...Dueles—Jesse y Joy....
..."El amor duele más que la propia vida"....
Cierro los ojos al sentir el aire golpear mi rostro, el lugar es un paraíso, pero no estoy con él, me hubiese encantado compartir esta aventura junto a mi gran amor, pero sé que será imposible.
A mi me sobran ganas, pero a él le ha faltado coraje, ¿por qué el amor es tan difícil? a parte de ser difícil duele mucho.
Ahora compruebo esa teoría que en el corazón no se manda, yo no tenía que haberme enamorado de él, pero lo hice y no sé en qué momento sucedió y mi corazón está desesperado.
No me arrepiento, jamás me arrepentiría de amar a ese hombre.
El amor que siento por él es tan, pero tan fuerte que las palabras no alcanzan para describirlo, ni siquiera me alcanzaria la vida.
James y yo tenemos una historia muy larga, nos atamos a nuestra pasión sin imaginarlo, porque al principio solo era para divertirnos, poco a poco los sentimientos se involucraron, el amor, el deseo y no hubo marcha atrás.
Pero las cosas no las puedo cambiar, puedo entenderlas, incluso me tragaría una excusa, pero lo cierto es que aquí ni eso vale, me siento decepcionada, pero me lo merezco.
Hace un año que lo conocí, viví y experimenté millones de emociones, sentimientos y supe lo que era el fuego ardiente de la pasión.
James Johnson me hizo sentir como ningún otro, supe en realidad lo que era disfrutar del sexo, lo que era el amor verdadero.
Loco, pero cierto.
—Aina— llama Madison.
—Dime— respondo.
—Quita esa cara, vinimos a divertirnos y a distraernos un poco— regaña con voz tierna— sé que eres llorona, que haz llorado por días y que lo que pido no es fácil, pero haz un esfuerzo— pide.
—Tienes razón, vinimos aquí con un propósito y yo lo estoy arruinando— niego— gracias por haber venido conmigo— sonrío de lado.
—Cállate, eres mi amiga y las amigas también estamos en las malas— dice y asiento dándole toda la razón.
—¿Te imaginaste junto a él?— pregunta.
—No, porque muy en el fondo sabía que no iba a tener el valor, ni amor y mucho menos coraje— respondo— James es mi vida, pero todo ha quedado así, inconcluso— susurro presa de los sentimientos.
Existen diferentes hogares, paraísos y comodidades, en mi caso, siento que no tengo ni siquiera hogar, di todo por él, por el amor que siento por él y al parecer no fue suficiente y joder, duele muchísimo, ese hombre me vuelve loca de amor y de deseo.
Entramos al restaurante, estaremos aquí por poco tiempo, quería respirar otro aire, distraerme un poco, en si, necesitaba unas vacaciones, por suerte Madison acepto acompañarme.
James es un hombre difícil y yo una mujer difícil, pero con él todo surgió de una manera rápida y sorprendente, he sido dócil, porque no me ha hecho falta ser altanera, tuvimos muchas discusiones, creo que demasiadas, pero siempre permanecimos juntos hasta ahora, realmente me siento decepcionada.
Antes de él, mi vida era simple, porque había salido de una relación tóxica y estaba enfocándome en todos mis proyectos, pero cuando me adentre a su mundo al principio fue un caos, después todo se volvió mágico, pero ahora toda esa magia se ha apagado, ya no estamos juntos, ya no hay besos, ni caricias, ni escapadas de adolescentes, ya no hay nada.
Miro el cielo despejado, con un sol radiante y pienso en lo mucho que mi corazón dolido anhela que él esté aquí, pero no va a suceder, ahora me toca salir adelante sola, cómo siempre lo he hecho.
En verdad creo que el destino me odia.
Mi teléfono comienza a sonar como loco, la única que puede estar llamando es mi madre, no suele llamar, pero desde que supo que estaba mal me llama todos los días, no sé si sea remordimiento de conciencia por no haber estado en otros momentos donde la necesite como nunca, pero el hecho es que ahora está más al pendiente.
Hola.
Cariño, ¿cómo estás?.
Suspiro— bien mamá, he salido de la ciudad
¿A dónde mi amor?.
Me tomé una vacaciones con Madison y hemos venido a la playa.
¡Que bueno! Me saludas a Madison, espero que la pasen bien.
Gracias mamá.
Cariño, mucha fortaleza, no hay mal que dure cien años, pronto verás el sol brillar para ti.
Lo sé, gracias por el consejo.
No perdía las esperanzas que de que aún el sol saldría para mí, con tantas malas experiencias que he tenido aprendí que no todo lo malo se queda para siempre, solo debemos ayudarnos a nosotros mismos a salir adelante, todo lo que pasa tiene un propósito y sé que si hoy estoy aquí es por alguna razón.
Más adelante lo descubriré.
...Alguien—Kany García....
Miro la hora en el reloj de pared y suspiro, realmente no quiero ir al trabajo, siento que no he descansado nada, pero debo ir, porque no quiero morir de hambre.
Tomo una refrescante ducha y me coloco un pantalón casual de seda negro, zapatos de tacon, y una camisa blanca, así es como debo de ir vestida y les juro que me encanta, pero no tengo tanto entusiasmo hoy. Me maquillo ligero y dejo mi largo cabello suelto.
Me preparo el desayuno y como con tranquilidad, mi hora de entrada es a las 9 y apenas son las 8 y no estoy muy lejos, por suerte he logrado conseguir un apartamento céntrico que me permite tener todo cerca y puedo trasladarme a ciertos lugares caminando.
Tomo mi bolso junto con las llaves de mi guarida y bajo por el ascensor hasta la planta baja, salgo y camino un poco hasta la parada de autobuses, hoy no iré en taxi, porque llegaré muy temprano, prefiero llegar justo a la hora.
Mi vida ha cambiado mucho desde que tome la excelente decisión de separarme de mi ex-novio después de 5 años de relación, no fue fácil, pero tampoco imposible, necesitaba estar en paz y si seguía con él su madre iba a matarme, por suerte reaccioné a tiempo.
Pude sobrevivir una vez, dos no.
Siento mi bolso vibrar y frunzo el ceño, muy temprano para que alguien me esté mandando mensajes. Lo saco y veo la barra de notificaciones, frunzo el ceño, me es tan extraño.
Hola.
Un mensaje de un desconocido por Instagram, decido no responder, hoy no estoy de muchos ánimos, hay días que ni siquiera quiero que me hablen, mis cambios de humor cada vez son peores.
Subo al autobús, pago y tomo asiento, no me gustan estos medios de transportes, porque me marean, nunca supe la razón, pero aparte del taxi es mi único medio para trasladarme, así que debo aguantarme.
Bajo en la parada y suspiro, hoy más que nunca me siento un poco perdida, después de aquel desastre con mi relación anterior quedé muy débil de salud, estaba peor, pero poco a poco he ido recuperándome, por eso decidí trabajar, salir de las cuatro paredes de mi casa, porque sentía que eso también me enfermaba.
Se siente un poco extraño estar soltera después de tanto tiempo, pero a la vez se siente bien, siento que me quite un peso de encima, puedo ahora experimentar, conocer y salir sin tener que dar explicaciones.
Realmente no es que salga mucho, siempre he sido bastante tranquila para mi corta edad.
Camino un poco y entro al lugar donde trabajo, soy la asistente personal de un empresario reconocido, pero amargado como él solo, por suerte la paga no es mala y me he mantenido aquí porque aparte de ser su asistente personal soy políglota, domino varios idiomas, hablo francés, italiano, ruso, árabe, español y un poco de mandarín, y por supuesto, el inglés, si no hablara tantos idiomas, si no fuese amiga del amargado y no supiera todo lo que sé de administración estoy segura que ya no tendría el trabajo, el señor es bastante irritante y yo tengo muy poca paciencia.
Ocupo mi silla dentro de un pequeño cubículo que me fue asignado, solo está lo básico, un escritorio de cristal, mi computadora, el teléfono por dónde nos comunicamos, una pequeña foto de mi padre y mis pequeños sobrinos, una placa de cristal con mi nombre, un archivo y la hermosa vista a la ciudad.
—Aina, necesito que traduzcas los documentos que te acabo de enviar por correo— pide Leila, la secretaria de Don Joseph amargura.
—Está bien Leila, en dos horas te los envío— digo.
La joven asiente y sale de la oficina, mi trabajo me encanta, lo que más me gusta son los idiomas, logré salir de la universidad con muy buenas calificaciones, asistí a muchas conferencias de administración, negocios y contabilidad en la universidad después de graduarme, hasta que me animé y me preparé con cursos sobre los mismos.
Cuando intentan presionarme me hago la tonta, porque sé lo que tengo que hacer, estoy muy centrada en mi trabajo y lo que me gusta, me he dedicado a estudiar más, los mercados cambian, el valor, las estrategias, todos los días sale algo mejor y más innovador.
No me gusta quedarme atrás.
Después de mi ruptura me he dedicado a instruirme más, he leído mucho y me hace sentir mejor.
Los libros tienen el poder de ir curando tus heridas.
Sea cual sea el género.
Hacer esta traducción ha sido facil, es un nuevo contrato con los rusos, han hecho una propuesta muy buena para la venta de sus acciones en la empresa de modas donde ya Joseph es accionista.
Él se encarga de hacer inversiones en distintas empresas que están en quiebra o las compra, muchas veces él consigue, otras veces a él lo buscan para que salve, somos un gran equipo aquí dentro.
Muchos aquí odian al jefe por su maldito carácter, yo lo odio cuando viene enojado, él y yo hemos hecho una extraña amistad y para ser joven se carga un humor nada normal, a veces ni el mismo se soporta.
Le envío los documentos a Leila y me dispongo a firmar otros documentos que me corresponden, es muy extraño que no me haya llamado para darme órdenes como un loco.
Miro el teléfono aterrorizada cuando comienza a sonar, si no es Leila es él, a veces le tengo miedo.
Diga.
Señorita Young, venga a mi oficina.
En seguida señor Mundaray.
No se escucha tan enojado, eso es señal de que hoy ha venido con el carácter a raya.
Tomo mi tableta y salgo de mi oficina, siempre debo estar preparada para cualquier cosa, sobre todo para los viajes repentinos. Toco la puerta suavemente y espero la señal para poder entrar.
—Buen día— saludo, viendo a mi jefe de 30 años y a otro trajeado frente a él, debe tener unos 38 años o tal vez más, pero realmente está muy conservado.
—Buen día señorita Young, le presento a James Johnson— me presenta y al hacer contacto visual con el hombre mi cuerpo reaccionó de una manera demasiado extraña.
Joder.
—Mucho gusto señor Johnson— saludo ocultando el nerviosismo que comienza a surgir.
—Un placer señorita— dice con su voz gruesa.
—Señorita Young, el señor será nuestro socio de ahora en adelante— informa— tiene una cadena de restaurantes y necesita de nuestra ayuda— afirma— irá con nosotros a New Orleans a visitar las franquicias que hay allá, prepare los documentos requeridos, que la señorita Smith se está encargando de lo demás, por favor— pide y asiento tomando nota de todo.
—Muy bien, ahora mismo iré a preparar todo y le pasaré el reporte, con su permiso— me despido y salgo de la oficina.
Respiro profundo, ese hombre, Dios. La forma en como me miró, fue tan profunda e intimidante, pero lo más sorprendente de todo es como mi cuerpo sintió todo aquello sin ni siquiera tocarme.
¿Qué fue todo eso?.
...Jonas Blue, Niña Nesbitt— Desperate....
Cierro mi pequeño equipaje, nos iremos por la mañana, solo son dos horas de vuelo, pero mi jefe posee un jet, así que iremos ahí, es mucho más cómodo siendo realista.
Frunzo el ceño al escuchar el timbre de mi departamento, siempre avisan antes de venir.
—Mamá— saludo sonriendo de lado al ver a mi madre.
—Hija— besa mi mejilla.
—Pasa madre— me hago a un lado— es raro que hayas venido sin avisar— comento.
—Venía del supermercado y quise pasar a verte cariño— dice.
Asiento—Toma asiento mami, ¿quieres algo de tomar?— pregunto.
—Estoy bien cariño— asiente— ¿cómo has estado?— pregunta.
Me tomo mi tiempo para responder, me fui de casa por la grandes diferencias que tenía con mi hermana, ya nuestra convivencia era insostenible, decidí independizarme, después de eso ella se cambió de ciudad y tuvo hijos, mi mamá se fue con ella para ayudarla, estuve casi 3 años sin verla, no viaje porque sabía que sería un caos igual.
Más tarde vino mi ruptura con mi ex-novio y todo el trauma que viví, estuve sola y fue una experiencia bastante fuerte para mí y ella fue incapaz de soltar a mi madre para que viniera a ver qué sucedía conmigo, aprendí a estar sola después de eso, sobretodo comencé a tenerle amor al silencio y entendí muchas cosas, tuve mucho tiempo para reflexionar.
—Estoy bien mamá — afirmo, porque realmente me he sentido mejor.
—Me alegro mucho mi amor— asiente con una sonrisa— te traje estás porciones de pastel, una de chocolate y otra de tres leches— saca de una bolsa de papel que ni cuenta me había dado que traía.
—Gracias mamá, me servirá de merienda en el viaje— sonrío.
—¿Vas a viajar?— pregunta confundida.
—Si, mañana por mi trabajo— respondo.
Ella asiente y nos quedamos en silencio, la relación con mi madre no ha vuelto a ser la misma, hay mucho que sanar todavía, me siento a veces cruel, pero es que nadie me entendió en el momento que necesite de alguien, cuando me enferme me llamaron dramática, entonces yo no tengo que tener compasión con nadie que no la tuvo conmigo.
No la odio, ni siquiera a mi madre, solo estoy sanando, en su momento tendré una conversación extensa con ella para entender las razones del por qué no vino a verme cuando yo la necesite y no encuentro una excusa lógica, porque solo estábamos a unas horas, podía haber hecho hasta lo imposible para venir, pero no lo hizo y eso duele.
—Me voy, nos vemos después Aina— me abraza y la acompaño hasta la puerta.
—Adiós mamá, cuídate— pido.
—Que te vaya bien en tu viaje de trabajo cariño— me vuelve abrazar, me suelta y la veo subir al ascensor.
Cierro la puerta y suspiro, si no hubiese sido por mi terapeuta ya estaría en un psiquiátrico.
Fueron muchas cosas juntas, que no se como lo logré, salí con daños colaterales, pero se que todos esos daños se repararan.
Guardo las porciones de pastel en el refrigerador y me lanzo al sofá a revisar mi redes, hoy salí antes del trabajo por orden de mi jefe por el dichoso viaje y he estado comiendo de todo un poco, me da un poco de ansiedad, porque ya me acostumbré a trabajar hasta cierta hora y estar aquí antes me resulta un poco incómodo.
Veo el mensaje del desconocido en Instagram y reviso su perfil, no tiene ninguna foto, pero le respondo el saludo, no soy tan fanática de hablar con desconocidos, pero, ¿de que manera conoceré más personas? Mi trabajo me permite muy poco salir a distraerme, tampoco es que me llame mucho la atención andar de fiesta.
Soy bastante extraña.
...
Estamos en septiembre y ya el calor está desapareciendo, no por completo, pero si está comenzando a refrescar.
Opto por un pantalón de vestir negro, una blusa de color lila y mis sandalias altas del mismo color de la blusa, dejo mi cabello suelto como de costumbre y me coloco poco maquillaje.
Consumo mi desayuno y termino de guardar mis documentos en mi bolso, los de la empresa en el portafolio junto a mi laptop.
Señorita, el señor Johnson irá por usted.
Trago grueso al leer el mensaje, ¿por qué? en la empresa hay chóferes para que pueden venir por mi, ese señor me puso los pelos de punta ese día con tan solo conectar miradas.
Muy bien señor.
Termino de organizar mi departamento y tomo asiento en el sofá para esperar que me informe que está aquí.
No lo miraré a los ojos, no quiero que piense nada raro de mi, porque siento que mi cuerpo va a delatarme, ese día fue tan extraño y mentiría si negara que me sentí viva, algo en mi floreció de una manera tan placentera.
Creo que ahora sí me volví loca.
Señorita, soy el señor James Johnson, estoy esperando en la entrada de su edificio.
Ya bajo.
Suspiro y salgo del departamento, mis manos están sudando como nunca, ¿qué me pasa? Dios. El traicionero del ascensor hizo su trabajo mucho más rápido de lo normal, ¡te odio!.
Lo veo al lado de la puerta del copiloto y me sorprendo al verlo con un pantalón azul marino, unos zapatos marrones, una camisa blanca, un blazer del mismo color del pantalón y un abrigo largo beige.
Madre santa, ¿de dónde salio este hombre?.
—Buen día señor Johnson— saludo.
—Buen día— dice abriendo la puerta de su auto lujoso.
Se encarga de subir mi equipaje a la parte trasera de este y se sube a su lugar.
Vamos en completo silencio, pero su perfume me tiene mareada de lo exquisito que es. Ahora que lo pienso mejor, después de que salí de mi relación y salí de mis problemas de salud en un lapso muy corto de tiempo intente tener algo con un chico y experimente tener sexo, pero no me agrado, así que deje todo tranquilo, preferí quedarme tranquila y olvidarme por un rato eso de experimentar.
Pero ahora mismo, tengo todo revuelto, jamás pensé que un hombre podría hacerme sentir tanto con tan solo mirarme y que solo me ha visto dos veces, ¡DOS VECES!.
Llegamos al aeropuerto y pasamos de una vez al ala privada, diviso a mi jefe hablando con el piloto, nos acercamos a él y los saludamos para proceder a subir al jet.
Hablan entre ellos sobre negocios, no opino nada, voy sumergida en mi laptop completando un formulario para clases de piano los fines de semana.
—Señorita, ¿usted es hija de la señora Genoveva Williams?— preguntan y quedó sorprendida.
—Así es— asiento sorprendida, ¿de dónde conoce a mi madre?.
—Su mamá y mi padre han sido buenos amigos— dice mi jefe dejándome muda.
—No sabía eso— confieso.
—Mi padre ha visto una foto de ti en los archivos de la oficina y dijo que te pareces mucho a ella— comenta.
—He escuchado mucho de eso— digo.
Realmente con ese señor aquí no me dan muchas ganas de hablar y se nota que mi jefe ha dejado el mal humor de lado, seguro ya consiguió novia, porque sé que no tenía ningún tipo de relación, según los chismes de la oficina y pude confirmarlo por el mal humor que siempre trae y que el mismo me lo dijo, pero ya ha sido sorprendente que desde ayer ha estado feliz.
También podría ser por el nuevo negocio, es una entrada multimillonaria.
Hasta yo estaría feliz por eso.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play