Nicole...
Aún recuerdo ese día. Era verano, una hermosa tarde de esas que te hacen querer salir a oler aire fresco. Venía caminando, apreciando la tarde, cuando de repente empecé a sentir náuseas con el rico olor del pan fresco. No le di mucha importancia, continué así un par de días más.
Alejandra es mi novia desde hace 4 años. Vivimos juntas y nos pareció una buena idea casarnos. Estábamos preparando todo para tener una familia. Soñamos con adoptar una niña o tal vez dos. Teníamos estabilidad económica y emocional, o eso pensamos. Todo parecía marchar de maravilla. Yo soy escritora y en este momento tengo una buena racha de inspiración. Ale trabaja como asesora de ventas en un centro comercial... Es increíble en su trabajo. Estamos bien.
Un día ella volvió del trabajo a casa. Era sábado alrededor de las 6 de la tarde. Recuerdo que volvió con algo de comer, no pude distinguir bien qué era, cuando las náuseas me envolvieron y corrí de prisa al baño.
Ale: ¿Cariño, qué pasa? (preguntó con voz quebrada mientras corría detrás de mí al baño) ¿Está todo bien? ¿Quieres ir al doctor?
Negué con la cabeza mientras estaba ahí tirada vomitando cada pedazo que comí durante el día.
Nicole: últimamente me he estado sintiendo así. Creo que mañana iré al doctor por un chequeo. (Ella asintió pero siguió con un poco de preocupación en su rostro). De seguro no es nada.
Al día siguiente.
Ale: Cariño, anda despierta que se hace tarde.
Nicole: ¿Tarde para qué? (pregunté con voz entrecortada porque aún me sentía medio adormilada) ¿Qué hora es?
Ale: Son las 7 am, pero solo a esta hora te puedo acompañar con el médico. Despierta.
Corrí a bañarme, ya que no quería ir sola, pero de cualquier forma tenía algo de miedo por lo que fuera a decir el doctor. Ale seguía preocupada y mientras íbamos en el auto no me dijo ni una palabra hasta que llegamos con el doctor.
Mientras esperábamos el turno.
Alejandra: ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que estés embarazada? (Y sonrió).
Enfermera: Señorita Nicole, adelante, el doctor la está esperando.
Entramos al consultorio y el doctor resultó ser Mariano Salvatierra, mi exnovio. Ale sabía casi todo de mi historia con él, así que no había razón para estar nerviosa.
Mariano: ¡Hola, Nico! ¿Cómo estás? -preguntó Mariano con un tono de euforia en su voz-. ¿No nos veníamos desde hace como tres meses en ese bar?
Nicole: Sí, hace ya un tiempo -contesté un poco nerviosa mientras Alex me miraba algo desconcertada. Debo aclarar que en esa ocasión Ale y yo estábamos separadas debido a malentendidos que tuvimos.
Ale: Ehhh, sí, hola, yo soy la novia de "Nico" -dijo Ale mientras le daba la mano a Mariano para saludarlo-.
Mariano: Bueno, ¿y por qué están aquí? ¿Todo está bien?
Ale: No, ella últimamente viene con mareos y náuseas. Solo queremos que le hagas un chequeo.
Mariano: Ok, iniciemos -yo asentí con la cabeza-. Súbete a la camilla, por favor.
Mariano inició tomando mi presión y haciéndome valoraciones. Me preguntó con respecto a mi última menstruación, a lo que respondí que fue hace más de dos meses, lo que no es raro porque siempre he sido de ciclo muy irregular. Al final de la consulta, Mariano solo me ordenó un montón de exámenes médicos que debía realizarme al día siguiente. Salimos de la clínica, Ale se fue a trabajar y yo solo volví a casa a tratar de descansar un poco. Sin darme cuenta, se hizo de noche. Luego, Ale llegó y prácticamente no hablamos de nada.
Al día siguiente, me levanté temprano para realizarme los exámenes. Mientras leía las órdenes, pude notar que había una prueba de embarazo en sangre, pero asumí que no era más que un procedimiento de rutina. Entré, me tomaron muestras de sangre y me dijeron que debía ir por los resultados en horas de la tarde.
No quería volver a casa, así que decidí sorprender a Ale en su trabajo. Al llegar, la vi a lo lejos mientras hablaba con Valeria, su compañera de trabajo. Pero cuando ella me vio, se sorprendió y trató de alejarse. La verdad es que me molesté un poco porque los malentendidos que tuvimos en cierta ocasión fueron debido a Valeria.
Voy en el carro hecha un desastre, lamentando el hecho de haber ido a ese lugar, aunque una parte de mí sabe que en realidad no vi nada. Sé que Ale viene detrás de mí en el auto de Valeria y no quiero escucharla. ¿Por qué, o sea, por qué motivo tendrías las llaves del auto de "tu amiga"? Quiere explicarme, pero la verdad no quiero parar a escuchar. Pero está lloviendo muy fuerte, así que mejor me estaciono a un lado de la carretera. Ale me alcanzó y está intentando hablar, pero yo solo veo señas y movimiento en su boca, ya que tengo audífonos puestos. Ella golpea el vidrio y le abro.
Ale: NO PUEDES SALIR ASÍ COMO SI ESTUVIERAS LOCA (me gritó entre rabia y llanto).
Nico: Lo siento, no quería preocuparte, solo entra, no te quedes en la lluvia (abro la puerta trasera para que entre).
Ale: No, estoy en el auto de Valeria, debo devolverlo, y antes de que digas cualquier cosa...
Nico: (interrumpo de forma agresiva) ¡SÍ LO SÉ, POR ESO LLEGUÉ A ESA HORA!
Ale: ¡Solo me pidió estacionar su auto! Por eso tengo las llaves, ella llegó tarde y no lo pudo hacer.
Nico: ¿Oh, y por eso te sorprendiste tanto al verme ahí parada? ¡POR SUPUESTO! (le dije con un tono de voz sarcástico).
Ale: No, Nic, me sorprendió porque te creía haciéndote esos exámenes médicos y al verte ahí solo pensé que había ocurrido algo. Además, sabía que te pondrías así.
Ale es hermosa, piel blanca, ojos cafés y una larga cabellera roja y rizada que le baja de las nalgas. Tiene un cuerpo escultural, a decir verdad no sé qué hice para que se fijara en mí. Es decir, si tengo buen cuerpo y soy bastante bonita, pero en comparación con sus ex, no sé, creo que soy como la menos bonita, y Valeria parece actriz salida de alguna película porno. ¿Entienden? Tiene todo bien, por lo que me hace sentir demasiado insegura y Ale lo sabe. No entiendo por qué hace eso.
Nico: No, salí temprano de los exámenes y tengo que volver por los resultados, así que pensé en pasar el rato contigo antes de regresar a casa (ya estoy más calmada, al fin y al cabo no vi nada, pero no sé por qué tengo tantas ganas de llorar). ¡Lamento haber salido así! (reventé a llorar, sin más razón, ella solo me abrazó).
Ale: ¡Cariño, lamento que sintieras que debías salir corriendo de ahí! (Pasa su mano por mi rostro y me da un beso. Me sienta encima de ella y comienza a besarme mientras baja su mano hasta mi entrepierna. Me besa y yo estoy dejando que lo haga... cuando de repente suena un toque en el vidrio. Era Valeria, pero parece muy consternada por cómo nos está mirando a Ale y a mí, lo cual me agrada mucho. Ale no me baja de encima y no parece asustada, es decir, no como "cuando tu amante te ve con tu novia". Ale solo sonríe y me sujeta fuerte de las nalgas, mientras yo oculto mi cabeza tras su cabello todo mojado por la lluvia. Le estoy susurrando al oído. Ya estoy demasiado excitada, casi ni puedo escuchar lo que está diciendo Valeria, pero cuando la escucho llorar y gritar... reacciono.
Valeria: ¡TE AMO DESDE QUE TE VÍ LA PRIMERA VEZ, MIERDA...! (Valeria está llorando descontrolada. Ale está saliendo del auto perpleja. Puedo notar su asombro. Yo solo estoy sentada paralizada al ver cómo está de derrumbada. Admito que me siento un poco mal por ella. Está llorando en medio de la carretera. Ale la toma de las manos, pero no puedo escuchar lo que dice. La lluvia ya paró. Yo estoy mirando por el retrovisor del auto. Valeria está abrazando a Ale y yo no puedo más. Voy a salir del auto.
Nico: ¿Ale, qué sucede? (Pregunto disimulando que no escuché lo que pasó. Valeria se limpia la cara y camina a su auto.) ¿Podemos irnos?
Ale: Sí, vamos. (Entramos en el auto. Vamos camino a recoger los exámenes, pero nadie habla. Tengo muchas cosas en la mente, pero no digo nada.)
Estoy esperando en el auto. Veo venir a Ale como desesperada.
Ale: ¡ERES UNA MALDITA MENTIROSA, NICOLE YULIANA! (Me tira los papeles de los resultados en la cara. No puedo entender qué pasó. Intento ir tras ella, pero no la alcanzo. Corro al auto y leo los exámenes. Entonces entiendo. Tiene razón para estar así. La prueba de embarazo dio POSITIVO... y no puedo imaginar cómo se sintió.
Alejandra...
Estoy muy decepcionada. Yo he dado todo por esta relación y que ella me haga esto es muy decepcionante. Siempre me decía que ella no quería embarazarse, que no era una de sus prioridades, y ahora resulta que está embarazada. Intenté la inseminación artificial, pero no logré nada. Ella sabe lo duro que ha sido. Al final, decidimos adoptar, y ahora me sale con esto... No es justo.
Voy en el auto a toda velocidad. No quiero llegar a nuestra casa, no quiero verla. Tengo al menos 50 llamadas perdidas de ella, y me dejó un mensaje de voz. Me estacioné para poder escucharlo.
"Ale, escúchame por favor. Déjame explicarte, mi amor. Yo te amo. No es lo que crees. Por favor, dime dónde estás..."
Suena tan trillado. La verdad es que esa excusa es tan vieja. Pero vamos... ¡Está embarazada! ¡Puta mierda, embarazada! Ya no quiero volver a verla. Voy a sacar mis cosas de la casa de mis padres, aunque sé que ella me buscará ahí. No tengo otro lugar. Llamé al trabajo para pedir unos días y tiré mi simcard. No quiero que me encuentre. No quiero verla.
Llegué a casa de mis padres. Ellos no están. Ambos murieron hace un par de años, pero yo siempre mantengo la casa como si ellos estuvieran aquí. Al llegar, veo cómo "Lolita", la empleada, corre para saludarme. Ella es más que una empleada. Me cuidó desde niña, y a pesar de que ya no tiene a nadie a quien servirle aquí, aún así no se ha ido. Dice que yo soy como su hija, que de ahí solo la sacarán muerta. Lolita es muy terca. Yo le he insistido que se vaya a la ciudad conmigo, pero siempre dice que no.
Nana: "Niña, llegaste. ¿Pero qué haces aquí, y dónde está Nic?" - pregunta Lolita abrazándome.
Yo: "Nana, no quiero hablar de ella." - no puedo contener el llanto y me pongo a llorar.
Nana: "¿Qué pasó, Alejandra? ¿Se pelearon una vez más?" - pregunta mi nana llevándome del brazo adentro de la casa.
Yo: "Esta vez es Lara, siempre Nana."
Nana: "Pero, ¿qué dices, niña tonta? Lo único que es para siempre es el amor que ustedes se tienen."
Yo: "Siempre me enseñaste que cuando uno ama, no engaña, Nana. Y ella me falló." - respondo yo mientras me siento en el sofá de la sala y sin poder aguantar el llanto.
Nana: Ya mi niña, cálmate, de seguro tiene solución.
Yo: Nana, no tiene solución, ella está embarazada.
Nana: ¡Pero si resultó, gracias a Dios! - grita mi nana emocionada -
Yo: No, nana, que te pasa, está embarazada de alguien.
Nana: ¡Niña tonta, ese bebé es de ustedes dos, y de nadie más! - dice mi nana dándome un pequeño golpe en la cabeza -
Yo: Nana... ¿de qué hablas? - pregunto muy confundida -
Nana: Escúchame bien, niña, vas a tomar tu celular y vas a llamarla y la dejarás que te cuente todo, yo no puedo... no me corresponde.
Yo: Pero nana, yo...
Nana: ¡Pero nada, Alejandra! - dice mi nana levantándose del sofá -
Mi nana jamás me llama por mi nombre. En este momento no sé qué pensar. Mi nana siempre tiene razón, pero yo veo los resultados y es evidente que engañó y quién sabe cuántas veces. Por ahora, solo quiero estar sola, descansar y pensar... quiero que mi nana tenga razón y que todo esto tenga una explicación, pero no veo cómo eso pueda pasar.
Caminé hasta mi habitación de cuando era niña. Mi nana la sigue manteniendo igual que cuando yo vivía aquí. Me baño y decido tomar una siesta... un par de horas más tarde me despierto porque siento una mano sobando mi rostro. Abro los ojos, ahí está ella... tiene los ojos rojos de tanto llorar y me siento mal por eso, pero lo disimulo. Veo que tiene una carpeta en la mano, así que me incorporo de prisa y me siento frente a ella.
Nic: Escúchame, si por favor... antes de cualquier cosa - dice ella mientras me entrega la carpeta -
Yo: ¿Qué es esto, Nicol? - le pregunto yo un poco nerviosa, pues ella se ve enojada -
Nic: Solo lee y cuando termines entenderás. Antes que nada, te amo y lamento no haber sido honesta - dice ella mientras sale de mi habitación -
No quiero abrirlo, pero ella sabe por qué los trajo en una carpeta, sabe que la curiosidad me gana... al abrir la carpeta, veo cómo se derrumba todo enfrente de mis ojos. Los papeles son una historia clínica... la historia clínica de ella, de mi Nicol... Se hizo una inseminación artificial y quedó embarazada. Aquí dice que no sabe quién es el donante, pues ella prefirió que fuera así... también hay una carta que ella escribió y dice: "Mi amor, antes que nada, te amo con todo mi ser, y lamento que te enteraras de esto así. Sé que debía preguntarte primero, pero ambos queremos una familia, y aunque yo jamás me quise embarazar, lo hice por ti, porque intentaste tres veces y no lo logramos. Y todo esto lo hice sin decirte, por si fallaba. No quería que te desilusionaras una vez más. Yo no sabía la cita para hacerme la prueba es hasta dentro de semanas, y lamento que te enteraras así... Tu nana sabía todo, ella me acompañó siempre... Con amor, Nicol". No puedo creer que haya hecho esto por mí, y yo fui tan dura con ella. ¿Cómo no la imaginé? Lo primero que pensé fue que ella me había engañado. Soy una tonta.
Salgo corriendo de la habitación para poder hablar con ella, pero al bajar no la encuentro y le pregunto a mi nana dónde está. Mi nana me dice que se acaba de ir. Tomo las llaves de mi auto y corro para alcanzarla. Voy en la carretera tan rápido como puedo. Salí tan rápido que no me di cuenta de que estoy en pijamas. Conduzco por unos 15 minutos cuando veo adelante un accidente. Mi corazón se acelera al solo pensar que puede ser ella. Me bajo del auto y camino hasta allá con el corazón latiendo a mil. Al mirar, es su auto. No puedo respirar. Me voy a morir si algo le pasa y por mi culpa. Al llegar, veo que ella está tirada en la carretera. El choque fue tan fuerte que ella se salió del vehículo. Su cuerpo está cubierto de sangre. Luego veo cómo el chico del otro auto agoniza, pero yo no sé qué hacer. Quiero salvarla a ella. Al ventar la mirada, veo cómo llegan ambulancias y paramédicos. Mi corazón se calma un poco. Los suben a mí y yo me voy en la ambulancia con ella y el chico. El conductor de la ambulancia me dijo que ella los llamó antes de desmayarse. Yo le digo que se apresure, por favor. Cuando la van entrando al hospital, veo que traen a una mujer a punto de dar a luz y entonces lo recuerdo. Salgo corriendo a decirle al doctor que se la llevó que ella está embarazada.
Estoy en la sala de espera, rogando a Dios que la salve. Jamás me voy a perdonar si algo le pasa a ella o al bebé y todo por mi culpa. No puedo aguantar más esta incertidumbre. Han pasado horas y nadie me viene a decir nada. Los padres del chico están frente a mí y ni siquiera he podido hablar con ellos. Siento que todo es mi culpa. Debí detenerla en casa. Jamás debí irme.
Alejandra...
Después de varias horas, sale un doctor y pregunta: "¿Familiares de Nicol Salvatierra?" Me levanto rápidamente y le digo que soy yo. El doctor me dice que está bien, tuvieron que hacerle una cirugía en el brazo, pero fuera de esto están bien. Salgo corriendo a la habitación que me dijo el doctor y ahí está ella. Aún está dormida, pero es hermosa. Aún no puedo creer que dudé de ella. No me lo voy a perdonar nunca. Han pasado unas horas y ella ya está despertando. Cuando abre los ojos, lo primero que me pregunta es:
Nic: ¿Y el chico, cómo está el chico? - pregunta ella desesperada -
Yo: ¿De qué hablas? Amor, debes guardar la calma.
Nic: Fue mi culpa. Yo estaba llorando, mi vista se nubló y no lo vi venir. Yo no lo vi, pero él era solo un chico - dice ella llorando mientras me abraza -
Yo: Amor, lo siento. No sé nada del chico y no fui capaz de preguntarle a sus padres - le digo respondiendo a su abrazo -
Nic: Yo lo lam...
Nic es interrumpida por una enfermera que viene con una máquina grande. Detrás de ella viene una doctora y le dice a Nic:
Doctora: Señorita Nicol, vengo a revisar a su bebé. Tal vez quiera llamar al padre para que lo vean juntos - dice la simpática doctora -
Nic: No, no hay padre, solo dos madres...claro, si la otra quiere - dice mi Nic mientras me mira -
Yo: Claro que quiero, mi amor. Por supuesto - respondo yo tomándole la mano -
Doctora: ¡Lo lamento! Yo no tenía idea.
Nic: Descuide...
Yo: Pero que le sirva para que en otras ocasiones no solo suponga cosas.
Doctora: Bueno, a lo que vinimos. Señorita, por favor, descubra su vientre - le dice a Nic mientras enciende esa máquina -
Yo: ¿Disculpe, para qué es eso? - pregunto señalando un gel que ella tiene en la mano -
Doctora: Oh, sí, que pena. Esto es un ecógrafo y sirve para que veamos cómo está el bebé y cuánto tiempo de gestación tiene. También vamos a escuchar su corazoncito - responde la doctora poniendo ese gel en el vientre de Nic -
Inmediatamente que se lo pone, se alcanza a ver cómo unas manchas blancas en la pantalla se mueven de un lado a otro y se escucha un "tucu, tuco" acelerado. La doctora dice: "Son dos, son dos bebés. Aún es muy pronto para decidir si serán niñas o niños, pero son dos". Nic empieza a llorar y yo también. No puedo creer que sean dos bebés. Después de tanto tiempo tratando de tener uno, ahora tendremos dos. Es maravilloso.
La doctora sale de la habitación y yo aún estoy que no puedo de la alegría. Ella llamó a su mamá y yo ya le avisé a mi nana que todo está bien, que están fuera de peligro.
Unos días después...
Nic ya salió del hospital y hoy por fin es el día de la cita con el obstetra. La verdad, estoy un poco ansiosa porque deseo que todo esté bien. Pedí mis vacaciones en el trabajo para poder cuidarla mejor. Ella está escribiendo su nuevo libro y no me deja leerlo hasta que no esté listo, así que mientras esté encerrada en su estudio, casi no la veo.
Llegó la hora, salimos de la casa y tomamos un taxi porque luego nos vamos a ir a celebrar con unos amigos. Nic no sabe, pero los chicos le prepararon una fiesta sorpresa. Luego de 30 minutos en tránsito, por fin llegamos al consultorio de la doctora. Nos sentamos a esperar el turno hasta que se escucha una bocina diciendo "Nicol Salvatierra, consultorio de la doctora Evelin Anaya". Nic se levanta y me toma de la mano. Al entrar, la doctora Anaya se ve muy amable, parece cálida y dice:
Evelin Anaya: Señoritas, ¿son las futuras madres? - pregunta la doctora poniéndose de pie -
Yo: Sí, gracias por reconocerlo.
Nic: No tienes que agradecer eso, mi amor - dice Nic dándome un beso -
Evelin: Nicol, acuéstate por favor y descubre tu vientre - dice la doctora mientras toca la cama -
Nic se acuesta y deja su vientre al descubierto. Aún no está abultado ni nada, pero ya sabemos que están ahí.
Evelin: ¿Bueno, escuchan ese sonido? Es el corazón de uno de los bebés... Ahora busquemos el otro... Y... Ahí está, ¿lo sienten? - dice la doctora mientras nosotras solo podemos asentir con la cabeza -
Yo: ¿Nos puede decir si son niñas o niños? - pregunto yo un poco ansiosa -
Evelin: ¿Nic, estás segura de que quieren saber ya?
Nic: Sí, doctora, si ya se puede saber, queremos saber.
Evelin: Ok, entonces... Miremos... Bueno, aquí tenemos... Una niña... Y aquí... Esperen, no... Sí es un niño. ¡Vaya, son muy afortunadas!
Nic: ¡No lo puedo creer! - dice Nic entre lágrimas. Yo ni siquiera puedo hablar. -
Evelin: ¡Tienen 12 semanas! Y en general todo está bien con los bebés, ya te puedes vestir, Nic.
Yo: ¿Y ella está bien? - pregunto yo.
Evelin: ¡Eso no lo determiné yo! Mi trabajo es cuidar de los bebés y ver que todo vaya bien. De ella se encarga su médico. Le voy a ordenar una serie de estudios y debes tomar tus vitaminas. Al ser un embarazo mellizo y por inseminación artificial, es necesario tener mucho cuidado. Una vez tenga los resultados de estos exámenes, deben solicitar otra consulta conmigo y también con el médico que atienda la salud de Nic. ¿Entendieron?
Nic: Sí, doctora. Ya tengo un doctor de cabecera.
Yo: ¿Pero todo está bien?
Evelin: No comas ansias, Aleja. Todo estará bien. Ella solo necesita que la consientas mucho.
Nic: ¡Todo estará bien! - sonríe y me toma la mano -
Yo sonrío y le doy un beso en la frente. Salimos del consultorio. Casi de inmediato llegamos al otro hospital y le tomaron las muestras. Las llevaron y Marino nos dijo que saldrán en dos días. En cuanto tenga los resultados, nos llamará. Antes de salir, felicito a Nic por lo del embarazo y aprovecho para darle un abrazo. Eso me pone los celos al 100%, pero sé que Nic necesita estar tranquila y lo escogió como doctor porque confía en él. Y yo confío en ella.
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