ARIANA
Conocí a Étienne a la edad de 17 años, él era un joven francés de tez morena de 19 años. Nuestro encuentro fue en un crucero por las Bahamas. Él se me acercó y me abordó varias veces, conversé con él un sinnúmero de ocasiones, compartimos número de celular y mantuvimos una relación a distancia durante dos años hasta que mis padres sin tener opción alguna me obligaron a casarme con Sebastián Montenegro, el hijo del empresario millonario.
Al inicio como toda chavala rebelde me opuse a casarme con Sebastián hasta que el gran señor Luis Montenegro le tendió una trampa a mi papá con tal que me casara con su hijo. Mi padre es dueño de una gran cadena de hoteles tanto dentro como fuera del país. Es un hombre de negocios y muy influyente.
Caímos en el chantaje del señor Montenegro y acepté casarme con Sebastián. Si bien, Sebastián no es nada parecido a su papá, él es muy carismático.
Terminé mi relación con Étienne. Sentía como que mi mundo se venía abajo. Al mes me casé con Sebastián.
Fue un inicio sin amor. Aunque no se niega que Sebastián es un hombre muy atractivo. Él tiene 24 años y yo 19.
La relación al inicio fue un desastre pero con el tiempo la caballerosidad de Sebastián me fue ganando y decidí darle una oportunidad al matrimonio.
El objetivo del señor Luis Montenegro se cumplió, el quería tener parte de las acciones de los hoteles de mi padre. Su avaricia no tenía limite.
— Sebastián, quiero continuar con mis estudios en la universidad.
— Sabes que no tienes necesidad de hacerlo,¿verdad? pero si lo deseas por mi no hay ningún inconveniente.
— Okey. Entonces voy a ir a inscribirme en la universidad.
Salí de la mansión de Sebastián a la universidad.
— Nombre señorita.
— Ariana Terán.
— Llene este formulario— cogí el formulario y lo empecé a llenar.
— Aquí está.
— Las clase de la carrera de Arquitectura empiezan dentro de dos semanas.
— Muchas gracias por su ayuda. Pase buen día.
Antes de ir a mi casa, pasé por una cafetería. Me senté y realicé el pedido de un café americano con una torta de chocolate. La torta de chocolate me recordaba a Étienne, a él no le gustaba que lo llamara por su nombre en francés, sino Esteban cómo su traducción. Esteban, como amaba a Esteban, su color moreno, sus ojos de color verde y su cuerpo atlético, amaba todo de él.
Étienne aceptó la ruptura de nuestra relación sin pedir explicaciones y creo que eso me dolió mucho.
Estando sentada observando el pasar de los autos me propuse amar a Sebastián, continuar con mi vida y tratar de ser feliz.
Llegué a la casa. Sebastián estaba afanado con su celular. En cuanto me vio lo guardó.
— Ya te inscribiste. ¿Y qué carrera vas a estudiar?
— Arquitectura.
— ¿Qué hiciste después de inscribirte?
— No entiendo a qué se debe tu pregunta.
— Mmm solo te pregunté que hiciste después pero no lo tomes a mal.
SEBASTIAN
Conocí a Ariana por casualidad en un crucero. Jamás en mi vida había visto una chica tan linda como ella. Lo que surgió esa vez por mi parte fue amor a primera vista. El único detalle es que un chico bastante parecido se me había adelantado.
Pude investigar un poco de ella con una de las camareras, ella se llama Ariana Terán y que vive en Los Ángeles al igual que yo.
Hice muchos intentos por acercarme pero siempre fracasaba.
Estaba decidido ese último día a pedirle su número pero mi sorpresa fue mayor, ella se despedía con un beso muy apasionado del chico con la cual había pasado todo el viaje. El crucero terminó y decepcionado regresé a mi casa.
Durante varios meses la imagen de su cara estuvo presente.
En una cena elite de recolección de fondo para un orfanato que llevaba a cabo la empresa de mi padre, vi nuevamente a Ariana. No había duda, era ella.
No podía perder la oportunidad de hablar con ella.
Me acerqué con un par de copas y le ofrecí una.
— Hola bella señorita. ¿Qué firma representas en esta cena de clase elite?
Ella me miró con entrecejo fruncido.
— ¿Por qué te debería dar esa información?
— Perdón, déjame Presentarme. Soy Sebastián Montenegro, hijo del multimillonario Luis Montenegro, además, mi padre es quien organizó está glamurosa cena con todos los empresarios más importante del país.
Ella abrió sus ojos tan grandes que parecían unos platos.
— Disculpame por ser grosera. Yo pensé que era otro que me iba a molestar. Un gusto conocerte. Soy Ariana Terán. Mi padre es Gustavo Terán.
— Mmm el empresario hotelero. Si quieres podemos dar una vuelta por el jardín.
— Okey. Solo que para evitar confusiones, un paseo amistoso, yo tengo novio.
— ¿Tu novio anda acá?
— No. Solo tenlo presente.
Salimos al jardín. La noche hacía que Ariana se viera más bella de lo que era.
— Me atrevo a decir esto y espero no te vayas a ofender. Eres una mujer muy bella. Me agrada tu presencia.
— Te agradezco el cumplido pero si empezamos con el coqueteo solo me queda retirarme.
Ariana se retiró. Me quedé solo en el jardín por un instante hasta que una chica se me acercó.
— Al parecer te dejaron solo. Me llamo Anaía— ella se acercó a mis labios y me besó— ¿Podemos jugar un rato?
— Atrevida y bonita. ¿Dónde continuamos el juego?
— En mi auto.
Ella me tomó de las manos y me llevó a una parte del parqueo. Entramos a la parte trasera del auto. Ella se quitó su vestido dejando todo a la vista. Imposible resistirse. Ella tomó toda la iniciativa. Es una mujer de armas tomar.
— Espero haberte complacido chico guapo. ¿Me dirás tu nombre?
— Preguntas mi nombre despues de la acción. Irónico. Haces esto con cada chico que te gusta.
— ¿Por qué no? Nadie se resiste a una hembra bella como yo.
— Sin duda alguna Anaía. Soy Sebastián.
— Repitamos esto. ¿Te parece mañana? — ella subió una ceja y sonrió con tanta sensualidad.
— Mmm por qué no. Mañana ¿Dónde?
— Hotel blue Moon. Número 404. Ahí te estaré esperando.
Salí del auto y dejé que ella se vistiera. Regresé a la cena.
Miré a Ariana.
— ¿Qué sucede hijo? ¿Qué es ese suspiró?— preguntó mi papá.
— Me encanta la hija de Gustavo Terán, el CEO hotelero pero ella tiene novio.
— Si te gusta, tómala.
— Tiene novio padre.
— Nadie le dice no a mi hijo. Además, unas acciones en los hoteles no nos caerían mal.
Pasaron un par días, cuando mi padre me dió la noticia que me casaba con Ariana Terán.
Al inicio del matrimonio, todo era un desastre. Ella se la pasaba encerrada en el cuarto, no permitía que me le acercará, decidí tratarla con cariño tratando que ganarme su amor.
Pasaron unos meses así. No había un avance con Ariana. Un día ella se sentó a mi lado y me dijo.
— Esto ya no tiene marcha atrás. Te daré una sola oportunidad para que esté matrimonio no sea una tortura— me decía con una voz algo triste Ariana.
Esa noche le hice el amor por primera vez a Ariana. No podía creer que la chica que tanto me gustó desde hace un par de años ahora es mi esposa y mi mujer.
Ariana se inscribió en una universidad para continuar con sus estudios. Cuando ella llegó a la casa, en ese justo momento estaba texteando con Anaía. Amaba a Ariana pero Anaía era una bomba sexual. Guardé mi celular en el bolsillo de mi pantalón.
Con Anaía mantenía encuentro sexuales desde la cena que había organizado mi papá, ella era como mi medicina tras los rechazos de Ariana pero ahora que Ariana (Ari) me había permitido llegar a ella sexualmente tenía que parar con Anaía.
ARIANA
Un año ha pasado desde que me casé con Sebastián, un año que Étienne quedó en el olvido. A veces cuando tomaba café o comía una torta de chocolate me acordaba de él. Era un recuerdo que dolía. Nunca supe porque él aceptó tan fácil nuestra ruptura, era como que si nunca le importé realmente.
Con este año junto a Sebastián he aprendido a amarlo. Su amabilidad, su dedicación hacia mi persona me hace pensar que tal vez si somos el uno para el otro.
Disfrutaba de mi sexualidad con él sin restricciones. Mientras él trabajaba, yo estudiaba y nuestro únicos momentos eran solo en la noche.
Sebastián entró al cuarto.
— Ya estás aquí. Te extrañé.
— Ari, mi vida. Yo también te extrañé. ¿Cómo te fue en clase?
— Excelente. Se hará un viaje a Francia, ya sabes que tiene una de las tradiciones arquitectónicas más importantes de Europa. Según el profesor, sus períodos son de gran esplendor como el gótico, el clasicismo o el rococó.
— ¿Un viaje a Francia?— Sebastián me miró con inquietud.
Él sabe que Étienne es francés, así como también, que cuando terminé con él, no lo hice por voluntad propia. Pero Étienne ya es parte de mi pasado. Ahora mi presente y mi futuro solo es con Sebastián.
— ¿Por qué esa cara? Es parte de la carrera de arquitectura. Si no voy es probable que repruebe.
— Okey, si es parte de la clase. No hay problema— su cara era de disgusto.
— No haré nada malo. Yo sé lo que pasa ahora por tu mente.
Sebastián me jaló con fuerza a la cama, empezó a besarme con mucha presión en mis labios. Quitó mi ropa y tuvimos sexo, un sexo salvaje, un sexo masoquista. Terminé en sus brazos agotada, me dolían mis caderas y mis pezones.
— Ari, solo quiero que sepas que yo te amo, te amo tanto y que eres mía, solamente mía.
Sebastián siempre es amable conmigo pero cuando se siente amenazado, inquieto o estresado siempre me hace el amor agresivamente, reclamando mi cuerpo como si fuese una propiedad más que tiene.
Lo miré y una lágrima rodó por mi mejilla.
— No llores Ari— cerró sus ojos— perdóname, te lastimé, perdón por hacerlo fuerte.
— No es el sexo agresivo. Es tu desconfianza. Si quieres no voy al viaje. No quiero que desconfíes de mi. Desde que nos casamos tú has sido el único hombre con el que he estado. Puede que me haya casado sin amor al inicio pero hoy por hoy, yo te amo.
Él puso una mirada de tristeza.
—Perdoname Ariana. Soy el menos indicado para desconfiar de ti. Puedes ir.
SEBASTIÁN
Soy el menos indicado para sentir celos. Un poco más de un año y no he podido terminar la relación Anaía. No la amo pero cada vez que intento hablar de terminar, ella se pone como gata en celo y termino chantajeado diciendo que le contará todo a la prensa y que mi matrimonio terminará en un escándalo.
Maldigo el día que acepté este juego con Anaía.
— Ari, me voy a dar un baño, después bajamos a cenar.
— Está bien.
Terminé mi baño. Ari no estaba en el cuarto. Me vestí rápido y bajé del cuarto casi corriendo. Recibí una llamada de Anaía pero la ignoré.
— ¿Lista para cenar Ari?
— Si.
— ¿Cuándo es el viaje a Francia?
— Pasado mañana.
Anaía llamó otra vez.
Ariana me miró fijamente.
—¿Por qué no contestas? Tal ves sea algo importante.
— Si— Contesté el celular.
— Mi amor. Pensé que no me ibas a contestar. Tengo ganas de verte.
— Buenas noches. En este momento iba a cenar con mi esposa. Y temo que no podré revisar los documentos que envió a mi correo.
— ¿No puedes hablar? Te espero donde siempre en 30 minutos.
— Gracias por comprender. Pase buenas noches— Colgué la llamada.
Miré a Ariana. Le sonreí. Anaía me envió una foto donde salía desnuda. Me puse nervioso y se me zafó el celular de las manos. Lo recogí de inmediato y lo apagué. Este juego que tenía Anaía estaba en otro nivel.
Cenamos y nos fuimos a acostar. Abracé a Ari.
— Ari, te amo.
— Yo también te amo Sebastián.
— Cuando vengas de tu viaje, te prometo que todo será mejor.
El día del viaje de Ariana llegó. Tenía miedo que buscará a su exnovio. Miedo que decidiera no regresar. La fui a dejar a la universidad, de ahí salían todos juntos para el aeropuerto.
Estaba decidido a terminar con Anaía. Asi que la llamé y quedamos en vernos.
Llegué a la habitación donde siempre nos encontrábamos.
— Mi amor, te extrañé— Anaía me abrazó.
— Ya Anaía. Quiero terminar esto.
— ¿Quieres terminar? Otra vez con esto. Sabes que no puedes. La prensa hará revuelo, te imaginas los titulares. " El hijo del empresario multimillonario Luis Montenegro, tiene una relación extramarital". No puedes dejarme.
— Anaía empezamos esto como un juego pero ya ha sido demasiado tiempo y ya no quiero nada contigo.
— No puedes dejarme. Estoy embarazada.
— ¿Embarazada? No mientas. Yo siempre me cuido.
— No puedes dejarme y ya. Hagamos está plática a un lado y hazme el amor.
— Ya no Anaía. Ya no. Reconozco que eres una mujer muy guapa y sensual pero ya no. Amo a mi esposa.
— Ahora amas a tu esposa. Qué irónico. ¿Quién era la que te consolaba cuando ella te rechazaba? Era yo. YO TE AMO SEBASTIÁN.
— Esto no es amor. Yo no te amo y si para librarme de ti, tengo que perder a Ariana, hazlo de una sola vez pero ya no quiero nada contigo.
Salí molesto del hotel. Ella se quedó aún mas molesta. En cuanto Ariana regrese de su viaje tendré que hablar con ella de esto.
Toda acción tiene una reacción.
Llegué a la empresa y afuera estaban los medios de comunicación. No bajé de mi auto y me fui de allí. Recibí una llamada de Anaía.
— ¿Te gustó mi regalito? Puedes ver las noticias.
— Eres una maldita loca. Espero no vuelvas a llamarme porque te voy a denunciar por acoso— colgué la llamada.
Me detuve a un lado de la carretera. Revisé las noticias en mi red social. Era imposible que Ariana no lo vea.
Mi padre me llamó.
— ¿Qué diablos es esto Sebastián? Las acciones van a caer por tu culpa.
— Padre, Perdón.
— Chantajee a los Terán para que te pudieras casar con su hija porque dijiste que te gustaba solo para esto.
— Perdoname padre. Esto se va a solucionar, te lo prometo.
— Ya viste las noticias. Dice que esa mujer está embarazada.
— Eso es mentira.
Mi padre colgó la llamada. Estaba muy molesto.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play