Dentro de una lujosa habitación, una joven de aspecto delicado y de rostro sensual no dejaba de suspirar, era como si hubiera pasado por demasiadas vicisitudes. Ella se encontraba sentada sobre la cama mientras revisaba su teléfono celular en el cual una de sus mejores amigas le había enviado un mensaje que la había dejado con sentimientos complicados en su interior.

Más que complicados eran sentimientos llenos de incertidumbre porque dentro de ese mensaje había un enlace que le mostraba como Iason Hayes, el hombre que había amado durante toda su vida, su actual esposo salía de un hotel con una actriz.

Esta era la cuarta vez que recibía este tipo de mensaje en lo que iba del mes.

Realmente, algo inaudito.

Emily soltó un suspiro mientras miraba el retrato que se encontraba en su mesita de noche en dónde estaba ella vestida de blanco junto con un hombre alto de cabello rubio y ojos azules. En aquella fotografía que habían tomado el día de su boda, ella se encontraba sonriendo como si se hubiera ganado la lotería, mientras que Iason tenía una expresión seria muy diferente de su personalidad soleada, él parecía que estaba asistiendo a un funeral en vez de su boda.

La fotografía realmente no mostraba el ambiente de una pareja feliz, no había la calidez que debería haber entre un par de esposos, más bien había un sentimiento de incertidumbre.

Emily dejó de mirar aquella foto y volvió a leer el mensaje que le había enviado Daniela.

Daniela: Mira a tu esposo, otra vez está en las noticias, esta vez lo vieron saliendo de un hotel junto con una actriz reconocida. Aquí te dejo el enlace. Cariño, deberías aprender a valorarte un poco.

Mientras Emily leía el artículo, sus emociones poco a poco mostraron un poco de ruptura, ella realmente deseaba que lo que decía aquel artículo sea irreal, pero no importa cuánto cerró los ojos, las palabras que se encontraba escritas aún ahí estaban.

No habían desaparecido, así como las lágrimas que caían de sus ojos de manera copiosa.

Emily empezó a sollozar mientras recordaba cada uno de esos tres años que había pasado a lado del sujeto que ahora era su esposo, el anhelo y la ilusión que sintió el primer año de matrimonio y la devastación que siguieron en los años siguientes cuando recibía este tipo de noticias.

Después de todo, las noticias sobre sus aventuras amorosas habían sido el pan de cada día en su matrimonio, los rumores de sus citas, así como sus desplantes habían quebrado cada vez un poco más su corazón.

Emily sin querer se mordió el labio, temiendo hacer algún sonido, pero al final no pudo contenerse más, lloro a moco tendido mientras estrechaba aquella fotografía sobre el suelo, la cual hace tan solo un par de minutos atrás había mirado, luego con desesperación se quitó el anillo que tenía en su anular antes de botarlo en algún lugar de la habitación.

De un momento a otro la habitación lujosa se transformó en alguna especie de pocilga debido a la variedad de cosas tiradas y desparramadas por el suelo.

Luego de sacar toda la frustración que tenía enterrada dentro de su corazón, Emily suspiró mientras se miraba al espejo, en dónde vio a una chica de tez pálida con la mirada cansada, sin embargo, a pesar de su complexión, el fuego en sus ojos no podía ser extinto. Ella, después de todo, había tomado una decisión.

Emily recogió su celular mientras buscaba el número de Iason, ella lo llamó más de diez veces y ninguna de esas veces aquel hombre contestó.

La castaña no se sintió para nada sorprendida con el resultado debido a que así había sido en el pasado, era solo que ella era demasiado persistente como para rendirse en esta relación.

Al final estaba recibiendo los frutos de lo que había cosechado.

Era solo que Emily no podía evitar sentirse reacia a aceptar este resultado. Ella había invertido demasiado en esta relación y al final había fracasado de una manera estrepitosa porque a pesar de sus esfuerzos, aquel joven de aspecto soleado nunca llegó a sentir algo más que disgusto por ella. Es más, cada acción que Emily había hecho en el pasado había sido menospreciada, como si tratar con ella ni siquiera valiera la pena.

Pero, después de todo, ella ni siquiera podía reclamarle algo debido a que ella había sido la que lo había obligado a entrar este círculo de desamor de nunca terminar.

Ella había sido la única culpable por no aceptar un no por respuesta, la que había insistido en casarse con él cuando estaba más que claro que no iba a cosechar más que miseria al final del día.

Después de todo, Iason desde el principio mostró su desacuerdo con este matrimonio.

Él había hablado con ella sobre lo que iba a pasar si ella optaba por elegirlo, pero ella había hecho oídos sordos de sus palabras mientras le confesaba sus sentimientos como si solo porque ella lo amara, él también tenía que hacerlo, al final el matrimonio se llevó a cabo debido a la cooperación entre las dos familias. Sin embargo, Iason fue muy claro con Emily, antes de que se efectuará la ceremonia colocó las cartas sobre la mesa, dejando que Emily eligiera si aceptaba sus condiciones o no.

Y ella aceptó debido a aquellos sentimientos que había sentido hacia Iason desde hace años. Emily había estado enamorada de él durante tantos años que vio en este matrimonio una oportunidad.

Entre las cosas que había dejado claras, Iason, había sido que ellos solo estaban casados de nombre y que cada quien podía hacer lo que le plazca sin interferir en los asuntos del otro.

Al final, ella era la única que pensó que solo quizás con el tiempo podía hacer que este matrimonio que había iniciado como un trato se convierta en realidad. Pero, ya habían pasado tres años y las cosas entre ellos no habían mejorado en lo absoluto, más bien habían empeorado.

Emily tecleó rápidamente por un momento, escribió y borró por varios segundos hasta que al final solamente le envío un mensaje de texto con una sola frase que le tomó más de cinco minutos escribirla debido a lo que esto significaba.

Cuando terminó de escribir, miró aquella palabra por más de varios minutos, como si fuera demasiado difícil para ella incluso verla, pero al final no tuvo más remedio que enviar aquel mensaje y renunciar por completo a los más de quince años de amor que había sentido hacia Iason.

Renunciar por completo a sus sentimientos persistentes y empezar de nuevo, aunque el proceso sea realmente difícil.

El mensaje que le había enviado a Iason decía: «Divorciémonos»

Nota de autora:

Otra historia está a la vista, por esta semana se actualizará un capítulo por día, desde la próxima semana subiré entre dos o tres.

Además decidí cambiar la perspectiva de la narración de primera persona a tercera persona, vamos a ver qué tal me va jaja

Bienvenidos a la historia de Emily, Iason y Luka, recuerden que todo es ficción, tampoco se tomen tan a pecho la historia, al final se resolverá todo, dejen bellos comentarios y síganme me harían feliz.

Gracias por leerme ❤️

¿Qué diablos?

Ese fue el pensamiento que cruzó por la mente de Iason cuando recibió el mensaje de Emily. Frunció el ceño por un momento antes de negar con la cabeza y seguir trabajando. Sin saber que cuando regresará ya no estaría aquella mujer que siempre lo recibía con una sonrisa, lo único que lo esperaba era una casa vacía.

Emily, luego de enviar aquel mensaje, había empacado algo de ropa antes de mirar por última vez aquella habitación que había sido su refugio cada vez que se sentía triste.

Antes de marcharse miró por última vez aquella foto de boda, sin querer se sintió renuente a marcharse, pero no podía dar marchas atrás, no ahora que había conseguido el valor suficiente para alejarse de Iason.

Ella suspiró un par de veces mientras le echaba otro vistazo a la habitación y salía de aquella casa. Con cada paso que daba sentía que le faltaba el aire.

Realmente para ella renunciar a Iason era demasiado doloroso. Si hubiera sabido que al final las cosas resultarían de esta manera, su decisión tal vez hubiera sido diferente.

No…

Quizás al final lo hubiera elegido de todas maneras a él, porque el amor que Emily sentía hacia Iason estaba tatuado en sus huesos, era como si fuera una parte de su cuerpo.

Y ahora que todo había terminado, ella no sabía que hacer, lo único que sabía con certeza es que ya no deseaba ser aquella patética mujer que rogaba por amor, pero que al final siempre era despreciada por las personas que estimaba.

Antes de salir por completo de la villa en la que vivía, Emily giró sobre sus talones mientras le sacaba el dedo de en medio mientras con su otra mano sostenía la maleta y las piezas dispersas de su corazón.

— ¡Jódete, Iason! — proclamó.

Luego se subió al auto rojo que había sido un obsequio de su abuela y empezó a conducir lejos de todo aquello que le había herido su corazón.

Al final, condujo sin rumbo por algún tiempo sin saber a dónde ir, luego de sopesar los pros y los contras terminó por registrarse en un hotel, debido a que si regresaba a la casa de sus padres estos le dirían que regrese con Iason y se tomarían todos sus problemas como una tontería. En cuanto ir a casa de una amiga, eso era imposible.

Por el momento, esa no era una opción para Emily debido a que no quería que le hagan preguntas, ella solamente deseaba lamer sus heridas en silencio hasta ver qué hacía realmente con su vida.

Cuando llegó al hotel, Emily no pudo evitar suspirar mientras se recostaba sobre la cama.

En este momento, ella se preguntaba si había tomado la decisión correcta, sin embargo, incluso si no la era, no iba a dar su brazo a torcer.

Mientras Emily estaba acostada, no pudo evitar recordar cómo toda su historia de desamor comenzó.

Ella había amado a Iason cerca de quince años, lo que la atrajo no fue su apariencia de príncipe encantador, ni su sonrisa radiante, Emily se había enamorado de Iason porque él la salvó, le dio esperanza cuando creía que el mundo era un lugar desolador, le tendió una mano amiga a alguien que en aquel entonces creía que su vida era una oscuridad sin fin.

Iason la había salvado en más de una ocasión, debido a que cuando Emily era pequeña era gordita, ante su abuela parecía una pequeña pelotita tierna a la que le gustaba comer, sin embargo, ante sus pequeños compañeros de clases, ella se había convertido en el blanco de las bromas.

Poco a poco se vio siendo marginada por los demás haciendo que su pequeño corazón se sienta desolado debido a las burlas que se hacían a su costa, sin embargo, con el pasar del tiempo las burlas pasaron a agresión física y aunque ella había tratado de hablar con sus padres al respecto, pero al venir de una familia en decadencia que solo deseaba ascender, sus pequeñas quejas fueron tomadas como simples caprichos.

Y ahí fue que en su momento más vulnerable apareció Iason, él la había salvado de sus acosadores, la había tomado bajo su ala y la había protegido durante todo un año, luego Iason se fue a estudiar al extranjero y perdieron el contacto.

Quizás en este momento ni siquiera se acordaba de aquello.

Al principio Emily solo se sintió agradecida, lo veía como un héroe, sin embargo, con el pasar del tiempo aquellos sentimientos se transformaron en algo mucho más fuerte, para Emily fue casi imposible no sucumbir ante Iason y enamorarse de él.

Tal vez, Emily reafirmo sus sentimientos por Iason cuando él la había salvado de casi ser atropellada, en ese entonces realmente Emily pensó que entre Iason y ella había un destino.

Por eso cuando sus padres que siempre la habían ignorado le habían dicho que debía casarse, al principio se negó, aunque sabía que su rechazo no iba a ser escuchado, después de todo desde que era pequeña le habían explicado que ella era un bien más de la familia Clarke, que en el futuro debía contribuir para su desarrollo, ya sea mediante un matrimonio o logros extraordinarios.

Sin embargo, cuando escuchó como su padre nombraba a la familia Hayes, además de que estaba en su poder elegir a uno de los dos hermanos Hayes para casarse.

Emily no lo pensó mucho, creyó que era el destino, así que entre elegir al chico de tus sueños o a un desconocido, ella claramente eligió al hombre que amaba. Pensó ingenuamente que aunque esté era un matrimonio arreglado, al final poco a poco podían conocerse y empezar a desarrollar sus sentimientos.

Eso era lo que ella había pensado con ilusión, creyendo que sus sueños de amor se podían hacer realidad.

Pero, nunca espero que tres días después de decirle su decisión a su padre, Iason la buscará para pedirle que eligiera a Luka para casarse con ella y no a él.

Ese fue sin duda alguna un duro golpe para Emily.

Cuando Iason le pidió que se reuniera con él, Emily pensó en muchos escenarios, desde los más absurdos hasta los más fantásticos, sin embargo, ninguno de estos se llevó a cabo.

Iason no la citó para hablar sobre su futuro matrimonio, ni siquiera para tratar de conocerla, él la citó para decirle que reconsidere su decisión.

En ese entonces Emily acudió con nerviosismo a aquella cita, toda la ilusión que había tenido había sido destruida después de escuchar aquellas palabras, ella nunca esperó que aquel chico soleado le dijera aquello.

— ¿Acaso tienes a alguien que te gusta? — le había preguntado Emily con algo de nerviosismo.

En ese entonces, si Iason le hubiera dicho que tenía una persona especial en su corazón, ella lo hubiera dejado ir debido a que ella no quería ser la villana de la historia. Emily hubiese optado por guardar sus profundos sentimientos en algún lugar oculto de su corazón y renunciar a su amor.

Pero…

Iason fue sincero, esa era una de la característica que más le gustaba a Emily de él.

— No, no hay nadie que me guste — le respondió con seriedad — Sin embargo, no quiero atarme a alguien en este momento, así que espero que la señorita Clarke escuché mis palabras y decida casarse con Luka, mi hermano, él es un mejor candidato para usted, además de que tienen una edad más acordé.

Emily escuchó toda su explicación con seriedad, sin embargo, cuando escucho que Iason le decía que ella hacía una buena pareja con su hermano, ella no pudo soportarlo más.

Aunque sabía que estaba siendo egoísta, pero de nuevo, ella no podía detenerse. Ella no quería casarse con nadie más que Iason, mucho menos con aquel sujeto que era conocido por ser alguien frío y malévolo.

Después de todo, había demasiados rumores en torno a Luka Hayes, ninguno de ellos era remotamente bueno.

Lo tachaban de alguien infame y despiadado que no le importaba nada con tal de conseguir sus objetivos.

Su fama era tan mala que Emily sintió escalofríos solo de recordar el rostro frío de aquel chico.

Aunque ella solo lo había conocido un par de veces en el pasado, fueron suficientes para dejar una sombra psicóloga en su corazón.

El solo recordar cómo lo había visto golpear a un grupo de personas hasta el cansancio, ya sean estos hombres o mujeres, solo porque por accidente lo habían hecho caer en el fango.

¡Iugh!

Emily pensó que más bien la palabra irrazonable le quedaba como anillo al dedo.

— No puedo aceptar tu solicitud — mencionó Emily — Yo…

Ella dudó por un momento antes de hablar, después de todo, Emily estaba a punto de revelarle su corazón.

Retorció por un momento las manos sobre su regazo, luego levantó la mirada y contempló con nerviosismo el azul tan profundo de los ojos de Iason antes de continuar.

— Tú me gustas, me gustas mucho. Así que no puedo renunciar a este matrimonio, tal vez con el tiempo podamos desarrollar sentimientos. Quizás al convivir...

Emily tuvo que guardar silencio debido a la carcajada carente de cualquier gracia que salió de los labios de Iason.

— Así que no estás dispuesta a dejarme ir, je, realmente tú y mi hermano son una pareja hecha en el cielo — murmuró con burla — Está bien, ya que quieres casarte conmigo, te voy a dejar claro un par de cosas, si al final me eliges a mí, te advierto que nuestro matrimonio solo será de nombre, después de todo, este es un matrimonio arreglado que viene de la cooperación de nuestras familias, así que no puedes interferir en mis asuntos o siquiera cuestionar mis acciones.

Emily se sintió confundida ante su cambio de expresión y las palabras que le decía. De un momento a otro su héroe se transformó en un villano

— Yo…

Iason ni siquiera la dejó hablar antes de levantarse de la mesa y arrojar un fajo de billetes, la expresión en su rostro era oscura, como si todo el asunto en sí solo fuera una perdida de tiempo.

— Disfruta de tu cena — comentó con una sonrisa que no le llegaba a los ojos.

Emily solo en ese entonces supo que quizás el Iason amable que había conocido en el pasado, aquel chico de corazón noble, era diferente de este Iason que ahora estaba conociendo.

Al final no pudo comer ningún alimento debido a todo el shock que había sufrido, solamente optó por levantarse mientras en su mente se formaba una maraña de emociones.

Emily no podía renunciar a Iason, le era algo imposible hacerlo, después de todo, estaba destinada a casarse con alguno de los hermanos Hayes. Así que entre Iason o Luka, entre el chico soleado o el chico frío, eligió al primero, es solo que no sabía que las apariencias engañaban y que Iason detrás de su sonrisa que parecía derretir el corazón de las personas podía ser alguien demasiado frío.

Aunque, Emily sabía que había entrado en un camino sin retorno, ella era optimista, debía serlo, trató de animarse a sí misma mediante palabras de consuelo, después de todo, ella pensó que tal vez si Iason viera su sinceridad, conociera que sus sentimientos por él eran sinceros que no venían solo de un gusto superficial, él se podría conmover y darle una oportunidad a este matrimonio.

Lo que no esperaba era que desde el inicio de su matrimonio su esposo le diera un hombro frío.

Él ni siquiera le dio la oportunidad para hacer algo más que el ridículo desde el inicio.

Si Emily recordara todos los desplantes que había vivido desde que se había casado, no le alcanzarían los dedos de la mano o de los pies para contarlos.

El recuerdo que más perdura en su memoria era el de su noche de bodas, el solo recordar aquel suceso hacía que Emily quisiera vomitar, después de todo, aquel recuerdo no era para nada agradable, era algo que deseaba olvidar debido a la vergüenza que sentía.

Después de todo, no era un recuerdo digno de una novia sobre su noche de bodas.