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MIEDOS QUE NO EDUQUÉ.

Personajes.

Belén Miller una chica que perdió a sus padres cuándo tenía unos meses de nacida. Ella vivió en un orfanato por seis años. Luego fue adoptada por una familia adinerada y salió de ese feo lugar.

Sus padres adoptivos la trataban bien pero ella siempre sintió que debía sobresalir para agradarles más.

A ella desde pequeña le gustaba bailar, disfrutaba mucho de esa actividad, y sus padres al ver el talento que ella tenía le contrataron profesores para mejorar sus habilidades y su técnica.

En la actualidad Belén tiene 21 años y ha estado en una relación con Axel Swift durante dos años. El la adora pero ella no lo sabe. Su relación es falsa, se la inventaron para el librarse de un matrimonio arreglado y ella de unos busca talentos pervertidos. Pero sus vidas pronto dará un giró inesperado. Al ella encontrarse con Gael Styles. Un empresario que tiene problemas con la familia de su novio Axel y que hará todo lo posible por separarlos.

Belén Miller.

Axel Swift.

Gael Styles.

Belén viene regresando de un concurso en la ciudad de Chicago. Axel la la recibe en el aeropuerto de New York. Hay vários reporteros viendo lo que pasa.

— Amor. — La abraza. — Te extrañé tanto.

— Yo te extrañé más. — Ella también lo abraza cómo si de verdad lo hubiera extrañado. Tal vez lo hizo pero es muy orgullosa para reconocerlo.

— ¿Cómo te la pasaste en tu viaje.? — No fue de placer y la conoce. Seguro que se la pasó ensayando y ensayando.

— Los viajes sin ti son aburridos. — Dice ella con una sonrisa.

— Tengo que besarte. — Le advierte Axel hablándole al oído.

— No. No quiero. Con el abrazó es suficiente. — Se queja ella en su oído también.

— ¿Qué clase de novios sólo se abrazan al reencontrarse.? — Pregunta Axel un poco indignado.

— Está bien pero que sea rápido. — Le dice con autoridad Belén. Axel toma el rostro de la chica que ama y le da un beso profundo, a Belén no le queda más opción que corresponder. Pero en el fondo se enoja bastante con el por aprovecharse de la situación.

— Listo. — Dice Axel al despegar sus labios de Belén. Los periodistas siguen tomando fotos así que ella forza una sonrisa..

— Creó que te pasaste un poco. — Lo mirá cómo si estuviera de lo más contenta pero en el fondo le quiere dar una patada y mandarlo a China.

— Yo creo que fue perfecto. — Axel tan descarado cómo siempre. Piensa Belén..Ya que lo tiene en un mal concepto.

— Mm. Llévame a mi casa. Estoy cansada. — Axel toma la maleta de ella y se la lleva. En el camino el pregunta cómo estuvo su viaje. Y está vez le pide que sea sincera.

— Igual que todos. — Responde ella sin darle importancia.

— Ganaste. Muchas felicidades. — La felicita con entusiasmo y sinceridad..

— Gracias. — Belén cierra los ojos y cuándo los abre reconoce el lugar a dónde el la lleva. Es la casa de sus suegros falsos. — ¿Por qué me trajiste aquí y no me llevaste a mi casa.?

— Mis padres insistieron en hacerte una fiesta de bienvenida. Y según nuestro trato de hace dos años...

— Si ya se. Yo tengo que ayudarte en los eventos dónde tú familia esté presente.

— Qué bueno que lo recuerdas.

— Recuerdo cada cosa del trató. ¿También lo haces verdad.? — No quiere que el rompa algunas de las condiciones que pusieron.

— Si. También lo hago. — Axel la ayuda a bajar y entran a la casa de el tomados de la mano. Todos gritan sorpresa y ahí Belén ve a sus padres adoptivos y a su hermano. Sus padres la saludan contentos.

— ¿Cómo estuvo tú viaje hija.? — Pregunta su padre que la adora cómo si realmente llevará su sangre.

— Bien.

— Felicidades por tu premió. Estamos muy orgullosos de ti. — Su madre también la abraza..

— Gracias. Esto se los debo a ustedes. — Ella sabe reconocer que si no la hubieran sacado del orfanato ahora no estaría dónde está.

— No. El talento lo traías en la sangre. Nosotros sólo nos encargamos de pulirlo. — Le aclara su madre.

— Igual es gracias a ustedes. Los quiero mucho.

— Y nosotros a tí hija. — Los dos la abrazan. Su hermano por otro lado sólo pone mala cara al ver lo cariñosos que son sus padres con la adoptada, ya que es así cómo el la llama..

— Me da gusto que no hayas ido a esa competencia sólo para hace el ridículo. — Dice Bernardo.

— Gracias hermano. — Le dice Belén de forma sarcástica. Pues ella sabe muy bien que el no la quiere ni un poquito..

— Hijo no empieces. — Le piden su madre.

— Sólo ganó un tonto trofeo por bailar. No es nada del otro mundo. Creó que cualquier mujer con una cara cómo la de ella hubiera podido ganar.

— ¿Qué estás insinuando.? — Pregunta Belén muy molesta. Pues no pierde oportunidad para tratarla de zorra sin talento.

— Lo que entendiste.

— Hijo hay gente aquí. Baja tú tono. — Le pide su padre.

...Belén....

Mi hermano habla cómo si el ya hubiera ganado muchos premios en su vida. Lleva años trabajando para nuestro padre y el se niega a dejarlo a cargó de la empresa. Saben que eso sería un grave error.. Bernardo sólo sabe cómo gastar el dinero. No sabe cómo producirlo.

— Belén. Hermosa. — La madre de Alex vino a saludarme con un beso en cada mejilla. Y a romper con la tensión que se estaba creando entré mi hermano yo y mis padres.

— Buenas tardes suegra. — Tengo que llamarla así por culpa de Axel. El insiste en que su madre me quiere de nuera.

— ¿Cuándo van a formalizar la relación tú y mi hijo.? — Tal vez nunca suegra. Pierda las esperanzas.

— Axel dice que no está listo aún..— Mejor le echo la culpa a ese mujeriego. Yo debo quedar bien con mi suegra falsa. Ella me cae muy bien desde que la conocí.

— Ese niño inmaduro no sabe lo que va perder si no se casa contigo. — Yo sólo sé de lo que me voy a salvar si no me casó con el..

— Es lo que yo digo. Pero ya conocé a su hijo..— Seguí haciendome la víctima. Es divertido. Me gusta ver cómo lo regaña su mamá.

— Axel ven aquí inmediatamente. — Ya estaba preparada para morirme de la risa. Decía en mis adentros. Qué lo regañé que lo regañé. Era cómo mi porra favorita..

— Sí madre. ¿Qué se le ofrece a la reina de está casa.? — El hasta con su madre es coqueto. No tiene remedio.

— ¿Por qué no le has pedido matrimonio a esta belleza de mujer.? — Gracias señora. Por eso me cae bien.

— Bueno es que ella dice que no está lista. — Ja. ¿Me está aventando la pelota a mi.? ¿Qué clase de novio falso es.?

— Belén. ¿Qué tiene que decir al respecto.? — Preguntó mi suegra y Axel sonrió. Seguro peinsa que su madre me va regañar a mi.

— Suegra su hijo me quiere dejar mal. El sabe que si me pide matrimonio lo aceptaría ya mismo. — Y lo dejaría plantado en la boda. Eso es seguro.

— ¿Axel.?

El se quedó en silencio. Si creías que mi suegra me iba a regañar estás muy equivocado. Yo siempre me salgo con la mía.

Suegra ese es su anillo.

...Axel....

Belén me quiere dejar mal con mi madre. Sabe que ella siempre está de su lado. Hasta parece que la hija es ella y no yo.

— ¿Por qué no le has pedido matrimonio a esta belleza de mujer.? — Yo muero de ganas por qué ella sea mi esposa. Pero creó que es lesbiana. Así que me conformó con robarle uno o dos besos de ves en cuando. Es mejor a no poder tocarla nunca.

— Bueno es que ella dice que no está lista. — Y no sé si un día lo va estar. En ocasiones he intentado pedirle que sea mi novia de verdad. Pero tengo miedo a que en verdad sea lesbiana y terminé con esta relación falsa..

— Belén. ¿Qué tienes que decir al respecto.? — Preguntó mi madre. Y yo sonreí cómo si me burlará de ella. Lo hice por qué se lo mucho que le divierte ver qué mi madre me regaña.

— Suegra su hijo me quiere dejar mal. El sabe que si me pide matrimonio lo aceptaría ya mismo. — Si. Me aceptaría ahora. Pero el día de la boda me deja plantado. Eso es seguro.

— ¿Axel.? — Mi madre le estaba creyendo a ella y no a mi. ¿Acaso no ha visto lo bien que me portó desde que me volví novio falso de Belén.?

— Madre no me has dado el anillo con el que todos los hombres de la familia le han pedido matrimonio a sus esposas. — Esa fue la mejor justificación que se me pudo ocurrir. Pero mi madre se quitó el anillo que tenía en el dedo y me lo dió.

— Toma. Pídele matrimonio ya mismo. — Belén abrió los ojos con impresión. Yo estaba igual. ¿Qué debería hacer ahora.? Nunca se me ocurrió que mi madre iba a deshacerse de su tesoro más preciado por mi propuesta.

— Suegra ese es su anillo. Apreció mucho el cariño que me tiene pero... — Belén se adelantó a justificar la propuesta que ni siquiera había echo.

— Tonterías Belén. Siempre he querido que mi hijo se lo de a una buena mujer. Y tú has logrado que se comporté durante dos años. — Bueno al menos ella si lo ha notado. No cómo otras.

— Si suegra pero...

— Axel toma el anillo y has la propuesta. Rápido. — Las órdenes de mi madre no se cuestionan. Se cumplen. Estoy en grabes aprietos. Y no soy el único.

...Belén....

Mi suegra ahora sí está pasando la línea. Yo sólo quería que regañara a su hijo. No que le diera un anillo y le ordenará que me propusiera matrimonio. Esto se está pasando. Ya no lo estoy controlando.

Axel has algo. Rápido. Le lancé una mirada amenazante. El me tenía que sacar de esté aprieto. Sí o si.

— Mamá nosotros. — Espera. ¿No estás pensando en revelar nuestro secreto o si.? Más te vale que no lo hagas. ¿Cómo voy a sobrevivir en la industria sin tu apellido a mi lado.? — Nosotros no te lo queríamos decir por qué era una sorpresa. — Uff. Suspiré. Ya va salvar la situación. Mi novio falso es muy inteligente. Siempre se le ocurre algo. — Yo le pedí matrimonio y ella me aceptó. — ¿QUÉ.? Grité mentalmente. — ¿Verdad amor.? — Me dió un beso y me miró con una sonrisa. ¿Verdad.? La única verdad es que ahora debía fingir y no sabía que decir.

— Ajá. — Respondí. Estaba casi sin habla. ¿Qué acaba de decir esté tonto.? Ahora nuestras familias piensan qué estamos comprometidos.

— Felicidades. — Todos aplaudieron.

— Supongo que ésto ya te corresponde a ti. — Mi suegra falsa le dió su anillo a Axel y esté último lo puso en mi mano.

— Te amo Belén. — Me robo otro beso igual al del aeropuerto. Momentáneamente le correspondí y cuándo la emoción pasó lo llevé a su habitación.

— ¿QUÉ HICISTE.? — Grité muy enojada.

— Salvé la situación. — Dijo el muy tranquilo.

— ¡¿Cómo se te ocurrió.?! — Ahora grité un poco más bajo pero igual de enojada. — ¡¿Cómo.?!

— Oye todo fue tú culpa. ¿Quién fue la que dijo "el sabe que si me pide matrimonio lo aceptaría ya mismo." ¿Fui yo acaso.? — Reclamó el. Y tenía un poco de razón..

— Bueno pero... Lo dije para que se enojará contigo y te regañara. No pensé que la noche iba a terminar así.

— ¿Querías que me regañé.? — Preguntó indignado.

— Eso no es importante ahora. Mejor pensemos en algo para acabar con el compromiso.

— ¿Porqué te molesta tanto estar comprometida conmigo.?

— ¿Por qué.? ¿Crees que me quiero casar con un mujeriego cómo tú.? — No le he sabido nada desde que salimos falsamente. Pero seguro que sigue siendo el mismo mujeriego que conocí en la universidad. Sólo es más discreto.

...Axel....

Belén estaba muy enojada conmigo. Primero me gritó y luego salió a relucir su verdadera intención.

— Bueno pero... Lo dije para que se enojará contigo y te regañará. No pensé que está noche iba a terminar así. — A, claro. Yo sabía que disfruta verme pelear con mi madre.

— ¿Querías que me regañé.? — Pregunté indignado. ¿Cómo puede disfrutar viéndome sufrir.?

— Eso no es importante ahora. Mejor pensemos en algo para acabar con el compromiso. — Sabía que eso era lo único que le importaba.

— ¿Porqué te molesta tanto estar comprometida conmigo.?

— ¿Por qué.? ¿Crees que me quiero casar con un mujeriego cómo tú.? — ¿Mujeriego.? ¿Yo.? Deberías ver cuánto he cambiado desde que te conocí.

— Belén casemonos. Total. Tú ni pareja tienes.— Estamos igual de solterones los dos.

— Ja. — Suspiró. — ¿Porqué piensas que no tengo pareja.?

— ¿Entonces si tienes.? — Contuve mi tristeza y mi rabia. Tiene a alguien y no me lo había dicho. ¿Qué clase de novia falsa es.?.

— ¿Qué.? No. No tengo. — Menos mal. — Y no me interesa tener. Yo lo que quiero es seguir bailando. Quiero cumplir todos mis sueños. A ver cómo lo arreglas pero tienes que cancelar está ridícula boda.

— Tenemos. Tú tienes gran parte de la responsabilidad en ésto. — Yo no tengo mucho interés en cancelarlo. Por mi nos podríamos casar hoy mismo.

...Belén....

Tiene razón. Yo tuve parte de la culpa por andar hablando de más.

— Bien. Vamos a buscar una forma de no casarnos y seguir con nuestra relación falsa.— A mi me conviene que el mundo piense que salgo con el. Especialmente por qué antes todos me creían lesbiana.Y obviamente no lo soy.

— Te veo mañana en el lugar de siempre. Ahí armaremos algún plan.

— Okay. — Salimos de la habitación y nos encontramos con su madre.

— ¿Dónde estaban.? No me digan que trabajando en un nieto. — ¿Nieto.? Ni loca. Pero con lo mujeriego que es Axel seguro que ya tiene unos cuántos por ahí.

— No suegra cómo creé. Yo no me atrevo a ofender su casa de ese modo.

— No es ninguna ofensa. Ustedes pásenla bien. Son jóvenes. — Sonrió con picardía. Nada más le faltaba encerrarnos y ponerse a escuchar detrás de la puerta.

— Yo creó que mi familia me está esperando. Con permiso. — Bajé antes de que abrá de más la boca y Axel diga una tontería cómo que estoy embarazada. Porqué soy bailarina no actriz. No sabría cómo fingir que pierdo a un bebé que no existe.

Terminé de bajar las escaleras y volví al jardín con mi familia. Mis padres y yo volvimos a casa. Vivo con ellos por qué lejos de aquí me siento vulnerable. Y con ellos a pensar de no llevar la misma sangre me siento cómo si hija verdadera.

Terminamos.

Al día siguiente fuí al hotel dónde Axel y yo armamos estrategias. Aquí hicimos nuestro trató hace dos años. Y aquí nos reunimos cada vez que algo se nos complica.

En el elevador me tropecé con un hombre.

— Lo siento señorita.

— Descuidé. — Lo miré a la cara y me encontré con un par de ojos grises qué me pareció haber visto antes en algún lugar.

Tal vez alguno de los shows que he dado. Belén ahora tienes cosas más importantes en las cuáles debes pensar. No hay tiempo para reconocer a un extraño.

— Disculpé. ¿Es usted la señorita Belén.? — Preguntó el y yo me qué un tanto intrigada.

— ¿Qué.? ¿Cómo es qué...? — Ya se. Es un fan.

— La he visto en revistas. Es más bonita en persona. — Noté cierta ternura en sus ojos. ¿Por qué me está viendo así.?

— Gracias. — Creó. Sólo quería salir huyendo.

— Ojalá podamos coincidir en otro momento. — Tomó mi mano y dejó un beso sobre ella. Acto que me desconcertó un poco.

— Con permiso. — Salí del elevador y fuí a la habitación dónde Axel me estaba esperando. Pero lo encontré en el pasillo.

— ¿Quién era ése.? — Preguntó cómo si estuviera celoso. Y cómo si yo conociera a cada individuo del planeta.

— Y yo que sé.

— ¿No lo conoces.? — Preguntó sin creer la respuesta que yo le di anteriormente.

— Claro que no. ¿Porqué lo iba a conocer.? — Está bien que sea guapo pero ese no es motivo de que yo lo conozca.

— Bien. Entra. Debemos arreglar el matrimonio.— ¿Matrimonio.? ¿De que habla.?

— ¿Cuál matrimonio.?

— Tú entra. — Me llevó a la habitación. Ahí me propuso un trató muy absurdo.

— No aceptó. Jamás. Escúchame bien. Jamás aceptaré eso.

...Axel....

Supuse que no aceptaría. Pero al menos lo intenté.

— Debemos pensar en otra opción. Eres demasiado inteligente cómo para sólo pensar en una solución. — ¿Demasiado inteligente.? Ni siquiera se cómo declararte mi amor. ¿Qué clase de inteligencia tengo.?

— Es lo único que se me ocurrió. Creó que si no quieres debes ser tu quién busqué una solución. — Salí de departamento molestó. Debería dejar que lidie ella sola con el caos. Tal vez así me valore un poco.

— Axel no es momento de hacer tus berrinches. — Ella me siguió al pasillo.

— No hago berrinche.— No es el caso. — Te dejó actuar por tí sola.

— Axel por favor. Te necesitó.

— Claro. Y soy el estúpido que siempre está cuándo lo necesitas. ¿Pero tú cuándo has estado para mí.? — ¿Enserio cuándo.? Siempre soy el que da más en está relación falsa y todo por qué estoy enamorado de ella.

— Te ayude a no casarte con esa loca que te acosaba. — Eso no fue lo que realmente pasó.

— Me ayudaste porqué te convenía. Quieres seguir con esta relación por qué te conviene. Quiere que yo me quedé aquí por qué vas a salir beneficiada. Estoy cansado de aguantar ésto.— Muy cansado. Un amor no correspondido enserio cansa.

— Axel no seas así. Gracias a mi tú puedes andar por ahí con una y otra sin que tú madre sospeché nada.

— ¿Es encerio.? — Pregunté con indignación. — ¿Tú piensas que yo hago ésto sólo para que mi madre esté tranquila y que me pueda revolcar con una y otra.? — Ella no me respondió. Pero su mirada lo hizo. — Estás totalmente equivocada. Y si vas a seguir pensando de ese modo es mejor dejar las cosas aquí. — Yo intentaré amar a otra mujer. Y ella puedee buscar una relación falsa con alguien más.

— ¿Qué.?

— Terminamos. — Pareciera que en verdad estoy terminando con ella por el tono que usé.

— No puedes haceme eso.

— Ya lo hice. — Ahora si salí de hotel. Ya estoy cansado de siempre hacer cosas por ella y que no sepa valorar mis esfuerzos.

...Belén....

Axel se comporta cómo todo un niño berrinchudo. ¿Cómo puede terminar conmigo sólo por qué le digo sus verdades.? Ahora debo esperar a que se le pase el berrinche y hablar con el.

Volví a mi casa y me pareció que alguien me estaba siguiendo. Creó que estoy paranoica. Llegué y estacioné mi auto. Me encontré con mi hermano.

— ¿De dónde vienes.?

— No te importa. — ¿Qué hace aquí.? Si hace mucho que no vive con nosotros.

— Qué malcriada te has vuelto.

— ¿Y que harás al respecto.? ¿Vas a intentar matarme otra vez.?

— Cállate. — Estubo a punto de darme una bofetada en la cara pero se detuvo.

— Deberías aprender un poco sobre la paciencia. Ve a clases de yoga o práctica algún deporte. Eso mantendrá tú mente ocupada y no harás estupideces. — Lo empujé y me fuí. Me encerré en mi habitación y me puse a llorar. Recordar ese momento traumático me puso mal.

...Flashback....

Habían transcurrido tres meses desde la adopción de Belén. Sus padres le habían dado ese nombre por qué así se llamaba una hija suya que falleció en un accidente. Belén y la niña que ellos perdieron tenían características similares, mismo cabello, mismos ojos, misma piel, ellos al verla veían en ella a su hija muerta. Tal vez por esa razón le daban más amor que a su hijo biológico. Con ésto provocaron que Bernardo se pusiera celoso y empezará a odiar a esa niña. A tratarla mal y llamarla adoptada cuándo nadie lo veía.

Un día Belén se sentía muy cansada por sus clases de baile y no quiso ir a la ópera con sus padres. Bernardo se ofreció a cuidarla y sus padres pensaron que ella estaría bien. Ellos no sabían de los tratos que le daba a su hermana cuándo ellos no estaban.

Salieron sin ninguna preocupación pero en el camino la madre de Belén recordó que había olvidado su celular. Y no quiso irse sin el. Así que su marido le ordenó al chófer que regresará y así volvieron a casa.

La madre de Belén subió a su habitación y escuchó los gritos de su hija. Se apresuró a entrar en la habitación de ella y vió cómo Bernardo la estaba estrangulando.

Ella se apresuró a ayudar a Belén y le dió una fuerte cachetada a su hijo.

— ¿Qué piensas que estás haciendo.? — Abrazó a Belén que estaba en un estado de trance. Miraba con ojos llenos de miedo a su hermano. — ¿Hija estás bien.? Háblame por favor. — Belén era incapaz de pronunciar palabra alguna. — Mira lo que le hiciste. — Le reclamó su madre a su hermano.

— Ella no es tu hija. Yo soy tú hijo. Pero no te preocupas por mi en absoluto. Te preocupas más por esa maldita adoptada.

— ¡Cállate.! — Su madre le dió otra bofetada. — No te atrevas a llamarla de ese modo. Belén es mi hija.

— Ella no lleva tu sangre. Tampoco la de mi padre y mucho menos la mía.

— Pero yo la amó. Y tú debes amarla también.

— Ella me está robando tú amor y el de papá. ¿Cómo puedo quererla.?

— Ella no te está robando nada. Nosotros te amamos.

— Me acabas de golpear por su culpa.

— Intentaste matarla. ¿Qué querías.? ¿Qué te aplaudiera.? — El padre de Belén al ver lo mucho que tardaba su esposa subió a ver qué pasaba. Se encontró con Belén temblando de miedo en los brazos de su esposa y a su hijo con las mejillas golpeadas.

— ¿Qué le pasó a Belén.? — Se preocupó más por ella que por su hijo, cosa que molestó aún más a Bernardo.

Pero ni su madre ni el se atrevieron a pronuncia palabra alguna de lo sucedido. Su padre decidió no preguntar más y llevaron a su hija al hospital.

Belén estuvo en trance varios días. Tiempo suficiente para que el señor Miller le sacará la verdad a su esposa. Se enojó mucho con su hijo y habló seriamente con el. Bernardo debía tratar a Belén cómo lo que ahora era. Su hermana, no cómo a una enemiga.

Bernardo se mostró racio a la idea. Pero intentó aceptarla.

Belén volvió a casa ya recuperada pero cada vez que veía a Bernardo su corazón empezaba a latir con fuerza y se asustaba.

— Hija es el tú hermano. Tranquila. El no te hará nada. — Su madre intentaba calmarla pero Belén no creía en ella.

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