Corre lo más lejos que puedas, pase lo que pase no mire atrás…. – me gritan -

- No, no quiero irme sin ti…. – sollozo -

- Te prometo que te buscare hasta el fin del mundo, te amo….

Booommmmm

Despierto de mi sueño que se ha convertido en mi pesadilla, bañada en sudor me levanto y me meto en la ducha, el agua caliente relaja todas mis tensiones, me preparo para irme al trabajo, si falto me despiden y eso es lo menos que en estos momentos quiero, debo demasiado, hace un año que mi padre falleció y me ha dejado una enorme deuda, sino cumplo con el pago me despojaran de mi casa y, si la pierdo me quedaría en la calle, además estoy ahorrando para contratar a un detective, por eso no me permito pensar en mis pesadillas.

Al principio me resultó muy difícil encontrar un trabajo dado a mi experiencia, ya que no recuerdo que solía hacer o quien era antes, no sé si tengo familia o quizá un hogar, mi padre solo me ha dicho que tuve un accidente y que pronto recuperare mi memoria y de eso ya han pasado tres años y hasta ahora no recuerdo nada de mi vida, pero eso ya no me preocupa por ahora, ya tendré tiempo de ir recordando poco a poco.

Llego al HOTEL IZZET**L** claro un hotel de cinco estrellas, donde soy camarera y donde soy llamada la atención por tercera vez y temo que sea la última.

- Señorita Julia, ¿está consciente de que en una semana llega tarde tres veces consecutivas? – me regaña el gerente-

- ¡Lo siento mucho señor, no volverá a suceder! - se lo digo mientras agacho mi cabeza -

- Espero que no vuelva a suceder, eres una de nuestras mejores camareras de este hotel, no quisiera tener que despedirte, pero si recibirás tu castigo. – me dice en un tono muy serio -

- ¡Le prometo señor que no volverá a suceder! aceptare cualquier castigo. – le digo -

- Como bien sabes, el restaurant del hotel está a escasos de meseros, por lo que a partir hoy pasaras a ser una mesera – ¡oh no! –

- Pero señor…. – y no me dejo terminar de hablar –

- Pero nada, ve y ponte a trabajar o serás despedida. – me hablo en un tono muy duro -

Ser mesera implicaba muchas cosas, aparte de ser un corre caminos, solo hombres eran meseros, por lo que tendría puesta la mirada de todos. ¿Qué hace una mujer en medio de todos estos hombres? se preguntaba mientras llegaba hasta el restaurant, ¡de seguro recibiría el peor trato! Se dijo así misma.Por mucho que Julia se renegara, su destino estaba escrito, pronto su vida estaba a punto de cambiar.

No muy lejos en una cabina privada tres hombres de negocios discutían su siguiente proyecto, uno de ellos Andrew Arslan el CEO de las fábricas chocolateras más grande del país de Archenland y el más conocido de aquella ciudad por ser un hombre cruel y sin piedad, sobre todo cuando de hacer negocios se tratase, muchos podrían decir que era el más temido ya que no perdonaba una falta y peor un engaño.

Nadie sabía la historia de tras de ese corazón de piedra, muchas eran las historias que se contaban, más malas que buenas, pero una sola mujer haría que todo su mundo de superioridad se ponga de cabeza.

Arnold Maggier mejor amigo de Andrew quien sabia cual eran sus debilidades, así como de sus gustos por el buen whisky, por lo que sin pensarlo dos veces planeaba llevarlo hasta el mejor club de la ciudad.

- Después de obtener el trato deberíamos relajarnos ¿no lo crees? - le dice mientras su cliente hace una llamada-

- ¡No! Esta noche no puedo, mi abuelo me ha pedido que hoy visite la colina – lo dice muy pensativo-

- De seguro tu abuelo está tramando algo y déjame decirte que no a de ser nada bueno. – inquiere mientras se pone de pie-

- No lo sé, pero debo ir. – se pone de pie-

- Pues no lo hagas que…….

- Esta vez no pienso desobedecerlo, aunque……. debo irme, luego te busco. – dice mientras recoge su abrigo-

- ¿¿Y el cliente?? – pregunta su amigo-

- Encárgate de él… - dice mientras abre la puerta-

- ¡Oh lo siento señor! aquí esta su pedido…. – habla Julia mientras intenta empujar el carrito de comida-

- Bri…. – estupefacto-

- Que suce…. ¿Briana? – impactado-

- Creo que me confunden señores, mi nombre es Julia. -Les dice mientras forza una sonrisa-

- No, tú eres Briana de eso estoy seguro. - dice Arnold saliendo de su impacto-

Sin duda la cara de confundida era notable ya que no entendía lo que estaba pasando, y el por qué esos hombres la llamaron por otro nombre.

¿¿Quizá ellos la conocían??

- Lo siento señores, pero como les había dicho me nombre es Julia, sino desean nada más me retiro, permiso. -intenta salir de la incomodidad-

- ¿Te estas burlando de mí? – inquiere algo molesto ya que no sabe el motivo del poque no lo reconoce-

- No sé de qué está hablando señor, yo no los conozco y no tengo porque burlarme de los clientes. – se defiende-

- ¿Acaso me estas tomando el pelo? ¿Cómo puedes decir que no me conoces? ¡Briana mírame bien y vuelve a decirme que no sabes quién soy! – ya algo impaciente por la actitud de aquella dama-

- Lo siento señor, pero le vuelvo a repetir ¡no sé quién es usted! – ya algo molesta-

Palabras que sin duda llegaron al corazón del CEO, empuñando sus manos muy fuertes trata de contener el dolor que está sintiendo.

Su amada esposa a quien creía muerta estaba justo a su frente y no lo reconocía.

Tomando a Julia y cargándola la saca del restaurant dejando a su amigo atrás.

- ¡Suélteme! – gritaba- estos es un secuestro ¡ayuda!

- Puedes gritar nadie te va escuchar.

Intentando soltarse de aquel hombre patalea, pero todo esfuerzo es en vano.

A la vista de todos la saca del restaurant del hotel, sin importarle los murmullos de las personas.

Mientras su amigo corre detrás de ellos, es abordado por el gerente del hotel quien había visto lo sucedido y sin entender trata de abogar por su empleada.

- Señor Maggier – dice el Gerente del hotel- quiero disculparme si mi empleada actuó mal, déjeme encargarme de ella personalmente, será despedida de inmediato……. – tratando de contener el enojo, pero es interrumpido-

- En este asunto es mejor que nadie se meta, ve y discúlpanos con nuestro cliente. – sale corriendo sin más-

- Pero señor……… -se queda solo en el living por lo que sin más remedio va y se disculpa con el cliente-

Mientras tanto Andrew mete al coche a Julia y ordena a su chofer ir a casa, sin importar los gritos de ella.

Una vez en su casa la baja de la misma manera en que la subió *a la mala*

- Ponte cómoda y deja de gritar que solo estamos tú y yo. – le dice mientras la coloca en el sofá-

- Déjeme ir por favor – solloza-

- Hey nena no hagas eso por favor, escúchame…… - es interrumpido-

- No me llame así, no lo conozco y tampoco se el porque me ha secuestrado. -vuelve a sollozar-

- Solo dame cinco minutos por favor y si después de que me escuches decides que, aún no te acuerdas de mi…… Estoy dispuesto a dejarte ir y no volver a buscarte nunca más - le dice con la voz algo quebrantada por el dolor en su corazón-

Julia en total silencio y con lágrimas al borde deja de intentar escapar y solo se sienta a escucharlo.

- Antes de que me escuches quiero que veas algo. – se va dejándola sola en medio de la enorme sala-

Poniéndose de pie y observando por todos lados, lo único que puede ver es una casa grande fría y vacía.

- Esta casa no es nada en comparación con nuestra casa – dice aquel hombre mientras baja las escaleras-

- Le repito que no sé quién es usted. –vuelve a decirle una vez más.

- Ven, toma asiento – le extiende la mano.

Pero es ignorado.

- ¿Qué es lo que quiere que vea?

- Esta foto fue tomada el día de nuestro matrimonio – le extiende un marco donde esta ella y aquel hombre-

- ¡Imposible! – confundida- jamás estuve casada……. o sí? – cierra los ojos e intenta retroceder su vida, pero le es imposible. Esto no es verdad, solo soy una mujer ordinaria – se pone de pie. Usted me está engañando.

- Jamás te engañaría con algo como esto, eres mi esposa, mi amada esposa. -intenta tocar sus manos, pero ella se aleja.

- Si eres mi esposo, ¡dime! ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿Por qué no te recuerdo? ¿Por qué en mis recuerdos no estás tu y esta vida anterior? – le pregunta sin titubear y con lágrimas en los ojos.

- Todo es mi culpa, no pude protegerte como te lo prometí. – se arrodilla- perdóname por favor.

Julia sin saber si creer o no a las palabras de ese hombre, dudosa intenta seguir con el drama ya que si quería saber sobre su propia identidad debía seguir con el juego.

Pero la verdad es que en realidad se trataba de su esposo.

- ¿Piensa que por enseñarme esta foto voy a confiar en sus palabras? -vuelve a preguntar-

- En tu pierna derecha muy arriba tienes una marca de nacimiento, la heredaste de tu padre, siempre te sentías incomoda de tenerla allí, pero para a mí es algo hermoso. – se pone de pie y observa cómo se sonroja. Me encanta cuando te sonrojas – le dice acercándose. bajo tu pecho derecho tienes un lunar……. Puedo seguir describiéndote si quieres, sobre todo………

- Como…. Como sabes que tengo…. – interrumpe muy sorprendida, ya que nadie a parte de ella sabe de sus marcas ya que nunca se expuso con ropa inadecuada, ni mucho menos se desnudó para nadie.

- Eres mi esposa y eso nadie lo va a cambiar – vuelve y le repite.

- Si soy tu esposa ¿porque terminamos así? – dudosa de sus palabras.

- En aquel entonces vivíamos en el condado de la ciudad, pero una noche hace tres años mientras nos dirigíamos a casa, nuestro auto fue abordado por dos camionetas las cuales nos llevaron fuera de la ciudad donde perdí pista y chocamos contra un árbol, justo después de salir del auto te pedí que corras lo más lejos que puedas, pero eras reacia a irte, solo pude empujarte lo más lejos que podía, pero……. -sus ojos se llenan de lágrimas- el coche exploto y…………. – sus lágrimas caen.

- ¿Y qué paso? – pregunta sintiendo el dolor en su corazón-

- Cuando desperté ya estaba en el hospital, me dijerin que habías muerto – se pone las manos en la cara y se reserva lo demás. Me volví loco, no acepte tu muerte así que te busque todos estos años, nunca faltaría a la promesa que te hice antes de….

- (Te prometo que te buscare hasta el fin del mundo, te amo) -le dice Julia-

- -Regresa a verla- sabía que no me habías olvidado mi amor – intenta abrazarla-

- Esas palabras me han atormentado todos estos años, siempre pensé que era una pesadilla, pero mi pesadilla fue real. – se ríe de su cruel vida- mi padre me dijo que había sufrido un accidente y que había perdido la memoria, que mis recuerdos volverían muy pronto, pero tres años y lo único que he obtenido es esa pesadilla que……. – suspira- lo siento, no puedo aceptar esta realidad, siento que todo es otra pesadilla, por favor lléveme de vuelta – lo mira fijamente.

- No, al fin te encontré y no pienso separarme de ti nunca más, eres mi esposa y tu deber es volver a tu hogar, a nuestro hogar – intentando ser firme.

- No estoy preparada para asumir la realidad de que hace una hora no sabía quién era y al minuto siguiente ¡tengo un esposo y soy otra persona! Incluso tengo otra identidad, por favor se lo ruego déjeme ir – le suplica.

- Lo siento, pero no se va a poder, eres mi esposa y no te pienso dejar ir – la carga y la sube hasta la habitación donde la encierra.

Los gritos desesperantes se escuchan por toda la casa y aunque le duela escucharla gritar, no esta dispuesto a dejarla ir.

Su teléfono móvil no había parado de sonar, con solo ver de quién se trataba, una sombría y oscura mirada atravesó sus ojos, pues bien sabía que esa mujer a pesar de mostrarse preocupada, no era más que un instrumento para llegar hasta él.

El odio que cernía en su pecho era muy fuerte, si no les hubiese hecho creer que había perdido la memoria de los últimos años, quizá ahora no hubiese estado vivo para volver a ver a su esposa.

Ding dong.

Pedido en sus pensamientos, no escuchaba el timbre de su casa, hasta que el timbre del teléfono lo volvió a la realidad.

- ¿Qué sucede? - le dice a su amigo y le abre la puerta.

Con cara de interrogación ve a su amigo y le bombardear de preguntas.

- ¿De verdad es Bianca? - aún sorprendido.

- Si, al parecer perdió la memoria, ahora no recuerda nada - su cara es de tristeza.

- ¿Qué piensas hacer? - se sienta en el sofá.

- No lo sé, por ahora debo mantenerla aquí y no dejar que nadie la vea - Intenta pensar en un plan. Quiero que averigües, exactamente donde estuvo todo este tiempo y porque estaba trabajando en el hotel - le ordena.

- No te preocupes, me pondré a trabajar, pero tu.. ¿estarás bien? - le toca el hombro. ¿Que pasara con Lorena, sabes que ella esta obsesionada contigo y además están comprometidos? - le hace la gran pregunta.

- No sé - pone sus manos en la cara llena de frustración. Por ahora ayúdame con eso y después ya vere que hacer, pero te pido que nadie se entere, ni su padre.

- Listo, me marcho - se levanta para irse.

- por cierto, borra todas las imágenes de ese momento, no dejes registro alguno, no quiero exponerla, sobre todo ante el gerente. - Con esa orden se va.

Debia mantener la identidad de su esposa en secreto, por lo menos hasta encontrar las pruebas suficientes de los que le hicieron daño.

Al ya no escuchar los gritos de su esposa, se puso nervioso temiendo volver a perderla, pero al verla dormida en una esquina de la habitación, su miedo desminuyo.

Colocándola en la cama, la admiraba acariciando sus cabellos, pues era aún mas hermosa de lo que había recordado, ante ella no pude evitar darle un beso en la frente.

- Nunca jamás te dejaré sola, vayas donde vayas siempre seré tu sombra - la abraza.

"Su aroma es delicado, es tan cálido, no quisiera que se aparte, pero ¿por que me siento segura en sus brazos? debería salir huyendo, pero me siento triste al pensar en irme, apenas y lo conozco y ya siento compasión de él, quizá sea por que se ve lamentable y piensa que soy su esposa y, si realmente lo soy ¿que hago? no lo recuerdo, por más que lo intento, no puedo recordarlo" - piensa y siente como le acaricia la cabeza.

- ¿Puedes contarme nuestra historia? - Abriendo los ojos. Bueno, si es que la hay - Se safa de sus brazos.

- Por su puesto, aunque no se por donde empezar, pues nuestro primer comienzo no es nada agradable - la observa.

- Puedo soportarlo, pues no lo recuerdo - se acomoda a escucharlo, pues esperaba recordar algo si escuchaba del cómo se conocieron.

Ciertamente la química surgió de inmediato, apesar de estar ahí en contra su voluntad, sentía esa confianza que la hacía sentir que estaba segura y no le mentía, sobre todo era la curiosidad de saber exactamente qué pasó.

4 años antes del reencuentro (El principio de la historia)

- Señora encontramos a la mujer - dice el hombre de barba blanca.

- Perfecto, traiganla aquí e informale a mi nieto - ordena al hombre.

"Por fin te encontré, ahora no habrá nada ni nadie que impida hacer contigo lo que quiera" - son los pensamientos de la mujer de cabellos blancos, con ojos agudos y fríos.

Dos horas más tarde

- Por favor ayúdeme se lo ruego, no permita que le hagan daño - suplica la dama desesperada al hombre sin expresión alguna.

Con una sola mirada hace que la aparte de su lado, se alinea su traje e ingresa a la mansión Arslan.

Ciertamente es un hombre que no permite que nadie lo toque, pero solo el simple tacto de esa mujer lo había echo sentir incomodo.

Los gritos suplicantes de una mujer de edad pronto llegaron a sus oídos, observando la situación, hace eco a su abuela.

¡Detente abuela! - le impide que le siga pisando la mano.

- Hijo, así se les enseña a las bivoras como esta a no robar - regresa a mirarla.

- No le robe nada señora, se lo juro - llora desesperada.

- Claro que lo hiciste - le da una bofetada. Todos estos años te he buscado sin parar, me jure que no moriría hasta verte revolcándote a mis pies, solo haciendote pagar por tu traición puedo morir en paz.

- No fui yo, no fui yo - repite una y otra vez.

El hombre sin expresión solo observa como su abuela de ser una dulce mujer, se a convertido en alguien cruel.

- abuela es..... - es interrumpido.

- Por favor señora se lo suplico no le haga daño a mi abuela, nosotros no le debemos nada señora - su nieta llega corriendo y se arrodilla ante la señora.

- Abuela ¿Quienes son estas mujeres y que es lo que te han robado? - pregunta.

- esta mujer - le toca el mentón con el bastón. Es quien robo el tesoro de esta familia y la razón del porque tu madre murió. - abriendo los ojos con odio.

Con odio en su mirada las ve fijamente, sin emoción alguna desvía su mirada hacia la joven que abraza a la mujer de edad.

- ¡Jared! - Grita a su hombre de confianza. Llevate a esta mujer al establo y envía a su abuela a su casa - ordena fríamente.

- ¿Pero qué piensas hacer hijo? esta mujer es la causante de la muerte de mi nuera y aún así la vas a dejar ir así sin pagar el precio por su pecado? - exasperada por la rabia.

- A partir de hoy, yo tomaré la decisión sobre esta mujer - la mira fijamente a su abuela. Matilde - grita a la empleada. lleva a mi abuela a su habitación - con eso sale de la mansión.

La rabia desorbitaba en su pecho, su respiración agitada subía y bajaba, nadie más que el sabía el dolor que era perder a su ser más querido, pero ese dolor no lo iba a convertir en un asesino, si tenía que hacerle pagar a las personas que causaron la muerte de su madre, no sería una anciana, sino su nieta, ella pagaría el precio de su abuela.

Las llantas rechinantes del coche se detienen fuera del establo.

Con un aura helada baja y se dirige hacia la mujer que estaba tirada en el granero.

- ¿Dónde está mi abuela? llévame con ella por favor - llora suplicando.

Solo la observa sin expresión alguna.