Allison…
Mi teléfono suena, bufo porque es la onceava vez que tengo que presionar el botón de rechazo al número de mi ex novio…
Bebo mi cerveza en combinación de grandes cantidades de vodka, si lo sé, es una bomba que puede matarme, pero lo único que quiero ahora es emborracharme hasta que no recuerde ni mi nombre, para poder olvidarme de esa escena que retumba en mi cabeza.
Mi novio encima de mi mejor amiga jadeando en mi propio sillón…
Bebo de golpe mi bebida tratando de olvidarlo.
¡Maldito idiota y Puta zorra!
¿Como pudieron hacerme aquello?,
Ella, mi mejor amiga, la persona que más confiaba en el mundo a la cual le contaba todo, me traicionó sin sentir una fulana pisca de remordimiento.
¿En qué punto de la relación todo se fue al carajo?
Quizás es mi culpa por no complacer sus fantasías lo suficiente…
Vuelvo a beber el contenido de golpe, alzo mi copa hacia el barman joven, uno nuevo que no había visto en el bar que frecuento a veces, le pregunto con intriga: -- ¿Dónde está Bruno?
Él se acerca quitando el vaso de mis manos para poner más contenido, me responde amable: --Al señor Bruno lo jubilaron hace poco…
Desliza el vaso por la mesa: --De ahora en adelante seré el barman de los turnos nocturnos.
Detengo con agilidad el vaso que llega a mi: --Mmmm lastima Bruno era bueno escuchándome…
Inclino mi cabeza hacia el suelo, ese viejo sabia muchos secretos míos, no puedo creer que ahora se haya ido…
El joven frunce sus cejas, para responderme: --Soy bueno escuchando…
Lo miro con incredulidad, él me sonríe de lado en tanto limpia con una toalla blanca los vasos lavados, pregunta: -- ¿Un mal día?
Lo miro por un momento sin responder su pregunta, pero luego de analizarlo muchas veces decido hablar con él, quizás a veces es mejor sincerarse con un desconocido.
El continua expectante, una risa irónica me invade, observo el vaso en mis manos antes de contestar: --Si por mal día te refieres,
Bebo el contenido de golpe, el chico me lanza una mirada curiosa, me sincero: --A encontrar a tu mejor amiga y novio follando en tu sillón, pues si tienes razón, he tenido un día de mierda….
El hombre me mira sorprendido, abre y cierra su boca para decir algo, pero al no encontrar las palabras correctas solo musita: --Lo siento….
Niego con mi cabeza: --No tienes por qué disculparte…
Él se acerca a mi tomando mis manos en gesto reconfortante, por un momento la luz me permite ver su rostro, la borrachera se esfuma al contemplar a semejante hombre…
Sus rizos castaños caen en su frente, su nariz es perfilada como si la hubiera hecho un ángel, sus ojos grises me hipnotizan, analizándome de pies a cabeza.
¡Mierda el alcohol en ocasiones me falla!
Después de varios segundos de escrutinio mutuo el me susurra: --Lo siento en nombre de esos idiotas…
Un desconocido disculpándose por algo que no ha hecho.
Una sonrisa de lado se me hace, le respondo: --Gracias…
Se separa dedicándome una sonrisa y empieza a limpiar los vasos de nuevo.
Pasa un buen tiempo, no sé en qué momento me dormí en la barra, pero me muevo en mi asiento sin saber que hacer, miro el reloj en mi muñeca el cual marca que son las 4 am, el barman se ha ido, así que me encuentro sola.
He decidido que ha sido suficiente por hoy, necesito ir a casa, ojalá que ya hayan concluido con lo suyo y se hayan ido de mi departamento.
Arriba la esperanza abuelita. La esperanza es lo último que se pierde.
Bueno, si no es así tendré que tirarlos a patadas.
Me muevo tomando todas mis cosas metiéndolas en mi bolsillo y camino hacia el baño antes de salir del lugar.
Pero mientras camino de regreso, unos sonidos detrás del telón de la barra llaman mi atención, mi curiosidad se activa, así que camino despacio hacia el sonido…
Conforme me acerco los sonidos se hacen más claros, ¿esos son gemidos?
¿Quizás una pareja rebelde ha decidido hacer un espectáculo detrás del telón?
Detengo mis pasos cerca de los sonidos.
Sera mejor que deje de espiar, me iré a casa…
¿Pero y si solo miras un poquitín? – me incentiva mi mente
No le harás daño a nadie, solo para asegurarte de que sea mutuo y no que alguien necesite de tu ayuda…
La curiosidad me carcome, me muerdo mi labio inferior.
Está bien solo un poco.
Con suavidad camino hacia el telón, deslizo levemente una pequeña abertura, abro mis ojos con sorpresa al mirar…
El barman, sentado en uno de los grandes sillones del lugar en donde se supone que es el karaoke, su cabello revuelto con su cabeza hacia atrás, la boca entreabierta, entre que se complace a mí mismo, su pantalón abierto, dejando al descubierto gran parte de su prominencia.
Trago grueso al mirar aquello, el sujeto suelta jadeos llenos de placer mientras mueve su mano de arriba-abajo, el toque de las luces neón que cambian de color conforme su placer se intensifica, lo hace ver muy…
No sé si es por el alcohol, pero esto me parece muy…
ESTIMULANTE...
Pero aquello no es todo, el hombre ha asentado su celular a una distancia sobre otro de los sillones que se encuentran en frente de él, grabándose mientras lo hace.
Sus movimientos se aceleran haciendo que se tense…
Santo Dios, me iré al infierno,
No debería estar mirando esto, mi cerebro me dice que es hora de irme, pero mi parte [la no razonable] me mantiene a la intriga de como terminara.
Sus gemidos se mezclan con su respiración agitada, antes de que se deje ir, él se suelta relajando su cuerpo por el éxtasis recibido, me encuentro mordiendo mi labio inferior entre que contemplo semejante vista por unos segundos más, el hombre se mantiene en su posición recuperándose unos cuantos segundos, pero entonces levanta su cabeza, me espabilo con rapidez y me muevo hacia la salida.
Pero antes de que de dos pasos mis ojos se clavan hacia la puerta del bar…
¡Mierda!
Samuel, mi ex novio entra a paso apresurado en el bar, por un momento me congelo al contemplar que analiza con rapidez el lugar buscándome.
¿Cómo me encontró?
Este bar no lo conoce.
Piensa rápido, busca donde esconderte—me formula mi mente
Inclino mi cabeza hacia el suelo poniendo mi cabello rojizo hacia adelante en un intento de que no me observe y con agilidad me escondo debajo de la barra.
Me insulto a mí misma – Olvidaste de apagar tu teléfono, la app de pareja que pusieron para conocer donde
estaban te delato
Me quedo quieta debajo de la barra…
Si no me muevo no me ve. (MODO INCÓGNITO)
Grita mi nombre: --¡Alison!
¡MIERDA!
Vuelve a gritar: --¡Se que estas aquí!
Giro mi cabeza a un lado haciéndome la desentendida, en estos momentos quisiera convertirme en la chica invisible, no quiero que me encuentre porque sé que me obligara a ir con él, y será agotador tratar de quitármelo de encima.
Tienes dos opciones: 1. CORRES SIN MIRAR ATRÁS; 2. QUEDATE QUIETA COMO SI NO ESTUVIERA HABLANDO CONTIGO.
Usaré la segunda opción.
Mantengo la respiración evitando moverme.
Escucho sus pasos acercándose a la barra, mi corazón empieza a latir con fuerza queriendo salir desbocado. Pero continua su camino pasándome de largo.
Suelto el aire con alivio.
Alzo un poco mi cabeza observándolo buscarme con desespero musita mi nombre unas cuantas veces, se acerca a las mesas preguntando por mí a las personas que se encuentran ahí, pero es obvio que están en un viaje astral por las bebidas y sustancias en sus cuerpos, por lo que no recibe una respuesta coherente por nadie…
Por un momento me tenso al verlo de nuevo venir hacia la barra, pero para mi suerte no se detiene, sino que se mueve hacia el baño, desapareciendo dentro de él.
Bien, esta es mi oportunidad para irme sin que me vea…
Me levanto muy despacio, deposito unos cuantos billetes en la barra, doy unos cuantos pasos hacia la salida, pero de repente la voz del barman me detiene: --¿Ya te vas?
El barman sale de entre las cortinas con una apariencia muy furtiva, arreglando su camisa blanca que detalla sus buenos atributos, mi imaginación empieza a volar, plasmándome cosas indecentes en mi mente por lo que vi hace minutos…
¡Dios sí que tiene sus favoritos!
Trago grueso y me muerdo el labio inferior al mirar su figura.
¡Maldito sea el alcohol!
Cierro mis ojos y niego con mi cabeza tratando de espabilarme.
¡No hay tiempo para esto, estas huyendo de tu maldito novio loco!
Los gritos de Samuel musitando mi nombre con ansiedad se escuchan fuerte a lo lejos…
El barman frunce sus cejas confundido, al verme en pose de la pantera rosa caminando con sigilo, me pregunta: --¿Qué sucede?
En un vaivén me acerco, y pongo mi dedo en sus labios en signo de que haga silencio, el frunce su ceño…
Le contesto en susurro: --Mi ex…
Pánico me invade al sentir como los pasos de Samuel se escuchan cerca.
¡No!
Creo que he manifestado mucho mi cara de pánico porque el chico se acerca a mí, y a la velocidad me cubre con uno de los abrigos de los clientes que cuelgan del perchero, cubriendo mi rostro antes de jalarme de la cintura hacia él, tomándome de sorpresa…
Le pregunto con confusión: --¿Qué haces?
Él me contesta susurrando a mi oído: --Ayudarte…
Los sonidos de los pasos llegan a nosotros, por debajo de la tela del abrigo contemplo las botas caras de mi ex detenerse al frente, pregunta con voz ronca: --¿Has visto esta chica?
El sujeto a mi lado le responde tajante: --No
Se detiene un momento, ajusta su agarre en mi cintura en gesto posesivo, le dice: --Hoy ha habido mucha gente, que reconocerla sería difícil.
Mi ex se burla: --¿Una buena noche no?
El chico me acerca a él, deposita un leve beso, le responde: --Si, a mi nena le gusta divertirse… Mi ex suelta una pequeña risa, musita pervertido: --Son buenos tiempos, disfruten chicos…
El barman le contesta irónico: --Tan buenos que una infidelidad no hace mal a nadie…
Silencio alrededor por unos segundos, pero Samuel suelta una carcajada antes de decir: --Ah ya entiendo, no es la oficial ¿verdad?, no te preocupes si tu novia te llega a descubrir tu solo ruégale durante semanas, cómprale regalos y veras como en horas te perdona todo…
El barman pregunta: --Pareces un experto…
Risa irónica antes de decir con tranquilidad: --Lo he hecho por 7 años seguidos, siempre funciona…
¡Que maldito!
Hago mis manos en puño al escucharlo decir aquello con tanto sosiego.
El chico a mi lado le dice con falso orgullo: --Oh vaya lo tendré en cuenta…
Mi ex se acerca dándole palmaditas al chico y se da media vuelta empezando a caminar hacia la salida.
Poco a poco mi cuerpo se relaja ycuando pienso que todo ha terminado, sucede algo inesperado, mi celular suena en mi bolsillo, con agilidad lo saco para tratar de silenciarlo sin embargo…
Los pasos suenan de regreso haciendo mi cuerpo tensar, se instala al frente, y me arrebata del agarre del chico,
Me quita el trapo que cubre mi cabeza, el rostro enfadado de Samuel aparece en mi campo de visión, me musita con furor: --¿Crees que soy idiota y que no reconozco el olor de mi novia?
Me suelto de forma salvaje de su agarre, le musito con dureza: --Pues si lo eres…Lo golpeo conteniendo las lágrimas que amenazan por salir, musito con valentía: --Eres un maldito idiota…
Continúo golpeándolo con rudeza…
El me detiene de mis muñecas diciéndome: --¡Alison, ya te lo dije, malinterpretaste todo, no es lo que piensas, Lana y yo no estábamos…
Musito con escarnio: -- Ja! No puedo creerlo, no puedo creer que tengas la osadía de negarlo todo…
Grito haciendo que algunos clientes se despierten: --¡SI YO VI COMO TE LA FOLLABAS EN EL SILLÓN!
Samuel da un paso hacia a mí, yo doy un paso hacia atrás impidiendo que se acerque, el musita tratando de calmar su temperamento: --Alison, vamos, te llevare a casa…
Hace ademan de agarrarme de la muñeca, niego con la cabeza esquivando el agarre: --No, no quiero ir contigo será mejor que te vayas…
Samuel suelta un suspiro cansado, hace ademan de volver a agarrarme, pero una figura se lo impide, el barman se interpone entre los dos, le habla glacial: --Ya escucho a la señorita, salga de aquí…
Mi novio no se rinde: --No me iré sin ella…Continua con indignación: --Además, ¿quién te crees para hablarme así? no tienes derecho en irrumpir en esta conversación…
El chico hace sus manos en puño tratando de controlarse…
No sé si por el alcohol o por el enojo, digo lo primero que se me cruza por mi cabeza: --Si tiene derecho en irrumpir en la conversación porque el…
Me detengo analizando que decir, Samuel espera que continue y lo digo de forma seca: --Es mi amante…
Los rostros de ambos chicos sorprendidos son un dilema, el barman me lanza una mirada llena de confusión haciendo que me arrepienta de lo que he dicho.
Le musito en murmullo al confundido barman: --Sígueme la corriente…
Sin embargo, me acerco a él tomando su mano y me dirijo a Samuel: --- Crees que fuiste el único que estaba engañando en la relación…
Niego con mi cabeza, me giro hacia el sorprendido barman, le susurro bajo: --Lo siento…
Una carcajada retumba, Samuel ríe a carcajadas entre que dice: --¿Esperas que me crea eso? Dice con seguridad: --No serias capaz ni de matar a una mosca, peor ser capaz de traicionar la relación de años que tenemos…
Es cierto, siempre he sido fiel, no me he fijado en otro que no sea Samuel, porque siempre creí que él también lo era conmigo, pero ahora sé que no fue así…
Y lo lamento, me lamento conmigo misma por haber estado todos estos años con un idiota, debí darme cuenta, la manera que me veía, su desinterés, sus exigencias porque no use ropa provocativa, su manera de controlarme, sus maneras de herirme y luego volver a pedir perdón actuando como si nada hubiera pasado.
Tuve todas las señales frente a mí, todas las banderas rojas y las deje que siguieran como si nada…
El amor te ciega.
Samuel me exige: --Vamos cariño, ven aquí.
Una lagrima se filtra entre mis pupilas, son las emociones que he reprimido durante tanto tiempo las cuales se están manifestando. No puedes permitir que esto continue Alison debes frenarlo, tú decides si quieres seguir en este toxico ciclo, o si vas a pararlo…
Samuel trata de llegar a mi para tomarme de la muñeca, doy un paso a atrás evitando que me agarre, le digo con firmeza: -No, vete Samuel…
El solo me dedica una sonrisa irónica entre que cruza sus brazos: -- Deja el drama, solo fue un desliz, olvidemos todo y vamos a casa ¿sí?
Una risa incrédula se escapa de mis labios, hablo entre dientes: --¿Un..., desliz?
El asiente una y otra vez confirmando, quiere sonar arrepentido: --Si cariño solo un desliz…
Levanto mi voz con enojo: --¿¡Sabes que es un desliz?!
Grito llena de furia entre que clavo mi dedo índice en su pecho: --¡Caerte en el barro es un desliz, no el acostarte con mi mejor amiga!
Contengo mis lágrimas, me quito el anillo de promesa que me entrego hace unos meses y lo arrojo a sus pies: --¡Llévate tu mierda, esto se terminó!
El semblante de mi ex novio se ensombrece: --No estás hablando enserio…
Le hablo con firmeza: --¡Nunca he hablado tan enserio en mi vida, vete Sam!
Tensa su mandíbula y hace ademan de acercarse a mí, sin embargo, el barman entrelaza su mano por mi cintura haciéndome estremecer ante su toque posesivo, se dirige a él con frialdad: --No te atrevas a tocarla…
Continua con certeza: --O me valdrá una mierda, y te hare papilla la cara…
La cara de Sam se enrojece en ira, mantiene su mandíbula tensa entre que ve el toque del sujeto en mí, ordena: --Quita tus manos de mi chica…
Una carcajada jugosa retumba, el chico con una de sus manos me levanta mi barbilla para mirarlo a los ojos: --Hace mucho que dejó de ser tuya…
Roza el dorso de su mano por mi mejilla en gesto delicado: --¿No es así nena?
Y sin verlo venir, el sujeto me atrae hacia el uniendo nuestros labios, sellando esta escena.
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