~¿Quieres hacer un grupo conmigo?~
En el salón todas las chicas hablan del chico guapo que se integro a la escuela y sienten curiosidad de quién será ese muchacho de ojos azules, pelo castaño y con un rostro muy perfecto.
Las chicas dejan notar su emoción por saber quién es ese chico y en qué curso podría estar. Al escuchar a las chicas que hablan de el, los muchachos que están a sus lados escuchando se ponen muy molestos.
—¿que tienes ese chico nuevo? -dijo el chico de pelo negro a sus amigos.
—No le hagas caso amigo, ya verás que todos lo olvidarán después de unos meses -dice su amigo que está a su lado.
—y si no es así, pues despídete de Audrey, los esfuerzos que hiciste fueron en vano -dijo su otro amigo y los dos lo miran serio- no me miren así, es la verdad.
—Y tú ¿cómo sabes eso?
-estoy obligado a ver lo que ve mi hermana y mi madre y resultan interesantes al final.
—mejor cállate, no sirves para esto.
En eso comienzan las clases y entra el chico nuevo del que todos hablaban, las chicas se emocionaron al verlo y se susurraban entre si pregunta dose en dónde se iba a sentar.
—Escuchen aluminos -dijo el profesor llamando la atención de todos- este es el nuevo alumno, sean sus amigos y blah blah, preséntate
El chico asiente y dice —Soy Alejandro, mucho gusto en conocerlos...
—bien Alejandro, se nota que tienes ganas de hacer amigos -todos se ríen- entonces te sentirás con... Sander.
Sander levanta la mano.
Las mujeres hicieron un quejido de molestia y miraban al chico de la cuarta fila de la primera columna. En cambio los hombres solo se rieron ante eso, por qué saben que las chicas están lejos de aquel alumno guapo.
—Si, te sentirás ahí detrás de Sander a partir ahora, si no te gusta podrías decirme y te cambio a otro lugar.
Las chicas nuevamente se emocionaron ya que tendrían otra oportunidad de estar Alejandro.
Alejandro se va a sentar detrás de Sander sin decir ninguna palabra y así comienza la clase del profesor. Después de unas cuantas horas de clase comienza el descanso de los alumnos.
Las chicas se acercan a Alejandro para platicar sobre el y sobre todo presentarse, le preguntaban muchas cosas y el no podía responder a ninguna de ellas, igualmente no iba a responderles solo les iba a decir "No les importa".
después de que quedarán en silencio para escuchar las respuestas de aquel estudiante nuevo, el las miro y le dijo "No estoy aquí para hacer amigos de ustedes, no cuenten con eso, así que larguensen y déjenme en paz"
Eso dejo atónitos a todos, no pensaron que el chico nuevo respondería así en el primer día, las chicas se sintieron mal al escuchar eso de él y se alejaron muy tristes. Alejandro dió un suspiro cansado y estiró sus brazos.
Por esto Alejandro no quería estar en clases presenciales y que es mejor estar en casa durmiendo.
Desde que empezó la pandemia nadie podía salir de sus casas ni para comprar comida, solo dejaban que los fines de semana compraran lo que necesitaban y toda la semana estuvieran encerrados. Las clases de los chicos fueron de manera virtual lo que no ayudo para nada en sus estudios, ya que no aprendían nada, pero los chicos felices de estar en casa y no en presencial.
Después de 2 años pudieron salir de sus casas para recibir clases correctamente.
En eso su estómago gruño, ya que tenía mucha hambre, no tenía nada para comer ni menos dinero para comprar comida.
Su compañero de adelante escucha el gruñido de su estómago y gira todo su cuerpo para verlo y darle sus galletas que tenía en la mano.
—No Gracias -dijo Alejandro negando las galletas, pero su estómago lo traicionó.
Su compañero acerca sus galletas a Alejandro y este da un suspiro y toma las galletas.
—¿Todo? -pregunto y su compañero asiente y vuelve a sentarse correctamente.
lo mira confundido mientras piensa que tal vez es mudo o no le habla a la gente.
— Eres Sander ¿Verdad?
—... -Asiente con la cabeza.
—Si hablas ¿Verdad?
Sander asiente una vez más.
—¿Por qué no hablas? Deberías de contestar, es de mala educación no contestar.
—...
—Entiendo que te gusta estar en silencio, está bien, respeto eso.
Alejandro se come las galletas que su compañero Sander les dió mientras mira en silencio la espalda de su compañero pensando si de verdad es mudo o solo no quiere hablar con el.
Después de unos minutos el recreo termina y comienzan las clases de los profesores y en la última hora su profesor le dice a los estudiantes que tienen que hacer un grupo máximo de 5 personas, para hacer un proyecto que les dejo y así concluye la clase.
—Amiga harás equipo conmigo ¿verdad?
—Claro que si, vamos a preguntarles a las chicas si quieren estar en nuestro grupo -van con sus amigas emocionadas.
Alejandro suspira frustrado, por qué tiene que pasar esto justo en el primer día, después de que le dijera esas palabras que hirieron a las chicas. Alejandro no sabía con quién hacer un grupo, si iba con las chicas tal vez lo rechazarían, si iba con los chicos tal vez sería humillado cómo en su otro colegio.
Mira a Sander y tal vez haga equipo con el, no debe de ser difícil estar con el. Así que toca el hombro de su compañero y este voltea.
—¿Quieres hacer un grupo conmigo? -Dijo Alejandro dandole un mirada de "por favor".
—... -Asiente con la cabeza una vez.
—¿Enserio? Gracias me salvaste. -dijo dandole una sonrisa.
Sander vuelve a sentarse correctamente. Y piensa que eso no se lo esperaba, con la primera impresión de como vio y como escucho como trato a las chicas, pensó que era un chico malo y tenía un mal carácter, pero al final no fue así.
Al contrario, solo es un chico normal y tratando de ser el chico malo de la escuela, cómo en esas novelas que su hermana Lee o como los dramas que su madre mira en televisión.
Sander tapa su boca con su dedo índice y sonríe ya que eso le pareció muy gracioso, está es la primera vez que ve a alguien actuar así. Tal vez podrían ser buenos amigos, claro si el chico nuevo aceptar ser su amigo y descubrir como es su verdadera personalidad.
—¿No vas a ir a tu casa? -pregunto Alejandro sacándolo del trance que tenía Sander.
Sander miro a su alrededor sorprendido y todos ya se habían ido. ¿Que tanto estaba pensando? ¿una hora o que?.
Miro a Alejandro quien lo miraba guardando sus libros.
—Hablemos sobre el proyecto en una cafetería ¿Te gustaría? -dijo Alejandro.
Sander asintió y salieron del salón de clases.
~Quiero ser su amigo~
Alejandro lo lleva a la cafetería que había visto cuando iba a la escuela y con solo pasar al lado de esa cafetería un esplendoroso aroma salió por las ventanas de esa cafetería, olía muy bien, pero no tenía tiempo para conocer ese aroma.
—Aqui esta, este es el que estaba buscando -dijo Alejandro entrando a la cafetería.
Los dos toman asiento en una mesa viendo el menú que estaba sobre la mesa. Alejandro pidió unos cuantos postres y un café recargado, mientras que Sander solo señaló que quería un café también.
—¿Seguro que no quieres pedir más? -pregunto Alejandro recibiendo un no como respuesta casi inmediata.
—...
—...¿Por qué no hablas? ¿Que te ocurre?
—...
El silencio de Sander lo incómodo mucho, no sabía si eso era bueno o malo, pero no quería que se quedara callado todo el día. Al menos que hable sobre el proyecto que van a hacer.
Luego de unos minutos, lo que pidieron ya estaba listo y puesto sobre la mesa, tomaron sus cafés en silencio hasta terminarlos.
—Creo que ya se cual es tu problema -dijo Alejandro dejando el café en la mesa- tienes miedo de lo que te diga ¿Verdad?
Sander lo mira sorprendido de lo que dijo y miro hacia su café para evitar el contacto visual con Alejandro.
—No te diré nada sobre tu apariencia Sander, puede que la primera impresión sobre mi no te haya gustado, pero tenía que hacerlo, y ahora como ves no soy ese tipo de persona, arruine eso del chico malo solo con hablar contigo.
Sander mira confundido a Alejandro.
—Para ti no te parezco el chico malo ¿Verdad?
Sander niega con la cabeza.
-Entonces eso no funcionará contigo, y si alguien pregunta solo di que fui muy malo contigo.
Sander lo mira confundido de nuevo, y piensa que no quiere que los demás lo vean así y solo quiere que lo vean como el chico malo ¿Verdad?
—Se que quieres preguntarme por qué, pero te lo diré solo cuando tenga confianza en ti, mientras tanto no.
Sander asiente nervioso. y piensa que no es tan mal tipo, y que tal vez podría confiar en él, podría confiar en una persona por última vez.
A Sander siempre le molestaban por su apariencia, pues el es un poco gordo, y por eso lo molestan, las chicas más que todo lo hacen sentir mal con su apariencia, los chicos le hacen bromas muy pesadas y le dicen "Puerco" cómo broma, pero eso no es así.
Antes de la pandemia el sufrió de bullying con ellos y con otros que afortunadamente no están en la escuela y se cambiaron. Al que considero como un amigo también lo traicionó y lo humilló de la forma más cruel posible y así no volvió a confiar en las personas.
—...
—Bien, hacemos el proyecto, solo tenemos una semana para terminarlo, podríamos venir aquí todos los días y terminarlo ¿Que te parece?
Sander asiente una vez más.
—De acuerdo, solo hay que avisarle al señor de la tienda para que nos reserve este puesto.
En eso pasa una señora que llevaba vasos vacíos en las manos y se da cuenta del joven que está llamando con la mano y ella enseguida va hacia ellos.
—¿En qué les puedo servir? -dijo con una voz muy seria y con el ceño fruncido en su rostro.
—Bueno, queremos reservar este lugar por algunos días.
—¿Para que? -dijo de forma sería.
—Para hacer un proyecto que nos dejó el profesor -dijo Alejandro nervioso.
—¿Seguro? o solo quieres comer gratis aquí y que el pobre muchacho haga el trabajo solo. -contesto la mujer enojada.
Alejandro está confundido y nervioso a la vez, no sabía lo que estaba pasando ¿por qué la señora dice eso?
Alejandro tenía miedo de seguir hablando por qué podría llevarse un insulto sin ninguna razón.
—Mamá -Dijo Sander con una voz timida- solo vamos a hacer el proyecto juntos, no está tratando de hacer eso.
—¿y tú cómo sabes? -contesto su mamá enojada.
—Solo lo sé mamá -dijo tímido mirando su café.
Su mamá enojada se va a lavar los vasos que tenía en la mano y después de hacerlo les daría una respuesta.
mientras tanto Alejandro miro algo sorprendió a Sander quien solo evitaba el contacto visual.
—Entonces esa es tu madre -Sander asiente- Y hablas, eso es lo que más me sorprendió.
—... lo siento, solo quería estar seguro nada mas. -respondio Sander.
—Esta bien, no importa eso, pero me hubieras dicho que era tu madre quien trabajaba aquí.
—Ella es la propietaria de este lugar, ella los hace.
—¿Enserio? eso es increíble y ya veo por qué estás así jajaja.
Aunque fue un comentario bromista, Sander no lo tomo así y se puso triste ante eso, y Alejandro noto eso y se disculpo de inmediato.
—Lo siento, no pensé que te pondrías así.
—...
La incómodidad de los dos se le notaba a leguas.
En eso la madre de Sander sale de la cocina limpiándose las manos con una toalla blanca y toma una silla sentándose junto a su hijo y mirando a Alejandro de forma sería.
—¿Cómo te llamas? ¿Que pretendes hacerle a mi hijo? -empezo su interrogación.
—¡Mamá! -dijo Sander mirando a su madre diciéndole con sus ojos que no lo haga.
—bueno... yo soy nuevo, soy Alejandro y solo quiero ser su amigo, ya le caí mal a toda la clase y el fue al único que no le caí mal.
—¿Enserio?
-Si, solo quiero ser amigo de su hijo, es muy agradable.
—Agradable ¿cómo?
-Mamá...
—En lo callado que está, no es como los demás que hablan demasiado y eso, solo es callado y ya.
La forma que respondió Alejandro no tiene nada de sentido, pero solo eso necesitaba su madre para dejar que su hijo esté con su amigo y dejarlos hacer el proyecto y mirar de cerca a ese amigo.
—Esta bien, les dejo que hagan el proyecto, pero solo aquí no se van a ir a otro lado -Sin más que decir se fue a hacer su trabajo.
Sander sorprendido de lo que pasó, no podía creer que su madre le haya dado permiso.
—...Tu mamá es muy... agradable, eso lo admito.
Sander sabía que es mentira y que Alejandro solo decía eso porque esta muy nervioso por lo que dijo su madre, se le nota los nervios y el miedo a leguas.
—Lo siento, mamá es así con cualquier persona... por favor disculpala.
—Esta bien, no hay problema, mi hermana es peor que tú mamá.
Después de que terminaron de hablar sobre el proyecto que van a hacer estos días. Sander se siente aliviado de que no hará esta tarea solo, estar con Alejandro lo hace estar un poco bien, pero no quiere ser muy confiado con el, ya que podría traicionar lo en cualquier momento.
Los dos toman caminos separados para ir a sus respectivas casas.
Sander piensa que este año podría ser una nueva vida , Alejandro podría ser su amuleto de la suerte, en las clases los chicos no lo molestaron como siempre lo hacían.
~Somos Amigos~
Al día siguiente en la escuela los dos se encuentran en la puerta del salón.
—Hola -dijo fríamente Alejandro.
Sander no lo malinterpreto, solo pensó que está haciendo su papel del chico malo, para que así las chicas no se le acerquen o que los chicos no lo molesten. Pero al entrar al curso las chicas rodearon a Alejandro, al parecer no recuerdan lo que pasó el día de ayer.
Los chicos se enojan de nuevo por eso, no pueden creer que el nuevo alumno le quite a las chicas así.
Sander va a su asiento en silencio para que nadie note su ausencia, pero eso no fue posible ya que los chicos lo vieron y para sacar su frustración van a molestar a Sander.
El chico llamado Simón de cabello oscuro se sienta en el escritorio de Sander y le dice
—Oye puerco, tu compañero de atrás es muy molesto ¿No crees? Haz algo para que se vaya de aquí, ese es tu trabajo.
Sander se limita a responderle, quería decirle que no puede hacer eso, pero su boca tiembla por miedo a que le pueden decir o hacerle daño después.
—¿No vas a responder? -dijo Simón molesto.
—Creo que está haciendo su papel muy en serio, los puercos no hablan -dijo el chico que estaba al lado de Simón burlándose de Sander.
El rostro de Sander se torna un poco rojo por la vergüenza, pero en eso viene Alejandro apartando a Simón de Sander y los amenaza diciendo que no se metan con su amigo, si lo molestan tendrán consecuencias.
En el salón todos se sorprendieron, en especial Simón , frunció el ceño hasta no poder más, se notaba que estaba muy enojado.
Las chicas estaban enojadas y disgustadas por lo que dijo Alejandro y susurraron entre si el porque Alejandro es amigo de Sander, le susurraron cosas horribles a Sander para que el escuchará.
Sander oia los susurros de las chicas y unos eran el por qué y los otros lastimaban sus sentimientos, quería decirles que no era lo que ellas estaban diciendo, pero una vez más tuvo miedo, quería aclarar todo, pero simplemente no podía hacerlo.
Luego en eso el profesor llegó mandando a todos a sentarse para comenzar las clases.
El corazón de Sander no paraba de latir rápido, cuánto más trataba de tranquilizarse más latía rápido, es como si hubiera hecho algo muy malo, pero nunca lo hizo solo está preocupado de que algo le pase a Alejandro por su culpa.
En eso Alejandro le da un toque en la espalda de Sander y le da un papel doblado, este lo toma y lo Lee:
"Espero que no te haya incomodado al haberte ayudado con ellos, pero gracias a ti pude hacer que me tengan miedo jaja.
Avísame si tienes problemas con ellos, Somos amigos así que cuenta conmigo, entre amigos nos ayudamos."
"Somos amigos" esa palabra no la había escuchado desde hace ya un tiempo, esa palabra hizo que el corazón de Sander palpitara más fuerte. La palabra "amigo" lo hace muy feliz, pero no quiere estar feliz ya que muy pronto podría decepcionarse.
Después de que todas las clases terminarán Sander y Alejandro van a la cafetería que estuvieron ayer.
La madre de Sander ignoro por completo a Alejandro y solo atendió a su precioso hijo, pero igualmente lo tenía vigilado a Alejandro.
Sander le da los platos que le dió su madre para que su amigo los coma.
—Creo que a tu mamá no le caigo muy bien ¿no crees?
—Los siento, mamá es así, no puedo hacer nada -dijo Sander apenado.
—Pues empieza a decirle que deje de darte muchos dulces o comida que por eso engordas más, sin ofender.
—Esi le digo, pero no me hace caso... ella es así conmigo, me dice que me engordar para no agradarle a las chicas y que un día de estos me vaya de la casa.
—... oh, esos son celos de mamá, debiste ser muy guapo antes de engordar, por eso tú mamá lo hace.
—No lo sé, creo que si, pero tiene malos recuerdos de que mi tío hizo lo mismo que ella dijo, por eso hace esto.
—Mm, te tiene mucho cariño, eres el favorito de mamá.
—Pues mi hermana también es la consentida.
—¿Y tu padre? también eres el consentido de el.
—No, esa es mamá, siempre habla de ella en cualquier lugar, mi padre aún no supera que está casado con mamá.
—¿Y dónde está ahora?
—En un viaje de negocios. , lo hace cada 2 meses.
—¿Y de que trabaja?
—Nunca nos dice y mamá tampoco sabe.
—Mm eso suena sospechoso.
Los dos siguieron conversando sobre sus vidas y entre platicas y risas se tuvieron confianza el uno al otro aunque no querían. La madre de Sander los vio y pensó que el chico llamado a Alejandro no es tan malo después de todo y dejo que su hijo sea amigo de Alejandro, pero aún así lo iba a vigilar.
A medida que el tiempo pasaba los dos se hicieron amigos, tenían muchas cosas en común llevando así una buena amistad. Pero a medida que el tiempo pasaba, Sander se iba enamorando de Alejandro, al principio quería negarlo, pero no pudo, se notaba que estaba enamorado de Alejandro.
Pensó que puede ser una confusión o algo así, hizo todo lo posible para probar que no era cierto, que está así por qué consiguió un amigo por eso tal vez la confusión. Pero tampoco fue así, se dió cuenta que le gustaba sus chistes amargos, su actuación de chico malo, le gustaba como Alejandro se comportaba diferente con el. Le gustaba como llevaba su pelo desordenado, su rostro cansado cuando llegaba a la escuela, su mejilla derecha que siempre tenía pasta de dientes y no se daba cuenta hasta que Sander se lo decía.
Su uniforme que siempre lo llevaba mal puesto y aún así se veía increíble, todo lo que hacía Alejandro le gustaba a Sander.
Hay más cosas que le gusta de Alejandro, pero son muchas que no puede enumerarlas.
Solo por estar enamorado de Alejandro, Sander tomo la decisión de bajar de peso, dejo de comer los dulces que su mamá le daba y comenzó a comer más vegetales, bueno solo algunos, las frutas solo los que le gusta, manzana, pera, uvas y plátano. Su hermana le hacía los batidos de guineo, fresa, tomatillo, etc.
Su madre y hermana estaban orgullosas de ver a Sander esforzarse tanto en bajar de peso aunque no sepan la razón de por qué lo hace.
Alejandro noto como su amigo bajaba de peso cada semana que lo veía, pero pensó que solo era una ilusión. Hasta que entendió que no lo era.
Un día Alejandro le pregunta -¿Por qué cada vez te veo más delgado? ¿Que paso?
Sander deja de escribir en su cuaderno y se pone nervioso, estaba preparado para esa pregunta pero se le había olvidado por los nervios y solo respondió con titubeos.
—emm bueno... Eso... creo que... Yo solo...
Nunca termino la frase que quería decir, se quedó estancado en eso, recordando lo que tenía que decir
Alejandro nunca lo vio tan nervioso así que decidió molestarlo.
—No me digas que es una chica, lo haces por una chica ¿verdad?
Alejandro bromeó y lo mira, el rostro de su amigo está rojo hasta las orejas, jugaba con el lápiz mientras abría la boca para hablar, pero no emitía ningún sonido.
Alejandro pone su cara de ofendido y dice —Eso es ser un mal amigo, se supone que tenemos que contarnos todo.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play