-Gael

Vamos corriendo con toda velocidad a nuestro trabajo, esto ya se estaba jodiendo, vuestro carro se había apagado, no tuvimos más remedio que dejarlo pues ya íbamos tarde de por sí, vale que sí somos unos irresponsables, habíamos tomado un taxi, pero no nos dejo cerca, aún así nos cobro demasiado por el viaje el vejete peluche (calvo).

Pero lo único bueno es que tengo a alguien que me acompaña en estas jodidas situaciones, no, no es un amor, es una jodida persona que perfectamente podría ser mi hermano, joder, amo como soporta lo estúpido y mal hablado que soy, pues eso siempre lo he sido, un crío mal hablado.

-Eres un gilipollas, te dije que revisaras el maldito auto- me regaña.

-Ni siquiera puedo arreglar una fuga de gas y me mandas de mecánico, ¿Quién es él estúpido?- río ante mi comentario.

-Te conviene hacerte el inútil ahora- bromea recuperando el aliento, en verdad habíamos recorrido un largo camino, ya que el trabajo queda lejos, no nos mudamos porque el apartamento en el que vivimos es bastante económico para poder pagarlo.

Ya nos acercábamos a nuestro trabajo, es un antro donde yo soy mesero y Casper ocupa un trabajo de bartender, es bastante bueno para ser sincero pero es tan jodido cuando intentan sobre pasarse los idiotas que llegan a este, pues muy altos no somos y tampoco damos miedo e incluso nos joden diciéndonos mujer, ¿Qué mierda tienen en la cabeza? Tengo más verga que esos estúpidos.

Un borracho había salido de un callejón, todo malandro nos impidió el paso, Casper es paciente, le pidió con amabilidad que se hiciera a un lado, como era de esperarse de un hombre tan desquiciado hizo un comentario que ni una abuela de la tercera edad lo soportaría aún teniendo la paciencia más grande del puto mundo, vale, ¿Exagere? Da igual.

-Que hermosas están- Casper intento hablar pero yo lo detuve, está vez iba ser yo quien pusiera en su lugar a este pringao de quinta. -¿Hermosas? Tenemos los huevos más grande que tu puta nariz, imbécil- vale que fui muy paciente al esperar una respuesta del animal que aún teníamos enfrente que no sabía que decir, así que se fue por una simple palabra "asco" bien dicen que el que no sabe no teme, estoy apunto de partirle la madre, no puedo soportar su presencia más.

-No seas impulsivo- Casper me toma de la mano, empujando a un lado al idiota, dejándolo atrás y arrastrándome a mí, me costo agarrarle el paso pues me había tomado de sorpresa pero pronto logré hacerlo. -No seas un capullo, debemos ahorrarnos problemas- ¿Capullo? Pero ¡hostia! No habéis visto las palabras del mal nacido, lo menos que podría hacer era darle un puñetazo en la cara, vale que ya estaba desgraciada la cara de por sí.

En forma de enojo, aparto la mano de su agarre y camino más rápido queriendo dejarlo atrás. -Él capullo es otro- él por otro lado no me respondió, no nos tomo mucho tiempo para llegar al antro, como ya lo habíamos pensado, vuestro jefe permanecía sentado esperándonos, el vejete solo estorba cuando se sienta en nuestro lugar de trabajo.

-Llegan tarde, no tengo mucho que decir, que descontarles el tiempo que se tomaron- como siempre Casper iba a pedir que por favor no lo hiciera pero yo lo arrastre primero y lo lleve al vestidor, ahí nos ponemos nuestros uniformes para trabajar, para colmo el mal nacido nos brinda un uniforme muy tallado, los pantalones de la parte delantera no son tan pegados pero no digamos del trasero, ahí sí que era pegado, le gustaba que nos viéramos como todos regalados, nada más le falta ponernos un letrero con el precio por noche, joder, que quejarme es mi pasión, pero el jevete es un pervertido, no cabe duda.

-¿No me vas hablar?- le pregunto a Casper quien solo se mantenía vistiéndose en silencio.

-¿No estabas enojado?- me pregunto mirándome.

-Y vaya que tengo razón para estarlo, me habéis llamado un capullo cuando el gilipollas era él estúpido que nos jodió minutos antes- me quejo.

-No nos jodió, te jodió a ti que te dijeran mujer, no seas tan imprudente Gael por el amor de Dios- me echa en cara.

-Vale sí, joder, tengo huevos, ¿cómo no me voy a cabrear? Soy hombre, les puedo partir más que la cara, eh- bromeo.

Casper respira resignado. -No me dejaste explicarle las cosas al jefe- me reprocha.

-¿Qué le vas a explicar? Ese cerdo no le importa más que el dinero, las tetas y el culo, por favor- es un jodido dolor de cabeza saber que es un desquiciado y tiene el dinero suficiente para jodernos a vosotros como sus empleados, pero que va, que sueñe que me jode, no voy a dejar ni que me ponga de rodillas.

Al terminar de cambiarnos, nos dirigimos a la barra donde vamos más que preparados para empezar a trabajar, hoy como es lunes viene poca gente, al menos por hoy las cosas no serán tan horribles respiro ondo pidiendo un poco de paciencia para aguantar todo lo que pueda pasar hoy

La noche apenas empezaba pero ya había más que gente bailando y divirtiéndose, me he preguntado cómo será la vida de esos desgraciados, tienen plata hasta para metérselo por el culo y uno viendo si se encuentra dinero en la calle, Diosito yo sé que no soy vuestro preferido pero al menos reconpensame el infierno que he vivido, no seas desgraciado... Ah, no perdón, no quise decir eso, Dios, digo no seas malo por favor, solo quiero plata no importa la manera.

Vale, parezco idiota pero soy de aquellos que les sale una palabra aunque no quisiera y menos a Dios, imagínense, ni siquiera le he hecho nada y ando en desgracia y si le digo una palabrita, ni la cuento.

Como ya había dicho, yo me mantengo como mesero del antro, voy a dejar hielo, botellas, snacks, agua, etcétera. Pensándolo, ¿Por qué me tocó a mí ser mesero? Con la boca que me cargo ni debería acercarme a las personas, joder, todo es una basura, incluso mi trabajo, pero algo que sí agradezco es que no soy mesero de los clientes vip, ni me ha tocado ser acompañante, Dios me libre de ese infierno.

^^^| Fin del capítulo. |^^^

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-Gael

Veo a Esmeralda salir de la puerta donde estan las escaleras que te llevan al segundo nivel, después al tercer nivel, ahí estan los gilipollas de los vip, tienen una puerta especial para entrar, desde arriba pueden observar lo que hace la gente de abajo, son como reyes mirando desde abajo lo que hacen sus esclavos, odió a esa bola de gente cargada de dinero.

¿Envidia? Sí, del dinero que se cargan, no pude haber nacido en una cuna de oro sino en un canasto de mimbre, parecerá mentira pero no puede serlo. Saludo a Esmeralda, veo como su cara se encuentra completamente roja y su vestido está todo arrugado

Me acerco más que preocupado al lugar de ella, vale no puedo creer en el estado en que se encuentra. -Pero chavala, ¿Qué te ha pasado?- me le acerco, tocando su hombro para que me vea, ella trata de desviar su mirada de mí, eso hace que su cuello pueda verse, tiene chupetones por todo el cuello. -Madre mía, ¿Quién te hizo tremendas manchas?- pregunto preocupado, ella aún permanece en silencio. -Vale, sino me dices voy y le parto la madre a cualquiera que se me ponga enfrente- amenazo con irme en dirección a las escaleras.

Ella me detiene -Por favor... no Gael- me dice con voz temblorosa. -No hagas que te despidan, estoy bien... Solo que... Me ha gustado- yo me quedo en shock ante la estupidez que me ha dicho, me iba a madrear a un random cuando la tía le encantó, vaya regalada.

-Valorate- digo sin pensarlo, ya cuando lo dije viene mi arrepentimiento. -¿De qué hablas? Ese es mi trabajo de acompañante- tiene razón pero una cosa es ser acompañante y otra muy diferente es ser tocado como comida en mesa. -Hay diferencia entre ser acompañante a ser prostituta, Esmeralda, ¿qué te pasa?- ante mi comentario, ella ríe, tal parece que la tía no piensa ponerse seria con mis palabras.

-Si fueras acompañante me entenderías- ¿Ser acompañante de unos viejos? No, ni de coña, prefiero limpiar vómito antes de eso. -Ajá, cómo te pueden gustar los viejos, o sea sí, la situación está desgraciada pero no hay que caer bajo- ella nuevamente ríe a carcajadas con mis palabras, vale que no sé si se ríe de mí o conmigo -No, te equivocas, la sala vip está rodeada de puros hombres de 29 para abajo- por la gracia Dios, creí que venían viejos pero vale que la edad me la suda, no me humillare por dinero, mucho menos que me esten tocando.

- Tú y Casper deberían de ser acompañantes, tienen un rostro tan afeminado, es hermoso y no dudo que a los clientes les encante- algo que no voy a negar es la hermosura que me cargo, pero algo que me cabrea es que lo tomen como una belleza afeminada. -¿Me estas halagando o estás pidiendo unos vergazos?- bromeó.

-El primero, aunque también sería un halago ser golpeada por ti- Ok, que la follen, me alejaré de ella, dicen que el masoquismo es contagioso, doy una risa muy forzada para después largarme del sitio, voy directo a la barra de Casper, iré a quejarme con tantas ganas.

Por suerte Casper se encuentra solo, me siento en uno de los bancos y lo miro, él me hace señas como "¿y tú qué?" yo suspiro -Día de mierda- él niega con la cabeza, para después servirme un vaso con agua. -¿Otra vez fue malo?- me preguntaba poniéndome atención.

-Se presento un acontecimiento, y ojo, no te acerques a la tal Esmeralda, carga una enfermedad que te jodes- digo en tono de broma.

-¿Tanto así?- ríe a carcajadas, su risa hace que me ría, vale que vuestro humor es algo roto. -Sí, es una calenturienta del infierno- le comento. -¿Ella no es la chica que atiende a los vip del nivel 3?- me pregunta y yo afirmó con la cabeza. -Ah... Que suerte tiene, dicen que ahí hay tanto tío bueno con dinero- al escucharlo le miró raro. -¿Qué? Quiero alguien que me mantenga- agregó Casper, ni debería sorprenderme, sé que es así.

-Ten orgullo- le digo tomando un sorbo del agua que anteriormente me había brindado. -Dinero en la mano y el orgullo a la basura- me atraganto con el agua ante sus palabras. -¡Cómo puedes decir eso! Orgullo es orgullo baboso- él ríe, ¿Acaso soy un payaso? Da igual, no le digo más y volvemos al trabajo, después de una noche agotadora, la madrugada se hizo presente y con ello daríamos por concluído nuestro turno, digo daríamos porque no fue así, él jefe nos había mandado a llamar a la oficina.

Lo que faltaba, si me llega a tocar aunque sea la pierna le doy un puñetazo, llegamos hasta donde estaba su oficina, sí, el antro es suficientemente grande como para que él gran jefe tenga su propia oficina, maldito viejo con plata.

-¿Para qué nos llamó?- pregunto Casper mientras yo hacía muecas de cansancio, estaba más que frustrado, no sé cómo vamos a llegar a casa, caminando es incluso peligroso para nosotros que somos hombres, aún cuando ni siquiera tenemos la suficiente fuerza para defendernos, sí, me cuesta aceptarlo pero carecemos de fuerza.

-¿Soy un cerdo Gael?- me miro, a lo cual no dude en querer aceptarlo, pero por el trabajo no solo de Casper, también el mío, debo decir que no lo es. -Para nada- es más que un cerdo, pero claro no debemos insultarlo porque le diríamos adiós al salario que nos mantiene vivos, joder.

-Sé lo que dijiste de mí crió, escuche la plática de vosotros en el vestidor- aparte de viejo chismoso, un acosador de mierda. -Puedo preguntar, ¿Qué coño hacía en el vestidor? Acaso quería jalar la manguera que ya no le sirve?- vale que ahora vamos a valer un mierda, me la suda por mí, pero Casper me preocupa, no quiero que le pase nada.

Casper solo me observa, joder tío no sé qué haré en esto lío, pero lo único que predigo es que será una basura la situación que vosotros vamos a tener que presenciar.

^^^| Fin del capítulo. |^^^

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-Gael

Él se levanto de su asiento más que furioso, me observo hasta llegar a mí lado y pararse frente a mí -¿Tengo excremento en la cara o por qué me mira?- Casper me da un manotazo, lo cual hace que le mire de mala gana. -No, quiero una disculpa antes de que cambie de opinión y los mandé a la basura- dice enojado, pero qué se cree? Está siendo un total capullo.

-De paso le lamo los pies o no?- Casper más que estresado por la situación decide hablar antes de que el vejete me responda. -Por favor perdonelo, le aseguro que si nos pasa está no va ha volver a suceder, al menos no por un tiempo- el viejo mira a Casper para devolverme la mirada a mí, estoy jodiendo la situación, le estoy poniendo en apuros a Casper, ah... Otra vez, vaya amigo se vino a conseguir.

¿Diosito estás ahí? Hola, soy yo nuevamente.

-No lo acepto, ese malcriado debe disculparse- venga que te doy una disculpa de culo, joder, cuánta impotencia siento, no quiero hablar de más pero este tío no aporta. -Venga, despidame todo lo que quiera pero Casper no tiene nada que ver, él mal hablado soy yo- aceptaré mis errores pero no voy a permitir que sea injusto con mi amigo, no en mi cara.

-Me importa un coño quién sea el responsable, te estoy pidiendo a ti que te arrodilles y me pidas disculpas estúpido crío- ahg... Si no fuera porque es él mi ingreso de dinero y él de Casper, me la hubiera sudado, más que derrotado y con el orgullo por el suelo, con la dignidad pisoteada, me arrodilló. -Perdóneme jefe- se ve como me contradigo, yo y mi boca llena de palabras impulsivas.

Él vejete sonríe satisfecho, se va a su escritorio y se sienta, después de esto me ordena que me levante, me levanto tan rápido como me lo ordeno, sin más que decir nos despide con un "Buenas noches chicos" sonriendo, le quiero partir la sonrisa en pedazos, nosotros salimos de su oficina y nos dirigimos a la salida del antro, Casper quién se mantenía en silencio ante todo lo ocurrido lleno de seriedad, cambio al instante que salimos del antro, se rió a carcajadas.

Se rió tanto que su voz se elevaba, hijo de la madre que lo parió, sé porque se ríe, ¡se está burlando de mí! Le doy un empujón enojado, esto hace que pare de reír. -¡Oye!- ahora yo soy el que me río como caballo enfermo.

-Te burlabas de mí, maldito- me quejo.

-Te lo merecías, te dije que dejarás de ser impulsivo pero parece que siempre intentas ignorar lo que te digo- dice sobando el lugar donde anteriormente lo había empujado, ahora la humillación que pase es lo de menos, lo que ahora me ha hecho preocuparme es el cómo vamos a volver a nuestro departamento.

-Todo muy divertido pero, ¿Cómo vamos a regresar?- preguntó haciendo notar mi cara de preocupación.

-¿Crees que no lo pensé? Artis nos vendrá a recoger- doy un suspiro aliviado, ya había pensado en arrancar una rama de cualquier árbol que se me cruzara y hacer de eso un arma, también recoger piedras, bien dicen que hay que estar preparados para todo.

Después de reírnos por algunos recuerdos que nos habían pasado por la mente, nos sentamos en una banca que se encuentra afuera del antro, hasta afuera se puede escuchar la música que proviene del adentro, de pronto se asoma un carro que curiosamente se detuvo enfrente de nosotros, creía que era Artis pero no, es un auto muy lujoso como para ser ella, es imposible, al bajar la ventanilla nos encontramos con una persona totalmente ebria, no se puede negar que es atractivo pero ni de coña le tiraría onda.

-¿Las llevo preciosas?- hostia, la que nos faltaba, a mí parecer el alcohol deja hasta ciega a la gente, que no puede ver que las bolas que se supone que deberíamos tener en los pechos las tenemos en la entre pierna.

-Ve y dile eso a- había sido interrumpido por el pellizcon que me dió Casper. -¡Ah! ¿Qué demonios te pasa?- exclame con enojo, Casper solo pone en mi boca su mano para callarme. -No te preocupes, así estamos bien, puedes irte por favor- pide nuevamente con amabilidad Casper, vale, a simple vista parece un chico muy educado, lo es en cierto punto pero también habla idioteces como yo, o sea por algo se junta conmigo.

Él hombre se nos queda mirando y me está hartando, no paso mucho para que diera una risa, yo pensé "¿Y a éste qué?" Escuchamos la voz de otra persona, pero está era más varonil "¿Qué te pasa? Vamonos ya, no soy paciente Jazz"bueno que de chismosos todos salimos ganando, pusimos atención.

-Oh, por Dios, perdóneme gran Máximo, ya nos iremos, no sea impaciente- dice burlón mientras vuelve a posar la mirada en nosotros, yo junto con Casper fuimos discretos mirando a otros lado haciéndonos como que no nos importa "¿Eso es una burla? Sino fuera porque Rainer tuvo que quedarse ni de loco me habría venido contigo, ya vamonos" por dentro me estoy muriendo con la palabra "me habría venido contigo" para mal pensado me pinto, Dios, perdóname.

-Está bien, está bien, nos vamos- dice mirando para atrás, no tardo mucho para que nuevamente nos volviera a ver. -Sino fuera porque tengo un incoveniente, habría insistido en llevarlas junto conmigo, son unas bellezas, nos vemos guapuras- nos guiña un ojo para después subir la ventanilla del carro, que vaya y le guiñe el ojo a la más vieja de su casa.

-Ok, eso fue raro pero nos entretuvo- comenta Casper mirando el carraso que mientras más avanza se hace pequeño, Dios, ¿Cuándo tendré un carro así? Por éstos imbéciles me quejo del dinero que hoy en día me hace falta, la voz de aquél desconocido me movió por dentro, vale que no estoy diciendo que me he enamorado, eso sería de locos pero lo que sí, es que se sentía llamativa la voz, muy atractiva.

^^^| Fin del capítulo. |^^^

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