Soy Kevin Bustamante, un rubio de veintisiete años, fiel reflejo de mis padres. Crecí bajo estrictas reglas comparado siempre con mi cuñado, pero mis travesuras con mi inseparable prima Emma, nacida el mismo día que yo, nos forjaron irrompibles. A pesar de mi educación disciplinada, mantengo una vida nocturna desenfrenada que nadie, ni siquiera Emma conoce.

Como diseñador automotriz titulado con honores, me deleito creando autos, poniendo exquisito cuidado en cada detalle. Mi labor se divide entre la empresa que me empleó tras graduarme y el negocio familiar liderado brillantemente por Esme, mi hermana mayor. El hogar bulle de emoción con la pronta llegada de su primogénito y, aunque los niños no son lo mío, la idea de ser tío me ilusiona.

En este momento me encuentro con un proyecto personal, quiero crear un auto veloz, dinámico y que sea rendidor, soy un apasionado de las carreras de autos. Tiene que gastar poco combustible en alta velocidad y recorrer un kilometraje superior a la media. Una locura que me desvela. Sigo concentrado marcando líneas y haciendo cálculos cuando mi celular comienza a tocar Paradise City de los Guns N` Roses, alguien me llama y atiendo sin mirar.

⎯ Hola, guapo, ¿me extrañas?

⎯ Hola, guapa. Como siempre siamesa.⎯ es Emma.

⎯ Estoy en la ciudad, ¿quieres salir esta noche?

⎯ Dime donde y cuando.

⎯ Así me gusta, siempre listo, mi siamés.

⎯ Jajaja, ya extrañaba hablar contigo. ¿Dónde has estado?

⎯ En Milán, cerré cuatro desfiles este mes y ya conseguí dinero suficiente para invertir en ese loco proyecto que quieres realizar.

⎯ Ya te dije mil veces que no necesito dinero y es un secreto, por más que busques la manera de saber de qué se trata, no te lo diré.

⎯ Sabes que eres imposible, pero igual te amo.

⎯ Yo te amo más.

⎯ Nos vemos, te mando todo por mensaje.

⎯ Ok.⎯ digo y cuelgo la llamada.

Sigo con mi rutina, hasta que se hace la hora de salir, el tiempo vuela cuando las ideas fluyen. Voy al estacionamiento por mi auto deportivo y decido salir a dar una vuelta por la ciudad antes de ir al departamento para prepararme para esta noche.

Estoy cerca del hospital de mi tío, no sé ni como llegué acá, y veo algo que me desconcertó. Es Inés, alguien la tiene del brazo y le grita, ella es muy tímida, no hace nada para sacarse a ese bravucón de encima. Estaciono y freno el auto a propósito quemando mis llantas para que vea lo enfurecido que estoy. Me bajo y de un tirón se lo sacó de encima, le gritó con todas mis fuerzas.

⎯ ¡No vuelvas a ponerle un dedo encima o te la verás conmigo!

⎯ No te metas, idiota.

⎯ ¿A quién le dices idiota?⎯ soy más alto que él por lo que con solo dos golpes lo derribo.⎯ Vamos, Inés, dejemos la basura en su lugar.⎯  la tomo de la mano y la subo al auto.

⎯ Gracias por eso, pero no debiste interferir, ahora se van a complicar más las cosas.

⎯ ¿De qué hablas? Te estaba lastimando, somos familia y no voy a permitir que nadie te haga daño.

Va en silencio todo el camino, nosotros casi no tenemos relación, la veo como mi hermanita chiquita y casi siempre estuvo sola en nuestra infancia era mucha la diferencia de edad. No encajaba con ningún bando. No sé donde llevarla, recién me doy cuenta de que no sé ni donde vive y me culpo por no prestarle más atención, soy un idiota. La llevo a mi departamento y me sorprende cuando me dice que hace mucho no la invitaba, y la verdad no sabía que conocía mi hogar, parece que se da cuenta.

⎯ Vine con Emma a la inauguración, fue hace mucho, pero había mucha gente, y casi no hablamos.

⎯ Disculpa, es que me olvide de ese día.

⎯ Lo entiendo, no soy la persona más sociable y no encajo en ningún lado.

⎯ Quieres tomar algo y contarme lo que está pasando.

⎯ Dame lo más fuerte que tengas, necesito tener valor si debo confesar mi pecado.

⎯ ¿Tan grave es?

⎯ Es complicado.

⎯ Ten solo tengo este licor.⎯ lo toma y se suelta su cabello, lo tiene más largo de lo habitual.

⎯ Lo que te voy a decir tiene que ser nuestro secreto. Se que ni siquiera nos conocemos lo suficiente por más que seamos un tipo de familia, pero bueno, dadas las circunstancias y que me encontraste con ese bravucón tengo que hablar. Sírveme otro.

⎯ ¿Estás segura?

⎯ Sí. Ese hombre es Carlos Herrera, es dueño de un club nocturno que se encuentra a las afueras de la ciudad, una noche me vio bailar y desde ese día se obsesionó conmigo. Trata por todos los medios de que yo sea parte de su club, me ofrece una cantidad de dinero exorbitante, pero yo siempre le digo que no.

⎯ ¿Y todo por bailar?

⎯ Era una despedida de soltera, yo tomé un poco de más con las chicas y el striper me subió a la tarima, comenzamos a bailar y terminé subida en una jaula. Fue divertido, pero los hombres comenzaron a lanzar dinero y me hice de un buen motín.

⎯ ¿Quieres decir que te gusta la noche?

⎯ No seas tonto.

⎯ Perdón.

⎯ Ese hombre me acosa y quiere que baile los días que no tengo guardia.

⎯ Tienes que hacer algo, ¿por qué no lo denuncias?

⎯ No puedo, me amenaza con los videos que filmaron. Lo único bueno es que estaba con un antifaz y no se ve mi rostro, pero se que si llega a manos de mis padres se pueden desilusionar. Estoy con poca ropa, tomando bebidas alcohólicas en una jaula. No es una imagen respetable y menos de alguien que trabaja en el sistema de salud.

⎯ ¿Quieres que te lleve a tu casa? Quedé con Emma en ir a un bar a tomar unas copas. Seguro ella ya me está esperando.

⎯ Si no te importa me gustaría quedarme aquí, Carlos debe estar esperando en mi casa. Es lo que hace desde hace un mes. Primero me busca en el hospital y después va a mi casa.

⎯ Como quieras, me voy a bañar.  Ponte cómoda, si quieres te presto un pijama para dormir.

⎯ Gracias, y recuerda es un secreto.

Me preparo para salir y veo como Inés sale del cuarto con mi ropa. Le indico que puede descansar en mi habitación y salgo por unas copas. Mañana tendré que ver como hago para ayudarla con todo esto.

Kevin.

Estoy en el bar con Emma. Es muy divertida cuando salimos, aunque son muy pocas las veces que toma alcohol debido a que se cuida mucho por ser modelo. Aun así, hoy quiere celebrar, y por eso está tomando más de la cuenta. Trato de calmar su entusiasmo ya que sé que por la mañana se va a arrepentir.

Estamos bailando y sus movimientos son torpes, pero muy graciosos y no puedo evitar imaginar como bailara Inés.

Me doy cuenta de que no se nada de esa pequeña, siempre la hicimos de lado por ser dos años menor, y ahora tiene veinticinco, noto que la diferencia de edad no es tan notoria, todo este tiempo podríamos haber compartido algo más que solo los eventos familiares.

⎯ ¿En qué piensas?⎯ me dice Emma, y me saca de mi burbuja.

⎯ En Inés.⎯ le digo sin pensar.

⎯ ¿Qué pasa con ella?⎯ me mira intrigada.

⎯ Ven, vamos a una mesa y te cuento.

⎯ Me estás asustando.

Nos sentamos y pido unos tragos, no sé si debo contar todo, pero necesito ayuda para pensar cómo ayudarla y Emma es su hermana, la conoce más que yo.

⎯ Inés, está en mi casa.⎯ digo sin más.

⎯ ¿Qué? o mejor dicho, ¿por qué?

⎯ Tiene problemas con un tipo.

⎯ A ver, ¿Inés anda con alguien?

⎯ No.⎯ le digo algo molesto.

⎯ Entonces dime de una vez que pasa.

⎯ Un hombre la acosa. Hoy por casualidad la vi fuera del hospital y la tuve que defender. Ese hombre la estaba amenazando, la tenía del brazo y quería llevarla a toda costa con él.

⎯ No lo puedo creer, ¿y de dónde lo conoce?

⎯ No sé, no me dijo más.⎯ mentí.

⎯ Tú sabes algo más, por algo desviaste la mirada.⎯ me dice y me siento descubierto, sabe que me conoce muy bien.

⎯ No te puedo decir más.⎯ le digo y se conforma.

⎯ Vamos. Levanta ese hermoso trasero, y vamos por mi hermana.

⎯ ¡Oye! ¿Desde cuándo usas esa manera de expresarte?

⎯ Jajaja, ahora te escandalizas. Dale, tenemos que ayudar a esa niña y ver en qué líos se metió.

⎯ Está bien, vamos.⎯ le digo y salimos del bar.

Estamos frente a la puerta de mi departamento y entramos en silencio. Voy a preparar café mientras que Emma va a mi habitación y la despierta.

⎯ Hola, pequeña, despierta.

⎯ Emma, ¿qué haces aquí? No me digas que ese idiota no pudo mantener la boca cerrada. Pero qué vergüenza, lo voy a matar. ¿Por qué confíe en él?

⎯ Calma, él no me dijo nada, solo que estás en problema y estabas aquí. Vine para llevarte a mi departamento.

⎯ ¿De verdad guardo mi secreto?

⎯ Sí, pero ahora tengo curiosidad.

⎯ ¡Qué pena me da!, pero está bien, te lo diré.

⎯ Chicas, ya preparé el café.⎯ les digo desde la puerta y ambas salen del cuarto.

Nos sentamos a beber el café y el silencio es abrumador. Observo a Inés, noto que sus mejillas están coloradas, sus ojos celestes brillan y su pelo negro azabache está todo revuelto. Se ve muy linda al natural. Es difícil no compararlas, son hermanas, pero son el día y la noche; ahora miro a Emma tan arreglada, su maquillaje perfecto, su pelo color zanahoria bien arreglado, y sus ojos celestes brillantes, es lo único que comparten, ni en el carácter son iguales.

⎯ Bueno, creo que alguien debe empezar a hablar o no solucionaremos nada.⎯ les digo y ambas me miran.

⎯ Está bien, yo comienzo. Emma, tú sabes que me gusta bailar y sobre todo los temas de bachata.

⎯ Sí, pequeña, y eres supersensual.⎯ dice Emma.

⎯ ¡Ay, qué vergüenza! No digas esas cosas.

⎯ Eso no lo sabía.⎯ digo y me miran como si quisieran matarme.⎯ Perdón, continua.

⎯ Bueno, por bailar así estoy en todo este lío. El dueño de un club me vio hace un mes en la despedida de soltera de una amiga, y desde ese momento se obsesionó conmigo. Me sigue durante el día por todos lados, y se ha quedado horas afuera de mi departamento.

⎯ ¿Y por qué no lo denuncias?

⎯ Yo le dije lo mismo.⎯ comento y me vuelven a mirar.

⎯ Él me amenaza con varios videos, en todos salgo con una máscara, pero se ve mi tatuaje.

⎯ ¿Qué?⎯ dijimos los dos a la vez.

⎯ ¿Desde cuándo tienes un tatuaje y como nunca te lo vi?⎯ dice Emma.

⎯ Está en una zona baja, y me lo hice a los dieciocho, pero eso no es lo importante en los videos estoy con poca ropa y los hombres me dan dinero. Yo como tonta acepté y le di la mitad al dueño del lugar. Carlos desde ese momento vio mi potencial y me persigue por todos lados.

⎯ Esto es grave señorita, ¿qué piensas hacer si nuestros padres se enteran?

⎯ ¿Por qué crees que estoy hace un mes muriendo de nervios?

⎯ Inés, si nosotros que somos tu familia no sabíamos de tu tatuaje, dudo que tus padres lo sepan.

⎯ Ellos me llevaron al mejor tatuador, si lo iba a hacer no iban a permitir que corriera ningún riesgo. Con mamá elegimos el diseño y tía Clara lo dibujó. Creo que ustedes son los únicos que no sabían de la existencia del tatuaje. Por eso es que sé que al ver los videos me van a reconocer enseguida.

⎯ Me siento un idiota, eres mi prima y siento que no te conozco.

⎯ Descuida, entiendo que ustedes siempre se tenían entre sí y yo era el patito feo del grupo.

⎯ No digas eso.

⎯ Es la verdad, pero eso no tiene importancia ahora.

⎯ Ya sé lo que podemos hacer.⎯ dice Emma muy feliz.⎯ Carlos ya te vio con Kevin y le teme, bueno, entonces Kevin se hará pasar por tu novio, compartirán momentos y este tipo se tendrá que dar por vencido.

⎯ Espera un momento, yo estoy con Betiana, no es mi novia oficial, pero no puedo serle infiel.

⎯ Tiene razón. Lo mejor es que acepte bailar un par de noches con una máscara y después de eso se olvidara del tema.

⎯ Eso sí que no. Acepto. Hablaré con Betty y todo se solucionará.

⎯ No puedes hacer eso, es tu novia.⎯ me dice Inés.

⎯ Ella no es mi novia y ese tipo no te dejará en paz si sigues tu plan. Después te querrá siempre en el club. No serán solo unas noches.

⎯ Está bien, acepto.

⎯ Bueno, ya es tarde, mejor se quedan en mi habitación y yo dormiré en el sofá. Mañana comienza la actuación.

⎯ Está bien, gracias.

⎯ Vamos, pequeña, a dormir juntas como cuando había tormentas.⎯ le dice Emma y van de la mano.

⎯ Emma, espera, te daré un pijama.

⎯ Mientras que sea algo sexi y no lo que tiene mi hermana acepto. Si no, solo dame una remera.

⎯ Eres un caso perdido, siamesa.

Nos acostamos a descansar, mañana por suerte es sábado y podremos dormir hasta tarde. Hace mucho que no tenía a dos mujeres en mi cama y terminé solo en un sillón. Me río de mis ocurrencias.

Inés.

Pase una noche increíble con los chicos, por primera vez me sentí parte del grupo y pude contarles mis problemas. Creo que están descubriendo a una Inés totalmente diferente a lo que se imaginaban. No soy tan seria, ni aburrida, solo que soy responsable, amo mi trabajo y para hacer lo que hago necesito una templanza que me haga ver dura.

Estoy llegando al hospital y veo a Carlos que me espera en el estacionamiento. Me bajo del auto y viene directo a mi.

⎯ Hola, hermosa, ¿pensaste en mi propuesta?

⎯ Ya te dije que me dejes en paz.

⎯ No lo haré. No puedo olvidarme de tus movimientos y las ganancias fueron muy buenas.

⎯ No me interesa. Tengo un trabajo, y a mi novio no le agrada la idea de que otros hombres me miren.

⎯ Dime que ese niñito no es tu novio.

⎯ Ese niñito como le dices te dio tu merecido y si sigues molestando te volverá a patear el trasero.

⎯ Escucha.⎯ me agarra fuerte del brazo y me acerca aún más a su rostro.⎯ Deshazte de ese mocoso o te arrepentirás.

⎯ Jajaja, veamos que dice cuando se entere que me volviste a amenazar.

⎯ No te atrevas, te veo esta noche a la salida de tu guardia, no creas que no se tus horarios. Hoy hay varios clientes que quieren verte.

⎯ Ya lárgate o llamaré a la policía.

⎯ Ve llama a la policía y tus videos saldrán por internet.

Me aparto de su agarre y voy a la cafetería del hospital. Necesito tomar algo para tranquilizarme antes de entrar al trabajo.

Estoy sentada en una mesa y mi padre se me acerca.

⎯ Hola, hija. ¿En qué piensas tanto?

⎯ En nada en particular, hoy no desayuné y vine por un café.

⎯ ¿Cómo va todo?

⎯ Bien, un poco cansada, estoy pensando que el mes próximo me tomaré vacaciones.

⎯ Que raro, hace años que trabajas conmigo y nunca pides tus licencias.

⎯ Por eso mismo… me explotas, jajaja.⎯ con mi padre somos muy cómplices, él siempre vio algo especial en mi.

⎯ Eres tan terca como tu madre, ella hasta que no los tuvo a ustedes nunca se tomó vacaciones.

⎯ Lo sé. Bueno, es hora que empiece mi recorrida. Después hablamos.

⎯ De acuerdo. Nos vemos.⎯ le doy un beso a mi padre y salgo. Hoy tengo muchos pacientes por controlar.

Estoy distraída, una niña necesita curaciones y no me puedo concentrar, mi madre lo nota y me pregunta qué sucede y le digo que nada, que solo es un dolor de cabeza. Miro cada media hora el reloj y tengo miedo de salir y que afuera me espere Carlos.

[...]

El reloj ya indica la hora del momento de salir y me asomo a la ventana y lo veo recostado en mi auto. Es una pesadilla. Tomo mi celular y llamó a Kevin, luego de varios intentos al fin responde.

⎯ Hola, peque.

⎯ Hola, te necesito, Carlos volvió y me está esperando en el estacionamiento. No puedo salir del hospital, está en mi auto.

⎯ Tranquila, dejó a Betty en su casa y paso por ti.

⎯ Gracias, te debo una.

**Kevin. **

Estoy con Betty y tengo que contarle lo que está pasando, sabe todo de mí y confío en ella, sabe guardar secretos y es muy comprensiva.

⎯ Betty, tenemos que hablar.

⎯ ¿Qué sucede, bombón?⎯ me mira tan dulce.

⎯ Tenemos que tomarnos un tiempo, no es que no quiera estar contigo pero Inés esta en problemas y debo ayudarla.

⎯ ¿Y eso que tiene que ver con nosotros?

⎯ Me voy a hacer pasar por su novio para alejar a un tipo que la amenaza, te juro que es solo hasta que esto se solucione⎯ le tomo su rostro y la beso.⎯ No te pediría hacer algo así si no fuera grave.

⎯ Lo se, pero prométeme que te vas a cuidar y no vas a intentar hacerte el héroe.

⎯ Lo prometo. Sabes que te quiero mucho y eres especial para mí. Ahora prométeme que me vas a esperar.

⎯ Te lo prometo.⎯ me dice muy seductoramente.

La vuelvo a besar y la recuesto en el sillón, estoy a punto de sacarle la ropa cuando veo que Ines me llama, atiendo luego de controlar mi respiración y la noto alterada, le digo que me espere que voy por ella mientras veo a Bety que se acomoda la ropa. Cuelgo y le digo.

⎯ Amor, me necesita, debo ir. Carlos Herrera apareció de nuevo en el hospital.

⎯ ¿Carlos Herrera dices?

⎯ Sí, es el tipo que la amenaza.

⎯ Bombón, ese hombre es un proxeneta, tu prima está en graves problemas. Ve rápido.

⎯ Te llevo y la paso a buscar.

⎯ No. ¡Ve ya! Por mi no te preocupes que tomó un taxi y me voy segura a casa, pero por favor, ten mucho cuidado.

Salimos de mi departamento y nos besamos. No puedo dejar de pensar en lo que me dijo y eso me preocupa porque quiere decir que este hombre tiene otras intenciones con mi prima. Estoy llegando y suena nuevamente mi celular, es un amigo. Contesto porque se que también es otro asunto que debo solucionar.

⎯ Hola Kevin, te estamos esperando, hoy es sábado y no puedes faltar. Lo prometiste.

⎯ Necesito media hora tengo que encargarme de un asunto antes y nos vemos.

⎯ No me falles. Seré bueno y te daré una hora, ni un minuto más ni uno menos.

⎯ Con eso es más que suficiente.

Corto y maldigo. Justo hoy, ¿y ahora qué hago? Llegó al hospital y estaciono junto a el auto de Inés, Carlos me mira y me dice.

⎯ Así que tienes agallas, mocoso.

⎯ Deja a mi novia en paz o te la verás conmigo.

⎯ Mira, es simple, solo un baile los fines de semana y después es toda tuya.

⎯ No nos interesa. Deja de amenazar o tendrás serios problemas.

⎯ Yo no amenazo en vano.⎯ dice y con una navaja pincha las dos cubiertas del auto de Inés.

⎯ ¿Qué sucede aquí?⎯ preguntó la seguridad del hospital.

⎯ Nada. Ya me iba.⎯ dice Carlos.⎯ Se sube a su auto y se marcha sin antes hacer una señal sobre su cuello con la navaja. Es oficial que me declaro la guerra.

Veo salir a Inés, y la abrazo, le digo que se calme que todo estará bien y le pido que me acompañe. No tengo tiempo de cambiar sus cubiertas y mucho menos de llevarla hasta su casa.

Subimos al auto y voy manejando a toda prisa, debo llegar antes del plazo acordado o estaré en graves problemas.