Hola me llamo Meghan Taylor tengo mis felices 26 años, más soltera que nunca, pero aunque el amor no esté hecho para mí, le sonrió a la vida.

La vida me ha demostrado que el amor es como una rosa, es bella pero tiene espinas que tarde o temprano te llegan a herir profundamente, pero a pesar de los tropiezos que he tenido en mi vida, sigo adelante por mí y mi familia.

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Al llegar a esta vida, siempre fue amor de mis padres hacia mí, dos años después llegó mi bello y fastidioso hermano Liam Taylor, era la niña más feliz del mundo ser la hermana mayor, es el sueño de muchos y somos la mezcla perfecta de mis padres, ya que los dos tenemos de ambos.

A la edad de cinco mi madre me comenzaba a pintar la vida de color de rosa, asegurando que yo cuando fuera adulta me casaría con mi príncipe azul, era como un chip que te instalan para al crecer sigas el mismo camino.

Cuando mi hermano tenía ocho años y yo diez aquel día lo recuerdo muy bien, mi madre salió al supermercado para comprar lo necesario pero jamás regreso, a mi edad no entendía el porqué de su repentino abandono; estuvimos días completos esperando por ella cerca de la puerta, pero eso nunca sucedió, me repetía lo mismo; si mis padres se amaban, nosotros éramos testigos de su infinito amor.

Hasta mi padre era el ejemplo de mi príncipe azul, siempre le traía detalles el día que fuera sin ser especial, mi padre se deprimió por mi madre por un par de meses, en ese tiempo yo atendía a mi hermano en todo haciéndome madurar rápido por la situación por la que atravesábamos, me dolía su abandono sufrí mucho al grado que me desubique un poco, me hice rebelde dándole dolores de cabeza a mi padre.

En la escuela me la vivía de problema en problema, también llegué a culpar a mi padre por lo de mamá; pero él era el menos culpable y el más dañado, era su esposa la que juro amarlo hasta que la muerte los separara, pero quien los separo fue un hombre mucho más joven que papá y que mi propia madre.

Y me enteré al verla por la calle abrazada aquel hombre, me dolió porque se veía feliz junto a él y un bebe en brazos, me enfurecí quería reclamarle el daño que nos causó pero mi hermano Liam me dijo que no valía la pena.

Después de esperar casi una hora en que se me pasara el enojo, pude razonar dándole la razón a mi hermano y sus palabras. Mi padre decidió que era momento de cambiar de ciudad por el bien mental de todos, dándonos nuevos aires, gente nueva y otros ambientes.

Y así lo hicimos un mes después viajamos a los Ángeles, donde todo parecía pintar mejor, pero solo sería el inicio de mi agonía, conociendo el cielo y el infierno en el mismo sitio.

Termine mis estudios antes del tiempo adelantando trabajos y metiéndome al cien en la escuela, para poder trabajar en una empresa y ayudar a mi padre con los estudios de Liam, él estaba estudiando medicina, pero aún mi padre no tenía un buen trabajo, así que yo sería el sostén de mi padre para que no le volviera la depresión por no poder pagar la carrera de mi hermano.

La vida nos a puesto bastantes pruebas, pero de una de otra manera siempre sabemos arreglárnosla pero siempre unidos porque somos los tres mosqueteros como dice mi padre el señor Oliver.

...Pero primero les narraré un poco de mis fracasos amorosos y muy dolorosas que me han dejado cicatrices, pero aun así sigo viva y muy feliz hasta donde ahora e llegado y lo que me falta por recorrer en mi hermosa vida...

Oliver Taylor.

Liam Taylor (hermano de meghan).

Al iniciar mis estudios en la universidad, comencé también a trabajar de medio tiempo en un supermercado, donde repartía mi tiempo en el ir y venir de la escuela, al trabajo y en las noches a mi casa, haciéndome trizas con las tareas y trabajos que me pedían mis maestros.

Los meses avanzaron, cuando un día estando en mi trabajo, en uno de los pasillos de alimentos, fue amor a primera vista, atracción o las hormonas no lo sé, pero nuestras miradas se cruzaron venía con otros hombres a comprar víveres.

Él era Nick jhons, un hombre alto, fornido, cabello castaño, de ojos azules como el mar, con su uniforme se veía más que sexi, era militar me puse nerviosa por su mirada penetrante, desvíe mi vista para seguir continuando mi trabajo y solo lo sentí pasar por mi costado.

Cada día, de cada semana venía al supermercado pensaba que a seguir manteniendo a todo el ejército de Estados Unidos, pero no; él venía solamente a verme a mí, de eso me enteré después de su confesión al interceptarme afuera de mi trabajo.

Al salir por la puerta de empleados, solo fueron segundos en poner mi vista en la pantalla de mi celular para saber la hora, pero al escuchar una voz muy ronca hizo más que pegar un brinco del susto de mi vida.

-hola,- al levantar mi vista, era él olvidándome por completo el cómo respirar, hasta que conteste su saludo.

-hola.- le conteste más que tímida y llena de nervios.

Me invito un helado, yendo a un pequeño parque como adolescentes, platicamos para conocernos mejor, sé que era muy rápido pero ese día nos dimos un beso, era mi primer beso a la semana me pidió que fuera su novia, a lo que yo dije que "SI" más que feliz.

Siendo el inicio de una bella relación que fue paso a paso, lleno de detalles era el príncipe ideal de cuento de hadas, él fue mi primer beso, abrazo, y mi primera vez, fue mágico no lo niego.

Pero solo meses después todo cambió, era más distante justificándose por el demandante trabajo que tenía de 24/7, yo tontamente le creía por estar más que enamorada, hasta que un día me enteré de la peor manera que él, era casado.

Encontrarme con él y su familia en la feria, era una mezcla de furia, decepción, sentirse engañada es lo peor que a una mujer le pueda pasar y más a mí que yo no era experta en el tema del amor, dolió como nunca que tu primera ilusión te destroce de esa manera y juegue con tus sentimientos ingenuos.

Mi familia fue testigo de lo que sufrí cada noche, llorar en tu habitación donde tenía detalles de él que me lo recordaban a cada instante, mi hermano no soporto verme así y un día solo entro con una bolsa de basura tirando cada regalo que él me hizo en la corta relación de mentira que manteníamos.

Después de más de una semana de estar sumergida en mi desdicha, me levanté volviendo a retomar mis estudios paso una semana de estar de nuevo en la universidad cuando al salir lo vi parado frente a la entrada de la escuela, con un enorme ramo de rosas.

Me sorprendió su gran atrevimiento y cinismo de venir aquí a pesar de que lo vi junto a su familia, solo podía escuchar el gran alboroto por ese detalle tan romántico como muchas chicas decían más que emocionadas, me acerque a él tome el ramo.

Estrellándoseló todas las veces que pude, sobre su pecho solamente viendo caer cada pétalo de las rosas, importandome un pepino el que dirán por el gran espectáculo, tomo mis muñecas acercándome más a él plantándome un beso, al que yo no correspondí, cuando sentí su agarre aflojar era más que mi oportunidad, dándole una bofetada con todas mis fuerzas.

-te odio Nick Jhones, jugaste conmigo, me lastimaste demasiado no quiero volver a verte en mi vida.

Volviéndole a abofetear y me fui de ahí hasta llegar a mi casa, hasta por su culpa perdí el único trabajo que tenía, por haberme ausentado más de la cuenta sin justificación alguna.

Pero desde ese día no lo volví a ver, ni encontrármelo por las calles de la ciudad, dando gracias a Dios por no ponerlo en mi camino más.....

NICK JHONS.

Después de mi episodio desastroso me enfoqué en terminar antes de tiempo mis estudios, para eso ya estábamos en los Ángeles nos trasladamos y en mi nueva escuela validaron lo que ya tenía avanzado.

Paso más de medio año cuando apareció él, me rehusaba pero el corazón estaba más que terco, aún tenía miedo de que me rompieran de nuevo el corazón, pero unas simples palabras de una amiga, me harían cambiar de opinión.

...La vida es para cometer errores y si te llegan a tumbar te sacudes y vuelves a continuar...

Así que sin pensarla me aventé al ruedo de nuevo, él era un chico que tomaba las mismas clases que yo, él se llamaba Raiden Li, él era alto, fornido, su piel pálida y ojos rasgados era lo que más me atraía de él,

Todo comenzó cuando, nos vimos por primera vez en el aula, él era estudiante de intercambio, fui su guía tanto en la escuela como fuera de ella, y solo fue cuestión de semanas para que él me dijera la pregunta que al pasar de los años sería un estigma para mí.

-¿quieres ser mi novia?- guardé silencio; porque si me gustaba, pero no lo vi venir, él al ver que no respondía solamente me volvió hablar-. Meghan ¿quieres ser mi novia?

Y nuevamente respondía que "SI", marcando el inicio de una relación fugaz, las semanas avanzaron, solo nos veíamos en la escuela, era muy detallista, con él tarde un mes en tener relaciones, pero termine sediento dándole paso al mal sexo, dejándome en una frustración total.

Pero lo quería y sabía que no todo tendría el paquete completo, de ser guapo, detallista y magnífico en la intimidad, así que me conformaba con lo guapo y detallista.

Pero su fecha de regresar a Japón estaba en puerta, me puse triste y él solamente le dio solución a la situación, que sería relación a larga distancia, sé que no sería igual pero me gustaba la idea.

El día que partiría llegó, lo acompañe hasta el aeropuerto despidiéndome de él, llorando sobre su hombro, abrazándonos y prometiendo llamarnos todos los días y así fue los primeros meses.

Hasta que solo ya no contesto ni una llamada, mensajes o videollamada, solo me bloqueo de su vida sin dar explicación o terminar lo que según aún manteníamos, solo se borró sin dejar rastro alguno.

Me dolió si claro, tenía sentimientos por él, pero no alcanzo a fortalecerse ese lazo para tirarme a la tristeza total, solo le di vuelta a la página, ahora si enfocándome en la recta final de mis estudios para poder trabajar en una empresa.

Pero ya serian dos fracasos en mi corta vida, una más dolorosa que la otra, pensando que ya no volvería a sufrir pero pensé y hable muy pronto, porque la vida me tenía otra prueba mucho más fuerte que estás, dejándome en total depresión, pero volvería a sonreír aplicando la frase de mi amiga para el mal de amores, errores, tropiezos o como lo llamen, sonreirá cada vez que volviera a tropezar, levantándome victoriosa nuevamente ante las cicatrices de mi corazón.....

RAIDEN LI.