Ahí está una vez más Nicol Andrade viéndose al espejo, vestida con sus trapos viejos para irse a la universidad, una chica de tan solo 20 de edad cabello totalmente rubio y largo hasta su cintura a lo natural, pero ella lo mantiene amarrado por qué según su madrastra Carmen, Nicol es fea y nadie la quiere en este mundo, y tanto a sido la sicosis de Nicol que ella cree que es fea por qué ni amigas tiene, su único compañero es su Hamster, el último regalo que recibió de su amado padre el cual murió de repente.
Nicol debe estudiar y trabajar como camarera en un hotel prestigioso en que él también trabaja Carmen, pero el sueldo que gana la pobre Nicol, Carmen se lo quita por qué según Nicol le debe todo a ella por mantenerla.
Nicolás es totalmente invisible para sus compañeros nadie se le acerca a ella por su fatal apariencia y mucho menos a tenido novio, ni tan siquiera sabe que es un beso.
Siendo las horas de la noche donde debe trabajar como camarera, claro está ella debe irse en su patineta mientras que Carmen si seva en taxi lo cual es injusto, pero Nicol no se queja siempre obedece.
Estando ya ella en aquel hotel, se viste rápidamente para atender a los clientes, Carmen siempre es muy abierta por lo que hasta con los clientes se acuesta con tal de tener más dinero.
—porfavor capuchino portate bien si, vendré dentro de un momento para darte de comer— habla dulcemente ella, a su Hamster, le llama "capuchino" por qué su color marrón con negro y para ella su Hamster lo es todo.
Ella cierra su camerino, y luego sale del camerino.
Al llegar a su trabajo está lleno por ser día viernes el congestionado, ella suspira una vez, pues este trabajo no le gusta pero si quiere comer y tener para sus útiles escolares debe trabajar.
Mientras que Carmen atiende siempre busca la manera de llenar la atención, es una hombre atractiva si, pero no para todo hombre del lugar.
Ella ve a dos hombres guapísimos, así que acomoda sus pechos que queden bien firmes y luego se acerca muy sonriente
Un hombre está vestido de negro con una tablet en sus manos y se queja por lo bajo, mientras que el otro vestido de manera casual tiene unas gafas de lujo color negro
—buenas noches señores, ¿en que les puedo servir?— pregunta muy coqueta Carmen.
El hombre de gafas no la determina para nada, por lo que él que esta con la tablet le dice
—dos whisky dobles sin hielo— ordena él hombre y Carmen sonrie toda perversa
Ella hace el pedido y ve a Nicol que se tropieza y luego revira los ojos, ella odia con todo su ser a Nicol.
Aquellos hombres no se habían percatado de la presencia de Carmen por lo que ella pudo escuchar algo que la dejo pasmada
—disculpen caballeros su trago, si necesitan algo más no duden el llamarme— dijo Carmen y luego se marcha.
Carmen desde una distancia observa aquellos dos hombres que entran como una leve discusión, él hombre de gafas oscuras se coloca de pie y se marcha muy enojado, cuando Carmen ve que varios hombres lo rodean para él marcharse entendió que es un hombre millonario.
Ella ve cuando el hombre vestido de negro con su tablet se dirige al baño por lo que ella con cautela lo sigue.
—no se que haces Alexa, por más que trato que Scot sea positivo él no se deja, su amargura con la vida no lo deja, a toda costa quiere tener un heredero
Habla el hombre por teléfono
—si y es que... Qué culpa tenemos nosotros de lo que le declaran cáncer de pulmón dice que quiere una esposa y que pagara una fortuna si es necesario pero que la chica debe ser pura y ordinaria no quiere a nadie se su Status puedes creer eso, habiendo tantas chicas él quiere a una mujer corriente
Donde maldicion cree que el que voy a conseguir a una mujer así, ni loco me meto a esos lugares de pobres donde luego me roben o me maten, sabes que hablamos luego Alex tengo dolor de cabeza, sabes que el odia que lo contradigan y se fue, me dejó hablando solo, mejor hablamos Alexa ojalá regreses pronto me voy a ver a dónde se fue Scott.
El hombre cuelga la llamada y luego suspira de lo irritado que está
Por lo que Carmen no pierde la oportunidad para hablar
—yo tengo la solución a tus problemas, ¿cuando estás dispuesto a pagar?— pregunta Carmen apoyada en la puerta del baño, su mirada es llena de maldad y su corazón amante del dinero
El hombre mira de pies a cabeza a Carmen y luego hace un gesto de desagrado
—¿Escuchas conversaciones ajenas?— pregunta él fulminante
Ella entra al baño y cierra la puerta con firmeza
—estas desesperado por conseguir a una niña ¿no?, Dime cuánto dinero vas a pagar por una que tengo bajo mi responsabilidad— dijo Carmen y luego se sienta en el mesón del baño y cruza sus piernas
—no creo que tú puedas ofrecerme algo interesante— dijo él hombre disgustado y luego camina hacia la puerta —soy un hombre muy importante como para perder mi tiempo con usted— dijo él y fue abrir la puerta
—se llama Nicol, y es virgen— dijo Carmen y saca un cigarro y luego lo prende con mucha sensualidad
El hombre se detiene y la observa
—¿Te interesa no?, La cuestión es que tú necesitas a una mujer y yo dinero— Carmen Leda una buena jalada al cigarro y luego suelta el humo que casi llega a la cara del hombre
—¿Que me asegura que esa chica no a sido tocada por ningún hombre?— pregunta él intrigado
—muy sencillo, ella hace lo que yo quiera, si la coloco a limpiar el piso con la lengua lo hace, esa mocosa es virgen por qué ni un beso le han dado
—¿tan fea es?
—para mí es horrenda, pero lo que importa es que sea virgen ¿o no?
—¿la estás prostituyendo?
—ganas no me han faltado, pero tampoco llegó a esos extremos, entonces ¿quieres hacer trato conmigo o no?
—¿donde puedo ver a la chica?
Carmen sonrie con malicia
—esta en la casa— miente Carmen —puedes ir a primera hora a mi casa para que la veas— propone ella y termina de fumar el cigarro
—me llamo Miguel, dame tu dirección— ordena él y ella obedece.
Luego de que Miguel se marchara, Carmen quedó sola en el baño, ella se mira al espejo y luego dice
—por fin me vas a servir de algo bastarda se mierda— ríe maldadosa Carmen y luego sale del baño, al llegar al bar está Nicol limpiando las mesas
—como te odio, te odio, antes odiaba tu existencia pero ahora saber que algo vales hasta me agradas— se ríe Carmen y se dispone a trabajar.
.
.
—¡ay está demasiado cansada!— Susurra Nicol y mira a los clientes ella desea que rápidamente se pase la noche para poderse ir a casa y está en su habitación, en el único lugar donde ella se siente bien.
Nicol se acerca a una mesa, por qué los demás camareros están ocupados y que más le tocó a ella donde se encuentran 3 chicas y 2 chicos
—buenas noches— saluda ella nerviosa
—¡Watts!, que camarera tan espantosa— se burla una de las chicas y Nicol paso saliva
_¿que desea ordenar?— pregunta Nicol fijando su mirada en la libreta
—traernos 5 martinis, pero ya muevete—ordena una de las mujeres, su actitud es muy odiosa
Nicol se apresura a hacer el pedido y luego espera para poder llevarlo pero tiene mucho miedo, en si ella no es buena para socializar
Ella coloca la bandeja en la mesa y se dispone a colocar los martinis en cada uno
Nicol se fue a marchar y luego le dicen
—¿Quien te a dicho que te vayas?— habla la mujer que desde que llegó a hecho sentir mal a Nicol
—¿Necesita.. algo más señorita?— pregunta Nicol sin mirarlo a los ojos
—si, esto— dijo la mujer y le lanza el Martini a Nicol en el rostro, todos los de la mesa se empezaron a burlar de Nicol
Nicol se siento demasiado humillada, pero lastimosa está acostumbrada a ser la nerds a la que pisotean
—¿ay vas a llorar?— dijo la mujer burlona y Nicol mantiene su mirada baja —rapido trae otro Martini camarera de quinta
Nicol asienta y se marcha rápidamente Carmen que presencio todo a una distancia se burla de la desgracia de Nicol
La pobre chica vuelve a la mesa con el Martini y al ver que no le pidieron nada más si no que se burla de ella, Nicol se marcha a su casillero.
Ella empieza a llorar como una niña chiquita
—¿por que nadie me quiere?, ¿Por qué todos quieren hacerme daño?— habla sola Nicol entre un llanto profundo.
Nicolás escucha a su Hamster capuchino hacer ruido, por lo que ella seca sus lágrimas y abre su casillero
—capu, tranquilo no estoy llorando, vamos a casa ya es hora estoy tan cansada que deseo estar en mi cama y tú también quieres estar en tu camita ¿Cierto?
Su Hamster hace como leves quejidos
—no estoy triste, tú si me amas, te preocupas mucho por mi capuchino, voy a cambiarme, para irnos.
Nicol trata de ser fuerte y coloca a su Hamster en su casillero mientras ella se viste rápidamente y luego agarra su patineta.
Nicolás se marcha por las desoladas calles, y gracias a Dios que no le a pasado nada, pues ella tiene un ángel que la acompaña a todas partes su padre.
Siente como el frío golpea en su rostro y simplemente no puede evitar llorar, sentirse así se triste
Cuando ella llega a casa más melancolía Leda, ella recuerda que no tenía que trabajar que su padre siempre le decía que su deber era prepararse para ser alguien en la vida.
Nicol suspira y entra a casa pensó que Carmen ya había llegado pero no.
Ella llega a su habitación y se despoja de todo, luego saca a su Hamster de su mochila y lo coloca en su pequeña casita
—lo bueno es que mañana es domingo capuchino y así no hay que trabajar, aún que tengo muchas tareas por hacer, solo ojalá y Carmen no me coloque haces oficio.
Nicol apaga la luz y se acuesta a dormir, la pobre chica cae rendida.
.
.
Al día siguiente golpean fuertemente la puerta de su habitación
—¡¡Despierta ya!!— grita Carmen y golpea fuerte
Nicol suspira
—ya voy Carmen— responde la chica sin muchos ánimos y luego mira a su Hamster —por lo visto, hoy no será un buen día capuchino.
Nicol abre la puerta y Carmen están toda odiosa
—hoy tenemos una visita importante así que limpia la casa
—¿Visita, quien?— pregunta la chica sorprendida
—solo limpia la maldita casa y más te vale que todo quede reluciente, voy hacer unas compras y cuando llegue que todo esté listo y por cierto has también el almuerzo, pero muévete que aquí no tiene a corona— hace un gesto con sus dedos Carmen
Nicol asiente y seva para el baño a asearse y luego Carmen niega con la cabeza y se marcha.
Si que le toca duro a Nicol, ella se puso a limpiar toca la casa y a hacer de comer, todo le tocaba a ella sola por qué Carmen no era ni capaz de lavar su propia ropa
Siendo las 12:30am Nicolás termina hacer todo y bosteza por el cansancio y el sueño que tiene
Llega Carmen con unas bolsas de compras
—ve rapido a bañarte, la viista ya viene y no quiero que te vea así de espantosa— ordena Carmen
—Carmen abra la posibilidad de que atiendas a tu visita sola, bueno... Es que ya terminé de hacer todo en la casa y tengo tareas por hacer, además estoy cansada
Carmen se ríe como una bruja
—¿Cansada de que?, Vas a bañarte y te colocas este vestido, así que largo y no tardes— la grita Carmen y Nicol se queda pensativa por ese vestido
—¿Compraste esto para mí?— pregunta Nicol con inocencia
Carmen revira los ojos
—no te soporto Nicol, ¿Por qué tienes que hacer tantas preguntas?, Ve lárgate hacer lo que te ordene— la empuja Carmen y Nicol baja su mirada
Ella llega a la habitación y hace lo que Carmen le mandó hacer, pero algo no le gusto y es el vesti lo corto que es, aún que es una prenda mejor, en el sentido que esta nueva y sin rotos, aún así Nicol prefiere sus trapos rotos que ese vestido tan provocador,
Esta Carmen muy ansiosa esperando la visita hasta que ella escucha dos autos estacionar al frente de su casa, ella mira por la ventana y puede ver los dos autos de lujo,
En uno baja Miguel bien vestido y muy apuesto y luego baja un hombre que es sumamente irresistible, pero tiene gafas de lujo aún que está vestido a la perfección y su cabello uff qué cabello color rubio que incita a tocarlo de lo suave que se ve
Luego del otro auto
Bajan 5 guardespaldas.
Carmen acomoda sus pechos que se le vena firmes y su cabello, ella abre la puerta antes que Miguel toque la puerta
—buenas días señor Miguel, siga porfavor— dijo ella y abre la puerta en su totalidad
Scott Hamilton entra con elegancia y seguridad. El examina la casa rápidamente
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