Iba caminando por la acera de una avenida principal en Londres, la noche estaba fresca pero sin duda era un panorama perfecto, la luz fría de la enorme luna llena, blanca y brillante; que por primera vez me detuve a admirar su belleza, a pesar de que casi diario paso por aquí no me había percatado del paisaje tan majestuoso que se puede apreciar, sentí una emoción que nunca había experimentado, la luz cálida de los faroles le daban un toque sereno y elegante a las calles que en ese momento se encontraban vacías quizá por la hora o tal vez era el destino que me estaba gastando una mala broma pero la realidad es que no tenía ni un poco de miedo, por el contrario cada paso que daba me relajaba al percibir la humedad del ambiente, ese característico olor a tierra mojada y la escencia de las flores que adornan el camellón era una fragancia inigualable, mis botas sonaban con cada paso que daba sobre los pequeños charcos sobrantes de la fuerte lluvia que no presencie por estar viviendo el peor día de mi vida o al menos eso pensaba en ese momento...

Volviendo al principio:

Me llamo Melissa Reynosa pero mi familia y amigos cercanos me dicen Sasa, tengo 23 años de los cuales 3 llevo trabajando para BURBERRY; Es una marca de ropa y accesorios muy reconocida no sólo en Inglaterra sino en todo el mundo, decepcionantemente no soy parte del equipo de diseño ni nada glamuroso por el estilo, mi trabajo consiste en estar detrás de un escritorio organizando documentos y contestando llamadas, no me malinterpreten no menosprecio el trabajo de secretaria por el contrario estoy muy agradecida con Annie (mi jefa) que me dió la oportunidad de trabajar para una prestigiosa marca, es sólo que mi sueño siempre ha sido ser una gran diseñadora y no precisamente de hermosas faldas y elegantes vestidos, aquí entre nos soy fanática de los autos, una gran pasión que no es muy bien vista por "las damas de sociedad" con las que me rodeo (incluyendo a mi madre) la amo mucho pero definitivamente ella estaría encantada que me dedicara al modelaje o la actuación, mi padre tiene una cadena de restaurantes y una cadena de mujeres ¡para variar! , tal vez por eso mamá se rindió después de 18 años de matrimonio y tres apuestos hijos jaja no es que seamos narcisistas es sólo que con un padre tan guapo y una hermosa mujer como lo es mi madre que se podía esperar, soy originaria de México, si orgullosamente mexicana, y se preguntarán ¿por qué si estoy orgullosa de mi país me vine a vivir a otro? bueno la verdad es que en un inicio yo estaba encantada en mi país pero la carrera que yo quería no es tan común ahí y la cuna del diseño automotriz está en Italia así que con todo el dolor de mi corazón y de una ardua escena de llanto de mamá, abracé a mis hermanos, le dí un beso a mi madre y una mirada decisiva a mi padre, agarré las maletas, me subí al taxi que ya estaba impaciente por irnos y con apenas cumplida la mayoría de edad tomé el primer vuelo con destino a Italia.

13 hrs después estaba llegando a un país nuevo para mí, con gente, comida y cultura totalmente distinta pero con un gusto en común por los autos,

conseguí hospedarme en un pequeño hotel de estilo toscano con una preciosa vista al mar Tirreno y estaba lista para ir en busca de mi sueño pero gran sorpresa me llevé al ver que las cosas no eran tan fáciles como creía, el alquiler no era económico, la comida no me quejo era deliciosa pero teniendo en cuenta que tenía que pagar la renta, una universidad que tampoco era barata, libros, transporte y alimento llegué a la conclusión que mis ahorros no serían suficientes y la idea de tragarme mi orgullo, llamar a mi padre y aceptar su propuesta de pagar mi universidad junto con un amplio departamento en la zona más exclusiva de Italia no me estaba pareciendo tan mala, estaba apunto de llamar cuando una escena apareció en mi mente...

Recuerdo...

Una pequeña niña jugaba en el parque, estaba aprendiendo a usar la bicicleta por primera vez

contenta por el exquisito gusto de su madre al escogerla, era rosa con brillos, tenía una hermosa canasta al frente con pequeñas flores blancas y un par de llantitas con luces en la parte trasera, sin duda era la sensación por dónde pasaba.

El problema comenzó cuando se acercó al grupo de niños que jugaban con sus bicicletas, eran sólo un par de años mayores que ella pero al querer jugar con ellos sin pensar la rechazaron.

Quizá fue envidia o realmente no les gustaba jugar con niños más pequeños pero ese cuento de no poder jugar por ser pequeña y usar llantitas la pequeña Melissa no se lo creyó, así que en vez de ponerse a llorar algo cambió en su interior, un sentimiento hasta ahora desconocido se apoderó de ella provocando revoloteos en su pancita y una mirada llena de determinación adornó su bello y delicado rostro.

A escondidas de su madre acudió a su padre y le pidió retirar las llantitas de la bicicleta que aún no sabía manejar, su padre no tan convencido acepto y la pequeña daba saltos de alegría mientras gritaba "GRACIAS GRACIAS".

Meli se despidió de su padre prometiendo no salir de la zona delimitada para ciclismo y su pequeño cuerpo se fue perdiendo entre la multitud de niños que se encontraban jugando.

2 horas después...

una pequeña niña salía del área de ciclismo acompañada de una bicicleta rallada y con la canasta abollada, el vestido de la niña estaba lleno de polvo, sus mallas se encontraban rotas, mezcladas con tierra y ni hablar de su cabello que pasó de ser una perfecta coleta a una maraña con hojas, pequeños rastros de sangre le hacían combinación a los raspones y cortadas que tenía en sus brazos y rodillas.

Tres diferentes personas, tres diferentes expresiones faciales y tres diferentes sentimientos.

Su madre; la distinguida Samantha López estaba escandalizada, tenía su rostro desencajado y una terrible desesperación por saber quién le había hecho eso a su princesa.

Su padre; El empresario Edgar Reynosa estaba confundido, su rostro reflejaba un ligero toque de intriga pero en gran parte angustia y preocupación sin embargo todo desapareció al observar detenidamente a su hijita

La pequeña, delicada y sin duda muy intrépida niña a pesar de estar hecha un desastre por fuera se sentía extasiada, le dolía todo el cuerpo pero su corazón saltaba de alegría y se reflejaba en el brillo de sus hermosos ojos avellana ya ni hablar de su sonrisa que al parecer en un par de horas duplicó su magnitud.

No hicieron falta palabras para que Edgar supiera lo que estaba pasando y orgullosamente le brindara un cálido abrazo a su muñequita que ahora sabía no era de porcelana sino hierro con un hermoso y suave recubrimiento.

Fin del recuerdo.

Melisa acariciaba con la yema de sus dedos el dije que su padre le regaló en su sexto cumpleaños después de esa aventura con la bicicleta, era un pequeño diamante forjado en hierro, en el interior se encuentra un diminuto pero costoso diamante real que sólo ella y su padre saben que contiene, ese dije es el recordatorio de que todo lo que ésta chica se proponga, si se esfuerza lo puede cumplir, aunque en ocasiones tenga que ensuciarse las manos, pues como su padre lo dijo no es una muñequita de porcelana que se rompe en el primer tropiezo sino una muñequita de hierro que se puede caer y raspar pero no se rompe, es una mujer fuerte, decidida, muy bella y con un hermoso corazón en su interior tal como su dije.

y en ese momento lo supo, no podía rendirse, ni fallarle a esa pequeña niña de ojos avellana así que sólo suspiró, dejo el celular en el buró y se dirigió a la puerta para empezar una nueva búsqueda.

En Via Ferruccio, esquina con Via Michelangelo Buonarroti se encuentra la Trattoria Vecchia Roma; intima, clásica y muy acogedora. Justamente a dónde Melissa se dirige pues días antes caminaba por ahí y vió una nota donde solicitaban mesera para dicho lugar.

Cuando Melissa llegó preguntó por el empleo y le agradó, no era mucha la paga pero le ayudaría a poder sobrellevar los gastos al menos por un tiempo.

Al salir Melissa caminó y caminó por las calles de la bella Italia y terminó en la fuente Fontana delle Rane en Coppedè, estaba parada con la vista perdida en la fuente pero su atención en sus pensamientos, planeando cuál sería su próximo movimiento cuándo de repente escucha:

—¡Hey eres la primer chica que no cae con sus halagos!— seguido de risas en coro, cosa que la sacó de su ensimismamiento.

—¡Hola! Disculpen no escuché lo que decían, Soy Melissa Reynosa, ¿Quiénes son ustedes?—

En eso una chica que era parte del grupo se acercó a nuestra protagonista, la chica tenía un largo y sedoso cabello negro, sus ojos eran verdes y tenía unos delgados labios color cereza, vestía unos jeans desgastados, una blusa blanca cuello de tortuga con zapatillas amarillas fosforescentes y una chaqueta de cuero.

—Hola mi nombre es Sara, ese guapo con cara amarga es Niccolò, la chica de rizos es Gretta, el rubio se llama Flavio y ese tonto que no para de reír es Donato mi hermano—

—¡Oye enana no me insultes en frente de la gente! ¿Qué crees que dice eso de ti?— dijo Donato con con evidente burla.

—Dice que soy una hermosa mujer que tiene mucha paciencia y que no sabe que hizo para tener que soportarte— estallando en risas

—Honestamente Don cualquiera que los conozca diría que Sara no tiene un hermano sino un bufón portátil— Dijo el chico rubio, con labios gruesos, ojos negros y cazadora gris provocando nuevamente la risa de sus amigos.

—Flavio Flavio yo que tú me abstenía de comentar si es que quieres seguir siendo mi cuñado— dijo Donato, cosa que provocó un ligero pánico en la mirada de Flavio y más risas en los chicos.

—Vaya vaya pero que tenemos aquí, la princesita se escapó del palacio— dijo Gretta en tono burlón mientras se acercaba y veía de arriba a abajo a Melissa que traía un vestido blanco con tulipanes amarillos, unas zapatillas rosas y nada con que cubrirse, después de un exhaustivo recorrido visual exclamó:

—Es una noche bastante fresca y parece que no traes con que cubrirte— seguido de ese acertado comentario la chica de piel canela y rizos castaños se quitó su chaqueta de mezclilla dejando ver qué adicionalmente traía puesto un suéter de lana del cual también se desprendió, se volvió a colocar la chaqueta y le entregó el suéter a Melissa —Toma hace frío y curiosamente hoy opté por el rosa, te quedará bien— dijo guiñándole uno de sus hermosos ojos color miel.

—Gracias la verdad es que no me dí cuenta de cuanto tiempo he estado fuera de casa, salí de día y ya es de noche, ¡Caray! ¿En que momento pasó? con razón empezaban a temblarme las piernas— dijo Melissa con la mayor inocencia posible.

—Ah, no muñeca eso sí que no, el temblor en tus piernas se debe a mi imponente y masculina presencia, tal parece que te pongo nerviosa— por fin después de estar en completo silencio Niccolò vió su oportunidad para volver a coquetear con la hermosa jovencita que no lo había oído la primera vez que habló, ese era el motivo de la risa que tenían sus amigos en un principio, pero con lo que menos contaba fue con la reacción de la chica, en vez de enojarse o sonrojarse como solían hacer las demás, Melissa estalló en una sonora carcajada que sí bien era contagiosa para los demás también los tenía bastante confundidos, pero el que estaba totalmente perdido era Niccolò pues sus frases de seducción nunca habían causado tal respuesta.

Después llevar a cabo repetidos ejercicios de respiración y lograr controlar su risa Melissa se disculpó con Niccolò y le pidió que no lo tomara a mal, luego terminó explicando que ella tiene un hermano que también es experto en el área de la seducción por lo cual le es difícil escuchar frases de ese tipo y no pensar en su hermano, "aunque definitivamente Adrián lo hace mejor" ésto último sólo lo pensó pues al ser la segunda en nacer le a tocado ver a su hermano en acción en más de una ocasión, todo un play boy por excelencia.

Los chicos conectaron muy bien con Melissa por lo cual decidieron incluirla en los planes que tenían para esa noche.

Primero fueron a un lugar tranquilo dónde pidieron un antipasto (plato mixto de quesos y embutidos) mientras cenaban se tomaban algunas copas de vino tinto y conversaban para saber más de su nueva cómplice de diversión.

—Bueno chicos esa es básicamente mi historia; Padres divorciados, un hermano mayor y una hermana menor, vine aquí dispuesta a cumplir mi sueño y lo demás ya se los conté, por cierto llámenme Sasa así lo hacen mis amigos, ¡Ah casi lo olvido! antes de que sigan diciendo que soy una princesa aclaro que me gusta vestir como una, pero soy más como una guerrera, una muñeca de hierro siendo específica, así que si me pondrán un apodo ese será perfecto.

—La Muñeca de Hierro si, me gusta, suena a girl power— dijo Gretta

—"¡Oh vamos chicas! todavía faltan más lugares que recorrer y Sara ya se tambalea, al paso que van con el vino llegarán a rastras al antro y la única compañía que tendrán mientras nosotros bailamos con un trío de sexis nenas será el retrete"— dijo Niccolò con una gran sonrisa, la cual se le borró instantáneamente al santir la mirada enfurecida de sus amigas

—¡Pues mira que suertudo, bailar con "un trío de sexis nenas" y todas para tí porque tus amigos no

creo que pongan ni un pie en la pista sin nosotras!— contesto Gretta

—En realidad— Iba a decir Donato pero fue interrumpido rápidamente por su hermana

—Mira Don mejor cállate que aún que no lo parezca todavía me queda un poco de lucidez, y dónde a ti o a mi novio se les ocurra dejarnos por seguirle el plan al "todas mías" van a conocer el girl power en su máxima expresión, ¿O es que a caso ya olvidaste lo que pasó hace un año?— dijo Sara con la mirada seria y un ligero rastro de amenaza en sus palabras.

—Aguafiestas— soltó Niccolò en un intento de estornudo fallido ante el silencio de su compañero de parranda

Flavio se mantenía callado cuidando a sus amigas pero principalmente a su hermosa novia, de vez en cuando se reía de las tonterías que decían su cuñado y su amigo de la infancia, pero sabía que Donato sólo le seguía el juego a su amigo pues era bien sabido entre el grupo que Don había perdido la cabeza por Gretta desde que la vió y aunque sea la dueña de su corazón ella aún no se anima a darle el si, por lo tanto Don debe caminar con cuidado sobre ese terreno pues un movimiento en falso le costaría la relación con Gretta aún antes de haber empezado tal como casi le pasa un año atrás.

—¿Qué pasó hace un año?— Preguntó Melissa muy intrigada por la situación

Se formó un silencio incómodo entre los chicos pero las chicas se dirigían miradas cómplices y maliciosas.