Hace 6,000 años atrás...

El rey demonio e izraf  el rey de los vampiros eran buenos amigos y aliados,intentando agrandar sus reinos  liberaban  batallas contra otros clanes, ambos sin darse cuenta habían  fijado sus ojos en una bella chica del clan de los demonios,ella Idris se había fijado en izraf,el rey demonio decidiendo aceptar su elección  los deja ser felices.

Luego de 3 años de casados,izraf al liderar un ejército y atacar al clan de los gigantes casi pierde la vida.

Una joven del clan de las diosas llamada Layla al encontrarlo en el camino a punto de morir decide ayudarlo.

2 años en coma, 2 largos años de los que Layla  cuido de él.

Por tanto tiempo de no aparecer el rey demonio e Idris  lo habían dado por muerto,pues no tenian ningún rastro de él.

El rey demonio aprovechó para conquistarla,entonces Idris  lo acepto al verse sola como su nuevo amado,teniendo al poco tiempo  un pequeño  niño cabello amarillo y ojos verdes,Meliodas.

Izraf luego de despertar del coma en que estuvo  ,intenta recuperarse con ayuda de Layla  quien sin querer empezaba a sentir  algo por él.

Izraf ansiaba ver a su esposa de nuevo, pensaba en ella cada instante...

—Gracias Layla  por cuidar de mi estos años.

—Descuida  izraf—le sonrie.

Ella con ayuda de su amigo Samuel le dan su apoyo en todo y su hombro amigo para que izraf se recuperará, pues no tenía mucho control de si.

Con cada trato  y con los días al lado de Layla, izraf se sentía bien a su lado,agradecido con ella,noto un día los ojos de amor con que ella lo miraba,Layla  se había enamorado de él.

Él por agradecer el que haya cuidado  sin conocerlo decide corresponder,un  bello romance pasajero había surgido.

Tras tener relaciones ,mientras estaban en la cama él le dice:

—Escucha Layla, no quiero herir tus sentimientos, sabes que tengo una esposa que me espera.

—Lo sé y no me importa  izraf,tan sólo  que estés  así conmigo seré feliz, aunque sea sólo por hoy, aunque no te tenga en mil años un día me basta.

—No merezco tu amor Layla.

— No te preocupes ,se a lo que me  atengo.

— De veras que lo siento Layla, quisiera amarte  como te mereces.

—¡Shuuu! Solo déjame soñar esta noche...—ella lo calla con un beso apasionado.

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5 meses después izraf  agradece a todos y se marcha a su reino, suspirando por que dejaba  a Layla  con el corazón partido y por que se reencontraría  con su amada esposa, él pensaba que ella se alegraría al verlo, la amaba tanto, aunque se sentía sucio por haberla engañado con Layla, a quien le había dado su deseo mas no su amor,pero él no había podido negar un poco  de querer hacia ella.

Al regresar  todos en el Reino  quedaron asombrados,más de 2 años y medios lo creyeron muerto por que no habían encontrado nada de él.

Los demás vampiros y algunos demonios murmuraban a su espalda,cuando al ir por medio reino su corazón crujió, pensó unos instantes si Layla había sentido  eso por culpa de él.

Idris llevaba de la mano un pequeño y su vientre de unos 7 meses abultado, el rey demonio quien apareció tras de ella la estrechó entre  sus brazos y la beso.

Entonces se preguntaba dónde había quedado  ese amor que ella decía tenerle  y ese amor de él, de verlo como amigo casi hermano, ¿dónde?

Esperaba en cambio recibimiento  de abrazos, lágrimas, besos por que estaba vivo.

Sintiendo la sangre  hervirle por todo el cuerpo camino  hacia ellos, Idris  y el rey demonio se quedaron cual estatua asombrados e inmóviles,era izraf quien venía ante ellos ,O un fantasma.

—¿Cómo? ¿Cómo pudieron? muerto  estaba mejor  ¿verdad?

—Izraf—ambos lo nombran con culpa.

—No me asombraría que tú me hayas mandado  a pelear contra los gigantes para que muriera,siempre fijaste tus ojos en ella.

—No es así izraf.

—Izraf—Idris empezaba a sollozar.

—¿Por qué Idris? Me juraste amor para siempre  cuando nos casamos, cuando te hacia mía y ahora duermes en los brazos de otro, de quien creí mi amigo y veo que no perdierón el tiempo  tienen un hijo  y otro en caminó.

—Perdóname izraf—Idris le imploraba.

— Ella no tiene culpa  perdónala, yo...yo me aproveché en tu ausencia,tú sabías que la amaba.

—Ambos son una basura.

Izraf estaba colérico, intentando atacarlos cegado por la ira, el rey demonio lo detiene enviándolo  lejos de un golpe para que no

lastimara a nadie.

—Idris quédate aquí, yo arreglare esto  cuida de Meliodas  y el bebé.

—No le hagas daño ¡por favor!—las lágrimas corrían por sus mejillas.

A unos metros ellos liberaban

Una batalla, el rey demonio se había hecho fuerte, lo contrario  de izraf quien no tenía mucha fuerza aún.

— No quiero herirte, reacciona izraf, hablemos.

—¿Herirme? ¿Y que fue lo que hiciste? me quitaste a la mujer que amo, acaso eso no es una herida, ¿no duele más las heridas del corazón que las del cuerpo?

—Lo sé, Lo se,  Pero no pude evitarlo.

Izraf le da un fuerte puño con todo su odio rompiéndole la nariz  al rey demonio.

— Golpeame si es lo que quieres

— ¡Cállate! No te hagas la víctima,no eres bueno demonio, no hay demonios buenos, fui ciego al confiar en ti.

El odio era tanto que su mano atravesó  el hombro del rey demonio quien empezó a sangrar.

—¿Vas a matarme?, ¿crees que así la tendrás de nuevo?

— ¡No! Pero así sacaré este odio.

Forcejeando ambos,chocando  sus fuerzas, el rey demonio sintiéndose culpable se dejaba lastimar por izraf, él creía merecerlo por tal traición, sosteniendo su hombro con su mano derecha llena de sangre y la respiración entrecortada esperaba el golpe final.

—Matame— le grita — Matame entonces izraf, ¡hazlo! Dejaré que lo hagas.

Izraf estaba a punto  de matarlo cuando sintió el filo de una espada atravesar su corazón  y un hilo de sangre correr por sus labios.

Idris lo había atravesado al ver que iba a acabar con el rey demonio, ella no quiso lastimarlo, pero su instinto ganó.

—¿Q...u...é?

—¿Idris?—el rey demonio estaba asombrado.

—I...d..ris..—izraf balbuceaba.

Izraf saco  la espada Cayendo al suelo,viendo a la nada  unos instantes,piensa de pronto  en lo días al lado de Layla y que hubiera sido mejor quedarse a su lado,luego vio como Idris llora y trata de ayudar al rey demonio.

El amor es una desgracia, no merece la pena que exista,nadie debería amar a  nadie, el amor era un dolor tan grande que mataba  y arrancaba la vida

Entonces pensó.

Layla, Perdóname  por herir tus sentimientos.

En sus últimos minuto pedía.

—Los maldigo y maldigo mil veces a sus hijos, ellos jamás serán felices en esta vida ni en la otra, hasta que el corazón de esmeraldas sea sacrificado la maldición de Morris se romperá.

Sus últimas palabras  su último aliento hacia ellos, Idris y el rey demonio habían sido maldecidos junto con sus hijos, izraf tenia ese poder, el poder de maldecir.

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Tras 4 meses  desde ese día Layla había descubierto  que estaba embarazada,su padre al llegar de una misión  y enterarse de ello  sentía vergüenza, ya que la había dado en casamiento  a Maurice  otro dios, pero ella esperaba un hijo de izraf ese vampiro conquistador.

— Padre Perdóname  por enamorarme de él y no de Maurice a quien escogiste para mi, Perdóname y déjame tener este niño.

Ella le pedía mientras la fiebre empezaba a embargarla.

— Estas enferma Layla  por culpa de ese engendro,ese niño es una maldición y te traerá solo desgracias a tu vida y al clan, no tenías que mezclarse con otra raza,no es correcto.

— Padre...padre...

Ella cae desmayada,Licandro  su padre tenía su corazón dividido,por un lado quería ayudar a su hija, por otro la odiaba por faltar a sus tradiciones.

De la pierna de Layla empezaba  a brotar sangre.

— Ella tiene amenaza de aborto, debe de ser por la fiebre,  es muy fuerte señor—la médico kyuko le informa.

—Deja que ese niño muera,no es bienvenido.

—¡No! , No papá...No...—ella de pronto despertó al escucharlo—Deja que viva, te daré lo que quieras a cambio, ayúdame a no perderlo.

—Señor  tenemos que atenderla rápido o ella también morirá.

Licandro  se queda observandola unos  segundos.

—Dejaré que ese niño nazca si renuncias al clan, eres una vergüenza, me darás tus alas y tu poder.

—¡Si! ¡Si! Pero salva a mi hijo  papá, ¡por favor!...—quedando de nuevo inconsciente.

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Los 9 meses pasaron ,ella vivía lejos desterrada  por su padre,quien creía que lo que había hecho era un gran pecado.

Layla tras enterarse de la muerte de izraf,busco su tumba hasta encontrarla.

Ella lloraba por los recuerdos que tenía de él, y por su actual situación, estaba sola,sola con su pequeña en brazos.

—Mira izraf, aunque no me amaste como yo quise, este es nuestro fruto, esta pequeña niña, su nombre es  Artemis...—ella hace un minuto de silencio—Artemis  mi niña aquí descansa tu papá...—con lagrimas en sus ojos.

A lo lejos  un pequeño niño observaba la escena,  la niña era idéntica a ella, con su cabello y ojos verdes como una esmeralda.

Zeldris el segundo hijo del rey demonio había nacido y tras 2 años después Idris volvió a embarazarse perdiendo al bebé, lo que antes era amor con miel entre ella y el rey demonio se volvió discusión tras discusión.

El rey demonio prestaba más atención en su hijo Meliodas por lo que Idris protegía a Zeldris, la familia se iba dividiendo poco a poco , ¿seria eso culpa de la maldición? A veces se preguntaban.

Tanto Meliodas como zeldris a medida que iban creciendo se iban haciendo fuertes,convirtiéndose en rivales por el Reino y el amor de sus padres, si Meliodas tenia un corazón frió, zeldris tenia uno cálido.

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Layla vagaba sola con su pequeña buscando un hogar,con el corazón destrozado por el destierro de su padre, pero ella prefería mil veces a su pequeña que a su clan.

Ella agotada decide descansar bajo la sombra de un árbol, cuando siente los pasos agigantados que la estremecen, una mujer del clan de los gigantes se detiene frente a ella.

— ¡No! No me hagas daño ¡por favor!—le imploraba tratando de ocultar a su pequeña.

—¡Eh! ¿Cuál es tu nombre humana?

—No me lastime,te lo pido—implora.

—¡Contesta!—le ordena la gigante.

— Layla, me llamo Layla.

— Un gusto Layla, ¿esa  pequeña niña es tu hija?

—¿Qué niña? — intentando ocultarla.

—No tengas miedo, No les haré daño—ella extiende su mano—puedes confiar en mi —le sonrie.

Layla temblaba al verla,preocupada por su hija, pero no pudo controlar los nervios y se desmayó, minutos después la gigante la cargaba en su mano.

— Tonta humana—suspira cansina.

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Meliodas ya era todo un jovencito que tenía orgulloso a su padre,se había vuelto arrogante y engreído, su padre le dio un ejército de demonios para comandar y atacar al clan de las diosas sus mayores rivales, quienes tenían de aliado a los gigantes y las hadas, fuertes enemigos a los cuales no habían podido conquistar.

A zeldris quien tenía menos poder que Meliodas le dio un ejército de vampiros pues él se relacionaba más con ellos, una hermosa vampira tenia atrapado su corazón.

— Príncipe zeldris, ¿cuál es su próxima misión?

—Que te he dicho Gelda que me llames solo zeldris— la ve un poco molesto—y no lo sé mi padre aún no me ha dado órdenes.

— Al príncipe Meliodas ya lo envió hacia el Sur.

—¿Al clan de las diosas?, eso era fácil de predecir mi padre tiene toda su confianza y orgullo en Meliodas.

—Es que él es tan fuerte— ella admiraba su fortaleza.

—¿Y tú lo admiras supongo?

—¡No! ¡No! ¡No!—sonrojada—

Sólo es una opinión, además mi lealtad ha estado siempre con usted y la de todo mi clan— haciendo una reverencia.

— y siempre se los agradeceré, aunque saben que el heredero sera Meliodas y no yo—aparta la mirada molesto.

—Eso no importa príncipe zeldris— lo mira con devoción.

—¡ Gracias! Gelda, ¡ah! Una cosa no quiero que vayas con nosotros, no quiero que corras peligro, sabes que te aprecio mucho.

Gelda No puede evitar ponerse como un tomate de roja,y sentir como se le aceleraba el corazón.

—¡ Gra...Gracias! Pero yo quiero ir, seré de mucha ayuda señor.

— Eres terca Gelda, pero esta bien tienes razón con tu olfato y sentido de orientación estaremos bien, pero si te sientes en peligro quiero que retrocedas y es una orden — le dice esto último con autoridad.

— Así será, cuente con ello— llevando su mano a su pecho a modo de promesa.

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—Chicos tenemos informes que el clan de los demonios se dirige a nuestras tierras, es hora de una tercer batalla por preservar lo nuestro, y como siempre esta vez tampoco ganarán.

Elizabeth una de las hijas del rey Baltra les comunicaba a todos, ella se había convertido en una poderosa guerrera.

— No lo lograrán.

— Jamás nos rendiremos.

— ¡Heeeeee!

Todos estaban animados preparándose para la batalla, Elizabeth les daba fuerza y confianza con sus palabras,todos habían logrado tener más poder con los años.

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—príncipe Meliodas siento que los del clan de las diosas tienen poderes elevados— le comenta Fraudrin.

—Eso no importa Fraudrin, ellos son pocos nosotros somos más y ahora se enfrentarán a mi , no a mi padre.

— Se nota muy seguro príncipe—interrumpe Galand.

— Esos dioses serán aplastados y conquistados, ellos tendrán que servirle al reino del rey demonio— dice de manera arrogante.

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Artemis había crecido haciéndose una hermosa jovencita, ella cortaba flores en un bello campo al lado de Diane su mejor amiga, con quien había crecido.

—Nuestras hijas se han hecho hermosas y fuertes Layla, todo gracias a ti que me has ayudado a llevarlas por el bien.

—¡ Que dices! Matrona, es por ti, por darme abrigo a mi y a mi hija hace años.

— y no me arrepiento de ello, mi Diane es feliz con Artemis ,creo que se quieren como hermanas.

Layla sonríe y Matrona hace lo mismo.

—¿ y tu padre?, ¿has tenido noticias de él?

—¡No! Matrona y no me interesa, él me dio la espalda y supongo que para él mi hija y yo estamos muertas.

—Pero , ¿has pensado que Artemis un día descubrirá lo que es?,  y desarrollará sus poderes, ¿qué harás entonces?

— No lo sé, Para todos y para ella solo somos simples humanas.

— pero no lo son, aunque tu padre te haya quitado tus alas y tu poder siempre serás una diosa y Artemis, ella es la sucesora de izraf,ella por derecho puede ser la reina del clan de los vampiros.

—¡shuuu! No digas eso, ella puede escuchar, y no quiero que este en peligro, podrían matarla por ambición y no quiero eso, además Artemis es testaruda lo sabes Matrona.

—Lo siento Layla— se disculpa.

Pero alguien sin querer las había escuchado a lo lejos, pues se dirigían hacia ellas.

— Disculpen bellas damas.

—¿Quiénes son ustedes?—Matrona se pone a la defensiva.

Layla ve las alas de su clan en uno de ellos.

— Matrona ellos son de mi clan.

—¿Qué quieren con nosotras?— se coloca en modo de defensa.

— Venimos de parte del General Licandro, al fin dimos contigo Layla ¿tú eres su hija no es así?

—Mi padre.

—Él esta a punto de morir y pidió verte a ti y a tu hija antes de fallecer.

— Así que le remordió la conciencia al viejo —Matrona se burla.

—¿y qué son ustedes de él?

— Pero que descortés, yo soy Ludociel, este es mi hermano Mael y él es Jeron, los 3 estamos bajo órdenes del General, él enfermó y desea verlas como último deseo.

—pues dile a mi padre que ni a mi ni a mi hija nos interesa verlo.

— pero Layla.

— Esa es mi respuesta.

— Ya escucharon jóvenes—Matrona se muestra molesta.

—¡Mamá! ¿Qué ocurre?— se escucha a Diane.

—¿Quiénes son ellos?—pregunta Artemis curiosa.

Los 3 dioses las observan de pies a cabeza.

— Sólo nos pedían una dirección , ¿no es así?—Matrona los amenaza con su mirada.

—¡Entiendo!—Ludociel sonríe—Muchas gracias  bellas damas.

Ellos dan la vuelta para marcharse,cuando Artemis ve las alas de Mael.

—¡Oye! Espera, ¿esas son alas? Son hermosas—ella por instinto las toca.

Una corriente eléctrica pasa por el cuerpo de Mael, al voltear choca con la mirada de Artemis, en donde le parece ver un gran resplandor verde en sus ojos.

Interesante una joven mitad diosa,mitad vampiro.

—¡Lo siento! ¿Te lastime?

—¡No! ¡Tranquila!

¿Cuál es tu nombre preciosa?

—Artemis ¿y tú eres?

—Mael.

—¿por qué tienes alas?

—por que soy del clan de las diosas.

—¿Las diosas?

Ellos conversaban como si nadie más estuviera a su alrededor.

—¿y tú eres?

—Una simple humana...—Layla los interrumpe.

—Mael es hora de irnos—Ludociel lo llama.

— si hermano.

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—Una mujer liderando un ejército ja, ja, ja —se burla de ella.

Meliodas estaba de frente a Elizabeth quien montaba un hermoso caballo blanco.

— Las mujeres no somos débiles como parecemos príncipe demonio.

—Eso ya lo veremos—un sello negro había aparecido en su frente.

—Diane, Diane—Artemis corría con una nota en la mano.

—¿Qué ocurre Artemis?

—Mira Diane, el rey de las hadas convoca a las jóvenes de todos los clanes para que una sea su esposa.

— ¡Eh! Tengo que ir, Tengo que ir,  King tiene que elegirme a mi, él me flecho desde que lo conocí—suspirando— recordando cuando se vieron cara a cara y quedó encantada por su carita de niño bueno.

— Lo sé tonta por eso te estoy diciendo, pero mamá no me dejara acompañarte, dirá como siempre que es peligroso, con eso de que el clan de los demonios y los vampiros atacan a otros clanes.

—La convencernos, ya verás, además yo soy fuerte podre defenderte.

— Lo sé Diane, Siempre lo has hecho, me gustaría un día hacer lo mismo por ti, pero soy una simple humana.

— Artemis—Diane entendía como se sentía, ella quería ser fuerte y poderosa como ella.

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— Escucha Ban, quiero que estés de incógnita entre ellas, siguelas a donde vayan, son las órdenes del General, en especial de la hija de Layla, no metas la pata.

—Así lo haré Ludociel.

— puedo quedarme unos días yo también hermano.

—¡No! Ellas ya te vierón Mael, el clan te necesita más en nuestras tierra.

—señor.

—¿Qué ocurre Jeron?

—El clan de los demonios esta atacándonos como lo esperábamos.

— Es hora de irnos, la princesa nos necesita.

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—¿Qué es esto king?

—¿Qué cosa Eleine?

Eleine le da una nota de invitación a las chicas.

—¡Ah! Esto, estoy buscando a mi futura esposa.

—¡Estas loco! Para que haces eso, tú ya quieres a una sola, a esa gigante, Diane.

—¿Có...Cómo lo sabes?

— Yo lo sé todo, además se nota la baba que se te cae al verla, pídele de una vez que lo sea.

—No es fácil Eleine, Matrona no lo aceptaría así por así, es mejor de esa forma.

—Claro que aceptaría, pero tú solo locuras haces siempre—

ella se marcha molesta.

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Las espadas habían chocado una vez más.

— Eres buena princesa.

—Tú también demonio.

—Pensé que las mujeres eran débiles.

— Te equivocas.

Elizabeth logra hacerle una herida en el brazo a Meliodas.

— No lo haces nada mal Elizabeth.

— Me llamaste por mi nombre...

¡Gracias!...Pero en la otra no fallare.

El campo estaba lleno de guerreros peleando entre si, unos cansados, otros derrotados, según el número de bajas el clan de las diosas era más fuerte que él de los demonios.

Elizabeth en un 2 por 3 hace varias estocadas a Meliodas, quien cae herido, brotando sangre de su cuerpo y su boca.

—Eres toda una guerrera, acaba conmigo de una vez y llévate la victoria.

—No creo que seas tan fácil de vencer príncipe,y que pidas tu muerte, ¿qué planeas?

—Nada, Solo acepto mi derrota.

Elizabeth alza su espada estando a punto de clavarla en su pecho, Meliodas cierra sus ojos esperando la muerte pero nunca llega, al abrirlos Elizabeth estaba distraída aún pensando si tomaría su vida, cuando al recorrer con su mirada su cuerpo, cada herida, su cabello, sus ojos verdes de los cuales un brillo en ellos la atrajo sonrojandose un poco.

—¿Así que me encuentras atractivo?

—¿Qué? ¿Qué dices?

Meliodas le sonríe, en su sonrisa reflejaba luz, como si rayos del sol atravesarán a Elizabeth.

— Matame de una vez Elizabeth.

—No lo haré.

Ella guarda su espada y empieza a sanarlo.

— pero , ¿qué haces?

—Curandote ¿que no vez?

—¿por qué haces eso?

—por que no mereces morir, tu no eres lo que dices ser.

Él siente como va sanandolo poco a poco, los otros que peleaban se detienen un momento admirados y con preguntas, ¿por que la princesa hacia eso con él?

— Gracias Elizabeth,  aunque te muestras fuerte Por dentro eres débil.

— Ahora lárgate con tu ejército.

Él se queda callado observandola por unos instantes, todos los demás estaban consternados.

— Tú vendrás conmigo.

Meliodas le da un fuerte golpe haciendo que Elizabeth quede inconsciente entre sus brazos.

-—¿Qué?

Todos se sorprenden aún más.

Meliodas usa su espada poniéndola en su cuello.

— Si se atreven a venir hacia acá, juro que mi espada atravesará su cuello.

—¿cómo te atreves? después de que ella te perdono la vida.

—Eres un ser despreciable.

Todos los del clan de las diosas estaban molestos.

—¿Qué hacemos príncipe?—pregunta Galand.

— Es hora de retirarnos.

Dando órdenes a todos, los que quedaban se marchan con él.

—¿Dejaremos que él se lleve a la princesa ?

— por ahora si, o ella estaría en peligro, teniendola inconsciente en sus manos es capaz de matarla.

— El rey se molestará al enterarse, y declarara una nueva guerra.

—Estaremos preparados como siempre.

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Aunque a Diane y a Artemis les había costado convencer a Layla,ella acepto que acompañará a Diane al bosque de las hadas, Matrona estaba un poco preocupada por ellas, pero a la vez pensaba que su hija seria la reina de las hadas, ya que king estaba enamorado de ella y ella de él.

Con hermosos vestidos Diane con uno de color naranja y Artemis con uno blanco se dirigían al bosque.

Ban a lo lejos las seguía, esas eran las órdenes, 5 chicas en total eran las candidatas:

Diane del clan de los gigantes

Roxy y Nerin del clan de las hadas

Catherine del clan de las diosas

Lili del clan de los druidas.

Aunque todas eran hermosas,king ya sabía quien era la dueña de su corazón.

Todos celebraban reunidos viendo el espectáculo.

— Diane, Diane, Diane—Artemis la animaba.

— El rey king pronto eligiera a una de estas bellas chicas, una de ellas sera su prometida.

(Helbran les anunciaba)

Es hermosa

Ban había quedado flechazo con Artemis al verla de cerca y sonriendo.

cuidar de ese encanto sera un gusto

Él estaba distraído en sus pensamientos tratando de no ser visto disfrazado de un zorro,cuando choca con un joven bajito cabello rubio y ojos miel.

—¡oye! enano , Fíjate por donde caminas.

— Fíjate tú, ¿y a quien le dices enano?

El joven al ver a Ban se siente atraído.

Pero quien es él, es muy apuesto

Su corazón estaba por salirsele del pecho.