecho mientras bailaban al ritmo de la música, Félix notaba
como ella se estremecía y la sujetaba con firmeza, sentía mucha emoción, ya que recordaba
su extraordinaria vida y de que a pesar de todos los errores cometidos se daba cuenta de que valió la pena cada uno de ellos porque finalmente ella estaba a
su lado.
-¿Estás segura de que no te importa quién es mi madre? –
Preguntó Félix con preocupación.
-100% segura, Félix, los hijos no tienen la culpa de los
errores de los padres, y tú sabes cuáles son mis sentimientos por ti.
-Lo sé Tammy y lamento haber sido un tonto durante todo este tiempo y espero puedas perdonarme.
-Hace tiempo que te perdoné Félix, y entiendo por qué actuaste de esa manera.
-Quería decírtelo apropiadamente y que no pensaras que mi
propuesta es por obligación si no porque siempre te he amado.
-¿Incluso cuando te golpeó siendo casi unos niños?
-Desde ese momento, aunque odié que me patearas el trasero.
Félix era consciente de que la mayoría de los familiares
de Tamara lo odiaban por ser el hijo de Oneida de Espinoza, la mujer que tanto daño le hizo a Katy y a Tamara, pero nadie manda en el corazón y ellos estaban enamorados desde hace tanto tiempo que por más que lo intentaron no pudieron olvidarse
el uno del otro.
-¿No temes que al estar conmigo puedas perderlo todo?
A Félix le preocupaba que su cercanía a Tamara causara
que ella tuviera que alejarse de sus seres queridos
-Félix no tengo miedo si tú estás a mi lado.
-En muchas ocasiones no puedo estar a tu lado Tammy
-Lo comprendo Félix, y sé que te has esforzado mucho para
ascender en tu carrera, pero espero ser ese lugar al cual siempre quieras regresar.
-Tammy desde que te conocí siempre has sido ese lugar al
cuál quiero regresar.
Tamara se sentía muy avergonzada debido a sus palabras
tan dulces, además de que algo en su interior se movía y la hacía sentir muy feliz.
-Además de que ya nunca más voy a estar sola – Dijo ella con
una tímida sonrisa.
Félix le dio un beso en la frente, aunque se daba cuenta
de que era observado por Alex y Fonso, no tenía miedo porque solo necesitaba que ella lo aceptara y con el tiempo les demostraría a estos dos hombres tan
importantes para Tamara que sus intenciones con ella eran las mejores.
-Katy me preocupa mucho si Félix únicamente se acercó a
Tammy para vengarse por lo que pasó con su madre – Dijo Alex con preocupación.
-Aunque tienes motivos para preocuparte Alex yo creo que Félix
realmente quiere a Tammy - Dijo Katy con seguridad.
Alex negó con la cabeza porque desconfiaba de Félix porque
después de todo era el hijo de Oneida y la familia de Katy era la razón por la cual esta mujer no podía salir de la cárcel.
-Alex no está bien hacer que Félix cargue con las culpas
de su madre – Le dijo Katy.
Contrario a lo que se pudiera pensar a pesar de que Félix
quería a su madre estaba muy resentido con ella porque además de todos los crímenes
que cometió ella permitió que Roger ejerciera sobre Arturo y Félix, un Maltrato no social o intrafamiliar, era cierto que los amaba, pero era una pésima madre.
-Tammy espero que comprendas que aún estoy en contacto
con mi madre, aunque ella no influye en mis decisiones ni tiene nada que ver conmigo,
pero no puedo dejarla sola.
-Lo se Félix, es tu madre y no puedo obligarte a hacerlo.
Tamara odiaba a la madre de Félix, pero comprendía que a
pesar de sus errores él tenía sentimientos hacia Oneida, y respetaría eso porque al aceptarlo era con sus defectos y virtudes.
-Con defectos y virtudes yo te amo Félix.
-¿Cómo crees que lo van a tomar cuando le contemos?
-No lo sé porque, Papa, Fonso y mis tíos son muy celosos.
-Soy un hombre muerto no más que no me habían avisado –
bromeo Félix
-Félix ambos somos adultos
-Para ellos siempre serás una niña
Fonso ya no soportaba la curiosidad y se acercó a la
pareja, mientras miraba con severidad a Félix.
-Tamara me permites un momento – Le dijo Fonso
-Fonso estoy bailando con Félix – Protestó Tamara
-Baila con tu hermano Tammy – Le dijo Félix haciéndose a un lado.
Tamara y Fonso bailaban mientras Félix regreso a su lugar
para sentarse, aunque no le contó para no preocuparla en ese momento él se
estaba recuperando de una lesión y necesitaba descansar además de que sabía qué Fonso necesitaba hablar con Tammy.
-¿Tammy me puedes decir que está ocurriendo con Félix? –
Preguntó Fonso.
-Es lo que ves Fonso – Respondió Tammy con normalidad
-Tammy ya sabes cómo se siente papá al respecto de esta situación.
-Lo comprendo Fonso, pero ¿Acaso ustedes han pensado en lo que yo siento?
-En la vida no solo te puedes llevar por los sentimientos
Tammy.
Tamara frunció el ceño porque en su familia todos habían
escogido a sus parejas con base en sus sentimientos solo a ella le ponían excusas
debido a que Félix era hijo de Oneida.
-Papá escogió a la mujer que amaba, y tú también lo hiciste ¿Por qué debo ser yo la que renuncie al
amor de su vida?
-Porque él no es cualquier persona Tammy.
-¿Crees que Félix ha tenido una vida fácil?
-¿Qué vas a hacer el día que esa mujer salga de la cárcel?
-Fonso me preocuparé en ese momento, pero por ahora no pienso hacerlo, yo lo
amo y eso no va a cambiar nunca.
Fonso bailaba con su hermana y sintió algo que se movía así que
observó que ella usaba un vestido holgado y finalmente comprendió el motivo.
-Papá va a enloquecer mucho cuando se entere – Dijo Fonso
-Lo sé
-¿Cuándo se lo piensas decir?
-Mañana y estás cordialmente invitado
Fonso negó con su cabeza, aunque Tamara tenía 28 años su
Papá era sobre protector con ella y probablemente no le iba a gustar esa noticia.
-No sabes cuantas
ganas tengo de ver como se desata el infierno – Dijo Fonso con sarcasmo.
-Fonso yo ya tomé una decisión y lo voy a hacer con o sin
el apoyo de ustedes, aunque sería más agradable tener a mi familia en este momento.
Hace 15 años …..
Roger y Oneida estaban discutiendo como era lo habitual
en su casa, el ambiente en ese hogar era muy tóxico y Félix por lo general usaba audífonos para
no escuchar los gritos de sus padres. Oneida solía perder la paciencia cuando hablaba con su hijo y este deliberadamente la ignoraba
-¡!!! Félix te estoy hablando, quítate esos malditos audífonos!!!
-Le dijo Oneida en un tono de voz demandante.
-Si mamá te escucho – Respondió con fastidio Félix.
-Tu papá va a traer por las vacaciones a su hija Tamara,
recuerda que esa niña viene a quitarte lo que es tuyo por derecho – Dijo Oneida con mucho resentimiento.
Durante días Oneida solo se dedicó a hablarle a su hijo
sobre lo malo que era la visita de Tamara para la paz de su hogar y Félix que era solo un chico de 12 años comenzó a odiarla.
-Voy a pagarte si eres bueno con Tamara voy a pagarte – Le ofreció Paula.
Por otra parte, Paula le ofreció a Félix aumentar su mesada si era amable con ella, él estaba cada vez más confundido.
-Si te atreves a hacerle algo a Tamara te voy a golpear
tanto que no vas a poder salir de la casa en varios días – Le advirtió Roger.
Roger era un ser
vil y egoísta el cual quería que Tammy se quedara a vivir con él por eso le insistía a Félix que debía ser amable con ella o lo golpearía con mucha violencia.
-Félix estoy feliz porque vamos a conocer a Tammy – Dijo Arturo
de 10 años
-Yo, por el contrario, no quiero que venga esa niña –
Resopló Félix
Félix era un chico violento, pero era un comportamiento normal dada las circunstancias que vivía en su hogar, su violencia cubría una amplia gama de conductas que iban más allá del acto
físico, incluían amenazas e intimidaciones a otros chicos de la escuela y de su vecindario.
-Eres un inútil Félix y solo me produces dolores de cabeza – Le gritaba Roger
-Papá te juro que soy inocente, yo no lo hice – Se excusaba Félix con Roger
No todo lo que ocurría en el vecindario era su culpa, pero se convirtió en el chivo expiatorio de los vecinos que hacían travesuras y lo acusaban aunque no tuviera responsabilidad en lo que había ocurrido.
-Deja de llorar como una niña – Le gritó Roger de forma despectiva.
Félix era igual que un huracán; y, esto era imprescindible para la supervivencia de él en ese disfuncional hogar, Roger
siempre le hablaba con reproches, Oneida era cariñosa y le permitía hacer todo lo que quisiera sin disciplinarlo, y Paula lo cuidaba mucho pero también debía
hacer todo como ella decía así él no estuviera de acuerdo.
-Arturo no entiendo por qué eres así de raro – Le reclamaba Paula con desdén.
Paula siempre trató a Arturo con condescendencia como si fuera un discapacitado y era lo que más odiaba Félix porque a pesar de sus problemas de actitud quería realmente a su hermano menor y solía pelear con aquellos que le hacían bullying a Arturo.
-Félix no debes ser malo con nuestra hermana - Le sugirió Arturo a Félix.
-Esa niña no es nada para mi Arturo
Félix fue condicionado por Oneida para odiar a Tamara y en estas circunstancias de relaciones de convivencia, la agresividad
es más bien un mecanismo de defensa.
-Hoy viene esa niña y ya sabes lo que tienes que hacer – Le advirtió Oneida
La agresividad puede ser un síntoma propio de un trastorno o un síntoma asociado, siendo el trastorno de la conducta y el comportamiento antisocial asociado, el problema mental y de
comportamiento más común en niños y jóvenes.
-Si mamá
-Yo sé que lo vas a hacer bien – Le dijo.Oneida afectuosamente.
El auto de Roger se estacionó y de este salió una chica de 13 años y Félix cuando la vio por primera vez se sonrojó y se puso muy nervioso porque ella era su hermana y le parecía muy linda, y se cuestionó
de que algo debía estar muy mal con él sí le gustaba su propia hermana.
-¡!! Abuela!!!- Gritó Tamara.
Tamara luego de saludar efusivamente a su abuela Paula
por la cual no guardaba muy buenos sentimientos se fijó en la mujer que estaba parada frente a la puerta estorbando el paso, y le pareció que estaba muy
arreglada y excesivamente maquillada para la ocasión, aunque su mamá evitaba
hablar al respecto sabía que era víbora y que en el pasado le hizo mucho daño, si Oneida no soportaba a Tamara era recíproco el sentimiento.
-¡!! Tammy bienvenida, cariño!!! – Dijo Oneida efusivamente
dándole un abrazo.
A Félix le causaba gracia lo hipócrita que podía ser su
madre en ocasiones y se sonrió
-¿Qué es tan gracioso Félix?
-Nada Arturo, avísame si esa niña es mala contigo
Tamara se soltó diplomáticamente del abrazo de Oneida y
la comparaba con su madre y le costaba entender que vio su padre en esta persona porque su mamá era más hermosa e inteligente y le pareció muy absurda la lógica de su padre.
-Mi nombre es Tamara señora, solo mis allegados me llaman
Tammy – Le dijo Tamara mirándola de forma altiva a la cara.
Oneida se sintió un poco intimidada por la chica que a diferencia de la madre era altiva y muy orgullosa, y no sería tan fácil
doblegarla, pero esperaría a que Roger se fuera al trabajo para poner a esa bastarda en su lugar.
-No soy una allegada, te recuerdo que soy la esposa de tú
Papá y podría decirse que casi como una madre para ti.
Tamara observó con reprobación a esta mujer y la sola idea
de que esta mujer se comparara con su madre le producía asco, y no dudó en poner una expresión en su rostro que demostraba lo que sentía.
-Tiene usted razón en cuanto a que es la esposa de mí.papá, pero eso no la hace cercana a mí, y tengo una madre que se llama Katiuska
Velázquez así que por favor no vuelva a mencionar esa tontería.
-Tammy cariño Oneida es mi esposa así que debes
respetarla
-¿Papá dime cuando le falté el respeto a tu esposa?, o es
que acaso ahora decir la verdad se considera una falta de respeto.
Félix se acercó para saludar, y el antipático chico no sentía ningún interés de conocer a su hermana mayor, pero su abuela le ofreció
aumentar su mesada si era amable con la chica además su madre le pidió que la hiciera enojar en todo momento.
-Hola mi nombre es Félix – Dijo fingiendo amabilidad
-Soy Tamara
-El tonto que está
en la esquina es mi hermano menor - Dijo señalando a Arturo.
Tamara saludó amablemente a Arturo porque a diferencia de
Félix este le cayó bien de inmediato, además de que se sentía cansada debido a las
horas de vuelo y quería descansar.
Paula decidió intervenir antes de que la situación se.volviera más complicada, miro con severidad a Roger y a Oneida porque solo
estaban haciendo enojar a Tamara.
-Tammy de seguro te sientes muy cansada debido al viaje vamos
a tu habitación – Dijo para cambiar el tema
-Si abuela estoy muy cansada
Félix vio como Tamara se alejaba en compañía de su abuela
y debía admitir que ella lo hacía sentir nervioso.
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