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TRAICIÓN Y OLVIDÓ

PRÓLOGO

En esta historia los personajes se verán envueltos en un sin fin de situaciones que los llevarán a sufrir grandes decepciones amorosas, traiciones qué vivirán en carne propia los protagonistas, sueños qué deberán dejar de lado pará educar a nuevos seres, olvidarse del amor... El amor, la traición y la avaricia serán los ingredientes pará el desarrollo de esta nueva historia.

Alexander y Melina serán los personajes principales, la antagonista de la historia será Alexa.

Alexander, un joven de veinte años qué se enamora perdidamente de Alexa, una chica hermosa con grandes aspiraciones.

Alexander, un atractivo joven de estatura media, ojos color miel, labios delgados, pero qué se antoja probar, cabello castaño, Tiene buena musculatura y eso se puede ver a la distancia, Alexander es hijo único de madre soltera, al parecer su padre nunca se quiso hacer cargo de él, su madre cargó con todo el peso de ser madre soltera a muy temprana edad.

Alexander creció con resentimiento hacía su padre, sufrió mucho por saber qué su madre se sacrificó tanto por dedicarse a él, por arruinar prácticamente toda su vida, ella nunca se casó, no buscó ni quiso ni una sola pareja, aún qué era hermosa prefirió dedicarse de tiempo completo a su hijo.

Alexander sabía qué su madre sufría en silencio, pero sabía aparentar el dolor y el sufrimiento, desde pequeño Alexander se dio cuenta qué su madre lloraba por las noches, él abandonó de su padre le partió el corazón, ella lo amaba y no esperó qué él se fuera sin decir nada, solo dejó una carta dónde decía qué no podía hacerlo, no estaba dispuesto a cargar con un hijo a esa edad, tenía muchos planes y no pensaba abandonarlos por un hijo qué él no había pedido.

Alma, su madre quedó devastada al leer la carta, la leía una y otra vez cada día desde qué se enteró qué estaba embarazada, el tiempo fue pasando y la esperanza de qué él regresará se fue perdiendo, terminó por agotarse cómo un reloj de arena.

Amaba a su hijo, lo crío y con mucho esfuerzo lo sacó adelante y le dio lo mejor, pero faltaba lo más importante, amor y cariño.

Alma lo amaba pero no fué de abrazos ni besos, sólo de palabras, es cómo si ella hubiera quedado traumada y decidiera no volver a confiar en nadie ni demostrar amor, todo pará evitar salir herida de nuevo.

Así se tratará de su propio hijo.

A pesar de todo él cariño qué le hizo falta, Alexander creció feliz, sintiendo orgullo por la madre luchóna qué le tocó, por salir adelante ante tantas pruebas difíciles.

El estudiaba la preparatoria estába en él último semestre, Alma su madre lo obligó a estudiar pará qué tuviera un futuro mejor, él lo agradeció, ya qué ella abandono sus estudios por su culpa, ahora debía lograr grandes cosas por ella, pará regresarle tanto qué ella sacrificó por el.

Tenía un año de relación con Alexa, se habían conocido al ingresar ella a la universidad, tenían la misma edad, ella se volvió la más popular, era verdaderamente hermosa, él sólo era uno más, era de los alumnos de bajá categoría, en ocasiones Alexander se preguntaba por qué Alexa se fijó en él, eran muchos chicos qué la rondaban, chicos populares y con clase.

Alexa se lo explico muchas veces, él era el más guapo de toda la universidad, además se había ganado su amor, se lo repetía una y otra vez, estába enamorada de él.

Alexander terminó enamorado perdidamente de ella, no sabía qué él amor podía sentirse así, su mirada se iluminaba al verla, su mundo se transformaba en un hermoso sueño.

Alguien más apenas estaba por iniciar un trabajo y estába emocionada por eso...Melina es su nombre, estaba por empezar un trabajo en una universidad, no tenía recursos y quiso apoyar a sus padres con un poco de ingreso, aceptó él trabajo de limpieza qué miró en él anuncio de un periódico.

No le importaba ser muy jóven pará trabajar entré los alumnos.

Ni se avergonzaba de barrer o trapear.

Pará ella era cómo cualquier trabajo.

Sus padres trabajan en maquila desde muchos años atrás, su sueldo no era de lo mejor y por ésa razón Melina no pudo continuar con sus clases presenciales a la universidad, estudiaba en línea yá qué éso era en menor costo, ahora qué empezaría trabajar tendría pará al menos ayudar un poco a sus padres con los gastos.

Melina era hermosa, cuerpo bien formado estatura media y cabello negro, ojos color café, era una chica humilde pero muy feliz, sus padres la adoraban y siempre le demostraron su amor incondicional.

Lamentaban no poder darle lo qué merecía.

Ése día Alexander se preparaba para ir a la universidad después de un fin de semana, uno qué se hizo muy largo ya qué no pudo ver a su amada Alexa, ella había salido de la ciudad durante una semana, se había ido de vacaciones junto a otras amigas, tenía la manera de divertirse y salir cuando le diera la gana, sus padres eran adinerados y le daban a manos llenas, pará Alexa no era importante él estudio y terminar una carrera para valerse por si misma, ella tenía la vida resuelta con él dinero de sus padres, no la tenía necesidad por la qué tantos jóvenes pasan.

Pará ella sólo importaba la vida, los lujos y las fiestas, divertirse era su prioridad.

Alexander quedó flechado al conocerla y termino por declarar su amor, ahora tenían vários meses de relación.

Alexander estaba emocionado, yá quería llegar y poder ver a la luz de su vida, deseaba poder abrazarla y saber cómo la había pasado.

La extrañaba demasiado y le parecía qué ésa semana había sido cómo un largo mes.

LES DOY LA BIENVENIDA AL INICIO DE ESTÁ NUEVA HISTORIA, LES AGRADEZCO SU APOYO Y ESPERO DE TODO CORAZÓN QUÉ LES GUSTE Y LOS ENGANCHE LA TRAMA, BIENVENIDAS...

ESPERO NO SE MOLESTEN PORQUE ACTUALIZAR LENTO, TENGO EN EMISIÓN TAMBIÉN AMOR DE BALCÓN, QUÉ ES LA CONTINUACIÓN DE Amor De Plata Y Oro....PERO DECIDÍ EN ESTÁ UNIRME A LA TEMÁTICA DE MADRE O PADRE SOLTERO... ESTARÉ ACTUALIZANDO AMBAS NOVELAS...

INCIDENTE

Alexa se ganó su corazón con su forma tan espontánea de ver la vida, con su sensualidad y manera tan sexy de vestirse, le encantaba vestirse con ligeras y muy cortas minifaldas.

Alexander terminó por declararle su amor en la primera semana en la universidad.

No sin antes qué Alexa le mandará pequeños mensajes en papel coqueteando con él.

Luego Alexander empezó a recibir mensajes en su móvil, alguien paso su número a Alexa, de ahí empezó todo, una relación apresurada.

Alexander estaba ansioso por sentir sus labios, por sentir el cuerpo de Alexa pegado al suyo.

Se puso sus jeans azules qué le quedaban algo ajustados sin qué se vieran entallados, los lucía bastante ya qué estaba dotado de buenas piernas y trasero.

Busco una playera en su maleta y sacó una en color blanco con rayas en azul.

La tela era delgada y muy suave, era de manga larga.

Se acercó antes a un espejo qué tenía en su habitación y se arregló un poco su cabello, lo tenía ligeramente largó en la parte de arriba, su rostro se veía atractivo, esos ojos color miel le congeniaban con su pequeña nariz y sus labios delgados ligeramente rojos.

Sus cejas parecía qué estaban delineadas, pero era su naturaleza la qué se había portado bien con sus atractivos físicos.

Al estar sin playera solo en jeans, sé notaba su buena genética, espalda ancha y cintura delgada, dándole a su cuerpo la forma perfecta pará lucir un cuerpo de diez, tenía pectorales marcados y un abdomen plano con cuadritos.

Finalmente, se puso su playera y está si quedó pegada por completo a su cuerpo, se le veían sus brazos marcados y fuertes.

Alexander tomó su mochila y salió de la habitación con algo de prisa.

Él desayunó estaba en la mesa, su madre entraba temprano a su trabajo.

Alexander se lavó sus manos y con velocidad se tomó su jugó y su desayuno con veracidad, aún le quedaba tiempo y lavó su plato y vaso, salió corriendo a la esquina para tomar el bus.

El bus iba lleno de estudiantes, la mayoría eran cómo él. La posición económica no les permitía tener automovil pará moverse como otros estudiantes qué llegaban en sus convertibles.

Alexander terminó saludando a todos con una bella sonrisa.

El bus llegó a la entrada de la universidad, todos bajaron entre risas y bromas.

Alexander empezó a mirar hacía el estacionamiento, esperaba encontrar el convertible rojo de Alexa.

No había llegado todavía.

Se fue a una de las bancas pará esperar su llegada, pero Alexa no apareció.

Él miró su Rolex gris que la misma Alexa le había regalado, faltaban solo unos minutos para qué diera inició su primera clase, Alexander se sintió desmotivado, tenía una semana sin verla y sin recibir ni un solo mensaje, supuestamente no habría señal celular a dónde Alexa y sus amigas iban.

Alexander le creyó y se quedó tranquilo.

Él se levantó y corrió, entró de prisa a los pasillos, estaba a punto de llegar tarde, los pasillos ya estaban vacíos, todos los estudiantes se encontraban en sus aulas, cómo pudo llegó a su Locke, al cerrarlo tomó su celular, empezó a caminar con la mirada puesta en la pantalla, estaba checando si tenía algún mensaje de Alexa.

De pronto chocó abruptamente con alguien qué sé encontraba de espalda, con el golpe la otra persona calló al suelo.

Él móvil de Alexander salió botado y varías piezas salieron volando.

Al darse cuenta de lo que había provocado, Alexander se llenó de vergüenza.

Solo veía a una señora tirada en el suelo.

Aún no le había visto la cara.

"Hay perdón, señora, mil disculpas no miré por dónde iba" Alexander se apresuró apenado a ayudarle a levantarse.

Tenía la idea qué se trataba de una señora.

La persona de limpieza se levantó con la ayuda de Alexander.

Alexander se llevó una gran sorpresa al ver qué no se trataba de ninguna señora, era tan solo una joven chica, tendría al menos su misma edad.

"Discúlpame por favor no fue mi intención lastimarte" Por un momento Alexander miró la apariencia de la chica, ella era Melina en su primer día de trabajo, curiosamente él trabajó era en nada menos qué en la universidad dónde estudiaba Alexander y Alexa.

Melina se sintió apenada al ver al apuesto Alexander, se puso roja de sus mejillas, no supo por qué ese chico desconocido la puso tan nerviosa.

Melina traía en sus manos la escoba y él recogedor, ambos salieron botando regando la basura qué estaba juntando.

Melina subió su mirada y si querer o evitarlo sus ojos café chocaron con el color miel de Alexander, fue una mirada de un segundo qué pareció una eternidad, Melina miró a través de su mirada lo más profundo de su alma, era tan puro lo qué veía y a la vez triste lo qué ocultaba en esa tierna mirada, en un segundo Melina miró toda su vida, era un chico muy guapo y además noble y puro de sentimientos, no ocultaba nada.

Alexander no podía creer qué fuera una chica de su misma edad, su vestimenta al verla de espalda parecía una señora de edad más avanzada, traía su cabello recogido en cola de caballo y la gorra qué llevaba sobre la cabeza le ocultaba parte de su cabellera, vestía un tipo de overol gris, le quedaba algo grande ya qué le pidió a su madre uno prestado para no ensuciar su ropa, ocultaba su hermoso cuerpo.

Alexander pudo ver claramente un rostro muy bello, unos labios carnosos y pudo ver sus hermosos ojos café a través de unos redondos anteojos, eso le restaba puntos a su hermosura, parecía una nerd con éesosanteojos tan grandes, y no es qué los necesitará, pero lo gustaba traerlos cómo si estuviera ciega.

"Perdón, estoy muy apenado por esto" Alexander reaccionó luego de ese segundo de mirar y prácticamente escanear la apariencia de Melina.

Melina no contestó, no escuchaba nada de lo qué Alexander decía.

" Hay perdón, no té escuché " Melina reaccionó y se quitó de golpe los auriculares qué llevaba sobre sus oídos....

SENTIMIENTOS EXTRAÑOS

" Discúlpame por favor, venía distraído y no miré por dónde iba " Alexander dijo nuevamente apenado.

Melina se sintió tan nerviosa al verlo durante ése segundo qué no pudo más y bajó su mirada al piso.

" No té preocupes, estoy bien, lamento lo de tú Mobil, creo qué té has quedado sin comunicación " Melina con la mirada abajo, señalo él teléfono y varías piezas del mismo.

" No pasa nada, lo importante es qué tú estás bien y yo me siento muy apenado por ésto "Alexander se rascaba apenado su cabeza.

" Pero dime una cosa, no deberías estar en las aulas, las primeras clases yá comenzaron, ni siquiera té había visto en la universidad " Alexander estába sorprendido al ver qué la chica hacía la limpieza en vez de estar estudiando.

Melina se puso aún más roja de sus mejillas.

" Yo...No estudio, es mí primer día de trabajo aquí en la universidad " Melina sé sentía tan nerviosa qué sentía qué las manos le empezaban a sudar, era algo extraño qué un chico desconocido la pusiera de ésa manera tan extraña.

Normalmente era muy sociable y nunca se intimidaba con nadie, ni se sentía menos qué otras personas de nivel más alto.

Se sentía segura de lo qué era y estába orgullosa de lo qué sus padres le habían dado, pero ése apuesto chico la ponía contra la pared, era tan atractivo qué no había conocido a ningún chico igual qué llamará su atención.

Alexander miró su Rolex y faltaban sólo un par de minutos pará qué iniciara su clase..." Estoy a punto de llegar tarde, una vez más mil disculpas por tirarte al suelo " Alexander se disculpó de nuevo y salió a toda prisa.

Melina lo miró correr por él pasillo.

" No pasa nada chico guapo, todo está bien" Melina suspiro profundo, recogió su escoba y siguió con lo qué estába.

Era su primer día entonces no podía darse el lujo de quedar mal con la limpieza, se esmeró en cada rincón, todo quedaba reluciente.

Durante la clase, Alexander estuvo totalmente distraído, el incidente con la desconocida chica del overol lo distraía, intentó respirar profundamente y despejar su mente, pero por más intentos qué hizo no pudo lograrlo.

Ésos ojos café eran tan hermosos aún qué se ocultaran detrás de esos grandes y redondos anteojos.

Los carnosos y antojables labios de la desconocida chica le hicieron olvidarse por completo de Alexa, no penso más en ella, las ganas qué tenía de verla y sentir sus labios se fueron y sólo en su mente aparecía la chica del overol gris, era extraño lo qué sentía en su interior por qué sé le estaba haciendo tan eterna la clase pará salir y encontrarse de nuevo con ella.

Después de sonar la alarma de salida, Alexander tomó sus cosas y guardó todo en su mochila, salió dando pasos largos pará salir a los pasillos, Al salir miró a ambos lados, esperaba encontrarse de nuevo con la chica.

Sé sentía tan ansioso, estába hasta sudando de los nervios, al darse cuenta de su estado, fué hasta los baños y se mojó la cara con abundante agua fría, necesitaba despejarse, no tenía que sentirse así con una desconocida, éso no era normal.

Se miró en el espejo por unos segundos.

" ¿ Qué estás haciendo Alexander, acaso té estás volviendo loco " Alexander se dijo así mismo con reclamo.

Salió de nuevo de los baños luego de refrescarse él rostro una vez más....

Cómo si él destino tuviera algo preparado para el sin qué se diera cuenta, salió de los baños bruscamente chocando de nuevo con la desconocida chica.

Él golpe fué directo ya qué eran de la misma altura, Melina solto lo qué llevaba en manos y estuvo a punto de caer de nuevo llendo pará atrás, pero está vez Alexander con agilidad la atrapó rápidamente con sus manos sujetando de él overol, luego la estiró hacía él con rapidez, evitando qué Melina callera de trasero sobre el piso.

Melina iba también distraída y aún llevaba sus audífonos sobre sus oídos, tenía música a buen volumen, de modo de no escuchar nada y concentrarse únicamente en él trabajo de limpieza, lo demás no le incumbia.

Estába por entrar a los baños, pero se equivocó y estába por entrar al de caballeros, ése error le costó chocar contra él desconocido chico.

Todo fué tan rápido qué sólo miró cómo se iba pará atrás, ella sólo esperaba caer y sentir él duró golpe, pero inesperadamente sintió cómo las manos del chico la atraparon de su overol y la estiraron para no caer.

En ése momento quedaron frente a frente, sus ojos se encontraron y él tiempo se detuvo a su alrededor, él reloj de arena dejó de funcionar y no calló ni un sólo grano más, sus ojos café fueron atrapados por los miel de Alexander...Quedaron. Congelados al igual qué el tiempo, no supieron cómo pero las manos de Melina se encontraban en él pecho de Alexander, y las manos de Alexander sostenían la cintura de Melina, todo era tan extraño, qué ni ellos mismos supieron qué era lo qué estába pasando.

Duraron unos segundos mirando muy dentro de su alma a través de sus ojos, ambos supieron lo qué llevaba cada quién en su corazón, no ocuparon palabras pará describir sus sentimientos, los dos eran puros de corazón, tenían sentimientos tan parecidos y todos salieron a relucir.

Alexander miró los labios de Melina, eran tan carnosos, tan llamativos qué miraba fijó a sus ojos y a la vez sus labios.

Melina pasaba por lo mismo, se sentía tan atraída a ésa tierna mirada, a ésos delgados y rojos labios qué sentía la estaban llamando, quería evitarlo pero parecía un imán qué llamaba a unirse a ellos.

Sus rostros se fueron acercando lentamente, cada vez más, si alguien los hubiera visto sabría lo qué era obvio iba a pasar, parecían dos enamorados a punto de saborear su amor, se veía la enorme atracción qué sentían él uno por el otro, no parecían dos desconocidos en su primer día de conocerse..

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