¡Lorena, vamos! ¡Apúrate!

- Siempre lo mismo contigo - respondo mientras termino de peinarme, agarro mi bolsa y la maleta de los niños.

- Como siempre, demoras tanto - dice mi esposo.

- Ya debemos irnos y la señora poniéndose el medio kilo de maquillaje.

- Ya cálmate, estoy lista - respondo.

Nos vamos de vacaciones a la playa, mi esposo, mis hijos y yo. Deseaba darme unas vacaciones, pero con el mal carácter de mi marido, no creo que disfrute realmente. Los niños se portan bien, pero mi marido hace por tres niños malcriados. Siempre egocéntrico y narcisista. Él y solo él.

- ¿Que aún no te subes al carro? 🤔 🤔

- ¡La demora eres tú!

- ¿Por qué siempre te demoras tanto, Lorena? 🤔

Solo me subo en silencio, deseándole cerrar la boca. Estoy cansada, llevo ocho años lidiando con la misma cantaleta... Bla, bla, bla.

El viaje ha empezado y es ahora que empieza mi historia. El viaje va de lo normal, converso con los niños, incluso cantamos algunas canciones, paramos en las gasolineras y compramos golosinas y cosas de picar. Mis hijos son lo único que me hace sonreír y ante ellos puedo disimular el enorme coraje y desprecio que siento por mi pareja.

- Mamá, mira ya se ve el mar - me dice Dimitri, mi hijo de 3 años.

- Mamá, ¿podemos nadar, pasear en bote? - también me dice Darius, mi hijo de 8 años.

- Ya mis amores. Ya veremos - respondo.

- Como siempre tú, malcriándolos y complaciéndolos - dice José.

- ¿Con qué se supone que los llevarás, si eres una inútil que no trabaja?

Mi ira crece una vez más y le miro con una mirada fulminante. Solo pienso, ¿cómo puedo estar casada con este monstruo que me hace menos, me humilla y me hace sentir menos siempre?

Me quedo callada una vez más. Mis ojos me escuecen queriendo derramar las lágrimas que mi corazón humillado y mi orgullo herido quisieran dejar salir.

Los niños dejan de parlotear, ya se apagó la alegría dentro del coche. Solo hay silencio.

Me quedo mirando por la ventana y ahí está ella. La mujer más hermosa que he visto, su sonrisa ilumina todo a su alrededor. No puedo creer que mi corazón esté latiendo de esta manera.

¿Qué me pasa?

Nunca me he sentido atraída por una chica.

¿No puedo dejar de mirarla?

Mamá, mamá, te estoy hablando - me dice el más pequeño. ¿No me has oído?

Perdón, Dimitri - le respondo.

"Mamá, sabes que eres la mujer más linda del mundo, por eso vamos a hacer un castillo de arena y tú serás mi princesa 👸 te amo mami", me dice mi hijo mayor.

Le respondo: "Tú también sabes que te amo hasta la luna y el sol", respondieron mis hijos al unísono conmigo.

En cinco minutos llegamos donde nos íbamos a hospedar.

Como siempre, José se bajó y fue a recepción a preguntar por nuestras habitaciones, no ayudó a bajar el equipaje. Yo tuve que cargar con las maletas y los niños.

Apareció uno de los ayudantes del hotel y me ayudó.

Nos hospedamos, bajamos a comer algo y luego subimos a ponernos nuestros trajes de baño para irnos de sol, playa y arena.

Ya los chicos estaban listos, y yo también me había puesto mi traje de baño color turquesa, es mi color favorito y José me dijo: "¿Vas a salir así? Te ves horrible, ¿no te das cuenta de que ya estás vieja y te has puesto fea? Debería darte vergüenza que todos te miren".

Le di una bofetada con todas las fuerzas que tenía, mi ira acumulada durante mucho tiempo, cayó al piso chocando el culo en el piso. Su mirada mostraba un asombro que no podía contener.

No puedo creer que haya hecho eso, pero llevó años con esto.

Le agarré por la camisa y le miré directo a los ojos. Y le dije:

-Nunca más en la vida vuelvas a menospreciarme.

- Nunca más en tu maldita vida, me vuelvas a tratar como basura y mucho menos delante de los niños, como lo hiciste en el coche.

Ya que te crees la gran cosa encárgate de los niños, yo, esta qué nunca hace nada según tú, pero que pasa 24/7 con mis hijos, aseando, lavando, planchando y siendo tu esposa la qué siempre desprecias se va de vacaciones a dedicarse un tiempo para ella misma.

-Ahora cuida los niños. Que afortunadamente son mil veces más educados qué tú. Así que no tendrás problemas y -

Demuestra que sirves para algo.

Arrastre las últimas palabras con desprecio.

Por primera vez en muchos años José no respondió nada, le di la espalda y me marché.

Toqué la puerta de la habitación de al lado donde estaban los niños.

Los abracé y le dije:

-papá se va a encargar de ustedes en estas vacaciones, estamos de acuerdo en que papá les dedique tiempo también, me miraron y asintieron.

Dimitri mañana haremos ese castillo de arena y Darius mañana iremos a pasear en bote.

Los abracé les dije cuanto los amaba y me devolví a la habitación. José estaba sentado mirando por gran ventanal con la mirada perdida.

Agarré mis pertenencias personales y salí de la habitación.

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Dos horas más tarde.

Llevaba mucho tiempo caminando por la playa sin rumbo, solo quería respirar el aire fresco y pensar como yo una mujer de 27 años había llegado a esto.

Aún recuerdo cuando conocí a José a mis 18 años estaba a punto de salir del colegio era encantador, todas las chicas se morían porque él les mirará por lo menos, pero él solo me veía a mí. Ingenua eso era lo que estúpidamente yo creía, mis padres de una familia muy humilde, pero con la determinación de sacar adelante a su única hija, la niña de sus ojos como decía papá, yo era hermosa de 1,68 m de estatura con curvas en los lugares adecuados era la pobre, pero la que envidiaban por su belleza las niñas con dinero del cole, me gradúe del colegio y José me convenció de que descanse un año para entrar a la universidad, total era joven y tenía una vida por delante, y como en ese año de descanso me llevaba a su departamento y al final buuum un embarazo, mi primer hijo.

Me asusté tremendamente, pero José un hombre con 10 años mayor que yo con una buena posición económica dijo lo arreglamos, nos casamos y así fue.. Adiós a mi sueño de ir a la universidad. Yo quería seguir diseño de modas me encantaba crear, y cocer mis propios vestidos... Crear y cocer mis sueños y ahora estaba aquí tratando de remendar mis sueños rotos.

Lloré, grité, deje salir toda la impotencia y dolor acumulado en todos estos años, me sentí desolada y sin ganas de seguir adelante.

Creía estar sola en esa playa, pero lo que no sabía era que a lo lejos en las rocas estaba mirando mi desahogo ella.

Si ella mi amor, mi niña de los ojos lindos, de sonrisa encantadora, la mujer que sería mi perdición.

Mis amigos Germán y Suli me hacen bromas y estoy riendo a carcajadas de pronto en el semáforo veo un auto, pero lo que me llama la atención es una mujer joven está mirándome fijamente, su mirada luce triste y apagada, mi corazón empieza a latir demasiado fuerte y tengo esta sensación de querer correr hacia ella y abrazarla, el carro arranca y solo veo que ella gira su cabeza para seguir mirándome.

¡¡¡Lina!! ¡¡Hey!! Planeta Tierra llamando a Lina. Bromea Germán

¿Sí? ¿Decías?, algo

Germán dijo:

Creó que alguien te flechó el corazón hace un rato.

No!

Durante las siguientes horas comimos helados reímos yo seguía con esa sensación en mi pecho de querer consolar a la chica de los ojos tristes.

¿Qué me pasa?

¿Acaso ya no jugaron suficiente con mis sentimientos?

¿Acaso no fue esa la razón por la que decidí venir aquí?

Solo estoy viendo una visión de mí, de hace un año. Ahora decidí dejar el pasado atrás, ser feliz. Y ella si la vuelvo a ver le enseñaré a vivir, a sonreír.

Que cosas pienso, solo es alguien que va de paso y no la volveré a ver

Suli! Dije casi gritando

Caminaré un poco. Nos vemos luego.

Me despedí con la mano ✋ y me dirigí a un lugar que era uno de mis favoritos las rocas. Escale sobre las rocas y siempre era nueva esa sensación de paz y tranquilidad al estar aquí arriba sentir el aire yodado podía simplemente dejar fluir todo.

Llevaba unos 20 minutos recostada viendo volar las gaviotas de repente vi a lo lejos que alguien se acerca, en esta parte de la playa casi nadie viene por eso me gusta, no me lo puedo creer es una hermosa mujer alta, cabello castaño le llega casi a la cintura, camina con la cabeza baja, ese bikini le favorece muy bien a su curvilíneo cuerpo, es muy sexy y ese blusón casi transparente le hace justicia al volar con el viento lleva una pequeña bolsa en sus manos, mientras más se acerca más segura estoy qué ya la he visto antes, de repente cae de rodillas en la arena y empieza a llorar y gritar como si estuviera pidiendo auxilio de algo, me bajo corriendo de las rocas y trato de acercarme, pero me quedó paralizada al verla es ella.

Me quedó en silencio, la escucho y miro como saca todo el dolor que lleva dentro me parte el alma verle así, tengo nuevamente esa sensación de querer abrazarla, me acerco despacio está tan distraída qué no se da cuenta de mi presencia, le tocó el hombro ella se asusta un poco, me mira y se calma le brindó mi mano para que se levante y lo hace.

Sus ojos y nariz están rojos de haber llorado, su mirada refleja la tristeza y el agotamiento, de un impulso le acerco hacia mí y la abrazo, ella está inmóvil no muestra ninguna emoción, no me aparta, pero tampoco corresponde a mi abrazo. Después de un rato, le suelto y la tomo de la mano en silencio le llevó hacia una parte baja de las rocas donde hay una cueva.

No hemos dicho ni una palabra, es como si no necesitemos decir nada.

Se sienta sobre la arena y yo me siento a su lado, le tomó nuevamente la mano ella me mira y me sonríe.

Le colocó un mechón de cabello detrás de la oreja y puedo acariciar su rostro, es suave. No puedo evitar abrazarla, ella deja caer su cabeza sobre mi cuello.

Pasa el tiempo la marea empieza a subir,

-es mejor marcharse ya no es seguro estar aquí le dije:

Ella me sonríe y se levanta, murmura un gracias.

Al salir de las rocas podemos ver que el sol se está poniendo, este momento mágico está llegando a su fin.

Hay que caminar de regreso y se pondrá oscuro conozco una manera de llegar más rápido al muelle le dije:

Por cierto mi nombre es Lina vivo cerca en una cabaña qué me han prestado unos amigos

Yo soy - Lorena y estoy de vacaciones con... De pronto no concluye

No te preocupes, sino tienes donde quedarte esta noche puedes hacerlo en mi cabaña es grande y te puedes quedar conmigo.

¿Por qué estoy invitando a alguien que acabó de conocer y solo sé su nombre? No importa. Únicamente sé que no quiero dejarle marchar.

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Por el atajo logramos llegar antes que anochezca, entró por la entrada independiente qué da a mi cabaña, le hago pasar y ella se queda maravillada lo puedo ver en sus ojos.

Ring - Ring

Un celular está sonando dentro de su bolsa de mano, lo saca y su mirada cambió.