***Hola queridos lectores(a) les traigo otra más de mis novelas espero que sea de su agrado, y estaré eternamente agradecida por su apoyo que me han brindado, les mando muchas bendiciones saludándoles desde México***

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Ella es una joven soñadora, alegre, tímida, amable y muy amorosa, pero su familia le ha comprometido con un hombre que no conoce, ella sin tener más opción fue obligada solo por ser la única hija quien por deber moral tenía que ayudar a su familia de una inminente crisis financiera y con esa dichosa boda sus problemas se arreglarían …

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Hola soy Analiz Gastrell, no tiene mucho que cumplí mis 17 años, soy una chica bajita y de cuerpo esbelto, mi familia es adinerada por la empresa más grande de Londres y por la herencia que dejo mi abuelo, yo estoy aún estudiando la preparatoria y con un futuro prometedor como mis maestros me dicen por ser la mejor en mi clase.

Pero todo cambio de la noche a la mañana, mis padres han decidido comprometerme con el hijo mayor de sus amigos la familia Rizzi, Llore ese día preguntándome él ¿por qué?, los días siguientes le pedí a mi padre que no lo hiciera, me grito diciéndome del por qué de mi compromiso.

-ya está apalabrado, así que hazte a la idea de que pronto vas a casarte- me arrodille suplicandole que desistiera de esta locura.

- por favor papá, soy muy joven el abuelo estaría en cont.- me dio una bofetada cayendo al suelo.

- tendrás que hacerlo, ya es hora de que nos devuelvas lo que hemos echo por ti, es tu maldita obligación, ¿quieres que perdamos todo lo que construyó tu abuelo- niego ante la confesión de mi padre- entonces cállate y resígnate.

Al enterarme de esa manera de que perderíamos todo lo que hizo el abuelo, me rondaba una y otra vez lo que me dijo mi padre, es tu deber como hija salvarnos de la ruina, así que ya no dije más nada sería inútil tratar de convencer a mi padre de esta locura, mi vida dará un giro de 180°, mis estudios, mis sueños a mi novio como le diré que me casaré con alguien que no será él, si juramos unir nuestras vidas cuando terminemos nuestras carreras, sé que faltaba mucho pero nuestro amor es muy grande.

Para mí es un misterio, el hijo de los Rizzi nunca lo conocí hasta llegué a pensar que no tenían hijos, mi familia siempre han sido amigos por generaciones dos países unidos solo por la amistad, pero no sé ni su nombre, ni su edad, ¡nada!, si le pregunto a papá solo me gritara y golpeara como en ocasiones pasadas; pero me da temor de solo pensar que ese hombre sea un golpeador o quiera propasarse conmigo, tengo terror de que me obligue a, ¡por Dios!.

Mi relación con mis padres nunca ha sido buena, siempre he sido ignorada por ellos, mi madre con sus salidas, viajes, comidas, sus amigas, todo era mucho más importante que yo y mi padre que decir, él únicamente trabaja de día, tarde y noche, así que si lograba cruzar algunas secas y frías palabras con ellos, siempre terminaba en gritos, jalones y castigos hacia mí, así que solo comenzaba a evitarlos a toda costa.

Somos cuatro hermanos siendo yo la menor y la única mujer, Dylan, Daniel y Dante son trillizos y los mejores hermanos del mundo que me aman como yo a ellos, pero ellos al casarse jamás regresaron a la casa, nunca entendí por qué, haciéndose mi soledad más grande en esta gran casa a la espera del fatídico día que una mi vida a ese hombre, no lo puedo aún asimilar a mis diesisiete y próxima a casarme es una pena muy grande que cargaré toda mi vida, ya que me arrebataron todo para obligarme a casarme.

ANALIZ GASTRELL.

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Él es un hombre amable, muy cariñoso con los suyos, pero todo cambió desde que él fue abandonado al pie del altar.

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Hola soy Amadeo Rizzi, tengo 35 años, vengo de la familia más poderosa de toda Italia, siendo el primogénito de cinco hermanos, toda mi vida era normal hasta que apareció, Griselda la mujer que robaría mis sueños, sin pensarla me acerque a ella, haciéndola mi novia.

Con el pasar del tiempo le pedí que fuera mi esposa, acepto y los preparativos eran una locura, porque a pesar de que mi familia no la quería aceptaban mi decisión, el gran día había llegado esperándola en el altar, cuando llegó casi corriendo con ropa casual y solo me grito que fue un error lo nuestro, que no era yo sino ella y se fue dejándome parado sin entender que diablos paso.

Dos meses pasaron para convertirme en el hombre más odiado por toda la gente, por mi carácter explosivo, frío, egoísta y muy temperamental, todó empeoró al enterarme porque de su abandono, era un gran golpe por qué aún no sanaban mis heridas que ella me causó, cuando mis padres se enteraron al día siguiente llegaron con su estúpida noticia, que me habían comprometido con la hija menor de los Gastrell, no la conozco ni sabía de su existencia pensé que solo eran los trillizos, aceptaría casarme solo con la condición de que habrá un contrato de por medio y bajo mis condiciones y si ellos aceptan le haré saber a esa mujer que conmigo no obtendrá nada más que desprecios, su vida será un infierno solo por haberse cruzado en mi camino, porque el amor está muerto para mí.

AMADEO RIZZI

Una semana después de enterarme de mi destino, sabía que hoy vendrían unos hombres a traer algunos documentos a que firme mi padre, mi vida empieza a ser un infierno con mi madre día a día, siempre me insiste que tengo que conseguir acostarme con el hijo del señor Renzo, cuando sea mi esposo por el bien de todos, que si concibo un hijo solucionará esto de por vida.

Me tiene más que abrumada con su pedido y más que yo jamás me atrevería, ni siquiera e estado con alguien, Ethan siempre me dijo que él me esperaría, tengo un millón de preguntas, ¿cómo le diré a Ethan?, ¿se molestará?, tengo miedo por esta locura perderé al gran amor de mi vida, pero mis hermanos estarán enterados de lo que harán mis padres, ¿estarán de acuerdo?, no lo sé, las interrogantes crecen pero sin obtener una líquida respuesta.

Salgo de mi habitación más perezosa de lo habitual, desaliñada bajo las escaleras sin darme cuenta que había visitas, camino para ir a la cocina pero para llegar hasta haya tengo que pasar por la sala, traía mi pijama es diminuta y muy pegada al cuerpo, cuando veo aquellos hombres casi me da un infarto quedándome inmóvil.

Hasta que mi padre me toma del brazo tan fuerte que me quejo, sin importarle casi me arrastra para salir de la vista de esos hombres.

-¿que te sucede?, eres estúpida - niego, entrando a empujones a la cocina.

- papá discúlpame, no sabía que teníamos visitas a esta hora- me avienta a la silla y me sonríe.

- es el contrato prenupcial, princesa- solo al decir eso se a que se refiere, me levanto poniéndome de rodillas nuevamente para suplicarle una vez más que cancele todo.

- papá por favor, yo no me quiero casar, podemos encontrar la mane…- no termino de decirle cuando su mano se estampa en mi mejilla, cayendo al suelo.

- te e dicho, mocosa, tú eres el boleto a nuestra riqueza, así que deja tus lloriqueos y súplicas, que eso ya está dicho- se acomoda el saco y antes de salir me voltea a ver, con su mirada asesina- si sales de aquí, créeme que ese golpe no será nada; hijita.

Sale de la cocina cerrando la puerta, me levanto del suelo tocándome mi mejilla aún mis lágrimas se dignan a salir, ya no quiero llorar, quiero ser fuerte, quisiera escapar, pero eso será más que imposible, mis padres me tienen vigilada las veinticuatro horas, no me han dejado ir a la escuela desde la noticia.

Y por la amenaza de papá, me quedé esperando en la cocina pasaron las horas hasta que una muchacha de las de servicio me vio en la cocina, le pregunte y aún mi padre estaba con aquellos hombres, solo le pedí que me trajera ropa para salir e irme a mi habitación.

Solamente pasaron minutos cuando ella regresó, cambiándome frente a ella y solo salí de la cocina, quería pasar desapercibida por todos, pero no fue así apenas di unos cuantos pasos a centímetros de llegar a las escaleras un grito me hizo detener mi andar.

-Analiz puedes venir, ¡AHORA!-me grito sin ningún pudor alguno y sin más remedio tuve que ir con él.

Cruce la sala bajo la mirada de esos hombres que me intimidaban, mi padre palmeo el sofá a un lado de él sentándome, me abrazo y también me beso acercándose a mi oído que me hizo aterrorizarme por decirme unas palabras tan simples para él, pero para mí era más que miedo.

-prin.ce.si.ta tu error fue desobedecerme, solo ruega que llegues con bien mañana, ahora lárgate a tu habitación, mocosa- sé que contenía su grito, pero la presión que ejercía en mi brazo lo decía todo.

Me levanté más que asustada caminando aprisa para encerrarme en mi habitación, sé que una simple puerta con cerradura no lo detendrá hasta desquitar su enojo y coraje que le e provocado por mi desobediencia.

Me acosté echa bolita en mi cama aun llorando hasta quedarme dormida, pero un fuerte golpe me hizo despertar al voltear estaba mi padre parado frente a mí, con su mirada más que oscura, retrocedí hasta bajar de mi cama, pero solo quedó en el intento de correr al baño, me tomó del cabello tirándome al suelo, golpeándome con una vara infinidad de veces por todo mi cuerpo, gritaba por ayuda pero nadie escucha en esta casa por miedo, la piel me ardía y sangraba me tomó del cuello y solo me observaba.

-esto te lo buscaste- me dio una bofetada cayendo de nuevo al suelo, cuando escucho a mi madre gritarle.

- pero; que has hecho Román, la cena será en los próximos dias, eres un imbécil- me voltea a ver acercándose a mi estampando su mano en mi rostro- y tu mocosa para qué lo provocas, escuchame bien Román no la vuelvas a tocar ¡OISTE!.

Solo le grita y antes de salir solo me dedican una sonrisa tan escalofriante que baje mi mirada, escuche la puerta cerrarse intenté levantarme pero me era imposible, hasta que pasaron algunos minutos entrando una de las muchachas ayudándome a levantarme y poder curar mis heridas.

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Estoy en el despacho esperando la llegada de mi padre junto a sus abogados, para firmar el documento; esto sigue siendo una locura, pero le enseñaré a esa mujerzuela que de mí no obtendrá nada más que repudio.

Me sirvo un vaso con whisky camino al ventanal quedándome perdido hasta que escucho la puerta abrirse y veo a mi padre junto a los abogados entrar, camino a saludarlo y de inmediato les indico que se sienten.

- que sea lo más rápido posible, por favor papá- mi padre asiente, entregándome el documento.

- señor Amadeo necesito que lea detenidamente el documento y si hay algún inconveniente con las cláusulas que el señor Román pidió solo dígame- asiento mientras fumo mi cigarro y comienzo a leer.

Así que te llamas Analiz, sigo leyendo y es un poco interesante, tiene que durar tres años el maldito matrimonio, fingir ante el ojo público, tendrá que vivir en mi casa, pero algo me llamo la atención en ningún lado dice de no tener intimidad si cree que la tocaré esta más que loca, vuelvo a releer y algo se me había pasado que fue más que sorpresa para mí, me levanto tirando los papeles en la mesa.

-¡PAPÁ!, estas loco ya te diste cuenta que es una niña, tiene diecisiete carajo- mi padre asiente tan tranquilo levantándose para palmear mi hombro.

- si; lo sé hijo, pero Román y su esposa están de acuerdo de echo ellos ya firmaron el acuerdo- niego dando un trago directo de la botella.- aceptaron tus condiciones.

- no padre yo no firmaré nada, ¿entiendes?- vuelve a sentarse mi padre.

- es por el bien de todos, hijo tómalo como inversión tomaremos la mitad de la empresa de los Gastrell quizás al final nos quedamos con ella, porque aunque seamos amigos, los negocios son aparte y este es uno- me quedé en silencio ante lo que dijo mi padre, sería como negocio me senté dándole una leída de nuevo al contrato hasta que deje mi firma en la hoja.

- solo espero que tu dichoso negocio, no resulte mal y de una vez te digo, si no tolero a esa niña mimada terminaré esta locura, pagando cualquier penalización, ¿de acuerdo?- mi padre se levanta estrechando su mano en la mía.

-de acuerdo hijo, tendrás que viajar para la cena será en Londres al igual que la boda- solo asiento despidiéndome de ellos.

No sé si hice bien, pero ya firme y solo a esperar el siguiente paso de este juego, mi padre se fue, llame a mi mejor amigo para vernos en el lugar de siempre, tome mi sacó y me fui.

Al llegar al club entre hasta el área privada y ya estaba Matías, nos saludamos, mientras me servía whisky y comencé a platicarle mi situación.

-hermano, a lo mejor es joven pero si está de buen ver, tú aprovecha que en las cláusulas no te prohiben tocarla- le doy un sorbo mientras analizo lo que dice mi amigo- mira será negocio y placer en el mismo sitio, ¿no crees?

- puede que tengas razón, pero no se Matías- me levanto para brindar con mi amigo- dejemos ese tema, que venimos a divertirnos ¿que no?

Asiente mientras vemos entrar a dos chicas hermosas para nuestro servicio, tomando y gozando el momento.

Después de algunos dias de la firma de ese dichoso documento que mi padre fue el que estuvo a cargo de todo sin saber yo; que decía en él, será hoy la dichosa cena fa.mi.liar, con la gente de mí, hasta para decirlo aún no lo asimilo.

En la casa es un caos mi madre quiere que todo salga bastante bien con los señores Rizzi que a decir verdad si los e visto cinco veces en toda mi vida son muchas ya que a eventos que hacían ellos nunca me llevaban, mis ánimos cada vez se arrastran por el suelo, en mi rostro se refleja la infelicidad por casarme con un hombre desconocido para mí y al que nunca amaré.

Tan joven tendré que asumir la responsabilidad de la situación creada por el mal manejo de mi familia, solo quisiera que vinieran mis hermanos por mí y me llevarán lejos de mis papás, pero sé que no va a suceder, ellos tienen más de tres años sin venir a casa.

Ya las marcas no se distinguen mucho en mi piel, después de la paliza que medio mi padre, mi madre me a traído un vestido del cual tengo que usar pero no me gusta, es demasiado para mí, muestra más de lo que tengo yo.

Bajo a comer por órdenes de mi madre, ya que el apetito se me a ido conforme se acerca la fecha que odiaré toda mi vida, sin ganas me siento bajo la mirada de mis padres, me sirven y sé que no tardan en regañarme por mi aspecto.

‐ niña; deberías arreglarte más, mira en las fachas que andas, tienes que grabátelo en tu cabecita, PRONTO SERÁS LA SEÑORA RIZZI- me grita mi madre en frente de los empleados.

-lo sé mamá, no tiene por qué repetírmelo y si ando así es por ustedes, que no cuidaron la herencia del abue...- y nuevamente por hablar de más, me gane una bofetada tan fuerte que me caí de la silla.

- a tu madre no le contestas así mocosa, pídele perdón, AHORA- me niego a pedirle perdón aunque sea mi madre, pero ellos serán los causantes de mi infelicidad.

- lo siento papá, pero así me vuelva a pegar no lo haré, ustedes son los culpables de la crisis y yo soy la que tengo que pagar por eso- se acerca a mí lentamente intimidándome- mi abuelo te hubiera quitad…

Y de nuevo me vuelve a pegar tomándome de los hombros sacudiéndome, gritándome infinidad de groserías.

- ya basta, Román suéltala, imbécil le dejarás marcas y hoy viene nuestros amigos- mi padre me suelta viendo a mi madre, iba a decir algo pero el timbre de la puerta sonó salvándome de quizás otra bofetada.

- tuviste suerte hija, ahora ve a tu habitación y cambiate- me quedo aun parada y me avienta- ¡LARGO!

Corro escaleras arriba hasta llegar a mi habitación, cerrando con seguro aventándome a la cama a llorar por lo que me sucede, si mi abuelo estuviera aquí no lo permitiría o mis hermanos, como los extraño, acostada aún tomó mi celular para llamarle a Ethan, me dolerá lo sé pero es mejor terminar con esto de una vez.

📲hola ojitos.

📲 hola Ethan, bebé, necesito decirte algo.

📲 ¿qué sucede?, dime me asustas.

📲 Ethan mis padres me comprometieron con alguien.

📲 ¡que!, esa broma no causa gracia Analiz.

Comienzo a llorar y solo lo escucho hablarme hasta que logro calmarme.

📲 lo siento, sé que juramos casarnos más adelante, pero no podremos por mis papás.

📲 Analiz, mi amor escapémonos, te llamo para decirte donde te esperaré.

📲 esta bien mi amor.

Termine la llamada y saque un bolso donde guarde pocas prendas, sé que será arriesgado pero solo quiero irme con él y alejarme de todo, las horas pasaron sin recibir la llamada intente infinidad de veces llamarle y solo sonaba sin respuesta, mi corazón comenzaba a doler sin motivo alguno hasta que un ligero toque en la puerta, me saco de mis pensamientos levantándome para abrir.

-señorita, arréglese su mamá esta más que furiosa porque no a bajado, yo le diré que no tarda -me toca la mejilla y en su mirada se nota compasión- báñese y en un rato le traigo una crema buenísima para su mejilla colorada.

- gracias Anita- le doy un pequeño abrazo, se va y yo me voy al baño.

Me ducho rápido pero aun no entiendo porque Ethan no contesta, al salir me arreglo lo más rápido al descolgar el vestido lo veo y no me gusta, lo vuelvo a guardar sacando un vestido color melón que nunca me había puesto, fue regalo de mi abuelo y al ponérmelo al menos me sentiré más segura, me cambie poniéndome unas sandalias a juego, estaba poniéndome perfume cuando entra Anita con la crema.

- ay señorita, como lo siento pero sus padres son- se queda en silencio mientras sigue aplicándome la crema- discúlpeme, pero no me gusta que la hagan sufrir.

- no te preocupes Anita, mi ultima esperanza era irme con Ethan, pero tampoco sucedera- se me queda viendo negando por lo que e dicho- anda ve, no quiero que por mi culpa te regañe mi mamá.

- sabe señorita, yo estaré siempre rezando por usted para que siempre este bien, permiso- me da un corto abrazo y sale de la habitación.

Me acerco al espejo y al verme si que es mágica, me puse poco polvo, máscara de pestañas y solo brillo en mis labios, abrí mi puerta dando un profundo suspiro hasta salir y bajar las escaleras, dándome cuenta que estaban los señores sentadas en la sala junto a mis padres.

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Llegue a Londres para la dichosa cena que ofrecen los Gastrell, lo bueno que aquí tengo un departamento ya que mis padres tienen tiempo viviendo aqui, solo desempaque para darme un baño rápido.

Ya estaba más que listo para continuar con esto, vistiéndome con un traje baje las escaleras hasta salir del edificio para irme en mi coche, a mis padres los vería en la casa de los Gastrell, maneje lo más lento posible, pero el camino fue tan corto que llegue rápido, al estacionar vi que tenían una enorme casa al bajar mis padres llegaron los salude y juntos caminamos hasta la puerta tocando dos ocasiones.

Nos abrió una señora demasiado operada para mi gusto, vi a mis padres saludarla con familiaridad e hice lo mismo.

- hola buenas noches, soy Amadeo Rizzi- me abraza tan efusivamente que me incomoda.

- hola hijo, pasen por favor- asentimos entrando a la casa, yendo hasta la sala.

Mi padre me presentó a los señores, sentándonos comenzaron a platicar de cosas que no me interesaban, me perdí viendo a la nada cuando un agradable aroma invadió la sala de estar, al levantar la vista vi a esa jovencita con su mirada baja, su padre me la presentó, tome su mano y estaba temblando.

Pero lo más extraño era que nunca levanto su vista, cenamos yo estaba frente a ella, esta muy bonita no lo niego, pero ella se casará por mi dinero, solo para salvarlos de quedarse en la calle.

Me molesta esta situación, levantándome de mi asiento veo a todos con cara de desconcierto.

-lo siento señores, me tengo que retirar, tengo un compromiso- mis padres me ven sin entender, y los señores se levantan casi haciéndome reverencia.

Me despedí de todos, tenía que salir de ese lugar, no soporte más la actitud de sumisa y mosquita muerta de esa niña, me subí a mi coche para irme a mi casa, necesitaba tomar para poder relajarme y que mejor solicitando la compañía de una vieja amiga.