**Hola, espero que esta historia sea de su agrado. Si les gusta un poco esta historia, comiencen a seguirme, voten por ella y deje sus comentarios.
Se los voy a agradecer mucho, y sobre todo, me ayudan a ir mejorando día con día. Esta historia será publicada día con día de un solo capítulo, y espero que me tengan paciencia...
¡Y aclaro que tiene escenas muy fuertes de violencia, escenas de sexo implícitas, si no están de acuerdo con leerla, no lo hagan y no dejen comentarios ofensivos!...
La historia se va a tratar de una chica que es humillada por su esposo, durante un par de años. Ella recibe las peores humillaciones de su Marido y por parte de su amarte, Diana se va y cuando regresa lo hace casada con el peor enemigo de exmarido, para recuperar todo lo que él y su amante le quitaron.
........ Villana ..............
Zalema, una mujer hermosa, pero sin duda ambiciosa, fue obligada a alejarse de Marcelo, para qué él pudiera casarse con una mujer de su misma clase social. Zulema, regresa a la vida de Marcelo después de unos meses de que se casó con Diana, y se convierte en su amante.
A Zulema no le importa cuanto ama Diana a su marido, lo único que le interesa es vengarse de ella, por haberse metido en su relación. Zulema es llevada a la misma mansión donde está viviendo Diana, y allí, Zulema y su esposo le hacen vivir un infierno.
...-----Antagónico -----------...
Marcelo, un hombre que es dominado por las emociones, un hombre que es sumamente rico. Él engañado y manipulado por Zulema... Después de hacerle demasiado daño a Diana, él descubre que a la mujer que Ama es a Diana, no a Zulema.
...... Protagonista................
Diana, una chica hermosa, que todo su vida tuvo el mundo a sus pies. Fue obligada a casarse con el hombre que amaba, pero su vida se convierte en un infierno, cuando su marido se le ocurre meter a su amante a la misma casa que ella. Diana es humillada de las peores maneras. Hasta que logra escapar... Diana pierde el conocimiento y al despertar, está en otro país. Dos años después regresa vengarse para vengarse de Marcelo y de Zulema.
...-----Protagonista masculino -----------...
César, un hombre sumamente frío y con unas inmensas ganas de vengarse de la familia de Marcelo, en especial de él, por haber puesto a su familia en su contra. César es el hermano menor de Marcelo. Fue engañado y culpado de haber cometido fraude en contra de su misma familia... César ser vio obligado a escapar, y a su regreso encuentra una joven hermosa inconsciente en medio de la carretera. César, reconoce inmediatamente a la chica y para vengarse de su hermano se lleva a Diana.
Estando en el extranjero, César descubre toda la verdad y promete ayudar a Diana a convertirse en una mujer nueva y sobre todo. La convierte en su esposa... Él y Diana regresan justo cuando se lleva la fiesta de compromiso entre Zulema y Marcelo.
Al ver a Diana entrando a la fiesta del brazo de César, todos quedan con la boquiabierta. Marcelo suelta el brazo de Zulema y camina hasta la entrada donde está César y Diana.
La chica coloca su mano en el cuello de César y lo besa apasionadamente de los labios**...
Marcelo entró directamente al despacho del abuelo Matías.
Llevaba una mirada seria, donde claramente se reflejaba el disgusto que tenía al ser obligado a ir a la vieja mansión.
Al ver al hombre sentado detrás del lujoso escritorio de madera, Marcelo tomó asiento en el lugar, vació delante del anciano.
Casi de inmediato, colocó sus manos encima del escritorio, su mirada fría y dominante, se colocó, encima del anciano sentado delante de él.
Al contrario de Marcelo, el anciano se encontraba tranquilo, Matías sabía controlar su temperamento, y era casi imposible que alguien lo pudiera sacar de sus casillas.
Mario siguió fingiendo que nada pasaba, conocía el temperamento de Marcelo, pero, en esta ocasión, no tenía humor, para pelear con su nieto.
_ Vine a verte en la primera oportunidad que estuve libre, por favor se rápido, necesito regresar a la empresa lo antes posible ... _ Marcelo fue el primero en hablar con un tono de voz frío.
Mario señaló, con su mano, la copa de vino tinto que había dejado delante de su nieto. Era el mejor licor que pudiera haber existido en todo el mundo..
Marcelo estiró su mano y recorrió la copa de vino a su lado derecho. El hombre; colocó sus manos sobre el escritorio del anciano, y esperaba ansioso que Mario comenzara hablar.
_ ¿Marcelo, no crees qué ya es tiempo de que tú y Diana tengan un hijo?..
__ Ya llevan varios meses de que se han casados, y todavía no recibimos las buenas noticias de tener un bisnieto. Sabes bien que me estoy volviendo viejo, y que antes de morir quiero conocer a mis bisnietos . _ Dijo Mario, bebiendo de la copa de vino tiento.
El rostro de Marcelo cambió rápidamente, no esperaba que el anciano, lo haya mandado llamar solamente para pedirle que tuviera un hijo con la mujer que odiaba...
Para Marcelo, Diana era la peor de las mujeres. Al haberse metido en su relación con Zulema...
Zulema es la única mujer a la que amaba con intensidad y por el capricho de Diana, debió dejar a Zulema, para casarse con ella.
Marcelo se levantó de la silla, se alejó de su abuelo, y colocó sus manos encima de su cabeza.
Estaba a nada de explotar... Intentó respirar, pero no logró poder dominar sus emociones, arrojó un jarrón de un cristal delante de él, ese jarrón tenía un gran valor sentimental para Mario.
En instantes, todos los cristales quedaron extendidos por todas partes... Eso hizo molestar demasiado a Mario...
Cuándo el anciano estaba a punto de levantarse, Marcelo comenzó hablar... No podía continuar guardando todo lo que por meses llevaba dentro de él...
__ ¡No pienso tener hijos con Diana!...
__ ¡Es una mujer a la cual tengo asco tocar!... No puedo soportar ni verla...
Mario se levantó furioso de su silla, señaló a si nieto con su dedo. Era increíble lo que Marcelo estaba diciendo...
__ ¡Cállate!... Marcelo. _ Levantó la voz el anciano.
Marcelo inmediatamente hizo un gesto de burla, durante todo este tiempo, ha estado robando a sus abuelos.
__ ¿Callarme?... ¡Si estoy diciendo la verdad!...
__ Yo nunca pedí casarme con ella, y mucho menos les pedí que ustedes hicieran negocios con su familia, para qué ellos, se aprovecharán de eso ¡Para comprarle un esposo a la solterona de su hija!.... _ Gritó Marcelo en voz alta...
Enseguida de que Marcelo terminara de hablar, se escuchó un fuerte sonido al interior del despacho. Mario, había roto la copa de vino tinto.
Mario se encontraba furioso de volver a escuchar a Marcelo decir que no pretendía tener familia con Diana.
La chica no solamente era hermosa, sino que tenía un buen corazón y amaba con intensidad a Marcelo...
Mientras que Zulema era todo lo contrario, era una mujer sumamente viciosa, que solo buscaba a Marcelo, para que la sacara de ser pobre...
Fastidiado, por la actitud de Marcelo, Mario estaba dispuesto a usar cualquier medio, para que Diana y Marcelo tuvieran una familia.
__ "Si no tienes hijos con Diana, buscaré a César y lo traeré de regreso, quizás llegue a perdonarle por lo que hizo"... _ Dijo Mario, golpeando de nuevo el escritorio delante de él...
Marcelo miró al anciano con furia, odiaba que lo chantajeará con volver a buscar a su hermano menor... Por muchos años, ha escondido su más grande secreto y si César regresará, todo se iría a la basura.
__ ¡No te atrevas a volver a buscar a ese maldito traidor! __ Marcelo volvió a levantar la voz.
___ "Estás advertido, solamente podrás estar casado con Diana y no con Zulema. Esa mujer es ambiciosa y dudo mucho que ella te amé de la misma manera en que Diana lo hace"... _ Dijo Mario enojado.
Marcelo no estaba de acuerdo con tener hijos con una mujer a la que no amaba, así, que salió del despacho de su abuelo y no se detuvo hasta subir a su auto.
Toda su discusión fue escuchada por Diana, que se escondió cuando escuchó los pasos de su esposo acercarse a la puerta...
Después de varios días sin ver a Marcelo, Diana fue informada que su marido estaba en la mansión de su abuelo...
Desde que Marcelo se casó con Diana, la llevó a la mansión de su abuelo Shop, y no volvió a parecer nunca más..
Solamente la noche de bodas, Marcelo apareció en la mansión, para llevarse lo más preciado que Diana tenía.
Aunque Diana no logró ver la cara de Marcelo, ya que las luces de la habitación se encontraban apagadas, y cada vez que ella intentaba encender las luces.
Misteriosamente, Marcelo le agarraba sus manos, para impedirlo. Al terminar de hacer el amor con ella, Marcelo se levantó de la cama, y dejó a Diana allí, cómo si fuera una mujer a la que le compró sus servicios...
Marcela solamente logró ver la espalda de Marcelo, pero, extrañamente, le pareció ver un tatuaje de rosas con calaveras.
Eso fue muy extraño, ya que Marcelo, jamás sería capaz de tatuarse. Y mucho menos, toda la espalda... Diana cansada, solamente cerró los ojos y durmió profundamente.
Las lágrimas cayeron con fuerza de las mejillas de Diana, su corazón se encontraba totalmente destrozado. No podía creer, que el odio que Marcelo, sentía por ella, fuera tan fuerte...
__ ¿Por qué?...
__ ¿Por qué, Marcelo, no me puedes amar tanto como yo lo hago?..._ Susurró Diana mordiendo con fuerza su labio...
Sin embargo, el dolor que sentía por dentro, superaba todo el dolor físico... Diana apretó fuertemente sus manos, sus uñas se clavaron en las palmas de sus manos, provocando, qué la sangre saliera de sus manos...
La chica hizo su mayor esfuerzo y se levantó del rincón en donde había terminado... Pero, sus piernas no dejaban de temblar, haciendo casi imposible que ella se alejara de allí.
...Narra Diana...
Escuchar todo lo que Marcelo se atrevió decirle al abuelo Mario, mi cuerpo temblaba violentamente.
Mis manos se colocaron sobre mi vientre, solamente hace unas semanas me enteré de que estoy embarazada de Marcelo.
Y ahora escuchar que él, no tiene ninguna intención de formar una familia conmigo, me hace dudar de decirle sobre la existencia de mi pequeño...
Lo menos que deseo, es qué él, piense que he quedado embarazada a propósito. Y me odié aún más.
__ Señora Diana ¿Le sucede algo?... ¿Quiere que llame al médico?... _ Me pregunta Teresa, una de las empleadas que trabaja en esta mansión.
_ No es necesario, subiré a mi habitación y si el abuelo, me llama. Dile que estoy cansada y que todavía no me despierto..._ Le contesté con una voz demasiada rota.
__ ¿Está segura?... Tiene el rostro pálido ... _ volvió a repetir Teresa.
__ Sí...
__ ¿El señor Marcelo, ya sea ido?..._ No pude evitar preguntar por él.
Tenía la ilusión de que esta vez, Marcelo me propusiera que me fuera con él y podamos formar una familia.
Sé que él no me ama, y que es muy estúpido de mi parte, continuar rogando por amor. Pareciera que no tengo ni un poco de dignidad.
Pero, no sé explicar lo que siento por Marcelo, no quiero parecer una mujer patética y sumisa, qué se entrega al hombre equivocado y que solamente, recibe humillaciones...
__ Sí, hace un momento subió a su auto y se fue._ Al escuchar la respuesta de Teresa.
Bajé la mirada, para esconder el dolor que llevaba por dentro. Sin decir ni una sola palabra más, continúe subiendo las escaleras a mi habitación.
Solamente era cómo un adorno más dentro de esta mansión, aunque estoy casada con Marcelo desde hace dos meses y medio.
Al terminar de hacer el sexo conmigo, la noche de bodas, él abandonó en esta vieja mansión. Muy rara vez, viene y cuando lo hace nunca voltea a mirarme.
_ ¡A dónde crees que vas!... _ Escuché un fuerte gritó detrás de mí, era la voz de Marcelo.
Me quedé atónita por un par de segundos, mi respiración se agitó... Por un momento me sentí inmensamente feliz, pensé que él, había reflexionado y que me iba a llevar a su lado.
__ ¡Marcelo, mi amor!... _ Lo dije en voz alta...
Me apresuré a bajar las escaleras. Al llegar a su lado, estuve a nada de abrazarme a él... Sin embargo, Marcelo me empujó con fuerza hacia atrás...
__ ¡Borra esa maldita sonrisa de tus labios! ... Sube a tu habitación y arregla tus maletas, para irnos de esta casa ahora mismo ... _ Me ordenó sin ninguna emoción en todo su rostro.
__ ¿Estás seguro de lo que me estás pidiendo?..._ Le pregunte confundida...
Marcelo colocó sus manos encima de mí, y me dio un fuerte empujón sobre la pared detrás de mí. Mi espalda se golpeó bastante con la pared, que me hizo hacer un gesto de dolor.
__ Diana ¿No es lo que siempre has querido?... _ Sus labios se movieron ferozmente.
__ Sí, ... Susurré.
__ Entonces sube a la maldita habitación... Tienes menos de cinco minutos para bajar, o no me volverás a ver nunca...
En el momento en qué Marcelo me soltó, salí apresuradamente a hacia mi habitación. Dentro de mi corazón guardaba la esperanza de ganarme el amor de Marcelo en el momento en que él y yo viviéramos como marido y mujer…
Al entrar a mi habitación, tomé la primera maleta disponible en mi closet, la llevé a mi cama, echando un poco de mi ropa a su interior...
Al tener lo suficiente ropa, tomé mi maleta y la empuje fuera de la habitación. Al bajar las escaleras, no miré a Marcelo, por ninguna parte...
Mi corazón cayó en la profunda de desilusión. Giré mi cuerpo de nuevo, y estaba por regresar a mi habitación, y llorar tanto, que hasta que no me quedarán ni una sola lágrima más...
En ese momento, la voz dominante y fría de Marcelo me detuvo.
__ ¿A dónde creer que vas?... Eres mi esposa y tú deber es estar a mi lado...
Marcelo se acercó a mí, y agarró la maleta de mis manos, se dio la vuelta y se apresuró a salir de la vieja mansión.
__ Marcelo, espera un segundo. Debo despedirme de los abuelos...
Antes de que terminará de hablar, Marcelo se detuvo y volteó a mirarme con ferocidad. La manera en que Marcelo me miraba, me dio mucho miedo.
__ Ve y busca a los abuelos y no te llevaré a mi lado... _ Al terminar de decir eso, me arrojó la maleta a mis pies.
Me incliné al ver a Marcelo alejarse cada vez más a mí. Recogí de nuevo mi maleta y corrí detrás de Marcelo...
_ ¡Marcelo!
__¡Marcelo!...
Marcelo se detuvo al llegar al lado de su auto, y abrió de inmediato la cajuela. Al llegar a él, me quitó la maleta de mis manos y la arrojó al interior de la cajuela.
Enseguida me agarró del brazo y me empujó al asiento trasero. No volví a decir nada que molestara a Marcelo.
En el transcurso del camino, solamente miré por la ventana del auto. Después de casi dos horas en camino, llegamos a una villa muy escondida de todo...
Me gustaba, ya que tenía un toque romántico. Era rodeado de árboles gigantes, hay naturaleza por todas partes. Pero al mismo tiempo me daba mucho miedo, era un lugar perfecto, para matarme y que nadir pudiera encontrar mi cuerpo...
Me quedé atónita por unos segundos, no tenía ni la mínima idea de lo que me esperaba dentro de esta villa...
__ Baja del auto ¿Qué estás esperando?... Que te abra la puerta cómo su fueras una dama... _ Me Dice Marcelo desde afuera.
Abrí la puerta de auto, con prisa comencé a correr detrás de Marcelo. Marcelo, ya se estaba alejando del auto, así que me di prisa, para alcanzarlo...
Al entrar a la villa, Marcelo me arrojó un uniforme de sirvienta a la cara. Lo agarré, mirándolo por varios minutos.
__ Vístete ahora mismo y ponte a cocinar... Tengo mucha hambre y quiero algo delicioso... _ Me ordenó Marcelo de una manera muy grosera.
_ ¿Estás insinuando que solo me has traído aquí; para convertirme en tu sirvienta?... _ Le pregunté sin poder creerlo.
_ ¡Eres una sirvienta ante mis ojos, y la zorra que se metió en mi relación con Zulema!... ¡¡Ella es una mujer que vale mil veces más que tú, ella es, una reina y tú solo eres una zorra, qué no vale nada!...
Era increíble, lo que salía de los labios de Marcelo ¿Cómo se atrevía a ponerme en el mismo nivel que esa mujer?.. Yo soy una mujer que vale mil veces más que esa mujer...
__ ¡Cómo puedes atreverte a comprarme con esa mujer!. Ella es una cualquiera, a la que nada más, le importaba el dinero … _ Grité con todas mis fuerzas.
Inesperadamente, no pude continuar humillando más ante Marcelo, era cómo en el momento en que Marcelo me arrojó el uniforme a la cara y me comparó con esa mujer, colocándola por muy encima de mí.
Se hubiera quitado la venda que todos estos años llevaba a mis ojos... Me di la vuelta, para salir de esta villa.
Mañana mismo le pediré el divorcio a Marcelo, y me marcharé a un lugar donde pueda continuar con mi vida...
Antes de que yo pudiera dar un paso más, la mano de Marcelo me agarró con fuerza y me empujó hacia atrás...
__ ¿A dónde crees que vas?... ¡Te voy a hacer pagar muy caro, por todo lo que has hecho!...
Marcelo levantó su mano y la dejo caer en mi mejilla, perdí el equilibrio y caía al suelo. Para Marcelo, no fue suficiente con golpearme y dejarme caer al suelo.
Él se inclinó, colocando sus manos en mis brazos, me dio un fuerte jalón, para levantarme del suelo. Al estar de pie, de nuevo me empujó con fuerza, sobre una mesa de madera.
Fue tanto el dolor que sentí al ser golpeada de esta manera, que mis lágrimas cayeron de mis ojos.
__ ¡Maldita sea!... ¡Por cada maldita lágrima que derrames, te voy a castigar!…
Mordí fuertemente mis labios, para evitar que mis lágrimas continuaran cayendo de mis mejillas. Sentía un fuerte dolor, no solo físico, sino en mi corazón...
¿Cómo, he podido estar tan ciega todos estos años y permitir que Marcelo me continúe tratando cómo si no valiera nada?...
¡SOY DIANA CHOP!...
La heredera de una inmensa fortuna ¿Por qué? Debo de dejar que me humillen de esta manera...
__ ¡Eres un bastardo!... ¡No puedes tratarme de esta manera!...
Intenté soltarme de las manos de Marcelo, pero mis fuerzas no se comparaban con las de él. Era cómo una muñeca, indefensa, ante un demonio feroz...
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