—Que tienes mi amor, porque no me habías dicho que estabas enferma— dice Emiliano entrando muy preocupado a la habitación de su esposa.
—Perdóname amor, creí que podía superar esto sola, pero está siendo más fuerte que yo— responde Laura con una voz frágil.
—No digas eso mi vida, te llevaré con los mejores especialistas, si es necesario viajamos al extranjero, pero no voy a permitir que nada malo te pase— replica Emiliano tomando la mano de su bella esposa.
—Amor, ya nada se puede hacer, siento que la vida se me está yendo poco a poco, solo quiero pedirte que cuides a nuestros hijos, prométeme que estarás para ellos siempre— le responde Laura con pocas fuerzas.
—Te lo juro mi amor, pero no me dejes, no nos dejes, te necesitamos, esta familia no funciona si tú no estas— le dice con lágrimas en el rostro.
—Eres el amor de mi vida, cuida a mis niños, cuídalos por favor, Te amo— dice Laura dando su último suspiro.
—Laura no, despierta, mi amor, despierta, no me dejes, amor no, tus hijos te necesitan, yo te necesito, Laura despierta— llora desconsolado.
—Lo sentimos, señor, su esposa ha muerto— dice el médico abandonando la habitación…
Un año después…
—Esto no puede continuar así María Camila, eres la mayor, no puede ser que esta sea la quinta niñera que renuncia en menos de un año— reclama Emiliano muy enojado.
—No queremos una extraña en casa, papá, yo puedo cuidar a mis hermanos— responde María Camila.
—Eso no está en discusión, sabes que tengo que trabajar, habla con tus hermanos de inmediato— le dice Emiliano mirando su computador.
—Desde que se murió mamá has cambiado mucho, sabes te necesitamos en casa, mamá ya no está y nos duele comprende esto no te duele solo a ti— dice María Camila muy enojada saliendo del despacho.
—María Camila no te vayas así, hija, escúchame— dice Emiliano tratando de detener a su hija.
Laura, no entiendo por qué tenías dejarnos solos justo en el momento en que más te necesitamos (pensó)
Emiliano…
He pasado el año más difícil de mi vida, perdí a mi gran amor, mi esposa, la madre de mis hijos, y ahora no sé qué hacer con ellos, encontré refugio en mi trabajo, esta casa me trae muchos recuerdos de ella y me duele que ya no este.
Tengo 5 hijos, María Camila mi hija mayor que tiene 18 años, está a punto de ingresar a la universidad y que se ha encargado en este último año a cuidar de sus hermanos, Emiliano mi segundo hijo quien tiene 16 años y está aún en el colegio, es un poco tímido, pero muy inteligente muy parecido a mí.
Joaquín y Jerónimo, los gemelos explosivos, quienes apenas tiene 7 años, son demasiado traviesos y la niña de mis ojos, la pequeña Sol, quien apenas tiene 4 años y que desde que perdió a su madre no ha vuelto a mencionar palabra.
He tratado de cumplir con la promesa que le hice a Laura antes de morir, pero ha sido muy difícil, la verdad nunca pasaba tiempo en casa, no conozco a mis hijos, no sé lo que les gusta, solo me he encargado de que nada les falte, aunque al parecer no es suficiente.
Por eso necesito una niñera, una persona que los cuide mientras trabajo, que los ayude a hacer sus tareas, que este al pendiente de ellos, pero todas a las que he contratado renuncian porque mis hijos se han encargado de espantarlas.
—Señor, mañana se han citado a las nuevas candidatas para ser la niñera de sus hijos, quiere que haga yo misma las entrevistas— pregunta Diana, mi asistente.
—No es necesario, yo me encargo, pero cítalas en la oficina, por favor— respondo.
—Está bien señor, permiso— dice Diana saliendo del despacho.
Espero mañana encontrar la niñera perfecta para mis hijos, es lo único que necesito en estos momentos.
Bienvenidos a esta nueva historia muy familiar, llena de alegrías y tristezas, pero muy real, espero que la disfruten…
- Es inútil no hay trabajo en ninguna parte, cada vez es más difícil sin un diploma- dice Luciana desesperada regresando a casa.
-No te preocupes hermana ya verás que pronto consigues algo- le dice Clara dándole un abrazo
-Estudia hermanita, sigue en el colegio, mírame a mí, tengo que trabajar en ese bar en la noche y no es un lugar muy agradable- le dice a su hermana con lágrimas en los ojos.
-Déjame ayudarte Luci, déjame buscar un trabajo- le responde Clara.
-No pequeña tu deber es estudiar, yo me preocupo por el resto, ven vamos a preparar la cena- le dice Luciana yendo hacia la cocina.
-¿Sí has tomado tus medicinas Clara te veo muy pálida?-pregunta Luciana.
-Si hermana por supuesto- responde Clara con una sonrisa.
-Pequeña no dejes de tomar tus medicamentos si se acaban dime, sabes que los necesitas- le dice a su hermana dándole un beso
Luciana...
Mi vida no ha sido fácil, mi madre murió cuando tenía 16 años y me dejó a mi hermana que en ese momento era un bebé, ahora es una adolescente, insiste en que la deje trabajar, pero no quiero que lo haga, yo quiero que ella tenga el futuro que yo no pude tener.
Trabajo en un bar como mesera, es un sitio oscuro, lleno de hombres borrachos que cada noche intentan sobrepasarse, mi jefe insiste que me venda, dice que es la única opción que tengo para salir adelante, pero no lo voy a hacer por eso busco cambiar mi trabajo, para darle una mejor vida a mi hermana y poderle comprar sus medicinas, su corazón no está bien.
Papá nos dejó cuando murió mamá, no sabemos que fue lo que sucedió, pero desde ese momento todo ha sido muy difícil para mí.
Doña Maria quien vive en la misma vecindad que nosotras, está al pendiente de Clara mientras yo trabajo, cada noche es un tormento para mí.
La noche comenzó, los borrachos empiezan a hacer de las suyas, yo me defiendo como puedo de ellos, pero a veces es muy difícil.
-Luci doña Maria te llama- dice Taliana mi mejor amiga
-Qué pasa tita, le ocurre algo a Clara- pregunto muy preocupada
-Si mi niña la encontré en su recámara desmayada, me la traje para el hospital, no ha tomado sus medicamentos- me responde María muy preocupada- los médicos dicen que los debes traer urgentes.
-Está bien Tita, ya mismo los llevo- digo colgando la llamada.
En ese momento visito la oficina de mi jefe, nuevamente necesito dinero, aún no acabo de pagarle las deudas de las crisis de mi hermana, pero no me queda otra opción.
-Más dinero Luciana, no has pagado los intereses de lo que me debes y quieres que te preste más- dice mi jefe al verme entrar a la oficina.
-Lo sé, pero es una urgencia, por favor necesito comprarle los medicamentos a mi hermana- le respondo
-Tendrás que pensar en la opción que te di, porque si sigues así tendrás que trabajar para mí el resto de tu vida- me dice lanzándome el dinero a los pies.
Recojo el dinero y salgo de inmediato junto a mi amiga Tali, compramos los medicamentos y los llevamos al hospital.
-Necesito ver a mi hermana- le digo a la enfermera que recibe los medicamentos
-Cuando este estable la dejo pasar, por ahora esperen en la sala- responde la enfermera
Al sentarme empiezo a llorar, mi vida cada vez se complica más, mi hermana no me dice que le faltan sus medicamentos para no preocuparme y mi deuda con mi jefe aumenta cada día más.
Maria y Taliana me abrazan, ellas no saben cuanto les agradezco que estén ahí en ese momento, ellas son mi fuerza y mi apoyo para seguir adelante.
Al día siguiente pude ver a Clara quien me recibió con una sonrisa.
-Prométeme que no me vas a volver a decir mentiras sobre tus medicinas- le digo con una cara seria.
-Perdóname hermana no quiero preocuparte, sé que no te alcanza por eso te digo que me dejes ayudarte- me responde Clara
-Eso no está a discusión señorita, hermanita por favor eres lo único que me queda en la vida, mi obligación es darte todo, no expongas tu salud de esta manera, promételo- le digo dándole un abrazo
-Te lo prometo, gracias por cuidarme Luci me responde dándome un beso
Horas después pudimos regresar a casa es definitivo, necesito otro trabajo no puedo esperar más, tengo que hacer lo que sea para sacar a mi hermana adelante.
-Luci y si vamos a la oficina de empleo quizás allí nos puedan ayudar- me dice Taliana con una sonrisa después de horas de estar pensando que podía hacer.
-Creo que es una excelente idea, no tengo más opciones- le respondo
Deje a mi hermana con Tita y salí con mi amiga a la oficina de empleo, llevaba conmigo mi hoja de vida esperando que hubiese una oferta de empleo para mí.
Al llegar entregamos los documentos, había tanta gente amontonada que se empezaron a armar peleas, después de la entrega de los documentos dividieron las hojas de vida con posibles trabajos.
El caos llegó nuevamente, Taliana como pudo se acercó a la mesa y vio mi nombre en una carpeta, la tomo y salimos de allí.
Al regresar a casa revisamos los documentos.
-Amiga creo que te equivocaste, es otra Luciana- le digo algo desanimada.
-Ven yo miro, esta aplicando para niñera y tiene tu nombre y tu apellido la del error no fui yo, ve a la entrevista esta puede ser una oportunidad para ti, cuidar un niño no debe ser tan complicado o si- me dice con una sonrisa
Empiezo a leer la hoja de vida, esta mujer es brillante, esto no es una buena idea, pero no me queda otra opción, voy a presentarme a la entrevista.
Gracias a todos por su paciencia, estaré actualizando lo más seguido que pueda.
Disfruten de esta hermosa historia.
Ay Luciana y ahora en que te metiste 🫠😅
Luciana…
El día de la entrevista, llegó, tenía que visitar una empresa muy importante, al parecer el dueño es quien busca una niñera para sus hijos.
Intente vestirme lo más presentable posible, pero la verdad mi ropa no es de muy buena calidad, hace mucho tiempo no compro ropa para mí.
Taliana decidió acompañarme, dijo que esto no lo podía hacer sola y se lo agradezco, estoy muy nerviosa y creo que no me queda otra oportunidad.
Llegamos en autobús, pero la parada estaba un poco lejos de la oficina, nos tocó caminar más de diez minutos, mis pies estaban hinchados, fue mala idea usar los tacones pequeños de mi amiga, sin pensarlo me los quité y así llegamos al parqueadero de ese inmenso lugar.
Al llegar estaba tan cansada que decidí sentarme por un segundo y tomar un poco de aire... pero no fue una buena idea.
De un momento a otro un auto muy lujoso se acerca, me puse de pie inmediatamente, mis pies no respondían y caí al suelo, el auto freno de inmediato...
-No entiendo que hacen estas mujeres acá, no ven que casi ocasionan una tragedia- grita un hombre muy guapo bajando del auto.
-Lo siento señor, mis pies no respondieron y me caí- le respondo levantándome del suelo.
-Pon más cuidado para la próxima, me estás haciendo perder mucho tiempo en algo insignificante, y no creo que tengas como pagarlo- me dice el hombre guapo pero grosero abriendo la puerta del auto.
-INSIGNIFICANTE... Mi amiga no es insignificante y tú eres un...$%#%$% hombre egoísta y grosero- grita mi amiga muy molesta.
-No tiene ningún derecho de tratarme así, en ningún momento le falte al respeto, pero no se preocupe ya me voy- le digo llevándome a mi amiga quien aún gritaba molesta.
Vimos como aquel auto se fue adentrando al gran edificio, creo que venir a esta entrevista fue un pésimo error.
-Deberíamos regresar a casa- le digo a mi amiga algo triste.
— No mi Luci, no te vas a rendir ahora, vamos esta es tu última oportunidad- me dice dándome ánimos.
-Lo que si me parece una lástima es que ese hombre tan guapo sea tan gruñón- dice mi amiga con un suspiro.
-No creo que sea tan guapo- le dije- (es guapísimo) pensé- Ven Salgamos de esto de una vez por todas- respondí dirigiendo a mi amiga a la entrada principal.
La entrevista fue todo un reto para mí, al llegar había varias mujeres muy elegantes y muy bien vestidas, yo solo las miraba y ya sabía que está oportunidad no era para mí.
Una secretaria recibió las hojas de vida de todas las aspirantes, dijo que su jefe las revisaría y que en media hora decidiría que mujeres entrevistar... esa media hora será eterna para mí.
Mi amiga por más que intento convencer al celador, no la dejo ingresar, me está esperando en la entrada, en estos momentos no tengo como avisarle que esto aun demora.
Decidí dar un paseo por este hermoso lugar, en realidad es una empresa muy grande y muy bonita, es la más consolidada de toda la ciudad, en una oficina vi algo que llamó mucho mi atención.
-Hola pequeña, que haces aquí sola- le pregunto a una hermosa niña que colorea un libro.
Ella me mira y no responde nada, era tan hermosa, su cabello rubio y ondulado, sus ojos azules, pero muy tristes me hicieron querer acercar más a ella.
-¿Estás sola pequeña, quieres que te lleve con tu madre?- le pregunto.
La niña me mira y agacha la cabeza, sé que me entiende y me escucha, pero no quiere hablar conmigo.
Me siento a su lado y empiezo a mirar lo que pinta, es realmente muy talentosa.
-Esas mariposas te están quedando muy bonitas, soy Luciana, pero mis amigos me dicen Luci, me gustaría ser tu amiga- le digo.
Una pequeña sonrisa sale de su rostro, me presta uno de sus colores y empiezo a colorear con ella.
¿Cómo te llamas?- le pregunto con curiosidad.
Ella me mira y guarda silencio.
-Entiendo no quieres hablar, pero yo soy excelente jugando a las adivinanzas, que te parece la idea- le digo sonriendo.
La niña dice que si con su cabeza y empieza el juego.
La pequeña empieza a mostrarme la luz de la bombilla, yo intentaba adivinar pero estaba difícil.
-¿Te llamas lámpara?- le digo
La niña sonríe diciendo que no con su cabeza.
-Pues no, no podrías llamarte lámpara, a ver sigue dándome pistas- le dije.
La niña se levantó de su silla y empezó a señalar el cielo, hacia un círculo con sus manos y me mostraba la luz.
- Te llamas Estrella- le pregunto
Ella responde que no con su cabeza.
-Te llamas Luna, como mi actriz favorita- le digo.
Ella pone una mano en su rostro como de desesperación.
-Nube, no creo que te llames, ahhh Cielo, no tampoco, esta muy difícil- le digo dándome por vencida.
La niña sonríe, puedo ver como esos ojos que antes se veían tristes se iluminan como el sol.
-Ya se te llamas Sol- le digo muy emocionada
Ella sonríe y responde que si con su cabeza, en ese momento la tomo entre mis brazos como celebración, la niña sonríe y me abraza.
-Sol, te llamas Sol que hermoso nombre- le digo mientras ambas sonreímos.
-Sol hija me tenías preocupado, porque saliste así del despacho- dice una voz que ya había oído antes.
-Tú que haces aquí- me pregunta algo intrigado.
-Yo... solo estaba...- le digo muy nerviosa.
-Disculpe señor es una de las candidatas a niñera, y al parecer ya conoció a la pequeña Sol- dice la secretaria con una sonrisa.
-Precisamente tenías que ser tú- responde el señor algo sorprendido.
Muchas gracias por esperar cada actualización... prometo actualizar en mis ratos libres.
Creen que Luciana Logrará conseguir este trabajo que tanto necesita.
Estaré actualizando lo más pronto posible, estoy atenta a sus comentarios.
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