En Navidad o en cualquier fecha del año, estar con quien amamos es algo mágico y único, en esa historia no podría ser diferente, el amor mueve el mundo y principalmente las personas que lo habitan, sea un buen recuerdo o triste, en Navidad tenemos la oportunidad de presenciar el mayor de los amores, la más bella de las felicidades, pues todo comienza con el nacimiento y será así que Claus un ceo que evita todo lo que le recuerde la Navidad, lo hará vivir su mayor historia de amor, capaz de superar sus miedos, sus traumas, así que su vida cambia de forma intensa con la llegada de su mayor regalo, para cambiar la vida vacía y llenarla de innumerables alegrías.
La mayor belleza en Navidad no está en el árbol, en los adornos, en las luces, en una linda mesa repleta de alimentos para una cena, sino en el mayor de los regalos que podemos disfrutar todos los días y no cuesta nada, pues siempre estuvo con nosotros y permanecerá.
El mayor regalo que nos fue dado después del nacimiento, son nuestros recuerdos que nos llevan al pasado y futuro en pequeños momentos que guardamos en nuestras memorias, que fueron vividas y que aún vamos a vivir.
Era Nochebuena y Claus tenía solo diez años, su madre y su hermana estaban delante de la mesa con un enorme pavo y un hermoso banquete, un hermoso árbol en la sala y muchos adornos, regalos debajo y calcetines en la chimenea, era una casa que emanaba la Navidad.
Claus estaba feliz y su madre era como una mamá Noel, siempre comprando regalos y alegrando a los niños del orfanato que estaba en la misma calle de su casa, ya era tarde y el padre de Claus aún no había llegado para la cena.
Natalia recibe una llamada de su esposo, pidiéndole que lo busque, ya que su coche acabó rompiéndose en el camino.
Claus no quería dejar que su madre saliera, algo en él lo motivaba a impedir que su madre saliera esa noche, pero Clara, su hermana, que tenía dieciocho años, dijo:
- Yo me encargo hasta que regresen.
Natalia besó a sus hijos y dijo:
- No abran los regalos hasta que regrese, los amo.
Natalia entra en el coche y se dirige hacia el lugar donde estaba su esposo, ya era de noche y ella pasa por una curva en el camino oscuro, cuando un coche a alta velocidad termina chocando con el suyo.
Esa noche de Navidad, Claus perdió a su madre y decidió no celebrar la noche de Navidad, amaba mucho a su madre y la perdió el día veinticuatro de diciembre lo hizo odiar la Navidad.
Años más tarde...
Claus ahora era un hombre multimillonario, que a los treinta años, cuerpo curado y muy atractivo, solo pensaba en el trabajo, cada año su hermana y su padre lo invitaban a pasar las fiestas de fin de año con la familia, Clara tenía tres hijas y él siempre rechazaba, con la excusa de que la empresa y su trabajo no podían parar, eran varias navidades que él pasaba solo, sin conmemoración, sin cena y sin regalos, pero en ese año todo sería diferente, un lindo y pequeño regalo cambiaría su vida por completo, Quizás la única forma de cambiar la vida de Claus era un milagro de Navidad.
Faltaban semanas para Navidad y Claus ni siquiera se preocupaba por eso, estaba exhausto después de pasar otro día repleto de contratos en su empresa Star en el ramo de anuncios con contratos de actores y modelos.
Claus comenzó en este negocio como modelo, hasta que se convirtió en empresario y se hizo multimillonario con los contratos que su empresa hizo a lo largo de los años, siempre dormía con modelos y actrices, pero nunca salió con ninguna de ellas, su vida era el trabajo y placeres carnales momentáneos.
Él sale del trabajo y va directo a su mansión, al llegar al local el mayordomo lo recibe y dice:
- Señor, su hija está arriba esperándole en su habitación.
-Sí, ella llegó hace dos horas, una niña que parece tener unos diez años, ella dijo que era su hija, señor.
-Yo no tengo ninguna hija Gus, sea quien sea esa chica, debe estar aquí por error-él habló mientras subía las escaleras.
-Pero señor, ella habló su verdadero nombre, como ella mentiría sobre eso, si solo personas de su vínculo familiar lo saben-el mayordomo habló.
Claus había creado un nombre ficticio para él, todo para no hacer referencia a su nombre a la Navidad, que era la fecha conmemorativa del año, favorita de su difunta madre, él ahora se llama Marco.
Al entrar en la habitación, se encuentra con un niño, acostado en su cama, durmiendo.
Claus se sienta y se dice a sí mismo:
- ¿Qué voy a hacer? ¿Debería llevarla a la policía?
Él mira a la niña otra vez y luego nota que ella sostenía en su mano, una foto de él con una amiga suya del pasado, ya hacía muchos años que él no veía.
La niña se despierta y al mirarlo tratando de ver mejor la foto que tenía en la mano, ella grita, haciendo que Claus se asuste y salga de la cama.
Manuela se sienta en la cama y se queda mirando a Claus, luego él dice:
- Te fuiste de casa sola, tus padres deben estar buscándote, ¿sabes dónde vives? Puedo llevarte a tu casa.
- Estoy en casa.
¡-No! ¿Estás en mi casa, acaso te golpeaste la cabeza en algún lugar? Olvidaste donde vives o algo así?- preguntó.
Ella se levanta, va hacia Claus y dice:
-Si yo soy tu hija y tú eres el dueño de la casa, técnicamente yo estoy en casa-Manuela habló.
Mira a la chica y dice:
- ¿Qué pruebas tendrías para creer que soy tu padre?
Continúa...
-Mi madre se llama Ava López, ella me dio esta foto y dijo que ese era mi padre-Manuela habló mostrando la foto que sostenía.
Claus toma la foto y la mira, luego él recuerda a Ava y la única vez que estuvieron en la cama, él camina de un lado para el otro y después llama a su hermana, desesperado.
Clara estaba lavando los platos de la cena cuando escucha su celular sonar, ella ve que era su hermano y luego dice:
¿Estás bien? ¿Qué milagro te hizo llamar a tu hermana mayor? Pensé que había perdido mi número.
—Necesito tu ayuda Clara, un niño de diez años, está frente a mí, diciéndome que es mi hija y no tengo ni idea de cómo llegó aquí, ¿cómo voy a encontrar a su madre? ¿Recuerdas a tu amiga Ava?—preguntó.
—Y yo que soy el niño aquí, qué padre tonto que mi madre me dejó-Manuela habló. —Ella está aquí llamándome tonto-él habló.
—¿Ava mi mejor amiga con la que pasaste la noche y luego desapareciste?
Ella se mudó de la ciudad hace once años, yo perdí el contacto. Usted no sabe lo que es comprometerse con ninguna mujer, es un soltero que lleva cada noche a una mujer diferente a la cama, yo ya tengo tres hijas y ya es de noche, cuida de su hija—Clara habló.
— ¿Pero no crees que es raro que haya aparecido ahora?- preguntó.
Clara respira hondo, mira su retrato con su hermano y su madre cuando eran jóvenes y dice:
—Tal vez ella sea tu regalo de Navidad durante todos los años por venir, cuídala bien y sé un buen padre, espero que este año puedas venir a pasar la Navidad con nosotros hermano, te amamos mucho, todavía tengo esperanzas de que algún año, puedas volver a nuestra ciudad, Pero si no vienes este año también, quiero que sepas que yo y tus sobrinas te extrañamos y feliz Navidad Claus.
-Entonces papá, ¿podemos comer algo? Tengo hambre-Manuela habló.
- Está bien, podemos comer, yo también tengo hambre, pero necesito saber cómo encontrar a tu madre, si realmente eres mi hija, tengo que tener una conversación con ella-Claus habló.
Manuela bajó la cabeza y comenzó a llorar, Claus se confundió, nunca tuvo que lidiar con niños antes y eso fue un poco frustrante para él.
- No llores, te voy a llevar a cenar, lo que quieras comer, puedes decir que te llevo, él habló en el intento de que ella dejara de llorar.
Manuela enjugó sus lágrimas y dijo con un tono de voz triste:
-Mi mamá está en el cielo, yo intento hablar con ella, pero no puede tener respuestas de ella.
Claus se entristeció, él sabía lo doloroso que era perder a su madre, parecía que él sentía el dolor de Manuela.
- ¿Cómo me encontraste? ¿Quién te trajo aquí?- preguntó.
- Me escapé, cogí un taxi y su mayordomo me pagó.
- ¿Huyó de dónde?- Preguntó curioso.
Mira a Claus y dice:
—Desde el orfanato, donde vivía, como usted tardó en recogerme, yo lo vi en el periódico y llamé con ayuda de Lulú para saber dónde vivía, entonces conseguí tomar el taxi y dije que iba para la casa de mi padre, él no quería traerme, Pero cuando le dije que le pagaría el doble, me trajo.
- Qué lista, ¿vamos a comer entonces?- Claus habló.
- Quiero batidos, hamburguesas y galletas, y ella habló mientras le daba la mano a Claus para que salieran de la habitación.
Los dos bajaron y el mayordomo luego apareció y dijo:
- ¿Van a salir señor? la cena ya está lista.
- Esta noche saldré a cenar, ahora dime Gus, ¿cuánto cobró el taxista?
-Señor no se preocupe por eso,
- Necesito saber, ¿le preguntaste al conductor dónde estaba, dónde la recogiste?
- Sí señor, lo tomé y lo anoté, sólo un momento-el mayordomo habló mientras iba andando hasta el lugar donde dejó su bloc de notas.
Él comenzó a buscar y no lo encontró, Manuela había tomado el bloc de notas del mayordomo sin que él lo viera y lo escondió, ella no quería tener que volver al orfanato, entonces el mayordomo vuelve avergonzado hasta su jefe y dice:
-Señor lo siento, pero no encuentro mi cuaderno, él no está donde lo dejé, cuando lo encuentre le entregaré.
-Está bien Gus, ¿podemos irnos? ¿Cómo te llamas?- Preguntó mirando a la chica que decía ser su hija.
-Me llamo Manuela papá, tengo casi once años-ella habló.
Claus le toca la cabeza y dice:
- Entonces vamos, Manuela de casi once años.
- No me arruines el pelo, papá.
Claus estaba un poco asustado con esa novedad en ser padre, pero le gustaba la forma como escuchaba la voz de Manuela, cuando lo llamaba papá.
Los dos se suben al coche y el conductor los lleva a un restaurante de la ciudad, en el camino ella le pregunta varias cosas, como su color favorito, qué le gusta comer y qué hace, hasta que finalmente le pregunta si tiene novia.
Claus sonríe y dice:
- No, digamos que soy un soltero codiciado.
Manuela mira por la ventana del coche y mira a cada rincón de la ciudad iluminada con luces de navidad y adornos, luego se gira hacia Claus y dice:
—A papá, entonces usted es como aquellos hombres ricos que no se enamoran de nadie y siempre sale con varias mujeres, ¿no le da vergüenza ser así no? Mamá decía que hombres así es bueno mantener distancia,porque llevan el dinero...
-Hielo en lugar del corazón, recuerdo esa frase, tu madre siempre fue bastante espontánea con las palabras-Claus habló.
Manuela suspiró y dijo:
- Sí, ella siempre decía la verdad, incluso si iba a dejar al otro triste o feliz.
Continúa...
Mientras tanto en el pueblo vecino...
Alana vivió en París durante siete años, desde los dieciocho años, obtuvo una beca para estudiar arte y continuó viviendo en París, después de terminar su carrera, su vida no era fácil, ella trabajaba como ayudante de cocina, ya que no podía encontrar inspiración para sus pinturas, los cuadros que ella tenía tampoco vendían, a pesar de ser muy talentosa, parecía estar en una marea de mala suerte con su arte.
Ella fue forzada a renunciar a su trabajo y solo con una maleta y cuatro lienzos, ella volvió apresuradamente a Chicago, ya que su hermana había fallecido y ella solo se enteró a días, a pesar de hacer meses de su muerte.
Allana estaba en el aeropuerto de Chicago, con su maleta y sus cuadros, pensando en cómo llegar al orfanato donde estaba su sobrina, o al menos era lo que ella pensaba, ya que volvió a Chicago para no dejar que la hija de su hermana, se quedara en un orfanato.
Ella era una mujer atractiva y hermosa, pero su ropa era simple y bien usada, ya que sus condiciones no le permitían el lujo de usar nuevas piezas.
Ella no sabía cómo hacer para cuidar y su sobrina,ya que su hermana también vivía de alquiler, pero seguramente ella encontraría un modo y no permitiría que su sobrina estuviera sola, en un orfanato, o incluso fuera adoptada por una familia, ya sé ella era familia.
Allana estaba a punto de subir al taxi, cuando un hombre alto, guapo y muy bien vestido, toma el taxi en el que ella había visto primero.
-Quel Homme hypocrite, ce taxi était le mien(Que hombre hipócrita, ese taxi es mío)-ella habló en francés.
El hombre escuchó al entrar y pidió al conductor que esperara y entonces él dijo:
- ¿El taxi tiene tu nombre?
- Sabes a lo que me refiero.
- ¿Qué crees que estás haciendo?- Preguntó mientras la miraba sentada a su lado.
- Estoy haciendo lo mismo que tú, esperando a que el conductor de la limusina hable en tono sarcástico.
El conductor los mira y dice:
- ¿Cuál es la dirección?
Los dos hablan donde quieren ir y el conductor dice:
- Puedo llevar uno y luego el otro.
- Llego tarde, así que llévame primero.
-Nada de eso, a donde quieres ir es lejos de donde me voy a quedar, que por cierto está más cerca de lo que tu local-Allana dijo.
- Mira, me subí al taxi primero y te sugiero que cojas otro que habló.
- Es gracioso que hagas esa sugerencia, porque entonces por qué no tomas otro taxi, ya que yo le pedí al taxista que parara, habló.
Mathew toma su billetera y dice:
- ¿Cuánto quieres para dejar que este taxi me lleve primero?
-Quiero que le pagues al chófer para que te lleve y luego me lleve a donde tengo que ir, así que acepto tus disculpas después de que me lo pidas por supuesto-Allana habló.
Mathew mira el reloj y dice:
—Está bien, tú ganas, pido disculpas, ahora puedes conducir por favor chófer.
Allana entonces dice:
—Está excusado, pero no lo haga de nuevo, al igual que usted tiene prisa, la gente también tiene que llegar a su lugar en particular.
Él le sonríe y la mira por primera vez, con mayor atención.
— ¿Vivía en París por negocios?- preguntó.
—¿Y tú? Vive aquí por negocios?—preguntó.
— Le pregunté primero.
—¿Y eso te importa ahora? Deberías haber pensado en eso cuando quisiste coger el taxi que te pedí que dijeras.
- Así que no lo olvidarás, ¿verdad? Me disculpé y pagué tu carrera también.
-Te perdoné por tu error, pero olvídalo, eso depende del tiempo— ella habló. Se intriga con ella y después de unos minutos en el tráfico, hablando con Allana, llega al evento de la empresa, entonces Mathew ve a su ex en la entrada del lugar, y él mira a Allana y dice:
— Si te ofreciera un trabajo aquí en la empresa, ¿me harías un favor?
—Claro jefe, yo necesito trabajar, no puedo rehusar, ¿qué necesita que haga?—ella preguntó animada.
— Necesito que entres conmigo por unos minutos. - ¿Eso es todo?- preguntó.
Sí, necesito que finjas acompañarme, mi ex está en la entrada y quiero que deje de buscarme, habló. Allana mira hacia la entrada y ve a una mujer muy bien vestida y cabello suelto, cuerpo delineado y dice: -
Me gustan los desafíos, ¿me das tu palabra de que me darás un trabajo? Levanta la mano y dice:
— Te lo prometo.
Los dos tocan las manos y Mathew se pierde en la mirada de ella y luego sale del taxi y levanta su mano para ayudarla a salir, él paga el taxi y ayuda a Allana con su maleta y los cuadros de ella.
- ¿Eres una artista?- preguntó.
- Desafortunadamente no tan buena como para pagar mis cuentas con mi arte-ella habló.
Él entra con ella y su ex se acerca y dice:
- Mathew, llegas tarde, mi amor.
- Tú rompiste conmigo y yo seguí adelante, no hay nada aquí para ti.
- Mi amor, ya te dije que lamento haber terminado, así que deja de hablar.
-Yo no estoy arrepentido, hasta me siento aliviado por haber roto conmigo, incluso ya tengo una novia-él habló en la mano de Allana.
- ¿Novia? Te conozco Mathew, no te interesan las mujeres como esa-su ex habló.
Allana iba a dar una bofetada en la cara de la ex de Mathew cuando ella esquivó y el Claus el director de la empresa que estaba pasando, acabó cayendo con Allana que al intentar dar una bofetada en Cintia
Claus mira a Allana que estaba encima de él, entonces enojado él dice:
- ¿Quién es usted?
- Sal de aquí ahora mismo.
Allana se avergonzó y miró a los ojos de él, luego volvió con él pidiéndole que saliera de encima de él.
- Lo siento, no quería hacerle daño.
- Claus, ella es una buena persona, la traje aquí para contratarla, ella puede ser su secretaria, ya que está buscando una, desde que la suya se despidió-Mathew habló.
Claus mira a Allana y algo en ella parecía familiar, él entonces dice:
- ¿Te llevas bien con los niños?
- No entiendo, para ser tu secretaria necesitas esto?- preguntó.
- De hecho, me gustaría que fueras la niñera de mi hija.
- ¿Hija?- Mathew preguntó sorprendido.
-Sí, mi hija Mathew, después te explico, pero tú conoces a su madre, estudiamos los tres juntos-él habló.
Allana estaba admirando a Claus, cuando Mathew tocó su hombro para hacer que prestara atención a lo que él decía, entonces ella dijo:
— Lo siento, soy buena con los niños.
Claus entonces dice:
—Ven conmigo ahora!
Continúa...
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