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Para Amarte.

Malas elecciones.

(¿Hay alguna medicina para el arrepentimiento en este mundo? No, no la hay. Las malas decisiones que tomé en mi vida simplemente me llevaron a un punto de muerte, dolor y sufrimiento. Ahora, los arrepentimientos que tengo en mi mente y corazón...son mayores que las alegrías que sentí en mi vida...)

-Señorita, el Señor Hu ordena su presencia en la Villa Familiar Hu.- La voz seria de la secretaria de mi padre sonó desde el frente. Levante mi cabeza y la mire con seriedad -Muy bien.- Respondí con indiferencia antes de bajar la cabeza sin darle ninguna importancia.

-Por cierto, también dijo "Si esta vez no regresas a casa como en las ocasiones anteriores, no te molestes en volver a verme." Él pide que su presencia sea puntual en la Villa, ahora, me retiro.- Sus palabras cayeron una vez más, mis manos temblaron levemente, pero asentí de forma afirmativa -Me aseguraré de estar allí.- Respondí con seriedad.

Desde hace mucho tiempo, no visitó a mi padre, desde hace siete años, nuestra relación se volvió terrible. Cuando tenía 15 años, conocí a un joven actor de 17 años, recuerdo haberme enamorado a primera vista, quedé cautivada con su belleza, carisma y personalidad.

A mis ojos, era el caballero más educado, elegante y comprensivo que podía existir.

(Esa fue la maldita fachada que el desgraciado me dejó ver.)

Antes odiaba ir a la compañía a ver a mi padre trabajar en Hu Entertainment Company, pero cuando conocí a Maxwell Yan, ese joven que aspiraba a ser el mejor actor, comencé a ir más seguido. Ambos conversábamos bastante y nos fuimos conociendo poco a poco, hasta que él me propuso ser su novia.

Cuando mi padre se enteró de nuestra relación, o sea, cuando yo cumplí los 17 años, él descubrió nuestra relación. Según él, Maxwell no era más que un tipo inútil que quería aprovecharse de mi favor para ascender al estrellato.

El poder de mi padre y su Hu Entertainment Company se extendía alrededor del continente, teniendo subsidianas por todo Asia, y yo, como la única hija que tuvo, fui la única heredera a todo ese poder. A causa de este motivo, mi padre se negó rotundamente a aceptar nuestra relación. Fue gracias a esto que Maxwell y yo nos comenzamos a ver a escondidas y yo comencé a tener problemas con mi padre.

En el día a día, las discusiones se volvieron normales, así como los regaños, todo a causa de este mismo problema: no acepta al hombre que yo amó.

En ese entonces, incluso trató de casarme con Randall Chen, mi mejor amigo desde la infancia. Sin embargo, me negué a hacer y Randall, a causa de mi negativa, también se negó.

Al cumplir la mayoría de edad, me mudé de casa, sentía que ya no podía vivir en el mismo lugar que él. Pero a pesar de eso, tomé su puesto como Presidente en Hu Entertainment Company. Ayude a Maxwell a subir rápidamente, de hecho, eso fue lo primero que hice al tomar el mandato de la compañía.

Los protagonismos para Maxwell fueron más seguidos y sólo sentía que nuestra relación mejoraba día con día gracias a eso, lo cual me hacía muy feliz. Cuando yo cumplí los 20 años, su fama subió hasta las nubes y se volvió el actor Alister más famoso del continente, el actor número uno.

Cuando él finalmente cumplió sus sueños, y yo al cumplir los 21, empezamos a vivir juntos e igual que antes, mi padre nunca aceptó nuestra relación, muchas veces lo visite pero siempre terminábamos discutiendo por el mismo tema. Finalmente, opté por no volver a verlo.

Con Maxwell a mi lado, sentía que lo tenía todo. El actor más famoso y deseado por las mujeres, me sentía la mujer más envidiada del mundo, sin embargo, nadie sabía acerca de nuestra relación, pues él así lo deseaba, temiendo que esto pudiese perjudicarnos a ambos, decidí acceder. A pesar de eso, no podia evitar que mis celos me afectarán al ver como sus fans lo besaban y abrazaban.

Siempre fui mimada por mis padres desde mi niñez, cuando conocí a Maxwell, todo se volvió lo contrario, yo lo mimaba a él. Cumplía cada capricho y cada deseo que él tenía, sin dar explicación o pretexto alguno.

Ahora, después de 8 años de relación, parece que las chispas se han acabado. Maxwell ha cambiado tanto últimamente que ya casi ni lo reconozco, su influencia en el país es grande por sí sola, si quiere algo, lo consigue por su cuenta.

Pero aun así, trato de ser optimista sobre nuestra relación, llevamos 3 años viviendo juntos y aunque he esperado con ansias a que me proponga matrimonio, él aún no ha dado ese paso, por lo que he decidido hacerlo por mi cuenta.

Lo más probable es que lo haga esta noche después de hablar con mi padre.

No pude evitar tocar mi barriga ligeramente abultada, hace unos días, cuando volví a casa, Maxwell me dijo que bajara de peso, pues me veía más gorda de lo normal. Hoy en la noche, quiero darle a saber el hecho de que estoy embarazada de cuatro meses y será padre.

La sola idea de como podrá reaccionar me emociona, pero a la vez me pone nerviosa.

Espere ansiosa la hora de salida y rápidamente salí de la Sede, con dirección a la villa Familiar Hu. Cuando entré en aquel lugar, no pude evitar recordar los malos momentos que viví con mi padre en los últimos años.

(Y fue a causa de esos malos momentos sin importancia, que olvide lo que realmente era bueno, los momentos tan alegres que viví en esa villa.)

Mi padre estaba sentado en su sofá favorito, su rostro estaba oscurecido y la alegría que había en sus ojos de hace años atrás no estaba presente en lo más mínimo, de hecho, creo que esa alegría ya había desaparecido por completo de su vida.

-Padre, ve directo al grano.- Le dije sin tomar asiento, simplemente lo mire con frialdad, porque sentía que nuestra relación padre-hija ya se había ido por el caño en los últimos 5 años.

Él no me dijo nada en lo más mínimo, simplemente sacó una carpeta y la lanzó al suelo. Mis ojos se abrieron en estado de shock cuando vi aquel documento ¡Eran las imágenes de mi ultrasonido!

-Harley, te amo porque eres mi única y amada hija, estoy dispuesto a aceptar al bebé que llevas en tu vientre porque también es mi sangre ya que es tu hijo ¡Pero no aceptaré a su padre en lo más mínimo!¡Puedo ayudarte a criarlo y puedo amarlo como mi nieto!¡Pero su padre no tendrá derecho a verlo desde el día en que nazca!- La voz sería de mi padre sonó en toda la sala, sus ojos fríos se quedaron puestos sobre mi rostro.

No pude evitar apretar los puños con fuerza ¿Porque siempre es lo mismo, porque simplemente no lo acepta?¿Porque?

-¡Cállate, tu no me amas en lo absoluto!¡Si me amarás, habrías aceptado a Maxwell hace muchos años atrás, pero no, eres un viejo terco!¡Desearia que nunca fueses mi padre!- Grite a todo pulmón, sin embargo, una expresión de shock apareció en mi rostro cuando vi la expresión de mi padre cambiar.

Él se puso de pie y sacó unos cuantos folletos, los dejó sobre la mesita de noche al lado mío y ya no me miró -Muy bien, ya que no aprecias en lo absoluto mi preocupación por ti, entonces puedes quedarte con el amor falso e hipócrita que te ha dado ese tipo. Firma esos documentos, dejaras de ser mi hija y ya no llevaras mi apellido, no tendrás nada que tenga que ver conmigo, eso incluyendo la compañía que creamos tu madre y yo. Cuando lo firmes, sal de la villa y no vuelvas nunca más.- Su voz sonaba carente de emociones, ya que me daba la espalda, no pude ver su espalda.

Un fuerte dolor llegó a mi corazón pero lo ignore, ya que él no deseaba apoyar mi relación con la persona que amó, es mejor así.

Firme sin más los papeles y los lance al suelo con enojo -¡Listo, ya no soy más tu hija, me largo!- Dije antes de darme la vuelta y caminar hacia la salida. Por un momento espere que él me dijera algo más, sin embargo, él simplemente se quedó dándome la espalda con las manos detras de esta.

Trate con todas mis fuerzas salir de ese lugar y contener las lágrimas, un dolor agudo bajo hasta mi vientre haciéndome ponerme en cuclillas, todo delante mío se volvió oscuro. Lo siguiente que sentí, fue un dolor agudo en el cuerpo.

No supe cuanto tiempo pasó, el olor a desinfectante y alcohol golpeó mi nariz con fuerza, haciéndome sentir asqueada, sin embargo, un dolor agudo vino desde mi vientre. Abrí los ojos y mire mi vientre ahora plano con los ojos muy abiertos.

-Mi bebé...- Murmure en voz baja cuando no sentí nada en mi vientre ¡Ya no había bebé!¡El bebé ya no estaba!

-¡Mi bebé!- Grite con fuerza, un dolor punzante se introdujo en mi pecho, no pude evitar soltar un grito lleno de dolor y retorserme en la cama.

Un par de brazos fuertes me rodearon, me detuve por un momento cuando vi el rostro de mi mejor amigo sonriendome tranquilizadoramente. Pero ¡Lo único que quiero es a mi bebé!

-Harley, tu bebé se ha ido, ya no está.- La voz de Randall sonó a mis oídos mientras me abrazaba con fuerza. El dolor que sentía solo se hizo más terrible cuando esas palabras llegaron a mis oídos.

Un odio profundo contra Randall creció en mi corazón en ese momento, lo odié, realmente lo odie hasta el punto de desearle la muerte.

Golpee con fuerza su pecho tanto con los puños como con los pies, solo quería matarlo a golpes, como si con eso fuese a hacer que mi bebé volviera.

Así fueron los días siguientes, durante toda una semana, la noticia de mi expulsión familiar y mi despido del cargo como Presidente de Hu Enterteinment Company se hizo público desde el segundo día que estuve en el hospital.

Sentía que había pasado del cielo al infierno en tan sólo dos días, y el que sufría de cada uno de mis arranques era Randall. Lo golpeaba con cualquier cosa que tuviese cerca ¡Sólo...solo quería que él muriera! En ese momento ¡Solo sentía que él tenía la culpa de todo!

Randall nunca se defendió, simplemente me abrazo en silencio y soporto todo lo que le hice, desde la infancia había sido así. Para él, siempre fui la niña de sus ojos, así me sentía yo para él, si quería algo, él me lo daba, no importaba que fuese, siempre encontraba una manera de darme lo que me pedía.

En nuestra infancia, eramos inseparables, según yo, era la reina y él el pequeño Sirviente que me acompañaba donde quiera que fuese. Nadie me intimido gracias a él, él era mi ángel de la guarda, pero...cuando mi padre dijo que quería casarme con él, comencé a despreciarlo y lentamente me aleje de él, lo desprecie y odie a causa de eso.

-Harley, puedo darte cualquier cosa que quieras, solo dime, lo conseguiré para ti.- La voz de Randall sonó sobre mi cabeza, finalmente me había calmado y me sentía tan cansada como para seguirlo golpeando.

La frustración que tenía en mi corazón era tan grande que deseaba morirme ¡En todos estos días que estuve en el hospital, Maxwell nunca me llamo ni vino a verme! Parecía que se había olvidado completamente de mí. Ya no me ama ¿No es así?

Lentamente se alejo de mí, en los últimos tres meses, ya ni siquiera volvía a casa y cuando llegaba, el olor a perfume de mujer en su cuerpo siempre estaba presente. Ni siquiera me miraba o me preguntaba sobre mi día, como estaba y si me sentía bien.

Yo solo...tenia las esperanzas de que todo volvería a la normalidad con nuestro bebé, pero ahora...ya no tengo nada.

Arrepentimiento.

Levante la cabeza y mire a Randall con odio -¿Puedes hacer que mi bebé regrese a la vida?- Le pregunté con frialdad.

Su expresión cambió y se quedó en silencio, claro, nadie más que Dios podía hacer eso. Levante mis puños y golpeé mis puños contra su pecho con fuerza -¿Entonces puedes morirte tu?¡MUERE TÚ!- Grite con frialdad y odio -¡TE ODIO, RANDALL, TE ODIO!- Las lágrimas brotaron de mis ojos, lo aparte y me envolvi con las sábanas, me sentía tan destrozada.

Sin querer, me quedé dormida a causa del cansancio. A la mañana siguiente, finalmente fui dada de alta después de una semana en el hospital.

Cuando salí del baño con mi ropa para salir del maldito lugar, vi a la figura de Randall de pie en la puerta, mirando con seriedad la ventana de la sala.

Solté un resoplido y estaba lista para irme cuando sentí que tomó mi mano, lo mire con fastidio y dije en voz baja -Sueltame, no quiero volver a verte.- Lo escuche suspirar.

-Harley, para ser honesto, solo quería despedirme de ti, yo cumpliré tu deseo, nunca volverás a verme, puedes sentirte feliz por el resto de tu vida. Yo...quiero darte esto antes de irme, espero de todo corazón que lo leas.- Dijo con gentileza entregándome una carta, la cual tome con brusquedad. Me solté de su agarre con desprecio y dije en voz alta -Eso es bueno.- luego salí por la puerta, yéndome sin volver a mirar a hacia atrás.

Lo único que pensaba en ese momento era volver con Maxwell, acurrucarme en sus brazos y llorar por mi bebé, exigirle una explicación del porqué nunca me visitó en el hospital.

Tome un taxi hasta su Mansión en los suburbios, entre casi corriendo en la casa, sin embargo, lo primero que vi al entrar fueron varias prendas de hombre y mujer regadas en el suelo. Estas subían hasta las escaleras.

Mis piernas se debilitaron por un momento pero trate de mantenerme firme y subí las escaleras, sonidos obscenos y lascivos provenían desde la habitación de Maxwell, mi cuerpo se derrumbó delante de la puerta que estaba ligeramente entreabierta.

Los jadeos disminuyeron poco después, una risa femenina muy atractiva vino desde el interior -Maxwell, eres tan bueno. Por cierto, cuando volverá la estúpida Señorita Hu..- La voz agitada de la mujer sonó, haciendo que mis puños se apretaron con fuerza.

-Lo más probable es que en estos días, pero no te preocupes, llevamos un años juntos, pronto nos casaremos. Su padre la ha despojado de todo lo que tiene, ya no me sirve para nada, no es más que una buena para nada ahora.- Esa voz...esa voz me era increíblemente familiar, era la voz del hombre al que había amado desde hace 9 años, el que adore durante tanto tiempo, el hombre por el que me aleje de mi padre y de mi mejor amigo.

Un dolor punzante apareció de repente en mi cabeza, mi corazón dolió como nunca antes.

-Recuerda que prometiste casarte conmigo lo más pronto posible, Maxwell ¿Qué se siente engañar a la magnate femenina de los negocios más joven de la historia en China durante 9 años completos?¿Es satisfactorio?- La risa burlona de la mujer pareció perforar más mi pecho mientras escuchaba.

Resulta...resulta que todo lo que mi padre me dijo era verdad, y yo...yo ¡Nunca le creí! Las lágrimas caían sobre la alfombra una por una, cada vez con más rapidez. Me sentía terrible tanto de afuera como por dentro. Mis manos temblaban al igual que mi cuerpo completo.

De cierto modo, deseaba pero a la vez no escuchar la respuesta de Maxwell. Sí ¿Fue satisfactorio burlarse de mí durante 9 años completos?¿Envolverme en una dulce fantasía que sólo existía en mi mente?

-Es molesto, una niña caprichosa y arrogante como ella, es una suerte que la haya enamorado tan bien, aunque me daba todo lo pedía, el tener que estar con ella y complacerla...es terrible.- Dijo el tipo con desprecio y frustración.

Mis ojos se abrieron como platos cuando escuche aquellas palabras, mi corazón casi se detuvo por un momento ¿Una molestia?¿No fui nada más que una molestia?

¡UNA IDIOTA, ESO ES LO ÚNICO QUE SOY!

Me puse de pie y estaba lista para irme -¡Hay cariño, siento tanta lastima por ti!- Los sonidos obscenos comenzaron una vez más. Ya no podía soportar escuchar algo más, salí corriendo de la Mansión y detuve un taxi a las afueras de la Mansión.

-Diríjase a Beach City.- Ordene con frialdad, aunque mi voz era algo quebradiza, traté de contener las lágrimas. Busque desesperadamente mi celular, tratando de distraerme, en ese momento, una carta cayo en el asiento.

Recordé que era la carta que Randall me había dado, mis manos temblaron mientras la abría.

"*Harley, yo nunca pude expresar mis sentimientos por ti desde mi infancia, yo siempre te amé desde que eramos niños. Lamento no haberte podido proteger bien en estos últimos nueve años. Siento mucho el no poder estar a tu lado después de hoy. Yo...he sufrido una enfermedad incurable muy extraña desde mi infancia, se estima que no durare más de dos días. Pero, me alegra mucho haber podido pasar mi última semana de vida con la persona que más amo en este mundo. Mi cuerpo ya no resiste más y mi mente tampoco. Harley, te deseo una vida feliz con la persona que amas a pesar de que no te merezca... Harley, si hay otra vida, espero volver a ser tu mejor amigo una vez más.

Te Ama, tu mejor amigo, Randall*..."

Mi corazón se estrujo de un modo terrible cuando termine de leer aquella carta, mis labios temblaban mientras las lágrimas salían de mis ojos, ya no pude contenerme más.

En ese momento, mi celular sonó, lo tomé apresuradamente y respondí la llamada -Harley, Randall...Randall ha muerto...- La voz quebradiza de mi padre sonó al otro lado de la línea, ya no pude escuchar palabra alguna cuando mi vista se nubló y todo se volvió oscuridad.

Cuando desperté, la voz suave de una mujer sonó a mi lado, el olor a desinfectante llegó a mi nariz. De repente, me sente de golpe. Mis ojos cayeron sobre las dos enfermeras que se asustaron cuando desperté.

-¿Cuánto tiempo he estado inconsiente?- Pregunté apresuradamente, mirando a las dos mujeres. Ambas se miraron asustadas y una de ellas dijo algo temerosa -Hace...hace dos días, Señorita.

Me levante de la cama y salí corriendo de la sala ¡No, Randall no puede estar muerto!¡ÉL NO PUEDE ESTAR MUERTO! Yo no lo decía enserio, yo nunca lo dije enserio ¡Él no puede morir sin mi permiso!¡NO TIENE MI PERMISO!

-¡Randall, yo soy la Reina y tu el Sirviente!¡No puedes morir si no te lo permito, idiota!- Grite mientras salía del hospital, detuve un taxi y rápidamente le di la dirección de la Villa familiar Chen, el lugar donde vivía Randall.

Cuando llegue, me baje del coche, pague rápidamente y corrí hacia la villa. Mis puños golpearon con fuerza las puertas -¡RANDALL, NO PUEDES DEJARME!¿RECUERDAS?¡PROMETISTE PROTEGERME TODA LA VIDA CUANDO ERAMOS NIÑOS! Dijiste que me cuidarías de la intimidación ¡Me han intimidado, por favor, te exijo que me defiendas!¡RANDALL!- Mis gritos resonaron por toda la villa.

Llore como loca y grite su nombre mil veces pero nadie respondió, no fue como antes, donde mi mejor amigo me me abrió personalmente la puerta y me abrazo con calidez mientras me regañaba y decía con gentileza "Esta haciendo mucho viento afuera, vamos, entremos."

Dejé ¡Deje que todo se fuera a la mierda!¡TODO FUE MI MALDITA CULPA!¡SOY LA TONTA MÁS GRANDE EN ESTE MUNDO!

En ese momento, un dolor punzante llegó a mi mejilla, la bofetada fue tan grande y fuerte que incluso me hizo tropezar.

-¡Eres una descarada, no te pareces a tu madre en lo absoluto!¡¿CÓMO ES QUE TIENES EL DESCARO DE LLAMAR A MI HIJO?!¡Él te amó de todo corazón durante tantos años, te cuido, protegió e incluso te mimo como si fueses la cosa más preciosa en su mundo!¡¿Cómo te atreves a venir aquí hoy y exigirle que aparezca?!¡Ni siquiera fuiste a su funeral, eres una malagradecida!- Otra bofetada cayó sobre mi rostro en el momento en que me puse de pie.

No pude evitar arrodillarme en el suelo, las lágrimas brotaron de mis ojos, me sentía tan arrepentida ¡Arrepentida! Pero en este mundo, no hay medicina alguna para el arrepentimiento, no puedo regresar el tiempo atrás y corregir todos mis errores.

Sabía en mi corazón que la madre de Randall, la mujer delante de mío, tenía razón en absolutamente todo. Yo... No podía justificarme en nada.

-¡Lo siento, yo lo siento!- Fue lo único que pude gritar antes de que mi cuerpo se desplomara en el suelo, mis ojos turbios se quedaron fijos en los zapatos de la Señora Chen.

Una figura familiar apareció acostada delante mío, una ligera risa sonó de sus labios cuando le miró -¿Lo intentamos de nuevo?- Dijo en voz baja con atismos de sonrisa.

Una pequeña y delgada lagrima recorrió mi mejilla cuando vi aquel rostro -Randall...- Mis ojos cerraron y en ese momento, todo dolor desapareció de mi cuerpo, todo lo que me rodeaba desapareció y no pude sentir nada.

Sin duda, en situaciones como esta, la muerte es el mejor de los casos...

Volver al pasado.

Mientras estaba inconsiente, pude sentir una mano cálida posarse sobre mi frente con gran cuidado.

-Su fiebre a bajado bastante ¿Entonces porque no ha despertado? Ha estado inconsiente todo un día.- Una voz extremadamente preocupada sonó a tan sólo unos pasos de mí.

¡ESA VOZ! Esa voz es...¡La voz de Randall!¿Pero porque?¿Acaso no murió o yo...? Además, su voz suena como la de un adolescente, no como la de un hombre maduro de 25 años ¿Qué es lo que pasa?

-Randall, no te preocupes, Harley es una niña muy fuerte, estará bien, deberías ir a comer algo. Has estado cuidado de ella todo el día y no has comido nada, yo cuidare de ella, tu ve a comer.- Otra voz sonó, una voz que me es muy familiar pero a la vez extraña ¿Cuánto tiempo había pasado desde que escuché a mi padre hablar con tanta suavidad y gentileza?¿Cuatro años? No, 7 años, desde el momento en que se entero de mi noviazgo con Maxwell.

Pero ¿Porque está aquí mi padre?¿Ya no está enojado conmigo?¿Y Randall...? Me siento tan confundida.

Quería abrir los ojos pero no podía, mi cuerpo se sentía tan pesado y doloroso que no podía mover absolutamente nada.

-Bien, tío Carlos, bajaré añ restaurante del hospital a comer, traeré un plato de coggie para cuando Harley despierte ¿Tu quieres algo?- La voz adolescente de Randall volvió a sonar, no pude evitar prestarle especial atención. No sé qué pensar, yo...¿Acaso regrese al pasado?

Mi padre nunca se echaría para atrás en sus palabras, así que no vendría a visitarme, él mismo me llamó para decirme que Randall había muerto, mi padre nunca mentiria con un tema tan delicado como ese y mucho menos haría una broma. En cuanto a Randall, él me entregó una carta personalmente donde decía que desde su niñez había sufrido de una enfermedad incurable, y sólo había llegado a pasar sus últimos días conmigo.

Eso solo quería decir que...¡Había vuelto al pasado! No sé si sentirme Super feliz o Super preocupada, pero de algo estoy segura, sí es así, cambiaré mi futuro y remediare mis errores sin importar qué.

En cuanto a Maxwell...lo haré sufrir de una muerte lenta y dolorosa, voy a hacer su vida miserable por todo lo que me hizo ¡Ese hijo de su put* madre!

Luego de tanto esfuerzo e intento, finalmente los logré abrir mis ojos. Lo primero que vi fue la luz blanca y ligeramente tenue de la sala, el olor a desinfectante era incluso más fuerte que cuando desperté en otras ocasiones en el hospital, sin embargo, de repente recordé algo.

Levante mis manos pesadas y las miré, eran mis manos de cuando tenía 15 años, ya no habían callos ni las pequeñas cicatrices de cortaduras que me hize con los documentos en varias ocasiones en mi vida pasada.

Finalmente, volví mi cabeza hacia un lado, viendo a mi padre con los ojos cerrados y apoyado con pesadez en el sofá de la sala. Su rostro se veía más joven y el bigote que había dejado crecer cuando tenía 18 años había desaparecido, se veía exactamente como cuando tenía 40 años en mi vida pasada.

Eso solo quería decir que ¡Sí viaje al pasado! Una alegría abrumadora me lleno, sin embargo, esta fue reemplazada un momento después, el dolor en mi corazón era tan grande que no sabía que hacer.

Las lágrimas llenaron mi rostro sin mi permiso y un fuerte grito se escapó de mi boca, haciendo que mi padre se sobresaltara.

-¡Harley, éstas despierta!¿Cariño, que tienes?¿Qué te sucede?- La expresión preocupada de mi padre sólo hizo que el llanto se volviera más fuerte. Cuando él se apresuró a darme consuelo, no pude evitar esconderme en sus brazos y llorar en su pecho.

Había olvidado lo reconfortante que era estar envuelta en los brazos de mi padre, la seguridad que me daba y la consuelo que me proporcionaba un solo abrazo suyo. Ni siquiera recuerdo, cuando fue la última vez que lo abrace en mi vida pasada.

-Papá, lo siento mucho, he sido una mala hija ¡Por favor, no me alejes de ti!¡Prometo portarme bien, haré todo lo que me pidas, excepto montar a caballo, odio los caballos, pero puedo hacer todo lo demás que tu me pidas!- No pude evitar exclamar mientras lloraba, aferrandome a su saco de vestir con fuerza pues temia que desapareciera al momento siguiente.

Mi llanto se volvió más fuerte y podía sentir lo nervioso que estaba mi padre, siempre fue un hombre serio y nunca fue bueno consolando.

-¡¿Hija mía, pero de que hablas, cariño!?- La voz nerviosa y confusa de mi padre sonó desde arriba, sus manos temblaban tal vez a causa de mi repentino comportamiento.

-¡Tío Carlos, olvide preguntarte...- La voz de un joven vino desde la puerta, haciendo que mi llanto se detuviera en seco, mi cuerpo se paralizó por completo y no pude evitar temblar. Era Randall.

Me di lentamente la vuelta y lo miré, encontrándome con el rostro de 16 años de mi mejor amigo de infancia, sus ojos negros eran igual de serios pero cálidos que antes, su expresión era confusa mientras me miraba con seriedad.

Y a como le decía en mi niñez, parecía un adulto en el cuerpo de un joven, esa aura madura y tranquila que siempre estaba con él seguía allí. Sus ojos cayeron directamente sobre mis ojos, por primera vez en mi vida, pude sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo al encontrarme con esos ojos negros.

-¡Randall...!- Me sentí aturdida cuando murmure su nombre inconscientemente, extendí los brazos hacia él y comencé a llorar una vez más mientras lo miraba.

-La dejó en tus manos, no sé qué es lo que le pasa.- Dijo mi padre antes de salir por la puerta, dejándonos solos. Randall miró la puerta y luego a mí, parecía confundido, perdido y no sabía que hacer.

-¡Randall!- Lo llamé una vez con un poco más de exigencia. El sudor apareció en su frente y se acercó despacio -Harley, recuerda que hace unos meses me dijiste que...- Él dijo en voz baja y seria. Sin embargo, lo interrumpí con enojo y frustración -¡A la mierda con lo que dije, yo quiero que me abraces!- grite con enojo, tome una almohada de la cama y se la lance.

Fue solo entonces que el tipo se acercó y me abrazo con fuerza mientras daba pequeñas palmadas en mi espalda.

Sí hubo a alguien a quien le hice mucho daño en mi vida, esa persona fue Randall, lo lastime de tantas maneras que creo no poder recompensarselo en toda esta vida. Esta vez, gracias a esta nueva oportunidad, arreglare mis errores y me quedaré con la persona que realmente me amó hasta su último momento.

Esta vez, yo seré la que se encargue de cuidarlo y protegerlo así a como él lo hizo conmigo.

Un dolor punzante perforó mi corazón cuando pensé en eso, esta vez ¡Randall...yo he regresado solo para amarte!

Ambos nos quedamos en silencio durante mucho tiempo, yo ya me había tranquilizado y solo me conforme con tenerlo entre mis brazos y que él me estrechara entre los suyos.

Sí mal no recuerdo, cuando tenía 15 años, fui hospitalizada a causa de una fiebre muy grave, estuve internada por al menos tres días. Randall venía todas las tardes después de clases para ver como estaba, sin embargo, con mi manera imperiosa de ser, rápidamente lo expulsada de casa porque su preocupación me molestaba.

Unos meses antes, le había prohibido rotunda y arrogantemente no abrazarme, algo que hacíamos con normalidad durante nuestra niñez, pero por temor a que nos malientrepretaran, comencé a mantener distancia de él.

Esta vez, trataré de que esa costumbre vuelva a nosotros.

-Randall, tu me quieres ¿Verdad?- Le pregunté sosteniendo su camisa con fuerza, mi cabeza se apoyo en su pecho. Pude escuchar su corazón latir con bastante fuerza, me pude imaginar su rostro sonrojado, ya sabía la respuesta pero solo quería escucharla directamente de él.

-Eres mi mejor amiga y la niña de mis ojos, por supuesto que te quiero, Har.- Su voz sono con tranquilidad sobre mi cabeza, eso hizo que me sintiera más tranquila y me diera algo de sueños. Sintiendo esa calidez tan reconfortante me relaje y cerré los ojos.

Cuando era niña, para mí, no había lugar más seguro que los brazos de Randall, él era una especie de guardián que me defendía de todos, desde que era niño, estudió artes marciales y era excelente en eso. Varios años después, me di cuenta de que solo lo había aprendido para protegerme, sin embargo, en ese entonces yo lo desprecie y no le di importancia.

Ahora que lo recuerdo, en mi vida pasada, Maxwell nunca me defendió o me ayudó en algo, siempre fui yo la que hacía todo por él. Antes me preguntaba que se sentía ser defendida y cuidada por un hombre, resulta que siempre lo supe.

Siempre supe lo que se sentía ser protegida por un hombre que me ama de todo corazón, tan solo, nunca le di importancia a ese hombre y a todo lo que hizo por mí.

-Randall, lo siento.- Dije en voz baja con la voz quebradiza, me dolía, me dolía el haberlo ignorado tanto tiempo, el nunca haber tomado en cuenta sus sentimientos, el nunca haberle dado consideración.

-¿Eh, porqué?- Me preguntó Randall con extrañeza, pude sentir como bajó su cabeza para mirarme. Yo levante la cabeza y lo mire, nuestros labios casi se tocaron a causa del movimiento y ambos quedamos paralizados.

Mirando el rostro de Randall en este momento, no pude evitar darme cuenta de lo hermoso y atractivo que es su rostro. Sus cejas son gruesas, lo que le dan masculinidad y atractivo, tiene pestañas largas, labios delgados y rosados, son encantadores, ojos negros de fénix con una forma muy hermosa. Una nariz perfecta y una barbilla definida.

El flequillo de su cabello llegaba hasta sus cejas, pues este era algo largo, haciéndolo lucir rebelde pero encantador con una calma muy difícil de ver en los adolescentes.

Ahora que lo veo tan de cerca, puedo decir que es incluso más encantador y varonil que Maxwell. Si quisiera, podría ser una estrella de categoría A con tan solo su rostro.

-Porque siempre te trato como si fueses mi sirviente, te regaño y ordenó sin consideración alguna, yo... Realmente me disculpo por eso.- Dije en voz baja mientras lo miraba, soy honesta, aunque no amo a Randall, puedo amarlo si me esfuerzo en ello.

Por un momento, sentí la necesidad de besar los labios rosados del chico pero temia asustar a Randall con el cambio tan repetino.

Los labios del joven hicieron un mohín muy bonito, haciendo que mi rostro se sonrojara un poco, tuve que bajar la cabeza para calmarme. Una sensación que no había sentido antes brotó en mi estómago ¿Qué era, vergüenza?¿O timidez?

¿Cómo puedo sentir timidez?¡Nunca he sido tímida, ni siquiera en mi vida pasada!¿Porque lo seria ahora? Una chica directa como yo no deberías sentirse tímida en lo más mínimo. Fui la primer mujer Magnate de los negocios en mi vida pasada, yo sola ayude a hacer más grande el imperio que construyeron mis padres, haciéndolo intercontinental ¿¡Como podría sentirme avergonzada y tímida por un chico!?

-No me molesta.- La voz de Randall llegó, haciendo que levantará la cabeza una vez más, sin embargo, nunca espere que él hubiese bajado la cabeza aún poco más, haciendo que nuestros labios se tocarán.

Mirándonos directamente a los ojos, cada uno vio como el rostro del otro se ponía tan rojo como una manzana madura.

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