La hermosa Annia Petrovsky de 22 años, espera sentada en el lobby de la gran oficina, ella está ansiosa, nerviosa, sin embargo, ella debe tomar valor por dos motivos, el primero, debía enfrentar su pasado y la segunda era ayudar a sus padres, aunque en este momento ella sea la persona menos indicada que ese hombre quiera ver.

La secretaria la miraba de vez en cuando, le parecía que esa joven era muy hermosa, aunque el apellido le parecía extraño, tal vez el descorazonado de su jefe podría tener algo con ella, aunque había perdido las esperanzas.

Dante Petrovsky es un hombre frío y calculador de 32 años, es muy cruel y despiadado en los negocios, además que las mujeres son solo para saciar necesidades biológicas, ha dejado atrás quien era en realidad, hace 5 años todo en él había muerto, incluso su relación con su familia.

- Señorita Petrovsky, el CEO la va a recibir, puede pasar _ dijo Amina la secretaria viendo a la joven nerviosa y con una pose humilde, parecía que ella sabía que se enfrentaría a una fiera.

Annia entró al lugar y se acercó al gran escritorio, ella estaba parada ahí, con una postura sumisa y humilde mientras el hombre guapo y frío seguía viendo los papeles, no le dedicó una sola mirada.

- Habla _ dijo con su voz gruesa y gutural como la nota más baja de un melodioso violonchelo.

Annia se sobresaltó ante sus palabras.

- Dante, es un gusto verte, fueron largos 5 años, nuestros padres te extrañan mucho _ dijo Annia mientras que él hombre levantó la mirada con advertencia.

- Si, supe del gran amor de mis padres hace 5 años, ahora deja de hacerme perder el tiempo, ¿Qué quieres? _ dijo Dante mirándola con fastidio.

Annia suspiró muy nerviosa, trata de calmarse.

- Dante, quiero pedirte un gran favor, la empresa de papá está en problemas, mamá y yo hemos tratado de buscar inversionistas, hay un hombre que desfalcó la empresa y ahora estamos en problemas, quería saber si podrías hacer una inversión fuerte para que tengamos un respiro, te devolveremos el dinero, solo será un tiempo _ dijo Annia mientras que Dante la sorprendió con su reacción.

Dante dio una sonora carcajada, le parecía gracioso que esa gente tenga el descaro de pedirle algo así, más aún esa mujer que tenía enfrente.

- ¿Por qué te ayudaría?, a ti, a una mujer tan despreciable, tal vez lo pensaría por mis padres, pero, aun así, creo que ellos tampoco valen la pena _ dijo Dante con arrogancia mientras que Annia se sobresaltó asustada, él es su única esperanza.

Hermano, por favor… _ Annia habló por costumbre, pero Dante dio un golpe duro al escritorio, estaba furioso.

- No soy tu hermano, no soy nada tuyo, absolutamente nada nos une, tu solo eres una maldita y nada más, no me vuelves a decir así _ gritó Dante indignado.

Annia retrocedió un poco y sus ojos se llenaron de lágrimas, era así como él era ahora, no había cambiado nada en cinco años, ella esperaba que esto cambie, sin embargo, se veía más molesto y más frío.

Dante vio a Annia con esa expresión agraviada haciéndolo hervir de ira, le disgustaba ese rostro de inocencia que le daría pena a cualquiera, pero a él no, él sabía de lo que era capaz esa mujer.

- Dante, lo siento, solo piénsalo, por nuestros padres, es el trabajo de ambos, toda su vida está en esa empresa _ dijo Annia con lágrimas en los ojos sofocada por el trato de Dante.

El hombre la miró sin mucho interés, pero podría pensarlo, sería una buena oportunidad para tener control de la empresa y no dejar que Annia se haga cargo, podría vengarse de ella, aunque no lo quiero admitir, aun le duele lo que pasó.

- Lo pensaré, aunque sabes que tendré mis condiciones, solo espero que no seas quisquillosa _ dijo Dante mientras la despide con la mano de forma grosera, pero con esa respuesta ella está esperanzada, aunque tiene miedo de las condiciones, Dante no es un buen sujeto, al menos no después de estos 5 años, aunque ella es la culpable, sabe que Dante tiene razón de tratarla así, ella es la culpable que Dante la haya dejado de querer, que se haya mudado al otro lado del mundo e incluso no tenga relación con sus padres.

Annia salió de ahí cansada, estaba muy adolorida, pero en el corazón, ella llegó al hotelito donde se aloja, había ido a pedir ayuda al otro lado del mundo, ella apenas puede pagar su universidad, así que no tenía un gran presupuesto para quedarse en ese lugar, además que el pasaje ya era carísimo, pero por sus padres ella haría todo, arrodillarse ante Dante ella lo haría, aunque eso se lo debe desde hace tiempo.

La hermosa joven se durmió de inmediato mientras su mente aún recuerda lo que hizo, la forma como arruinó la vida de Dante hace 5 años.

Al día siguiente, Annia fue de nuevo a la gran empresa y se fue a esperar a que Dante le dé una respuesta, tiene que conseguir el dinero en una semana, así que esperó una hora, dos horas, cuatro horas, seis horas, la secretaria solo la miraba con pena, se la veía desesperada, pero ella no claudicaría, irá todos los días.

Cuando ella estaba a punto de irse y volver al día siguiente, pero en ese momento Dante salió y la vio ahí sentada un poco perdida.

Annia al verlo se paró de inmediato, solo lo miró un poco avergonzada.

- Hola, sé que te estoy presionando, pero solo tengo una semana o rematan la empresa, haré lo que quieras, me arrodillo, hago lo que quieras _ dijo ella acercándose un poco, detrás de él salió un joven con gafas, se veía serio, pero al verla abrió los ojos como platos, esa era Annia Petrovsky, la hermana tan odiada de Dante.

Dante la miró de reojo y entonces le dijo con indiferencia.

- Vamos, hablemos en el camino _ indicó el hombre mientras camina por el lugar y ella lo sigue obediente, solo saber que hay una oportunidad ella está dispuesta a ceder todo, aunque está metiéndose en un gran lío, uno del cual no va a poder escapar.

En el camino Dante solo ve su celular, no dice nada, Annia por otro lado lo mira y ve que él está más guapo que antes, ahora entiende la obsesión de sus amigas de su colegio cuando Dante iba por ella y la razón de que ahora ellos se hayan distanciado.

- Dante, ¿tienes tus condiciones? _ dijo Annia un poco ansiosa.

- Si, y nada de lo que pido lo pienso cambiar:

Primero: se me transferirá el 51% de las acciones, tengo que tener el control de la empresa si voy a hacer una inversión tan fuerte.

Segundo: no podrás hacerte cargo de la empresa nunca, podrás tener puestos dentro de ella, pero jamás serás la CEO _ dijo tranquilo mientras que Annia abre la boca de forma exagerada, no puede creer que Dante sea tan cruel.

Tercero: vivirás en mi departamento, me servirás durante el tiempo que me quede por ahí, serás la encargada de las comidas, la limpieza y las compras, recordaremos viejos tiempos _ dijo indiferente, pero Annia palideció, no está segura si eso sea una amenaza o una fortuna, pero parece una amenaza.

- Esas son mis condiciones, lo tomas o lo dejas, no quiero escuchar quejas si después las cosas se ponen difíciles, será un periodo de seis meses, cuando empiece a recibir mi dinero volveré a este país, no tengo intenciones de quedarme en ese lugar _ dijo Dante mientras Annia baja la cabeza, sabe que las cosas van a estar difíciles, pero está dispuesta a cumplir con esas condiciones y tratar de hacer que Dante le perdone, aunque no vuelvan a ser tan cercanos como antes, por lo menos una relación menos hostil que la de ahora.

- Bien, lo acepto, podemos hacer eso y me gustaría que vuelvas a casa, aunque sea por seis meses _ dijo Annia con una sonrisa la cual se le borró cuando Dante la miró con asco.

- A mí no me da alegría volver, ahí soy un…, bueno, mi reputación es despreciable, claro que debo agradecerte esa situación, así que no es nada bueno para mí la verdad, después de esto no quiero nada en ese lugar, ahora bájate, mañana busca Silvio, mi asistente se hará cargo del contrato _ dijo mientras el vehículo se detiene quién sabe dónde, Annia tembló al ver a su alrededor, ella no conocía el lugar, Silvio solo vio de reojo la situación e inmediatamente tecleó en su celular en el grupo de taxis al servicio de la empresa, explicó rápidamente la situación y la descripción de la trigueña para que la lleve a su destino, después de enviar su ubicación, solo vio a la niña bajar con la cara pálida.

No tardó mucho, ella aun perdida no sabía bien qué hacer hasta que un taxi se acercó.

- Señorita, Usted debe ser Annia Petrousky, el asistente Silvio me dijo que la recoja y la lleve a donde pida _ habló el hombre que se ve respetuoso y el vehículo tiene el emblema de la empresa, a quedarse ahí que ni sabe dónde es, ella se subió y dio la dirección, al llegar a su hotel se desmoronó en la cama, cerro los ojos y recordó el apuesto rostro de Dante, si no se equivoca está un poco más alto y más fornido, se ve realmente bien pero su mirada es totalmente diferente, sus hermosos ojos que rebosaban de cariño y alegría están llenos de frialdad y apatía, sus lindos labios que siempre le dedicaban sonrisas de alegría no expresaban ningún sentimiento aun cuando parecía sonreír, su energía que era tan amable y cálida ahora es atemorizante y tétrica, solo pudo cerrar los ojos, solo espera no tener pesadillas de esos días, desde que decidió pedirle ayuda a Dante los terribles sueños se presentaban cada vez más seguido, la noche anterior había sido una de las peores, cuando trataba de despertarse de la terrible pesadilla le era difícil, cuando lo lograba le costaba dormir pero cuando lo conseguía las pesadillas volvían de nuevo.

Al día siguiente, Annia fue a la empresa para firmar los documentos, ella estaba como representante legal de la empresa y tenía la autorización de sus padres, Nicolai Petrovsky y Samantha Rivet de Petrovsky, no se sorprendieron por las peticiones, esperaban algo peor de Dante, aun así, lo entienden, saben que Dante podría haberse negado y ellos deberían aceptar después de lo que pasó hace 5 años.

El fin de semana Annia sale de su pequeño hotel, su bolso de mano lo lleva con desgano, cuando llega al aeropuerto busca su vuelo económico, le duele la espalda de solo saber que va a viajar 8 horas doblada en ese asiento.

Cuando ella estaba por abordar, un hombre alto con cara de pocos amigos y unas gafas negras y traje del mismo color, la sacó de la fila y la arrastró al otro lado del aeropuerto, Annia gritaba y lo golpeaba pero se distrajo al ver que entraban a la sala VIP, ahí es el hangar de los vuelos de los Jet privados, cuando ella se distraía por el lujo, vio Dante sentado en una sala privada, los vidrios del lugar lo dejan ver, se ve que está concentrado con su Tablet y solo volteo cuando la escuchó entrar.

- Te irás conmigo, tu vuelo tiene muchas escalas, cuando llegue no habrá nadie quien me prepare mis comidas, no tengo ganas de tener que pedir comida _ dijo mientras le muestra la salida para ir al avión, Annia vio el elegante y sofisticado Jet, en ese momento se sintió tan pequeña ante lo que era Dante, a pesar de que ella era la culpable de que Dante tenga que irse y empezar de cero, parecía que él había logrado mucho más que ella en estos 5 años, era obvio que Dante había demostrado que era capaz en todos los aspectos.

Dentro del avión, el lujo era indescriptible, realmente era hermoso, una de las asistentes de vuelo se acercó a Dante de forma coqueta para luego notar la presencia de Annia, la miró de arriba abajo con disgusto.

- Presidente, nos alegra verlo, va a necesitar algo _ dijo la joven sin dejar de coquetear.

- Solo dame un jugo _ dijo y después miró a Annia y preguntó con frío.

- ¿Qué quieres Annia? _ dijo mientras seguía mirando su Tablet.

Annia se sobresaltó ante la pregunta y de forma suave contestó.

- También un jugo, gracias _ respondió mirando a Dante con vergüenza.

El hombre solo movió la mano indicando que era todo, la joven se fue a traer los jugos más contenta, parecía que la mujer no era peligrosa así que siguió con sus insinuaciones hacia Dante todo el viaje, Annia veía la obvia situación, un sentimiento incómodo surgió en su corazón, pero salió de esa situación, no entiende lo que le pasa, Dante tiene derecho de ser feliz, más feliz que ellos, que su familia.

La joven estaba frustrada, habían sido 6 horas de vuelo y ese hombre no se había dignado en mirarla, parecía que estaba hecho de piedra, pero lo que ella no sabía, era que Dante tenía serios problemas con la sexualidad, solo pocas mujeres habían podido ganarse la confianza de Dante para que tenga sexo, pero solo eso, y nada más, hace 5 años que Dante Petrousky tenía problemas para relacionarse con mujeres.

Cuando aterrizaron, Dante se bajó como un rey e inmediatamente se acercaron varios asistentes y había una que era mujer, era atractiva más o menos de la edad de Dante, ella se veía profesional y respetuosa pero en cuanto vio a Annia su expresión de seriedad paso a sorpresa y luego a disgusto, Keyla es la asistente de Dante, una buena amiga que sabe su pasado y lo comprendió de inmediato, pero al ver a la hermana del mal ella se sentía preocupada que eso haga que su amigo retroceda en los avances que había logrado.

- Presidente, ya tenemos todo listo, mañana los responsables de área se presentarán a la empresa _ dijo Keyla mientras camina al lado de su jefe, Annia solo camina detrás de él en silencio.

- Bien, la Srta. Petrovsky se quedará en mi casa, ella se va a encargar de las comidas y de las compras, ¿mi nana está en el lugar? _ dijo sin voltearse mientras Keyla informa con seriedad.

- Sí señor, ella está ahí solo para asesorar _ dijo Keyla mientras Annia palidecía.

Nana Lila los cuidaban en la mansión donde habían vivido desde que recuerdan, pero cuando pasó lo de hace 5 años, Lila se resintió con Annia y los padres de ellos, ella siempre supo que Dante era el más perjudicado y no les perdono que no haya habido consecuencias para Annia quien fue la que causó todo.

Annia se petrificó, había pedido perdón a Lila varias veces pidiéndole que vuelva, que ella estaba arrepentida, pero Lila no se apiado de ella y desapareció en la ciudad sin mirar atrás.

Dante envió a Annia en otro auto y él se subió en el más lujoso con Keyla, Annia se fue al otro auto resignada, quería hablar con Dante sobre visitar a sus padres, pero en las 6 horas de vuelo, ella no había tenido el valor y ahora que lo ha reunido él se va en otro vehículo.