Vivi una buena vida mientras duró, o eso es lo que pensaba mientras mi vida llegaba a su final a la edad de 90 años, no tengo nada que me pueda preocupar al final del día me volví en algo obsoleto para este mundo y así finaliza mis días como una anciana postrada en la cama.

Una mujer mayor, postrada en la cama de un hospital donde el color predominante es el blanco, se encontraba en su último aliento, si importar como vivió por tantos años, ella se mantenía tranquila esperando su final, Aquel día el corazón de esa mujer latió por última vez y el escenario blanco del hospital se tornó negro.

Supongo que pedir que mi próxima vida sea más interesante que esta es mucho, por lo que solo deseo que donde sea que vaya mi ser destinado sea un hombre del que podamos llegar juntos a la vejez y no se muera antes que yo.

—Si fuera posible, me gustaría vivir en un mundo de fantasía —

En las calles de la ciudad del pueblo de Villian se volvió un caos completo al haber un accidente en donde el carruaje de un noble rico, se vio afectado en un accidente en medio de la ajetreada calle.

Una vez que abrí los ojos me encontraba en una época antigua, donde el cielo no esta intoxicado con quimicos y otras porquerías, por primera vez veía un mundo del cual solo vi por la pantalla de una televisión o de mi computadora.

—¿por qué todo se ve de cabeza?—

Mi cuerpo se encontraba en el suelo, actualmente fui atropellada por una carroza y todo el mundo me está viendo a tal punto que siento vergüenza de estar aquí.

Un hombre bien vestido se acercó a mi y me extendió su mano para verificar mi estado de salud, al parecer me he golpeado la cabeza y he recordado mi vida anterior, a tal punto que no pude modular una palabra de forma correcta.

—¡Señorita!—

Una criada de hermosos ojos morados se me acercó rápidamente y verifico que yo fuese su maestra. por el golpe no puedo recordarla completamente y el dolor es tan intenso que no puedo mantenerme de pie, por lo que caí.

—¡SEÑORITA, RESISTA!—

Todo se volvio completamente negro, mis recuerdos de quien soy han comenzado a reflotar en mi memoria, mi actual yo se llama Irina Rockbell soy la tercera hija de un conde de la capital, por lo que somos en teoría pobres con estatus de ricos. Como mi familia carece de tierras que explotar, mi padre tiene como mercancía a mi hermana mayor y a mí, para ser desposada por un hombre rico o un terrateniente en busqueda de la posición de conde o bien un apellido para entrar a la sociedad de este país.

En otras palabras soy un objeto que debe rentar más de lo que gasta en comer y vestir en esta casa, con eso presente, puedo intuir que este accidente si deja alguna marca me expulsarán de la casa y tendré que vivir por mi cuenta.

Mi sonrisa retorció toda mi cara y no evitaba demostrar mi felicidad al creer que soy un producto defectuoso, asi que en vez de prepararme para los retos, al despertar busque una maleta, coloque un par de ropa y zapatos dentro de ella y joyas que eran de mi propiedad.

—No estuve los últimos años de mi vida en una maldita cama, para que ahora me vengan a insultar al querer convertirme en una moneda de cambio para este loco padre—

Irina quien ya se encontraba mejor al procesar sus recuerdos, se dirige a los cajones de su cómoda negra y saca varias joyas que son herencias de su madre y las ocultaba en caso de emergencia, la mansión del conde, desde la muerte de la madre de Irina, dejaron de recibir ingresos de la familia materna, lo que llevó a que la casa familiar comenzará a deteriorarse debido a los pocos cuidados que tiene el cabeza de la familia con el lugar, con este presente, la Joven aseguró las joyas más costosas en caso de una emergencia como esta, la cual sintiera que su vida corre un terrible riesgo.

La puerta de mi habitación se abrió mientras terminaba de empacar y pude divisar el rostro del conde haciendo una terrible mueca de desprecio a mi persona y a su vez las empleadas que lo seguían retrocedieron a una distancia más que prudente.

Todo el personal de la mansión no pueden controlar al Conde Rockbell que cuando no sale algo como desea, lanza muchas cosas al suelo o lástima a las personas cercanas a este, y El hecho que su hija se lastime y deje huellas de la herida, era una pérdida total de la mercancía que ha estado criando estos años, para el conde sus hijas son objetos canjeables que debe cuidar hasta que sean vendidas.

—Irina, sabes que no puedes arruinar tu rostro ni cuerpo antes de tu matrimonio—

Así que por eso esta enojado conmigo, a pesar de que en mis recuerdos se como es este hombre, el hecho de presenciarlo directamente es algo frustrante, no obstante no peleare con este sujeto. Una vida plena se basa en mantenerse firme ante las adversidades de la vida.

—Su excelencia, se está equivocando en algo—

Su rostro irritado de mis palabras, provocaron que el hombre que se dice ser mi padre golpeara la pared de frustración, mi rostro es valioso e incluso con este conflicto, aquel hombre sigue siendo codicioso, no me golpeara porque eso disminuiría mucho más mi valor como mercadería humana.

—El carruaje me chocó a mí, y por lo que vi es una buena familia, podrías pedir una indemnización por daños y prejuicio al archiduque Forger—

solo basto decir el nombre de aquel noble para que la actitud de este hombre diera un vuelco de 180 grados, el hecho que sea uno de los candidatos a emperador, evoco una sonrisa perversa en mi padre, quien dejo de golpearme y se marchó para escribir una carta al archiduque.

La codicia, es un buen método para controlar a las personas, aunque una vez que mueres todo eso queda atrás, no puedes llevarte lo que has acumulado y finalmente perecerás sin saber sin qué tu nombre paso a la historia, solo fui una simple migaja de pan.

La joven algo más tranquila luego de la desaparición de su padre de su habitación, comienza a escribir en unas hojas lo que podía recordar en ambas vidas, como Irina escribió en una hoja los hechos que podía recordar, tales son, sus relaciones, sus hermanos y la muerte de su querida madre, mientras que en su vida anterior, ha escrito tantas páginas que no le agradaba en lo absoluto querer leerlas.

—Una vida siendo vendida como un bien, creo que mi vida no ha variado ningún poco desde la última vez—

No quiero volver a vivir una vida tan aburrida a como la que tuve antes de morir, me arrepiento de todo lo que no hice, y todo lo que dejé de lado solo por tener una vida segura, esta vez sin duda viviré como se me plazca aunque deba oponerme a la persona que me trata como una moneda de intercambio.

Al mirarme en el espejo que se ubica a los pies de esta cama, la figura de este cuerpo joven y lleno de energía esta dispuesto a sobrevivir sin la necesidad de que alguien lo mantenga y ser un adorno bonito que no puede quejarse por culpa de un marido que ni siquiera me ama.

—Una vez que este cuerpo se recuperé, buscaré un trabajo lo suficientemente bueno como para pagar mi propio dote—

Primero debo recuperarme de este accidente y sacar provecho de la situación, con el objetivo de aplazar el Proceso de selección de marido, con eso tendré tiempo suficiente hasta que pueda conseguir un trabajo con condiciones que me permita solventar mi vida hasta que encuentre lo que quiero hacer.

Mis ojos llenos de ilusiones estan dispuestos a querer vivir una vida de fantasía y magia al igual que los leia en los libros de textos y en la literatura que una vez me entretuvieron en mis días postrada en la cama.

Ha pasado unas semanas desde que pasó el accidente y la mansión del conde se ha reestructurado las habitaciones, dejando a Irina aislada del resto de la familia, en vista que sus heridas sanan con normalidad, por lo que la habitación en donde se encuentra no es la suya, más bien es una habitación en el sector sur el cual no llega la luz del día, pero hoy apareció la carta que tanto esperaba el conde Rockbell.

Desde el ducado llego la respuesta a la queja de mi padre, al parecer el Archiduque correrá con todos los gatos de mi recuperación y a su vez envío a su mayordomo a hablar conmigo.

En principio, solo vi la insignia de su familia en el accidente, pero de este no puedo recordar mucho, así que debo prepararme para verme lo más lamentable posible.

La mucama que me acompañaba aquella tarde, me ayudó a colocarme las vendas y otros instrumentos para verme lamentable, aquella mujer se llama Margaret y me explicó los sucesos de aquel día.

Al parecer ese día me iban a presentar a un candidato que esta dispuesto a pagar por el dote nupcial 15 piezas de oro grandes por mi mano, a lo que me ordenaron a comprar un vestido y zapatos nuevos, solo para inflar el precio de mi valor como objeto.

—Deberia enfocarme en encontrar un trabajo rentable, pero creo que será difícil que me paguen 15 piezas de oro mensualmente, es una enorme cantidad —

Una pieza de oro grande equivale a 10.000 dolares, por lo que mi dote son el equivalente a 150.000 dólares toda una locura. Sin importar como lo piense, debería tomarlo a largo plazo e incluso preguntarle al hombre que vendra a verme si conoce un trabajo rentable en este mundo.

Irina con ayuda de varias mucamas se desplazaban de habitación hasta la suya, con el objeto de que no se viera aquel decadente cuarto, el conde ha puesto mucho esfuerzo en cuidar sus bienes, por lo que usa las habitaciones aisladas que no se han reparado para castigar a sus hijos o esconder parte de la verdad, por lo que ahora que vendrá alguien del ducado la mejor opción es hacer que la joven se desplace nuevamente a su habitación. Una pieza que si bien sé ve humilde, posee una cama nueva y los muebles están en excelente estado, durante el cambio de habitación la joven hacia memoria de lo ocurrido.

Cuando me disponía a cruzar la calle, el carruaje del archiduque perdió el control y los caballos arremetieron contra mi persona, al final fui atropellada por uno de los hombres más rico del país y ni siquiera pude verle el rostro.

Al final si este trabajo sale como lo ha preparado el conde, la estafa que planea hacerle aquel hombre es de 30 monedas de oro grandes, como si me hubiera casado dos veces sin perder mi precio original.

Mientras mis pensamientos entraban en orden y me recostaba para parecer enferma, fue entonces que llego el mayordomo del archiduque a visitarme a mi recamara. Un hombre vestido con traje de seda y bastante mayor, me observó mientras mi padre lo escoltaba, los signos pesos de sus ojos salen de forma notoria y el aroma a la desesperación del dinero también se denota en toda la zona.

— ¿por qué la señorita se ve asi?—

Aquel hombre pregunto de mi situación, sospecho que no cree la falsa de mi padre, quien comenzo a titubear como un imbécil, arruinando los planes.

—Es que mi hija...—

—Mi hija...—

vamos padre estúpido por tu codicia di algo creíble y no arruines mis planes para que me des tiempo para irme de este maldito lugar.

—La señorita es muy enfermiza, por lo que el golpe la dejo completamente irreconocible—

La sirvienta contesto por mi padre, salvando la situación, al final de cuentas ese hombre puede ver a través de las mentiras, por lo que solo respondió:

—Ya veo, si me permite, necesito hablar algo a solas con la joven, que no ha emitido ninguna palabra desde que llegué —

Mi padre como la sirvienta me miraron con rostro de “No lo arruines", pero no puedo hacer algo tan horrible como lo hicieron ellos, quienes se marcharon cerrando la puerta.

—Finalmente podemos hablar, lamento que nuestro señor la haya arrollado—

El hombre se disculpo y se sentó en la silla predispuesta para este.

—No Se preocupé, disculpe a mi padre y a la empleada, realmente no se pueden medir cuando se trata de dinero—

Lo importante en una relación mercantil es la confianza que debes establecer con la otra parte, de ese modo no habrá errores a la hora de interpretar algún dicho o algun comentario en el futuro.

—Por favor si el Archiduque paga la cantidad solicitada por mi padre, coloque como clausura que vaya a trabajar a su casa como criada, las escusas las puede colocar ustedes—

Mis palabras movieron al hombre mayor que me observó con enorme curiosidad, porque para un accidente como el que tuve, las mujeres se aprovecharían de su condición para amarrar a uno de los hombres más ricos del país como su amante y vivir una vida en ensueño de la cual al final del día solo les hará sufrir. Yo que vengo de una vida larga y muy sencilla no quiero pasar el tiempo lamentando el hecho de no ser feliz.

—¿por qué pide trabajo la señorita?—

Una pregunta que salió por instinto, se demostró en sus palabras, pero en este momento debo mantenerme firme en mi decisión.

—Mi padre me usará de moneda de cambio, el hecho que pague por daños y prejuicio solo me dan un tiempo para buscar una forma de comprar mi libertad y solo puedo pensar en trabajar por el hombre más rico del país, después del emperador—

el hombre se sentó mejor y cruzó sus piernas, al parecer desean preguntarme los motivos que tengo, porque lo normal sería exigir que se haga responsable de mi.

—Pero, ¿no es mas fácil pedir casarse con el archiduque?—

justo lo que sospechaba, lo negue con mi cabeza y respondí.

—Su maestro debe recibir miles de peticiones de mujeres más bonita y con mejor estatus social, por lo que me enemistaria con bastantes mujeres y eso es una molestia, simplemente estoy tomando el camino más factible y el que menos problemas le de al archiduque—

Increíble, pero mis palabras no convencen al hombre, pero al final este no tiene la última palabra, esta la posee el archiduque y soy conciente de que esta es la mejor opción para nosotros dos.

—ya veo, pero su padre no aceptará que su hija se vuelva una empleada por mucho que esto sea una buena idea—

Como hombre codicioso, verá el dinero que se le viene y en consecuencia este no me mandará a trabajar si no tiene sus 15 monedas grandes se oro.

—Pues depende, si mi sueldo viene hacia el condado y es más que un simple dote, el conde no lo pensará dos veces y me mandara a trabajar en este lugar sin fallar—

El hombre que sonreía al encontrar algo interesante, se levanto y dejo un cheque en blanco firmado por el archiduque.

—Gracias por su honestidad, mi maestro dejó esto para usted, coloque el monto que desea y vaya a retirarlo al banco, que tenga una buena tarde —

Esto es una locura, podría poner 1000 monedas de oro grandes y posiblemente el Archiduque me lo dará, dejaré esto escondido por ahora y esperare a la respuesta de ese hombre sobre el negocio que le propuse.

Paso casi dos semanas en donde no tuve noticias del archiduque y de mi oferta de volverme su sirvienta, creo que puedo darme por despedida antes de intentarlo, al menos me queda el cheque en blanco que puedo ir a retirar la cantidad necesaria e ir pasándole a mi padre de a poco solo para ganar tiempo, es en estos momentos que debo ir al palacio imperial a buscar trabajo si el Archiduque se ha negado a mi petición.

revolvía mi cabello sin sentido, para buscar una solución coherente y determinar cuando es necesario que yo salga para buscar trabajo, tambien deberia saber que tipo de empleados buscan y cuanto estan pagando antes de que mi padre me busque un nuevo pretendiente.

En vista de mi accidente, los candidatos bajaron considerablemente, provocando que a mi padre le diera un infarto, el cual no es compensado por la ausencia de la respuesta del archiduque, al punto que me ha culpado de todo mientras estoy en medio de mi recuperación.

Posiblemente vendrá nuevamente a gritarme, pero el carruaje del archiduque se posó en las puertas de la mansión del conde, y podimos observar como bajaba el mayordomo del archiduque que habló conmigo y un hombre de cabellera oscura, piel blanca y ojos feroces que intimidan a cualquiera que lo observe mucho tiempo, aquel hombre vestía de un azul oscuro casi negro, llevando una capa con el logo del Archiduque.

—Esto debe ser una broma—

Mi padre que corrió de mi habitación hasta la puerta, se preparó para saludar a ese hombre tan imponente, el cual ni siquiera le dió el saludo, estaba viendo a una cucaracha frente a él, eso me causo risa y no pude evitar reírme a carcajada de la escena, que podía ver desde mi ventana.

Una vez que me calmé, me termine de arreglar y me dirigí hacia la sala de invitados, queria saber si aquel hombre aceptaría mi propuesta, y con ello lograré comprarme de las garras de mi padre, el cheque en blanco es mi carta de triunfo temporal, pero no me asegura una vida plena, ni menos un trabajo decente.

Mientras caminaba hasta la zona de la reunión pude escuchar la voz sensual y fuerte de aquel hombre, en vista que su voz se ajusta bastantemente bien a la imagen que emite.

—Lamento la demora, estaba de viaje y no pude venir a tiempo, he escuchado que usted usa a sus hijas como moneda de cambio, por lo que la mujer que he atropellado es una mercadería valiosa para usted—

¡Ese idiota no tiene tacto!, sinceramente no sabe lo que esta diciendo solo quiero ir a taparle la boca y gritarle que ese tipo de cosas no se dice cuando vas a negociar.

— más que eso su excelencia, mi querida Irina es mi preciada hija y me preocupa que por las heridas no tenga un buen esposo—

Estoy frita, no hay caso que este estupido Archiduque pueda negociar el llevarme con él como empleada y menos lograré trabajar en la nobleza, solo me queda desbancar al archiduque y escapar de este país lo más rápido posible.

—Asi que un buen esposo...—

El hombre sonreía de manera siniestra, y sin titubear comenzó a hablar con su total calma.

—Me haré responsable de su hija, así que le parece venderla por 10.000 monedas grandes de oro—

No puede ser de la impresión me caí de rodillas en el suelo, he sido comprada por la suma de 100 mil millones de dólares, el equivalente aproximado del gasto anual de Israel, esto debe ser una jodida broma.

—Veo que el archiduque puede ver el valor de mi hija, asi que por favor solo cuide de ella—

El Archiduque que se percato de mi presencia se levantó y me observó en el piso, sinceramente no tengo animos de pelear esta situación, ya me doy por vencida, me han vendido al igual que un esclavo sexual, y el monto es relativamente alto, el terror de que este hombre tenga tal poder en mi contra me intimida.

—IRINA, LEVANTATE ES IRRESPONSABLE QUE LA CONCUBINA DEL ARCHIDUQUE SE QUEDE ALLÍ—

Mi padre que se interpuso entre el archiduque y yo, me susurró con bastante exaltación.

—Si es necesario abre las piernas, haz lo que puedas para que este tipo no te bote, ¿entendido?—

las palabras de mi padre indican un total desapego a mis necesidades básicas de afecto, aunque a estás alturas reconozco que no me importa en lo absoluto, me niego a convertirme en un simple juguete sexual solo porque este tipo no conoce la palabra moderación financiera.

—En vista que la señorita se encuentra mejor, me la llevaré hoy mismo a mi casa, mañana vendremos por algunas de sus pertenencias y firmaremos el contrato de compra—

Y sin previo avisó, fui vendida al archiduque Forger, el cambio de situación me perturba, actualmente debo discutir con este hombre tan intimidante sobre mi destino y ver como pagarle la ridícula suma que ha pagado por mi libertad de esa casa.

—Disculpe Archiduque Forger—

intente llamarlo, pero su mirada en mi persona le atrae más que mis palabras, al punto que solo me corrigió en como llamarlo.

—Para ti soy Neo—

Es bastante extraño que una simple sirvienta llame a su patrón por su nombre.

—Archiduque Neo, jamás podría llamarlo por su nombre sin honoríficos—

El hombre me miró con dudas y al ver que no entendía la situación el mayordomo que me visito la primera vez intervino haciendo ruido.

—Cof cof—

—Señorita Irina, usted no ha entendido la situación, su Excelencia no la ha comprado como un objeto, la trae como su prometida y el dinero ofrecido a su padre es el dote para su mano—

He quedado helada al escuchar esto, la persona que me atropello y posiblemente la más rica del imperio me ha comprado para ser su novia, esto es una locura.

—¿esto es una broma, verdad?—

El hombre se enojo conmigo y mostrando que hablaba en serio saco un periódico local, realmente el conde no nos permite leer este tipo de diarios, asi que no le prestó atención.

—Revisa el apartado de anuncios—

Al tomarlo y mirar lo que salía en el periodico de esta mañana, el anuncio de mi padre me esta ofreciendo como un vientre de alquiler ahora que mi valor en el matrimonio decayó a causa del accidente, todo esto fue un golpe duró de procesar por lo que me termine desmayando en aquel lugar.