Brum...

Brum...

Brum...

El sonido de los motores rugía en cada esquina de la carretera, la multitud vitoreaba la carrera ilegal.

"¡Yunan!"

"¡Yunan!"

"¡Yunan!"

Las chicas no se quedaban atrás, animaban al príncipe de la escuela Angkasa. Estaban dispuestas a ir allí sólo para animar a su amor platónico, aunque Yunan nunca respondía a su fanatismo.

"¡Vamos, hermano!", Alan animó a su amigo.

Yunan sólo asintió con la cabeza y se puso el casco.

Había 5 motos en la parrilla de salida de la carrera ilegal de esa noche, todas de gente adinerada, cada una de las cuales pagaba 10 millones por participar.

Esperaban la señal de la chica sexy que sostenía la bandera delante de ellos.

La chica sexy con la bandera levantó los dedos, indicando que la cuenta atrás estaba a punto de comenzar.

Tres...

Dos...

Uno...

¡Ya!

La chica sexy agitó la bandera, señalando el inicio de la carrera.

Los corredores aceleraron al máximo.

¡Ruuuuuun!

Todos aceleraron a gran velocidad. Las cinco motos deportivas ya no se veían, sólo el sonido de los vítores de los espectadores llenaba el circuito ilegal.

Después de lo que pareció una eternidad. A lo lejos se veía a uno de los pilotos con una moto y un casco rojos, todas las chicas gritaban, sabían quién era el dueño de esa moto.

"¡Yunan!"

"¡Aaa... Yunan!"

Aquel apuesto joven de 18 años era el ganador, Yunan era el que más veces había ganado en el circuito ilegal.

Yunan era hijo de un rico empresario, tras la muerte de su madre, su padre ya no le prestaba atención, favoreciendo a su hermanastro y a su madrastra.

Yunan rara vez volvía a casa, prefería dormir en un apartamento.

La moto de Yunan cruzó la línea de meta, pero de repente una moto verde que iba detrás chocó con la parte trasera de la moto de Yunan, haciendo que éste casi se cayera.

Yunan detuvo su moto, se quitó el casco rojo, dejando ver lo guapo que era Yunan, estaba furioso, inmediatamente golpeó al dueño de la moto verde que había chocado con la suya a propósito.

"Maldita sea, ¿quieres morir?".

Bugh...

Así era Yunan, era un chico malo, hacía que los chicos de su escuela le tuvieran miedo porque era un buen luchador.

Angga no aceptaba que Yunan le hubiera pegado, intentó defenderse, aunque al final perdió.

El ambiente en el circuito de carreras ilegales se volvió tenso.

...****************...

Yunan invitó a Alan a una cafetería, aunque eran chicos malos, eran conscientes de que todavía estaban en el instituto, por lo que no se atrevían a celebrar la victoria de Yunan en un bar. No tenían edad suficiente.

Esa noche Yunan ganó un premio de 50 millones.

Alan silbó al ver pasar a una chica sexy, "Nan, esa chica te está mirando, date prisa e invítala a salir".

Yunan negó con la cabeza, "No, gracias".

La mujer llevaba un rato observando a Yunan, esperando que éste la invitara a salir.

"Dios mío, es realmente guapa. ¿Qué clase de chica quieres? ¿Quieres una chica tan guapa como la Sra. Dara? Ella es realmente guapa, me encantaría ser su novio".

Casi todos los alumnos estaban enamorados de la profesora de biología, una mujer de 23 años con un rostro hermoso, una sonrisa encantadora, unos labios sexys y un cuerpo estupendo. Por eso era la profesora favorita de los chicos del instituto Angkasa.

Yunan se estremeció, a menudo la profesora de biología le castigaba, aunque a los demás profesores les encantaba castigarle, pero no a Dara, a ella no le importaba que Yunan fuera el hijo del director del instituto Angkasa. Porque Yunan a menudo no hacía los deberes de biología.

"Dios me libre de enamorarme de esa arpía. Si la única mujer en el mundo fuera la Sra. Dara, preferiría no casarme nunca".

Alan se rió entre dientes. "No odies tanto a nadie, ¿y si Dios te empareja con la Sra. Dara?".

¡Boom!

Les sorprendió el sonido de un trueno en el cielo.

Después de pasar el rato con Alan, Yunan volvió a su apartamento y se tumbó en la cama. Así era su vida, tan solitaria, que si elegía quedarse en casa, se sentía más dolido porque su padre siempre estaba alabando a su hermanastro.

Y su madrastra siempre le hablaba con desprecio y nunca le prestaba atención. Sólo se portaba bien delante de su padre, lo que le daba asco. Por eso Yunan decidió vivir solo.

A la mañana siguiente...

"Te amo, Van."

Dara reunió valor para expresar sus sentimientos a Novan, el hombre que había estado a su lado durante tanto tiempo. Su corazón latía con fuerza después de haberlo dicho.

Novan y Dara estudiaban en la misma universidad y trabajaban en el mismo lugar; la diferencia era que Dara era maestra, mientras que Novan era el hijo adoptivo del señor Tomi, a quien se le había confiado el cargo de Director del SMA Angkasa.

Dara se atrevió a declarar su amor porque, durante todo este tiempo, había mantenido una relación sin estatus con Novan. Él siempre había estado pendiente de ella, incluso le había prohibido acercarse a otros hombres, pero nunca le había dicho que la amaba. Como mujer, Dara necesitaba claridad en su relación.

Novan, en realidad, sentía algo por Dara, pero su ambición por ser el sucesor de Angkasa Grup había superado su amor. Aunque sabía que Yunan era el hijo biológico del señor Tomi, Yunan aún estaba en la secundaria, mientras que el señor Tomi sufría problemas de salud.

Por eso, Novan estaba dispuesto a hacer lo que fuera para que su padre adoptivo se sintiera orgulloso de él, incluso aceptando ser emparejado con Yuri.

El señor Tomi quería tener un yerno de su mismo nivel, y también planeaba emparejar a Yunan en algún momento. Dado que Yunan aún estaba en secundaria, el señor Tomi quería que se concentrara en sus estudios primero.

Esa noche, Dara y Novan estaban en un café, cenando juntos.

Novan suspiró profundamente y, con pesar, rechazó la declaración de amor de Dara: "Perdóname, Ra. No puedo aceptar tu amor."

Los ojos de Dara se llenaron de lágrimas al escuchar esto; pensó que Novan sentía lo mismo, pero tal vez había estado amando sola todo este tiempo. Pero, ¿por qué Novan siempre se preocupaba por ella y la mantenía alejada de otros hombres?

Dara sonrió con disimulo, aunque su corazón estaba roto por el rechazo de Novan. "Oh, no pasa nada. Lo entiendo. Perdóname por malinterpretar tu actitud hacia mí."

Novan se sintió culpable por Dara, aunque en realidad no quería que ella se acercara a otros hombres. "Perdóname, Ra."

Dara asintió con la cabeza: "Sí, no pasa nada. No tienes que disculparte, yo soy la que está equivocada, debería haber dejado de amarte."

Dara sonrió de nuevo, debía irse antes de que las lágrimas cayeran frente a Novan. "Si es así, me voy primero, tengo mucho trabajo pendiente."

"Déjame llevarte a casa."

"Oh, no es necesario, tengo mucha prisa." Dara se marchó rápidamente.

Dentro del taxi, Dara no podía dejar de llorar. Ese amor no correspondido era muy doloroso. Terminó usando muchos pañuelos que llenaron el asiento trasero del taxi.

Mientras tanto, Novan permanecía en silencio en el café, respirando hondo varias veces. Estaba seguro de su decisión; debía ganarse la confianza de su padre adoptivo para que le entregara las riendas de Angkasa Grup.

Angkasa Grup era una gran empresa, con varios hospitales, hoteles y escuelas. Novan eligió ser Director en el SMA Angkasa porque Dara había sido aceptada como maestra allí.

Drrtt...Drrtt...

Novan recibió un mensaje de Yuri.

[Cariño, dijiste que querías vernos, ¿por qué no has llegado? Te estoy esperando en el apartamento desde hace rato.]

Novan se vio obligado a encontrarse con Yuri; ella era hija de uno de los socios comerciales del señor Tomi. Por eso estaban emparejados.

Yuri lo abrazó tan pronto como Novan llegó: "Te he extrañado muchísimo."

Novan tuvo que devolver el abrazo a Yuri. "Yo también te he extrañado."

Yuri se separó y, de puntillas, besó los labios de Novan. Novan devolvió el beso, cerrando los ojos; cada vez que besaba a Yuri, siempre imaginaba que estaba besando a Dara.

Novan esperaba poder olvidar sus sentimientos por Dara, una mujer pobre y desdichada, cuyo padre había fallecido hacía mucho tiempo. Por eso Dara creía que Novan era la única persona que se preocupaba por ella.

Esta noche, Dara estaba muy borracha, tanto que caminaba tambaleándose por la acera mientras cantaba, aunque su voz era chillona. "Me acabo de dar cuenta de que mi amor no es correspondido. Has destrozado todo mi corazón".

Era la primera vez que Dara se emborrachaba, porque tenía el corazón realmente roto. Novan, el hombre al que amaba, había rechazado su amor, era como si ya no tuviera dignidad. Y eso que al principio estaba demasiado segura de sí misma de que Novan sentía lo mismo por ella.

Novan parecía estar jugando con su corazón, le prohibía acercarse a otros hombres, pero no le daba una definición a su relación.

Había dos hombres, unos matones, observando a Dara. Intercambiaron miradas y sonrisas maliciosas. Aprovechando que la calle estaba tan desierta, aprovecharon la oportunidad para acercarse a Dara.

"Hola, preciosa. ¿Sola?" dijo uno de los matones.

El otro matón agarró a Dara del brazo. "Vamos, diviértete con nosotros, guapa".

Dara intentó soltarse. "¡Suéltame! No quiero ir con ustedes".

En ese momento, un coche deportivo pasó por la calle. Resultó ser el coche de Yunan. Yunan frunció el ceño al ver que a Dara la estaban molestando dos matones.

"Pero si es la profesora de biología".

Yunan pensó que no le importaba esa mujer. Dara nunca lo había tratado bien.

Pero aun así, le daba pena que esos dos matones estuvieran acosando a Dara. Yunan no tuvo más remedio que detener el coche. Caminó hacia ellos.

Yunan tenía una moto y un coche deportivo que eran su pasión.

"¡Eh, dejadla en paz!", gritó Yunan.

Los dos matones se rieron, sintiéndose desafiados por un crío. "Oye, niño, mejor quédate callado, no te metas".

El otro matón se rio también. "Mejor vete a dormir con tu mamá, jajaja...".

Yunan se enfadó mucho y de inmediato empezó a golpearlos a los dos.

¡Buuum!

¡Buuum!

Los dos matones no tuvieron tiempo de reaccionar, porque Yunan los golpeó muy rápido. Los dos matones acabaron tirados en el suelo sin oponer resistencia.

"¡Aaahhh! ¡Piedad!".

"¡Aaahhh!".

Yunan solo tenía 18 años, pero era alto y tenía abdominales porque solía hacer ejercicio y taekwondo.

Yunan agarró a Dara de la mano inmediatamente. "¡Rápido, sube!". Le dijo a Dara que subiera al coche.

Durante todo el viaje, Dara no dejaba de decir tonterías y de cantar, lo que hizo que a Yunan le dolieran los oídos, así que se los tapó con los auriculares.

Yunan llevó a Dara a su apartamento. Había estado una vez en casa de Dara para entregarle los deberes de biología, porque Dara le había dado un día para que los hiciera, mientras que el resto de los alumnos los habían hecho en el colegio.

Yunan suspiró al ver que Dara ya se había quedado dormida en el coche. La despertó inmediatamente.

"Señora, despierte. Ya hemos llegado".

Pero, por desgracia, Dara no se despertó.

Yunan se rascó la cabeza, aunque no le picaba. "Dios mío, qué pesada".

Yunan no tuvo más remedio que llevar a Dara a cuestas hasta el apartamento. Resultó que el apartamento de Dara era muy pequeño, solo tenía una habitación, como una habitación de hotel barato.

Yunan tumbó a Dara en la cama.

"¿Por qué he tenido que ayudarla? Es la profesora más molesta de todas", se quejó Yunan. Estiró los brazos, que le dolían.

Yunan se sorprendió cuando de repente Dara lo agarró de la mano, haciendo que el cuerpo de Yunan se apoyara en el de ella.

"Eh, señora, suélteme. Sigo siendo virgen".

Dara le pellizcó las mejillas a Yunan con los ojos cerrados. "¿Por qué no puedes amarme? Te quiero mucho".

"Señora, soy Yunan". Yunan intentó soltarse.

"¿Qué están haciendo ustedes?".

Yunan se sobresaltó al oír la voz de una mujer delante del apartamento. Yunan se dio cuenta de que no había cerrado la puerta porque solo quería dejar a Dara, no tenía intención de quedarse mucho tiempo en el apartamento.

Resultó que la mujer era la dueña del apartamento. Había ido a cobrar el alquiler, que llevaba tres meses atrasado.

Yunan se levantó de inmediato e intentó explicarle a la casera lo que había pasado realmente. "No es lo que parece, señora. No estábamos haciendo nada, señora".

Pero la casera no quiso escuchar las explicaciones de Yunan y llamó al jefe de la vecindad. "Jefe, quiero denunciar que aquí hay una pareja de jóvenes viviendo en pecado".