La noche está triste y silenciosa... sólo se escucha la lluvia cayendo sobre la acera.

A lejos, el brillo de la luces decorativas por motivo de navidad llenaban cada espacio de magia y melancolía.

Sahara estaba sola.

Para frente a la ventana viendo la lluvia caer y en sus pálidas manos una taza de café. Estaba tan distante sumida en sus pensamientos.

Ella hacía una novela en su mente. Un invierno hermoso y alegre, en un hogar cálido y lleno de cariño familiar. Con niños corriendo por la casa, destapando los regalos del día de navidad y....

- Mami!!

Era la voz de su pequeño hijo que la llamaba.

- Mami duerme conmigo\, tengo miedo.

Dijo el inocente niño de cinco años.

- Ya voy cariño...

Sahara se cerró las cortinas espesas sobre la ventana. Apagó la luz del salón y se dirigió a la habitación con el niño.

Allí se metieron a la cama para dormir. Ella estaba realmente agotada pero aún así no podía conciliar el sueño esta noche... esta noche era particularmente parecida a aquella noche blanca y fría de hace seis años....

Para ese entonces sahara trabajaba como enfermera en el hospital San Isidro, ella tenía veinte y ocho años en ese momento.

Llevaba trabajando en aquél lugar dos años.

Todo marchaba muy bien. Ella realmente amaba ayudar a las personas por lo que le gustaba mucho su trabajo. Tenía muchos amigos y regularmente cuando tenían tiempo salían a comer algo o a ver una película.

Se podría decir que tenía una vida normal. Vivía en un pequeño apartamento cerca del trabajo. Ya que su familia no vivía en la ciudad ella estaba sola casi todo el tiempo. A veces su hermano menor la venia a visitar y pasaba algunos días en la casa.

Todo marchaba bien hasta aquél día que conoció al hombre que le cambiaría el rumbo que llevaba su vida solitaria y vacia.

Fue el día diez de diciembre, eran alrededor de las diez de la mañana cuando su amiga karen se le acercó

- Sáhara ya viste al nuevo doctor que va a trabajar en cardiología?

- No. Hoy he estado muy ocupada. Ya te has presentado?

- todavía no\, pero deberíamos ir a saludar más tarde\, le he visto le lejos y te juro que está súper guapo y además se nota que viene de una familia adinerada. Además se ve bastante joven tambien.

- ya te has enamorado de él?

- no me gustan los hombres jóvenes\, tú sabes que quiero un hombre que me pueda resolver y que me pueda ayudar a tener una vida más cómoda con mucho dinero porque este trabajo me tiene cansada

- ahhh no hables así te podrían escuchar

- mejor si me escuchan y me despiden estoy harta de este viejo aburrido que tenemos por director y de este sueldo que no resuelve nada.

Karen era una chica de la misma edad que Sáhara era bastante hermosa, pero era una persona arrogante que le gustaba mucho el dinero y los lujos. Karen amaba las vanidades y para lograr sus objetivos era capaz de hacer cualquier cosa.

Seguían charlando mientras recogían sus cosas para irse a casa ya que estaban de amanecida. A los lejos se acercaba una persona con un aire de altura inigualable.

Su nombre era Yesi, era una chica de 24 años súper arrogante y prepotente no tenía una pizca de humildad y ella era por así decirlo la enemiga de karen y por consecuencia no se llevaba nada bien con Sáhara tampoco.

- ahí viene esa odiosa mujer\, mejor me voy antes de que se me arruine el día....

- hey oye! Karen ayúdame a terminar de arreglar estos papeles\, no te vayas!!

Kenren se fue caminando rápido y con una escandalosa risa que era súper contagiosa. Ella era una chica muy alegre y en cierto modo ruidosa todo lo contrario a Sáhara que era algo tímida.

Yesi se acercó hasta Sáhara y con una sonrisa muy cínica y sarcástica le saludó:

- Buenos días. Veo que tienen mucha energía a pesar de que pasaron la noche aquí. Parece que fue una noche tranquila...

- Así es\, fue una noche tranquila...

- ya has escuchado del nuevo doctor de cardiología?

- Karen me ha estado contando un poco acerca de él... pero aún no le he visto.

- dicen que es un viejo gordo y pervertido...que es bastante feo como un orangután y que además le gusta seducir a las jovencitas.

- De dónde sacas esas cosas?

- Es lo que he escuchado a las chicas decir allá afuera en la cafetería.

La descripción que daba yesi era bastante diferente a la que le daba karen así que sahara se preguntaba quien estaba equivocada, aunque sabía que era casi imposible que karen se haya equivocado cuando se trataba de hablar de otros.

Pero se dijo que era divertido ver a yesi engañada por las demás.

- Sahara me harías un favor? Es que tengo algo urgente que hacer y si me detengo perderé la oportunidad

- no puedo\, ya me voy...

- por favor\, ayúdame te devolveré el favor luego cuando necesites algo\, si?

Sahara estaba bastante cansada y se quería ir pero sabía que Yesi no iba a dejar de insistir a si que finalmente accedió

- está bien. Qué tengo qué hacer?

Yesi sonrió muy aliviada como si se quitara un peso de encima.

- tengo que llevarle estos papeles al doctor nuevo\, así que todo lo que tienes que hacer es entregarlos por mí. Él está en el pasillo B en la suite número cuatro. Su nombre es Doctor Spencer...

- de acuerdo ya voy... nos vemos. Adiós

Sáhara tomó su bolsa y los papeles que le había pasado Yesi y salió. Empezó a caminar por el largo pasillo hasta llegar al área B estaba un poco nerviosa, se preguntaba qué tal era el doctor Spencer... iba caminando rápido porque quería llegar a casa pronto darse una ducha e ir a la universidad temprano.

Finalmente llegó a la suite número cuatro. Tocó la puerta pero nadie respondió.

- Doctor Spencer\, está ahí?

Tocó varias veces pero no recibió respuesta.

Así que decidió entrar. Abrió la puerta muy despacio, no había nadie adentro... el consultorio era realmente elegante y ordenado. Estaba todo muy limpio y tenía un aire fresco y agradable.

Sahara pensó que de seguro el dueño de la suite era un niño rico y no un señor viejo y pervertido. Dejó los papeles sobre el escritorio y salió de allí.

Salió corriendo a toda prisa para tratar de llegar a tiempo a sus clases.

Alrededor de las seis de la tarde Sáhara iba de camino a  casa luego de terminar la universidad cuando, estaba realmente cansada,  se dijo que lo único bueno es que mañana viernes no tendría que ir a trabajar.

De pronto recibió una llamada de Karen, y dos más de sus amigas que la invitaban a un bar a tomar algunos tragos y comer algo ya que al otro día estaba libre.

Ella aceptó ya que pensó que no quería estar sola en casa. Se reunieron todas en el bar BlueMoon y el ambiente en el lugar era muy cómodo y acogedor.

Allí hablaron y se contaron todo tipo de anécdotas y entre tragos y tragos ya empezaron a pasarse de copas y Laura una de las chicas del hospital tuvo una idea para jugar reto o verdad

- hey chicas\, juguemos reto o verdad...

-Si!!!

Gritaron karen y Nani al mismo tiempo. Estaban súper borrachas. Sahara se negó a jugar diciendo que ya tenía que regresar a su casa.

Pero ellas siguieron insistiendo para que ella juegue...

- vamos sahara una sola ronda y luego te llamamos el taxi\, vale...

Ella aceptó, se dijo para sí misma que este juego era algo sencillo que no le podría traer problemas. Además ya estaba bien tomada y empezaba a sentir la adrenalida.

- bueno\, está bien juguemos una ronda...

Así las chicas empezaron a jugar,  el juego se extendió porque le parecía muy divertido estaban riéndose a carcajadas y haciendo todas clases de preguntas y retos locos...

Era una noche muy divertida y todas se sentía como que podían volar.

De pronto un chico guapo, que resaltaba entre todos los demás hombres del bar. Entró al salón y se sentó a tomar.

Estaba sentado en una esquina, todo vestido de negro, tenía una hermosa y abundante cabellera que le caía sobre la frente. Su piel era un poco morena y sus ojos brillaban como el ámbar, eran de una mirada profunda y aguda.

Laura y karen lo miraron al mismo tiempo, mientras que Pamela y Sáhara se quedaban boquiabiertas...

El chico estaba con dos hombres, más o menos de su misma edad, que eran guapos igual que él. Pero él resaltaba sobre cualquier otro, con un aura impresionante.

-  Sáhara, verdad o reto?

Todas empezaron hacerle porras para que elija reto... reto! Reto! Reto!

- vamos sahara elige reto... o tienes miedo?

Dijo Laura intentando convencerla. Pamela y Karen también le decía miedosa.

Hasta que Sáhara aceptó el reto... sin saber que ese reto le cambiaría la vida para siempre...

- Reto!

Con una risa como que había ganado la lotería Laura le impuso el reto que debía cumplir...

- ves aquel chico guapo de allá\, el que está vestido todo de negro\, anda ve y dile que te de un beso...

- jajajajaj estás loca?

- eres una miedosa ya elegiste reto así que debes cumplir o te vamos a castigar\,  tendrás que darnos una compensación y no te será fácil.

La otras se reían y decían que ella no lo haría porque ella siempre es tímida.

- ella no lo hará\, no ves que tiene 28 años y es virgen? Jajajja

- basta estupidas! No soy virgen y no soy ninguna miedosa\, iré y le pediré un beso a ese pavo Real ya lo verán...

Agarró el vaso y bebió un largo trago. Se paró caminando muy torpe, su cabeza estaba bastante mareada iba caminando hacia él y ella parecía una pequeña mariposa que volaba, ella era hermosa. De piel pálida y cabello corto que hacian ver su carita como una niña inocente y dulce... su cuerpo era delgado y frágil pero bastante bonito a la vista.

Caminó "firmemente" hacia su objetivo mientras se decía por dentro, qué demonios estás haciendo?

Pero sabía que si no hacía el reto las chicas le pondrían castigos muy forzado como hacer tareas o cubrir los horarios en el trabajo... o pagar toda la cena y la bebida así que se dijo:

Bueno Sáhara por tu bienestar y el de bolsillo debes hacerlo.

Llegó hasta donde estaba el joven guapo. Que era mil veces más guapo de cerca. Su piel Canela se veía limpia y delicada, sus manos eran grandes y delgadas... y sus ojos del color del ámbar eran rasgados y muy llamativos.

Se paró frente a él. Lo observó por un momento

Los dos chicos que estaban con él le hicieron una señal de que ella estaba ahí. Él tenía la cabeza hacia abajo con la mirada perdida.

Finalmente él la miró. Y le preguntó:

- necesitas algo?

Su voz era dulce y encantadora, pero autoritaria. Ella sintió deseos de irse. Miró hacia la mesa donde estaban sus amigas le hacían porras para que lo haga y se reían como locas.

Ella respiró profundo y le dijo

- Bésame.

Él la miró con unos ojos que podían matar. Tan calientes como la luz del sol. Era pasión pura.

- perdón?

Él miró a los dos chicos que estaban a su lado. Él pensó que los chicos la habían contratado para que pasara la noche con él, ellos siempre lo querían involucrar con chicas cuando salían.

- dije que me des un beso...

Él sonrió con mucho sarcasmo

- yo no beso niñitas.

- tienes miedo de que el beso de esta niñita te encienda?

- imposible... mejor vete a tu mesa\, hoy no estoy de humor.

- si me das un beso te pagaré\, te daré mil

Los amigo soltaron una enorme carcajada. No podían creer lo tonta que era esta chica.

- niña\, sabes con quién estás hablando?

- con un chico guapo que parece mariquita y no me quiere dar un besito...

Los chicos no paraban de reír. Hacía mucho que no veían a nadie atreverse a hablarle de esa forma y menos llamar marica al joven que tiene a todas las mujeres a su paso suspirando y buscando la oportunidad de salir con él..

- Oliver\, vas a dejar que una mocosa malcriada como ésta te insulte?

Oliver permaneció callado. Soltó la copa que tenía en las manos. Se echó el cabello hacia atrás, se puso de pies y era tan alto como un modelo. Se acercó a la cara de Sáhara, le agarró el brazo y le dijo:

- si me das un beso esta noche\, tendrás que darme algo más... qué estás dispuesta a darme\, pequeño conejito?

Ella se quedó inmóvil. Un escalofrío le recogió la espalda. Su respiración se agitó y el corazón en su pecho latía tan rápido como si fuera a salirse...

La presencia de Oliver era imponente como un ejército que estaba listo para cualquier batalla. Dejaba a cualquiera de rodillas. Tal era su aura

Los labios de Sáhara se abrieron lentamente un fuego corría por sus mejillas y su voz salió lenta

- Todo.... está noche puedo darte todo de mí.

Oliver se sonrojó

Le levantó la barbilla con delicadeza y ternura que contrasta con su aura prepotente, se acercó lentamente y su aliento bailaban entre los dos.

Un beso cálido y suave...

Se sentía como si pudiera darte la vida y quitársela al instante. Era el beso más profundo que le hayan dado alguna vez.

Ambos sintieron un calor extremo en sus cuerpos. Ambos querían más. Había una confianza entre ellos como si se conocieran de toda la vida. Ninguno sintió que estaba mal besar a una persona desconocida.

Todo estaba bien justo en ese momento. Sentían que eran el día y la hora correcto y se dejaron llevar....

Después de algunos segundos sus labios se separaron. Él le susurró al oído:

- en verdad vas a darme todo? Si quieres pasar la noche conmigo sígueme ahora...

Ella asintió con la cabeza..

- voy a buscar mi bolsa a la mesa y a despedirme de mis compañeras.

Ella se fue apresurada hacia la mesa. Sus amigas le hacían una gran algarabía por haber logrado besarlo... se acercó tomó su pequeño bolso y se fue...

Karen la llamó

- Sáhara a donde vas? Te sientes bien? Estas un poco borracha te llamaré un taxi.

- estoy bien iré directo a casa\, ya he pedido el taxi...

- ok. Que te diviertas jajajja

Las chicas siguieron bebiendo y compartiendo toda la noche. Sáhara iba hacia la salida por donde Oliver le había indicado que se juntaran.

Cuando salió por la parte trasera del bar, alcanzó a ver a uno de los chicos que estaban con Oliver..

Este chico era bastante alegre y simpático. Era casi igual de alto que Oliver, tenía cabello rubio rizos que ataba en una larga coleta y sus ojos eran avellanas muy llamativos

- hola\, ven conmigo te llevaré al auto.

- dónde está él?

- Oliver está esperando allí\, yo te llevaré es lo que el dijo.

Ella lo siguió rápidamente. Iba pensando en su mente en qué carajos se estaba metiendo. Estaba camino a ver a un desconocido y aún así no se sentía con miedo. Sentía confianza...

- cuál es tu nombre?

Le preguntó al chico que caminaba demasiado rápido delante de ella. El chico se detuvo y la esperó. Cuándo estuvo cerca le dijo

- mi nombre es Kayn... y tú nombre es?

- Sáhara...

- es un placer conocerte. Eres una chica muy interesnte jaja pensar que Oliver aceptaría salir con alguien que no conoce... sabes lo difícil que es buscarle un Ligue a ese hombre?

Sáhara se sintió un poco tranquila. Quién diría que un chico guapo y adinerado como este que puede tener la mujer que quiera no le gusta salir con ninguna... se río de lo irónico que sonaba.

Luego de caminar como tres minutos llegaron al auto. Ers un auto lujoso que no pasaba desapercibido. Ella se preguntó a qué familia rica pertenecía este chico.

Kayn le abrió la puerta. Oliver estaba dentro. Sereno, parecía dormido pero estaba despierto. Era como un Ángel

Ella subió al auto sin pensarlo dos veces. Y se fueron.

Llegaron al hotel. Subieron a la habitación y allí se perdieron en la pasión. Ambos sabían que era sólo una noche. Así que querían aprovechar cada momento.