NovelToon NovelToon

Embarazada Por Error

Cap 1: Presentacion de personajes.

Hola querías lectoras estoy en otra nueva historia, espero y me acompañen con sus comentarios y sugerencias.

Esta novela trata de uno de los hijos de Anahi y Franco de la novela Amor Eterno, no es continuación, esta es totalmente independiente, pero les invito a leer las otras

Un abrazo.

🤗💞💕💖

..........................................................................

Mi nombre es Emily Dudamel tengo 25 años, soy venezolana oriunda del estado Mérida un lugar hermoso, lleno de imponentes montañas y un clima frío un centro colonial de singular belleza, vistosos parques de gran verdor y lo más resaltante, su gente de trato cordial, amable y hospitalario, que bien le hacen honor a su nombre.

Soy de piel canela, cabello castaño natural con algunos reflejos cobrizos en él, mido 1,65 solo de baja estatura pues en mi familia todos lo somos, mis ojos verdes claros casi como estrellados que herede de mi amada abuelita Efigenia quien falleció hace 2 años de un cáncer de cuello uterino.

Mi rostro de ángel con labios rosados, cejas pobladas y ojos de ensueños, esconden mucha tristeza que ha embargado mi vida.

Provengo de una familia humilde, pero de buenas costumbres y excelentes principios.

Mis padres campesinos respetados y apreciados, dedicados a la siembra y cultivo de hortalizas y fresas, nos levantaron a mis dos hermanos mayores y a mí con mucho sacrificio y dedicación, enseñándonos que nada es sencillo, pero que con trabajo y perseverancia todo es posible.

Soy madre soltera de un hermoso príncipe de 5 años llamado Óscar Dudamel, él es mi motivación para salir adelante, la fuerza que me impulsa a querer superarme cada día.

Muchos factores me obligaron a emigrar de mi amado país Venezuela, pero una de ella fue por la difícil situación económica social que atraviesa.

Soy licenciada en Nutrición egresada con honores de la Universidad de los Andes o ULA, también estudié dos años de idiomas donde aprendí inglés e italiano pero algo muy básico.

Amo mi profesión trabajé en un hospital atendiendo niños y ancianos con muy bajo peso era muy triste ver que en un país tan rico existan tantos problemas, con un sueldo que no me alcanzaba para nada y con un pequeño que necesita tantas cosas a duras penas podía cubrir lo básico de la alimentación de mi hijo.

Por una amiga de una de mis primas llegue aquí a Estados Unidos, pase por muchas adversidades para estar en este hermoso país, de sueños y oportunidades.

Tuve que vender mi pequeña casita y dejar a mi amado príncipe con mis padres.

Tome un autobús hasta San Antonio del Tachira y pase la frontera a Colombia.

La amiga de mi prima me envió su dirección y la de un familiar que me recibiría en México, no quería pasar indocumentada, pero no tuve otra opción.

Con una pequeña mochila que albergaba mis pocas pertenencias emprendí el viaje más duro y difícil por la peligrosa y mortal selva del Darien, afortunadamente iba en un grupo bastante numeroso donde nos apoyamos mutuamente y nos cuidábamos los unos a los otros.

El viaje fue espantoso lo más difícil que he pasado en mi vida, cruce muchos ríos, pase por lugares empinados los cuales tenía que subir y luego bajar con sumo cuidado por lo resbaladizos del barro, habían serpientes e insectos venenosos lo que me mantenía alerta a cada paso que daba.

Vi tantas cosas que cuando salí de esa selva le di gracias a Dios de estar viva.

Al cruzar la frontera, los oficiales de inmigración me brindaron su ayuda, llevaba todos mis documentos plastificados para no mojarlos o mancharlos.

Continue mi camino, pasando por varios paises hasta llegar a Mexico, el familia de la prima de mi amiga, me consiguio un empleo mientras mi cita llegaba.

Mi cita llegó y pase a Estados Unidos al poder comunicarme en inglés y dar la dirección de la amiga de mi prima, mi proceso fue más rápido y me facilitaron un permiso laboral.

Estuve una semana en un albergué donde me ayudaron con ropa, alimentos y salud.

Una vez con el permiso emprendí, mi viaje hasta Miami, para encontrarme con Francis la amiga de mi prima.

Eso hace ya 8 meses.

.

.

Hola soy Francisco Ramírez tengo 28 años soy el hijo mayor del feliz matrimonio de mis padres Franco Ramírez y Anahi Fernández, tengo dos hermanas con las que compartí todo en mi vida, hasta el vientre de mi madre Ana Lucia y Adriana, si soy trillizo.

Mi estatura es 1,85 soy blanco de cabello rubio oscuro y ojos marrones claros, cuerpo fornido, labios medianamente gruesos y me dejo un poco de barba, Soy médico genetista al igual que mi padre y actualmente dirijo la clínica de fertilidad Ramírez Fernández, aunque tengo mi propia clínica, en realidad tengo dos clínicas, una acá en Estados Unidos y la otra en Italia, por lo que viajo constantemente.

Mi vida fue feliz hasta que empece mi adolescencia, donde la pesadilla se desató hasta convertirme en el hombre amargado frío y solitario que soy.

A diferencia de mis hermanas quienes eran el boom de la preparatoria, las más populares, yo era el chico nerf, el antisocial, la rata de laboratorio como muchos me apodaron por amar la ciencia.

Ellas son hermosas y no tenemos mucho parecido.

Cabe destacar que mi rostro no lucia así mi apariencia de joven era horrible, un chico delgado nada atlético, lleno de acné con grandes anteojos, demasiado tímido y con una autoestima muy baja.

Lo que dio lugar al infierno que se volvería mi feliz y tranquila vida, esa etapa me marco tanto que me aleje de mi familia, principalmente de mis hermanas quieres fueron unos de mis tantos verdugos.

Estudie en las mejores universidades graduándome con honores, he alcanzado todo lo que me he propuesto en la vida, no me interesa casarme ni tener una pareja, no soy nada romántico, nunca me he enamorado ni pienso hacerlo, el amor es una debilidad, una perdida de tiempo y a la final se muere o te traicionan, no repito con ninguna mujer, para evitar que se involucre sentimentalmente conmigo, pero ahí algo que si quiero y es tener un hijo, mi heredero.

cap 2: Como me volvi un amargado

⚕⚕ Francisco Ramírez ⚕⚕

Muchos se preguntarán como es que yo Francisco Ramírez, proveniente de una familia tan unida y amorosa, rodeado de grandes personas como los Smith, los Miller y los Robles, familias de tanto renombre en el país, puedo ser un hombre frío, sin corazón un amargado de lo peor, un egocéntrico con un carácter del demonio.

Pues les voy a contar un poco de mi triste y fatídica historia y ustedes me juzgaran después.

Si bien compartí el vientre de mi madre Anahi Fernández, hija de Lupita y Juan, al que nunca conocí, pero sé que fue un mal hombre y mi madre nunca lo quiso, lo único del que tenía hasta el día de hoy es su apellido, pues mi abuela Lupita se negó a quitárselo.

Mama era una diseñadora fabulosa, dirigía la empresa de mi tía Amanda Smith, hasta que ella se la vendió y feliz mi madre la adquirió, también ayudaba a mi tío Juan con la empresa de calzado, diseñaba algunos y era excelente.

Mi padre el gran medicó genetista Franco Ramírez hijo del prestigioso abogado Adrián Ramírez, de él herede el amor a la ciencia, él era mi superhéroe, pero ni él pudo protegerme del infierno que se avecinaba a mi vida.

Mis hermanas desde pequeñas eran el centro de atención de mi hogar, eran lindas y extrovertidas con una sonrisa en sus labios y una alegría contagiosa, todo lo contrario a mi era tímida, retraído, penoso y no muy social, demasiado tranquilo en comparación con cualquier otro niño.

Mis padres jamás hicieron distinciones entre nosotros, nos trataban a todos por igual, nos daban su amor y atención por igual.

Aunque mis hermanas hacían berrinches por todo, mi madre le creaba hermosos vestidos y la llevaba a su empresa.

Mi padre me llevaba a la clínica con el cuándo la niñera no podía o se enfermaba, amaba estar entre tubos de ensayo o mirando por el microscopio, aprendí a leer antes que mis hermanas y no leía cuentos de niños, sino libros de ciencia, medicina o todo lo referido al espacio.

Deje de compartir habitación con ellas a los 5 años y mi habitación era con temática del espacio, mi cama era una nave espacial.

Mis hermanas se pusieron feliz de sacarme de la habitación y pidieron cambiar el color verde a uno rosa y convertirlo en un cuarto de princesas, lejos de molestarme me sentí feliz.

Mis hermanas por competir conmigo tambien aprendieron a leer, no querian que yo fuera mejor y a mi no me importaba.

Ibamos en el mismo grado, pero eramos superiores a otros niños asi que nos saltaron de grado, cuando deberiamos ir en segundo de primaria estabamos en cuarto grado.

Yo pensaba que la competencia que existia entre mis hermanas y yo por ser el mejor era algo sano entre hermanos, nada mas lejos de la realidad.

Mis hermanas tomaban clase de ballet y yo prefería leer y jugar ajedrez.

La más tremenda era Adriana quien hacia cuanta maldad o tremendura para hacerse notar, todo escalo al extremo de fastidiarme la existencia.

Tenía 8 años y en su afán por molestarme, tomo un envase con atomizador que contenía hipoclorito puro que una empleada utilizaba para limpiar las ventanas, me rocío con toda su mala intención sobre mi rostro y salió corriendo mientras yo gritaba pues el fuerte químico entro en mis ojos y me ardían muchísimo.

Mi padre llegó corriendo mis ojos sangraban, veía todo borroso, pero distinguía la voz angustiada de mi padre y el llanto desperado de mi madre mientras lavaban mi carita, camino a la clínica, por la travesura de mi hermana por poco pierdo la vista.

Los daños en mis ojos fueron severos y permanecí hospitalizado por varios días, papa no se despegó de mi lado ni un segundo.

Adriana recibió su castigo, pero lejos de arrepentirse se enojó más conmigo, me culpaba de la molestia de mis padres con ella y de no poder asistir a sus clases de ballet.

Mientras ella se quejaba a más no poder yo permanecía con una venda que cubría mis ojos, para que la luz no los dañara más, que injusto verdad, no creo que haya castigo para algo así, pero que se podía hacer el daño estaba hecho.

Me dieron de alta y al llegar a casa mis padres la obligaron a pedirme perdón, acepte sus disculpas pues la amaba era mi hermanita, aun sin ver la abrace pensando que era sincera.

Las semanas pasaron entre consultas médicas donde los médicos me aplicaban muchos medicamentos, tenía dos enfermeras a mi cuidado, por lo que nunca estaba solo, lo que fue de gran ayuda porque mis hermanas no me molestaban.

No podía hacer nada de lo que tanto amaba, leer y jugar ajedrez como era imposible con esos parches que cubrían mis ojos.

Mi padre me compro unos audífonos para que pudiera escuchar música.

Me aprendí muchas canciones en ese tiempo.

Casi pierdo el año escolar, pero gracias a que soy muy bueno en matemáticas y en la lectura, pude ser promovido de grado e ir a la par con mis hermanas que claramente no estaban nada contentas con ello.

En quinto grado tenía un amigo él era un poco como yo y le gustaba el espacio, me visitaba y jugábamos en mi habitación, pero con el tiempo cambio conmigo ya no quería jugar, me evitaba como a la peste, me dolió su indiferencia y me aferre a mis mejores amigos mis libros.

Mis hermanas seguían igual, llamando la atención de mama quien la llevaba a su empresa, donde ellas hasta modelaban con las modelos de las campañas.

Yo iba de vez en cuando con mi padre a la clínica, donde todos me trataban con tanto respeto y amor, incluso me decían el pequeño doctor, mi papá me mando a hacer una bata médica con mi nombre y yo me sentía tan feliz de ser como mi padre.

Terminamos la primaria y en el acto de grado Adriana y Ana Lucia no podían dejar de hacer de las suyas para arruinar mi momento.

Ana Lucia jalaba a papa para que bailara con ella y Adriana bailaba con mama, cuando mi mamá me invito a bailar, ella tomó una bebida y me la arrojo encima, corrí llorando mientras todos se reían de mí, me encerré en el auto y le pedí al chofer que me llevara a casa.

Mi madre corrió tras el auto, pero Adriana y Ana Lucia lloraron y la convencieron de quedarse en la fiesta de graduación.

Si esto les parece malo, no se imaginan el infierno que me sobrevendria despues.

cap 3: El infierno

⚕⚕ Francisco Ramírez ⚕⚕

Empezar en la preparatoria en sí es un gran paso, donde vas a un lugar con más personas, con adolescentes con diferentes personalidades, donde hay grupos o clases donde destacan unos más que otros, para cualquiera significaba un gran desafío, pero para mí lo era aún mayor.

Papa nos llevó el primer día y hablo con el director por mi condición ocular no podía estar hasta el final, con un informe médico y una buena suma como donación a la preparatoria el director me escolto a la sala de maestros, me presento y hablo con ellos de mi caso.

Todos fueron muy amables y más al enterarse de quien era hijo.

En la preparatoria había un ritual de iniciación y ni mis hermanas se salvaron de ella, terminaron con chicle en sus rubios y hermosos cabellos, intente defenderlas eran mis hermanas y no permitiría que nadie las dañara.

Empuje a un niño mucho más grande que yo, solo con 10 años yo era alto, pero no tanto como uno de 13 o 14 como el niño ese.

Varios niños me rodearon me golpearon y rompieron mis lentes, aun mis ojos estaban sensibles y mis anteojos me ayudaban porque tenían inteligencia artificial y cuando había sol o mucha claridad ellos se oscurecían protegiendo mi vista.

El director fue informado y llego corriendo para encontrarnos abrazados.

Mis hermanitas despeinadas y con chicle en su cabello llorando y yo con el labio roto y mis anteojos destruidos.

Mis padres llegaron a los pocos minutos y en la preparatoria ardía Troya con la presencia de mi tío Andrés y mi tía Daniela.

Los padres de los otros niños palidecieron ante las imponentes figuras que eran mi padre y su gemelo.

Los niños se disculparon, prometieron no meterse con nosotros y él asustó no paso a mayores.

El tiempo pasó y esos niños no se metían conmigo, mis hermanas escalaron popularidad rápidamente, todas querían ser sus amigas al enterarse que era hija de la gran diseñadora de moda.

Entraron al equipo de porristas y se juntaban con las más populares, me excluyeron e ignoraron, incluso decían que yo era adoptado cruel verdad.

Mi vida tranquila estaba por cambiar, era tan inocente que fácilmente caía en los trucos de los más perversos niños de la prepa.

Fui creciendo, ahora era mucho más alto que mis hermanas, pero delgado como una espina de pescado.

Con 12 años mis hermanas eran hermosas y ya sus cuerpos mostraban cambios físicos de mujer, haciéndolas más llamativas y populares.

Yo, por el contrario, seguía usando mis horribles anteojos, me vestía sencillo para pasar desapercibido y así evitar las bromas pesadas de los más grandes y malos.

Por alguna extraña razón no tenía amigos, si era tímido y algo antisocial, pero aunque intentaba entablar una conversación con alguien con mis mismos gustos o intereses, todos huían de mí como si tuviera lepra o sarna.

Me bañaba antes de ir a clase, lavaba mis dientes, utilizaba desodorante y perfumen, por si era que olía mal y pasaba lo mismo, así que decidí seguir mi vida solitaria, no porque lo quisiera, sino porque no tenía otra opción.

Cumpliríamos 13 y odiaba mi cumpleaños a más no poder, odiaba que ellas fueran el centro de atención y decidieran donde sería la fiesta, el sabor del pastel, la decoración, la musica los invitados todos.

Mi padre trabajaba en un nuevo estudio y ya no compartíamos tiempo como antes, no tenía esa confianza con mama, me sentía tan solo y triste, tenía tantas preguntas y curiosidades que buscaba respuestas en internet o libros, pero no eran suficiente.

Días antes mis padres planeaban la fiesta, mientras yo guardaba silencio en una esquina del sofá, era como el chico invisible.

Hijo que opinas dijo mi madre emocionada.

La miré y voltee a ver si era a mí que hablaba, mi acción pareció irritarla porque me miro furiosa.

Ah perdón mami, no sabía que mi opinión era importante respondí con sarcasmo.

No le hables así a tu madre, rugió papa molesto mientras mis hermanas reían con pura maldad plasmada en sus rostros.

Perdóname mama, no fue mi intención faltarte el respeto, solo que mi opinión jamás ha contado, ni ha tenido relevancia al lado de el de las princesas de la casa, hice comillas con mis dedos.

Hijo porque dices eso pregunto mama suavizando su expresión.

Porque más madre, porque es un envidioso y nos odia, porque el no tiene amigos dijo Adriana soltando su veneno.

No las odio, ni las envidio son mis hermanas y las amo respondí con sinceridad, pues a pesar de todo las amaba.

Mamá, papa yo no quiero fiesta, es más no voy a estar en la celebración de este año así que hagan lo que ellas quieran, solo les pido una única cosa dije fingiendo una sonrisa para no llorar.

Claro cielo lo que quieras respondió mama de forma dulce y papa asintió.

Quiero que desayunen únicamente conmigo que hagamos algo especial los tres juntos.

Mis hermanos me fulminaron con la mirada y comenzaron a protestar.

Aun así mis padres aceptaron me sentía tan feliz, pero me duraría poco mi felicidad.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play