"Cuando los Dioses quieren castigarnos responden a nuestras plegarias" Oscar Wilde.

Código de Amiga:

1. Ser solidaria con tus amigas, las defenderás y apoyaras, te sacrificaras por su felicidad.

2. Ser sincera sobre todas las cosas, hasta sobre el vestuario.

3. Contarnos todo, sin excepciones.

4. Guardar un secreto para toda la vida, si se solicita el secreto de confesión.

5. No coquetearas, ni desearás al novio o pareja de tu amiga.

6. No aceptarás coqueteos del novio o pareja de tu amiga.

7. Si alguna se interesa de primera en un chico, las demás debemos apartarnos.

8. Si un chico (que no sea su novio o pareja), se interesa por alguna, las demás debemos apartarnos. Nunca pelear por un hombre.

9. Nunca dejar la amistad, ni dejarnos de hablar por nada ni nadie, siempre darnos las buenas noches por chat o mensaje de voz.

10. Nunca acostarse con el hermano o pareja de tu amiga.

11. Mantenernos unidas bajo cualquier circunstancia: enfermedad, decepción amorosa, malas calificaciones, celebraciones o defunciones.

12. Las emergencias lo justifican todo.

13. Estarás junto a tu amiga cuando te necesite o te llame.

14. No envidiarás a tu amiga.

15. No criticarás las decisiones de tu amiga.

16. Nunca mentirás a tu amiga, bajo ninguna circunstancia.

17. Perdonaremos todo lo que no involucre romper este código.

18. Vestirse siempre a la moda.

19. Nunca vestirse igual que tu amiga.

20. Usar siempre el mismo estilo, dependiendo de la ocasión.

En mi adolescencia, era irrespetuosa con mis padres, rebelde; no fue fácil para ellos tener una hija como yo. Eran dueños de una Empresa productora de Alimentos, con varias sucursales internacionales, querían que su única hija estudiara una carrera relacionada con la Empresa familiar; pero, no me llamaba la atención estar sentada detrás de un escritorio como empresaria. Con mi "amiga" solamente pensaba en vivir de fiesta en fiesta, bebiendo y consumiendo drogas, esa era mi "amiga", me convenció de estudiar arte, pero yo quería estudiar enfermería...

Mi nombre es Gabriela Kelly Di Laurenti Kedward y rompí todos los Códigos de Amistad, por Estefanía Andrade y eso era algo de lo que en el futuro me arrepentiría enormemente

Me gradué de enfermera, me casé con el hombre que creía amar, Jean Paul Martin, alto de ojos verdes, cabellos castaños, trabajaba como Director Ejecutivo, en una de las Empresas de mi padre. Mi esposo se ganó la confianza de mis padres, aparentaba consentirme en todo... Tengo 27 años, no quería tener hijos todavía, porque mi profesión era muy demandante, estaba por terminar el curso de Instrumentista o Arsenalera de quirófano. Mis turnos nocturnos eran muy agotadores; sin embargo, en ocasiones cambiaba los turnos con mis compañeros porque tenían problemas personales, con sus hijos o problemas de salud. Hoy no era diferente...

-Gaby, ¡Feliz Aniversario amor! Vas a venir temprano ¿Verdad? Quiero que celebremos nuestro segundo año de matrimonio, te tengo una sorpresa - decía mi esposo besándome en la mañana, me regalaba un collar con un dije ámbar, me lo coloca, me parece lindo, le doy otro beso.

- Sí amor, llegaré a las 6:00 pm a más tardar, podemos salir a celebrar- contesto con cariño, depositando otro suave beso en sus labios. Me arreglo y salgo, apenas tomo una tostada con mermelada que me ofrece Marina, mi querida cocinera, quién ha estado trabajando muchos años con mis padres, y que insistió en mudarse conmigo cuando me casé. Ella era la madre de Estefanía Andrade, mi "amiga" de adolescencia.

-En la noche te doy mi regalo, amor- le digo para despedirme con un beso y guiñándole un ojo, había comprado una lencería roja muy sexi. Él me besa.

En el Hospital, después de 4 cirugías en la mañana y 3 en la tarde; llaman a mi compañera de trabajo Arianne, su hijo se había enfermado, estaba en la urgencia.

-Sabes Gaby, nunca te he pedido un favor de este tipo, pero a mi hijo lo van a hospitalizar, debo estar con él, por favor cúbreme esta noche- suplica con ojos llorosos. Esta noche iba a celebrar mi segundo aniversario de bodas, pero no sé decir que No, bajo estas circunstancias.

- Esta noche iba a celebrar mi segundo aniversario de bodas, Jean Paul se enfadará, pero no puedo dejarte con este problema; sí me hubieras hecho caso, ese hombre marido tuyo, solamente te buscó por tu dinero, ahora vive más tiempo de viaje que ocupándose de su hijo- suspiro y acepto hacerle el turno nocturno.

Llamo a mi esposo y le cuento la dificultad de mi amiga Arianne, debo cubrirla en el turno de la noche.

- Debí suponer que no vendrías; pero, no importa, celebraremos el fin de semana, quédate tranquila cubre tu turno, te amo - se despide con palabras dulces, cuelga.

En el Hospital, en el estar de enfermería:

-Gaby, disfruta este café moka, para que pases tu turno bien despierta - con una sonrisa me ofrece el café, el Dr. Sergio Castiglione, cirujano muy guapo, cabellos rubios, ojos verdes, alto y con muy buen cuerpo. Nos conocemos desde la adolescencia. Me enteré de que está comprometido con mi ex amiga de la preparatoria Penélope Rosso; eso lo cambia todo. Me alejé de él por un malentendido ocasionado por mí, llevada como siempre por Estefanía Andrade.

Desde que empezó a trabajar en este Hospital, ha estado cortejándome, jamás le he hecho caso porque eso sería romper con tres reglas del "código de amiga", que involucra coquetear, o aceptar coqueteos del novio o lo que sería peor estar con el novio de una amiga, Reglas N° 5, 6, y 10 respectivamente.

Sonrío, porque a pesar de que fui yo quien se alejó de ellas, de mis amigas Penny y Greta, debido a que nunca toleraron a Estefany, además de lo sucedido con Sergio... Bueno, actualmente estoy felizmente casada y Sergio está comprometido con Penny. Debo reconocer que en el pasado, Sergio llegó a interesarme un poco. A pesar de que nunca estuve en amoríos con él, hubo un desafortunado malentendido, Penny pensó que quería quitarle a su novio, aunque en esa época ellos no tenían ninguna relación. Bien por ella porque actualmente logró comprometerse con Sergio; siempre he respetado el código de amiga, aunque ya no lo seamos.

A las 9 de la noche, se presenta Arianne y me dice que fue una falsa alarma, que su niño está bien, que me vaya a mi casa a celebrar con mi esposo. La abrazo y salgo para mi casa, esperando darle una sorpresa a mi marido, todavía tendríamos tiempo de celebrar juntos.

El Dr. Sergio me despide con tristeza diciendo que el turno será muy largo y aburrido sin mí, le sonrío de forma cortés y me despido.

Conduzco emocionada, pensando en la lencería sexi, para celebrar con mi esposo el aniversario de bodas. En casa, sigilosamente abro la puerta, quiero abrazarlo darle una sorpresa.

Observo platos en la mesa y botellas de vino a medio terminar, me sirvo una copa, pensando que él está en la cama aburrido viendo tv. Subo las escaleras, oigo risas que provienen de mi habitación, me acerco despacio, logro escuchar la voz de Estefanía ¿Burlándose de mí? ¿Mi entrañable amiga de la adolescencia, a quien defendía a capa y espada, está en la cama con mi esposo?

Estoy escuchando a mi entrañable "amiga" de la adolescencia, Estefanía Andrade, hablar con mi esposo:

-Entonces, le dijiste a Gabriela lo triste que te sentirías si no venía a casa, jajajaja, supongo amor, que sigue siendo tan inocentemente estúpida como en la secundaria, confiaba ciegamente en los dos, no sabe todas las mentiras que inventé para separarla de aquellas engreídas millonarias amigas suyas, y todavía desconoce que te casaste por su herencia -.

- Pero no sé hasta cuándo puedo esperar, es tan molesto que lo tenga todo, y aun así nunca apreció a la familia que tiene, como me gustaría tener la mitad de lo que ella disfruta. Al menos me compraste un buen departamento con su dinero - expresa con envidia Estefanía.

-No esperaremos mucho, el veneno que coloca tu mamá en sus alimentos pronto hará efecto, y morirá de "muerte natural", entonces todo será mío, la casa, la Empresa. Sus padres solamente confían en mí, y siendo su única hija, todo lo manejaré sin problemas y luego de un tiempo tú y yo nos casaremos -.

- Sabes que tú eres la única mujer que he amado, y de no haber sido por ti, seguiría siendo un empleaducho más de esa Empresa, además tienes ganada a su madre, te quiere como a una hija, serás a sus ojos la mejor opción para su triste yerno viudo, jajaja - planifica Jean Paul, mientras se escuchan apasionados besos.

-¡Quiero que seas mía para toda la vida! - se escuchan jadeos, la puerta está medio abierta.

Veo con odio la relación en pleno acto, en el piso mi lencería roja, tuvo el descaro de usarla. No puedo dejar las cosas así, cegada por la indignación, quiero quitarles las caretas. Entro con la copa de vino que tenía en la mano y mientras Jean Paul está encima de ella, abro la puerta de un solo golpe:

-¡Felicitaciones por el aniversario "querido", lo has hecho inolvidable! - le lanzo el vino en la cara, se separa de ella, con el vino chorreando por su rostro, limpiándose con torpeza, se levanta rápidamente, sale persiguiéndome, diciendo:

-Gaby, espera ¡No es lo que piensas, déjame explicarte! -

-Jajajaja, dile eso a tu amigo que todavía lo tienes firme, te quiero ahora mismo fuera de mi casa, llévate a tu zorra. ¿Era mejor mi cama para tu infidelidad que el departamento que le compraste con mi dinero?- él se pone nervioso, se coloca torpemente los pantalones, mientras Estefanía no sabe qué decir.

-Así que hasta intentaron asesinarme con veneno ¡Son tan inteligentes! ¿De verdad piensan que esto no lo va a descubrir nadie? - Jean Paul, saca un arma de la gaveta y me apunta:

-Nadie puede saber esto, morirás y lo haré aparecer como un asalto, esta arma no tiene registro, yo seré un pobre viudo inconsolable ante la pérdida de su amada esposa - Sin poder reaccionar a su amenaza, Jean Paul dispara directo a mi cabeza, caigo en un río de sangre, mis ojos permanecen abiertos viéndolo con odio.

No quiero acabar así, ellos se salen con la suya, y disfrutarán de una vida de abundancia, mientras la mía termina de esta manera, asesinada por quien pensaba estúpidamente que me amaba. La imagen de mis padres vienen a mí, ¡Cuánto los hice sufrir! Por culpa de estos dos monstruos envidiosos, ruego a los Dioses, para que puedan hacerme regresar en el tiempo y cambiar mi patético final. Todo se torna en una profunda oscuridad, mi alma flota en la nada.

De pronto, despierto, escucho me llama Mary: Señorita Gabriela, hoy es lunes, tiene clases, se quedó nuevamente dormida, va a llegar tarde, debe dejar esa vida de fiestas, levántese y tome una ducha para que desayune y pueda llegar temprano -

Despierto, me levanto, corro al espejo, tengo 17 años, terminando el penúltimo año de secundaria. Me veo preciosa, ojos violetas, largo cabello castaño claro, que contrasta con mi tersa y blanca piel, 1.72 de estatura, medidas perfectas. ¡Estoy de vuelta, puedo cambiar mi destino!

Me visto con jeans, franela, zapatos deportivos, recojo mi melena en una coleta, sin maquillaje, tomo mi mochila y bajo corriendo las escaleras. En el comedor saludo a mis padres con sendos besos,

-¿No vas a sentarte a desayunar? - pregunta mi madre sorprendida por mi cambio.

- No mamá, ¡voy saliendo tarde, tengo examen de Biología! - tomo una rebanada de pan tostado con queso y bebo mi jugo de naranja rápidamente, salgo y subo a mi auto, un sedán toyota azul eléctrico, obsequio de mi padre al cumplir 17 años.

-¿Qué le pasa a esta niña hoy? No se vistió como generalmente lo hace, ni lleva maquillaje, se ve mejor así- comenta mi padre, con una sonrisa de satisfacción, mientras mi madre, maniática de la moda, hace un movimiento de negación con la cabeza.

Voy pensando en mi auto, faltan 6 meses para conocer a Jean Paul, me lo presenta Estefanía en diciembre, así que debo comenzar por modificar mi entorno de amistades, comenzando por ella, la arpía de Estefanía.

Generalmente tenía un séquito de "amigas", constituíamos las chicas populares. Eramos cuatro: Greta Günter, rubia de ojos azules, hija de un Empresario alemán, Penélope Rosso, pelirroja de ojod verdes, hija de un magnate petrolero, con muchas empresas a su cargo, Estefanía Andrade, castaña de ojos amarillos, nuestra chica proletaria que adoptamos, a pesar de que estudiaba con una beca.

Fue incluida en nuestro grupo porque la Directora Hunter, nos lo pidio de favor personal. Ya que era excluida y despreciada por todos en la secundaria Lincoln. Quienes allí estudiabamos eramos hijos de familias adineradas, uno que otro estudiante era becado.

Adoptamos a Estefanía de buen agrado, le comprábamos ropa y zapatos, para que estuviera a nuestro nivel. En otras ocasiones, le regalabamos nuestras propias ropas, cuando iba a nuestras casas y le gustaba algo de nuestro closet. Pero, yo nunca imaginé que era una resentida social, envidiosa de lo que no tenía.

Este día llamé a Estefanía para que tomara el transporte escolar, yo no seguiría siendo su chofer particular, no me desviaría de mi camino nunca más.

- Estefany, lo siento "amiguis", no puedo pasar por ti hoy, debes tomar el bus, me levanté tarde para el examen y voy llegando muy tarde - le digo sin ápice de compasión.

-Pero, pero, ¡No me puedes dejar así no más! ¡No puedo tomar ese horrible transporte! Ademas, ese examen te lo pueden repetir si lo solicitas - responde horririzada de pensar en llegar en el transporte de los perdedores, según su pensamiento, ella cree que merece más que eso.

- Estefany, no me voy a desviar, no tengo tiempo, lo siento, chaito- cuelgo, dejo el celular en modo avión. No espero a que ella vuelva a llamar para atosigarme con sus exigencias, ya no la soporto, mi corazón es un gran hoyo negro.

Llego a la secundaria Lincoln, es un edificio que parece un castillo realmente impresionante con hermosos jardines y grandes instalaciones deportivas, había olvidado lo afortunada que era. En el estacionamiento me encuentro a Greta y a Penélope, llegando al mismo tiempo. Nos saludamos con besos en ambas mejillas. Penny comenta:

- Me decepcionas amiguis, acabas de romper el "Código de amiga" N° 20, "vestirse todas con el mismo estílo dependiendo de la ocasión" ¿Qué es eso que traes puesto hoy? -

- Pareces la versión de Estefany antes de conocernos- se ríe divertida Penny.

- ¿Acaso es el día de las Indigentes y no lo sabíamos?- comenta Greta riéndose.

-Aunque veo que hoy no eres la chofer particular de Estefany, punto por eso amiguis - observa sarcástica Greta.

- El código dice: "dependiendo de la ocasión", y hoy la ocasión es un examen y me levanté muy tarde, así que no estoy rompiendo ninguna regla, es solo cuestión de emergencia, Regla N° 12 "Las emergencias lo justifican todo". Y tienen razón amigas, no puedo ser chofer de Estefany forever - todas reímos.

Recuerdo muy bien esos juegos de amigas que teníamos, cumpliamos fielmente 20 reglas de nuestro "Código de Amiga", que nos unía como hermanas desde la primaria, era muy divertida esa parte de nuestra amistad, y en esta vida no pienso defraudarlas...

Mientras vamos llegando al Instituto Lincoln, Penny comienza a hablar sobre una fiesta con su familia, sacando de su bolso dos invitaciones personalizadas para que asistamos:

- Bueno amigas, para aprovechar que esa bichita envidiosa no está, les voy a dar las invitaciones para el cumpleaños de mi hermano Roger, ya saben que estudia en Harvard, celebraremos su cumpleaños 21 con una gran fiesta dentro de un mes. Debo advertirles que está comprometido con Carlota Caruso, por si alguna quiere intentar seducirlo; les recuerdo ademas, la Regla N° 10 "No acostarse con el hermano de una amiga" - me mira directamente a mí.

En el pasado, yo estaba perdidamente enamorada de Roger, recuerdo que hasta un poema le escribí, y lo peor fue que se lo entregué, quedé en ridículo total ¿Cómo olvidarlo? ¡Hice el ridículo de mi vida! Sin embargo, antes de eso no puedo recordar absolutamente nada de mi pasado. La voz de Penny me saca de mis pensamientos:

- Chicas perdónenme, tengo prohibido invitar a Estefany, ya saben como es mi madre de clasista. ¡No le digan nada a ella, por fis! Regla N° 4 "Guardar el secreto..." - nos entrega las invitaciones y todas asentimos. Emocionadas entrelazamos los meñiques, chocando los pulgares, en señal de promesas.

Recuerdo que en mi otra vida, cuando nos entregó las invitaciones, a mi se me escapó con toda la mala intención y se lo dije a Estefany, porque me pareció feo que no la quisieran invitar, a mi parecer ella sí debía asistir. Violando deliberadamente el código en su regla N°4 "Guardar un secreto para toda la vida, si se solicita el secreto de confesión".

Allí comenzaron todas a verme mal. Tampoco asistí a la fiesta, para acompañar a Estefany a un antro de mala muerte a beber, comenzando mi adicción por el alcohol y la cocaina, empezando mi mala actitud hacia todos, me alejé de mis amigas.

Dentro de mes y medio cumpliré 18 años, ya Penny tenía 18 y Greta los cupliría en medio mes. En el último año no asistí al baile de graduación, ya para ese entonces, no seguía las Reglas del "Código de Amiga" obviamente me execraron.

Nos terminamos de alejar para siempre, cuando Penny creyó que le quitaría a Sergio; ahora entiendo que fueron cizañas de Estefany, ella me retó a que lo besara en una fiesta, y bajo los efectos de las drogas lo hice. Estefany llevó a Penny para que me viera haciéndolo, lo que yo no esperaba era que Sergio, correspondería apasionadamente a mi beso, abrazándome, seguimos besándonos sin parar, se encendió una chispa entre los dos, hasta que Penny me gritó, al separarme de Sergio ella me abofeteó, Sergio me defendió, ella se fue, corrí detrás de ella para tratar de explicarle lo inexplicable. Desde ese momento nunca más me habló, tampoco Greta me dirigió la palabra, la amistad se rompió, y yo tuve la culpa de esa ruptura.

Era diciembre, esa misma noche, me escapé con Estefany a un bar donde borracha y drogada perdí mi virginidad con un tipo de 23 años, un desconocido para ese entonces, luego supe que era Jean Paul Martin, no fue azar, ella lo llevó para ese fin, en aquel momento no sabía lo que tramaban ese par de escorias. Bajo la rabia me acosté con Jean Paul, pensando en Sergio, me gustó aquel beso. Lo que no sabía era que desde esa vez, había marcado mi destino cruel, ellos me hundirían en la desdichada muerte...

-Chicas, como pueden ver me levanté tarde hoy, no me dio tiempo escoger atuendo, me puse cómoda ¡Vamos que llegamos tarde al examen! -

-Además, todo lo que traigo puesto les aseguro que es de marcas reconocidas. ¡Y por supuesto que asistiré a la fiesta! ¡No me la perdería por nada del mundo!- Termino de responder, me las llevo a cada una de un brazo, viendo sus caras de disgusto y desaprobación por mi vestuario. Las tres eramos bastante altas, aunque Greta era la que sobresalía.

En el salón 32-A, en el piso 3, se encontraban nuestras aulas de clases, ya estaban todos, bueno casi todos, no se encontraba Estefany. Presentamos el examen de Biología, por mi anterior profesión de enfermera, el examen me pareció muy fácil.

A Estefania no la dejaron pasar, por llegar 20 minutos tarde, yo no la vi, estaba concentrada en mi examen. Cuando salimos, ella se dirige hacia mi con rabia y gritos delante de todo el mundo, de forma altanera y grosera me reclama:

- ¡Tú Gabriela!, ¿Por qué no me fuiste a buscar? ¿Acaso era mucho esfuerzo para ti hacerlo? ¡Eres una mala persona! ¡Finges ser caritativa y buenecita! ¡Pero, en el fondo eres una tremenda engreída, petulante y egoista! ¡Solamente piensas en ti y en más nadie, pretenciosa desgraciada! ¡Se lo voy a decir a la Directora! ¡Me estás menospreciando! ¡Por tu culpa no pude presentar el examen, eres una maldita miserable! ¡Eres una grandísima perra perversa!- grita a todo pulmon, su cara se desfigura, enrojece por la ira.

-¡Hey! ¿Quién te has creído para hablarle así a mi amiga Gaby?- reprende Greta.

-¿Crees que porque Gaby te ha traido y llevado en su auto por medio año es tu chofer particular? ¡Tómate tu pastillita de Ubicatex! Eso lo hizo porque quiere, no es su obligación, si no tienes auto, entonces te toca levantarte bien tempranito y tomar el autobús escolar ¡Ubícate en tu realidad! - interviene molesta Penny, voltea y me hace un guiño, dice bajito: Regla N° 1 "Ser solidaria con tus amigas, la defenderas y apoyaras, te sacrificaras por su felicidad".

- Vamos amiga, no te juntes con ella, este tipo de gente si le das un dedo terminan tomando la mano y si te descuidas te quitan el brazo entero- continúa Penny, yo me voy con ellas, pero antes no puedo contenerme también quiero responderle de manera calmada pero contundente:

- ¡Espero esta sea la última vez que me gritas de esa forma! ¡Ni siquiera mis padres lo hacen! ¡Nunca más te voy a permitir este tipo de maltratos! Como bien dijo Penny, No es mi obligación servirte de chofer - añadiendo en tono de advertencia:

- De ahora en adelante levantate temprano y toma el transporte escolar, nunca más volveré a buscarte ni a llevarte en mi auto a ningún lado, y si lo deseas puedes ir a quejarte con la Directora Hunter. Finalmente, esta amistad quedó fracturada por tu actuación - señalo con el dedo hacia el techo:

-Hay cámaras en toda la Escuela, veremos qué dice la Directora por tu actitud, esa falta de educación y buenos modales; así no se comporta una Señorita en la Alta Sociedad; pero, ¿Qué puedes saber sobre eso? No perteneces a ese mundo ¿Verdad? - le digo esto último, para herirla en su alma de resentida social.

Pongo mis ojos en blanco, me doy la media vuelta y sigo con mis amigas. Todos los estudiantes que nos rodearon para ver el espectáculo que daba Estefanía, grabaron la escena, comenzaron a burlarse de ella, por estar fuera de tono, exigiendo lo que no le corresponde.

Estefanía se quedó de una pieza, no se esperaba mi respuesta, siempre fui muy manipulable, hacía lo que ella me exigía, la defendía cuando veía sus ojos llorosos, la trataba como si fuese mi hermana, sin saber que esa supuesta "hermana" tramaría despojarme de todo y no pararía hasta llevarme a la muerte.